Epílogo.

"Y aunque los años pasen, siempre buscaremos la manera de sobre llevar las adversidades"

Del diario de vuestra escritora—.

Quince años después…

Nueva York

Es demasiado tarde —Susurré, mis manos tiemblan, mi corazón se estruja y mi respiración es cada vez más errática—. Creí que después de todo lo que hemos pasado juntos cambiaría algo, pero me equivoqué. ¡TÚ NO ME AMAS! —Rompo en lágrimas sin poderme contener.

No, no. Escúchame —Las lágrimas brotan sin parar, sus brazos me rodean. Lucho por poder huir, pero no importa cuánto tiempo forceje entre sus brazos, término rindiéndome ante ellos, una prisión que se forma inmediatamente a mi alrededor. Permito mi rostro descansar sobre su pecho, sus manos trazan círculos sobre mi espalda en un intento de tranquilizarme por nuestra previa pelea. — Te has convertido en mi mundo, estoy enamorado de ti.

Rio amargamente.

Él no conocía el verdadero significado de esas palabras, cuando alguien es tu mundo no le engañas ni intentas cambiarle a la primera oportunidad que se presenta, y mucho menos buscas causarle algún dolor. Lo único que quieres es que sea feliz, incluso sino es contigo.

Te he amado desde que te conocí, nos he soñado juntos desde un principio. No puedo concebir que estés con alguien más. Eres solo mía.

Sus ojos me analizan, un par de oscuros pozos negros — Tú no sabes amar; Lo único que sabes hacer es poseer. No eres capaz de concebir la idea de que alguien más pueda tener algo que tú anhelas. No digas que me amas cuando es una mentira.

¡Calla! —Grita. Sus brazos me dejan ir suavemente mientras su rostro se contrae en una máscara de rabia. — No puedes saber lo que siento—Suelta con dientes apretados— No conoces la profundidad de mis sentimientos. No sabes lo que he tenido que hacer para que estemos juntos.

Juntos.

En el pasado hubiera hecho todo por poder estar con él, pero yo ya no era esa persona.

Niego.

¿Cuánto tiempo espere por una mirada?

¿Cuántas noches lloré cuando sabía dónde estaba?

¿Cuántas veces desee que me dijera que me amará?

Te amé como nunca creí poder amar algún hombre. Te amé más de lo que me amé a mi misma, te amé hasta que me perdí por completo; te amé hasta que me olvidé de quién era.

¿Me amaste?

Trago el nudo en mi garganta, es más difícil de lo que alguna vez pude haber creído. —Sí. Te amé. Todo el amor que te tenía ha quedado en nada. Tú lo destruiste.

Cariño —La dulce voz de mi esposo me llama, enarco una ceja. Me mira como si fuese una niña pequeña a la cual debe reprender— sabes que las cosas no deben terminar así.

Resopló divertida. — Edward, estoy cansada de los finales felices— Formo un puchero, su risa rompe en la habitación

Es solo que Mary y Anthony han tenido un amor tan complicado como el de nosotros que no concibo que no puedan estar juntos —rió en esta ocasión sin poderme contener.

Edward. Tú nunca me acosaste al conocerme. Además, eres un cirujano cardio torácico. No un sexy pediatra con oscuros secretos… ¡Oye!

Observo como cierra mi laptop sin ningún miramiento, apartándola de mí por completo — Temo que terminen separados, así que lo mejor será que este próximo best-seller no termine de escribirse esta noche. Además…—besa mis labios, sigo su beso ansioso. Cada fibra de mi cuerpo grita por él—…es momento de que consideremos que la familia crezca un una hora antes de que los chicos lleguen.

¡Cariño estoy en casa! — Un estruendoso grito resuena. Emmett y el resto habían llegado.

Creí que aún nos quedaba una hora para la barbacoa —Gimoteo contra sus labios—. No quiero ir…

No hay que hacerlo, puede que se marchen si no respondemos…—Ignoro sus palabras y me concentro en la sincronía perfecta de nuestros labios mientras sostengo su boca cerca de la mía.

Isabella Cullen…—Me aparto de Edward tan pronto la puerta de nuestra recamara es aporreada por Alice—. Salgan de ahí. Todos sabemos que están más concentrados en el próximo heredero Cullen y no en tu novela.

