Hola!, en esta ocasión les vengo a traer mi nuevo fic. Es un crossover que se me ocurrió hace unos días y me dieron muchas ganas de escribirlo. Espero que les guste!
Disclaimer: Los personajes de Naruto, de Avatar y de Dragon Ball no me pertenecen.
Aclaraciones del fic:
-Hablando, situaciones u objetos llamativos
-Pensando, frases del pasado de cada personaje
Capítulo 1 : Una nueva misión.
-Lo siento muchacho, no quiero matarte ¡pero no me dejas opción! -gritó Haku mientras lanzaba sus senbon hacia el chico tendido en el suelo.
El tiempo transcurrió muy lentamente, Naruto podía ver como las senbon se acercaban a gran velocidad hacia él, desvió su rostro hacia el suelo evitando ver su destino. Su muerte llegaría y él no podía defenderse de lo adolorido que estaba, pasó mucho tiempo antes de que algo ocurriera.
Escuchó el sordo sonido de cómo las senbon se clavaban en la carne, pero no sintió nada. Elevó su rostro y allí, frente a él, estaba el engreído Sasuke Uchiha.
-¿Sasuke? -preguntó confuso- ¿por qué lo hiciste? -el pelinegro se mantenía a duras penas en pie. Su cuerpo estaba absolutamente dañado por las senbon, tosió sangre mientras trataba de mantener el conocimiento.
-Dobe... -dijo adolorido Sasuke, el rubio se llenó de ira ante aquella palabra que tanto odiaba.
-¡Yo no te pedí que me salvaras! ¡No lo hice! -gritó con rabia. El uchiha rió suavemente pero con arrogancia.
-No se por qué lo hice, mi cuerpo me ha impulsado -respondió con indiferencia. No era un impulso, era el deseo de proteger a un amigo, a su amigo- ¡eres un dobe! -dijo cayendo en el suelo inerte. Aquello fue demasiado para el Uzumaki, ver a su rival y a la vez mejor amigo caer sin vida lo hizo temblar de la rabia, aún no sabía como hacía para contenerse.
-Tu amigo fue valiente y murió con honor, ahora acabemos con esto -dijo mientras lanzaba más senbon desde los espejos hacia el rubio los cuales se clavaron en su cuerpo.
El Uzumaki lanzó un grito y de su cuerpo emergió un chakra rojo, el mismo adoptó la forma del Kyubi y se perdió en el cielo. Sus ojos cambiaron de azules a rojos, y la pupila cambió a hendidura haciéndola parecer como si fuera de animal. Su chakra destrozó la técnica de Haku haciéndolo volar y estamparse contra el suelo a unos pocos metros de Kakashi y Zabuza.
-¡No puede ser, es el Kyubi! -gritó el peliblanco reconociendo el chakra que había destrozado el jutsu de hielo de Haku.
-¿N-Naruto? -preguntó temerosa Sakura quien se mantenía enfrente de Tazuna, el constructor del puente.
-"Acaba de destruir el Makyo Hyosho*, ¿quien rayos es este gennin?" -pensó sorprendido el muchacho mientras se ponía de pie lentamente.
-¡Morirás! -gritó lleno de ira el rubio.
*Espejos de Hielo Demoníacos
Corrió hacia el chico enmascarado con su puño en alto, cuando estuvo a pocos metros de Haku el paisaje cambió de repente. Se encontró en un gran y extenso bosque, los pájaros cantaban suavemente y se podían escuchar los sonidos típicos de un lugar así como otros animales. Miró hacia abajo: estaba parado sobre un camino de piedra blanca.
Dos cosas llamaron su atención: la primera era que no poseía el chakra del Kyubi, es más ¡no sentía su propio chakra!. La segunda fue que el escenario cambiara bruscamente, ¿Dónde estaban Kakashi y Sakura y ese chico tan extraño?, por supuesto que ahí no. Observó el sendero, varios metros más adelante el mismo terminaba en una pequeña casa. Se volvió, atrás sólo había más bosque y el mismo sendero, decidió avanzar hacia la cabaña para averiguar algo de aquel lugar.
