La Isla Konoha
Hemos buscado la redención desde tiempos inmemoriales, expiando nuestros pecados en la palabra de dios; desde el principio quienes pecan tendrían que pagar sus fallas en los más ardientes infiernos, con el tiempo la sociedad fue evolucionando al grado de sentirse dioses; los humanos tomaron el derecho de juzgar a otros humanos, construyeron prisiones para que los malvados de corazón pagaran sus deudas con la sociedad ¿Qué nos hace tan diferentes a todos? La verdad es que la carente creencia en una divinidad como lo es Jehova ha traído una era de oscura corrupción en las almas de los hombres y por ello los hombres construyeron mas prisiones para meter a los pecadores y paguen su deuda con la sociedad. Recuerdo un viejo canto muy famoso en la Milicia, un fragmento así más o menos, era muy interesante "¿a donde crees que van a parar los tontos pecadores cuando mueren? No van a donde los ángeles juegan… ellos van a ir a parar a los lagos de fuego" y en la actualidad… los verdaderos pecadores no van a pudrirse a cualquiera cárcel. Ellos van a parar a…
-Konoha.-menciono el piloto del helicóptero a su pasajera vestida de militar color azul.- ya hemos llegado a nuestro destino señorita Hinata.
La mujer con el casco puesto asintió con la cabeza un tanto animada; le hecho un vistazo, era una isla muy grande, el complejo era de gigantescos muros color gris, con mas de 20 torres de francotiradores y el alambrado mas retorcido y punzo cortante que jamás había visto; totalmente imposible escapar, siguió observando, el patio de los reclusos era bastante grande con varios campos de deportes, parecía muy animado haya abajo; después llegaron al helipuerto donde el helicóptero descendió lentamente hasta tocar tierra; la mujer militar salio del transporte colocando los pies en el suelo, era una sensación fenomenal, de pronto avisto a una mujer oficinista vestida de negro, tenia lentes de sol que cubría sus ojos pero su cabello, era negro y corto, se acerco a la militar con mucho animo.
-bienvenida a Konoha.- estrecho su mano con firmeza.- mi nombre es Shizune… soy ayudante de la alcaide.
La mujer se retiro el casco de la cabeza, sus cabellos azulados cayeron como bellas cascadas y sus ojos aperlados se hicieron presente, su expresión era optimista pero tímida, después estrecho la mano con la de la ayudante.- Hyuuga Hinata a sus ordenes.
-usted ya es una militar retirada por lo que necesitamos de sus servicios.- la mujer dio media vuelta hacia la salida.- por favor… sígame.
Obediente Hinata fue detrás de la ayudante entrando en el gran edificio, todo era muy triste, oscuro y siniestro; eso lo notaba Hinata con facilidad si siguió mirando por ahí y se percato de que los guardias eran mujeres con una expresión de amargadas, pero eso era lógico para una prisión para mujeres reclusas; después de pocos minutos llegaron a la oficina de la alcaide, una muy limpia, ordenada se olía la disciplina por todas lados y eso es lo que hace falta en una prisión… disciplina.
La mujer de verde sentada en el escritorio se levanto, tenia una gran cabellera rubia con coletas; tenia una gran sonrisa y abrazo a la nueva miembro.- le esperábamos con ansias.
-es un placer estar aquí en Konoha.- respondió ella saludando con mucho animo.- en el ejercito me comentaron de este trabajo y acepte de inmediato.
-¿por que acepto? –Indago con curiosidad el alcaide.
Hinata bajo la cabeza un poco avergonzada.- es que… el Hokage no paga a sus soldados retirados una retribución por nuestros servicios, es por eso que me gusto venir aquí; es una prisión de chicas un tanto especial.
La mujer regreso a su asiento con una cara de seriedad.- entonces aun no comprende por que esta aquí… bueno se lo diré; Prisión Konoha no es una prisión normal, aquí no es una prisión común de señoritas; Aquí tenemos a las mas infames basuras de la sociedad; asesinos, violadores, enfermos, desquiciados.
Hinata se mantenía firme.- pero… ¿por que hay chicas como guardias? ¿No deberían ser hombres los que manejen esta prisión?
La mujer verde sonrío.- no confío en hombres para hacer este trabajo; los hombres son viles por naturaleza y es por eso que están aquí, en mi prisión.- después le dio una mirada divertida.- y la razón por la que esta aquí… es por que necesitamos a mujeres de naturaleza fuerte y de gran lealtad; una sargenta honesta con todos los honores ¿Qué se siente tener todos esos hombres bajo sus pies? Debe de sentirse bien que hagan lo que usted desea.
-es parte de la disciplina.- contesto con confianza.- es lo que en el ejercito enseñan.
-y también en mi cárcel enseño esto.- el alcaide camino hacia la militar con una gran sonrisa.- mi nombre es Tsunade y vera como usted encaja maravillosamente con las demás.- dirigió su mirada a Shizune.- asignemos a Hinata a las Big Sisters, ellas han tenido problemas ultimadamente.
-¿me solicitaban?-pregunto una mujer en la puerta, sus cabellos rosas y ojos verdes y vestimenta de guardia azul rey le sentaba bien.
-llegas a tiempo Sakura.- dijo melodiosamente Tsunade.- ella es Hinata, asignada a bloque Delta, de ahora en adelante ella es una Big Sister, tenemos mucho trabajo así que enséñale lo que tiene que saber; habitaciones, duchas, vestidores, armamento y presos.
