Hola!

Estoy aquí con un super Spam de mi anime favorito xD

Sí, un mini fic basura donde los personajes son un poco OOC.

Sólo me queda decir - lo que ya todos sabemos - que Ranma 1/2 no me pertenece bla bla bla...

Sin más que agregar, que disfruten de la lectura :3


0-0-0 ... 0-0-0

...

By Yossh

...

0-0 ... 0-0

Sabor a licor

La tormenta hacía de las suyas golpeando el distrito de Nerima.

Pasaban de las 2 am cuando Ranma escuchó que la puerta del recibidor se abría cuidadosamente, tratando de no despertar a nadie.

Al percibir unos pasos muy conocidos cerca de donde se encontraba, jaló del antebrazo a la persona que se dirigía a las escaleras con paso tambaleante.

− ¿Pero qué demonios te pasa por la cabeza al llegar a estas horas y en ese estado? − exigió saber Ranma.

− ¿Y a ti qué te pasa por la cabeza para jalarme de esta manera? − Contestó susurrando ya que no quería despertar a nadie. − ¿Qué te da el derecho de meterme en la cocina a oscuras de esta forma?

− El derecho de ser tu prometido.

− ¡Ja! ¿Ahora sí soy TU prometida? − Espetó fríamente − ¡Suéltame! – dirigió su mirada al lugar donde Ranma la tomaba con fuerza para, así, lograr su cometido.

− Nunca lo has dejado de ser, y no te voy a soltar hasta que me digas por qué y de dónde vienes así.

Akane jamás lo había visto tan serio como en esos momentos y aquello realmente la sorprendió pero no por esa razón lo dejaría de enfrentar, no después de lo que pasó en la tarde.

-De donde venga no te importa ¡Pero ya estoy hasta la fregada con toda esta mierda!

No era que su vocabulario hubiera cambiado por los litros de alcohol dentro de su cuerpo, sino que su paciencia se acabó con la discusión que mantuvieron junto con toda esa bola de locos que los perseguían. Y por supuesto, terminó como siempre, sólo que esta vez Akane no salió corriendo a su cuarto a llorar ¡Claro que no! Esta vez lloraría con estilo. Lloraría al compás de melodías de desamores que maldecían a las madres de todos los hombres, acompañada por unas cuantas botellas de sake en algún bar de la ciudad; aunque la causa de las lágrimas no era por alguien del sexo masculino y tampoco por el rencor, sino por su orgullo herido y sobre todo… su pisoteada dignidad.

− El que debería de estar de esa manera soy yo, por tus estúpidos celos enfermizos. − Gruñó.

− ¿Celos enfermizos? – Arrastró las palabras – Entonces dime ¿cómo estarías si yo tuviera 3 prometidos más y un puñado de hombres que nada más quieren sexo conmigo, eh?

− ¡Por Dios Akane, no te hagas la santa, todos los idiotas de la Universidad quieren hacer eso contigo! Además, las chicas no tienen la culpa de nada, tú eres la loca histérica que se imagina cosas. Yo ni siquiera les doy importancia.

− ¿Dices que no las tomas en cuenta? ¿Ya se te olvidó lo de la tarde?

− ¿Estás así por lo de Ukyo? Ya te dije que yo no hice nada, ella me besó ¡Yo no!

− ¡Ese es el puto problema Ranma, nunca haces nada! ¡Sólo te quedas como estúpido esperando a que esas zorras te besen o te toquen! – ahora ya no le importaba gritar, si así disminuía el ardor en la garganta no le importaba.

− Entonces ¿admites que te gusto?- sonrió de medio lado, de esas sonrisas que en otras circunstancias la volvería a enamorar, sin embargo la llenó totalmente de irá, por lo que terminó diciendo:

− No Ranma, no es cuestión de gustos, mi orgullo está de por medio. Te recuerdo que todo el maldito mundo sabe que estas comprometido conmigo.

