. :~300 años de soledad~: .


El tiempo pasaba y la prisión seguía ahí.

La misma oscuridad de siempre.

Las mismas cuatro paredes.

El mismo hombre.

Pesadillas.

Soledad.

Miedo.

Esa conclusión llegaba, el miedo esta alrededor de mí, miedo era todo lo que está en mi mente.

Vi como entro, sus pies son muy silenciosos —Buena tarde joven caballero— Le vi darme una reverencia pero no era eso, se estaba acercando a mi cara —¡Por que no muestras tu poderes de una buena vez!— "Es que no quiera... es que no puedo" pienso en el momento que se calló.

—Está bien, no hables— Me agarro la barbilla, hizo que lo mirara a los ojos —Lo ti ucciderò— Me sujeto de la camisa, que ya lo tenía sucia y con más agujeros, después me agarro del cuello y sentí una presión que molestaba, ya no había oxígeno en mi cuerpo, se va agotando poco a poco, no distingo nada ni su cara. Mi vida se va poco a poco, veo que algo dorado entrar por un orificio, me suelta de golpe y mi cabeza golpea el suelo, mis piernas están muy débiles no siento nada, no hay ninguna razón por lo cual pueda salir de ahí. Mi cabeza no hace nada, espero mi muerte.

Veo luz atraves de mis parpados, del mismo color que vi antes del golpe. Veo los niños jugando en la nieve como la vez que lo hice, algo atravesó mi cuerpo una energía renovada, y por primera vez, en mucho tiempo, sonreí. No sabía porque sentía fuerzas pues no había hecho nada extraordinario en ese instante.

A mi mano llego mi cayado lo agarre con fuerza pues varias veces he soñado que lo tengo en mi mano pero es una horrible pesadilla que siempre termina con sangre y huesos rotos. Me sentía como nuevo pero si de verdad mi cayado estuviera en mi mano... Lo siento... Energía... Frío...

Explosión. Una explosión salió de mí, los grilletes desaparecieron, mi cayado en mi mano, de pie. Era…

—Soy Jack Frost— Con la cabeza baja y tomando la poca energía que tenía muy dentro de mí, esa energía que nunca hubiera tenido en estos momentos, la temperatura bajo dramáticamente, los charcos de agua de mi alrededor empezaron a congelarse, las goteras empezaron hacer estalactitas o nieve, las partículas se congelaron, no había ser viviente en este cuarto gracias a mi frio.

—¡No deberías de estar así!— Entro derribando la puerta pero a él no le afecto el frio

—¡El que no debería de estar así eres tú!— Mi mente se nublo en ese instante, todo era color blanco, era tranquilidad nada de ruido, no había estado tan relajado como en ese instante.


Jack Frost estaba parado en frente mio, como nunca nadie había estado.

—¡No deberías de estar así!— Grite pues mientras que un guardián había estado en MI guarida, estaba destruyendo toda mi investigación, él estaba recuperando toda su fuerza, esa que yo quería y deseaba.

—¡El que no debería de estar así eres tú!— Sus ojos perdieron todo brillo de cordura, su sonrisa santurrona había desaparecido, su posición cambio en vez de estar a la defensiva estaba al ataque.

Chi sei tu?— Pregunte al mismo tiempo que esperaba un ataque en cualquier momento.

Il tuo Worst Nightmare— "¿Qué?" su cayado fue directamente hacia mi cabeza, interpuse mi brazo y el golpe sonó seco, era Jack Frost pero una especie de demonio lo había dominado.

Excelente.

Se agacho, dio una vuelta para hacerme caer pero salte para yo hacer un golpe en su cabeza, lo esquivo. Él respondió poniendo su cayado en medio de nosotros, una pequeña luz azul empezó a emerger de el, pero un azul oscuro, un azul que daría miedo, un azul llegando a negro. Me lanzo un hielo pero no cualquier hielo, un hielo en forma de estaca, se rompió con la pared. Tiene un poder increíble.

Me puse en una puerta para que saliéramos que mi cueva.

El pequeño guardián me vio, me quiso alcanzar pero Jack se puso en medio de los dos, Jack no lo había visto o simplemente lo ignoro, el pequeño guardián se extrañó pero vio como estaba contra mí lo dejo ser pero no dejo de vernos... de verlo.

—He is mine— Dijo Jack sin dejar de mirarme ni apuntarme —Es una prueba de su bienvenida— Se lo estaba diciendo al guardián pero... ¿Cómo?

El guardián enano se hizo hacia atrás dando paso a que hiciera conmigo lo que quisiera, Jack me apunto con su cayado, vi su cara tenía una sonrisa muy... mía? Me lanzo como pequeñas gotas de hielo pero cuando las tuve enfrente mío vi que en el extremo, donde yo estaba, tenía una pequeña punta.

