¿Por qué tenía la manía de seguirse tocando el cabello donde ya no estaba su trenza? Se preguntaba el chico que caminaba en la al lado de Akane por la calle del canal. Inconscientemente otra vez tocó su cabeza ¿Preocuparse por algo tan banal como el cabello? Suspiró. Luego acomodó el primer ojal de la chaqueta del uniforme. Uniforme pensó y disgustado observó las prendas que vestía.

-¿Aún no te acostumbras verdad? –preguntó Akane al chico que caminaba a su lado por la calle del canal.

-¿Mmm?

-Ya sabes… -hizo una pausa -A usar uniforme –sonrió levemente.

El chico miró su vestimenta con fastidio -Desde la escuela de varones no había usado uno otra vez –comentó haciéndose el despreocupado.

-Mira el lado positivo saldremos pronto de la escuela, ¿no? –anunció Akane. Ya faltaba poco para salir de la preparatoria.

-Sí –respondió -Al fin me libraré de esa pérdida de tiempo –resopló.

-Para meterte en otra –dijo divertida haciendo alusión a la universidad.

-Al menos estaré enfocado a hacer lo que me gusta –dijo con una media sonrisa.

-Tienes razón en eso –sonrió de igual forma.


-Y luego me llevo al restaurante italiano que está en el centro –comentó algo sonrojada Sayuri mientras caminaba con sus amigas al salir de la escuela.

-¡Ese sitio es muy hermoso! –exclamó Yuka.

-Ese lugar es muy lindo, una vez fui hace un par de años–pronunció cálida Akane recordando la anécdota cuando fue al sitio con Kasumi y Nabiki. Bueno, ¿con quién más iría a un lugar así? ¿Con Ranma? ¡Si como no! Si Ranma la llevara a un lugar como ese se armaría una batalla campal con todas las "novias" de ese bobo. Ya se las imaginaba interrumpiendo la cita y reclamando quien tenía más derechos de estar ahí ¡Qué chicas tan infantiles! Además no se esperaba que él la invitara a un lugar así ni recibir algún regalo tampoco, aunque…

-Qué suerte tienes –interrumpió sus pensamientos la castaña de cabello claro -No creí que Daisuke fuera del tipo que llevaran a las citas a lugares como ese, pero mira qué sorpresa –dijo asombrada.

-Me sorprendió también –sonrío tímida la chica de la coleta –Aunque ahora que lo pienso supongo que le sobra algo de dinero para invitar ya que tiene ese trabajo por las tardes-

-Ojalá Hiroshi le aprendiera algo –frunció el ceño Yuka. Todavía recordaba lo boba e inocente que había sido en su primera cita hace unos años, cita que había pagado ella misma. Nunca más volvió a salir con él a menos que le asegurara que él pagaría la cuenta.

-Por cierto, Akane ¿cómo van las cosas contigo y Ranma? –preguntó Sayuri con interés.

-¿Qué? –dijo con extrañeza la aludida.

-¡Ay Akane! Ya casi salimos de la preparatoria y nunca nos has contado nada jugoso –acusó Sayuri.

-No tengo nada que contarles –contestó Akane.

-¡No te hagas! –exclamó Yuka-¡Tiene que haber algo!-

-¡Qué tal cuando se volvieron a ver! –pronunció con emoción Sayuri -¡Supongo que su reencuentro después de seis meses fue muy romántico! –mencionó juntando ambas manos con una mirada soñadora.

-¡Seguro que fue como una escena de película! –dijo Yuka -Awwwwwww -musitaron ambas con ternura.

-Sí claro, de película –masculló por lo bajo Akane. Sus amigas parecieron no escucharla ya que las dos chicas seguían en sus fantasías de niña, mientras tanto la chica rememoraba ese día, el cual había pasado hace unos dos meses. De inmediato puso cara de fastidio al recordarlo. Ese descarado de Ranma sí que no perdía el tiempo. Después de esa larga temporada fuera y con -frunció el ceño –Con Shampoo. Todo ese tiempo con esa odiosa. Sin embargo no sólo la china loca fue la única que le causó molestia ese día. También, Ukyo llegó para darle la bienvenida. No es que le cayera mal Ukyo, pero era algo fastidioso ver como Ranma no le ponía un alto si según él no estaba interesado en ella y sólo había una amistad entre los dos. En fin, para rematar también la loca de Kodachi hizo su esperada aparición para recibir a su Ranma ¡Ese cretino egocéntrico como siempre disfrutando tener a tres chicas a sus pies! Pensaba furiosa Akane.

