Hola.Un poco más tarde de lo prometido, pero aquí está la actualización de esta y algunas de mis historias, advierto que no son de todas.Espero les guste.

Capítulo 17: Ella.

El rostro de Sakura estaba completamente inexpresivo y sus brazos colgaban inertes a los costados, mientras ese molesto pitido sonaba sin cesar.

Bipp.

—Sa...

Bipp.

—Sa...

Bipp.

—Saku...

Bipp.

Cerró sus ojos un instante y respiro profundamente.

— ¿Asi se sentira?— Pensó para si.— ¿Asi se sintio Shishou? La sensación de que una vida se escapa de tus manos, tan rápida y fluida como el agua de un río.

Suspiró suavemente, y sin previo aviso una fuerte punzada golpeó su mente.

— ¡SAKURA! — Grito inner de manera histérica.— ¡MIERDA! ¡REACCIONA! ¡NO ES MOMENTO DE QUE TENGAS UNA EPIFANÍA!

La pelirosa llevó una mano a su cabeza, pero al sentir la textura del látex en sus manos las miro.

Estaban ligeramente cubiertas de sangre del inconsciente taichou, el color rojizo la hizo recordar varios momentos.

Recordó su primer combate con Ino en los exámenes chunnin.

A Sasuke tirado en el suelo cubierto de heridas tras su pelea con Haku.

A Lee inconsciente después de pelear con Gaara.

Su pelea con Sasori.

A su maestra de pie con la frente en alto mostrando su orgullo como Hokage frente a Pain

Pero sobre todo recordó aquel día, aún podía ver el intenso y macabro brillo carmesí de su propia sangre aquella noche que murió.

La vida de Ukitake se escapaba, lo sentía.

— Eres fuerte Sakura. Eres mi aprendiz y por lo tanto también heredarás el poder de un sannin.

Se lo había dicho su maestra una vez.

Débil...

—No.

Molestia...

—No.

Sólo eres una carga...

— ¡NO!

Cerró los ojos con fuerza y sintió la determinación correr a través de ella como la sangre en sus venas.

—No más — Susurro firmemente— lo jure aquella vez. Me lo juré a mí misma. No seria llamada de nuevo débil. Ya no.

En su mente ambos espíritus permanecian sentados en el césped, el zampakuto miró de soslayo a la peliblanca.

—Eso fue bajo inner.— Exclamó de repente el.

—Era necesario— rebatió ella con los ojos entrecerrados.— No podía dejar que ese estúpido complejo de inferioridad apareciera de nuevo. Ella ya no es aquella niña chillona que sólo se la pasaba tras el emo. Es una shinigami lo suficientemente poderosa para haberse convertido en taichou antes del año, y lo suficientemente hermosa para que los demás la miren.

El pelinegro la miro mientras meditaba sus palabras y asintió solemnemente.

—He visto algunos de sus viejos recuerdos, y debo admitir que es vergonzosa la manera en la que persiguió a ese chico. Su amor, no su obsesión por el, la cegó totalmente.

—Así es, siempre se lo dije, pero tuvo que morir para entenderlo— dijo con los dientes apretados y el sentimiento de impotencia por no haber podido hacer nada.

Sacudió el rostro alejando esos pensamientos, eso era el pasado, aquella Sakura ya no existía y ella se encargaría de que no volviera.

—Por su obsesión a él no se permitió descubrir sus fortalezas, no superó sus debilidades. No noto que había más chicos que querían estar con ella.

— ¿Te refieres al mocoso rubio?— Interrogó con una ceja enarcada.— Creí que eran como hermanos

—No me refiero a Naruto— negó ella.— Cuando una chica se enamora por primera vez, queda impresionada, y Sakura no fue la excepción. Sasuke era (según ella) lo que cualquier chica desearía; apuesto, poderoso y de un excelente linaje.

Byakko miro a inner, se veía diferente, como si aquello también la hubiera afectado, y más que a la propia Sakura, quizás haya sido así después de todo ella siempre fue testigo silencioso de cómo la pelirrosa sufría, de las lágrimas que derramaba, de las veces que su corazón se rompió.