Llegó hasta la escalera, que conducía hacia la puerta de entrada. La subió y se encontró cara a cara con la puerta, se armó de valor y comenzó a golpearla, se detuvo, la puerta se había abierto sola. Dudó un momento, pero quería encontrar respuestas así que entró por ella.
La casa no era nada especial: en la entrada estaba la sala de estar con varios sofás en ella y una biblioteca en una esquina repleta de libros. A la derecha había una puerta que Naruto interpretó que sería el cuarto de quien viviera allí. Miró hacia el frente, una gran puerta doble interrumpía su visión.
-¡Konichiwa! ¿hay alguien en casa? -preguntó pero no hubo respuesta. Sabía que para avanzar debía cruzar aquella puerta, sentía que algo o alguien lo llamaba pero no pudo explicar aquel sentimiento.
Se detuvo un momento, estaba un poco asustado, quiso volverse y salir de allí corriendo para buscar a Kakashi-sensei y a Sakura-chan y para acabar con ese monstruo que había asesinado a Sasuke a sangre fría.
-"Es cierto ahora ya soy un ninja, yo hice un juramento de dolor. ¡Jamás escaparé!" -pensó el rubio recordando lo ocurrido hacia poco tiempo. El kunai clavado en su mano fue el símbolo de aquel juramento que realizó enfrente de sus amigos y sensei, negó con la cabeza: no huiría, llegaría al fondo del asunto.
Abrió la puerta lentamente, una gran luz lo cegó por unos momentos. Con los ojos entrecerrados caminó casi a ciegas por el cuarto, pudo vislumbrar una figura que se encontraba de pie frente a él. Se acostumbró a la luz, allí pudo verlo adecuadamente: era bastante alto, de tez blanca, pelo
rubio de punta, tenía flequillo que le enmarcanba ambos lados del rostro. Sus ojos eran extraños, se caracterizaban por su onda, un patrón que se extendía a lo largo de los globos oculares, con finas iris púrpura grisácea y escleróticas. Llevaba lo que parecía ser una capa con un cuello alto o abierto con una armadura roja, tenía un collar con seis magatama de color rojo, en su espalda poseía un extraño grabado que se parecía a sus ojos pero con dos líneas saliendo a sus costados, además de que era de color rojo y por debajo tenía nueve magatamas que poseían un patrón de cuadrado. En su mano derecha llevaba un shakujo** y su rostro no tenía una sola arruga.
**báculo que los budistas usan para la oración.
El extraño hombre le dedicó una agradable sonrisa que tranquilizó al sorprendido Naruto.
-Bienvenido hijo mío, te he estado esperando -su voz era igual de suave que su sonrisa. Aunque el hecho de que lo llamara "hijo" lo desconcertó.
-¿Quién eres y porque me llamas de esa manera? -preguntó el rubio señalándolo, el hombre rió dulcemente antes de responder.
-Mi nombre es Hagoromo Otsutsuki, aunque también me conocen como el Rikudo Sennin*** -dijo tranquilamente el hombre, aunque Naruto ahora estaba más intranquilo que antes. ¿Aquel hombre era el legendario Rikudo Sennin?, no podía ser- y, respondiendo a tu otra pregunta, yo soy tu padre Naruto Uzumaki... -Su corazón comenzó a latir con fuerza, los nervios se apoderaron de su ser.
Aquel hombre no podía ser realmente su padre, "pero sabe mi nombre, ¿cómo demonios es siquiera posible?" -pensó sorprendido y shockeado por la noticia.
-P-pero ¿q-qué estas d-diciendo?, ¿tú e-eres m-mi p-padre? entonces yo soy... -el hombre asintió.
-Tú eres mi primogénito, mi única descendencia y algún día te convertirás en el siguiente Rikudo Sennin -tanta sorpresa en un sólo día no era buena, se sintió triste, aquella sensación de que nunca fue amado de que nunca tuvo padres ahora se desvanecía, su padre era el creador del ninjutsu.
