¡Hola chiicaas! De nuevo por aquí con otra nueva locura!

Quiero agradecerle a mi querida Beta LoveBrunito por colaborarme tanto en esta historia y por dejar un poco de lado su TEG para trabajar en esto jaja! (RP&T)

Como saben, los personajes no me pertenecen, son de la gran S. Meyer! La historia si es mía y fue beteada por LoveBrunito.

¡Espero la disfruten!


El sol se filtraba incesantemente por una de las ventanas de la habitación provocando que un gruñido saliera de mi pecho. Diablos, anoche había llegado tan exhausto que olvidé cerrar las cortinas para evitar este desagradable despertar; con un suspiro y a regañadientes abrí poco a poco mis ojos y lo primero que entró en mi campo de visión fue el reloj que ya marcaba las once de la mañana, me sorprendí al darme cuenta que había dormido más de doce horas seguidas, ya que en los últimos dos meses mis horas de sueño fueron prácticamente nulas.

Me puse en pie lentamente y mientras me dirigía al baño observé mi habitación, las maletas que traje la noche anterior se encontraban en el suelo, y sólo pude hacer una mueca al pensar en desempacar y ordenar nuevamente en su lugar todas mis cosas. Ésta era la peor parte de las giras, podía soportar los días donde apenas lograba dormir un par de horas, podía soportar a la prensa y las presentaciones que me dejaban exhausto, pero si algo no podía soportar era empacar, o en este caso, desempacar. Mi asistente siempre se ofrecía a ayudarme con tan tediosa tarea, pero que a pesar de tenerle mucha confianza a Kate, no podía evitar sentirme incómodo con la idea de que alguien más husmeara en mis cosas personales, porque si, soy muy celoso con mis cosas y mi vida personal.

Siempre había valorado mi privacidad, pero en los últimos años de mi vida, y debido a toda la exposición que generó mi súbito salto a la fama, había aprendido a valorarla aún más. El hecho de que la mayor parte de las personas se acerquen a mi buscando obtener algún beneficio me convirtió inevitablemente en una persona más desconfiada, y a su vez me hizo ver cuán valiosos son aquellos que me han acompañado desde antes de iniciar toda esta locura de ser una "estrella".

Apenas había terminado de ducharme cuando mi teléfono empezó a sonar, estuve tentado en dejar que cayera el buzón, todos sabían que después de una gira tan larga necesitaba por lo menos dos días para poder recuperar parcialmente toda la energía perdida, pero debido a la gran insistencia decidí contestar.

-"¡Eddy!"- la estridente voz de mi primo me saludaba desde el otro lado de la línea, y yo rodeé los ojos ante el apodo, después de tantos años aún no lograba que dejara de llamarme así.

-"¿Qué ocurre Emmett?"- le pregunté suspirando, espero que sea algo realmente importante, sino sería capaz de ir a patear su enorme trasero en este mismo instante.

-"Levanta tu trasero de tu gran cama y enciende la tv, canal 6"- fruncí mi ceño ante su extraño pedido y aún sin colgar la llamada encendí mi televisor.

Ante mi se encontraba una rubia siendo entrevistada en uno de esos programas de farándula que tanto detestaba, fruncí el ceño nuevamente en señal de confusión, aquella chica a la que entrevistaban se me hacía vagamente familiar, sabía que la conocía de algún lugar pero no podía recordar de dónde, hasta que dijeron su nombre y supe inmediatamente de quien se trataba… Lauren Mallory, antigua compañera del instituto y que sin lugar a dudas se había practicado más de una cirugía desde que nos graduamos. –Demonios- pensé, ¿cómo alguien puede pensar que se ve atractiva después de tantas intervenciones quirúrgicas? Se veía totalmente plástica, y si unos años atrás jamás llamó mi atención, ahora muchísimo menos.

Estaba apunto de insultar a Emmett por llamarme con tanta insistencia sólo para hacerme ver a la plástica de Lauren cuando ella dijo algo que llamó totalmente mi atención.

