Tenía este lugar abandonado, me dan cringe mis antiguas historias y también las actuales jaja. Lo siguiente lo escribí hace unos tres años:

Mi ilusión es ser algún día cineasta.

La mente es complicada, y la mejor forma de mantener en armonía una humanidad es la comunicación.
El camino más fácil de contribuir a la prosperidad de nuestra realidad es expresando una forma de ver el mundo.
Y también, es lo mejor que según yo, puedo hacer con esta oportunidad llamada vida.

Un adolescente vive de ilusiones

Se dice que uno deja de vivir, cuando deja de soñar.

Mi obsesión es vivir de las franquicias.

Me he pasado la vida (bueno desde el 2012) brincando de franquicia en franquicia.

Y si una película es buena, tiene un gran corazón y un increíble mensaje… Prácticamente, se convierte en mi segunda vida.

Bueno, casi literalmente.

Y busco ser saciada, aunque sea imposible, pues todo necesita su inversión.

Y cuando una de mis franquicias muere (o me acabe de aprender todo lo interesante de ella)… bueno, busco otra, al menos, hasta que esta franquicia anterior de muestras de vida, o yo reviva su pasado en mí. (Como me dolió cuando cancelaron Madagascar 4).

No importa si la siguiente franquicia sigue muerta también, no importa si es vieja, y mal animada, si hizo una bonita parte de mi vida o no.

Solo me apodero de ella, la hago parte de mí, le dedico tiempo.

Y todos sabemos que el tiempo que le dedicas a algo, es lo que lo hace único.

Por lo cual, “fabrico mi propia felicidad”.

O al menos, eso creo.

Quizás sea mi tristeza, quizá, solo mi desdicha.

Pero definitivamente, no es un defecto.