Aquí estoy con una historia nueva. Espero que les guste

Dejen sus comentarios, que les pareció y todo lo que quieran

:D

Ahí estaba ella, arrimada a la pared de aquel puente. Sus ojos perdidos en el infinito, no le importo que fuera de noche y que el frio se sentía hasta en sus huesos, no quería volver… para que, para que tomaran decisiones por ella. No estaba dispuesta a la mismo de siempre, ya era la quinta vez que se mudaban, aunque eso nunca le importo. Un viento soplo por sus piernas descubiertas ya que llevaba una falda oscura, sus botas solo cubrían hasta un poco mas debajo de las rodillas, su cuerpo se estremeció por completo, se abrazo así misma y se dejo caer al suelo, las lagrimas comenzaron a bajar por su rostro sin permiso, se sentía impotente, se sentía atrapada, se sentía miserable, porque tenia que cargar con todo el peso, porque desde que sus padres murieron tuvo que caer en el miserable destino que le esperaba, ser separada de sus hermanas, ser adoptada por unas personas miserables, ser abusada casi toda su vida, pero estaba harta. Años practicando artes marciales a escondidas tenían que servir de fruto. Empuño sus manos con tanto coraje que sentía como sus uñas se clavaban en su piel, ya no mas. Lo decidió, estaba decida a escapar de esa cárcel en que la mantenían, se detuvo en el puente para pensarlo mejor pero, ya estaba echo, no podía volver atrás. Había golpeado a la pareja de escorias que la mantenían en casa y escapo, años siendo maltratada por esos dos, años siendo humillada por las demás personas por su forma de vestir, no había tenido amigos toda su vida, la verdad ella no confiaba en nadie, pero tenia que sobrevivir al mundo sola. Se levanto del lugar y busco en su mochila todo lo que había sacado de la casa antes de irse.

Saco algo de comida, agua, y lo mas importante…dinero, tenia dinero suficiente como para salir de ese infierno y mudarse a otro lugar, el dinero que legalmente le pertenecía, ya que ella era la que hacia el trabajo sucio. Robar en varias ocasiones, drogar a hombres morbosos de solo recordarlo se le revolvía el estomago, todas las fechorías que esas escorias la mandaban hacer tenían que pagarlo tarde o temprano, su resentimiento y su furia fue creciendo toda su vida hasta que exploto. Escapo y golpearlos hasta casi matarlos era lo que se merecían

-ratas… - dijo mostrando una media sonrisa, siguió su camino hacia la libertad, tenia que irse de Osaka, tenia que ir algún lugar donde nadie la conociera, porque no los había matado para que no la encontraran. No se atrevía ella no era como ellos, decidió empezar de cero, a sus 17 años sabia lo que tenia que hacer para estar en la escuela, lo necesitaba para salir adelante, había seguido clases a distancia cuando ellos le daban ratos libres que eran pocos. Corrió hasta la estación de autobús que estaba cerca y se monto en el bus que iba camino a Nerima, nunca había escuchado hablar de ese lugar así que seria perfecto.

Las horas pasaron volando, se había quedado dormida en el bus, cuando llego al lugar ya era de día, maldita la hora en que salió sin abrigo, paso toda la noche con frio, todo el maldito viaje con frio, bajo del autobús algo mareada, se aferro bien a su mochila, y camino hasta salir de la estación.

No sabia a donde iba, todo se estaba volviendo borroso, se detuvo colocando su mano en la pared para afirmarse y also la mirada buscando algún lugar en donde quedarse a descansar, nada todo era solo tiendas, las personas caminaban haciendo compras, paso su vista rápidamente hacia el semáforo, estaban titilando las luces, primero cambiaban de rojo a verde y luego viceversa, observo a una mujer de cabello recogido cruzando la calle con calma, pero en ese presiso momento el semáforo cambio de color a verde.

La señora estaba apunto de sufrir un accidente, sacudió su cabeza rápidamente y corrió a toda velocidad, tomo a la señora en brazos y de un solo movimiento la coloco en su espalda y de un brinco llegaron a la vereda. La mujer sorprendida y asustada llevo su mano al pecho de la impresión, luego vio a la joven que acababa de salvarle la vida

-niña, muchas gracias… – dijo la mujer, luego vio el semblante de aquella joven no se veía para nada bien, estaba roja y sus ojos entrecerrados, tomo su rostro con sus manos y se dio cuenta que aquella joven estaba hirviendo en fiebre, rápido paro un taxi y le pidió al chofer que la ayudara a subir a la joven al taxi, le dio la dirección y el señor la llevo.

