Kiss me in the darkness.

Autora: Black Song 11.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, es propiedad de Masashi Kishimoto, pero los personajes inventados son míos y la historia también lo es.

XIII: Final.

Parte segunda


¿Qué diablos acaba de pasar?

Era lo único que ella podía pensar. Intentó rebobinar sus recuerdos en la mente: su hija nació, Sasuke acarició a la bebé, la besó, y por último le robó un beso a la madre, y de la nada se esfumó.

¡¿QUÉ DIABLOS?!

¡Ese era, literalmente, el momento más hermoso que cualquier humano pueda vivir y él se marchó como si nada! ¡¿Qué diablos?!

Naruto rompió el ensimismamiento de Sakura al ponerse de pie sorpresivamente, pero fue detenido por Ino cuando se disponía a seguir a Sasuke.

Tú ya has hecho suficiente; le toca responderme a mí.

Todos vieron como la rubia caminó a paso imponente por la habitación hasta que salió por la puerta.

Ya basta —pensó Sakura—. Me cansé. Disfrutaré a mi hija sola, que él se vaya al carajo.

Abrazó a la bebé y le plantó un suave beso en el mismo lugar en que lo había hecho el padre hace unos momentos. La enfermera tomó a la niña y se la llevó para hacerle unos chequeos.

Quedaron tres personas en la habitación, y ninguna dijo nada. Fue Sakura quien decidió romper el incómodo silencio.

Wow —exclamó—. Fue más duro de lo que creí.

¿Estás bien? —preguntó Karin, preocupada por lo que pudiera estar pasando con su amiga.

Un poco cansada, pero nada que no se solucione con una siesta.

Se refiere a lo que pasó con Sasuke, Sakura-chan —se apresuró a aclarar Naruto. Lucía bastante ansioso por saber cómo estaba su amiga.

Lo que acaba de hacer ese imbécil no se lo perdonaré. Fue la gota que rebalsó

el vaso.

Debe haber una explica-...

¡No lo defiendas, Naruto! —gritó interrumpiendo al Uzumaki.

Era cierto. Era muy cierto. ¿Qué clase de futuro le esperaba si él huía cada vez que tenía la oportunidad? No podía perdonarlo. No sólo la despreció a ella, sino que también a su hija, ¿quién se creía que era?


Varios pasos sumamente rápidos se oían en el corredor del hospital privado en el que Sakura estaba internada. Sasuke corría lo más rápido que sus piernas le permitían, detrás de él estaba Ino, pisándole los talones.

¡Sasuke! —gritó Ino, corriendo lo más rápido que podía—. ¡¿A dónde crees que vas, desgraciado?!

Había estado muy enojada con él, y más aún cuando la vio y no atinó a hacer otra cosa que correr.

De la nada, vio que al final del pasillo había un bote de basura muy grande y Sasuke corrió hacia él. ¿Qué se proponía?

Él se detuvo, estrepitosamente, frente al bote de basura y hundió la cabeza en él para comenzar a vomitar. Ino quedó congelada a sus espaldas.

¡¿Qué sucede?! —gritó, sorprendida, mientras se alejaba un poco por el asco que le producía la acción de él.

Sasuke alzó la cabeza cuando por fin encontró relajo en su estómago y se volteó a encarar a Ino.

Sea lo que sea que hayan pensado, puedo explicarlo —comenzó a hablar con rapidez.

Sasuke se notaba más pálido y con un aspecto demacrado, casi como si estuviera al borde del desmayo.

Explícalo entonces.

Guardó silencio. Pero Ino lo entendió de inmediato: Sasuke estaba avergonzado porque iban a descubrir uno de sus grandes secretos.

Oye, no me digas que... —intentó decir, para facilitarle las cosas a él, más que nada.

Ni lo digas —la frenó él, en seco.


Karin y Naruto se encontraban ordenando las cosas que habían llevado a la habitación de Sakura, ya que, desgraciadamente, tenían que irse. Sakura estaba profundamente dormida puesto a que las enfermeras ya habían limpiado toda la habitación, sólo hacía falta que la niña fuera sometida a unos cuantos exámenes de rutina.

Ino atravesó el umbral de la puerta junto a Sasuke, éste recibió la mirada de odio de los dos que estaban presentes, y consientes.

Inó rió, pero fue callada por los demás.