***Sabio de los seis caminos
Las lágrimas surcaron su rostro mientras su corazón se encogía por la verdad, Hagoromo se acercó y lo abrazó con fuerza. El chico se sorprendió de inmediato.
-Perdóname Naruto, sé que es duro enterarse de la verdad de esta manera y que tu infancia fue difícil -el rubio sintió un escalofrío- sí, te he estado observando toda tu vida y pude determinar que la bondad dentro de ti te hará mi sucesor.
-¿S-sucesor dices? -el hombre asintió sin separarlo de sus brazos- he estado siempre solo, ¿por qué nunca te acercaste hacia mí? podríamos haber vivido como padre e hijo... -Hagoromo comenzó a revolver su cabello con suavidad mientras Naruto lloraba con fuerza y se aferraba aún más a sus brazos.
-Lo sé hijo mío, pero todo ese dolor era necesario, gracias a eso te has convertido en lo que ya eres. Entiéndelo por favor, no pasó un sólo día en que no me arrepienta de haberte enviado a Konohakure no sato. Tu madre también estuvo muy triste aquel día...
-¿Mi m-madre? -preguntó con inocencia. El hombre asintió conmovido.
-Así es, pero ahora no es el momento de eso. Tenemos un asunto importante que debe ser atendido -Naruto se sentía aún furioso y triste de la cruel verdad que acababa de escuchar, pero si aquel hombre era en realidad el Rikudo Sennin debía prestarle atención e intentar perdonarlo.
-¿Qué clase de asunto? -preguntó curioso el muchacho rubio.
Habían pasado varios días desde que envió a Naruto y a Kakashi a una misión clase B debido a la insistencia del rubio (N/A en el lugar donde esta Naruto el tiempo pasa más lento, han pasado varios días desde que el Uzumaki peleara contra Haku pero para Naruto solo pasaron minutos)
-"Creo que ya es hora de que regresen, me pregunto si..." -pensaba el sandaime Hokage pero un golpe en la puerta de la oficina lo interrumpió- ¡Adelante!
-Hokage-sama le traemos el reporte de la misión -Kakashi Hatake se encontraba frente al anciano. Tenía signos de encontrarse agotado y su ropa estaba hecha jirones por la pelea contra Zabuza.
Hiruzen Sarutobi lo inspeccionó a él y a sus acompañantes: Sakura Haruno y Sasuke Uchiha quienes se encontraban en condiciones similares a las del hombre.
-La misión ha sido un éxito señor, hemos protegido a Tazuna con éxito pero ha habido cierto inconveniente -dijo suavemente Kakashi. El sandaime asintió complacido.
-Excelente, ahora dime ¿que ha ocurrido con Naruto, Kakashi? -Sakura se volvió a ver a Sasuke quien permanecía en silencio, parecía que estaba triste por algo al igual que el peliblanco.
-Ese es el inconveniente señor, Naruto desapareció en mitad del combate.
-Bueno veamos, ¿tienes idea de por qué el Kyubi fue sellado en tu interior? -el rubio negó con la cabeza. Cada vez que hablaban del biju se sentía mal, aquella bestia era la causa de que todos en la aldea lo despreciaran y eso lo descubrió gracias a Mizuki hacía una semana- hace 12 años, el Kyubi atacó la aldea de Konoha, pero no fue intencionado, Kurama era controlado por Obito Uchiha el ex compañero de Kakashi -Siempre había pensado que el Kyubi había actuado por cuenta propia pero ahora... , "quizás te juzgué mal" -pensó tocándose el vientre donde estaba el sello que contenía al biju. Una duda apareció en su mente.
-Emm, ¿quién es Kurama? -preguntó el rubio confundido. Hagoromo no pudo evitar reír ante la inocencia del muchacho.
-Kurama es el nombre del Kyubi hijo mío, todos los bijus tienen un nombre -Naruto volvió a frotarse el vientre con una sonrisa en el rostro, "Kurama" -repitió en su mente varias veces. No se acostumbraba a la idea de que el Kyubi tuviera nombre- como decía, Obito controló a Kurama con su sharingan y lo obligó a atacar Konoha con el fin de probar su poder. Ahí fue cuando tuve que intervenir, no pude dejar que mi buen amigo Kurama fuese controlado en contra de su voluntad.
