TANTO TIEMPOOOOOOOO! XD Lo siento, muchos exámenes, poco tiempo… u.u Bueno ojalá que les guste!

Neutron Star Collision.

Anzu caminaba distraída en los pasillos. No podía pensar con claridad. Se sentía muy mal, ya había perdido toda oportunidad de mostrarse tal y como era sin ser descubierta.

— ¡Anzu!

Se giró para ver a su rubia amiga correr hacia ella con una sonrisa. Ella… bueno, ella solo pudo forzar una.

— ¿Qué sucede, Mai?

— ¡Jonouchi me propuso ir al baile con él! — Se rió. — ¡Sabía que él caería a mis pies tarde o temprano! — Anzu no pudo evitar reírse. — Vaya, al fin te ríes. — La castaña dejó de sonreír y bajó la mirada. — ¡Anímate! Será el baile esta noche y tú andas con esa cara.

Anzu iba a contestar, pero se desconcentró cuando cierto tricolor pasó caminando detrás de la rubia de ojos lilas. Apretó los labios.

—… No voy a ir.

Sin que ninguna se percatara, Atem se detuvo al oír eso.

— ¡¿QUÉ?! ¡¿Por qué?! ¡Tienes que ir conmigo! ¡Somos las mejores amigas!

—… Lo siento, Mai. — Suspiró. — Pero yo de verdad no quiero… No quiero tomar el riesgo.

—… No puedo hacer nada, ¿verdad? — La miró con tristeza. Anzu no contestó. —… Bueno, yo sigo insistiendo que vayas, aun tienes una oportunidad.

— No me harás cambiar de opinión. No iré y punto. — Apartó sus ojos de la insistencia de su amiga.

Mai suspiró. Sabía que Anzu quería ir, pero también era un riesgo. De momento a otro, era posible que todo le daría igual y pondría a Vivian en su lugar, porque sentía que conocía a la verdadera Anzu Mazaki, ella de verdad se defendía y también lo hizo con ella. Sin embargo, esa máscara de silencio que otorgaba la traía por las consecuencias. Silenciosamente, Mai se fue a lentos pasos, esperando que la castaña la siguiera y se arrepintiera… Pero no lo hizo.

Anzu se dio la vuelta para dar un camino diferente y salir en otro lado de la escuela pero se paralizó cuando se encontró con la mirada violeta de Atem, que la miraba con seriedad. La ojiazul le aceptó la batalla entre miradas, no perdería, no podía arriesgarse a que alguien más supiera su secreto. Con Mai ya era suficiente, pero después de lo sucedido con Atem, sería imposible contarle, sin antes ser expulsada. Por otro lado, Atem se sorprendió de que la chica no se mostrara intimidada, es más, parecía enfrentarle, retándole que si se atrevía a dirigirle la palabra, ella no respondería. Le hizo recordar a la muchachita que había salvado años atrás, sí, cuando iba a ir al cementerio, unos hombres quisieron asaltarle y ella se les enfrentó, sin miedo, aunque lo pagó caro. Él la salvó… Y con el paso de los años, la había visto cambiada, tímida, encerrada en un caparazón. Miró el suelo, apartando sus ojos de ella, quién lo diría, ella sí que sabía enfrentársele a la gente.

Anzu, en cambio, no pudo evitar cerrar los ojos con fuerza. Quería llorar, pero ya no lo haría. Ya lo había hecho bastante y no lo iba a volver a hacer. Avanzó y pasó al lado de él, sin decir nada. Atem se paralizó ante la indiferencia de la ojiazul. ¿Por qué le había despreciado de esa manera? Quizá por lo que le había dicho… Quizá ella estaba fingiendo…

Tenía que explicarle que él ya lo sabía todo, que Vivian fue la que planeó aquello, que ya dejara de serle tan indiferente, llegaba a dolerle su fría mirada. Esa expresión no era propia de su castaña.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

— ¡¿NO IRÁ?! — Gritó la blonda de ojos verde agua. — ¡Debes estar bromeando!

— Pues no es broma, Rebecca. — Mai suspiró. — Debe haber alguna manera de traerla al baile. ¡Ella misma lo planeó para todos!... Pero no para ella. — Se cruzó de brazos.

—… Así que lo hizo por todos… Quizás…— Pausó. — Anzu es una persona muy leal, ¿verdad? Siempre prefiere lo mejor para los demás que para ella misma, ¿no? — La joven de ojos lilas asintió. —… Pues… Ya creo saber qué forma habrá para hacerla ir. — Sonrió. Mai le miró, interesada.