Karin —llamó la rubia—. Ven aquí.

La pelirroja obedeció y ambas salieron de la habitación. Naruto miró a Sasuke desde el otro extremo de la habitación y se cruzó de brazos cuando su amigo le devolvió la mirada.

Sé que tienes algo que decir —reclamó el pelinegro, con el ceño fruncido—. Dilo ya.

¿Qué diablos fue eso?, ¿entiendes lo horrible que debió sentirse Sakura al ver que te marchabas de nuevo? —Sasuke posicionó uno de sus dedos índices frente a sus labios, en señal de que bajara la voz. Naruto guardó silencio.

No se molesten —dijo Sakura, sorprendiendo a ambos hombres—. Naruto, ¿podrías dejarnos a solas un momento? —Naruto asintió, y, dócilmente, se marchó.

Sakura se acomodó en la cama y se cruzó de brazos.

Escucha —comenzó a decir ella—. Ya estoy aburrida de esta mierda. Di lo que quieres de una vez por todas y lárgate.

Sakura, escucha —intentó decir el moreno, pero fue interrumpido por la chica.

¿Sabes qué? ¡No! Me aburrí, seré yo la que hable ahora.

Su expresión seria logró intimidarlo, por muy imposible que suene.

¡No permitiré que mi hija tenga un padre que desaparece y vuelve cuando le da la gana! Que te quede claro.

Alto ahí —la cortó, alzando la voz.

Sakura se sorprendió. Nunca lo había oído alzar la voz hacia ella, él jamás se había enojado así sin importar las veces que ella lo insultaba cuando estaba embarazada. Él no era un hombre violento.

Iba a dejarte hablar, pero veo que tú sólo juzgas según tus prejuicios —hizo una pausa—... valga la redundancia.

Sakura guardó silencio. Pasiva por primera vez.

Te dejaré claro que yo no estoy casado.

¡Mentiroso! —le cortó la chica— ¡Eres un mentiroso! ¡Yo te vi con ella! ¡Tienes

dos hijos con ella, no vengas a hacerte el inocente porque no lo eres! —gritó. Gritó todo lo que no había podido gritar en esos meses difíciles que estuvo separada de él.

Dos sobrinos de ella —corrigió. Sakura negó con la cabeza.

No te creo —continuó quejándose.

Mi hermano está casado con ella. Nos llevamos bien así que me pidió que la

acompañara a comprar ese día.

Estaba pasmada por dentro. Por fuera, claro, no lo demostraba; ella, aparentemente, era un bloque de hielo frente a los ojos del padre de su hija.

Analizó la situación. Lo había pensado bien y recuerda haber escuchado sobre su hermano, Itachi Uchiha, un hombre serio y sumamente inteligente, a la cabecera de la editorial en la que ella trabajaba. Tenía sentido. En el caso de que estuviera diciendo la verdad, claro.

¿Cómo sé que puedo creerte? —preguntó recelosa.

Es cosa de que vayas a la editorial y te topes con mi hermano para comprobarlo, ¿por qué te mentiría?

¿Y si era una trampa? Sí, tenía que ser una trampa. ¡Él huyó! ¡Eso es!

¡¿Entonces por qué huiste?! ¿Te arrepentiste?

Sasuke tembló por un segundo. Segundo que ella, obviamente, notó.

Es vergonzoso…

Pues dilo para todos nos ríamos.

Silencio.

Silencio y nada más que eso. Él apartó el rostro; no iba a permitir que ella lo viera avergonzado. Sakura ya estaba perdiendo la paciencia.

Él abrió la boca e intentó articular una frase, pero nada salió de ahí.

La mujer alzó una ceja.

¿Y bien?

—… Sakura, yo… —ni siquiera la miró.

Sólo tenía que decirlo y ya, no era el gran problema.

Él estaba ahí, parado, pensando en cómo admitirlo y ella lo miraba sin perder detalle de sus expresiones.

Yo… —se decidió, por fin— yo… le tengo fobia a la sangre.

Ella guardó silencio. Él la miraba expectante.

Tiene que ser una broma —respondió, sin poder creerlo—. ¡Es tu hija!

Sasuke se dedicó a mirar el piso, avergonzado. Sakura suspiró.

¿Tienes pensado algún nombre para nuestra hija? —preguntó ella.