Bien, no me fue difícil derrotarlo aunque me llevó algo de tiempo. Cuando Obito murió, el control se había perdido entonces acordé con Kurama que su poder debía ser contenido y allí mismo lo sellé en tu cuerpo con la esperanza de que tú pudieras protegerlo y él a ti -la verdad era muy distinta a la que creía conocer Naruto, estaba muy arrepentido de haber considerado al Kyubi como un monstruo y en su mente, ahora, no había más que culpa y dolor.
Su padre le había otorgado un amigo, un protector aunque él siempre lo viera como un animal destructor.
-Yo... , lo siento padre, nunca creí que el Kyubi, quiero decir, Kurama fuese controlado por un Uchiha -el hombre volvió a revolver el cabello del muchacho.
Agitó su shakujo en el aire, no sin antes alejarse de Naruto, y un brillo se hizo presente en el vientre del rubio. De allí se trasladó hacia un costado del cuerpo del Uzumaki y se materializó en forma de un muchacho pelirojo con nueve colas. Su cuerpo era cubierto por una armadura roja, similar a la de los senju.
-Bienvenido Kurama, mi viejo amigo -dijo el hombre y los dos estrecharon un fuerte abrazo mientras el Kyubi le palmeaba la espalda con cariño.
-Ha pasado mucho Hagoromo -se separaron y el Kyubi se volvió a Naruto- Uzumaki Naruto por fin nos conocemos, es un placer -hizo una reverencia mientras hablaba. Que un biju hiciera eso significaba una muestra de respeto enorme y, por lo general, no se inclinaban ante nadie excepto ante el Rikudo Sennin.
-Lo mismo digo Kurama-san -dijo Naruto y también hizo una reverencia. El rubio pudo notar los ojos rojos y la pupila en forma de animal y los colmillos largos que tenía el muchacho, pero aún así su rostro denotaba amabilidad.
-Ahora que se conocen, les contaré la misión que les tengo para ustedes -ambos asintieron volviéndose a observar a Hagoromo. El hombre tomó aire buscando la forma de explicarles el asunto- Bien, antes que nada deben saber que a mi no me llaman el sabio de los seis caminos por nada. Obtuve ese nombre porque puedo viajar por las seis dimensiones -Kurama no estaba impresionado cómo Naruto, ya que conocía todo acerca de su creador- en este momento tres de las seis se encuentran en paz. En cambio las otras, incluida la nuestra, están en un peligro mortal -tanto Naruto y Kurama comenzaron a entender la misión que les plantearía Hagoromo. Asintieron impacientes para que continuara- Cada una tiene un héroe que las protege, por ejemplo tú, Naruto, eres el protector de esta dimensión junto con Kurama -el rubio se sintió importante, notó que su vida tenía un significado, un sentido. Kurama colocó una mano en su hombro y le indicó, con una penetrante
mirada, que prestara atención al sabio. El rubio asintió volviendo su rostro al hombre- en la segunda dimensión todo es diferente de aquí, el protector es un muchacho de tu edad llamado Aang -el nombre "Aang" le resultó extraño a ambos muchachos, pero no interrumpieron a Hagoromo quien no se detuvo en ningún momento- en la tercera dimensión todo es diferente a la primera y a la segunda (N/A la primera dimensión sería la de Naruto, la segunda sería la de Aang), allí no existe el Chakra y el protector es un jóven de tu misma edad llamado Son Goku -Naruto asintió sorprendido, ¿qué habilidades habría en cada dimensión? ¿acaso existirían siquiera los jutsus?.
Kurama, quien había permanecido pensativo. Recordó a los demás bijus y a su pareja, que Kamisama supiera donde estaría en aquel momento, Matatabi la biju rubia de dos colas y la más hermosa de todos los bijus. Le llamó la atención el nombre de Son Gokú, "¿acaso también existe alguien llamado Roshi? sería una extraña coincidencia..." -pensó sorprendido.