Resoplo —: Fuera de aquí Alice. "Seeing red" puede esperar. No es como si fuera "The tears of my soul".

Abre la puerta Cullen. Conozco a tu mujer y sé que ella no lo hará —Los golpes incrementan cuando Rose se une a Alice—. ¡Vamos! Muero por saber que pasara con Mary y Anthony.

Maldición —murmuro bajo mi aliento. Los labios de Edward siguen dejando suaves besos sobre mi cuello—. Nunca mostraron tanto entusiasmo con "The tears of my soul"

Amor, era nuestra vida. Sabían desde un principio cómo iba a terminar.

Bien, ya vamos.

Sesenta años después.

Forks Washington.

— ¿Qué haces amor? —Giro a mi esposo. Una sonrisa surca sus ya arrugadas mejillas. Me relajo en su pecho — ¿Recordando de nuevo?

Asiento simplemente y permito que mis ojos se pierdan en el jardín donde nuestros nietos juegan en compañía de los de Rosalie y Alice. Los años habían pasado como un borrón, parecía que era ayer cuando Rose y yo habíamos abandonado Forks para después regresar a reunirnos con el amor de nuestras vidas.

Es increíble. Nunca me imaginé que mi vida sería tan perfecta como lo es ahora.

Fue difícil, Bella. Tuvimos que afrontar grandes retos y separaciones, pero ahora estamos aquí. Justo donde empezó todo.

Sonrío. Es verdad que todo inició en Forks. Y parece que terminará de la misma manera.

Los estábamos buscando —Giro ante la voz de Rose, Sus mejillas se encuentran un poco sonrojadas por la agitación, y su antes suelta y deslumbrante rubia cabellera se encuentra completamente gris y poco despeinada —. Nos estamos reuniendo en nuestro santuario. ¿Vienen?

Edward toma mi mano guiándome como en los viejos tiempos. Sonrío cuando Alice y Jasper ya se encuentran girando la perilla de la enorme puerta de roble caoba que guarda nuestra vida. Sigo a mis amigos, mi familia. Observo a mí alrededor.

Todo sigue igual que diez años atrás cuando creamos nuestro propio santuario de recuerdos.

Me permito observar mi rincón favorito. El viejo piano de cola negro de Edward descansa junto al librero que tiene ordenadas todas las novelas que publique a lo largo de mi carrera, en el extremo expuesto se encuentran sus descubrimientos e investigaciones médicas que le hicieron destacar en su rama en más de una ocasión. Mis ojos recorren toda la habitación, deteniéndose en más de una ocasión en algún buen recuerdo. Las notas de los casos ganados por Rosalie y Emmett, las conferencias que dieron en más de una ocasión en defensa de los derechos de la mujer frente a la injusticia del sistema penal. Los bocetos de diseño de Alice que la llevaron a crear AW su propia marca de renombre internacional, las extrañas y deformes estatuillas que Jasper encontró como historiador que lo llevaron a ser parte de la sociedad de historiadores.

Mis ojos se llenan de lágrimas cuando observo como mi hermana sostiene entre sus manos el manuscrito original de "The tears of my soul". La historia de nuestra vida.

Giro a mi esposo, sus ojos se encuentran fijos en nuestras fotografías. Una en particular, el día de nuestra boda, permito que mis ojos se pierdan más allá de ella. En un rincón apartado de todo, descansa un marco peculiar. Arón y yo aparecemos abrazados, esa foto había sido tomada horas antes de su muerte. Sonrío con nostalgia, siempre le recordaría con cariño. Es verdad que lo amé, pero lo que sentí por él nunca se podría comparar por lo que siento por mi esposo. El padre de mis hijos, mi mejor amigo, mi compañero, mi cómplice.

Esta mañana sentí algo diferente —Murmura Alice—. Una extraña necesidad por venir aquí…

Es tiempo —Agrega Emmett teniendo un extraño momento de cordura—.

Edward aprieta mi mano, la elevo con cuidado y beso nuestras manos entre lazadas.