Por alguna razón el pecho de Ranma dolió con ese comentario, no obstante este dolor pasó a una ardiente irá y en un rápido movimiento acorralo a Akane; tomándola de las muñecas y estampándola contra la pared, haciendo una cárcel con sus brazos.

− Con que no es cuestión de gustos, eh… ¿Quieres averiguarlo?

Sin vacilar acercó sus labios hasta los de Akane… pero éste no tenía previsto que la chica ladeara la cabeza a un costado antes de concretar el beso, quedando sus labios en la mejilla sonrojada derecha. Con el corazón golpeándole el pecho, el orgullo y el ego pisoteados dejó reposar sus labios unos segundos y los alejó para voltearla de la barbilla y hacer colisionar sus bocas. Fue con una brusquedad que hizo que la chica apretara sus parpados. No obstante, la sorpresa y el enfado duraron unos momentos y las manos que le golpeaban sus hombros quedaron entrelazadas en su cuello. Comenzó a sentir poco a poco los dedos en su nuca, yendo de un costado a otro, de arriba para abajo en caricias agobiantes y lentas. Pronto un escalofrío invadió su espalda y erizó su piel.

Sin permiso invadió su boca, dejando que sus pupilas gustativas experimentaran el contacto tibio con la lengua femenina al enredarse y desenredarse.

Acercó más sus cuerpos para sentirse y llenar lo que le faltaba. Estaba tan unido a ella que podía percibir con deleite los senos apretados en su pecho, el abdomen bajo ajustado a su cadera, sus manos tocando la piel de la cintura por debajo de la blusa lila y su propia temperatura corporal subir.

Por enésima vez atrapó su labio inferior entre los suyos y lo degustó de una y mil maneras por varios segundos, encontrando el sabor a licor de arroz entre el propio.

Los besos se intensificaron al transformarse en deliciosos roces por fuera de la boca. El estímulo era tan delicioso que rápidamente explotaron los sentidos del artista marcial, de tal forma que los labios, dientes y lengua de Akane cometían la osadía de transportarlo a un mundo paralelo donde sólo existía ella para él.

Akane lo complació al dejar que la tocara en el cuello y clavícula, tratando de regresar una parte del gozo que sentía. Sin embargo, quien necesitaba aquello era él, y lo supo al regresar a la boca de la peli azul, así que al terminar de morder el labio superior con sabor a sake arrancó sus propios labios de la fémina.

-Kuso. - mencionó por lo bajo Ranma, observando los labios hinchados, de un intenso color rosado y el tranquilo respirar a comparación del suyo.

Se suponía que el que debería de terminar con un ataque al corazón por los besos tendría que ser su prometida, no él. Quien se debió de haber dado cuenta de la urgente necesidad del otro era Akane, no Ranma.

Ahora, sin saber qué hacer o que decir, Akane observó a su prometido retirarse con el rostro completamente rojo y el cuerpo tenso. Al día siguiente continuaría con su pelea ¿Creía que con aquello se le pasaría el enfado? No, así no era ella, por eso se diferenciaba de las demás. Lo más importante en ese momento era irse a dormir... si es que podía.

0-0-0- ... 0-0-0

...

..

Fin


Sí, lo sé... es demasiado spam hasta para mí u.u pero realmente quería escribir algo como esto con mi pareja favorita (también sé que no es la gran cosa ni mucho menos). Pero creo que quedó mejor de lo que estaba. Decidí editarlo porque, a parte de que tenía millones de faltas de ortografía, no cerraba bien y creo que no se entendía - espero que ahora sí lo haga-. Por un momento consideré (cuando lo editaba) seguir con la historia pero estoy demasiada ocupada como para comprometerme con algo que sé que durará meses para las actualizaciones, así que por el momento eso está descartado U.U.

Bueno, sin más los dejo. Y si llegaron hasta aquí se los agradezco, pero lo haría aún más si dejan un review cx

Pd: Disculpen mi uso repetitivo de Labios, lengua [...] y demás palabras de las cuales omití sus sinónimos xD

Ahora sí, nos leemos pronto. Besos desde México 3