Este capítulo se lo dedico a Lau Jimmz con mucho cariño - gracias por ayudarme en la edición de este capitulo

Los personajes y la serie no me pertenecen, estos son de su respectivo creador. Yo solo los tomo prestados para hacer cositas traviesas con ellos /u/.

EL DESAFIO PARTE II

- Con una sola prueba observaremos las únicas habilidades que posees y competirás con el integrante más fuerte de los Teiko, Aomine Daiki. - termina de mencionar el de ojos bicolor

El moreno le dedica una mirada desafiante a Taiga.

-si es que no te acobardas primero – murmuro Aomine, Recibiendo una furiosa mirada por parte del de ojos rojos.

-si es que no temes perder. – Desafío cruzando sus miradas.

El ojiazul aun adormilado escucha voces tras la puerta de su habitación, casi como murmullos; escucho decir la palabra "desafío" despertando su interés –"acaso dijo… ¿una competencia…?, ¿entre…Taiga… y…ao..mine…? – Respiro pesadamente – …no puede ser….- se alarmo y aunque su cabeza y su pecho pesaban, trato de despertar para dar toda su atención a las palabras de sus amos.

El de piel morena hiso una mueca burlona -lo tuyo no son agallas, es estupidez. – Daiki llevo sus manos a los bolcillos. – Yo nunca he perdido, ni contra ti ni contra nadie, nunca lo he hecho y nunca lo haré; por eso apostaría que te ganaría sin sudar.- afirmo convencido.

La actitud soberbia del chico de piel morena le hiso apretar los dientes. Sabía que podría vencerlo, ese era el motivo de su llegada. Competir contra los mejores y se llevaría los títulos y la gloria que se habían autoimpuesto los Teiko.

-Apostar suena interesante, aomine… - sonrió de ladeando el rostro moviendo levemente sus cabellos rojizos.

-bastardo creído, ¿realmente crees que tú puedas tener algo que yo quiera? –

Por un momento Taiga se quedó sin ideas, realmente que podrían apostar? Que tenía que ofrecer que fuera de valor para aquel sujeto? Luego lo recordó con claridad. Aquella actitud posesiva y sobre protectora con el sirviente de esta casa…. Eso era!, si lo había comprendido bien, estos chicos tienen un juego de ruleta con el pequeño joven, un intercambio de días por el servicio del pequeño…humano.

-estoy seguro que si hay algo valioso que te puedo ofrecer… - hablo con asentó astuto, llevándose la atención y la incredulidad del moreno.

- digamos que la próxima vez que se me otorgue la noche de la compañía de kuroko, te la cederé a ti…. se ve que le tienes aprecio a ese pequeño humano, te otorgare los días que se me otorgue de su compañía a ti. Digamos ammm – se llevó la mano al mentón y vio como el de ojos color zafiro estaba más que atento a la propuesta. – hasta el día en que me valla de esta casa. - propuso firmemente.

Pronto llego una imagen a la mente de Akashi, la visión que surgió fue tan fuerte que le hiso retroceder un paso atrás, aquella jaqueca de anoche era sumamente similar a la que tenía ahora. ¿Cómo era posible que sus premoniciones demoraran tanto en aparecer en su mente?... esta situación ocurrió una sola vez en su milenaria vida y aquella vez el desenlace de sus visiones entrecortadas y erráticas habían desenlazado en el peor de los destinos que alguna vez vivió; sin embargo estos dolores no eran de tal magnitud como los de aquel fatal día. Algo en el destino de estos dos jóvenes estaba cambiando. algo ocurriría durante la prueba y el tenía que manejar los destinos a su conveniencia.

-Estas insano americano? cómo puedes rechazar de esa forma a Tetsu.- dijo aomine - el precio para ti y para mi es demasiado alto.-

-créeme cuando te digo, que no me importa.- aseguro el pelirojo

El moreno apretó los dientes, detestaba que no le importara en absoluto la tarde que amablemente le ofrecía su kuroko a ese recién llegado, desconocido arrogante.

-Claro. Un pobre diablo como tu jamás entendería lo valioso que es. – se ganó una mirada de odio por parte de aquellos ojos rojos. –Acepto la apuesta. – dijo aomine seguro de sí.