-"Oh si… Como dije, Edward y yo fuimos novios por mucho tiempo durante el instituto y nos divertimos muchísimo pero tuvimos que separarnos después de la graduación, fue un golpe muy duro, ambos nos amábamos con locura pero lamentablemente debíamos tomar caminos distintos… Recuerdo que durante mucho tiempo Edward me llamaba cada noche diciendo que me extrañaba, al igual que yo a él, pero no había nada que hacer, él quería ser cantante y yo debía quedarme en Washington para estudiar…. Pero si, yo fui el primer gran amor de Edward."-

Al escucharla hablar mis ojos casi se salen sus órbitas, ¿de dónde había sacado ella esa historia tan bizarra? ¡Por Dios! Ni loco hubiese tenido algo con Lauren, nunca, jamás hubiese sido capaz de intentar algo con esa rubia hueca que sólo sabía hablar de ropa y maquillaje.

-"Esa bruja"- resoplé y como respuesta escuché una gran carcajada desde el otro lado de la línea, por un momento había olvidado que aún estaba al teléfono con Emmett.

-"Dime que todo eso no es más que un bizarro invento Eddy… Sé que tuviste una novia secreta en el instituto, pero por favor dime que no fue ella"- Emmett habló divertido.

-"¡Demonios, no! Sabes que jamás le presté atención a Lauren"- casi grité y un suspiro de alivio se escuchó desde el otro lado.

-"Gracias al cielo Eddy, no podría verme emparentado con esa hueca"- Emmett soltó una risita y yo no pude evitar acompañarlo, tampoco podía imaginarme unido a ella ni en un millón de años.

Después de un par de comentarios más finalicé la llamada con Emmett y me senté en la orilla de mi cama riendo divertido por lo que acababa de ocurrir, y es que no era la primera vez que me encontraba en una situación de este tipo, ya que desde que mi música me convirtió en una celebridad empezaron a surgir grandes amigos e inolvidables ex novias como por arte de magia.

Todos mis ex compañeros del instituto se hacían llamar mis mejores amigos y compañeros de juerga, y todas las que alguna vez fueron porristas juraron que alguna vez tuvieron una noche de pasión junto al gran Edward Cullen. Obviamente todas y cada una de esas declaraciones eran falsas, mi único amigo en el instituto fue Emmett -mi primo- y novias... bueno, solo una durante esos años.

Nunca entendía que querían lograr con esas declaraciones… cinco minutos de "fama" quizás, pero no obtenían nada más que eso.

En mi época de instituto siempre fui bastante tranquilo, no era el típico nerd al que todos molestaban, ni tampoco fui el chico rudo y rebelde que destrozaba todo a su paso, fui un chico normal, tranquilo, con buenas calificaciones y al ser primo del capitán del equipo de fútbol americano, gozaba de cierta popularidad.

Siguiendo un impulso me acerqué a mi closet y en el fondo de éste encontré mi antiguo anuario, dirigiéndome nuevamente a mi cama abrí aquel libro que desde hace mucho tiempo había olvidado. Allí estaban las fotos de todos, mis "mejores amigos" y mis "novias" o "amantes", todos en algún momento habían dicho ante las cámaras que fueron muy cercanos a mí y que me conocían mejor que nadie... Mike -mi primer supuesto mejor amigo- , Tyler, Eric, Jessica -Mi supuesta primera novia-, Tanya...

Todos habían inventado una historia pero sin duda la peor hasta ahora ha sido la de Lauren, esa chica si que tiene problemas pensé divertido. Seguí pasando mi vista por las fotografías de mis antiguos compañeros, quienes dieron "reveladoras" entrevistas sobre mi pasado para obtener sus cinco minutos de fama… Todos menos ella, su fotografía era la última del anuario y al verla una sonrisa tonta se instaló en mis labios, sus expresivos ojos chocolates tenían ese brillo característico que la hacía tan especial, y sentía que me veía directamente a mí. No pude evitar llevar mi mano hacia ella, imaginando que no acariciaba una simple fotografía sino que se trataba de su rostro. Ella, la única que si podría hablar con la prensa y contar una historia verdadera sobre mí, sobre ambos… pero era la única que no lo había hecho.

Ver su fotografía después de tanto tiempo hizo que mi corazón se acelerara de una manera que hace mucho tiempo no experimentaba, y sin poder evitarlo, como si de una película se tratara, comencé aevocar los recuerdos de todo lo que habíamos vivido.

