Drabbles "The Unknown" por Bella Uchiha

SIX


DRABBLES

"THE UNKNOWN SIX"

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Sasuke

"Porque a veces es bueno cambiar la rutina"

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No lograba distinguir la hora que era. Hace mucho tiempo que no dormía hasta tan tarde. La última vez que algo así sucedido yo tenía apenas diez años.

Generalmente mis días comienzan al alba, cuando los primeros rayos del sol ni siquiera pensaban en asomarse. Por lo que hoy era un día fuera de lo común.

No tenía ni el más mino ánimo de levantarme de la cama. Hoy tenía día libre y quería disfrutarlo, en tranquilidad y en familia.

Estire uno de mis brazos, esperando encontrar el cuerpo cálido de Sakura que sabía debía estar a mi lado, pero allí no había nadie. Su lado de la cama estaba frio, dato que me verificaba que hace mucho que se había levantado. Debían ser más de las ocho de la mañana para que su mujer estuviera en pie.

Unas risas se escuchaban desde el pasillo que me hicieron sonreír.

Dándose la vuelta y quedando de espaldas a la cama se estiro y coloco sus brazos bajo su cabeza. La vida estos últimos años había sido buena. Le había dado una esposa que lo amaba y una hija que el adoraba. Sus demonios internos iban desapareciendo día a día gracias a ellas. Solo esperaba que esto durara por lo que le quedaba de vida.

–Shh. No debemos despertar a papá.

Sonrió por la preocupación de Sakura, siempre pendiente de sus necesidades y de no molestarlo. La amaba, aunque no se lo dijera a menudo, la amaba a ella y a su hija. No se imaginaba la vida sin ellas.

Sentándose en la cama, estiro sus brazos y se masajeo uno de los hombros adoloridos por el entrenamiento que había estado ejecutando últimamente. Sabía que se le estaba pasando la mano, sobre explotar su cuerpo con entrenamiento iba a hacerlo colapsar, pero su familia lo valía. La aldea lo valía.

Levantándose de una vez de la cama se dispuso a alistarse para el día.

No había notado que las cortinas aún estaban cerradas impidiendo la entrada de los rayos del sol.

Sakura pensaba en todo.

Las descorrió esperando encontrarse con la luz típica de cada mañana, pero cuál fue su sorpresa al encontrase con que la posición del sol no era la que acostumbraba a ver, si no que estaba en lo alto, dándole una clara idea de que eran más de las once de la mañana.

Había dormido toda la mañana.

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Luego de darse una ducha y vestirse, abandono la habitación y bajo a encontrarse con su familia.

Se asomó en la cocina y las encontró a ambas tarareando alguna melodía desconocida para él. Mientras Sakura preparaba la comida, Haru jugaba en su silla con algunos lápices y hojas que desparramaba por el piso.

Sonriendo se apoyó en el marco de la puerta y cruzo las brazos sobre su pecho. –Buenos Días.

Sakura, al estar totalmente concentrada en lo que estaba haciendo, pego un brinco y soltó el cuchillo sobre la mesa, dándose vuelta de inmediato para ver a Sasuke mirándola. Haru solo sonrió y estiro sus bracitos para que su padre la tome en brazos.

–Sasuke-kun, ¿Te despertamos?

–No pero, ¿Por qué dejaste que durmiera hasta tan tarde? –dirigiéndose hacia su hija, la saco de la silla de bebe y la tomo en sus brazos, para luego acercarse a Sakura y con una de sus manos tomarla desde la nuca y acercándola a sus labios para darle un profundo beso.

Sakura sonrió y lo miro a los ojos. –Parecías necesitar un descanso.

Y era cierto. Hace mucho tiempo que lo estaba necesitando.

–Y, ¿Qué tiene planeado hacer hoy? –le pregunto a Sakura mientras con uno de mis dedos toco la punta de la nariz de Haru que solo ríe y me abraza del cuello.