-Excelente.- sonrió kagami, sabiendo internamente que cuando ganara, lo único que obtendría seria el gozo de la victoria. Pero eso es justamente lo que más le agrada. pues ganarle a aomine uno o dos días del servicio del pequeño ojiazul, eso no tenía ninguna importancia ni valor para el.

-Faltan cuatro horas para el medio día - habla de nuevo el pelirojo de ojos impares.- recuerden que la ropa que utilicen no les ayudara y por más que intenten cubrirse no lo lograran. Además, les advierto que las trampas están prohibidas, sería una pérdida de tiempo si intentan hacerlas – observó al moreno… yo estaré observando con mi ojo emperador todo el tiempo.- el moreno fue el único que comprendió a lo que se refería el más bajo.

Para Taiga el hecho de que Seijuro les mirara durante la competencia no tenía nada especial, su madre ya le había explicado cada "extraordinaria" habilidad que poseían los Teiko, calificándolas como superiores a cualquier vampiro o ser que alguna vez hubiese vivido sobre la tierra.

Sabiendo la fuerza del contrincante, lo que tenía que hacer es utilizar toda su energía y razonamiento para ganar; de todos modos, el desafío demostrara quien tiene la mayor habilidad igualando las condiciones… o al menos eso creía hasta que escucho lo siguiente.

-una vez pierdas competirás con Kise, luego con Atsushi y dependiendo de ese resultado, quizás con Midorima eso siempre y cuando no estemos aburridos de ti y damos por terminada tu estancia aquí…-

-¡UN MOMENTO!- interrumpió taiga con todo el brío. – piensas enviarme a una competencia sin siquiera contemplar la oportunidad de que gane?. Eso es injusto, piensas organizar esta competencia teniendo en cuenta de antemano que voy a perder? –

Akashi algo divertido por la valentía-inocencia del chico, dio una divertida sonrisa ladina.

-que gracioso eres Kagami, realmente piensas que puedes ganar?- se burló Kise.

-no ganaras Taiga, la victoria está reservada para los más fuertes y tu ciertamente no lo eres.- hablo Daiki.

-te faltan mmm! – Mura. Mordió una gomilona. – muchos siglos de vida para acercarte a Minechin. –

-asi es Kagami Taiga, esto no es una competencia que vayas a ganar, esto solo es un diagnóstico de tus habilidades apoyando la comparación con Daiki – finalizo el de ojos monocromáticos.

Kagami no lo podía creer, como podía competir en algo que ni siquiera el mismo organizador creía que podía ganar?.

Esto fue lo último, le colmo la poca paciencia que tenía con el ego de estos sujetos. Se desato la ira en sí, haciéndole decir por fin, todo lo que les tenía reservado para ellos.

-Ustedes Teiko, se creen en el ápice del mundo, omnipotentes he indestructibles. Se han pasado la vida mirando desde arriba con desprecio a todo lo que alguna vez existió, dictando leyes y normas que han regido nuestro mundo para mantenerlo en "equilibrio". Pero lo único que han hecho es mantener su ostentoso estatus por medio de un sistema desigualitario. Donde la única base de su justificación es la sangre que corre en las venas, ustedes han destinado por siglos a los Vampiros a ser inferiores únicamente mirando la legión de sus parientes. Desde que nacemos siempre se nos ha dicho que lo único que llegaras a ser en la vida, es únicamente hasta donde llegaron tus padres, naciste inferior y te quedaras inferior… Uno no tiene la culpa de lo que fueron los padres, uno puede cambiar su destino, ser mejor y más fuerte de lo que el destino te dio al nacer y eso se llama la fuerza del espíritu, no te lo entregan tus padres, lo forjas tú mismo, con tu propia fuerza y sudor. Lo forjas al igual que a tu propia vida.- Eufórico, Lo dijo con tanta ímpetu que pareció gritarlo.

-Que discurso tan conmovedor… debería darte un punto por eso? O prefieres que te aplaudamos?...- lo dijo akashi sin desprender la mirada de aquel de ojos rubíes haciendo el ademan de un aplauso fingido con las manos. Las miradas de los pelirojos estaban llameantes - que quieres? Ah? Si crees que eres mejor demuéstralo; Anda! Yo te apoyo… - bajo sus manos mirándolo con desprecio - Tu discursito de "igualdad" para todos no son más que falacias, no solo por el hecho de que no podrás ganarnos, si no que por ti mismo ya eres un vampiro superior a todos los demás; en tu sangre esta la dicha de quienes conocen la luz del sol y eso ya te hace diferente!. - Akashi lo dijo con el veneno exacto, para tocar una fibra sensible en el alma de Kagami.

