Hola

Bueno, pues antes de que llegue la Navidad y de que acabe el año... les dejo este capítulo, el final. Espero que les guste :D

Capítulo 16

Seguir adelante

Risas. Toda la habitación estaba llena de gente riendo, esta vez el chiste de los gemelos había sido lo suficientemente bueno como para hacernos reír a todos. Por un momento el ambiente me había hecho sentir bien, pero no podía evitar la sensación de que estaban invadiendo nuestro espacio, nuestro día.

Era domingo, y los domingos los Granger, Potter y todos los Weasley, y cuando digo todos son todos, nos visitaban. Aunque más que visitarme a mí, la visitaban a ella, a mi Hermione. Ella ya no tenía las energías para viajar, era por eso que todos optaban por llegar a nosotros. Pero ese día en especial esperaba que nadie llegara, que nos dejaran solos a los dos y claro, aquí estábamos, rodeados de familia.

Miré a mi esposa, una delicada sonrisa adornaba su rostro, no había perdido la chispa y la luz que le caracterizaban, pero al mismo tiempo yo estaba consciente de que ahora era como una flor intentando sobrevivir en el invierno, la flor que más me empeñaba en cuidar y proteger.

Estaba sentado a su lado en la cama y jugueteaba con su mano distraídamente, cada cierto tiempo ella la apretaba como señal de que algún dolor la molestaba. Solo yo era consciente de ello, ella nunca dejaba que los demás supieran que estaba mal. En un momento su apretón fue distinto, así que la miré tratando de entender lo que quería decirme. Pero para mi sorpresa ella sólo me sonrió, suspiró sonoramente y cerró los ojos como si tuviera mucho sueño.

Creo que Hermione está cansada —soltó mi madre de repente sorprendiendo a todos, incluyéndome. No creí que ella se hubiese dado cuenta de nuestra manera de comunicarnos.

Creo que va siendo hora de irnos —dijo George a todo el mundo, levantándose de su asiento.

Gracias por venir —susurró Hermione al ver que todos se acercaban a ella para despedirse.

Poco a poco cada persona que se encontraba en la habitación le dio un beso a mi castaña y salió del lugar. Al final sólo quedábamos Hermione, sus padres y yo. Vi que la señora Granger comenzaba una charla con su hija y decidí salir por un momento hasta que terminaran, el padre de Hermione me acompañó.

Se ve bien —comentó el señor Granger.

Lo intenta.

Ron, ¿has pensado que sería mejor que ella fuera a un hospital? Creo que ahí tendría una atención mucho más…

No —corté de inmediato—, Hermione dice que no quiere morir en un hospital —informé con algo de dolor al recordar el día que me lo había dicho.

Sí, pero podría ser una mejor opción, aquí… —señaló nuestra pequeña casa y negó con la cabeza. Nunca había tenido problemas con mis suegros, nos llevábamos bastante bien, pero en ese momento debía reconocer que quería estrangularlo.

Aquí tiene la atención adecuada. Luna es una excelente enfermera y a Hermione no le hace falta nada.

Lista, vamos —la señora Granger acababa de salir de la habitación— ¿Sucede algo?

No es nada, linda —dijo mi suegro—. Nos veremos la próxima semana, Ron. Cuídense.

Asentí.

Cuando la casa se quedó en completo silencio, deseé que regresaran todos. Me reí de mí mismo al darme cuenta que ninguno de mis pensamientos parecían coherentes en ese momento. Comencé a subir las escaleras para cerciorarme que mi esposa ahora dormía tranquilamente como lo quería. Sin embargo, cuando entré ella me esperaba con una sonrisa.

Creí que no regresarías jamás, tardaste siglos —dijo.

Con su mano me indicó que me recostara a su lado.

Y yo pensé que morías de sueño —refuté mirándola a los ojos.

Hermione sonrió.

Tenía que encontrar una manera de que nos dejaran solos —lentamente se acercó a mí y me besó con amor, necesidad y pasión—. Feliz aniversario.

Nuestro aniversario, esa era la principal razón por la que queríamos pasarla solos, era una celebración personal que no podíamos compartir con nadie más.

