Nota: Esta cuenta antes se llamaba Yukiyuu.

Nick oficial: Yin-Tiempo.

Yin Riench, nombre no oficial.

Hay varias cosas que deberían saber de mí:

La primera es que soy muy crítica conmigo misma y con los demás. No veo cuál es la necesidad de hacer las cosas mal cuando puedes hacerlas bien desde el principio. Todos lo que tenemos acceso a las páginas de publicación hemos recibido al menos la educación primaria. La educación no es gratis, se da a cambio de su posterior utilización.

Si por alguna razón externa se da el caso de que eso no fue así, nada les impide buscarse una beta-reader o consultar las diversas páginas que hay sobre ortografía y gramática que hay por la red.

La segunda es que yo no busco convertirme en escritora tampoco, como muchos de los fickers. Sólo pretendo pasarlo bien y hacer un buen trabajo que me haga sentirme satisfecha de mi esfuerzo.

Y tercero, me va a valer pito si lo que les comento no les gusta porque para algo están publicando en un sitio público, a la vista de todo el mundo y los reviews son para expresar nuestra opinión en base a lo que se lee.

Por las páginas de publicación ando buscando historias de superación, de ese sexo sin flores ni fruta, de amores obsesos, de psicóticos, de asesinos, de guerras, de pobreza, de necesidad, de amistad.

El género, sea terror, gore, histórico, romance... Si todo está bien ambientado, con información verídica o al menos coherencia, entonces tendrán un diez en la escala de mis valores.

Todo cuando hace buena una historia es:

La ortografía: sí, ese conjunto de reglas que hacen que todos los de habla hispana podamos entendernos sin demasiados problemas la gran mayoría de las veces. A mí no me molestan los modismos de cada país —de hecho me encantan— pero si es algo muy específico lo cierto es que es poco probable que se entienda. Apoyemos el español neutral en casi todas las historias, sobre todo cuando tus personajes se encuentran en un país que no es de habla hispana o tienen una nacionalidad distinta.

O sea, si uno de tus personajes fuera argentino y se fuera a vivir a Chile... se agarraría a trompetazos con sus vecinos, okey sí, pero a parte de eso, las maneras de expresarse argentinas y chilenas tendrían sentido. Así como su manera de conjugar los verbos, por poner un ejemplo.

Los personajes: me gustan los personajes humanos, con fallos, con lógica. Y cuando digo humanos me refiero a que sean tan imprevisibles como nosotros mismos. Hay tantas mentalidades, tantas características que podemos mezclar... Pero hallar el equilibrio es increíblemente difícil, ¿saben? Es tan fácil perderse, sobre todo si eres adolescente y crees que la gente puede ser de esta o aquella manera. Conseguir un buen personaje es, al menos, el triple de difícil que conseguir una buena historia.

La trama: Sea un drabble, un one-shot, una historia larga o lo que sea, sea cual sea la temática, por favor que tenga coherencia. Y si es un tema difícil, por ejemplo, si se sitúa en la Inglaterra del siglo XIX, investigen, por favor. Las costumbres, la comida, las ropa, la moda, las clases sociales... ¡la religión! No lo hagan todo a ciegas, mierda. Así sólo consiguen quitarle mucho jugo a una buena idea. Sólo así se consigue tener coherencia.

La narración: ¿Saben lo que es? ¿Tiene alguna idea de en qué se diferencia de la trama? Sí, ¿no? Más o menos. Bueno, pues... Pongamos que si la trama es el esqueleto de una historia, la narración es la carne y la piel de la misma. La narración son todas esas palabras que describen el escenario, que nos hablan de los gestos de los personajes, de sus pensamientos, de su comportamiento, de hacia donde se dirigen y de dónde viene; es todos los puntos y las comas, los puntos y aparte que hacen que el texto se vea bonito y agradable a la vista.

En definitiva, es todo ese relleno entre diálogo y diálogo que hace que nos imaginemos al dedillo todo lo que el autor quiere transmitir.

Declaración sobre mis propios fic:

Sólo tengo una cosa que decir: cuando digo que está completo, ¡está completo, joder! No, no voy a seguirlo sólo porque ustedes me lo pidan que «porque está muy bueno» o porque le haya puesto un final abierto. Si yo considero que hasta ahí llegó la historia, nadie tiene el derecho a decirme lo contrario ni a presionarme para que la siga.

Para mí vale más una buena crítica que un halago. Y lo digo completamente en serio. Si es constructiva me dan igual las maneras pero, vamos, destrocen mis fics si quieren, mas un respeto al autor, en este caso: yo. Si quieren decir que son mierda, entonces tendrán que explicarme por qué y tendrá que ser algo con argumento, ¿de acuerdo?

Otras cosas:

Una vez, en la desesperación de una autora por ser original a la hora de pedir reviews, leí al final del relato la siguiente frase que me hizo mucha gracia:

«Dicen que nadie muere por dejar un review.»

Pero como no está nada demostrado científicamente(?), por si acaso ni lo intentamos, ¿cierto? Yo por mi parte creo que si alguien le gusta lo suficiente mi historia como para dejar su opinión, o mejor aún, si alguien se interesa tanto por ellas como para decirme qué debo hacer para mejorar, entonces me doy por satisfecha en dicha historia y puedo pasar a la siguiente.

Odio:

El Mpreg: Personalmente no tengo nada contra la temática, sin embargo, sí contra las personas que lo utilizan. Ya que es jodidamente difícil hacer que parezca coherente que un hombre quede embarazado es obvio que las usuarias yaoistas se pasan por El Arco del Triunfo toda la lógica con tal de ver a sus “personajes preferidos” siendo “kawaiis”.

Me ponen enferma.

El concepto de uke y seme: ¡Y es que es una estereotipación! Que si porque X personaje se comporte de forma amable es el perfecto uke, que el perfecto seme ha de ser "frío y sin corazón" pero deben de caérsele las bragas cuando ve a su uke, ¡¿qué cojones intentan decirme?! ¿Y el que la tachi tenga que ser una machorra super varonil? ¡Puag! No, no, no, no, no. Gracias pero no.

Realmente me parece asqueroso que, para ustedes, alguien pueda ser esto o lo otro debido a los rasgos de su cara o su forma de comportarse en determinado contexto que, en realidad, no tiene nada que ver con la cama ni el sexo. Después son las que más se quejan de que las clasifiquen porque "las etiquetas son asquerosas".

Vale, yo también utilizo los nombres pero sólo para definir de quien es el pene que se mete y quien lo lleva dentro, que no quiere decir que mande en la relación ni en la cama ni, mucho menos, en función a su carácter.

El plagio: A mí nunca me ha pasado pero soy consciente que nadie se salva cuando a los plaguiadores les da por cambiar sólo los nombres de la primera chorrada que encuentran. Ahora bien conozco perfectamente mi reacción ante ello y, si bien no me da tanta rabia que me plagien a mí como que plagien a mis autoras favoritas, les doy por sentado que les voy a romper el alma si me entero.