- yo no me creo mejor solo por ser diferente; No soy como tú!.- respondió con el mismo veneno.

-Como te atreves! – Aomine se tiró hacia kagami, cogiéndolo del cuello de la camiseta, alzando la mano en puño para envestirla con fuerza en su cara.

-ALTO! - grito Akashi, evitando que el moreno golpeara a Taiga, este le hiso una señal con la cabeza para que soltara al pelirojo.

-Nadie le habla así a Seijuro! Y menos un mocoso en pañales como tú! - aomine soltó al ojicarmesi empujándolo un poco.

-Valla... se ve que tienes una sólida convicción Kagami Taiga - Akashi entrecierra los ojos.- pero te hará falta más que la "fuerza de tu espíritu" para que yo crea lo que acabas de decir.

Taiga mordió sus labios.- si gano me creerás! Y me dejaras pertenecer al Clan Teiko.-

Akashi afilo su mirada. - Eso es lo que quieres? Probar tu igualdad perteneciendo al Clan más poderoso de todos? –

- no… - negó moviendo lentamente su cabeza en negativa, tranquilizándose.

-si gano, no solo me dejaras ser parte del Clan si no que me darás un puesto en el Consejo de los Ansíanos y me darás tu voto.-

Akashi abrió sus ojos totalmente sorprendido. No podía dar crédito a lo que escuchaba. Dejándolo mudo. No solo a él sino a todos los presentes.

-"¿escuche bien?... Quiere pertenecer… al consejo de ansíanos?... acaso Kagami quiere… acaso Kagami... no puede ser… – a kuroko le pesaba tanto la cabeza que sentía sus sienes palpitar; su cuerpo tenía un sudor frio y sus manos temblaban; aun así, se forzó en sentarse en la cama para escuchar con más claridad, haciendo eso se dio cuenta que el respirar era ciertamente difícil.

Después de un momento de silencio, Akashi salió de su letargo, volviendo a retomar la palabra.

-Esa es tu ambición?... llegar al Consejo?- estaba absorto.

-si no lo vez, no lo creerás, verdad Seijuro? Pues si tan seguro estas de tus convicciones no temerás en darme la oportunidad de pertenecer al consejo y darme tu apoyo. -

Aquello significaba tantas cosas para Akashi, que simplemente no lo podía contemplar, si llegase a ganar, muchas cosas del sistema que el mismo había creado con tanto esfuerzo, aquel que había protegido a él y a todos los vampiros por siglos podía quebrantarse… ¿Pero qué?, ¡¿Qué demonios estaba pensando?!; ¡Ellos eran invencibles!, no habría la más mínima posibilidad de que ganara, aunque la ocurrencia del pelirojo era osada, no lograría pasar a través de Daiki, y menos sobre el!.

-….tienes razón… no temo… - se burló con una sonrisa ladina. – En A.B.S.O.L.U.T.O. – lo cual hiso fruncir el ceño del de ojos carmesí

-"lo sabía… he vivido lo suficiente con akashi-kun como para saber que no permitirá que alguien le gane, aun si eso implicara manejar el destino de quien se le pare enfrente" -

kuroko deslizo la yema de sus dedos por el cuello, este ardía tanto que incluso le dolía pasar su saliva. Trato de respirar hondo para tranquilizar sus pensamientos.

-"Utilizará sus poderes, astucia y cualquier recurso para evitar que kagami pase por encima de sus deseos. Incluso si eso implica el perder su integridad; sus deseos siempre han sido absolutos y estoy seguro que manipulara el destino de Kagami, para ver su cometido logrado." –

El hilo del destino estaba tomando forma a su manera nuevamente. Debía sacarle provecho a esta situación, no solo para aplacar a ese rebelde si no para lograr conseguir todo lo que necesitaba de él.

El poseedor del ojo emperador sonrió internamente satisfecho consigo. – al parecer, no tienes un pelo de tonto, como aparentas. Pero la verdad no hay nada que pueda ganar más que la confirmación de que siempre tengo la razón-

-quieres apostar akachin?..- pregunta el más alto del grupo, sabiendo que ese tipo de juegos nunca le han agradado al pelirojo.