Feliz aniversario, amor.

Nos quedamos en silencio, solo mirándonos atentamente el uno al otro, como analizando nuestro siguiente movimiento, como si no supiéramos qué era lo que seguía después de esas palabras.

La cálida mano de mi esposa comenzó a recorrer mi rostro, cerré los ojos tratando de memorizar ese momento y guardar la sensación para siempre, de pronto sus labios volvieron a rozar los míos.

Te amo, Ron —dijo entre besos.

Puse mis sentidos al máximo, quería guardar todo el momento en mi memoria, no olvidar sus palabras, sus labios, sus caricias. Me rehusaba a perderla, aunque eso fuera algo inevitable. Sentí una gran opresión en el pecho y sin quererlo siquiera, unas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. No quería llorar, no frente a ella, detestaba la idea y quise escapar. Sus brazos rodearon mi cuerpo como si ella presintiera que quería huir y eso sólo sirvió para que me desmoronara y llorara como no lo había hecho nunca.

Te amo tanto, Hermione —le dije enterrando mi rostro en el hueco de su cuello, mientras ella acariciaba mi cabello como si de consolar a un niño se tratara.

Tranquilo, cariño. Todo va a estar bien —susurraba ella, pero yo sabía que nada iba a estar bien, iba a perderla y eso no era para tranquilizarse—. Mírame —pidió tomando mi rostro con ambas manos—, por favor, Ron, mírame—con todo el llanto que tenía no quería hacerlo, sin embargo logré controlarme y mirarla atentamente, ella también lloraba—. Quiero que me prometas una cosa —asentí—. Cuando… cuando pase, tienes que seguir adelante. No me gustaría verte tirado en la cama o algo así. Promete que no te dejarás vencer y seguirás adelante, promételo.

Su pedido era difícil de cumplir, ¿pretendía acaso que siguiera la vida sin ella? ¿Cómo iba a lograr semejante atrocidad?

Lo prometo —a pesar de saber que sería difícil cumplirlo, tenía que prometerlo para que ella se sintiera tranquila.

No deberías llorar en tu aniversario —sonrió burlonamente haciéndome reír—. Te tengo un regalo. ¿Podrías abrir el cajón de ahí? —pidió señalando la mesita de noche que estaba a mi lado.

Dentro del cajón encontré una pequeña cajita negra con un moño rojo aún más pequeño que la adornaba. Miré a Hermione dubitativo, ella me incitó para que lo abriera. Un dije en forma de corazón me esperaba dentro.

Ábrelo.

Dentro de ese corazón había una diminuta foto de nuestra boda.

El sonido de las cortinas abriéndose y la luz entrando por ellas me despertó de repente. Cubrí mi rostro con la cobija que tenía en los pies.

— ¿¡Quieres cerrar esa cosa y dejarme en paz!? —grité lo más fuerte que mi voz me permitía.

— ¿Y dejarte en este nido de ratas? Olvídalo, Ronald.

—Te he dicho cientos de veces que no me gusta que me llamen Ronald, Ginevra.

—No puedo dejarte ahí. Mírate, mira en lo que has convertido tu casa. Tienes que levantarte —dijo mi hermana al tiempo que recogía la ropa, latas vacías y algunos trastes que estaban regados por el suelo.

—No quiero levantarme.

Ginny me miró poniendo sus manos en las caderas como lo hacía mi madre, pero su mirada no reflejaba el enojo que ella quería, más bien se veía triste.

Soltó un suspiro y se sentó en el sillón que estaba a mi lado.

—Sé que esto es difícil. Lo ha sido para todos, pero no creo que a Hermione le hubiera gustado verte así —mencionó con la mayor tranquilidad de la que pudo hacerse.

—No uses a Hermione como arma para chantajearme —le pedí sabiendo que las palabras de mi hermana no eran otra cosa más que verdad.

—Sólo digo lo que creo. Además mira este lugar, mírate, estás pálido, evidentemente más delgado, descuidado. Estar en esa depresión va a matarte y no soportaría perderte ahora a ti.