Al llegar a casa, bajo del taxi pidiéndole al señor que la esperara un momento

-Genma! Ayudame por favor – la señora llamo a su esposo desde la entrada, el hombre del turbante en la cabeza salió al llamado de su esposa

-que sucede querida? – se dio cuenta de que la mujer tenia un aspecto preocupante, la mujer lo tomo de la mano y lo llevo hacia la calle donde el taxi la estaba esperando

-esta joven me salvo la vida, y esta muy mal. Ayudame a llevarla adentro – nodoka agradeció al taxista por las molestias, genma la ayudo a su esposa a llevar a la muchacha hacia la casa. La llevaron hacia la habitación de arriba. Nodoka le pidió amablemente a su esposo que le trajera un recipiente con agua y un pañuelo.

La mujer comenzó a desvestir a la chica para ponerle la ropa de su otra hija que seguro tendrían su misma talla, la joven murmuraba entre sueños, nodoka se dio cuenta que la fiebre era grave ya que la chica no dejaba de temblar y la fiebre no bajaba por nada, le saco la blusa y al darle la vuelta, se dio cuenta de algo horrible. Tenia cicatrices en casi toda su espalda, eran cortadas y golpes, su corazón se estremeció y en sus ojos comenzaron asomarse algunas lagrimas. Como una chica tan bonita como ella podía ser maltratada de esa manera, solo un alma despiadada podía hacerle eso. Paso su mano por su cabello largo, era negro con destellos azulados, su piel blanca pero ahora sudorosa por la fiebre, busco alguna otra marca en su cuerpo y se llevo otra sorpresa al ver sus muñecas, saco todas las pulseras que cargaba y vio lo que hiso que las lagrimas que estaba reteniendo salieran por fin de sus ojos.

Sus muñecas marcadas con cortadas, sin duda esta linda niña había querido quitarse la vida. Su vida tendría que ser demasiado dura para tener tantas marcas en su cuerpo se dispuso a cambiar de ropa a la chica con algo mas abrigado, la arropo de pies a cabeza con las sabanas mas abrigadas que tenia guardadas en la casa.

Su esposo llego con agua y el trapo, también con algunos medicamentos

-como esta? – pregunto su marido a la mujer que se mantenía sentada alado de la chica cuidándola

-no lo se, llamare al doctor tofu para que la revise, por ahora será mejor que la fiebre le baje – hiso una pausa para tratar de hablar mejor – esta joven me salvo querido, si no fuera por ella en este momento no estuviera aquí –

-fue un angel que cayo del cielo amor – ambos observaron a la chica como su rostro se retorcía de alguna molestia, sudaba y temblaba algo que preocupo a la pareja de esposos

-ire por el doctor – dijo el hombre, nodoka asintió con la cabeza mientras cambiaba el paño de agua y lo colocaba en su frente.

Genma estaba bajando las escaleras, cuando sus hijos recién estaban llegando a la casa. Los jóvenes notaron que el rostro de su padre se veía algo preocupado, ukyo su hija menor decidió no decir nada ya que su padre lo los miro y salió de la casa diciendo "enseguida regreso"

-que estará pasando? – pregunto la joven a su hermano

-no lo se, y no me interesa ire a entrenar – dijo el chico dándole poca importancia al comportamiento de su padre

-ranma! Ya deja de comportarte asi! – le grito ukyo desde las escaleras, su hermano solo volteo a verla, siempre había visto esa mirada de rencor en su hermano, esa mirada que conocía apenas tres años atrás cuando sus padres le anunciaron que su hermano llegaría de un viaje de entrenamiento, llego a casa pero con rencor, no era el hermano amoroso que esperaba

-yo nunca le interese, a mi tampoco me tiene que interesar – fue lo ultimo que dijo antes de desaparecer de su vista.

El joven fue hacia el dojo de su casa, "dojo saotome" pero eso no le interesaba, no quería permanecer en esa casa, había tomado la decisión de irse de ahí en unos pocos días, estaba resentido con sus padres, mucho mas con su padre genma que desde pequeño lo abandono en un templo para que lo cultivaran en las artes marciales y poder ser futuro dueño del dojo de la familia, y casarlo con alguna loca para llevar juntos el cargo, no, eso no era para el. Había tomado la decisión desde que había llegado pero por su mamá que quería con todo su corazón, solo por ella decidió quedarse pero ahora ya había tomado la decisión de marcharse lejos, entrenar y ser el mejor artista marcial del mundo y hacer su propia vida como siempre lo hiso.