-si el ganaría algo ganando; obviamente yo tengo que ganar más que la confirmación de que Soy Absoluto-

Algo en la piel de kagami se erizo con aquel comentario. Sabía que podía ganar … pero si llegara a perder que le pediría el vampiro más antiguo y poderoso de todos?

-bien?.. Escuchó..- arrugo un poco la sien, esperando con espeluznante intriga.

-si pierdes Kagami Taiga, lo que seguro harás… - da un paso adelante divertido – permitirás que experimentemos contigo –

-Que?! – se sobresaltó Taiga

-no solo tu sangre Kagami… piel, carne, huesos y medula espinal… Todo! –

Por un momento kagami dejo de respirar comprendiendo al fin lo que quería y el pelirojo siguió hablando

-Porque tu carne no se consume ante los rallos del sol, porque sigues vivo a pesar de haber visto una aurora, no eres como nosotros, tu eres el único en milenios que ha vencido a nuestro enemigo más peligroso.. el sol, y dentro de tus genes esta la forma en cómo podemos vencerlo. - respiro profundo sin soltar la mirada del pelirojo más alto. – y tú me dejaras experimentar contigo una vez pierdas! -

Intrigado ante la propuesta, Taiga asentó con la cabeza a lo cual aomine se sobresaltó.

- permitirás tal cosa? – renegó el moreno – realmente dejaras que Seijuro haga trisas tu cuerpo solamente por pertenecer al consejo? – gruño casi impactado ante la firme convicción del recién llegado.

-no quiero matarlo Daiki, muerto no nos servirá… pero ciertamente el proceso de hallar una contra la luz, no será nada agradable; por no decir supremamente dolorosa… - explica el de ojos impares sin inmutarse

-si… estoy de acuerdo, no tengo problema con ofrecerte mi cuerpo a cambio de un lugar en el consejo –

Realmente había dejado impactado a los presentes, la respuesta sin vacilaciones ante tal propuesta. Excepto a Akashi el cual sabía de antemano que perdería la contienda gracias a su ojo emperador, ya lo tenía todo visto, sería un final desagradable para aquel que mira la luz del día.

-pero debes prometer Seijuro que me darás tu voto en el consejo… -

El pequeño pelirojo afilo su mirada con desdén

-crees que no soy de confiar? Crees que soy de los que incumplen un trato! Insolenté! - apretó sus dientes ante tal acusación.

-no confió en ti Seijuro, eres como dijo mi madre, una bestia peligrosa entre sombras; tus ojos son como los de las criaturas que esperan entre tinieblas para atacar a su presa cuando está lo suficientemente cerca!-

El de ojos monocromáticos sonrió ante tal comparación, que forma más acertada para hacerse una idea de lo que es el cuándo quiere conseguir algo. Le agradaba saber que sus súbditos le conocen a ese nivel.

-Me alagas Taiga... - sin desviar la mirada llevo la mano izquierda hacia el cuello de su blusa, bajándola, exponiendo una pequeña parte de su hombro y con la otra mano paso la afilada uña de su dedo índice por la piel, hiriéndola en forma de cruz deladeada - Este es un juramento de sangre... Si tu llegases a ganar yo te daré un puesto en el consejo y apoyaré tus propuestas - la sangre que emanaba de la herida comenzó a brillar para luego cerrarse como si nada hubiera pasado. – Pero si tú pierdes, serás la pequeña rata de mi laboratorio!-

Taiga asintió con la cabeza en afirmativa a las condiciones del pacto. En sus pensamientos recordaba la profunda razón por la cual debía ganar… esta le daba la fuerza para apostar tan firmemente y sin vacilaciones. - Acepto el pacto! -

El ojo emperador estaba más que contento, más que satisfecho pues ya tenía el resultado de esta apuesta gracias a su habilidad innata de predecir el futuro; llego a creer que sería necesario un par de meses para encontrar ese "algo" una excusa, una razón para que taiga accediera a darle libremente su cuerpo… no sabía que el destino le daría tan pronto la oportunidad de cumplir todos sus deseos. Sonrió internamente; el destino siempre le daba todo lo que él quería y esta vez con más prontitud de la que el mismo esperaba.

