Hola a Todos! Este es mi segunda traducción de un fic propio =) Asique espero que les guste!

Tengo bien clarito que hay algunas personas que querran matarme y enterrarme por haber tardado tanto... Pero les juro que tuve todos los exámenes en la universidad y me estaba volviendo loca! Y después ocurrieron algunas otras cosas que buee... en fin. Aquí estoy. Y espero que si les subo tanto este capítulo como el siguiente de "El Amor Puede Traer Un Montón De Sorpresas", tanto en inglés como en español, esta misma semana me perdonen =P jaja. Y si quieren el próximo capítulo de esta nueva historia si creen que no es suficiente. Sólo díganmelo.

Ahora voy a ser yo la que quiera dejar un par de cosas bien claras:

1) Si quieren entender el porqué del título, van a tener que seguir esta historia por bastaaaaante tiempo. ;) Asique si quieren saber más rápido, diganmelo y capás que me inspiro más para escribir. jaja.

2) Quizás vean que esta historia tiene algunas SEMEJANZAS con la otra historia "El Amor Puede Traer Un Montón De Sorpresas", pero les seguro que el mensaje, el argumento y la trama de esta historia son TOTALMENTE distintos.

3) Al momento de subir las historias va a ser de a una por vez, pero no les puedo prometer cuando. Solo que va a ser una vez que haya subido la original el inglés.

Ahora, espero que les guste... Díganme lo que piensan... y si quieren que lo continúe.

Disclamer: Narnia no me pertenece... Pero ojalá puediera tener a BENJI! MI CASPIAN! *babaaa* jajaja XD

Tal como en la otra historia, voy a dedicarle una canción a cada capítulo =): No se si "If Today Was Your Last Day" de Nickelback es la mejor... Pero queda bastante con el capítulo, y además estoy re exaltada porque los voy a ir a ver en septiembre! XD AAAAAAAAA! jajajaja

Que lo disfruten!


Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Seis botellas alrededor, debajo, sobre y junto a la mesa. Otra estaba siendo abierta y tomada desde el pico. Quien lo hacía apenas estaba en un estado de mareo. Ya que ya era costumbre tomar esa cantidad. Pero esta vez no era una fiesta donde la gente tomaba para celebrar. Ahora la bebida era para ahogar penas. Dolores que no podían compararse con nada. El peor que pudiera haber existido en los pocos años de su vida. El dolor de nunca regresar.

De regresar a casa.

¿Qué sentido tiene tu vida si no puedes regresar a donde tu corazón pertenece? ¿Estarías dispuesto a continuar con tu vida cuando te apartaron de tu hogar? ¿Olvidarías todo por lo que habrías pasado sólo porque no puedes volver a vivir esa vida?

Él desearía que las cosas fueran tan fáciles…

—¡PETER WILLIAM PEVENSIE! ¡QUÉ DEMONIOS CREES QUE ESTÁS HACIENDO!

El se sobresaltó al oír los gritos de su hermana. Se dio vuelta y la vio a ella y a su madre entrando en la habitación con una ira que podría espantar hasta los mismísimos Gigantes del Norte de Narnia.

—Vete y déjame solo.

—¡¿Estás demente, Peter?! —ella le gritó otra vez, quitándole la botella de la mano—. No puedes solucionarlo ahogando tus penas en alcohol. ¡Tienes que superarlo!

—¡Mira quién habla!

—¡Por lo menos no estoy tratando de emborracharme como tú!

—¡Dame eso y vete! No necesito tus sermones. En cualquier caso, tú deberías estar aquí conmigo.

—¿Puede alguno de ustedes explicarme de qué están hablando? Peter, ¡te has tomado cinco botellas de un vino muy fuerte y no estás ni mareado! ¿Desde cuándo pasa esto? ¡Nunca te he visto tomar ni una sola gota de alcohol! —su madre habló por primera vez.

Los hermanos se quedaron sin habla. Tendrían que haber sido más cuidadosos. Se miraron el uno al otro como disculpándose, sabiendo lo que iba a ocurrir. Aunque le doliera, coincidieron que deberían decirle una parte de la verdad.