.

.

.

Anzu escuchaba música, distraída, mientras seguía escribiendo letras de sus canciones favoritas en su cuaderno. Se quitó los auriculares cuando comenzó a pensar en lo que podría pasar en el baile. Agitó la cabeza hacia los lados, no tenía que pensar en eso. Ellos se divertirían y todo estaría bien, sin embargo…

— ¿Hija? Te traje maquillaje para…- ¡Un momento! ¿Por qué no estás vestida? ¡El baile de graduación comenzará en una hora! — Le reclamó su madre.

—… No voy a ir, mamá. — La mujer le miró con suma sorpresa, Anzu sonrió. Incluso su madre se había arreglado para acompañarla…— Lo siento… Pero estoy en una situación difícil… Una de la cual no puedo hablar… ¿Comprendes?

—… Pero, hija…

— Nada me va a convencer… Incluso si me vienen con vestido de cuentos de hadas, no me persuadirás.

Ella iba a replicar, pero el timbre la interrumpió. Salió de la habitación, pasó un minuto y luego sintió a alguien entrar.

— Déjalo, mamá… No voy a ir…-

— Yo tampoco iré.

Se giró enseguida para mirar a Mai, traía unos jeans una blusa blanca. Se puso de pie y frunció el ceño.

— ¿Qué haces aquí, Mai? Estabas feliz porque Jonouchi te había invitado…-

— Lo rechacé, se fue con otra.

—… ¡¿Qué?! — Le miró desconcertada. — ¿Por qué cambiaste de opinión? Siempre quisiste que Jou y tú estuvieran juntos… ¿Por qué tienes que hacer esto?

— No tiene ningún sentido ir a un lugar sin tu mejor amiga. — Le miró molesta. — Además, Varon me invitó.

— ¡¿Bromeas?! Él te ha estado acosando desde que empezamos el año, siempre lo rechazaste… ¿Por qué no piensas en tu propia felicidad? — Por un momento, esa pregunta resonó en su cabeza… Y una pregunta surgió en su mente. ¿Por qué no pensaba en la suya propia? Mai le miró como si supiese lo que estaba pensando.

—… Anzu. ¿Por qué no piensas en ti primero?

— Porque prefiero…-

— Prefieres que yo sea feliz. Pero… Si de verdad quieres verme feliz… Me verías aún más… Cuando mi mejor amiga está conmigo. Sé que tienes miedo de lo que pueda pasar… Pero… Desde que iniciaste ese programa… ¿No sentías lo mismo? ¿Por qué es diferente ahora? No hay diferencia alguna.

—…— Apretó los puños. —… Lo siento, Mai. — Sonrió.

La rubia se rió y la abrazó. La castaña correspondió su gesto.

— Pero rechazar a Jonouchi fue demasiado…-

— Mentí.

.

.

.

Lo siguiente fue un fuerte manotazo en la nuca de la rubia.

— ¡ESO DOLIÓ, IDIOTA!

— ¡MIRA QUIÉN HABLA! ¡Jugando conmigo de esa manera…!— Le espetó furiosa. — Pero de todos modos iré porque tengo que enfrentar las consecuencias. — Se cruzó de brazos. — Pero te voy a matar cuando termine el baile, solo hasta mañana por la mañana seguirás con vida, Mai Kujaku. — Le lanzó una mirada asesina.

—… Bien, bien, lo siento. — Suspiró. — Pero era la única forma de abrirte los ojos. — Sacó una bolsa. — Anda, toma.

La joven analizó el contenido. Era un vestido negro con diseños azules. No pudo evitar sonreír, Mai la conocía demasiado bien. También poseía unos zapatos azules. Miró a su amiga sacar de su bolsa su propio vestido. Era lila. Anzu se rió.

— ¿De qué te ríes, tonta? — Le miró molesta.

— Gracias, Mai.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Atem caminaba distraído entre la gente que bebía y conversaba. Se detuvo al encontrarse con Bakura, Seto y Marik. Estos dos últimos lo miraban con algo de nostalgia, sin embargo la expresión del albino era seria. Hizo un leve gesto de saludo y se fue. Las cosas sí que habían cambiado…

— ¡Hey, viejo!

El tricolor se giró a ver a Jonouchi, que vestía una chaqueta azul y jeans. Sonrió.

