Chiaki here! Con un extra de esta mierda. Regalo para mi queridísima Barbie. (Voy a dar tu nickname en FF para que todos sepan que te juntas conmigo, y te juzguen por eso. xD)

Redobles, por favor.

TURURURURURURURURURURURURURURURURURURURURUM.

¡Barbara Bubblegum! Si yo te doy este extra, tú me darás un fic hermoso, porque eres una persona maravillosa que cumplirá mis oscuros deseos de ver a Rivaille con un overol de conserje limpiando la mierda que los estudiantes ensucian. xDDD Te hamo.

Bueno, no sé realmente qué estoy escribiendo. Simplemente lo que salga de mi corazón.

Como siempre, Shingeki no Kyojin no me pertenece a mí, sino a su respectivo creador. (Todos conocemos su nombre, pero yo en este momento no lo recuerdo y como que me da paja buscarlo en Google jsjksdf)

Global Mpreg tampoco es mío, yo sólo lo estoy parodiando.

La Barbie si es mía :$ No la toquen, grrr.

AH, POR CIERTO. Esta mini-historia se sitúa en medio de la otra historia. PORQUE ES UN EXTRA. Supongan que todos los pendejitos están en medio de su viaje, y todavía no salvan a nadie. xDD

Advertencias: Está más bizarro que antes, pero no sé, no me gustó como quedó, así que la advertencia sería básicamente que está más fome. xD


Ya habían pasado varios días desde que todos los ukes de la cuadra habían sido capturados por Annie-titán, y la situación en el distrito Trost era cada vez más compleja.

—¡Los titanes nos van a atacar! ¡Todos vamos a morir!

—¡Sálvense quien pueda!

—¡No quiero morir, por favor, sálvennos! ¡TRAVAS Y PASIVOS PRIMERO!

Las personas estaban cada vez más asustadas, ya que, aunque aún no se había avistado ningún ataque de NINGÚN titán, todos ya tenían conocimiento de que si dicho ataque llegase a ocurrir, morirían sin remedio.

¿Por qué, dirán ustedes?

Porque el mejor soldado de la humanidad había pedido licencia, para estar en casa, debido a su fuerte depresión. Y los militares sin Rivaille no tenían mucho brillo. (Sin contar que Mikasa también estaba con depresión, y se había comprado muchos muchos gatos para intentar olvidar su dolor. Todos los gatos se llamaban Eren.)

—R-Rivaille… —Hanji intentaba por todos los medios animar a su pequeño, pequeño, pequeño amigo, que se encontraba recostado boca abajo en la mesa del comedor, comiendo helado a cucharadas. — Pequeñín, no estés triste. Eren volverá, y todos seremos felices de nuevo. No te desanimes, apuesto que podrás retomar tus sesiones titánicas de sadomaso en menos de lo que canta un gallo.

—Ghhhh… —Y no, el pelinegro no se animaba. ¿Cómo podría animarse luego de haber perdido al amor de su vida? No, Rivaille no era de aquellas personas que pudieran aceptar una pérdida así como así. Su fachada de tipo rudo se había derrumbado en el momento en que vio con impotencia como se llevaban al amor de su vida, y como justamente ese día también habían abierto una nueva tienda de helado en la esquina, simplemente asumió que su nueva vida iba a ser básicamente llorar y comer chatarra congelada.

—Levi, vamos. —Pero Hanji no iba a darse por vencida. — Si te animas prometo comprarte un pastel de lúcuma.

—Ghhh…

—¿Fresas?

—Ghhh.

—¿Chocolate?

—¿Ghhh?

—Oh, vamos. Tienes que ir a matar algunos titanes. ¡Revive ese viejo tú! ¡De seguro Eren está bien! —Pero nada parecía funcionar…

… Y la situación no era muy diferente con Mike, Marco, Sasho y Reiner. Pero no hablaremos de eso ahora.

Ni nunca.


—¿Seguro que es por aquí? No recuerdo que el bosque de los árboles gigantes quedara tan lejos. De seguro te perdiste, no eres más que un inútil.

Mientras tanto, nuestros mini-héroes seguían en su travesía, buscando a sus mamis. Se habían robado los caballos de los establos (Y ver a tanto caballo no hizo más que aumentar la tristeza de Jeanco y Matthew, que nada más ver a los equinos no pudieron evitar largarse a llorar, mientras los abrazaban, y recordaban a su Mami/Papi Jean) y ahora cabalgaban fuera de los muros, en busca de aquella desgraciada pero atrayente titán hembra, para obtener su venganza.

—No me he perdido, idiota. Es por aquí, yo sé a dónde voy. —Demian habló con hastío, mientras dirigía al grupo. Estaba harto de que Jeanco siempre le debatiera. Aquel mocoso (de su misma edad) tan molesto pronto iba a ganarse una buena paliza de su parte.

—Idiota serás tú. —Y aquí salió nuevamente el descendiente equino.

—Infantil.

—Tarado.

—Llorón.

—Marica.

—Tu hermano.

—¡Oye! —Y Matthew. (Hijo de Jean y Armin) saltó de inmediato a aquella discusión. ¿Por qué lo metían a él en esto? ¡Si se estaba portando bien!— Demian, yo no te he hecho nada, no te vengas contra mí.

