Masashi Kishimoto©

Esta historia es completamente mía.

Antes que nada me gustaría hacer algunas acotaciones;

La idea de esta historia la tomé de una de las novelas de Encarni Arcoya Alvarez©

Agradezco a quién me lo haya remarcado, usé la idea central como inspiración así que no es Plagio. ¡GRACIAS!

Esperé hasta el final para darlo a conocer, eso no me hace hipócrita, no se anticipen a los hechos.

Mi mayor reto fue tomar la idea y crear una historia a base de esa pequeña espuma, y transformarlo en algo original, es difícil recrear algo sin que tome el nivel de 'plagio' me esforcé mucho en crear algo nuevo, un escenario distinto, tiempo y por supuesto el ambiente propicio para que se desarrollara el SasuSaku, no quería algo cliché ni merysue, asi que agradezco a los que estuvieron siguiéndome hasta el final de este desafío que fue crear mi primera historia a base de una pequeña espuma milagrosa que es Encarni Arcoya.

Guest y Kurosaki ryu más los demás lectores: Sasuke en todo momento la llama 'Hana' si aparece 'Sakura' disculpen, es error de dedo, tenía en mente a Sakura mientras armaba la escena de mi otra historia y se me fue el nombre, no lo detecté cuando le eché una última escaneada antes de subirlo. Mil disculpas si eso les desequilibró un poco mientras leían u_u Primer punto aclarado.

Segundo punto, sé que a algunos les molesta que alargue un poco el tema de la 'mentira'. Paciencia mis lectores, su sexy escritora sabe porqué lo hace, os daré una gran sorpresa así que no os desesperéis.

Doy por terminado esta sesión y continuemos con lo esencial, disfruten del quinto y último capitulo señores.

Desde ya muchas gracias por acompañarme y los espero en mis futuros proyectos ;)

¡SasuSaku & ItaSaku Eien ni Naru!

Advertencia ¡Lemon!

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Enamorándote por Hotmail―

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Chapter 5

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― ¡De nuevo yo, y yo, otra vez yo! ― Gimoteo.

Se levantó de la silla y comenzó a caminar de un lado a otro desesperada, el enfado había nublado su mente, estaba confundida, las ideas no eran precisas y necesitaba una solución rápida, se tomó de la cabeza y comenzó a jalar de su cabello cuando un pequeño sonido la volvió a la realidad. Era su teléfono sonando, lo tomó y era Ino.

― Buen di… ―

― ¡Sakura! ¡Dime qué pasó con aquel chico! ¡Habla mujer! ―

― Ino… No creo que este sea el mej… ―

― ¡No me salgas con eso ahora! ¿A qué hora piensas venir? ¡Es tardísimo! ―

Sakura miro el reloj y tenía razón.

― ¡Ya voy! ―

Se vistió lo más rápido que pudo, tomó su bolso y subió a un taxi, en todo el camino su conciencia no perdió tiempo en rebobinarle una y otra vez lo que había sucedido esa mañana, atormentándola, pero también le facilitó unas cuantas ideas de cómo salirse de esa situación, pero todas conducían a una sola solución, la más difícil.

― ¿Cómo rayos haré que Ino me ayude? ― Murmuro para si misma.

Al llegar a su trabajo Ino ya la estaba esperando en la puerta de su oficina, le sonrió y luego tomo su brazo tirando de ella al pequeño cubo cerrando la puerta.

― ¿Y bien? ―

― Bueno… Sabes… ―

― ¡Oye! ¡Habla! ¿Quieres? ― Pregunto impaciente la rubia.

― Bien ―

Sakura le comentó todo lo que había pasado.

― ¡Wow! ¿Vendrá aquí? ¡Quiero conocerlo! ―

― Puedes hacer más que eso, ir a comer con el fingiendo ser yo ―

― ¿Eh? ¡NO! No haré eso, Sakura. Es más, ni siquiera apareceré delante de él, tendrás que afrontarlo. ― Señaló firme Ino.

― Pero… Pero… ― Titubeo Sakura.

― Oye, si te haz enamorado, por lógica debes enfrentarte a el, me sorprende que aun no le hayas dicho la verdad ―

― Es difícil sabes… He querido pero no he podido siquiera, mirarlo a la cara ―

― No podrás mentirle por mucho, y será mejor que termines con todo esto. Si no lo haces tú lo haré yo ―

― ¿Qué…? ―

― Cómo lo oíste. Ese hombre no merece lo que le estás haciendo, me parece muy infantil de tu parte. ―

― Pero tú… No… ―

― Espero que te haya quedado claro Sakura. ¡AFRONTALO! ―

Dicho esto se levantó de la silla y se retiró a su oficina.