Al parecer inner quería sacar todo eso desde hace mucho tiempo, no dijo nada sólo la miró fijamente.

—Pero ella sólo vio lo superficial —dijo nuevamente inner.— No vio al Sasuke orgulloso, egoísta y cruel,no se dio cuenta que no era el príncipe encantador que ella deseaba. Tan triste— exclamó con pesar.—Siempre hubo alguien que la quiso, pudo ser feliz, por ejemplo aquel chico cejon (Lee), quizás no era el más apuesto pero su fuerza era imparable. Además de que la amaba sinceramente, estoy segura que nadie la hubiera protegido mejor que el. También estaba el chico Hyuga (Neji), muy apuesto, serio y fuerte, un mejor partido que Sasuke; pero sin tanto odio. Siempre la miro en silencio y desde la distancia.

Una sonrisa triste adorno su rostro, para ella Neji era el ideal para Sakura, recordó las veces en que el si estaba herido acudía a ella para que lo curara con la excusa de que no había médicos disponibles, aun cuando ella no tuviera experiencia. O cuando se quedaba dormida en la biblioteca y el colocaba una manta sobre sus hombros y sin que ella supiera dejaba a su lado libros que sabía que le encantarían. La conocía mejor de lo que ella se conocía a sí misma.

Si Sakura se hubiera dado la oportunidad, si se hubiera permitido ver más allá de su nariz todo hubiera sido diferente.

Pero el hubiera no existia, eso ya no importaba.

— ¡INNER! ¡BYAKKO!— Exclamó la voz de Sakura cortando la conversación de ambos.— Necesito su ayuda.

— ¿Qué necesitas?— Preguntaron ambos al unísono.

En el exterior una determinada Sakura hizo un clon de sí misma, le ordenó hacer una incisión en el pecho para hacer rcp de manera manual y forzar al corazón a no dejar de latir.

Sabía que era un gran riesgo hacer un clon de sí misma en esos momentos en el que su chakra estaba casi agotado, era un suicidio porque tendría que repartir las pocas reservas de chakra que tenía, pero no le quedaba de otra.

—Necesitare de su chakra para no colapsar, tendré que acelerar el proceso.

Ambos espíritus asintieron y de inmediato la pelirrosa sintió un incremento de energía, un intenso resplandor verde esmeralda cubrió sus manos, con su mano derecha procedió a enviar poderosas ondas de chakra a través del cuerpo de Ukitake penetrando en su sistema para erradicar de raíz el virus, con la mano izquierda obligó a las pocas células sanas a duplicarse y a los anticuerpos a aceptar el antídoto que había hecho.

Afuera de la habitación en el pasillo, estaba Unohana con Isane, ambas habían recibido una señal de que el corazón de Ukitake se detenía, por lo cual habían corrido al escuadrón con la esperanza de evitar una tragedia, pero cuando estaban por entrar sintieron el cálido chakra curativo de la pelirrosa retumbar en toda la habitación y Unohana supo que tenía todo bajo control, no obstante ambas esperaron en el pasillo las últimas horas restantes.

*

Parpadeo un par de veces para aclarar su vista, confundido observó a su alrededor y por el ligero dolor en su brazo izquierdo producto del suero conectado y la pesadez de su cuerpo recordó que se encontraba en el escuadrón 4.

Los recuerdos de lo que había pasado golpearon su mente, su respiración se agito, pero entonces la puerta se abrió y por ella entró Isane la cual lo vio con una ligera sonrisa.

— ¿Cómo se siente Ukitake-taichou? —Le pregunto mientras se acercaba con una bandeja donde llevaba algunas vendas.

—Cansado—respondió incapaz de decir algo más y ella asintió.

—Es natural, su condición era muy crítica, pero no se preocupe ahora está estable.

La peligris no dijo más y se dedicó a cambiar la venda que tenía en el pecho, y tras una ligera reverencia salió de su habitación.

Con dificultad se sentó en la cama y recargo su espalda en una almohada, el objeto que tenía en su nariz le molesto, pero decidió no quitárselo.

Suspiro tenía mucho que no descansaba de esa manera, si se sentía agotado, pero era un agotamiento bueno.

