Disclaimer: Escribo sin fines de lucro, pero por amor a Jane y a sus personajes.

No puedo creer que haya llegado el momento de ponerle el punto final a esta historia. La verdad es que tampoco pensé que la terminaría justo antes de irme a cumplir uno de mis sueños, pero cuando empecé este fic mi vida era completamente diferente. Este es el fic más largo que he escrito, más de 100k palabras, todas ellas gracias a ustedes. Esta historia ha sido parte de mi vida por mucho tiempo (incluso cuando no la escribía) y me duele un poco dejarla ir. Siempre me duele acabar una historia, cerrar el telón. Pero tarde o temprano tenía que acabar, ¿no? Este capítulo es un pequeño epílogo dedicado a todos ustedes, los lectores que siempre han estado detrás de la pantalla.

Como siempre, quiero agradecer eternamente a quienes han dejado reviews en el capítulo anterior: loremmac, , Las Letras de Anna, Molita y Kary Bobbins. Sus palabras siempre son una fuente de inspiración. Y a quienes han agregado esta historia a sus favoritas o a sus follows.

Canción recomendada: "Take me to Church" de Hozier.

Chocolate y café amargo

Capítulo 43

El principio del camino

—Lizzie, vuelve a la cama —dijo Darcy, apoyado en el respaldo de su cama. Su novia estaba sentada en la silla, con las piernas cruzadas y una de las camisetas de Darcy cubriéndola. Él le había mostrado el cuaderno en el que escribía sus letras y ella llevaba los últimos diez minutos leyendo muy concentrada.

—Un minuto.

—¡Has dicho eso cinco veces!

—Pero es que estas letras son geniales, hombre —respondió ella, sin levantar la vista del cuaderno—. ¿Cuándo dices que las escribiste?

—En las últimas semanas, desde que… desde Londres —dijo él sonriendo.

—Ya. —Lizzie dejó el cuaderno sobre la mesita y volvió a la cama, sentándose junto a él, que inmediatamente la rodeó con sus brazos—. ¿Estás diciendo que soy tu musa, Fitzwilliam Darcy? —preguntó ella, levantando la nariz y arrugándola.

—No sé si diría Musa —se burló él—. Pero puedo decir que has tenido una presencia importante en el proceso de composición de esas canciones.

Lizzie cogió un cojín que había caído al suelo y lo golpeó con él juguetonamente. Él se rio, a pesar de que ella lo siguió golpeando por unos momentos.

—Serás estúpido —protestó ella en broma—. A ver, creo que voy a tener que enseñarte algunas cosas, querido. La primera es que a cualquier cosa que yo diga, la respuesta correcta es «sí». La segunda es que no puedes escribir estas cosas y no cantarlas.

—Llevo siglos sin presentar nada mío en público.

—Bueno, puedes empezar a practicar ahora —dijo ella, levantándose de la cama y tomando la guitarra del joven, que estaba apoyada en la pared de la habitación. Cuando volvió a la cama, se la tendió al joven—. Vamos, quiero escucharla.

—¿Ahora?

—La respuesta correcta es «sí» —dijo ella sonriendo—. ¿Qué te acabo de enseñar?

—Por supuesto —contestó él—. Está bien, cedo ante la presión, pero que conste que lo hago bajo protesta.

—Ya, ya. Deja de protestar y toca. —Lizzie se sentó en la cama, con las piernas cruzadas. Se veía guapa, aunque no llevaba maquillaje y llevaba el pelo en un moño desordenado. Darcy no podía creer que ella pudiera verse de esa forma, tan guapa y tan natural.

Él revisó que su instrumento estuviera afinado —aunque por supuesto que lo estaba, si cuando no estaba en el bar se pasaba las horas tocando música. Eso cuando no estaba con Lizzie—, antes de empezar a tocar una de sus canciones. Era su favorita de todas las que había compuesto en esos días. Hablaba de una mujer imposible, que lo había vuelto loco por ser tan incomprensible y extraña, pero a la que él se había vuelto irremediablemente adicto.

Frente a él, Lizzie sonreía, escuchando la música con los ojos cerrados. Estaba encantada por la música.

Cuando él terminó de tocar, ella se inclinó sobre él y lo besó.

—Deberías hablar con Carter y coordinar una tocata o algo —sugirió ella con una sonrisa encantadora—. Sería genial y es un lugar que conoces. No es una audiencia desconocida, lo que siempre es bueno.