Todo era borroso en ese momento, apenas se vio en el espejo era una niña de aproximadamente cuatro años de edad, estaba escondida debajo de su cama mientras abrazaba a su osito preferido el cual le había regalado su madre en su cumpleaños. Lo único que escuchaba era gritos de su madre, porque? Porque acaso mamá estaba jugando con alguien, en su mente infantil esas eran las suposiciones que se formaban.

Estaba haciendo todo lo que su mamá le había pedido, desde que la saco del baño para ponerle su pillama, diciéndole que ya sus hermanas estaban dormida y tenían que seguir el mismo ejemplo y dormir, ella abrazaba a su mamá y jugaba con sus cabellos mientras era llevada hacia el cuarto. Un fuerte estruendo se escucho desde el piso de abajo. Su madre pego un brinco y corrió rápidamente al cuarto.

Al instante vio como su padre se asomo a la puerta, agitado, asustado mientras las miraba

-"no salgan del cuarto" – dijo mientras cerraba la puerta, su madre la abrazaba en el suelo. Alzo su rostro para ver a su mamá para preguntarle que era lo que estaba pasando, pero al ver las lagrimas que corrian de su rostro no dijo nada, y sutilmente limpio sus lagrimas con sus pequeñas manos.

Algo que las paralizo por completo se escucho desde abajo, dos disparos que hicieron tomar a su madre una decisión, la tomo de los hombros y la obligo a mirarla

-mami? Que pasa? – pregunto la niña mientras abrazaba a su osito que había tomado del suelo

-hija, hermosa, quieres jugar a algo? – pregunto la señora mientras acariciaba su cabello y lloraba tratado de sonreírle

-a que jugaremos? – pregunto la niña con una sonrisa, creía que su mamá dejaría de llorar si jugaba con ella

-bien, el juego es este… - otro disparo se escucho mientras oía como unas voces decían "hay que subir" la hacían estremecerse del miedo –hija! Mírame! – trato de que la niña no prestara atención a los ruidos de afuera –jugaremos a la escondidas si!... bien metete de bajo de la cama para que no te encuentren! No salgas por nada del mundo me oiste….- decía mientras lloraba y sonreía

-si mami – dijo sonriendo, luego paso sus pequeñas manos por su rostro para limpiar sus lagrimas –así dejaras de llorar? – pregunto la niña

-si mi amor, ahora quédate aquí y no salgas de bajo de la cama – abrazo a su hija con mucha fuerza y la beso en la frente –te amo tanto mi pequeña – dijo con sus lagrimas en los ojos

La niña se metió como dijo su mamá y luego vio al frente donde estaba el espejo del armario, se quedo mirándose, sentía algo extraño quería que su mamá dejara de llorar, si tenia que esconderse para que su mamá estuviera bien lo haría

Pasaron las horas y los ruidos ya no se oian…

-mami? – porque su mamá no iba por ella, no lo entendía pero no quería perder el juego asi que se quedo de bajo de la cama

Asi pasaron las horas y dos días, la niña sentía mucha hambre y estaba cansada

-hay alguien aquí! – escucho una voz lejana, todo era borroso se volvió a mirar al espejo y se dio cuenta que su mamá no volvió a buscarla.

-MAMÁ! – nodoka se alarmo al ver a la joven sentándose de un solo golpe en la cama, mientras sudaba, vio como con su mirada comenzaba a buscar algo en la habitación, se sentía perdida y la tomo de los hombros para tranquilizarla

-tranquila! – la joven miro a la mujer que tenia en frente, no sabia que rayos estaba haciendo en esa habitación con esa mujer, se soltó del agarre de la mujer y llego hasta la esquina de la cama, mientras se cubría con las sabanas, nodoka se dio cuenta que la muchacha tenia miedo, miedo…de las personas y eso le dolía en el alma

-ya despertó mamá? – la joven paso la vista a la otra chica que se encontraba en la puerta, una chica de aproximadamente su edad, con el cabello castaño y largo y los ojos de un azul intenso, nodoka le advirtió con la mirada que tenia que retirarse, la chica obedeció a la mujer y salió de la habitación. Nodoka volvió su vista hacia la joven asustada que estaba arrimada a la esquina de la cama

-mi nombre es nodoka – dijo con un tono suave para darle confianza a la chica que tenia en frente

-donde estoy? – dijo en voz baja, vio como nodoka iba alzar su mano para tocarla y enseguida se alarmo se cubrió con la sabana por completo –no me haga daño por favor!