—Empezó tanto tiempo atrás que no lo entenderías, madre —nunca podrían haber dicho: 'Comenzó un año atrás.' Ó 'comenzó dieciséis años atrás." Ella no les creería.

—¡Edmund! ¡Ven aquí! —Susan gritó desde la puerta.

—Es una historia tan larga que podríamos pasar años explicándotela… Y tú hasta podrías ser capaz de internarnos en un loquero.

—¡No digas eso! Ustedes son mis hijos, ¡nunca podría hacer algo así! Siempre escucharé sus problemas tal y como lo hacen todas las madres.

—Créeme, madre. Hay cosas que no quiere y no deberías saber.

—¿Qué está ocurriendo aquí? ¡PETER! —El Pevensie más joven corrió hacia su hermano y lo llevó a la esquina de la habitación mientras Susan y su madre se iban.

—¿Estás loco, hermano?

—Tú no eres quien para hablar. No tienes ni idea de cómo me siento.

—No, no lo sé. Pero sé perfectamente que no es fácil. Pero la vida continúa, Peter. No te quedes estancado en el momento. No es que tengamos que suicidarnos. Todo esto significa que tenemos la posibilidad de comenzar nuestras vidas otra vez. Algún día voy a estar en tu lugar y espero que tú me ayudes cuando el momento llegue —sin más, salió de la habitación… satisfecho.

Dejó a un Peter muy confundido atrás, quién rebobinaba las cosas que le habían ocurrido y lo que su hermano le había dicho.

Y concluyó que Edmund tenía razón.

Narnia sería su pasado: un lugar donde marcó su vida para siempre y lo hizo quién es. Nunca podría cambiar eso y tampoco lo haría si tuviera la oportunidad.

Ahora tenía que vivir, encontrar algo que hacer, disfrutar lo que le había sido dado: Sus hermanos, su madre, unos pocos amigos que tenía (que por suerte, apoco iban aumentando), sus estudios, hasta podría encontrar una mujer con la que salir, siendo afortunado como lo era.

Y con todo lo que tenía ahora, podría estar planeando su futuro, como cualquier persona razonable lo haría. Bueno… Nada que ocurrió en sus últimos quince años de vida fue muy 'lógico' a decir verdad. Pero las cosas en la Tierra no eran tan iguales como en esa hermosa tierra…. Aquí las cosas eran lógicas.

Edmund tenía razón: Tenía que superarlo.


Susan y su madre estaban preocupadas. Peter había reaccionado peor de lo ella que pensaban. Ella sabía que era muy difícil… Ella había dejado al amor de su vida en esas tierras, su primer y único amor, y el que ella había concretado con un beso. Ella era la que sufría más que todos, pero no desperdiciaba su salud con alcohol.

Se dirigían a la habitación de las chicas. Lucy ya estaba allí.

—¿Puedes explicarme de lo que estaban hablando, Susan? Parece obvio para ustedes, pero yo no entiendo nada. —su madre preguntó, rompiendo el silencio.

—Ya te lo dijimos, mamá. No nos entenderías, la historia es demasiado larga para contarla… y más que nada complicada, irracional… imposible si quieres —Susan le contestó.

—¿Qué sucede, Su? ¿Es sobre… ya sabes? —Lucy preguntó preocupada.

—Sí y no, Lu. Peter solo estaba haciendo algo que no debía.

—Por lo menos si no puedes contarme la historia completa, podrías contarle las cosas más importantes, para que yo pueda ayudarlo.

—No, madre. El debe enfrentar esto solo. Tenemos que mostrarle el camino correcto, pero él es el que tiene que luchar.

Susan fue a su armario y rápidamente eligió uno de sus camisones. En ese momento, tocaron la puerta y Edmund entró en la habitación sentándose contra la pared. Ella lo miró incrédulo, pero él solo sonrió y levantó sus manos como si fuera una señal de rendición… Pero resultó ser una cuenta regresiva: Nueve. Ocho. Siete. Seis. Cinco. Cuatro. Tres. Dos. Uno. 'Knock. Knock'

Las tres mujeres (aunque Lucy no pareciera una, lo era) lo miraron sorprendidas, pero sonrieron.