-Seguro compartieron un beso muy apasionado –supuso Sayuri ignorando los pensamientos de la chica de cabello negro azulado.

-¡Qué romántico! –mencionó con melosidad Yuka.

-¡Qué! –exclamó escandalizada sonrojándose inmediatamente cuando escuchó eso último -¡No, no, no! –hizo un movimiento brusco con sus manos -¡Él y yo nunca! ¡Nunca nos hemos –trató de decir aún acalorada -¡Nada! ¡Entiéndanlo! –finalizó tomando algo de aire.

-¿Es en serio? –pronunció suspicaz Yuka.

-Si como no –dijo incrédula Sayuri -¿No recuerdas ese beso que se dieron enfrente de todos en el patio? –dijo con astucia.

-¡Es cierto! –exclamó su amiga al recordar.

-¡Lo ves! –dijo la otra chica.

-¡Eso fue totalmente circunstancial! –espeto algo molesta Akane -Él no sabía lo que hacía –dijo aún enojada -Ya se los había dicho-

-Entonces eso quiere decir que ¿Nunca de los nuncas? –preguntaron ambas con decepción.

-Oigan, cuando les digo no tengo nada que decir respecto a ello es porque es cierto –dijo ya algo desesperada Akane -Nunca han ocurrido nada de esas cosas entre nosotros-

-Vaya…-dijo Yuka.

-No puede ser Akane –dijo con aprensión Sayuri.

-¿Por qué de repente se portan así? -reclamó -El tema eras tú y Daisuke ¿recuerdas? –dijo a su amiga.

-Es que…-dijo Sayuri.

-¿Es que qué? –preguntó la menor de las Tendo.

-Akane, no me lo tomes a mal pero –la chica de cabello cenizo hizo una pausa meditando un poco lo que diría -Si no ha pasado nada entre ustedes, entonces… –se calló. No estaba muy segura de decir lo que estaba pensando. No quería lastimar a Akane.

-Entonces ¿qué? –le animó a que le dijera lo que tuviese que decirle.

-Entonces…-dijo aún insegura -¿No crees que sería mejor avanzar a lo que sigue?-

-Es verdad Akane –prosiguió Yuka.

-Chicas, por favor –trató de restar importancia. Estaban exagerando ¿Por qué habían sacado este tema? No entendía como habían llegado hasta aquí -Hace un momento estábamos hablando d-

-Akane no queremos molestarte –le interrumpió Sayuri.

-Sí Akane –reafirmó Yuka -Lo que pasa es que nos preocupas-

-Gracias por preocuparse –mencionó con algo de reserva -Sé que tienen las mejores intenciones –continuó -Se me hace algo tarde, tengo que llegar a casa –suspiró -Las veo mañana –dijo con un poco de incomodidad.

-Adiós –se despidieron de Akane y ella sólo hizo un gesto con su mano antes de marcharse.

-¿Crees que estuvo bien lo que le dijimos? –preguntó la chica de la coleta.

-No seremos las únicas que tocaremos el tema Sayuri –aseguró Yuka.

-Tienes razón –comentó mientras veía a su amiga alejarse para encontrarse con su "prometido".


Días después…

-Parece un buen lugar, ¿no crees? –señaló con ambas manos Ranma el amplio campus mientras se encontraba sentado al lado de Akane en una banca. Ranma le había propuesto desde hace días visitar la universidad. Lo más pertinente era hacer una visita al lugar donde estarían los próximos años.

-Creo que sí –contestó sin mucho ánimo Akane con su mirada concentrada en su regazo.

-Si todo sale como espero entonces el edificio que vimos será mi lugar –comentó el sitio que estaba frente a ellos –Pudiésemos haber ido también al lugar donde estarás pero como aún no te decides –tentó con su tono de voz, pero ello ni siquiera causó inmutación en Akane -Todavía no entiendo el porqué de tu indecisión –soltó.

-¡Oye! –exclamó enfadada. Al menos eso había surtido efecto.

-¿Qué? –dijo despreocupado -Es la verdad –dijo acusatoriamente y ella se cruzó de brazos, mirando en dirección opuesta -Akane se supone que te tomas muy en serio estas cosas -comentó -Es extraño que no tengas decidido lo que harás-

-Por eso mismo no lo sé –dijo al mirarlo -Es algo muy serio e importante –pronunció tratando de sonar firme.