**FlashBack**

Ahí estaba ella como siempre, el único incentivo que tenía para no dormirme en las clases de historia, con su largo cabello caoba y sus profundos ojos chocolates que se negaban a desaparecer de mis sueños. Ella, Isabella Swan... La chica que me vuelve loco desde que llegó a Forks hace un año, a quien he anhelado llegar a conocer pero no me he atrevido siquiera a intentar entablar una conversación. Solo me dedicaba a observarla desde lejos cada día... Si, muy patético, lo sé.

Desde que llegó al pueblo pude notar que era una chica bastante tranquila, tímida y algo solitaria. Ahora, a un año de su llegada, no ha habido un gran cambio; a pesar de que saluda a gran parte del alumnado del instituto, ella sigue sin ser conversadora ni muy cercana a alguno de sus compañeros, aunque en el almuerzo comparta la mesa con alguien más, siempre se encierra en su propio mundo con sus auriculares y un libro en sus manos, o simplemente se quedaba mirando hacia el bosque... Si, conocía muy bien cada pequeño detalle de esta enigmática chica, y era eso precisamente lo que me detenía, si en un año no se había acercado a nadie ¿por qué lo haría conmigo? .Si yo le confesara lo que siento por ella, lo más probable es que le diera un ataque de risa, o saliera huyendo.

Siempre me imaginaba confesándole lo que siento y recreaba una escena donde ella me correspondía, pero sabía que eso solo ocurriría en mis más locos sueños. Me conformaría con espiarla por el resto del año y deleitarme con cada uno de sus gestos y movimientos.

La clase de historia pasó demasiado rápido para mi gusto, y es que como el enfermo que soy, nunca lograba pasar suficiente tiempo junto a ella - bueno, técnicamente detrás de ella porque ocupaba el asiento tras Bella en esta clase-.

Esa tarde como siempre -o casi siempre- fui a Port Ángeles, y es que mi más grande pasión siempre ha sido cantar y componer, por eso aprovechaba mis tardes libres para venir hasta acá y cantar en algún local. Nadie además de mi familia sabe sobre mi pasión, nunca he sido tan cercano a mis compañeros del instituto -con excepción de Em, claro- como para contarles esta especie de secreto que tengo.

Hoy, como desde hace un par de días, iba a cantar en una cafetería que abrieron hace un par de semanas en una calle llena de librerías, la verdad es que la cafetería era bastante acogedora y la gente muy tranquila.

Como siempre pasaba, me subía al escenario improvisado que tenían y cantaba algunas de mis canciones; desde mi posición lograba observar como varios clientes dejaban de hacer lo que los tenía ocupados y se dedicaban a escucharme atentamente, pero hoy, a diferencia de cualquier otro día, a mitad de una de mis canciones alguien entró a la cafetería y acaparó de inmediato toda mi atención... Isabella estaba aquí y yo jamás en mi vida me había sentido tan nervioso como en este momento, ¿qué hacia ella aquí?,¿cómo llegó?, de entre todas las cafeterías en Port Ángeles ella vino a parar a ésta. Y observándola un poco más encontré la respuesta, ella llevaba una pila de libros en sus brazos, con un pocode esfuerzo pudo colocarlos sobre una mesa mientras se sentaba y como el resto de los clientes se dedicó a escucharme. Claro, ella era aficionada a la lectura y es obvio que una calle llena de librerías seria como el paraíso para ella.

De todos los estudiantes del instituto de Forks justamente ella vino a dar con esta cafetería, una sonrisa involuntaria curvo mis labios mientras cantaba y continuaba observándola; al verme sonreírle bajó la mirada -podría jurar que se había sonrojado- y ¡Oh por Dios!, ella también me sonrió. Un simple gesto de su parte hizo que mi corazón comenzara a latir desbocado... Si, sé que es realmente patético, pero no podía evitar emocionarme como un tonto por el hecho de que ella pudiera fijarse en mí.

Yo seguí cantando, esta vez solo observándola a ella, quien se quedó escuchándome sin apartar su mirada, y haciéndome así aún más feliz.

Después de un par de canciones más, di por terminada mi participación y ella fue la primera en ponerse de pie y aplaudirme con mucha energía. Podría jurar que jamás en mi vida me había emocionado tanto con los aplausos del público. Sin pensarlo y una vez los aplausos terminaron, me acerque hasta su mesa; no sabía que demonios le diría pero algo me impulsaba a ir hasta allí, quizás seria mi única oportunidad de cruzar algunas palabras además de un simple saludo.