—Parece que todos esos años te ayudaron para conocerlo mucho más —La mayor de las dos hermanas comentó.

—¿Tú qué crees? —se rió por lo bajo—. Entra, Peter —Dicho muchacho se asomó por la puerta un poco y, viendo los rostros amigables, entró, y sus hermanos lo tomaron desprevenido con un enorme abrazo que lo hizo tambalearse y caerse de espaldas. Tanto su corazón como el de su madre se derretían ante la tierna escena. Un par de minutos después, terminaron el abrazo y Peter miró a Helen, su madre, con ojos suplicantes.

—Madre, ¿te molestaría dejarnos solos por unos minutos? Necesito hablar con ellos —ella, de mala gana, asintió y atravesó la puerta dejándola apenas abierta. Todos se sentaron en el piso para dar un magnífico discurso—. Lo siento, chicos. No debería haber reaccionado así. Tenían razón.

Todos rieron, pero Edmund dijo muy orgulloso: —Siempre lo estamos. Especialmente yo.

—No, no siempre. ¿Qué hay de aquel día que estábamos cazando y casi nos perdimos en el bosque porque tú decías: "Conozco esté lugar como la palma de mi mano y se cual es el camino más corto"? ¡Casi terminamos en los bordes de Archenland! ¿O que hay de aquella vez que el Rey de Archenland quería casar a su hija cuando en realidad quería hacerlo conmigo? ¿O cuando dijiste que Trumpkin había escondido mi espada en el arsenal y al final tú la tenías bajo tus sábanas? ¿O cuando Caspian te había ganado porque "alguien te distrajo"? ¿O cuando Su—.

—¡YA, CÁLLATE! — todos se echaron a reír ante la miseria de su hermano. Su cara de enojado era única.

—Todos sabemos que vas a extrañar Narnia Peter. Todos lo haremos. Pero eso no significa que tengamos que rendirnos y no seguir con nuestras vidas —Susan dijo con una sonrisa—. Es nuestro hogar, donde nos criamos la mitad de nuestras vidas. Lucy incluso ha estado más allí que aquí. Nos hizo lo que somos ahora y nos hizo crecer como familia, solo no lo olvides y guarda los mejores recuerdos.

—Nunca olvidaré todo por lo que pasamos. Nunca olvidaré el día que nos coronaron, todas las batallas que peleamos, todas las risas, los llantos y las emociones lo valen todo.

—¡Bien dicho, tontito! —todos se rieron y abrazaron a su hermano otra vez. Luego comenzaron a hablar de un montón de momentos que valían la pena ser recordados.

Pero lo menos se imaginaban es que su madre los había estado escuchando desde el principio por detrás de la puerta.


Escuela: Lo peor que le podría haber pasado a un chico. Especialmente a los Pevensies.

Pero hoy era un día especial.

Peter estaba hablando bajo uno de los árboles del patio con su amigo Cedric. Era el receso entre la penúltima y la última clase.

Todo estaba tranquilo y sereno…

—¿Qué piensas de Mary? Ella siempre se babea cuando te ve yendo a buscar a tu hermana.

—No. Demasiado superficial. Me gustan las mujeres que tienen los pies sobre la tierra y que son inteligentes y educadas.

—Estás describiendo a la mujer imposible. Por favor, por milésima vez te pregunto: déjame salir con tu hermana. ¡Es la chica más hermosa que jamás he visto! Me conoces. Cuidaría de ella y nunca haría nada para lastimarla o deshonrarla. Es la mujer de mis sueños.

—Y por milésima vez te digo: ¡No! Mi hermana no es una muñeca. Ella puede pensar por sí misma y solo voy a bendecir al hombre que ella quiera.

—¿Desde cuándo eres tan sobreprotector? No eras así un año atrás. Y de un mes al otro después de la guerra cambiaste drásticamente —su amigo dijo bastante enojado y con sus brazos cruzados sobre su pecho.

—No me lo creerías si te lo dijera —Peter respondió con una sonrisa juguetona.

—¡Peter! —Escuchó una vez conocida en la distancia— ¿Oíste las noticias? ¡El profesor Jekyll renunció!