La charla dejó a Sakura sin más salidas que decirle propiamente la verdad, respiró profundo y por instinto volvió a mirar el reloj, tragó grueso y comenzó a buscar resignación para lo que se veía inminente, el que Sasuke descubriera que ella era Hana y la posibilidad casi segura de qué se enfadara y dejara de dirigirle la palabra.

La jornada transcurrió lenta y dolorosa para ella, entre papeleos, torpezas, regaños y gemidos infelices por su parte.

Ino la alentaba desde su escritorio con una lastimera sonrisa que sólo la hundía más en su depresión, así que opto por no volver a salir de su cubo hasta que le cayera encima el 'Ángel Vengador de pelo Azabache'. Volvió a suspirar por centésima vez buscando tranquilizarse, faltaban minutos para que la hora de la cita llegará, sentía una enorme ansiedad por lo que sucedería cuando lo viera llegar y comenzara a preguntar por Sakura, no sólo eso, qué explicación le daría al hecho de que ella estuviese en el mismo lugar de trabajo que su 'Amiga' ¿Coincidencia? No, demasiada.

¡Acaso estás pensando en mentir nuevamente! ― Lanzó su conciencia.

Se suponía que debía decirle esta vez la verdad y de nuevo ella ahí planeando como mentirle a Sasuke, se apoyo por el escritorio tomándose de la cabeza y unos papeles cayeron al suelo, se agachó para recogerlos y notó que alguien yacía de pie delante suyo, el corazón se le aceleró más de la cuenta, en un momento temió que le diera un infarto, comenzó a escanear de abajo hasta llegar al rostro de la persona que la observaba de forma seria e intimidante.

― ¡Hola Hana! ¿Qué coincidencia no? ― Saludó el.

― He Sí ¿Verdad? ― Se aclaró la garganta.

― Venía en busca de mi amiga, ¿Conoces a Sakura? ― Preguntó echando un vistazo al pasillo que conducía a los demás cubos.

― Eh, no… digo sí… ―

― ¿En donde está? Tenía planeado llevarla a comer ―

― E-Está arriba, con… con… ¡Una reunión! ― Exclamó ella.

― ¿Reunión? Pero si habíamos quedado para esta hora ― Dijo mirando su reloj.

― La reunión ha sido imprevista ― Respondió ella ladeando la cabeza.

― ¿Hn? Voy a llamarla a su celular ― Dijo sacando el móvil de su bolsillo.

¡Que hago! ¡Mierda! ― pensó.

La observaba de reojo, su cara palideció, por momentos sintió el valor de decirle de tajo todo lo que le oprimía el pecho pero cuando abría la boca en segundos volvía cerrarla, Sasuke tenía una mirada sumamente intimidante, estaba realmente bello, iba vestido con unos jeans azules oscuros, una camisa gris mangas cortas dejando ver esos brazos llenos de músculos, la cremallera semiabierta dejando a la vista un poco de ese torso bien trabajado, y para rematar una cazadora de cuero negra, el pelo un poco rebelde de seguro por el ventarrón que afuera se estaba desatando, ¡Un Ángel Caído! Tan simple y llano, eso sólo lo hacia más misterioso y temerario, por correo siempre era directo y le hacía honor a esos días de intensa charla en donde el siempre ganaba casi todas las discusiones, era demasiado habilidoso con las palabras y usaba una lógica bastante concreta para rebatirla y por supuesto conquistar la victoria, le divertía el hecho de dejarla acorralada y por supuesto presionarla para que reconociera su error, y ella como contendiente era una soberana orgullosa, detestaba con pasión y devoción caer ante el pero no siempre sucedía de esa manera, ella también ganaba.

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― Me da apagado. Esto ya me está molestando. ― Susurró mientras discaba nuevamente.

― Oh… Qué lastima ― Musitó.

― ¿Podrías hacerme un favor, Hana? ―

― Eh... Yo… Claro. ―

― Dale esto a Sakura, la esperaré esta noche en mi hotel para esa hora, dile que es su última oportunidad y qué no la perdonaré si falta ― Dijo depositando un pequeño papel de color amarillo pálido, en el se hallaba la dirección de un hotel muy lujoso por cierto, de esos que solo te dejan hacer reservaciones hasta 6 meses antes, no necesita más detalles.

― Claro ―

― Bien ―

Dicho esto se acercó lo suficiente a Sakura como para plasmar un beso, ella cerró los ojos esperando que el fusionara sus labios con los de ella, pero solo le dio un pequeño e insignificante pico, estuvo tentada a tirar de el y besarlo con furia pero se encontraba en una situación sumamente precaria físicamente, sus piernas temblaban y su mente se hallaba en cortocircuito.

