Soy mujer, mexicana - a veces me gustan las redundancias y las contradicciones - y estoy viva.

Me gusta leer, desde que era pequeña ha sido, no un pasatiempo, sino una forma de conocer el mundo. Hay una frase, chiquita y muy sencilla, que adoro; es el lema de una feria del libro y dice así: Leer es estar vivo. Quizá suene extraño, pero eso es lo que la lectura ha significado para mí desde que era niña y siempre lo será.

¿Qué más?... No hablo mucho, pero me gusta escuchar y observar, y también soy un poco difícil para tratar con los demás. ¿Entonces por qué entré a esto de fanfiction? No sé, tal vez se debe a que a veces necesito hacer un poquito de ruido. ¿Qué más? No estoy demente, aunque a veces la ardilla que trabaja en mi cerebro lo haga en formas misteriosas, extrañas o poco comunes. ¿Otra cosa?... A veces me obsesiono con las palabras, a tal punto que llego a odiar algunas, o a reír como loca al leer u oír otras.

Considero que nunca dejamos de aprender, y eso es lo maravilloso de estar vivo. Hay tanto por leer, ver, escuchar, sentir, vivir, que no me gusta encasillarme en categorías, prefiero ser ecléctica. Y con respecto a eso leí algo de Guy de Maupassant que me encantó:

"En todas las cosas existe algo inexplorado, porque estamos acostumbrados a servirnos de nuestros ojos sólo con el recuerdo de lo que pensaron otros antes que nosotros sobre lo que contemplamos. La menor cosa tiene algo desconocido. Encontrémoslo" (Prólogo a Pedro y Juan)

En cuanto a las historias que encontrarán en mi perfil, me he dado por vencida: no puedo ni podré hacer narraciones bien redactadas y estructuradas. Mis fics siempre serán escritos aberrantes: combinaciones caóticas de acciones, imágenes, emociones, sentimientos. Claros ejemplos de la expresión "sin ton ni son", ni razón coherente, que incluso a mí desesperan, pero es todo lo que mi mente es capaz de dar. ¿Han leído Frankenstein o el moderno Prometeo, de M. Shelley? Bueno, cada vez que escribo y publico una historia, me siento como Víctor: asombrada, pero también horrorizada y asqueada, y termino por odiar mi propia creación; mas, como siempre digo, es lo que hay y, aunque quiera, no puedo hacer mucho para cambiarlo (algo que olvidé mencionar: también soy muy exagerada).

¿Debo decir algo más sobre mí? Soy perezosa en ese aspecto y en muchos más.