Al llegar a su lado, una sonrisa hermosa se instaló en sus labios deslumbrándome por completo y me vi como idiota respondiendo también con una sonrisa y el latir desquiciado de mi corazón.

-"¡Cantas hermoso Edward!"- dijo emocionada, y para mi sonó como un coro de ángeles ¿qué canto hermoso? Ella con solo hablar opacaría a cualquiera.

-"Gracias"- Respondí un poco tímido, y es que por favor, ni en mis mas locos sueños me hubiese imaginado que ella me escucharía cantar alguna vez.

-"No recuerdo haber escuchado alguna vez que cantabas"- comentó ella pensativa y eso hizo que mi corazón se detuviera un instante, ¿sería posible que estuviera atenta a lo que hago al igual que yo lo hago con ella? Esa posibilidad me hacía inmensamente feliz.

-"En realidad nadie lo sabe, solo mi familia"- expliqué, para luego agregar -"Y ahora tu"- le dediqué una sonrisa y esta vez no cabía duda de que se había sonrojado, demonios, se veía más adorable aún.

-"Mantendré tu secreto entonces"- me respondió con una pequeña sonrisa; y en este instante podría morir en paz, y nada más me importaría.

-"¿Te gustaría tomarte un café conmigo?"- pregunté aprovechando mi momento de valor, ella al escucharme echo un rápido vistazo a su reloj pero asintió con una sonrisa.

-"De acuerdo, pero no puedo demorar mucho si quiero tomar el transporte de las 6 hasta Forks"- Comentó dejándome confundido... ¿Vino sola a Port Ángeles y sin su camioneta? ante la duda no me quedaba más que responder.

-"¿Y tu camioneta?"- pregunté y ella soltó una risita al escucharme.

-"Oh no, amo a mi camioneta pero sé que no seria capaz de traerme hasta aquí, o al menos no en poco tiempo"- comentó y esta vez fue mi oportunidad de reír junto a ella, era cierto, su gran camioneta era bastante vieja y dudaba seriamente que acelerara a mas de 40km por hora.

-"Yo puedo llevarte"- le ofrecí con la esperanza de que aceptara. -"Si quieres, claro"- agregué rápidamente y ella asintió.

-"Me encantaría"- respondió con una sonrisa que yo correspondí.

Esa tarde fue simplemente la tarde más feliz de mis diecisiete años de de tantas cosas sentados en esa cafetería, descubriendo que teníamos muchísimas cosas y gustos en común, era increíble pero sentía como si no fuera la primera conversación real que sostenía con ella, todo fluía tan naturalmente que cualquiera podría pensar que somos viejos grandes amigos compartiendo un café.

Frente a mi no estaba la chica tímida y solitaria que acostumbraba a ver en el instituto, yo veía a una Isabella extrovertida y conversadora que me tenía hechizado. Supongo que me quedé observándola fijamente como idiota por más tiempo de lo debido porque ella de pronto paró de hablar y me veía divertida.

-"¿Qué sucede Edward?"- preguntó entre confundida y divertida. Si, definitivamente me había quedado observándola como un idiota.

-"Yo… yo sólo estaba pensando que pareces una Isabella distinta, siempre eres tan callada"- dije solo la mitad de la verdad, no podía decirle que la veía como tonto pensando que es lo más hermoso que he visto en mi vida. Ella al escucharme me sonrió dulcemente antes de empezar a hablar una vez más.

-"Para empezar, llámame Bella…Isabella es muy formal"- dijo aún con su bella sonrisa y yo estuve de acuerdo con ella, su nombre era muy formal, además, Bella le quedaba mucho mejor.

-"Bella... Me gusta."- le dije y ella asintió satisfecha sonrojandose en el acto, viéndose aún más adorable, pero antes de que pudiera decir algo sobre su hermoso sonrojo ella siguió hablando.

-"Y con respecto a lo que dijiste, sé que en el instituto sólo se preocupan por saber un poco más de ti sólo por el deseo de obtener el último chisme del momento… Prefiero encerrarme en mi mundo de música y libros antes de darles algo de que hablar"- ésta vez ella hablaba muy seria, y yo la entendía perfectamente, sabía que todos allí sólo se preocupaban por sí mismos y que su mente era tan profunda como un charco. –"Supongo que tú me entiendes, por eso sólo andas con Emmett"- agregó y yo asentí nuevamente dándole la razón, pero algo me llamó la atención, y es que esto último que ella dijo me confirmó que quizás, sólo quizás, ella si me observaba en el instituto al igual que yo lo hacía con ella.

