Isabelle cayo duramente al suelo, viendo su látigo alejarse a un lado, la adrenalina hacia que su corazón estuviera mas acelerado que nunca, ahí cerca, Jace, Alec y Clary estaban tendidos en el suelo, pálidos con los ojos cerrados fuertemente, solo ella había podido resistir hasta el final, pero eso parecía ahora, el final.

Recordó por una fracción de segundo, mientras buscaba algún arma cercana, la llamada que habían recibido, un chico lobo, herido de muerte, y un cazador de sombras persiguiéndolo... el informante aseguraba que el cazador de sombras había atacado así sin mas y que si alguien no interfería terminaría todo en una catástrofe.

En parte así fue, si asesinaron a un chico amigo de la manada de Luke, pero todo era parte de un plan mas grande, para traerlos a ese lugar.

La casa en la que estaban, no tenia ni una gota de luz en el interior, el único resplandor el que entraba por una grieta en la pared mas lejana, una grieta provocada por alguna de las cuchillas que había salido despedida en el ataque.

Del interior no se podía reconocer mucho mas que algunos muebles destrozados durante la pelea, algunos cuadros viejos y un aroma nauseabundo- Un demonio que los había atraído, ahora se alzaba firme ante Isabelle, así como lo había echo con el resto antes, aparte de una apariencia muy parecida a la de una serpiente, pero con pequeñas patas a los lados y una boca que mostraba dientes hasta casi la garganta, tenia una habilidad muy poderosa, prácticamente se alimentaba de la vitalidad de los cazadores, los golpes no parecían afectarle en lo mas mínimo, era como una de las peores pesadillas que podría haber tenido. Sintió su propia vida escurrirse lentamente cuando la bestia se dejo casi caer encima suyo, forcejeó y gritó el nombre de sus compañeros, pero ninguno podía acudir a ella.

Cuando pensó que ya nada mas quedaba por hacer, que ese era el final, una de las mesas maltratadas de la sala voló en dirección a la bestia, sin golpearla, pero logro quitársela de encima, Isabelle, a punto de desmayarse, no pudo hacer mas que respirar desesperada, viendo a esa cosa retorcerse y soltar un gruñido intenso que sonaba mas a un violín desafinado.

Ladeó su cabeza para ver, los demás seguían igual, inmóviles, repentinamente una silla voló y obligo a la criatura a alejarse mas. Por un momento pensó que tal vez eran sus padres, pero elimino la idea al instante, ¿porque lanzar muebles?... sin poder hacer mucho mas, movió su rostro con el ultimo resto de fuerzas que le quedaban y contemplo la figura en la sombras, acercarse a pasos lentos.

Parpadeo varias veces hasta distinguir, con la mediana luz solo vio unos ojos intensos, perturbadores a cierto punto, "otro demonio mas" , pensó, pero no, no lo era... Simon se aproximo a pasos casi inaudibles, Isabelle estiró su mano hacia él intentando hablar, advertirle, pero no pudo, la voz no quería salir de su interior.

A mitad de camino, los pasos de Simon fueron siendo mas y mas intensos, al punto de que casi lo vio desaparecer frente a sus ojos, por instinto sabia que había pasado, pero lo confirmo cuando la luz entró de golpe por el gran agujero en la pared.

Dos gritos al otro lado le confirmaron su teoría Simon había saltado contra el demonio atravesando la casa y el sol los estaba incinerando lentamente. Isabelle se movió como pudo, sacando fuerza de su interior, casi arrastrándose paso por al lado de sus compañeros, tenia que salvarlo, tenia que ayudarlo como sea.

Al llegar afuera vio al demonio ya inmóvil, desapareciendo lentamente, pero al contrario de este, Simon se retorcía en el suelo, mientras su piel parecía hervir y soltar humo.

La cazadora no lo pensó dos veces, se arrancó el abrigo y lo tiro sobre el, cubriéndolo, a gritos que sonaron como susurros entre los gritos de Simon, le indicó entrar a la casa nuevamente mientras inútilmente intentaba arrastrarlo, al cabo de un rato, lo logro.

Se sentó como pudo ahí entre las sombras que aun quedaban y vio como la piel de Simon se reconstruía lentamente, nunca había visto tal efecto vampirico tan de cerca, en realidad, nunca había visto al propio Simon tan de cerca, aunque tuviera esa expresión de dolor y la mirada clavada en el resto, tenia una pizca de ternura en su rostro, esa ternura que había visto en aquel momento cuando lo había conocido siendo un mundano.

- Están bien, sus corazones laten... - Dijo el chico con una respiración agitada, Isabelle alzó su mano para tranquilizarlo, pero él la sostuvo antes de llegar a su rostro, miraba la muñeca con ferocidad, como si fuera a arrancársela pero se contuvo.

- Lo siento, tengo sed... - Confesó mientras le alejaba la mano con cuidado, Isabelle sintió un escalofrió a la vez que se asombraba por la capacidad de control del chico, miro a su hermano y Jace de reojo un segundo, pensando, y luego hablo.

- Estas débil .. no me importa si bebes, pero solo un poco... - Se encontró diciendo en voz baja, Simon alzo la vista a ella como si se acabara de enterar de algo que lo sorprendió completamente, Isabelle lo observo nerviosa.

Simon no contestó a ello, pero la sed era tan intensa que le fue imposible negarse, vio como Isabelle le extendía su mano nuevamente, mientras sus pupilas se dilataban, el instinto le pedía mas, le exigía mas, y aunque luchaba por reprimirse, no podía... al fin y al cabo, era lo que era.

Trajo a la cazadora hacia él, jalando el brazo de repente, ella sorprendida no pudo reaccionar. En un solo movimiento ladeo la cabeza y enterró los colmillos en el cuello de Isabelle, los cuales a pesar de el movimiento tan brusco, penetraron la piel con total delicadeza.

Sostenia con una de sus manos, la de ella, extendida a un lado, y con la otra, su cintura para tenerla cerca.

Era la sangre mas rica que había probado en su vida vampirica, no se comparaba a nada, le costo soltarla, pero lo hizo, podría ser un vampiro, pero seguía siendo Simon.

Isabelle, con una mirada atónita, se quedo en el lugar y llevo la mano a su cuello, todavía no podía creerlo, ni siquiera había notado los colmillos, había entrado en una etapa de placer extraña, como si la hubiera drogado. Sintió a Alec toser, despertaban... rápidamente grabó una runa curativa cerca de la mordida y esta, al ser pequeña, cerro efectivamente antes de que la mirada de su hermano se clavara en ella con expresión de alivio.

- ¡Isabelle! - Exclamó Alec con un intento de sonrisa - ¡Lo venciste, nos salvaste! - Agregó al tiempo que Jace y Clary se despertaban bruscamente por los gritos.

Ella negó enseguida, se giro para señalar rápido a Simon, pero este ya no estaba, miro al rededor rápido no podía haber salido de la casa con el sol alto sobre el cielo, posiblemente se había escondido dentro.

- ¿Isabelle? - Volvió a decir su hermano, ahora preocupado por la repentina expresión de confusión de esta, pero ella se volteo rápido sonriendo apenas y asintió.

- Si, pude arrojarlo fuera, se quemó... - No sabia porque mentía tampoco tenia idea de porque Simon se había ocultado, pero de todas formas paso.

Cuando estuvieron todos medianamente recuperados, se encaminaron para salir por el agujero de la pared, dio un ultimo vistazo atrás y le pareció ver la sombra del chico pasar en la habitación.

-Gracias- Susurró levemente, intento no mostrar alguna expresión en el rostro que los delatara y camino con el equipo hacia el Instituto.