¡Hola!

Lamento el no haber actualizado antes:c


—Esto es vida… —soltó Naruto como un suspiro a la nada sintiendo el viento recorrerlo por completo. Estaba tumbado utilizando sus brazos a modo de almohada observando una noche realmente acogedora. Pocas veces en su vida Uzumaki Naruto había sentido una tranquilidad como esa. ¿Pero cómo no estarlo? Estaba en Konoha, su amada aldea, todo el día los aldeanos lo habían visto con buena cara y por todas partes lo habían saludado. Tenía el estómago lleno, muchas personas, mujeres en su mayoría, se habían acercado a él sin miedo alguno a ofrecerle algo de comida ¡y todo lo había devorado! Había visto a sus amigos, había charlado con muchos de ellos.

Naruto Uzumaki era respetado, era admirado y sobre todo… tenía el cariño y aprecio de muchos.

Tenía una sensación de calidez recorriéndole todo el cuerpo, incluso sentía que en cualquier momento caería dormido ahí donde se encontraba: en el mejor lugar desde el cual pudo estar observando su aldea, el punto más alto y más tranquilo, pocas veces concurrido. La montaña hokague.

El Uzumaki soltó un suspiro más mientras veía la luna, esa luna tan brillante que se mostraba llena, justo ahora parecía como los ojos del mismísimo clan Hyuga.

Hinata y Neji, inevitable pensar en ellos con la vista que tenía. Inevitable que la imagen de Hinata se colara en sus pensamientos. Neji y Hinata tenían los ojos parecidos, pero los de la Hyuga tenían aún más brillo que cualquier mirada que él hubiese podido ver en algún otro miembro de ese clan.

La de Neji desbordaba muchas cosas, pero la inteligencia destacaba entre todo. La mirada tierna de Hinata desbordaba dulzura, calidez y algo parecido a la comprensión por todas partes.

Otro suspiro escapo de la boca del chico al recordar lo que había ocurrido en Ichiraku.

¿Todo el mundo pensaba que Hinata y el estaban juntos?

Aun antes de terminar su pensamiento ya estaba con las mejillas sonrojadas.

-..-..-

Sasuke observo el kunai que mantenía en su mano, ya era tarde y no tenía muchas ganas de ponerse a entrenar en ese momento, tampoco tenía nada mejor que hacer que estar con el cuerpo tumbado en el techo de la que ahora era su casa. Los ojos negros del Uchiha divagaban entre el kunai que mantenía en su mano y el extenso cielo que se pintaba sobre él, tan iluminado por esa enorme luna.

La imagen de la chica Hyuga se le venía a la mente cada vez que su mirada se desviaba del kunai al cielo y terminaba por posarse en lo que parecía ser una de las lunas más brillantes que había visto.

Chisto molesto al darse cuenta de que parecía un idiota teniendo esa clase de pensamientos, pero ni el mismo podía controlar los pensamientos que se le venían a la mente.

Estaba tan exhausto, al menos así se sentía, toda la tarde se la habían pasado limpiando, y tenía que admitir para sí mismo que le gustó mucho esa casa una vez la vio decente, la que sería su habitación se le antojaba acogedora.

Suspiro, estaba demasiado relajado y sentía una extraña opresión en su pecho.

Poco a poco el aroma de lo que sea que la Hyuga estuviese cocinando le llegaba al Uchiha. Cerro los ojos solo para intentar despejarse sintiendo el viento frio correr.

No, no era que se sintiera relajado. Era que se sentía en paz.

Sentía demasiada paz en ese lugar, sin embargo, el sentimiento que ejercía opresión en su pecho era el miedo a perder esa paz que justo ahora sentía.

Ahora se sentía dentro de una pequeña burbuja que sin querer habían creado, él y Hinata la habían creado, porque ella había estado dentro de todo eso, ella había ayudado, y el hecho de sentir ese delicioso aroma proveniente de la cocina, no hacía más que reafirmar el sentimiento de que estaba en un hogar.