Recorrí mi casa con la mirada por un momento, había basura, ropa, envolturas de comida, polvo. Y yo, yo estaba hecho un desastre total, sin Hermione en mi vida para mí no había nada que valiera la pena, perdí mi trabajo y me llenaba de deudas.

—No puedo vivir sin ella, Ginny. La extraño tanto. —nuevas lágrimas salían de mis ojos, seguía preguntándome cómo era que no me había deshidratado ya. Cubrí mi rostro con ambas manos y después sentí que mi hermana me abrazaba con fuerza.

—Debes seguir adelante —dijo Ginny sin soltarme—. Si no lo haces por ti, hazlo por ella.

El resto de la tarde, mi hermana se dedicó a arreglar mi casa mientras se aseguraba de que yo tomara un baño y comiera un poco. Cuando se fue, la soledad fue mi compañera nuevamente. Volví a sentarme en el sillón en el que había estado los últimos meses y fijé mi vista al frente. El librero me saludaba con su brillo de limpieza y los libros parecían sonreírme burlonamente.

Me levanté y caminé los pocos metros que habían entre un libro en particular y yo, lo tomé y acaricié el lomo como si se tratara de la cosa más preciada en el mundo, en realidad lo era para mí. "Iridiscente", ese era el nombre del libro, el primero de una trilogía incompleta, una trilogía que jamás sería completada.

Abrí el libro y leí la dedicatoria

Para mis padres, que estuvieron siempre que los necesitaba y para un pelirrojo que me sacó de la oscuridad.

Al cambiar la página y leer el primer capítulo, no pude evitar recordar la voz de mi Hermione la primera vez que me lo había leído. Sin saber cómo, me sumergí en ese mundo y no me detuve hasta que terminé todo el libro. No sabía la hora, ni sabía el día en el que vivía, sólo sabía que ese libro había llenado un poco el enorme vacío que se albergaba en mi pecho. Me aproximé de nueva cuenta al librero y tomé el segundo libro: "Arcoíris", tenía que leerlo porque cada palabra que las hojas susurraban, eran como la voz de mi castaña.

Cuando abrí el libro un sobre cayó al suelo. Me agaché de inmediato al reconocer la caligrafía de Hermione en él.

Para Ron

No lo dudé, abrí el sobre y encontré carta muy corta.

Mi querido Ron:

Sé que no esperabas encontrar algo como esto escondido en un lugar tan extraño como es un libro mío, pero si de algo estaba segura era de que encontrarías esta nota en algún momento.

Debe ser difícil para ti sobrevivir en estos momentos y es por eso que preparé algo especial para ti. Lo que debes hacer es sencillo, en nuestro armario, en la parte más alta y profunda, hay un pequeño cofre de madera color verde. Mi regalo de aniversario te ayudará con ello.

Te amo.

Hermione.

No podía creer lo que decía, así como no podía creer que ella supiera que encontraría esa carta en algún momento. Me dirigí a la habitación y saqué con rapidez el cofre que ella describía. Estaba cerrado y tenía una curiosa cerradura que no se abría con una llave convencional. El dije que colgaba en mi cuello me gritaba que debía utilizarlo, así que me lo quité y lo abrí, no había manera alguna de que esa cosa me ayudara a abrir esa extraña cerradura. Intenté pensar, a ella le gustaba hacerme pensar y todo lo que hacía y decía siempre tenía un fin. La foto en el dije llamó mi atención, la miré con detenimiento y un segundo después corrí hacia el mueble de la televisión en la sala que guardaba el video de nuestra boda. Dentro de la caja de la película estaba pegada la llave de la rara cerradura. La tomé y subí las escaleras casi tan rápido como había bajado. Al abrir la caja pude ver de inmediato cuatro objetos dentro, cada uno con un número muy grande de portada. Tomé el que tenía el número uno, era un DVD.

—Hermione, tu de verdad estabas loca —dije en voz alta y con una sonrisa instalada en mi rostro, una sonrisa que no había estado ahí en mucho tiempo.