Vio como el se perdía tras la puerta, se sentó y volvió a observar el pequeño retazo con la dirección del hotel en el que el se hospedaba, volvió a soltar un largo suspiro y triste suspiro, volvió a quedarse muda delante suyo, la intensidad con la que su presencia la intimidaba era tal que con solo observarla de manera seria y peligrosamente bastaba para dejarla en 'Apagado'. Le pareció extraño que Sasuke no insistiera con lo de buscarla, o es que acaso lo sabia, sacudió enérgicamente la cabeza intentando eliminar ese pensamiento, eso no era posible, sin nada más continúo con sus labores, ya tendría tiempo para pensar muy bien lo que haría.

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Terminó su hora y se apresuró a retirarse, por hoy tomaría un taxi, no quería escuchar reproches, no quería hablar con nadie, sólo deseaba estar sola por unas horas antes de tomar la decisión final, la que encaminaría su relación con Sasuke, el día en qué tendría que ponerle fin a esa seguidilla de mentiras, cobardía y darle entrada a la madurez, se hizo consciente de qué su miedo e inseguridad y sin mencionar su impulsividad claro la llevaron a cometer grandes tonterías, se sentía sumamente culpable por haberle hecho todo eso a Sasuke, no era la mujer ideal para el, el ya era un hombre hecho y derecho, maduro, pero ella, ella sólo le había ofrecido mentiras.

Llegó a su casa y volvió a sacar el pequeño papel que contenía la dirección del hotel en donde el se hospedaba, suspiro con tristeza y volteó a ver el reloj, estos marcaban las 19 horas, la cita era para las 20 en punto, y había un pequeño PD en la parte baja de la nota donde decía que era su ultima oportunidad, debía de ser puntual ya qué el se marcharía mañana, los ojos comenzaron a nublársele no reparó en pasarse el borde del brazo por los ojos y evitar llorar, bajó sus cosas al living y subió a su habitación, se dio una buena ducha relajante, y entre suspiros tomo una decisión.

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― ¡Bien! ¡Aquí estoy! ¡Avanza, Sakura! ― Se apremiaba.

Se encontraba delante de las puertas del lujoso Hotel Royal Tokio, lo miró deslumbrada, en las revistas no parecían tan grandes, se arregló propiamente para la ocasión, no quería que Sasuke la hiciera de menos en comparación con Ino, o al menos eso era lo que Sakura pensaba, con paso firme avanzó, los empleados le abrieron las puertas como si fuera una princesa, acaparó la atención de toda la recepción por supuesto se dio cuenta de ello, llevaba un delicado vestido de seda rojo, escotado en la parte del pecho, un pequeño chal de encajes negros, calzaba unos zapatos de cuero italiano negros con tacones de aproximadamente 10 centímetros que hacían ver sus piernas más largas y finas, un pequeño bolso de mano rojo, el cabello lo tenia recogido en una roda bien alta, y dos mechones le caían a ambos lados del rostro, se había maquillado de forma sencilla pero muy sensual, su paso firme se deshizo al llegar a la mesa de recepciones, le tembló la voz cuando iba a decir el nombre de Sasuke, volteó y lo vio bajando de las escaleras, aun no la había visto, se mordió el labio inferior al ver lo exquisitamente vestido que estaba, el arrepentimiento la invadió y sus piernas comenzaron a moverse solas hacia la salida del hotel.

¡Oye! ¡Qué rayos estás haciendo! ¡Regresa! ― Retumbo su conciencia.

¡Cállate! ― Silencio ésta.

Cuando estuvo a punto de salir sintió una mano tirar de su brazo obligándola a girarse, un sudor frío se instalo en su espalda, sus terminaciones nerviosas al parecer se habían sumido en un profundo letargo, alzó la vista y su mirada se encontró con unos ojos ónix que la observaban de forma intimidante.

― Yo… Me he equivocado de lugar… Adiós. ― Dijo intentando irse.

Sasuke tomó de su codo y tiró de ella con suavidad hasta el ascensor del edificio. Sakura lo observaba temerosa.

― ¡O-Oye! ¡Suéltame, nos están viendo! ¡Voy a gritar! ― Susurraba.

― Te lo explicaré arriba. ―

― ¡No! ¡Deja de jalarme! ―

― Conociéndote se que eres capaz de convertirte en una gacela y salir disparada si te suelto, una gacela rosa y mentirosa

Sakura enmudeció por sus palabras. En ese instante se hizo consciente de qué Sasuke estaba enterado de su identidad, soltó un pequeño gemido ahogado por la impresión.