— Qué elegancia, Jou. — Ironizó. El rubio se rió.

— Blue Rose dijo que fuéramos tal y como somos al baile. ¡Y yo quiero conocer a mi ídolo!

—… ¿Crees que venga, Jonouchi?

— ¡Claro que sí! Ella es especial, porque nunca abandona a la gente que le importa.

—…

— ¡Jounouchi Katsuya!

Ambos se giraron para ver a Mai y a Anzu acercarse a ambos.

— Te ves igual que siempre, Mai. Qué decepción…-— Fue interrumpido por un manotazo por parte de la castaña. — ¡¿Qué te pasa, Anzu?!

— Muestra algo de agradecimiento, Mai estaba a punto de dejarte plantado.

— ¡¿QUÉ?! — Gritó. — ¡¿Por qué?!

— Porque no eres mi tipo, eres inmaduro e infantil. Detesto a los chicos así.

—… ¡¿Entonces por qué aceptaste?!

— Porque somos amigos. — Hizo una mueca.

— ¡Vamos, Mai! No te pongas así…

— Es tu culpa, Jonouchi. — intervino otra voz.

Se giraron a ver a Honda con Shizuka, la hermana menor de Jonouchi.

—… ¿Quién te dio permiso de traer a MI hermana, animal sin cerebro? — Le miró acusatoriamente.

— Ella misma aceptó, no te quejes.

La menor se rió. Mai se fue, seguida de Jonouchi pidiéndole perdón, mientras que Honda y Shizuka iban a bailar. El tricolor miró a la castaña, bueno, hace mucho que no le quitaba los ojos de encima, le gustaba cómo se veía. La ojiazul notó su mirada y lo observó.

—… ¿Qué?

—…— Apretó los labios. —… Anzu. Yo… Nunca… Desconfié de ti, no quise creer lo que me habías dicho aquella vez. No parecías ser tú… Así que preferí averiguar por mis medios… Mai me contó que Vivian te encerró. — La ojiazul abrió más los ojos, no creía que su amiga haya dado más detalles… ¿o sí? — Y cuando quise hablar contigo… Creí que te habías molestado…-

— ¿Por qué habría de molestarme? — Le interrumpió con una pregunta. — Fui yo quien te trató de esa manera…-

— Y lo hiciste por una razón. No preguntaré cuál es, pues respeto tu privacidad, pero aun así… No quiero que nosotros terminemos así.

La castaña iba a contestar, pero la voz de Rebecca en los parlantes la calló.

¡Escuchen todos! ¡La hora de dominar a los reyes del baile está por comenzar!

La castaña siguió mirando a los ojos al tricolor con una expresión que él no lograba saber cuál era. Finalmente apartó sus ojos de él y comenzó a irse, no sin antes que Atem la agarrara del brazo y le obligara a mirarlo a los ojos por una respuesta.

—… ¿Anzu?

Ella sonrió. Había tomado una decisión.

— ¡Gracias por creer en mí, Atem! — Se soltó con una sonrisa y se fue.

.

.

.

— Bien, bien. — Se anunció la rubia de ojos verde agua con un vestido rosa pálido. — ¡Es hora de la verdad! Primero veremos los votos de los reyes, había dos nominados, pero uno de ellos renunció.

Anzu, que estaba entre la multitud, frunció el ceño por la sorpresa. No sabía que Atem había renunciado.

— Pero bueno… Solo queda un nominado y ese es… ¡Bakura Ryo! — Un gran aplauso general se generó por parte del público. El albino subió al escenario con una sonrisa triunfante. — Bien, ahora… La reina del baile…-

— ¡BLUE ROSE! — Le interrumpieron la mayoría del público.

—… ¡Silencio! ¡Esperen! — Abrió el sobre. — Bien… Hay dos nominadas. Una de ellas es Blue Rose, en eso están de acuerdo. — Guiñó un ojo, y todos aplaudieron, eufóricos. — Y la otra, es ¡Vivian Wong!

La pelinegra subió al escenario con una sonrisa encantadora.

—… ¿Blue Rose? Yo te llamé… ¿Estás ahí? — Preguntó la rubia mirando disimuladamente a la castaña.

Vivian dirigió su vista amenazante hacia la triste castaña, mirando a Rebecca. Anzu negó con la cabeza, cerrando los ojos. Mai miró a su amiga que comenzaba a irse. Un momento… ¡¿Se iba?!