A nodoka se le estrecho el corazón, al verla tan asustada, indefensa. Se acerco un poco y espero a que ese nudo que tenia en su garganta desapareciera

-no hija, no te hare daño, lo juro – sintió como su propia voz temblaba, la chica bajo las sabanas y la miro con cierta incertidumbre, vio su rostro y no vio maldad en el como lo había visto en sus padres adoptivos

-tu me salvaste la vida, recuerdas? – trato de hablar lo mas calmada que podía para no asustarla

-yo? – nodoka pensó que no lo recordaba ya que en ese instante se demayo

-si, pequeña y muchas gracias, te traje a mi casa ya que estabas ardiendo en fiebre y te cuide, pasaste todo un dia durmiendo, vino un doctor a verte y te medico – la joven se saco las sabanas de encima y relajo su rostro

-muchas gracias – dijo la joven, algo en la mirada de la señora le recordaba a su madre, su rostro angelical ese rostro que amo por su corta vida junta a ella

-como te llamas mi niña? – pregunto la mujer acercándose un poco a ella

-akane… akane tendo – dijo algo desconfiada, sintió la mano de la mujer en la suya algo que la hiso tensarse, luego subió su rostro a verla y la vio ahí ella, tan sonriente, con una sonrisa que nunca nadie le había ofrecido, una opresión en su pecho comenzó a formarse porque había sido su vida asi?, porque sufrir por tantos años

-me puedes dar el número de alguien? Tienes algún familiar? – esa pregunta le rompió el corazón, retiro su mano de la de la señora y aparto su vista de ella, esa pregunta había sido demasiado, no tenia a nadie, estaba sola en el mundo, sus hermanas? Había escuchado que estaban bien pero nunca supo de ellas, vivió sola toda su vida sin ninguna muestra de cariño sin nada en el mundo.

-yo…bueno…yo…. – no sabia que decir la presencia de la mujer la ponía nerviosa, no podía articular palabras y recordando toda su miserable vida hiso que las lagrimas corrieran por su rostro. Nodoka inmediatamente se dio cuenta de la respuesta de la chica, ella no tenia a nadie, vio su cuerpo temblar, sintió ver a una pequeña niña sola en el mundo necesitando de alguien que la cuida y la ame.

Akane sintió como la mujer la abrazaba de lado, un abrazo? Que era eso….no lo sabia pero se sentía tan bien, dejo que todo el llanto que tenia guardado por años saliera a flote, abrazo a la mujer con toda sus fuerzas mientras dejaba que las lagrimas cayeran libremente

Después de un momento de calmar el llanto de akane, nodoka la separo ligeramente y vio su rostro, sus ojos hinchados de tanto llorar, su boca temblando por los sollozos. Acaricio su rostro limpiando las lagrimas.

-estas mejor? – pregunto nodoka, akane sintió que moriría en ese momento, no sabia que llorar tanto la haría perder tantas fuerzas

-siento… siento que se tome molestias por mi –trato de incorporarse – solo dígame un lugar donde pueda pasar la noche y me retiro – nodoka no reacciono al ver a la chica moviéndose rápidamente

-espera! No tienes porque irte! – akane se detuvo y volteo a verla

-no, no es necesario enserio! – trato de sonreír pero le era inútil tanta hospitalidad era demasiado para ella

-por favor acepta – nodoka se acerco a ella – por salvarme…es lo menos…que puedo hacer – akane sonrio de medio lado y agradeció con una reverencia

-mañana mismo buscare un lugar donde hospedarme muchas gracias – nodoka sonrió a la respuesta de la chica, la abrazo efusivamente y se separo de ella

-bien akane, te preparare el baño para que te relajes y te prestare ropa de mi hija ukyo para que te pongas, y también preparare la cena que se que te encantara – akane quedo mirando a la mujer que se alejaba del lugar, miro su mano donde la señora nodoka la tenia tomada y sintió en su interior algo que nunca antes había sentido, o si?, si pero, solo cuando era una pequeña niña. Una ligera sonrisa se mostro en su rostro

-una chica? – pregunto el chico de la trenza al acabar su entrenamiento. Había cerrado la puerta para que nadie lo interrumpiera, y cuando salió vio a su hermana con las ultimas noticias de la casa saotome

-si! Ella salvo a mamá de un accidente y ahora la esta cuidando porque esta enferma – dijo mientras lo seguía hasta la casa

-ja! Ahora mi mamá se las da de buena samaritana? – dijo con desgaste – pero le agradezco a esa niña, de no haber sido por ella que hubiera sido de mamá?