-..-..-

Hinata miraba por la ventana ya algo más relajada sabiendo que el Uchiha no estaba ahí, el aire frio se colaba por esta, no la hacía temblar, era una especie de aire frio y acogedor, combinaba perfecto con la noche tan bella que estaba observando.

Una noche tan obscura, brillante y profunda.

Simplemente le recordaba a la mirada tan obscura y profunda que poseía Sasuke, una mirada tan envolvente como la misma noche, entendía perfectamente que cuando se besaron, esa mirada había llegado a envolverla a ella misma.

Estaba tan confundida, mas no asustada por lo que el Uchiha causaba en ella.

Después de todo lo que se habían dicho, de los besos que se habían dado, para ella se había vuelto algo incómodo estar limpiando como si nada hubiese pasado, como si nada se hubiese dicho. Afortunadamente ambos habían terminado de limpiar sin que Sasuke volviese a hacer o decir alguna otra cosa que terminase ahora si por hacerla desmayar de nuevo.

Sasuke había dicho tantas cosas.

Y todas y cada una de ellas se repetían con constancia en su cabeza.

Y tan pronto como se repetían la imagen de Naruto aparecía en su cabeza haciéndola sentir que de un modo lo traicionaba.

Naruto y ella no eran nada, cierto. Pero eran demasiados años de pensar en Naruto como para aceptar los sentimientos de alguien tan lindo y por qué no atractivo como lo era Sasuke Uchiha.

Solo soltó un suspiro—Sasuke... —seguido del nombre del Uchiha.

Pasaron solo un par de minutos cuando sintió que Sasuke entraba, justo a tiempo en que la comida estaba lista. No era nada elaborado ya que suponía que Sasuke tenía tanta hambre como ella.

—Sasuke-kun en un momento le serviré, siéntese por favor—Lo dijo de una manera tan natural que ni siquiera ella se dio cuenta de cómo había hablado.

En cambio Sasuke lo sintió, y lo sintió muy bien, fue tan natural, tan cómo llegar a un hogar donde te reciben con comida hecha, tal y como se sentía cuando llegaba de la academia a su casa y su madre ya le tenía algo preparado. El Uchiha solo sonrió sin que la Hyuga pudiese ver esa sonrisa, que bien se estaba sintiendo.

—¿Qué preparaste? —dijo al momento en que se sentaba.

—¡Oh! Bueno yo… tengo mucha hambre así que solo hice unas cuantas bolas de arroz. —respondió al Uchiha con las mejillas sonrojadas al momento de que le servía un par de bolas de arroz y algo de té.

—Entiendo, yo también estoy hambriento.

Hinata solo sonrió a lo dicho por el Uchiha.

—Itadakumasu. —pronunciaron los dos justo antes de empezar a comer, se notaba que ambos tenían apetito.

—¿Sabe bien?

Sasuke solo miro a la chica mientras masticaba, luego solo dio un sorbo de té y asintió.

Ante eso Hinata sonrió.

Sasuke sin darse cuenta ya le estaba pidiendo más a Hinata y ella le servía con una sonrisa.

Todo entre ellos parecía estarse dando naturalmente, al menos en ese momento.

—Sasuke-kun—La voz de Hinata se escuchó algo temblorosa al pronunciar el nombre del Uchiha, en cuanto lo hizo el poso toda su atención en ella, y eso le causo a la Hyuga que dudara un poco más en lo que le iba a preguntar.

—¿Mph?—Sasuke alzo una ceja esperando que continuase.

—¿Tu… Tú te sientes cómodo?—Hinata al ver que su pregunta era algo confusa carraspeo un poco aclarándose la garganta y volvió a realizar la pregunta de una manera diferente. —¿Estas cómodo aquí? Es decir, en esta casa. A mí, a mí me parece muy acogedora pero quizá a Sasuke-kun le parezca diferente. Y si es así… yo podría cambiar algo aquí para que se sienta más cómodo…—Hinata estaba exponiendo ya lo que se había estado preguntando cuando ambos se habían sentado a comer, sin embargo dejo de hablar al verlo negar con la cabeza.