—… Bien, vamos a continuar. Veamos quien será la reina definitiva. — Abrió el segundo sobre. Vivian sonrió, Blue Rose les había pedido a todos que votaran por ella. — Y la ganadora es… ¡BLUE ROSE!

.

.

.

Todos miraron en todas direcciones, buscando a alguien que subiera a aceptar la corona, sin embargo, nadie… Nadie subió.

—… Como la verdadera ganadora no está presente, deberían premiar a la que está presente. — Le susurró la pelinegra a Rebecca.

—… Bueno…-

— Ustedes no me conocen. — Escucharon en el parlante. Jonouchi y Honda se paralizaron, conocían esa voz… No podía ser. En cambio, Mai miró con cierta curiosidad cierta sombra tras el telón del escenario. —… Tal vez algunos conozcan una parte de mí… Caracterizada como la "tímida", "antisocial"… Siempre me mostré completa a través de mí… Otra voz. Temía que me conocieran por completo… Pero como los problemas aumentaron por mi culpa… Tuve que actuar e improvisar… Ya no huiré… Ni me importan las consecuencias. — Salió de su escondite y se puso en el centro del escenario. —… Yo soy Blue Rose.

Hubo un largo y tenso silencio sepulcral. Mai y Rebecca se tensaron, pensando lo peor, pero se calmaban un poco de que Anzu siguiera con la mirada firme y decidida. Finalmente, unos pocos comenzaron a aplaudir. Eran Atem, Jonouchi y Honda. Ambas rubias se sonrieron y también aplaudieron, siendo así una felicitación eufórica general. Finalmente Anzu sonrió.

Sin embargo…

— Así que tú eras Blue Rose.

Todos callaron enseguida al ver a la directora subirse al escenario. ¿Qué hacía ella allí? Mai no lo podía creer… ¡Debía ser una broma!

—… Todo este tiempo… ¡Tú eras la muchachita que me arruinaba el día!

Anzu miró detenidamente a la directora. Le miró seriamente.

—… Ya lo acabo de decir. Escuchó bien, soy Blue Rose.

— ¿No te preocupa que soy capaz de expulsarte?

—… En un principio sí, pero ya no me importa. — Sonrió, muy confiada de sus palabras.

—… Tienes agallas, niña. — Sonrió. — No te voy a expulsar. — La castaña se sorprendió. — Por ahora. — La mujer se rió. — No aceptaré más revoluciones en la escuela. — La castaña se rió mientras asentía. — Pero… Si vas a la Universidad Domino… Créeme que te haré la vida imposible por esto. — Bajó del escenario.

Rebecca se acercó con una tiara en sus manos.

— Esto te pertenece.

Anzu tomó el objeto con sus manos. Sonrió y se acercó a Vivian, que le miró sorprendida. Le colocó la tiara.

—… ¿Qué…?

— Sinceramente…— Habló más bajo para que el público no oyera. — No me desagradabas, pero no lograba comprenderte… Pero cuando estuve en tu casa, en tu habitación… Logré entender qué clase de persona eres. — La pelinegra le miró con cierto dolor en su mirada. — Yo pedí, como Blue Rose, que todos se mostraran tales y como son. La tiara no es mía, no me queda… Te pertenece a ti, Vivian.

La castaña se giró a ver al público.

— Les dije que… No quería la corona. — Les dijo en un tono de reproche y burla. — No es lo mío, por eso quise que votaran por Vivian. — Se rió. — ¡Diviértanse! — Bajó del escenario mientras todos gritaban con optimismo. Vivian sonrió, no podía creer que Anzu tuviera un corazón tan grande.

Jonouchi corrió hacia ella.

— ¡Anzu! Lo siento… ¡Estoy muy avergonzado! — Admitió muerto de la vergüenza. — Yo planeando mi boda en televisión con Blue Rose…— Suspiró. — Porque quería creer que Mai era Blue Rose para bromear así hasta el final…-

— Así que siempre te ha gustado Mai. — Se rió. El rubio no sabía qué decir. — Anda, Jou… ¡No te desanimes! No importa, sabía que reaccionarías de esa manera. — Suspiró. — Bien, anda con ella que ya la estoy viendo acosada por Varon…-

— ¡ESE IDIOTA NUNCA SE RINDE! — Gritó tras salir corriendo a separar al par. — ¡QUITA TUS SUCIAS MANOS DE MI NOVIA!