-Yo diría que más bien estás perdida –le acusó.

-Eres insoportable –expresó molesta, levantándose del lugar.

-Akane espera –se levantó también y la tomó ligeramente del brazo.

-¿Qué? –preguntó en voz poco audible mirando hacia el suelo.

-Lo siento –se disculpó -Es sólo que es algo inquietante verte así –dijo algo intranquilo.

-Ranma –dijo su nombre con algo de sorpresa ¿Estaba preocupado por ella? ¿De verdad? Pensó enternecida -Ranma no tienes por qué preocuparte –le aseguró con calidez.

-¡Yo no est –casi dijo lo que siempre decía por costumbre y vio a la chica tensarse por ello. No era el momento para pelear –Es decir…-incómodo miró hacia otra dirección -Somos… ah -se coloreó ligeramente al sentir la mirada expectante de ella -Somos amigos después de todo, ¿no? –dijo mientras encontraba el piso algo fascinante.

-Sí –respondió con suavidad ella. El joven alzó su mirada cuando la escuchó y la vio sonreír encantadora.

El chico tragó duro. Carraspeó su garganta -Tengo hambre –sonrió de forma nerviosa al no saber que decir y ella río levemente –¿Por qué tarda tanto ese pedido? –musitó incómodo mirando el puesto de bebidas calientes y snacks.

–Acabamos de llegar –contestó la joven al sentarse de nuevo en la banca, acción que el imitó. El chico se rascó la cabeza con ansiedad y después su mano se posicionó en su cuello. Enseguida viajo hacia su costado, temblorosamente la estiró quedando muy cerca de la de ella. La joven comprendió la intención y tomó la tensa extremidad del chico que poco a poco se fue relajando. Después dejo de sentir el cálido toque una vez que la maldita orden estuvo lista y Akane se levantó para recoger el pedido ¡Ahora sí muy oportunos! pensó y resopló con fastidio.


-Mira como se mecen los árboles -comentó Kasumi mirando a través de la ventana de la cocina, intentando sacar una palabra a su hermana.

-Es otoño después de todo, ¿no? -pronunció con voz queda Akane sin desconcentrar su vista de la tarea que estaba efectuando.

-¿Qué pasa Akane? –interrogó Kasumi a su hermana menor.

-¿Eh? -articuló confundida.

-Estás muy callada –dijo con algo de preocupación al momento que agregaba unas cuantas especies a la sopa que estaba preparando para la cena.

-No me pasa nada Kasumi –aseguró con una sonrisa, tratando que olvidara el asunto.

-¿Estás segura? –volvió a interrogar. Desde hace días estaba muy pensativa. Eso era tan raro en ella.

-Sí –sonrió ampliamente esta vez -¿Cómo voy? –señaló con ánimo los vegetales que había picado.

-Creo que vas muy bien –dijo sonriente la mayor de las Tendo.

-¿De verdad? –preguntó ilusionada Akane.

-Esos cortes se ven más uniformes –anunció complacida al ver que su hermana había seguido su consejo de hacer las cosas con más calma.

-Después de todos estos intentos en esta semana tenía que salirme bien esta vez, ¿no? –dijo infantilmente.

-La práctica hace al maestro, ¿no crees?-sonrió dulce.

-Es verdad… -comentó y tomó unas cuantas zanahorias que su hermana necesitaría para la cena -¿Kasumi? –llamó a su hermana.

-¿Sí Akane? –miró a la chica.

-Ah –articuló incómoda -Bueno…-puso su vista otra vez en la tabla de picar. Suspiró y tomó el cuchillo para comenzar a cortar los vegetales.

-¿Sucede algo? –preguntó la castaña al ver la actitud de su hermana.

-No –aseguró Nada –dijo sonriente -No me hagas caso -volvió a sonreír y al parecer contenta regresó a lo que hacía.

-Si tú lo dices –la castaña se encogió en hombros y prosiguió con la labor de preparar la cena.

Mientras tanto Akane se encontraba sumida en sus pensamientos, pensamientos que eran ajenos a todos, excepto a ella.


Notas: ¡Demasiado corto! ¡Lo sé! Pero todo tiene una razón! ¡Bueno al menos yo lo veo de esa forma! ¡Ya me lo dirán ustedes! xD

Aclaro, esta no es la historia que había dicho que iba a publicar, aunque este nuevo fic ya lo tenía en mente desde hace tiempo atrás. Espero sus opiniones :)