¿Qué dicen si vemos una película juntos por última vez? —Asiento a las palabras de Jasper. Me tumbo con Edward a mi lado sobre nuestro sofá favorito mientras Jasper conecta el DVD. No puedo evitar concentrarme en todo lo que hemos pasado y como hemos llegado hasta aquí.

La película comienza, observo a mi alrededor. Rose y Emmett se susurran al oído perdidos en su mundo, mientras que Alice y Jasper observan el televisor dónde aparece una grabación de su luna de miel en Italia. Observo a mi esposo a los ojos. No hacen falta palabras, suspiro y me permito ver ahora una parte del video de nuestra boda en pantalla. Nuestra familia y amigos aparecen, sonrientes y congelados en uno de nuestros mejores momentos. Mis mejillas tiran en una sonrisa de melancolía cuando aparecen los rostros de Charlie y Rennée con sus matrimonios más recientes.

Ambos tuvieron una vida plena y feliz.

"Justo como la que hemos tenido nosotros". —Susurra una voz en mi mente. Sin poderme contener giro un poco en mi lugar, mis ojos buscan a mi esposo quién me observa esbozando su peculiar sonrisa torcía.

Te amo Edward. A ti y a nuestra familia —añado dándoles un ligero vistazo, cada pareja perdida en su pequeña nube de felicidad.

Y yo te amo a ti señora Cullen. A ti y todo lo que representas.

(…..)

Más allá de los tiempos

¡Bella! — Cinco voces distintas me llaman. Giro sorprendida, lucen diferentes a como lo hacían está mañana. Es como si el tiempo hubiera vuelto atrás. Recodo a cada uno hasta llegar a él. Estudio sus facciones, siento las esquinas de mis labios elevarse cuando lo veo esbozar mi sonrisa torcida.

Me sorprendo corriendo hacia él y el resto. Me veo como ellos, el tiempo también me ha afectado de alguna manera. Permito que mi cuerpo se envuelva alrededor de mi esposo, él me sostiene de la misma manera que lo hacía cuando ambos aún teníamos esta edad, mis piernas le abrazan por completo.

Te amo Edward Cullen —susurro contra sus labios, y sin contenerme un segundo más, le beso como no lo hacía en años debido a la edad.

Y yo a ti señora Cullen.

Nos separamos recordando que no nos encontramos solos, sin soltar a Edward giro y observo a nuestros amigos, una enorme sonrisa surca sus labios.

Emmett nos observa con un simple gesto de aprobación, su apariencia ha cambiado, pero todos los años de sabiduría adquirida siguen presentes en sus ojos— No sé cómo lo cumplimos, pero lo hicimos. Siempre juntos, ¿recuerdan?

Hasta el fin de los tiempos —Sonrío a mi hermana quién toma la mano de su esposo.

Es momento chicos —Giro ante la voz de Jasper quien apunta a nuestras espaldas. Sofoco un sollozo cuando les veo. Toda nuestra familia nos llama, aguardan por nosotros. Todas las maravillosas personas que habían tenido que partir ahora están aquí. Muerdo mi labio y sonrío a mi familia.

Es momento de seguir, no hay que hacerlos esperar —. Y, es con las palabras de Alice que todos comenzamos nuestro camino a dónde todos lo que una vez nos amaron y amamos, nos esperan con los brazos abiertos, para abrazar una nueva etapa, una eternidad en la cual estaremos juntos.

FIN

Y, mis estimados lectores, hemos llegado al final de nuestra historia. Sé que he tardado años, pero está hecho. Siempre les dije que puedo tardar en actualizar pero me gusta terminar lo que comienzo, y este fin es uno de los varios en puerta.

Siendo honesta con ustedes está fue una de mis historias favoritas al escribir, disfrute escribiéndola, de verdad que o hice. Solo espero que sea de sus agrado.

A quienes habían leído la antigua versión, espero no decepcionarles con esta nueva.

GRACIAS POR TODO MIS FIELES SEGUIDORES, Y GRACIAS A QUIENES SON NUESVOS O NO Y ME HAN DADO LA OPORTUNIDAD DE ESTAR EN SUS LISTAS DE LECTURA.

Espero que nos sigamos leyendo dentro de poco.

Atentamente y con amor,

Su loca escritora

A.D.C