—Ya, ya, Matt. Todos te aceptamos como eres, no vamos a juzgarte ni nada. —Frederick ahogó una risita mientras decía esto, observando a su amigo de reojo. Matt simplemente frunció el ceño cual tsundere avergonzado.

—¡Déjame en paz! —Gritó sonrojado.— ¡Igual tú le tienes ganas a tu hermano! —La cara del hijo menor de Rivaille y Eren se volvió más roja que el titán colosal ante tal declaración.

—¡N-n-n-no es cierto! —Demian le observó de reojo, sin decir nada, lo cual colocó al azabache aún más nervioso. — ¡D-Demian, no le creas, yo no te tengo ganas!

—No sabía que le ibas al incesto. —Jeanco rió entre dientes, realmente disfrutando de esa discusión.

—¡No le tengo a Demian más ganas de las que tú les tienes a Jeanco! ¡He visto las historias porno gay que has escrito con los nombres de ambos! Si tío Armin supiera que en cada vez que dices "Voy a leer" te vas a escribir cochinadas, le daría un ataque.

—OOOH, LO QUE LE DIIIIIJO. —Y como buen carbonero, León observaba la pelea, alentando a ambos bandos.

—¡MENTIRAS, CALUMNIAS, FALACIAS! ¡YO NO ESCRIBO PORNO GAY DE MI HERMANO! ¡SÓLO LES CAMBIO LOS NOMBRES A LAS NOVELAS ERÓTICAS DE MAMÁ!

—… ¿Qué? —Y Jeanco quedó shockeado.

Anyway, ya se estaba haciendo de noche, y no podían simplemente adentrarse en el bosque, o seguir cabalgando y discutiendo eternamente de las tendencias sexuales de los integrantes de ese improvisado escuadrón, por lo que el autodenominado líder decidió guiar a sus amigos a una especie de casona abandonada en donde de seguro estarían a salvo.

—Bien… aquí estaremos bien por ahora. —Demian habló. — Esta casona abandonada se divide en cuatro habitaciones, así que nos dividiremos para ocuparlas. Yo estaré con mi hermano. Jeanco estará con Matthew, León irá con Drake y Thomas, y Annie, como es niña, tendrá una pieza para ella sola.

—… Eso me toca por juntarme con homosexuales…

—¿Dijiste algo, Annie?

—Señor, no, señor.

—Bien.


… Mientras tanto en el distrito Trost…

—Pequeñín… te hice un peluche idéntico a Eren, tamaño natural. Sí, sí, te lo regalo, claro, está bien que te lo quedes pero… no, no. ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO, LEVI? ¡NO ES UNA MUÑECA INFLABLE, LO VAS A ROMPER! ¡LEVI SUELTA ESO! OH, POR SAWNEY Y BEAN… ¡ME VAS A DEJAR UN TRAUMA GRAVE!

—Ghh… Eren.


Volvamos a la casona abandonada.

Todos los pendejitos ya estaban acomodados en sus respectivas habitaciones. (Annie se había colado a la de León, Drake y Thomas, porque no quería estar sola) y ya casi era hora de dormir, por lo que todos se armaron unas camas improvisadas y se dispusieron a acostarse.

En la habitación de Demian y Frederick estaba pasando de todos, porque al parecer, Frederick si era gay, y sí le tenía ganas a su hermano, y Demian le correspondía. Por eso quiso separar los cuartos.

En la habitación de Annie y los demás, se habían puesto a jugar "Verdad o Consecuencia" y todo había terminado de una manera bastante peculiar, con una Annie tirada en el suelo, muerta de borracha, y un Thomas con vestido bailando can can.

Pero las cosas con Jeanco y Matt no iban a darse tan fácilmente.

—¿De verdad escribes porno gay de mi?

—¡N-no! Bueno, sí. Es que igual estai' super rico.

—Lo sé. Tú también. Pero nunca quise decirlo, porque somos hermanos y todo eso.

—Ah… ¿Entonces?

—Supongo que… lo inevitable pasará.

Y lo inevitable pasó. Luego de asumir su homosexualidad, aquellos dos mocosos tuvieron una maravillosa y agitada noche, en la cual Matthew gritó de alegría, felicidad, y tantas otras cosas, despertando a la borracha de Annie.

Cuando terminaron, Matthew se dio cuenta de un horrible detalle…

—¡Jeanco! ¡Tuvimos sexo!

—No me digas…

—¡Y te corriste dentro!

—Es que no quería manchar la cama. Tendría que hacerla otra vez, y me costó harto.

—¡ME VOY A PREÑAR, TIENES QUE RETROEYACULAR! ¡RETROEYACULA, JEANCO!

—¿Y ESO CÓMO CARAJOS SE HACE?

—¡PUTA NO SÉ, NO ME QUIERO PREÑAR!

—Ya, tranquilo. Nos vamos mañana temprano a comprar la píldora.

—Bueno, ya.

Y no la compraron, pero igual Matthew no se embarazó, y pudieron seguir su viaje, y rescatar a sus mamis como expliqué en el primer capítulo.

Fin.


UN SALUDO A LA MISHA. MISHAAAH, ESTAI' PAPO.