Estaba tan distraído que no se dio cuenta que cierta pelirosa había entrado, hasta que le hablo.

—Isane-san me dijo que desperto asi que decidi venir a ver cómo se siente, su condición es bastante buena.

—Lo es gracias a ti— exclamó con un tono de profundo agradecimiento.

Sin poder evitarlo la pelirrosa se sonrojó furiosamente, le sonrío tímidamente y se sentó en una silla que había junto a su cama.

—No es nada— respondió con la mirada clavada en su regazo.

El peliblanco asintió suavemente mientras la miraba fijamente.

Sakura sacudió su cabeza agitando suavemente sus cabellos rosados tratando de alejar el calor en sus mejillas.

—Ukitake-san, debo revisarlo, así que por favor relájese.

El asintió y de manera inmediata sintió sobre su frente una delicada mano que rápidamente comenzó a transmitir un cálido resplandor esmeralda, poco a poco y de forma suave sintió como esa energía llamada chacka penetraba en el.

De inmediato sus ojos se clavaron en el rostro de Sakura.

Notó como sus ojos permanecían cerrados en una profunda concentración, su cabello rosa pastel estaba sujeto firmemente en dos coletas que caían suavemente a través de su espalda, el kimono negro que la chica portaba acentuaba las zonas adecuadas como su fina cintura o su bien proporcionado pecho, pero también quedando un poco holgado en sus brazos y piernas dándole ese aspecto delicado.

Sobre sus hombros caía sin tocar el suelo el haori blanco que la distinguía como una capitana del gotei 13.

Parpadeo ligeramente confundido, era la primera vez desde que recordaba que veía de esa manera a una shinigami, o mejor dicho a una mujer.

El pensamiento rondó su cabeza varias veces, pero de manera inmediata un ligero brillo atrajo su atención, y con un ligero sonrojo su mirada se clavó en el escote de la chica, de su cuello colgaba una fina cadena plateada y de ella un dije en color rosa con la forma de una flor de cerezo.

Frunció ligeramente el ceño, no recordaba haberla visto llevar aquello, por un segundo se preguntó de dónde lo había sacado tal vez alguien se lo había regalado.

Y sin saber porqué al considerar el que un shinigami se lo haya dado una ligera molestia lo sacudió de arriba abajo.

Los ojos de la chica de nuevo se abrieron y se encontró siendo observado por aquella mirada verde.

— ¿Se siente bien?— Preguntó ella realmente preocupada al notar aquella expresión en él.

—Sí claro Sakura-san. — Respondió apresuradamente el shinigami y ella parpadeó confundida, pero asintió.

— ¿Cree que pueda salir pronto?— Preguntó el cambiando el tema.

—Aún no, debe permanecer en observación sería peligroso arriesgarse.

Él asintió comprensivamente, era tonto de su parte esperar salir de forma inmediata cuando apenas tenía unas horas de haber concluido la peligrosa operación a la que fue sometido. Sin embargo no dijo nada, pero Sakura con lo perceptiva que era notó de inmediato una ligera preocupación en el y lo atribuyó a la preocupación natural por su escuadrón .

—Parece que estaré recluido aquí por un tiempo.

—Me temo que sí, pero no tiene que preocuparse todo estará bien. Por ahora descansé lo veré mañana temprano, para otro chequeo.

—Esta bien, lo intentare.

La pelirrosa le sonrió suavemente, y tras despedirse se marchó de su habitación dejando el peliblanco solo.

La noticia de la completa recuperación de Ukitake corrió como la pólvora por todos lados, bueno completa no aún le faltaba descansar para reponer energías, pero eso sólo era cuestión de tiempo así que oficialmente el shinigami estaba totalmente recuperado.

En cada lado que la ex-kunoichi era vista todos la felicitaban, pues el haber logrado aquello era una gran hazaña que ni la misma Unohana había logrado.

Kyouraku junto con todo el escuadrón 13 se sentían con una gran deuda hacia la chica, cosa que Sakura negaba constantemente pero que ellos no aceptaban haciendo sentir a la pelirrosa que aquello era una batalla perdida.