-Igual que el Yonbi -interrumpió de repente Kurama saliendo de sus pensamientos.
-Exactamente -dijo asintiendo con la cabeza Hagoromo- se llama igual que el Yonbi -Naruto los miraba confuso, casi no había entendido nada pero lo que sí sabia era que habían más dimensiones y nuevos mundos que explorar.
-Etto ¿Otousan? -dijo el rubio llamando la atención del sabio. El hombre se volvió a verlo curioso- ¿Qué relación tenemos yo y Kurama con todo este asunto? -preguntó confuso. El sabio suspiró resignado.
-Bueno, cómo sabes eres mi sucesor y debes hacerte cargo de establecer la paz en las demás dimensiones. Ese es el trabajo del Rikudo Sennin... -resolvió con simpleza el sabio.
-¿Pero no puedes hacerlo tú?, además si las dimensiones tienen sus propios protectores ¿Por qué no dejarlos que se ocupen ellos? -Kurama negó con la cabeza, como dando a entender que algo no estaba bien. El hombre volvió a suspirar pero con tristeza.
-Naruto, mi tiempo en este mundo se acaba. Mis poderes son limitados y no dispongo de suficiente vida como para vivir otras aventuras en las dimensiones. Ya estoy demasiado viejo... -eso llenó de tristeza el corazón del rubio y de Kurama- Tanto Aang como Son Gokú no pueden hacer todo ellos solos -Su recién descubierto padre y único pariente que lo quería iba a morir, pensó detenidamente en el asunto. Debía hacerse cargo de todo. El chico asintió con una sonrisa.
-¡Puedes contar conmigo Otousan, salvaré las dimensiones y ayudaré a todos! -exclamó levantando su puño en el aire. Kurama soltó una sonora carcajada mientras Hagoromo reía también.
-No lo harás tú sólo Naruto, me tienes a mi -dijo Kurama, resuelto a que tenía que ayudarlo en su misión- sé que dejaré atrás todo, incluso a Matatabi pero esto requiere de toda la ayuda disponible -resolvió volviéndose al sabio quien le asintió con la cabeza.
-Me alegro que hallan aceptado este encargo, espero que puedan llevarse bien -dijo acercándose a ambos chicos y les puso una mano en ambas cabezas y les revolvió el cabello- ahora, síganme -los dos asintieron y siguieron al sabio por el corredor.
-¿Qué te sucede Sasuke, por qué desde hace días que estas más frío y solitario que de costumbre? -el chico lo miró, Kakashi nunca entendería su dolor.
-Eso no es asunto tuyo ni de Sakura ¡Ni de nadie! -concluyó gritando. Kakashi chasqueó la lengua decepcionado.
-Yo también me preocupo por él, pero no creo que esté muerto Sasuke-kun, realmente no... -el Uchiha se puso de pie de un salto y la miró con ira.
-¿¡Qué sabes tú de mis sentimientos estúpida?! ¡Por mi culpa ha muerto, siempre es lo mismo conmigo! -gritó y se alejó corriendo de su sensei y de Sakura.
La chica lo vio correr y se llenó de tristeza y arrepentimiento. Siempre había sido dura con Naruto, siempre lo maltrataba y él sólo quería ser amable con ella, sólo eso.
-No te preocupes Sakura, yo estoy seguro que Naruto no está muerto. No creo que ese cabezahueca haya abandonado este mundo, eso es lo que creo... -dijo poniéndole una mano en el hombro de la pelirosa. La chica se volvió con lágrimas en los ojos y lo abrazó con desesperación mientras rompía en llanto.
-Esto es incómodo... -dijo Naruto tocándose la túnica que tenia puesta. Era amarilla y naranja. Tenía una manta naranja sobre una camisa amarilla de manga larga, un cinturón marrón, pantalones amarillos con la parte trasera marrón y botas marrones que le llegaban a las rodillas. En su espalda había un largo bastón que le daba cierta curiosidad al muchacho- ¿Por qué Kurama no se tuvo que vestir de esta forma? -preguntó al sabio. El Kyubi soltó una carcajada burlándose del muchacho.