—¿De verdad? ¡Oh, gracias a A—Dios!" No pasó nada. Todo está bien. No dije nada.

—¡Sí, gracias a Dios! Y se dice que otro profesor no viene porque tuvo un accidente con el auto.

—Pobre hombre —Sentía lástima por el pobre hombre. Tembló ante la idea de ese choque.

… Hasta que ellos llegaron.

—Bien, bien… Veamos quien está aquí. El bebé rubio y sus dos compañeros. Nunca se cansan de sus lecciones. Me pregunto cómo se las arreglaran cuando se trata de esgrima. Me encantaría cortarlos en pedazos con las nuevas espadas reales que mi padre me dio ayer.

Peter le enarcó una ceja a su compañero de esgrima. Ambos rieron, pero Cedric no entendió por qué. Los tres hombres parados frente a ellos los miraron.

—¿Qué es tan divertido? —James, el "líder" preguntó.

—¿Las trajiste aquí a la escuela?

—Sí. Están en el gimnasio, ansiosas por ser usadas.

—Entonces vayamos.

Se dirigieron al gran gimnasio que estaba dentro de la escuela donde estaban las espadas. James le dio una a Peter, quien la examinó para encontrar su balance.

Extremadamente rápido para sorpresa de su enemigo.

—De acuerdo. Solo un pequeño duelo para humillarte. Nada importante. Solo para divertirme.

—Cuando quieras.

James decidió empezar. Se adelantó un par de pasos y atacó contra el magnífico. Poca idea tenía de lo que iba a ocurrir…

Peter esquivó fácilmente y con solo un poco de fuerza le pegó a su oponente en el hombro con el mango de la espada, dejando al presumido muy impresionado.

—Vamos, ¿no querías vencerme?

—¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea! —todos los chicos empezaron a juntarse en el lugar, no alentando a ninguno, solo queriendo verlos pelear.

James se levantó y atacó de nuevo. Pero el Rey, ya entrenado, lo boqueó como si fuera lo más fácil del mundo. Solo su hermano sabía que realmente lo era. Luego, Peter balanceó su espada de manera que cortara muy superficialmente el brazo de su oponente. Y la audiencia festejó cuando vio los primeros signos de sangre.

El equipo oponente estaba en shock. Millones de preguntas pasaban por sus cabezas, tratando de descubrir cómo demonios el chico que ellos pensaron que era tan tonto había aprendido a usar un arma tan vieja como esa. James iba a mirar a su herida, pero Peter ya estaba atacando de nuevo, moviendo su espada para dejarle un corte en el hombro de su oponente, pero éste, aunque débilmente, lo bloqueó. El rey movió la espada, el otro también. La espada de Peter estaba levantada, la de James también. Hacia abajo, hacia los costados. Pero luego, el mayor de los Pevensie, con un suave movimiento, hizo que la espada de su enemigo saliera volando y cayera bien lejos de su dueño. Y luego, el líder de los presumidos sintió el frío metal en su cuello, el chico a unos pocos centímetros de distancia. Había sido derrotado por una sanguijuela. Y las cosas no podían quedar así.

—Peter, pásamela —ambos se dieron vuelta y vieron que su hermano tenía la otra espada en su mano izquierda. Peter se la dio.

—Ten cuidado y no hagas ninguna estupidez. Hay gente presente —Ed sólo rió y comenzó a balancear ambas espadas libremente, haciendo que la gente retrocediera un poco para admirar la naturalidad de sus movimientos: saltando, atacando, bloqueando y girando con las espadas, una en cada mano.

—¡Ed! Dame una. Démosles una demostración. Aún faltan unos minutos para volver a clases. ¿Quién quiere? —todos gritaron de excitación. Se podía escuchar el "¡SÍ! ¡SÍ!" de la multitud.

Edmund le devolvió la espada a su hermano y, sin esperar un instante más, el choque de las espadas hizo eco en todo el gimnasio.

