Todo a Jane Austen y sus respectivos autores.
Este fic participa del Reto "Viñetas de emociones" del foro "Las sombras de Pemberley"
Calabazas
I
Es reconocida como verdad absoluta aquella que un individuo sea este hombre o mujer jamás se encontrara libre, aunque esto ocurriese una sola vez en su vida, de recibir calabazas.
En verdad no sabía de que manera extirpar aquel pesar que la acogía, haciéndola sentir miserable como jamás lo imagino.
Mil veces deseo haber escuchado lo que apenas unos meses atrás, en aquella misma habitación, su hermana le dijo ya que debía admitir que tenía razón. Ella juzgaba muy rápido a la gente; sin meditarlo demasiado y ese hombre era una prueba irrefutable de ello. Ahora más que nunca.
Él había jugado con su corazón y ella como una estúpida había creído cada una de sus palabras, profesándole una fe sin reservas. Le había dado todo su amor, su cariño, sus pensamientos de día y de noche.
Sin embargo no le sirvió.
Se sentía morir, tal como un alma en pena, que siente sin sentir y vive mas no lo hace. Cada recuerdo del mutuo tiempo compartido se le presentaba aterrador, como una sombra de un futuro inalcanzable, que jamás regresaría.
Pues ahora, ¿Que quedaba de ese amor?.Tan solo un profundo dolor, del que ella estaba segura jamás podría recuperarse.
Lo había dado todo por él e ingratamente le fue retornado su corazón, sus expectativas y sueños no hechos más que polvo, para el polvo, en que se había convertido aquel amor. Ese que otrora prometiese ser eterno.
Sin embargo lo que más le dolía en lo profundo de su alma al hacer esa maleta para partir a Londres al encuentro de sus tíos Gardiner, era tener la certeza de jamás volvería a ser la misma ya que a partir de ese momento y para siempre, existiría una Jane Bennet y otra después de Charles Bingley. A la vez que los únicos recuerdos que podría guardar de aquellas épocas, esas en las que vislumbraba su futuro promisorio y lleno de luz, serian solamente aquellas calabazas que un día lluvioso, no hace mucho, alguien dejo en su puerta.