Anzu suspiró y comenzó a caminar entre la gente, pero… No encontraba a…

— ¡Atención, público! — Se giró a ver a Rebecca. — ¡Alguien me ha pedido cantar una canción! Pues se la quiere a dedicar a alguien. — Sonrió de manera perversa. A Anzu le pareció muy extraño.

Atem agarró el micrófono para la gran sorpresa de la castaña.

— Hace mucho tiempo, a una niña le había regalado una rosa, pensé para mí mismo que mis sentimientos hacia ella morirían cuando esta se marchitara. — Miró a Anzu entre el público. —… Pero la Rosa era artificial… Permanecerá intacta.

Anzu no podía creer de lo que estaba hablando… No podía ser que… Pero antes de que pudiera seguir pensando, el joven ya había comenzado la canción.

I was searching

You were on a mission

And our hearts combined like

A neutron star collision

Esa canción era nueva, lo sabía. Una vez, el chico le había contado sobre una canción… Pero no le había especificado nada… ¿acaso esa era la canción de la que le hablaba?

I have nothing left to lose

You took your time to choose

Then we told each other

With no trace of fear that

Bakura, Marik y Seto subieron al escenario, para sorpresa del tricolor, y tomaron los instrumentos restantes del escenario para ponerle más sentimiento al momento. Atem sonrió en medio de su canto, sabía que Bakura lo sentía, y qué mejor forma de disculparse que acompañar a su melodía. Los cuatro se conocían muy bien.

Our love would be forever

And if we die, we die together

And I, I said never

'Cause our love would be forever

The world is broken

And halos fail to glisten

You try to make a difference

But no one wants to listen

Hail, the preachers, fake and proud

Their doctrines will be cloud

Then they'll dissipate

Like snowflakes in an ocean

— "Sigo creyendo que… ¡No puede ser!" — Se cubrió los labios con sus dedos, ocultando soltar una risa.

-F-l-a-s-h—B-a-c-k-

¿Hola? ¿Alguien pidió tacos a la Siberia?

— "¿Eh? He escuchado esa voz en algún lado… Pero no recuerdo quién…"— Pensó la ojiazul.

Ambas se pusieron de pie y encararon al chico taco.

-F-l-a-s-h—B-a-c-k—E-n-d-s-

Love, is forever

And we'll die, we'll die together

And I, I said never

'Cause our love could be forever

Now I've got nothing left to lose

You take your time to choose

I can tell you now

Without a trace of fear

That my love will be forever

And we'll die, we'll die together

Lie, I will never

'Cause our love will be forever

. . .

Luego de muchos gritos de aclamación, y baile, Anzu caminaba por los jardines en un aire pensativo, hasta que alguien la agarró del brazo y la giró.

— Hola. — Sonrió la ojiazul.

— Hola.

— Gran canción. — Atem se rió. — ¿Por qué te ríes? Soy yo la que debería reírme. — Al ver que el tricolor la miraba de manera confusa, prefirió hablar. — Porque yo no sabía que ganabas dinero disfrazándote de un taco gigante. — Finalmente ambos se rieron. —… Tú lo sabías… Desde ese entonces lo sabías, y aun así no dijiste nada.

— Te equivocas, lo supe cuando publicaste nuestra canción. — La castaña se sonrojó.

—… ¡Me asustaste por nada! — Le golpeó el pecho.

— Lo siento, no pude evitarlo. — Se rió nuevamente.

—… ¿Por qué no me preguntaste ni dijiste nada a nadie?

— Porque se notaba que querías guardar el secreto. Yo respeto eso.

—… ¿Desde cuándo yo te…?

— Desde siempre. — Anzu se sonrojó nuevamente. No creía que el chico fuera directo. — Más bien… Fue amor a primera vista.

—… Pues para mí fue cuando me regalaste esa rosa.

Atem sonrió tras envolverla en sus brazos y besar su frente.

— Podría quedarme así el resto de mi vida.

— Yo no, tengo un programa que dirigir. — Ambos soltaron unas carcajadas.

— Arruinas mis palabras. Te voy a castigar.

— ¿Y tú crees que voy a permitir que…-?

Calló abruptamente cuando el tricolor posó sus labios en los de ella.

—…

— Debo volver. Bakura quiere presentar otra canción. — Se alejó con una sonrisa.

—… ¡HEY! — Salió corriendo tras él.

Fin.

QUE FINAL MÁS… No sé :C Juzguen ustedes, yo insisto que soy un asco con los finales…

Rossana's Mind cambio y fuera! Reviews?