-Por que él viajará en tu interior. No puede permanecer mucho tiempo en el mundo exterior - respondió Hagoromo volviendo a poner una mano en el cabello del Kyubi. El rubio asintió aún sin estar del todo convencido- además esa es la túnica de los nómades aire -resolvió el sabio.
-¿Los nómades aire? -preguntó confundido. Hagoromo asintió.
-Exacto. Bueno ya están listos para partir, te haré un resumen de la dimensión -el rubio asintió con su total atención puesta en su padre.
-En aquella dimensión existe el chakra, aunque no podrás usar tus jutsus -Naruto se sorprendió.
-¿Nani? ¿entonces cómo combatiré? -preguntó confundido. El hombre levantó una mano para indicarle que esperara.
-No te adelantes hijo mío. Como decía, no existen los jutsus, allí existe el control de los elementos solamente.
-¿El control de los elementos? -preguntaron Kurama y Naruto al unísono. Hagoromo volvió a asentir.
-Así es, cada ser humano nace con un tipo de elemento especial y esos son: Agua, Tierra, Fuego y Aire. Dependiendo de la persona cada ser puede manejar un único elemento a excepción del Avatar.
-¿El Avatar? -preguntaron una vez más interrumpiéndolo.
-Hai, el Avatar es el espíritu del planeta encarnado en un individuo humano capaz de controlar los cuatro elementos. Es el vínculo entre el mundo de los espíritus y el mundo humano, y su misión es mantener el balance en el mundo. Ha habido incontables reencarnaciónes del Avatar desde tiempo inmemorables. Cuando el Avatar muere, el espíritu reencarna inmediatamente en un recién nacido, quien se convierte en el siguiente Avatar. El Avatar se reencarna en cada nación, siguiendo el orden: Tribu Agua, Reino Tierra, Nación del Fuego y Nómadas Aire. En este caso el Avatar es Aang -concluyó el sabio. Los chicos se miraron confusos, era una dimensión bastante extraña.
-Pero entonces ¿Qué elemento podré emplear? -preguntó esperanzado. Aquella idea le agradaba bastante. Se vio a si mismo dominando el fuego o la tierra y destrozando a sus enemigos. Se encontró divagando un momento pero luego volvió a observar a Hagoromo.
-Ya lo averiguarás, Aang será tu maestro y amigo. Es parecido a ti así que no debería haber ningún problema. Un amigo mío se pondrá en contacto contigo y con Aang cuando llegues allí.
-¿Acaso hay algún Rikudo Sennin en esa dimensión? -preguntó confundido el rubio. Kurama se golpeó la frente en respuesta a la pregunta, no podía ser tan tonto. El sabio rió.
-No exactamente... , en fin deben partir. Kurama, te volveré a sellar dentro de Naruto -el chico asintió, le dedicó una reverencia a Naruto y desapareció de su vista.
El sabio sonrió de nuevo y se dió media vuelta, en la misma vacía habitación donde Naruto lo había encontrado usó su shakujo y creó una especie de esfera blanca en el centro del cuarto, algo así como un portal a otra dimensión.
Le indicó a su hijo que se acercara a él, el chico obedeció y se colocó a su lado.
-Naruto, una vez que llegues allí descubrirás todo. Pídele a Aang que te cuente todo sobre el señor del fuego Ozai -resolvió el sabio. Naruto ahora estaba más confundido que antes.
-¿Quien es Ozai? -preguntó. Su padre no respondió y lo sostuvo en un fuerte abrazo.
-Cuídate hijo mío -dijo y empujó al rubio por el portal blanco.
Se vio cayendo por un interminable vacío. Todo se volvía más oscuro a cada metro que descendía, vio una apertura, como una hendidura en el vacío. No tuvo más opción que cruzarla ya que estaba cayendo. Luego cruzó a la segunda dimensión.
Acá termina el primer capítulo. Como verán es un fic que pienso hacerlo bien largo (en cuanto a capitulos) en fin espero que les haya gustado. Solo pido si pueden dejar sus review indicando sus críticas.