Akashi se acercó a Kagami subió la mano derecha hasta el rostro del de ojos rojos para hundir el dedo índice en la mejilla del más alto, para luego rasgar en fina línea la piel del pómulo hasta el mentón creando la misma marca que había hecho en su hombro, la sangre que broto al igual que la suya resplandeció para luego cerrarse la herida como si nada hubiera pasado. - ¡Pacto Convenido! – afirmo con fuerza en su voz.

Sintió la victoria tan cercana que casi pudo saborearla… tan cálida y espesa, tan digna de el… pero eso fue solo por un instante; pues en el momento en que finalizo la marca en la mejilla de Taiga sintió como su cabeza cimbró tan bruscamente que se fue hacia atrás perdiendo el equilibrio.

-Hey! Akashi! – Aomine le agarro por los hombros al verlo desplomarse, pues era el más cercano y los rápidos reflejos del moreno impidieron que callera al suelo. - Que te pasa! –

El repentino desmayo del más bajo preocupo a todos los presentes.

-na..nada… - murmuro Akashi sujetándose la cabeza mientras con la otra mano se sostuvo del hombro de Daiki para evitar caer. - es..solo que…hace tiempo no hacia eso… - mintió, para zafarse de la incómoda situación y evitar que los demás se preocuparan por el… pero la verdad era otra.

Se vio como el pequeño tomaba aire profundamente para luego alzar la cabeza, reincorporándose en su anterior posición. – Está hecho Kagami Taiga – les diré ahora en lo que consistirá la competencia.. –

Aomine y Taiga pusieron extrema atención a las siguientes palabras del poseedor de ojos monocromáticos. Al igual que cierto peli celeste detrás de la puerta.

El pequeño ojiceleste se alertó ante lo que parecía un desmayo por parte de Akashi… su intuición le decía que algo andaba mal con el poseedor de ojosbicolor, su corazón se apretó y sintió la innegable necesidad de acercarse más para escuchar claramente en los que consistiría la prueba...

Tomo aliento y comenzó a deslizarse entre sus cobijas, dejándolas atrás, miro el piso y dudó que sus piernas pudieran sostenerlo, así que lentamente puso sus pies descalzos en el frio piso, alzo la mirada hacia la puerta, había unos tres metros hasta esta; ahora se le hacían inmensos…

Hiso fuerza para levantarse, sus muslos temblaron pero pudo ponerse en pie, ahora lo que más pesaba era su cabeza… camino pausadamente hasta la puerta, una vez llego ahí puso sus manos en la madera y se dejó caer lentamente deslizando las manos por el roble… arrodillándose en el piso puso su cabecita cerca, para luego posar su oreja en la puerta, es cuando escucho expectante todos los detalles del desafío... lo cual todo le pareció normal, agilidad, rapidez, fuerza, todo tomado en medida para ver si era superior a Daiki…pero qué? El último paso de la prueba era…era… injusta!… ciertamente aunque era algo extraño comprendía porque se lo pedían, pero era completamente injusto pedirle que hiciera tal cosa!

Kuroko alejo su rostro de la puerta, su cabeza estaba ofuscada con todo lo que había escuchado… - eso es injusto… como puede pedirle eso a kagami – hiso puño sus manitos mirando al piso con desesperación… - pero que puedo hacer? – apretó su boquita – quizás! Solo tal vez – frunció su ceño… y luego alzo su cabeza aclarando su mente - …si tal vez yo…pudiera… -

-Eso es todo - confirmo Seijuro - los veré en el gran salón a las doce… retírense…- a lo cual Akashi dio media vuelta, dejando el recinto.

Daiki fue el primero en ver directamente al chico de ojos rubíes - Demasiado fácil, no lo crees rojito? - sonrió para sí.

El de ojos bicolor fue el primero en marcharse.

-Ganare Aomine… - lo dijo sin perder su convicción….

*** En algún pasillo de la mansión ***

Apretaba sus labios con la palma de su mano mientras la otra sostenía como tenaza la muñeca para mantener la primera en su lugar, "¿cómo pudo haber pasado esto?; ¡esto era una calamidad!, ¡una completa desgracia!" tomo paso apresurado entre los largos pasillos de mármol blanco y paredes en piedra caliza iluminados tenuemente por lámparas de velas; se tapaba la boca evitando así quizás agarrar algún jarrón, alzarlo sobre su cabeza y lanzarlo contra alguna pared.