Con cuidado, coloqué el DVD en el reproductor y puse "Play". La pantalla se puso negra, dos segundos después apareció la imagen de mi Hermione en ella. Mi corazón latía acelerado y mi estómago estaba que se volvía loco, ahí estaba ella, hermosa como siempre, con esa sonrisa que me cautivaba. En la esquina de abajo podía ver la fecha en la que había sido grabado aquel video, apenas tenía unos días que nos habían informado que la quimioterapia no funcionaba.

— ¿Quieres callarte, Ginny? —habló mi esposa mirando a un punto detrás de la cámara. Claro, ¿Quién iba a ser la que la ayudara si no era mi hermana?

—Se supone que vas a editar el video, no te preocupes —contestó Ginny.

—No voy a editar el video, así que mejor cállate y avísame cuando comiences a grabar. Eso si Harry te enseñó a usar correctamente esta cámara —le dijo Hermione burlonamente.

—Claro que sé usarla y… ya está grabando.

Hermione miró a mi hermana acusadoramente, negó con la cabeza, después miró hacia la cámara y de inmediato pude sentir como si me mirara a mí.

—No voy a comenzar este video como quería, gracias a tu hermana. Lo que sí puedo hacer es esto —se acomodó en el asiento y sonrió—: Hola, mi amor, ¿qué tal va la vida? ¿Has mantenido la casa en orden? ¿Ya arreglaste la gotera del baño? ¿Te encargaste de la puerta que no servía en el garaje? Espero que sí, porque estarías rompiendo una parte importante de nuestro trato de no ser así —le sonreí a la pantalla. No había hecho nada de lo que ella mencionaba y el trato era que lo haría en cuanto tuviera tiempo, bien, mi justificación estaba en que aún no tenía tiempo—. Sé que para cuando veas esto yo ya no voy a estar a tu lado, para mí es difícil decirlo e incluso pensarlo, pero es una realidad que tenemos que aceptar y tanto tú como yo debemos estar conscientes de que la vida sigue y no podemos quedarnos estancados en un punto específico por más que nos guste estar en él. Por eso quiero que recuerdes la promesa que me hiciste. Debes seguir adelante, debes dejar el pasado, debes dejarme ir, es raro para mí decirlo ahora, pero para cuando veas esto es de vital importancia que lo tomes en cuenta. Te amo y jamás dejaré de hacerlo, si existe otra vida después de esta, estoy segura que te seguiré amando con mis cuatro sentidos en ella, como lo he hecho hasta hoy —volví a sonreír sólo a ella se le ocurría decir lo de amarme con cuatro sentidos en un momento como ese y sólo a ella se le ocurría pedirme mucho tiempo después que le prometiera seguir adelante. Hermione me conocía y estaba segura de todo lo que pasaría después de que se fuera—. Ahora, antes de que nos pongamos sentimentales, quiero pedirte un favor, podría apostar que has pasado bastante tiempo en el mismo lugar y te has rehusado a seguir viviendo, así que te tengo una importante misión —en la pantalla apareció el cofre verde que ahora estaba a mi lado, ella lo tomó y lo puso a su lado—, dentro de este cofre hay tres cosas más: un CD, un álbum fotográfico y un libro —saqué cada una de las cosas que ella mencionaba—. Tu primer misión es abrir ese CD, tiene archivos numerados, sabrás que hacer con ellos en cuanto los abras. Tu segunda misión es arreglar todo lo que te dije al principio —sonrió a la cámara y luego tomó el álbum fotográfico—. En este álbum estarán todas las fotografías que encuentre y serán sólo para recordar en ciertas ocasiones, no para que te aferres a él y después no quieras salir de casa —advirtió, sin embargo, cuando abrí el álbum no tenía fotos, más bien tenía cartas, cosa que me extrañó mucho—. El libro que está aquí te va a encantar, es con el que estudiábamos al principio de nuestra amistad, cuando estés triste puedes abrirlo y leer la dedicatoria —abrí el libro y encontré la dedicatoria que Harry había escrito en él junto con una escrita por Hermione: "Recuerda el pasado, mira hacia el futuro, pero nunca te olvides de vivir el presente. Te amo. Hermione"—. Pase lo que pase, siempre voy a estar en tu corazón. Ahora debo irme, porque tu hermana está comenzando a llorar y no hay quien la calme.