La tarde transcurrió entre charlas y risas por parte de ambos. Y allí, mientras charlábamos en esa cafetería rodeados de gente yo descubrí que estaba total y perdidamente enamorado de Bella Swan.

Esa noche como le prometí, la llevé hasta su hogar, y una vez estuve en el mío, dormí con una sonrisa de idiota pintada en el rostro que no se quitaría fácilmente.

Al siguiente día desperté con un ánimo renovado y con la clara intención de volver a salir con Bella, no permitiría que esa tarde que pasamos ayer se quedara como un simple recuerdo, por eso en la clase de historia estaba apunto de sufrir un colapso, demonios, ¿qué tan difícil podría ser invitarla a salir?, lamentablemente mi cerebro no dejaba de imaginar escenarios donde ella me rechazaba, lo que aumentaba considerablemente mi estado de nervios.

La clase terminó en un abrir y cerrar de ojos, sabía perfectamente que Bella siempre era la última en salir de cada clase, por lo que hice tiempo recogiendo mis cosas hasta que quedamos a solas en el aula.

-"Bella"- llamé su atención y ella de inmediato me brindó una de sus hermosas sonrisas.

-"Hola Edward"- me saludó y no pude evitar emocionarme.

-"Yo… Esta tarde volveré a tocar en un local de Port Ángeles y… me preguntaba si quizás te gustaría ir y luego podríamos comer algo…"- diablos, los nervios estaban haciendo estragos en mí y lucía como un completo idiota. Estuve apunto de dar media vuelta antes de seguir quedando como un tonto pero Bella respondió antes.

-"Me encantaría ir Edward"- Una suave sonrisa y un leve sonrojo se instalaron en su rostro y yo no pude hacer más que sonreír ampliamente.

-"Entonces paso por ti a las tres"- dije entusiasmado, siguiendo un loco impulso me incliné y rápidamente dejé un beso en su mejilla antes de salir casi disparado del aula.

Sentí como si el resto de la mañana duró alrededor de 24 horas, a cada momento veía el reloj que parecía no avanzar. Cuando finalmente salimos de clase me dirigí lo más rápido que pude a mi casa, donde después de comer tomé una ducha y puntualmente a las tres de la tarde estaba tocando a la puerta de Bella. Me recibió con su ya habitual sonrisa y con un tímido beso en la mejilla que me dejó clavado en el sitio y luchando por controlar el latir a mil por hora de mi corazón.

Esa tarde fue simplemente mágica, Bella me escuchó cantar al igual que ayer y nuevamente fue la primera en aplaudirme y felicitarme.

Luego de eso la invité a cenar a un bonito pero tranquilo restaurant, la verdad es que no me cansaba de hablar con Bella, era tan inteligente, graciosa y audaz que era imposible aburrirse a su lado.

Desde que desperté había decidido que este era el día de los riesgos y así seguiría siendo, por lo que tomando una gran respiración me atreví a hablar.

-"Bella yo… quiero decirte algo"- hablé captando totalmente su atención por lo que me miraba fijamente –"Tú me gustas mucho Bella, desde hace mucho tiempo… Siempre te observaba en el instituto pero por cobarde nunca me había atrevido a acercarme a ti, pero ayer, cuando te vi entrar en esa cafetería, me di cuenta que no podía permitirme perder esa oportunidad, quizás te parezca muy apresurado pero en realidad me gus…"- pero no pude continuar porque Bella colocó uno de sus dedos sobre mis labios para hacerme callar mientras me veía con una linda sonrisa y un brillo especial en la mirada.

-"Tu también me gustas Edward… desde el primer día que te vi"- confesó en un susurro, un susurro que cortó mi respiración e hizo latir furiosamente mi corazón, un susurro que me convirtió en el hombre más feliz.

Al escucharla hablar, tomé con delicadeza la mano que tenía sobre mis labios, para después poco a poco inclinarme hacia ella y unir nuestros labios para el ansiado primer beso… el primer beso de muchos.

