Disclaimer:Los personajes le pertenece a la gran S. Meyer. La historia es una idea loca de mi cabeza que he decidido compartir por este medio. ¡Dí no al plagio!

Capitulo beteado por María (FFR)

L'amour dans L'Italie

Prólogo


Prólogo

– ¿Te gustaría ganar dinero extra por unas horas de trabajo? – Un acento italiano distrajo a Isabella de sus pensamientos.

Bella levantó su vista.

– Disculpe – miró a aquel hombre que la distrajo, era tan masculino. Podía imaginarse los bien formados músculos de él tras su camisa de seda. Tenía facciones bien definidas. Él esperaba su respuesta, sus labios se curvaron en una sonrisa sexy y torcida. Su postura clásica lo hacía parecer un modelo europeo enfundado en un traje de alguna tienda prestigiosa de Milán o Paris, se parecía tanto a Robert Pattinson.

Éste hombre debe de estar loco, la cantidad de dinero que le ofrecía era mucha, más de lo que Bella ganaba en un semana.

– Signorina ¿Me puede ayudar? – Parecía más una orden que un favor, su voz era autoritaria. Era un hombre que no sabía pedir favores. Bella decidió no seguir sus instrucciones y mucho menos sus demandas.

Imágenes eróticas cruzaron por su mente.

– ¿Qué le gustaría que haga? – respiró calmadamente. Un silencio incómodo se formó por la forma en que ella hizo la pregunta, tuvo un doble sentido. Iba a formular la misma pregunta con otras palabras pero él la interrumpió.

– Aquí dentro – Él abrió la puerta de su oficina para que ella entrara.

– Disculpe – murmuró nerviosamente. Bella miró por arriba de su hombro, esperando que alguien viniera en su ayuda para no estar a solas con ése hombre intimidante. ¿Qué sucedería si estaba mintiendo? Podría ser un lobo disfrazado en piel de oveja. A lo mejor quería que ella hiciera algo más inapropiado por todo ese dinero.

– ¿Sabes utilizar la computadora? – preguntó impaciente.

Claro que sabía utilizar la computadora, no era estúpida. Bella no era el tipo de mujer que estaba cómoda tras un escritorio.

– Si la sé utilizar – respondió Bella.– ¿Me va a dar todo ese dinero sólo por escribir una carta?

Él frunció el ceño

– Sí – respondió colocando los billetes sobre la mesa. Que predecible. Todo el dinero era igual, sólo los ambiciosos eran felices con él pero ella lo necesitaba. Le dio una hoja que contenía una caligrafía perfecta, era impecable. – Transcribe todo lo que está en la hoja, sin errores. Es confidencial – le advirtió con un perfecto acento italiano – No quiero que salga nada de esta oficina.

– Sí señor – respondió observando el dinero que él había colocado sobre la mesa.

– ¿Cuál es tú nombre?

– Isabella, Isabella Swan pero me gusta que me llamen Bella.

– Apresúrate – apuntó hacia el escritorio donde estaba la computadora.

Ella se sentó y comenzó a escribir. Cuando terminó revisó dos veces el texto. Perfecto, no tenía ningún error. Espero un rato, puesto que aquel apuesto hombre estaba ocupado respondiendo llamadas, la primera fue en francés y la segunda en un fluido italiano. Él hablaba calmada y pacientemente, con tono autoritario. De seguro estaba negociando precios. Era un experto en negocios, al menos eso reflejaba su oficina.

– Terminé – Bella se levantó de su lugar cuando él término la segunda llamada.

Él la observó, parecía que ya se había olvidado de que no estaba sólo.

– ¿Eres Edward Masen Cullen? – preguntó suspicazmente. Edward había firmado la carta que le había entregado.

– Sí

Edward Masen Cullen, el más renombrado financiero y banquero del mundo, un negociador con colmillos. Podía hacer crecer una compañía y a la vez llevarla a la quiebra según sus intereses. Dueño de las finanzas de Italia así como parte de los bancos de Europa, Asia y Norteamérica. Este era el hombre que su jefa, Jessica Stanley, trataba de impresionar para obtener el mejor contrato de banquetes. Ni Jessica y mucho menos ella esperaban conocer en persona al billonario Edward Masen. Que afortunada se sentía por haber llegado temprano para preparar el buffet.

Sin analizar mucho su buena suerte, parecía que la estrategia de "Banquetes Luna Nueva" no era la adecuada en cuanto a los negocios se refería. Esta noche debía ser la mejor presentación de su vida. Era bien sabido que Edward era un controlador al que le encantaba la perfección. La forma que operaba era sencilla. Si veía perfección en todo significaría la firma de un jugoso contrato que beneficiara a su jefa.

Bella no sabía nada de finanzas pero si sabía todo sobre la cocina italiana y francesa. Había obtenido un diploma cuando estudió un año en Sicilia y París. Estaba segura de que en cuanto Edward Masen Cullen probara su comida ganaría ese contrato.

– Trabajo en "Banquetes Luna Nueva" – comentó Bella pensando que eso le iba a dar puntos.

– ¡Wow!, ningún error. Estoy impresionado – dijo Edward ignorando el comentario de Bella. – Envíalo por fax a este número – Edward le dio un directorio internacional.

– Claro

– Guarda la carta en un archivo en la computadora cuando termines.

– Ok

– Ven a cenar conmigo mañana.

– S... ¿Cómo?


Bueno queridas lectoras acá vengo con otra historia, espero que le den la misma bienvenida que a mis otras dos historias: "Compromiso por apariencias" y "Seducida por mi jefe".

La actualización dependerá de mi BETA (María) por que ella está corrigiendo algunos capítulos que ya tengo escritos. Queda decir que está historia aún no la termino pero sí va más avanzada que las otras dos.

Agradecimientos:

A Emmaly por mi hermosa portada que le quedo increíble. Niña tienes una hermosa imaginación.

A María mi muy estimada BETAque me ha sido la que me ha animado a compartir mis historias por este medio.

Besos y nos leemos pronto.

¿Review?