—Cállate, Hermione. —se escuchó la voz ahogada de Ginny.

—Despertarás a Albus y luego ¿qué voy a hacer con dos Potter llorando en mi casa?

La pantalla volvió ponerse negra.

No tengo idea de cuántas veces vi ese video. La imagen de Hermione con su sonrisa y su manera de jugar con mi hermana me hacían sonreír sinceramente.

Al día siguiente, sin saber cómo ni por qué me había quedado dormido en el sillón, prendí el portátil e introduje el CD que Hermione había mencionado. Los archivos, al igual los objetos en el cofre, sólo tenían por título un número. El primero, para mi sorpresa, también era un video.

La imagen de Hermione aparecía al primer instante, no era la misma Hermione del primer video, esta se veía más cansada, muy probablemente ese video había sido tomado algunos meses después.

—Hola, cariño. Sí, otra vez soy yo, hice algunos cambios que supongo que ya notaste. El álbum fotográfico no tiene fotos, ahora tiene cartas, todas son para ti, así que disfrútalas. Y bueno, si cambié eso fue porque encontré una mejor manera de poner nuestras fotografías: en un video, un video que me costó mucho trabajo hacer y antes de que lo veas, que claro es después de mí, porque sí, terminé editando un video, quiero que cuando abras el segundo archivo, primero lo leas y después… bueno, ya sabrás que hacer. Te amo —la pantalla se volvió azul y después comenzó el video. Una serie de fotos que yo ni siquiera recordaba que existían aparecieron poco a poco con el ritmo de la canción "Déjame ir" de Reik, uno de los grupos favoritos de Hermione. La canción al igual que las fotos me hicieron entender que debía seguir adelante como lo había prometido, porque eso era lo que ella hubiera querido.

Cuando ese video terminó, y más por curiosidad que por otra cosa, me dispuse a abrir el archivo número dos.

Para mi esposo, la persona que más amo en este mundo.

III. Caleidoscopio

Capítulo uno.

Mi corazón se detuvo por un momento después de leer las primeras líneas. Revisé todo el documento y comprobé que el libro, el tercer libro, el que completaba la trilogía, estaba terminado.

Comprendí mi misión al segundo, debía hacer que el libro logara ser publicado.

El mundo entero se había quedado desilusionado al enterarse que nunca sabrían el final de la historia, pero ahí estaba su esperanza, toda depositada en mí y Hermione me lo había encomendado, yo tenía que lograr que la historia terminara de ser contada.

OoOoO

— ¿Estás seguro que no necesitas ayuda, abuelo?

—Estoy bien, tranquilízate. Soy un viejo, pero aún puedo caminar solo.

—De acuerdo, pero no te enojes. Ahora entiendo porqué la abuela Ginny decía que eras muy gruñón.

—Ginevra siempre decía lo mismo, incluso el último día de su vida lo hizo —comenté con algo de melancolía al recordar a mi hermana.

— ¿La extrañas? —preguntó Lily mirándome con los espectaculares ojos verdes de su bisabuela y abuelo Harry.

—Claro que la extraño, a ella, a tu abuelo. Aún no entiendo cómo es que ellos me abandonaron tan pronto, yo debía irme primero.

—No comiences con eso de nuevo, abuelo Ron —dijo sonriendo—. Voy con mi hermano, regresaré por ti en un rato, ¿sí? —asentí y la vi caminar unos cuantos metros hacia donde se encontraban sus abuelos.

El pasto verde indicaba que estábamos en medio de la primavera, había flores por todos lados y eso lograba que el panteón se viera mucho más vivo de lo que se había visto en muchos años. Me paré frente a la tumba de mi Hermione, no había cambiado mucho, se veía casi nueva y debía agradecer eso a los nietos e hijos de Harry y Ginny, sin ellos no estoy muy seguro de cómo estaría este lugar en estos momentos.