–Pensaba ir de comprar para comenzar a preparar las cosas para el cumpleaños de Haru.

Cierto, mi hija en unos días cumplía un año de vida. Y Sakura planeaba celebrarlo a lo grande con todos nuestros amigos y conocidos. Si bien yo no le encontraba mucho sentido a tanta gente, sabia por experiencia, que a Haru le iba a agradar. Le encantaba estar rodeada de gente, mucha gente.

–Pues vamos. –dándole un pequeño beso en la nariz a mi hija la deje en su silla y me senté en la mesa junto con Sakura para tomar mi tardío desayuno.

–Genial Sasuke-kun, de esa forma nos ayudas con las bolsas.

Bufe divertido y me puse a comer.

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Después de una hora de recorrer tiendas y caminar, ya estaba pensando que venir había sido una muy mala idea.

–Sakura, vámonos a casa, ya.

–Pero Sasuke-kun, aún falta la torta. –Sakura me miro con su habitual puchero en los labios, mientras Haru, que se encontraba en sus brazos la miraba y la imitaba.

Esto era suficiente.

–Sakura, lo digo en serio. Vámonos. –la mire con frustración mientras afianzaba las bolsas que traía en mis manos. –Sé que tú podrás hacer un gran trabajo con la torta. No necesitamos comprar una.

Me miro con asombro y una sonrisa comenzó a formarse en su cara. –¿En serio crees que yo podría hacerla?

–Claro que sí. Eres una muy buena cocinera. Confío en ti.

–Sasuke-kun, Gracias.

La mire divertido y le di un pequeño beso en los labios. No me importaba en absoluto estar mostrando mis afectos a mi familia en público. Ya no más.

–Vamos a casa. Hare el mejor pastel de cumpleaños para mi Haru. –mi hija la miro y le sonrió, rodeando su cuello con sus pequeños brazos y depositando un beso en su mejilla que Sakura correspondió feliz.

– ¿Tienes todo lo que necesitas para hacerlo tú misma?

–Sí, tengo todo lo que se necesita en casa.

–Entonces vamos.

Comenzamos a caminar por las heladas y transitadas calles de la aldea, que a estas horas del día se encontraba a rebosar de gente. Sakura caminaba a mi lado con nuestra hija en brazos y yo trataba de no alejarme mucho de ellas, por lo que reuní todas las bolsas en una sola mano y con mi brazo libre acerque a Sakura a mí. Ella solo me miro y sonrió.

–He, teme, Sakura-chan

–Ha, lo que faltaba, encontrarnos con el dobe. –Sakura rio, contagiando a Haru que de solo ver a Naruto estiro sus brazos para que la tomara.

–Qué bueno encontrarlos. Pase por casa y como no di con ustedes decidí venir a buscaros al mercado.

Bufe con fastidio, Naruto ni siquiera en mis días libres lograba dejarme en paz. –Qué alegría que dieras con nosotros, no sabes lo feliz que me pones. – Sakura me dio un pequeño codazo en el estómago a lo que yo gruñí.

–Ja, Ja, que chistoso teme. –Naruto tomo a Haru en brazos quien solo sonreía. –Pero yendo al grano, quería saber cómo van con los preparativos para el cumpleaños de mi ahijada. ¿Necesitan ayuda?

–No te preocupes Naruto, todo está marchando a la perfección. Tu solo encárgate de traer a Hinata en dos días más.

–Lo hare. Y tu pequeña Haru, ¿Preparada para tu primer cumpleaños? –Haru rio y tiro de una de las mejillas de Naruto. –Aya, teme, le enseñas a tu hija a agredirme.

–Le enseño a mi hija a defenderse de dobes como tú. –Sakura rodo lo ojos, avecinando una lucha de frases, por lo que tomo a Haru de los brazos de Naruto y se despidió de este antes de cualquier cosa.

–Nos vemos luego Naruto, dile adiós al tío Naruto nena. –y dando media vuelta comenzó a caminar de regreso a casa. –Vamos Sasuke-kun, a no ser de que quieras quedarte a hacerle compañía a Naruto de regreso a su casa.