-Como ordene Alcaide.- después la chica estrecho la mano.- bienvenida, mi nombre es Haruno Sakura, ven no perdamos tiempo.
Las chicas salieron de la oficina en el momento, recorrieron pasillo tras pasillo donde los presos se emocionaban al ver a Hinata caminar, le gritaban obscenidades y vulgaridades; pero eran fácilmente ignorados, llegaron a donde se encontraban los vestidores y Sakura le entrego su uniforme.
-aquí tienes.- entrego el uniforme azul rey.- tu uniforme de Big Sister.
Hinata deseaba saber en que se había metido por lo que pregunto a Sakura.
-el alcaide menciono Big Sister ¿a que se refiere? –se comenzó a desvestir.
-las Big Sister es la cuadrilla de guardias que tratan con las peores lacras del mundo comúnmente llamado El Pasillo Feliz.
-¿pasillo feliz?
Sakura sonrío seductoramente.- comprenderás dentro de poco… pero que buen cuerpo tienes Hinata.
La militar presintió algo, de pronto se avergonzó de estar desnuda enfrente de su compañera.- ¿que tratas de decirme? ¿Por qué me miras así?
-Las Big Sister somos lesbianas. No dudes en sentirte libre.- después acorralo a Hinata en la esquina.- las chicas querrán abrazarte, eres tan hermosa, en una isla así, a veces las hormonas no discuten… quiero besarte.
-¡atrás! –Hinata empujo a Sakura que después rió como loca; dejando completamente confundida a la novata.
-en serio te la creíste... – la pelirosa se cayo al suelo echándose a carcajear.- es broma, la verdad somos mujeres heterosexuales.
-¡no me gusto la broma!
Sakura le sonrío picaronamente.- pero si quieres tener sexo… lo puedes hacer con los presos.
Listo con su nueva vestimenta ambas salieron de los vestidores con andar normal, había pasado por los pasillos normales y llegaron a otro sitio donde había un muro de metal sólido, era tan grande y tal vez impenetrable como la muralla china, guardias vestidas de color gris abrieron las puertas para las Big Sisters y entraron aun mundo más oscuro y perverso, había barrotes a la derecha y a la izquierda y había un total de 7 puertas 3 a la izquierd la derecha separadas a una gran distancia detrás de los barrotes; por ultimo una puerta de metal manchada de sangre en frente de ellas.
-es hora de que conozcas a tus prisioneros niñera.-comento Sakura con un tono alegre.- es la última puerta de la izquierda.
-por cierto.-Hinata se quedo con la duda.- a que te refieres a sexo con los reos.
-este es el pasillo feliz, y aquí no hay cámaras de seguridad por lo que puedes hacer lo que quieras con ellos prácticamente, pero lo del sexo también es prácticamente una broma, estas aquí para disciplinar a los reos, no para que te den placer; es muy importante… nunca involucrarte con ellos en una relación; la única relación que tienen contigo es la de una señora con sus 2 perros, solo eso.
-comprendo.- respondió.
Sakura camino hasta el final del pasillo y donde estaban las puertas de los barrotes; Hinata observo como había sangre en la única puerta que no tenía barrotes.
-¿por que esta es la única puerta que no esta detrás de los barrotes?
-te diré una cosa muy importante.- dijo Sakura con la seriedad del mundo.- nunca entres a esa puerta, puedes entrar pero yo te recomendaría que no lo hicieras.
-comprendo.
Abrió la primera a un espacio totalmente cerrado, solo estaban los barrotes y un muro que las aprisionaban, después abrió la tercera puerta de la Izquierda y se abrió, estaba ligeramente iluminado a la derecha de la habitación estaba una celda muy deprimente, sin nada de vida y una litera, avistaron al momento a los 2 huéspedes de la celda, uno de ellos tenia facciones salvajes, tenían un traje completamente gris, sucio y todo desgastado, el segundo estaba orinando en la taza, vestía con un gorro de invierno y lentes muy minúsculos de sol; la Big Sister golpeo los barrotes con fuerza y estos atendieron ha llamado.
-Mira Shino.- el que estaba acostado tenia un tono divertido.- es pecho varonil acompañado de una rica mamacita.
-compórtate Kiba.- dijo Sakura molesta y después volteo con Hinata.- estos son Kiba y Shino… de ahora en adelante son tus prisioneros.
-esta prisión es muy tranquila después de todo.
De pronto Kiba se aprovecho de la distracción de la Big sister Sakura tocándole el trasero, pero fue tomado rápidamente por la pelirosa; saco su bastón y de un golpe rompió el brazo de Kiba; grito tan fuerte que el alarido se escucho por todo el pasillo feliz.
-¡Maldita perra me rompiste el brazo! –reclamo Kiba.
-ese es el precio que pagas por tocar mi cuerpo, maldito pedazo de basura.
-hubiera tocado tu pecho… eso si que no tiene precio.
Sakura se acerco y le dio un golpe.- tienes suerte de que te consiguieran una Big Sister, si fuera por mi te mataría ahora mismo.
-Sakura… -Hinata quedo impactada por la acción.- eso fue…
-te acostumbraras.- guardo su bastón y abrió la puerta pero no sin antes decirle.- bienvenida a Konoha.