-"como puede ser que el destino marque a favor de ese mísero!" - Akashi llego hasta una gran puerta de roble, la cual abrió de un solo jalón entrando en su estudio - "tengo más de una forma de manipular el tejido del destino a mi voluntad!"- afirmo con completa certeza.

En el momento de sellar el pacto con Kagami; se abrió un futuro alterno, una desviación en el tiempo tan radical que cambiaría todo lo que había formado durante siglos, la paz de su vida, la estabilidad del Clan, su propio futuro y su amor… no eso no podía ser, ahora, tenía que ganar a cualquier costo, sin importar que!; Ganaría!...

Paró en seco frente al escritorio; su mente se nublo como si perdiera el conocimiento y ahí estaba otra vez… una nueva visión, otro futuro, una nueva ramificación de lo que estaba por venir..

Pasaba frente a sus ojos lo que ocurriría si intervenía en la competencia… y ahí estaba otra vez y otra vez, nuevamente se abrían cientos de posibilidades que se le hacían imposibles de comprender.

"esto ocurrió una vez, el dia… de la muerte de mi padre" – recordó amargamente, había visto tantos posibles destinos que al final no supo cual concluiría, llevándose por el destino que creía más evidente y callo en un error que le costó la vida a toda su familia…

- NO! NO! NO! ESTO NO OCURRIRA DE NUEVO, NO LO DEJARE! De que me sirve ver el destino si no puedo manejarlo a mi antojo?– apretó sus puños llevándolos en un sonoro golpe a la mesa frente a él.

-que ocurre Akachin?- pregunta una voz a su espalda llevándose una sorpresa; había dejado abierta la puerta de su estudio al momento de entrar apresurado.

Gira encontrándose con un par de ojos violetas.

-esto no es de tu incumbencia Atsushi, ahora retírate! – alza la mirada rabiado con su presencia.

Murasakibara mira los ojos de Akashi, estos brillaban incandescentes, uno como el oro fundido y el otro rojo como el carbón a fuego vivo, tan intensos… tan llamativos…

-akachin..- volvió a ver al pelirojo con una amable sonrisa, pero su voz mostraba su preocupación - akachin, tus ojos me dicen que te pasa algo…- acerca su rostro lentamente sin dejar de mirarle dulcemente - dime que es, onegai…- pide con un tono infantil.

-NO TE LO VOY A DECIR! VETE! – Seijuro lanza su mano haciendo un ademan para que se aleje.. – NO LO PIENSO REPETIR! – aprieta los dientes molesto.

Murasakibara deladea la cabeza – miraste algo de la competencia? Por eso estas preocupado? Dime por favor…–

Akashi, furioso le da la vuelta a su escritorio comprendiendo que atsushi no se ira aunque se lo ordene, abre de este el cajón principal, sacando un gran libro, de tapas en cuero gastadas y hojas tan añejadas que parecían pergaminos.

Atsushi reconoce el objeto abriendo los ojos de par en par, llevándose toda su atención.

El pelirojo apresurado, saca ágilmente el abrecartas, una pequeña daga de punta corta pero filosa, abre el libro de par en par, posa su muñeca sobre el libro y el pequeño cuchillo encima de su muñeca, dispuesto a herirse para que su sangre caiga sobre el pergamino –NO TE GUSTARA LO QUE VERAS, TE LO ADVERTÍ!- grita dispuesto a cortarse las venas frente a atsushi

-AKASHI! NO!- murasakibara se lanza sobre el pelirojo agarrándolo fuertemente de las muñecas, alzándolas sobre la cabeza del más pequeño… por la presión ejercida, al más bajo se le resbala la daga que sostenía cayendo estrepitosamente hacia un lado.

- DEMONIOS AKASHI, ME PROMETISTE QUE HABIAS QUEMADO ESE LIBRO!- le jalo alejándolo del escritorio, empujándole hasta el centro de la biblioteca - ¡ME MENTISTE! – murasakibara apretó la mandíbula mostrando sus colmillos; más que furioso estaba decepcionado.

-SUELTAME ATSUSHI, TE LO ORDENO! - jala hacia atrás para soltarse del agarre del más alto, pero lo único que consigue es llevárselo con todo hacia atrás, chocando su espalda contra el gran librero - CREES QUE QUEMARIA EL LIBRO QUE TIENE LA RAZON POR LA QUE SOMOS ASI!? - le mira firme.