El público estaba alucinado. Los que al principio estaba más involucrados estaban mirándolos en shock: su olvidado amigo Cedric estaba así –su mejor amigo nunca le había contado que podía hacer cosas como esas; los "chicos malos" hasta tenían miedo de lo que ese dúo podía hacer. Ellos estaban tan sueltos, que si estuviera en lugar de ellos, o incluso se los acercara, ya estaría cortado en cientos de pedacitos. ¡Parecía como que lo hubieran estado haciendo por años!

Esquivar. Corte. Bloquear. Girar. Saltar. Girar. Corte. Girar. Corte otra vez.

Innumerables veces e innumerables tipos de movimientos… Hasta que sonó el timbre.

… Y el director de la escuela apareció.

Entonces, ambos equipos se complotaron para esconder las armas en algún lugar, pero no fueron lo suficientemente rápidos.

—¿Me pueden explicar que hacen estos objetos tan peligrosos en la escuela? —El hombre preguntó muy enojado.

—Emm… Sólo estábamos admirándolas —los tres –ya que afortunadamente Cedric y los otros dos chicos se habían apartado de ahí— contestaron a la vez.

—Sí, no me digan… —dijo, mientras que agarraba con su dedo pulgar e índice la tela de sus remeras, las cuales tenían tajos por todos lados— ¿Y accidentalmente se cortaron? —las "víctimas" sólo agacharon sus cabezas y tragaron saliva— vamos a hablar con sus padres. Y los suyos, seños McCoy, otra vez.

Los mandaron a sus salones de clases para retomarlas mientras el director mandaba cartas a las respectivas casas.

Cuando sus padres llegaron, mandaron a llamar a los chicos y los hicieron esperar en las sillas frente a la oficina. Ellos aprovecharon el tiempo y hablaron… sobre temas delicados.

—¿Cuando aprendieron eso? ¿Dónde? ¡Fue increíble!

—No puedo creerlo. Mira quién está impresionado. El mayor presumido de toda la escuela —Peter dijo y con su hermano rieron—. De todos modos, no nos creeríamos si te lo dijéramos —la enorme sonrisa fue más para sí mismo que para su compañero.

—Aunque podemos decirte que hacemos esto desde hace mucho tiempo. Hasta podemos probarlo.

—Muéstranos —Un montón de estudiantes empezaron a salir de sus aulas y uno que pasaba los escuchó.

—Ya tuvimos demasiada exposición. Sólo estábamos diciendo.

—¡Vamos! ¡Muéstrennos! ¿Desde cuándo lo hacen?

—¡Dijimos que NO!

Todos los estudiantes se fueron decepcionados, refunfuñando y maldiciendo. Una vez que estuvieron todos fuera de vista, ambos Pevensies se levantaron las remeras revelando todas las cicatrices que habían recibido en sus momentos en Narnia…

¡WOW! —la mandíbula de James se cayó y sus ojos casi se le salían de la cara a la atemorizante vista de los perfectos y dañados cuerpos de los "jóvenes". Pero rápidamente se volvieron a bajar las remeras, en caso de que alguien pasara.

… Incluyendo la enorme que le había hecho La Bruja Blanca.

—Espero un minuto. ¿Y ESTA? —Edmund hizo un gesto del dolor al recordarla. Esa era la peor y más dolorosa herida que jamás había tenido, y que después de quince años seguía intacta. Ni siquiera el cordial de Lucy lo pudo curar por completo.

—Esa es una de la que nunca debe hablarse —Edmund dijo gruñendo y cruzando los brazos sobre su pecho.

—De acuerdo —el chico de pelo negro tembló de tan sólo pensar en lo que le había pasado—. Pareciera que lo hubiera hecho tu hermana.

Ambos Pevensies dieron un salto repentino y abrieron los ojos como platos. Nunca imaginaron que alguien pudiera decir algo como eso acerca de la "santa" de su hermana. ¿Qué…?

—¿Qué acabas de decir? —gritaron al mismo tiempo.

—Tuve un problema con Susan. ¿Por qué creen que a mis padres los llamaron otra vez? —Dijo él con incredulidad y enojado.

—¿¡QUÉ DEMONIOS LE HICISTE A MI HERMANA?!


Y? Qué les pareció? =D

Quien quiere saber lo que le pasó a Susan? ;)

jajaja. Espero que les haya gustado =D

Saludos a Todos!