-no digas tonterías, podrías dejar de ser grosero por una vez en tu vida! – le reprocho mientras veía como su hermano subia las escaleras y ella se quedo al pie de ellas

-como sea ire a tomar un baño! – grito mientras la perdia de vista, el joven de los ojos azules intensos vio la puerta del baño abierta, a lo mejor su mamá le estaba preparando el baño. Asi que entro y comenzó a sacarse la ropa

-gracias por prepararme le baño mamá – dijo mientras se desabotonaba la camisa roja china, luego sintió una patada en su espalda que lo asoto a la pared, quien tendría esa fuerza para lanzarlo lejos. Lentamente se puso de pie y miro a una jovencita de piel blanca, su cabello largo negro con destellos azulados, tapada con una camisa larga y temblando, nunca antes la había visto en su vida, en su mirada se reflejaba un miedo intenso y se levanto alejándose lo mas posible de ella

-quien eres!? – exigió una respuesta la chica que se mantenía en posición de ataque algo que le llego a sorprender al muchacho ya que pocos sabían pelear

-eso dímelo tu! Que invades mi baño! – dijo el muchacho algo molesto

-oh! Ranma, hijo que sucedió aquí? – nodoka llego en ese momento al baño asustada por el ruido

-quien es esta loca mamá!? – exigió saber su hijo

-hijo ella es akane tendo, akane…el es mi hijo ranma – akane miro con desconfianza al muchacho, nunca le guardo mucha confianza a los hombres, ranma le devolvió al misma mirada a la chica –lamento mucho que se hallan conocido en estas circunstancias – dijo avergonzada

-vendré después a tomar mi baño! Y dile a esta loca que no tiene porque andarme golpeando! – dijo ranma saliendo del baño

Nodoka se dio cuenta que akane no controlaba sus acciones, talvez era por todas las cosas que había pasado de joven asi que la miro y le regalo una mirada de confianza para que ella tomara su baño.

Nodoka termino de hacer la cena y se encontró a toda la familia reunida en la mesa

-donde esta la muchacha? – pregunto genma desde su lugar viendo a su esposa con una bandeja de comida

-me dijo que no se sentía bien para bajar, le llevare la comida y me quedare a comer con ella – dijo con una sonrisa, ranma soltó un suspiro de fastidio y miro a su mamá

-ahora pide comida a su cuarto!? Espero que se valla pronto – reprocho su hijo, nodoka lo miro con cara de desagrado

-ranma! No seas descortés! – la mujer subió a la habitación de la chica y se quedo con ella en silencio mientras comía, la dejo dormir tranquila en la habitación de invitados. Esa joven le inspiraba cierta incertidumbre, su rostro, se le hacia tan familiar. Sentía la necesidad de cuidarla como a su vida, no sabia porque pero iba hacerlo.

No sabia que hora era pero no podía dormir, la espalda le dolia, gracias al golpe que le había dado su nueva invitada en la casa. Fastidiado se levanto y se dirigió a la cocina por un vaso con agua, un ruido lo hiso salir de la casa al patio y al buscar de donde provenía dirigió su vista al dojo y vio la luz del dojo encendida

-ukyo? – pensó el muchacho en voz baja, pero era imposible, su hermana nunca entrenaba en las noches, se acerco hacia la puerta que estaba entre cerrada y vio algo que le detuvo el corazón por un instante, la mujer que lo había golpeado, estaba haciendo algunas katas a la perfección, su rostro se mantenía serio, lanzaba patadas al aire, su cabello ondeaba mientras ella saltaba y hacia varias katas a la perfección. Su corazón inexplicablemente latio con fuerza, la vio lanzar varios puños y luego vio como de sus ojos brotaban lagrimas, no se atrevió a entrar ya que tenia temor de su reacción

-MALDITOOS!- escucho el grito de la muchacha acompañado de un puño al aire

-ME LO QUITARON TODO! – otro grito acompañado de una patada

-MALDITOS LOS QUE ME ADOPTAROON! – golpeo el suelo con un puño, pudo escuchar el llando de la muchacha, era algo desgarrador para cualquiera, sentía la necesidad de ir con ella y preguntarle porque estaba asi pero no se atrevía

-mamá….papá- escucho entre sollozos de la joven – hermanas…

No quiso molestarla sabia que esa era su forma de desahogarse asi que se retiro sin hacer el mayor ruido posible

Continuara…