Atsushi subió aún más las manos de Akashi y encorvo su espalda para encararlo.

- Me mentiste… -

Hubo una pausa donde solo se miraron uno al otro, inquietos.

Akashi respiro profundo y luego contesto.

-mi falta no radica más que en incumplir una promesa; era necesario conservar el libro. – se justifica molesto.

-… pero – la voz del más alto se vuelve melancólica - me lo prometiste a mi… -

El corazón de Akashi se contrajo ante aquellas palabras, sintió la triste voz del lila y miro hacia otro lado para escapar del rostro decepcionado de murasakibara.

-"porque tiene que alterarse tanto por esto, le dije que quemaría el libro para su tranquilidad y le advertí que se fuera por su bien!"- piensa Akashi.

El poseedor del ojo emperador sintió cambiar la tensión del ambiente... paulatinamente la presión en sus muñecas se aflojo, pero algo ocurría… el ambiente se destenso para convertirse en… uno desasosegante, privado de calma y sosiego, pero al mismo tiempo inquietante; era como abrir los ojos, bajar la mirada y darte cuenta que estas en el filo de un gran abismo…

Así mismo, Akashi vio venir el vértigo en su estómago, un abismo tenebroso frente a el, justo debajo de el…

Abrió los ojos preocupado por lo que acaba de sentir, gira su rostro encontrándose frente a frente con la razón de aquello…

La mirada de murasakibara ya no era de furia, ni de decepción como hace tan solo un momento; estaba… estaba… mirando con extrema fijación su cuello, aquella parte…

El corazón del pelirojo empezó a palpitar rápidamente con opresivo miedo que provoca la necesidad de huir del evidente mal que se desataría.

Lo había descubierto!, la marca en su cuello!; Akashi sobresaltado contrajo su cuello tratando de ocultar la marca con su mentón inútilmente.

- QUIEN TE HA MORDIDO AKASHI! DIME QUIEN FUE! – grito histérico y su mirada incrédula ante lo que veía.

Akashi sintió apretarse aún más su corazón. El grito de murasakibara le calaba el pecho llevándose el aire que respiraba.

Seijuro no sabía que decir, no tenía como excusarse y menos la forma de como mentir ante tal clara evidencia; no tenía como escapar.

El de ojos violetas sintió una rabia terrible que hace siglos no experimentaba; soltó el agarre de las muñecas para coger de los hombros al pelirojo, apretándolo con firmeza contra el librero.

-FUE MIDORIMA? DAIKI? RYOTA?- gritaba escupiendo sus nombres con veneno - FUE TAIGA? – le apretó con más fuerza. – ¡DIME, ES TAIGA!? RESPONDE! –

Atsushi jamás se refería a los demás de esa forma, eso le demostraba la magnitud de la furia que sentía.

Akashi se sentía acorralado, no sabía que responder, no solo la actitud del pelimorado lo abatía si no el hecho que había descubierto su falta.

-E..espera atsushi! déjame… pen…pensar! –

-QUE! - le zarandeo – NO TIENES EXCUSA? O NO SABES QUE MENTIR! –

Akashi abrió los ojos incrédulo ante tales acusaciones y se contrajo en sí mismo, pues era cierto lo que acababa de decir… estaba acorralado, sin salida.

Escuchaba la voz del pelilila quebrándose ante tanta rabia y dolor, sabía que no lo aguantaba, Atsushi es de los que jamás tienen esos sentimientos y ahora estos lo estaban ahogando, lo podía sentir…

-suéltame por favor – dijo Akashi con voz quebradiza…

Murasakibara respiro tan profundamente para calmarse que se holló pasar el aire por su nariz.

-BIEN! –exhalo con fuerza y decidido cogió la muñeca del más pequeño como tenaza, arrastrándolo del lugar

-Suéltame Murasakibara! Suéltame! – tiraba con toda su fuerza hacia atrás en vano, sus fuerzas no se comparaban.

No sabía qué hacer, el alto lo arrastraba sin chance de escapar

-Suéltame! SUELTAME! – Empezó a arañar la mano del más alto – Déjame explicarte – suplico asustado de lo que podría hacer.

Continuara…