—Podría ser —respondió él, al tiempo que dejaba la guitarra a un lado y la hacía sentarse sobre él—. Pero es nuestro día libre, así que podemos disfrutarlo de una forma que no implique discutir planes para el futuro. Tendremos tiempo para eso.

—¿Eso crees, Darcy? —Lizzie le rodeó el cuello con los brazos. La camiseta que llevaba mostraba su clavícula y uno de sus hombros, que Darcy no pudo evitar besar lentamente—. Bueno, si esa es la alternativa, no creo que me oponga a esos places —añadió con una sonrisa traviesa, antes de besarlo nuevamente.

-o-

—¿Sabes? Creo que soy más feliz que Jane —musitó Lizzie, apoyada contra el pecho de su novio—. Ella sólo sonríe cuando está con Charles. Yo no puedo dejar de reír cuando estoy contigo.

Darcy sonrió, enredando sus dedos en el pelo de la joven.

—Pero hay algo que creo que no te he preguntado —dijo ella con una sonrisa. Darcy había aprendido que tenía que temer cuando veía esa mueca, porque seguro que implicaba que ella iba a burlarse de él. Pero también estaba aprendiendo que eso no era tan terrible. Había cosas peores que ser víctima de una broma de Lizzie Bennet.

—¿Qué cosa?

—A ver, tengo claro por qué estás enamorado de mí —dijo ella, mirándolo a los ojos. Él le sacó la lengua—. O sea, es obvio. Lo que quiero saber es en qué momento te diste cuenta de que estabas perdidamente enamorado de mí.

—¿Lo estoy? —Lizzie le dio un golpecito en el pecho ante esa respuesta—. La verdad, Lizzie, es que no tengo ni idea. Sólo sé que cuando me di cuenta… ya estaba metido hasta el cuello —musitó—. Y nunca quise salir después de eso. ¿Y tú? ¿Cuándo te diste cuenta de que sentías algo por mí?

—Pues… cuando supe que eras un rico heredero, por supuesto —dijo Lizzie con una sonrisa burlona. Darcy arrugó la punta de la nariz, en un gesto muy divertido—. ¿De verdad? Cuando recorrimos Londres juntos. Puede que suene raro, pero me encantó ver ese otro lado de ti. Uno que nunca habías mostrado aquí. Pero la verdad, creo que teníamos química desde antes, ¿no te parece?

Darcy sonrió.

—Es posible.

—Es increíble que hayamos tenido que pasar por todo eso para poder estar juntos —siguió diciendo Lizzie.

—Bueno, tú estabas empeñada en pensar lo peor de mí —dijo él, encogiéndose de hombros.

—Y tú estabas empeñado en mostrar tu peor cara, Darcy —replicó ella sin perder un segundo—. Pero al menos lo logramos.

—¿Te dije que Carter y Navraj apostaron que terminaríamos juntos? —comentó él, riendo—. No sé cómo debo sentirme al respecto.

Lizzie lo besó en los labios, lenta y suavemente.

—Tienes que sentirse feliz y maravillado por la suerte que tienes al tener una mujer como yo a tu lado —musitó.

—¿No te lo digo cada vez que puedo?

—Nunca está de más recordarlo, ¿no?


Fin del fic, fin de una etapa. Pero primero lo primero: ¿recuerdan el concurso que dije que iba a hacer? Hice una lista con los reviews que había recibido desde mi regreso y sorteé con un número al azar, para ver quién se llevará una historia a la carta...

Y la ganadora es: KARY BOBBINS (ex Vegetable Lover). Así que, guapa, recibirás un MP mío pronto para que empecemos a discutir los detalles.

Otro punto importante: Cesy Casas, tengo tu fic a medio escribir, pero entre una cosa y otra no lo pude terminar para hoy. Espero subirlo pronto, idealmente este lunes 5 de septiembre.

Espero que nos leamos pronto. Ahora mismo no sé cuándo voy a empezar un nuevo long fic, pero tengo ganas de retomar un fic que empecé hace un par de años sobre Mary Bennet ("Nuevos aires", en mi perfil) y mi crossover de HP y OyP. Espero subir nuevos capítulos antes del final de septiembre, aunque veo poco probable lo de actualizar semana a semana. Ya veremos cómo se porta el Muso (lo estoy intentando sobornar, pero el tiempo no colabora).

Gracias totales a todos ustedes, lectores. Son la razón por la que sigo aquí y por la que seguiré estando por mucho tiempo más.

¡Hasta la próxima historia!

Muselina