—Hola, Hermione. Otro mes ha pasado volando. Vine con Lily y sus hijos, deberías verlos, han crecido tanto, Lily cada vez se parece más a Ginny y Dave es igual a su padre, sólo que con los característicos ojos Potter. ¿Sabes? No entiendo por qué Lily tenía que llamar a su hija también Lily, me es fácil confundirme si eso ocurre, ya era suficiente con confundirme entre la madre de Harry y su hija y ahora son tres generaciones con el mismo nombre, no debería existir eso legalmente —sonreí al darme cuenta que me quejaba con mi esposa, siempre iba a quejarme con ella—. ¿Qué tal la pasas allá arriba, eh? Tienes a Harry, Ginny, mis padres, tus padres, los gemelos; debes estar de maravilla. Aún me pregunto cuándo estaré yo acompañándolos —suspiré y sentí una brisa recorrerme—. Te extraño tanto, Hermione.

— ¡Abuelo! Es hora de irnos. —gritó Lily caminando hacia mí.

—Ustedes hacen visita de doctor y creí que el doctor aquí era yo.

Lily soltó una risita y tomó mi brazo.

—Claro que eres el doctor, sólo que hoy era visita exprés.

—Claro, claro, visita exprés, ¡bah!

Esa noche, después de leer el último capítulo de "Caleidoscopio", me recosté en la cama dispuesto enteramente a dormir. Los párpados me pesaban demasiado y antes de sumergirme en la inconsciencia recordé un diálogo de ese libro que había ocurrido en la vida real:

Se supone que mi trabajo era cuidar de ti.

No, se supone que debíamos cuidar uno del otro.

No supe por cuánto tiempo estuve recordando la dulce voz de Hermione decirme esas palabras de aliento, ambos nos cuidábamos, eso era verdad, desde el primer momento había sido así y estaba seguro que hasta ese día ella se había encargado de cuidarme.

De pronto algo húmedo tocaba mi mano, cuando bajé la mirada, pude comprobar que se trataba de la fría nariz de un viejo Setter Irlandés, acaricié su cabeza con algo de diversión hasta que me di cuenta de algo extraño, ese perro no era cualquier Setter Irlandés, ese era mí Setter Irlandés.

— ¿Errol? —el perro ladró con fuerza y comenzó a correr por el parque en el que me acababa de dar cuenta que estábamos.

Corrí tras de él y en un momento, el perro meneaba la cola a una chica sentada en una de las bancas del parque. Cabello castaño y revoloteado, esa no podía ser otra que mi Hermione.

— ¿Hola? —saludé con el corazón a trote o eso suponía yo.

—Buen trabajo, Errol —felicitó ella al can. La chica volteó y me miró sonriente —Hola, mi amor, tardaste siglos.

No pude evitarlo más, reduje la distancia entre nosotros y la besé como había querido hacerlo por tantos años.

—Te extrañé tanto —dijo ella sin alejarse.

— ¡Hey! Ya suéltense, tienen público, ¿lo saben? —interrumpió voz de Fred.

—A veces extraño el no poder escuchar —soltó Hermione dirigiéndose a mi hermano—. Ven, tienes que ver a todos, de verdad tienes una familia enorme y te estábamos esperando.

Hermione tomó mi mano y me llevó a conocer a toda la familia que ni yo mismo conocía.

OoOoO

Esa misma mañana en los periódicos, revistas y noticieros se anunciaba:

"El día de hoy murió por causas naturales Ronald Weasley, el reconocido médico oncólogo, descubridor de la cura del cáncer"

FIN

Pues esto es todo por ahora. Espero que les haya gustado este final. Yo lo amé desde el momento que lo ideé.

Quiero agradecer a todos por leerme y comentar. De verdad que me llenaban de alegría con todo lo que me decían. MUCHÍSIMAS GRACIAS

Nos veremos en otro fic.

Saludos,

Love-Dreamer-HP

21/12/13

PD: Hice el video que Hermione le deja a Ron, si ustedes quieren verlo pasen a mi página de FB (está en mi perfil) y dejar un mensaje con su correo electrónico (de hotmail... ya les explicaré después porqué) o pueden dejarlo por PM. :D