–Tsk, te veo en dos días dobe. Adiós.

–Nos vemos teme.

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Dos días después, la casa estaba repleta. La fiesta de cumpleaños de Haru estaban en su máximo momento, pero mi hija hace alguno tiempo que ya había sucumbido al sueño y Sakura había optado por acostarla.

Yo necesitaba tomar un poco de aire, porque lo que me encontraba en la entrada de casa, sentado en los peldaños, contemplando como caída la nieve en Konoha, algo tan poco habitual en la aldea pero que le daba a la gente algo con que distraerse y disfrutar en estas fechas.

Suspire y recargue mi espalda en uno de los pilares de acceso. Después de todo por lo que habíamos pasado en el día con la preparación del cumpleaños, mi cuerpo me estaba pidiendo un descanso.

–He teme, aquí estas, estaba buscándote. –Naruto salió de casa y cerrando con suavidad la puerta, se sentó junto a mí. –Nieve, que extraño en Konoha.

–Aa.

Naruto palmea mi espalda con alegría, ganándose de mi parte una mirada de cansancio, a lo que él solo sonríe. –Estuvo muy bueno el cumpleaños teme. Sakura-chan se lució.

Deje escapar una pequeña sonrisa, mi mujer se preocupó hasta de los más mínimos detalles para que todo saliera bien y Haru tuviera una gran fiesta, tanto así que mi hija termino dormida sobre el sillón de la sala rodeada de confeti y golosinas.

–Estuvo bien.

–Sí, y Haru se lo paso a lo grande. Nunca la había visto gritar y reír tanto.

–Hn. –sonreí para mi recordando la felicidad que irradiaba su carita todo el día.

Naruto enderezo su espalda y suspiro con nerviosismo, mientras jugaba con sus manos y me miraba de soslayo. –Suéltalo ya dobe.

–Hinata está embarazada. –se pasó las manos por el pelo, desordenándolo.

–Eso es bueno, ¿no?

Naruto me miro sonriendo. –Muy bueno, nos enteramos ayer por la mañana. Nadie más lo sabe, a excepción de ti. Quería que fueras el primero en saberlo. –Suspiro y miro como la nieve caía frente a nosotros. –Es solo que no sé cómo afrontarlo.

Golpee su espalda y le dije lo mismo que me repetí yo desde que me entere que Sakura estaba embarazada de Haru. –Vas a hacerlo bien dobe. Nadie nace sabiendo cómo ser padre, pero vas a hacerlo bien, tienes a Hinata que va a ayudarte…. Y nos tienes a Sakura y a mí.

–Teme, que profundo. Nunca pensé escuchar estas palabras de ti.

–Cállate dobe.

–Gracias teme.

–Hn.

–Por cierto Hinata y yo queremos que tú y Sakura sean los padrinos.

–Aa, cuenta con ello.

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Todos se habían ido hace ya más de una hora. Sakura estaba liada en la cocina lavando platos, copas, vasos y servicios. Y yo había puesto en orden la sala, que parecía más un campo de batalla que otra cosa.

Suspirando de cansancio me tire sobre el sillón y recargando mi cabeza en el respaldo, me tape la cara con uno de mis brazos.

Que día mas agotador.

Estaba por quedarme dormido cuando sentí a Sakura sentarse sobre mi regazo y recargar su cabeza sobre mi pecho.

– ¿Estas bien Sasuke-kun?

Pase el brazo con el que antes tapaba mi cara por su espalda y la acerque más a mí. –Sí, solo un poco cansado. ¿Tu estas bien?

–Perfectamente. –dijo depositando un pequeño beso en mi barbilla. –Fue un gran día ¿Cierto?

–Aa.

–Y Haru lo paso muy bien ¿Crees que le haya gustado su fiesta de cumpleaños?