Los días comenzaron a transcurrir apaciblemente, y todo volvió poco a poco a la normalidad, y aún cuando todos sabían que Aizen era una amenaza latente, una gran calma inundó a todos los escuadrones.

Sakura continuó con sus entrenamientos en el bosque en compañía de Hisagi pues a petición de él comenzó a entrenarlo, aplicando varias de las técnicas que Tsunade utilizó en ella, bastante monstruosas había que añadir, pero que el chico aceptaba sin chistar.

El sabía que aún no era lo suficientemente fuerte, que aún tenía un largo camino por recorrer antes de poder llamarse a sí mismo un verdadero shinigami, pero su taichou tenía razón, por ello le había pedido que lo entrenara, al inicio ella algo perpleja se negó pero logró convencerla, pues él era bastante insistente.

No se detendría, no lo haría, se esforzaria al máximo para lograr sus objetivos, ademas no planeaba decepcionar a su nueva sensei.

Se agachó rápidamente para evitar una patada y de manera rápida se incorporó de nuevo, con la respiración agitada y el cuerpo bastante magullado se colocó en posición de defensa.

Frente a él la chica no se encontraba en la misma condición que el, se le notaba más fresca; ella levantó una mano y con una sonrisa negó suavemente.

—Es todo por hoy Hisagi.

—Pero... —Replicó involuntariamente cosa rara en él pues normalmente era muy obediente y no discrepaba sus decisiones.

—Debes descansar, y aprovecha para lavarte un poco, yo debo revisar a Ukitake-san.

El asintió y de inmediato enfundo su katana de nuevo, Sakura le dio una toalla para secar el sudor y despues de hacerlo se despidió de ella con una profunda reverencia.

*

Ukitake permanecía sentado mientras miraba por la ventana, estaba dándole vueltas a lo último que su buen amigo Kyouraku le había dicho, tras haberle comentado la extraña manera en que se sentía respecto a la pelirrosa.

Aun recordaba como el taichou de cabello rizado había soltado sonoras carcajadas.

— ¡ES INCREÍBLE!— Había exclamado realmente emocionado.— ¿De todos tenias que ser tú? Por kami esto es tan divertido.

—No entiendo— le respondió sinceramente y eso solo hizo que Kyouraku riera más.

—Por supuesto que no vas a entender, a puesto que jamás te había pasado.

— ¿Entonces tu sabes que es?

—Por supuesto.

— ¿Y qué es?— Pregunto ansioso.

Kyoraku le sonrió misteriosamente y le dio una fuerte palmada en el hombro.

—Pues verás mi querido Ukitake, es simple en verdad. Tú estás enamorado.

El taichou lo había mirado sin entender, como si su cerebro no registrará lo que había dicho, y cuando la comprensión llegó a él sus ojos se abrieron como platos.

— ¡¿QUÉ?!

Y con esto Kyoraku solo río más fuerte.

—Enamorado...—Susurró incrédulo con un ligero sonrojo en sus mejillas.—Pero qué tontería.

El sonido de la puerta al abrirse lo sacó de sus pensamientos, y cuando vio quien era sin saber porque se puso nervioso.

—Buenas tardes Ukitake-san— saludó Sakura.

No supo porque se tranquilizó, tal vez fue esa calma que ella emanaba, o quizás esos hermosos ojos que lo miraban, o pudo ser esa suave belleza no lo sabía pero lo calmo.

Ella se acerco a el y cuando la tuve frente a frente, supo que Kyoraku tenía razón,sin esperarlo ni desearlo.

El de alguna forma se había enamorado de ella

—Buenas tardes Sakura-san.— Respondió él con una sonrisa.

Un extraño sentimiento que nunca había sentido, pero que era muy cálido.

Se permitió abrazarlo por el momento, ya después averiguaría qué hacer.

Después de todo era la primera vez que se enamoraba.

Bueno eso es todo por el momento, realmente esto no estaba planeado, solo se me ocurrió, creo que salió bien.

Bueno no sé hasta cuándo actualizare, trataré de que sea pronto, aún sigo trabajando en las demás.Saludos a todos y no olviden comentar, me gustaría saber su opinión.Hasta pronto!