Bella estaba totalmente sonrojada y yo tampoco podía controlar mi emoción, rayos, si por mi fuera detuviera el tiempo en este mismo instante y me quedaría aquí junto a ella toda la vida, pero entonces recordé un detalle muy importante, algo que debía preguntarle antes.

-"Entonces… ¿Quieres ser mi novia?"- pregunté con una sonrisa.

-"Claro que quiero Edward"- respondió para esta vez ser ella quien se inclinara y uniera nuestros labios nuevamente… Y hoy, aquí en este restaurant, oficialmente era la persona más feliz del mundo entero.

Los meses fueron pasando y nuestra relación se hizo más solida, cada tarde después del instituto buscaba a Bella y pasábamos el día juntos, poco a poco mis presentaciones en los locales de Port Ángeles fueron más seguidas y un poco más concurridas, incluso en varias ocasiones me presenté en Seattle. Y en todas y cada una de mis presentaciones Bella me acompañaba y me apoyaba, se convirtió en mi más grande fanática y en mi mayor inspiración al componer mis canciones.

Sin embargo, a pesar de que nuestra relación era sólida y nos amábamos, nadie sabía sobre lo nuestro, nunca habíamos hablado sobre eso, pero fue como un tácito acuerdo al que queríamos que nadie más interfiriera en nuestra relación, ambos fuimos siempre bastante reservados así que no necesitábamos decirle a todo el mundo sobre nuestros sentimientos pues teníamos claro lo que sentíamos el uno por el otro.

Emmett sospechaba que tenía una relación con alguien pero siempre respetó mi silencio y no hacía mayores preguntas por pasar menos tiempo en casa.

Como dije, el tiempo fue pasando hasta que el día de nuestra graduación llegó, un día que contrario a lo que muchos pensaban era el día más triste de mi vida. Era el día en que nuestros caminos se separarían, yo había decidido hace mucho irme a Los Ángeles apenas terminara el instituto, para perseguir mi sueño y poder vivir de mi pasión: la música.

Sabía que el mejor lugar para intentar conseguir mi sueño era California, de hecho, ya un busca talentos que asistió a una de mis presentaciones en Seattle me pidió que lo buscara en cuanto me mudara a Los Ángeles. Sin embargo, intenté cambiar mis planes cuando Bella recibió aquella increíble beca de la Universidad de New York, una oportunidad que ella no podía rechazar, y yo sería capaz de seguirla a otro planeta si fuese necesario.

Pero Bella sabía cual era mi gran sueño, por lo que insistió en que debía perseguirlo y no desperdiciar mi talento. Como mi más fiel seguidora estaba convencida de que triunfaría y me convertiría en una gran estrella –según sus propias palabras-, además ella no podría vivir sabiendo que se interpuso en el camino para cumplir mi sueño.

Fue una decisión muy dura y nos causó mucho dolor, pero era algo que debíamos afrontar y por eso hoy, el día de nuestra graduación, recibíamos nuestros diplomas y nos despedíamos para tomar caminos separados hacia dos puntas opuestas del país.

**Fin FlashBack**

Recordar todo lo que viví con Bella siempre me hacía sonreír tontamente, y es que aunque tratara de negarlo, jamás había podido olvidarla por completo, sus hermosos ojos chocolate seguían apareciendo en mis sueños y siempre despertaba deseando que ella estuviera a mi lado. Cada vez resulta más difícil aceptar la realidad, la que me muestra que hace alrededor de siete años no la veo, y que ni siquiera sé si seguirá viviendo en New York o estará en algún otro lugar.

De pronto, una loca idea cruzó por mi mente, fui en busca de mi calendario de presentaciones en los próximos meses, y si, tal y como recordaba en un par de semanas iríamos a New York. Inmediatamente tomé mi celular y llamé a Jenks, el único que podría conseguir la información que necesitaba.

Una amplia sonrisa se instaló en mi rostro… quizás podría volver a verla después de tanto tiempo.


¿FIN?


¿Qué les pareció? Si les gustó o si la odiaron me lo pueden dejar saber por un Review... ¡Son gratis! Jajaja!

En fin, espero que hayan disfrutado de la historia así como yo disfruté escribiéndola y abandonando por un momento mi TEG xD

¡Nos leemos pronto! (Espero xD)

RP&T