Sasuke la miró estupefacto. No daba crédito a lo que había oído. ¿Acaso Sakura estaba haciendo un intento por perdonarlo? Sintió una dicha inexplicable; no era un gesto pequeño, estaban hablando del nombre de su hija; además, el hecho de que ella lo haya incluido diciendo "nuestra hija", fue el mejor de los toques.

Sarada —respondió sin pensar.

Ella lo repitió, como si estuviera intentando acostumbrarse a ese nombre.

No creas que te he perdonado —se apresuró a decir ella—. Simplemente recordé la vez en la que me corté accidentalmente y tú tuviste que ir al baño, sospechosamente.

Él sonrió.

Sakura —llamó. Ella volteó a verlo—. Te amo. Te amo a ti y a Sarada. Eres lo mejor que me ha pasado.

Sólo bastó eso para que Sakura se emocionara hasta llorar. Sasuke se acercó lentamente a ella; dudó, no sabía si tenía permitido acercarse tanto a ella. Al ver que Sakura no se alejaba, se siguió acercando hasta que sus labios se encontraron. Ellos se besaban. Ella no podía negar que tenía fuertes sentimientos hacia él, pero la confianza había sido destruida.

Se separó de él. Dejándolo con ganas de seguir besándola.

Las lágrimas corrieron por su rostro. Una parte de ella quería abalanzarse sobre él; sin embargo, otra le exigía que no se dejara convencer hasta que le probara que no mentía. La confianza ya no estaba en ella.

Lo siento, Sasuke… no puedo.

Él se desmoronó. No mentía. Le había confesado todo lo que sentía y no era suficiente para que ella le creyera. ¿Qué debía hacer para que siguieran adelante juntos?

Se sentía frustrado. No era del tipo de hombres que demostraban abiertamente sus emociones y sentimientos; pero lo había hecho por ella y no era suficiente. Se sentía triste, demasiado. No quería perderla ni a ella ni a su hija.

Acarició su rostro; en un intento por hacer que ella abriera su mente y le creyera.

Sakura, Tenshi está casada con mi hermano Itachi —intentó convencerla—. Yo te amo. Ella es sólo mi cuñada.

Sus ojos se enrojecieron. De verdad pensó que la perdería.

Sakura lo miraba. Recordó esa vez que lo había visto llorar y se le apretó el pecho. Ella también lo amaba. Lo sabía. Pero no podía decírselo. En ese momento los ojos de él comenzaron a humedecerse debido a las lágrimas.

No quiero perderte de nuevo —soltó finalmente.

Sólo bastó esto para que ambos comenzaran a llorar. Ella rodeó el cuello de él con sus brazos y se dispuso a abrazarlo. Él sólo pudo corresponder.

Tampoco quiero perderte, Sasuke —admitió, con voz temblorosa y sumida en el llanto— ¡Te amo!

Él se apegó más a ella en el abrazo. Estaba tan emocionado que ni siquiera pudo responder; sólo esperaba que el cariño con el que la estaba abrazando le llegara a ella sin necesidad de hacerlo verbalmente.

Entonces… —habló ella, rompiendo el silencio luego de algunos minutos— ¿Sarada Uchiha?

Sasuke rió.

No queda mal.

~Fin~

¡Oh por dios! ¿Cuánto ha pasado desde que publiqué esto por primera vez? ¿Dos años? Y aquí está el final. Costó, costó, pero igual se logró.

No sé cómo le hacen para tenerme tanta paciencia. Juro que la próxima vez que escriba algo lo subiré cuando lo tenga escrito completo. Aunque me tome años XD.

Solo quiero agradecerles a todos y cada uno de ustedes por su apoyo, sus comentarios y absolutamente todo lo que han hecho durante estos años que llevo en Fanfiction. De verdad son maravillosos.

Ya sé que dejé una cosa al aire (quizás no se acuerden porque me demoré mucho en actualizar), pero habrá epílogo, damas y caballeros. No os preocupéis. ;)

Quería publicar esto ayer, en mi cumpleaños, pero no se logró porque mi familia me distrajo todo el día del pc :c. Pero aquí está. ¿Qué les pareció?

Me encantaría hacer una lista de agradecimientos, pero son demasiadas. Ustedes saben quienes son, qué hicieron y que me hicieron muy feliz. No sé qué decirles. Estoy emocionada.

I love you guys, so, so, so much~! 3

Nos leemos en el epílogo.