Sonreí y alzando su cabeza, le deposite un beso en los labios. –Sakura, lo paso bien. La vi reír y gritar todo el día. Créeme cuando te digo que le encanto su cumpleaños.

Entrelazo sus brazos alrededor de mi cuello y beso la punta de mi nariz, mirándome con esos ojos verdes que tanto me gustan. –Gracias Sasuke-kun.

– ¿Por qué?

–Por todo lo que hiciste hoy. Gracias.

–Son mi familia. –acaricie su espalda, pasando mi mano por sobre el símbolo Uchiha que llevaba bordado en el kimono. –Siempre hare lo mejor por ustedes.

–Lo se.

–Por cierto, Naruto va a ser padre.

Levanto su cabeza que había estado escondida en mi cuello y me miro con sorpresa. –¿Él te lo dijo?

–Aa, me conto hoy.

–Qué alegría. Con razón Hinata estaba tan pensativa hoy. –sonriendo abrazo mi cuello y me beso profundamente. –Que gran noticia Sasuke-kun.

Yo solo sonreí y sacándole algunos cabellos rosas que revoloteaban por su cara, le dije lo que Naruto me había pedido hace algunas horas. –Quieren que seamos los padrinos.

–Me parece genial. –sonriendo recargo más su cabeza sobre mi pecho y con su dedo índice delineaba las arrugas de mi camisa. –Sasuke-kun, estoy un poco preocupada por Haru.

Eso me sorprendió, y enderezándome en el sillón la mire a los ojos. – ¿Por qué? ¿Sucede algo malo?

Negando con la cabeza me miro. –No, nada malo. Es solo que a esta edad los bebes ya hablando o al menos tratan de hacerlo, pero Haru no emite sonido alguno más que risas.

Ha, de eso iba toda su preocupación. Siendo sincero, yo también lo había notado y si bien en un principio me preocupo, ya con el tiempo fui olvidándolo. Haru hablara cuando esté preparada de hacerlo.

–No te preocupes, ya hablara. Solo dale tiempo.

–¿Lo prometes? –me miro con sus grandes ojos verdes y yo no pude negarle nada.

–Te lo prometo. –levantándome y de paso cargándola a ella entre mis brazos, me dirigí a las escaleras. –Ahora, vamos a descansar.

Besándome la barbilla se acurruco entre mis brazos y subimos a nuestra habitación.

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Desperté cuando unas pequeñas manitos golpeaban mi pecho incansablemente.

Sonreí para mis adentros y estirando los brazos, tome el pequeño cuerpo de mi hija y lo eleve sobre mí.

Abrí mis ojos y la mire seriamente. – ¿Qué formas son esas de despertarme?

Ella solo sonrió y estiro sus brazos para alcanzar mi cabello. –Se ha despertado con mucha energía hoy. –dijo Sakura que estaba acurrucada a mi lado y nos miraba sonriendo.

–Así lo veo. –la deposite entre nosotros Sakura no perdió oportunidad para llenarla de besos, Haru se dejaba feliz de la vida. –¿Qué hora son?

–Las seis de la mañana. –mire sorprendido a mi mujer que solo rio ante mi cara de asombro. No era normal que Haru se levantara tan temprano por la mañana y menos con tanta energía. –Lo sé, fuera de lo habitual.

Mi hija pego un grito de alegría y abrazándome por el cuello, sucedió lo que Sakura y yo veníamos esperando desde hace meses.

–Otchan. –Sakura y yo nos miramos, mi mujer estaba perlada en lágrimas, tapando su boca con sus manos, mientras yo miraba a mi hija que reía y dirigía sus ojitos a Sakura. –Okchan. –señalo con alegría a su madre mientras esta no paraba de llorar de alegría y Haru la consolaba mientras la abrazaba por el cuello.

–Sasuke-kun…

–Lo sé.

Sin duda esta era mi mejor mañana. La mejor forma de despertar.


Actualización. Martes 26.11.2013

Próxima Actualización. Domingo 01.12.2013