Las cejas de Hinata decayeron al verlo mover negativamente la cabeza, ¿eso significaba que Sasuke no se sentía bien estando en ese lugar?

—No tienes que cambiar nada—Al escuchar la aclaración de Sasuke ella volvió a sonreír, era realmente un alivio para ella el escuchar eso. —Yo…me siento bien aquí. —El mismo Sasuke se sorprendió de lo fácil que le había resultado decirlo.

Era la verdad, simplemente eso, por eso era sencillo decirlo, porque era la verdad, porque se sentía tan cómodo.

—Me alegro. —Y Hinata de verdad se alegraba, porque ese semblante en el rostro de Sasuke le hacía ver que de verdad disfrutaba estar ahí, o quizá no era al grado de disfrutarlo, pero al menos no le desagradaba.

Sasuke sonrió de lado al escucharla. —Si realmente quieres cambiar algo de aquí solo deberías llevar tus cosas a mi habitación y dormir conmigo.

Al momento justo de que Sasuke termino de decirlo el color subió al rostro de Hinata, estaba completamente colorada y acalorada, no podía hacer más que boquear sin saber que decir ante eso.

—Por ahora aceptare que duermas en la otra habitación. —Hinata ya estaba más tranquila al escucharlo decir eso. —Pero estoy hablando en serio ahora, en el futuro—Hinata lo miro expectante—tu dormirás conmigo.

La Hyuga abrió la boca sorprendida—¿Yo? —Sasuke asintió. —¿Por qué yo? —Hinata solo formulaba las preguntas que la impresión y sorpresa le dejaban sacar sin poder procesar realmente lo que pasaba.

—Tú vas a decidir quedarte conmigo.

Tan seguro se escuchó lo que dijo el Uchiha que Hinta dejo la vergüenza y solo pudo quedarse callada ante la afirmación de él. Parecía orden y no le molestaba lo que había dicho. Justo cuando pensaba que no le molestaba, la imagen de cierto chico rubio sonriente se cruzó por su cabeza y entonces un sentimiento amargo se quedó en ella.

Sasuke noto el cambio en la mirada de Hinata.

Después de eso ultimo dicho entre ellos, el resto de la noche pasó tranquila, cuando terminaron de comer entre los dos lavaron los platos, después cada uno se fue a hacer cualquier cosa que tuviera que hacer. A cierta hora Hinata se dio un baño y se retiró a su cuarto. Casi después Sasuke hizo lo mismo.

El primer día que pasaron juntos había sido agradable, al menos así lo veían ambos. Y ahora los dos descansaban tranquilamente, tanto Hinata como Sasuke estaban descansando en habitaciones separadas.

Tú vas a decidir quedarte conmigo.

Ese fue el último pensamiento que paso por la mente de Hinata justo antes de abandonarse al sueño.

En una habitación contigua, Sasuke miraba al techo sin dejar de pensar en donde estaba, sin embargo, en ese momento no estaba disgusto, podía sentir como poco a poco podía caer dormido sin pasar horas en vela.

Cuando regresemos a Konoha, me asegurare de que comas bien.

Ese pensamiento se cruzó por la mente del Uchiha, lo hizo sonreír y después caer dormido, no sin antes de que una idea le siguiera al recuerdo de lo que una vez le había dicho a la Hyuga.

Y así, ambos durmieron en su respectiva habitación, después de haber tenido un día tan extraño que termino por fluir de una manera tan natural que apenas y era normal.

Ninguno de los dos sabia, que en el futuro dormir juntos también se les haría lo más natural del mundo.


Tengo mucho sin actualizar lo sé, pero realmente ya no podía escribir, desde la última vez que subí un capitulo me pasaron muchas cosas y este mundo de los fics para mi quedo de lado.

Ahora eh vuelto y espero y alguien se acuerde de mí y de mi fic y lea esto y me siga apoyando dejándome su opinión.

Los quiero mucho.

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