Empezaron a entrar en mi cuerpo pasaron la delgada tela y entraban en mi piel, siento como se meten hasta que se detienen pero no se derriten, se quedan ahí no son una, es como una pequeña lluvia de alfileres que entran en todo mi cuerpo y cara. Puse una rodilla en el suelo, era un dolor insoportable, en pequeñas zonas pero muchas áreas afectadas, era el mejor ataque de todos.

—Esto es lo más divertido que he hecho en mi vida— Alce la cara y ahí estaba el demonio que desperté. Su sonrisa era muy grande, sus ojos son totalmente oscuros, su cayado ya no tenía nada blanco era azul oscuro, su brillo se había casi apagado.

—Bienvenido al lado oscuro de este mundo— La oscuridad lo envolvió como un animal, empezó a disparar esas malditas agujas por donde podía, me protegí con un árbol y después de media hora se detuvo, fui hacia mi cueva y lo deje solo.

Me deje caer en el suelo junto a mi escritorio que estaba volteado muy lejos de su lugar de origen, mi cueva estaba peor que yo pero una nota me llamo la atención, la sostuve un momento y estaba escrito por ese hijo de puta-guardián.

—Aléjate de él— "Él se acercó a mi" pensé diciéndole al creador de todos esos desgraciados guardianes, Mim, el pequeño perro de Jack no sabía nada de este mundo y mucho menos de lo que iba a venir.

Me sentí muy bien, mis heridas estaban curadas.

—A partir de hoy empieza algo grandioso— Pronto los guardianes estarán en crisis.


Abrí mis ojos y ya no estaba en la cueva, no hay rastro de oscuridad de hecho hay muchos árboles al rededor y está nevando. La luna esta en lo más alto del paisaje que estoy viendo, bajo de Él hay una montaña con un pequeño castillo con varias casas al rededor, tal vez lo que quiera la luna es que sea...

—"Bienvenido al lado oscuro de este mundo"— No sé por qué me llego eso a la mente pero fui volando hasta esas casas, todas estaban iluminadas de luz, y todas las personas caminaban sin pararse, los adultos como siempre ocupados.

Un edificio está realmente adornado e iluminado, es más grande que las demás y bonito, entre por curiosidad pues mucha gente entraba sin parar pero era diferente al pueblo donde estaba, esta gente tenía más ropa encima y mucho más gruesa. Adentro del edificio toda esa gente llena de cosas tiene una copa en su mano llena de una bebida roja y los niños están vestidos igual pero ellos se la pasan corriendo por todo el salón, había unos con cabellos blancos, eran los más gordos y con más gente alrededor "No tienen nada en especial… bueno… la panza. Jajajajajajaja" Explote en risas pero después de un rato vi un hombre muy recto apareció en el segundo piso por un corredor que nadie hacia caso.

—Va empezar el acto del violinista Arcángelo Corelli

Todos empezaron a entrar por dos puertas que están en los extremos del salón, entre sin tocar a nadie… bueno que sintieran frio. Todos entraron y tomaban asiento, adelante se sentaron todos los hombre de cabellos blancos y atrás las demás personas, todas pasaban a saludarlo o darle alguna nota en la mano junto con algún papel verde o un circulo color dorado, el hombre de cabellos blancos nada más daba una gran sonrisa y decía "Hare lo posible para ayudarlo". Después de muchos minutos de aburrimiento total las luces se apagaron y se ilumino el frente, entro un señor con algo en sus manos, algo muy pequeño y con cuerdas en medio.

Grazie per essere qui— Dio una pequeña reverencia a la gente —Si tratta di una nuova composizione con il mio violino— Era la primera vez que oía alguien hablar diferente y le entendía. Era un violín. Empezó a tocar el violín con una vara que tenía un tipo tela, el sonido fue maravilloso, me encanto, me relajo, es tan maravilloso, ese sonido era tan agradable y sutil, ese sonido podía hablar por sí sola, con ayuda de él. Fue una noche muy corta pues cuando me di cuenta todos se pararon al mismo tiempo y empezaron aplaudir en cuanto dejo de tocar.

El señor salió de estar en frente y las luces se encendieron otra vez, se había término. Toda la gente salió muy ordenadamente y con unas sonrisas en sus rostros, los niños se habían quedado dormidos y sus padres los llevaban cargando en brazos. Yo también salí.

Hoy ha sido una noche llenos de cambio.


Gracias por leerme y perdón por todo este tiempo perdida. Tuve algunos inconvenientes.

Ojala me dejen estar con ustedes otra vez y ahora si voy a acabar esta maravillosa historia que tengo pensado poner muchos detalles.

.:~Lectora rara fuera~:.