Al llegar al piso designado, Sasuke sin soltarla abrió la puerta de su habitación con una tarjeta magnética, bueno, ni la mitad de una habitación, era una suite lujosa, de esas qué solo aparecen en la tele, había varios muebles, dos ventanales bastante amplias que daban directo con la ciudad, por la hora la lumínica era impresionante, una vista digna de ser fotografiada y no menos de admirarse por horas, desvió la mirada hacia el final de un pequeño pasillo que daba como final dos puertas cerradas lo que supondría seria la habitación privada, era una especie de apartamento. Ella tiró de su brazo y Sasuke aprisionó su labio inferior con los dientes dándole un certero mordisco lo suficientemente fuerte para que las lágrimas comenzaran a picarle los ojos, Sakura soltó un quejido de dolor y el la tomo fuertemente de la cintura humedeciendo con su lengua la zona en donde la había mordido, lo succiono levemente y procedió a besarla, la tensión en ella cesó por momentos, pero aun seguía asustada porqué Sasuke ya conocía la verdad.

Cerró las puertas y se cercioró de pasarle la tarjeta ante la mirada atónita de Sakura.

― ¿Te haz estado burlando de mí? ― Preguntó ella con la voz rota por el llanto que se veía venir.

― No ― Respondió a secas.

― ¿Entonces porqué dejaste que siguiera mintiendo? ―

Sasuke la observó por un instante y se dirigió al mini bar que tenía dentro de la suite, así como lo leen señores, un MINI BAR, cargó un poco de whisky a su copa con todo el tiempo del mundo, impacientándola por momentos, Sakura comenzaba a creer que le estaba tomando el pelo.

― Esperaba a que fueras tu quién terminara con la farsa, seguí tu juego sin entender el porqué lo hacías ― Respondió dándole un sorbo a su copa.

― Pero… ¿Cómo te diste cuenta? ― Susurró.

― Sencillo. La foto qué me enviaste es de una chica muy bonita, demasiado diría yo, si en verdad eras tú no me hubieses dado tantas vueltas para enviármela ¿No crees? ―

Sakura palideció.

¡Oh vaya! ¡Knock out! ― Lanzó su conciencia.

Sasuke se acercó a ella y Sakura retrocedía a cada paso que él daba.

― Siéntate ― Sentenció el.

Sakura no se movió del lugar en donde yacía parada, Sasuke suspiró molesto por su actitud, se acercó y tomó sutilmente de su codo llevándola hasta uno de los sillones, notó que ella estaba temblando, volvió a suspirar esta vez como buscando algo, jaló el sillón que se encontraba delante de Sakura lo atrajo tanto como pudo hacia ella, tomó asiento y desprendió el pequeño listón que sostenía el cabello de Sakura ante la mirada confundida de esta, tomo uno de los mechones y lo observó un momento antes de hablar.

― Esto es lo más extraño que he visto en toda mi vida ― Dijo pasando el dedo índice por el mechón.

Sakura lo miró, los ojos empezaron a picarle demasiado por las lágrimas pero se contuvo cuando escuchó que el proseguía.

― Pero es lo más hermoso que podrías tener, me imaginé que te acomplejabas por algo, quedé intrigado por la mentira, nunca me habías mentido Sakura,

así que esperé el momento en qué podíamos quedar para saber quién eras, la chica más bella que he conocido ―

― Yo… Pensé que no eras el de la foto… Qué eras un modelo de revista erótica o algún tipo de chico playboy ― Susurró ladeando la cabeza.

Sasuke arqueó una ceja.

― Lo siento tanto… Temía que me vieras, que vieras este cabello tan extraño, que me rechazaras por el como… los demás ― Musitó.

― Al principio te vi como esa amiga que nunca tuve, conforme iba pasando el tiempo me gustó el hecho de que eras una chica sincera, divertida y poco usual ― Dijo secándole las lagrimas con la yema del dedo índice.

Sakura se limitó a observarlo.

― Me encantaba el hecho de que eras capaz de contradecirme sin miramientos, defender tus ideas a pesar de lo equivocadas que éstas eran, aceptar lo que yo te ofrecía sin más, no presionarme en temas de los cuales no quería hablar, ni siquiera saber en donde trabajo o cuanto gano, quería conocerte, quería que formaras parte de mi vida, por eso seguí adelante, no quería creer que eras una mentirosa, ni que jugaras conmigo, esa no era la Sakura con quién yo hablaba ― Terminó.

A esto… ¿Qué se responde? ― Masculló en silencio a su conciencia.

¡Oye! ¡A mi no me metas! ¡Yo te lo dije y no me hiciste caso! ¡Apáñatelas tú! ¡Improvisa, cretina! ― Respondió su conciencia.

― Yo… También sentía lo mismo, cuando me dijiste que besaste a Hana moría de celos, qué tonto, me enamoré de lo que eras, de ese hombre que me trataba

al otro lado de la pantalla, a pesar de que siempre desnudabas mis torpezas reía ante todo, odiaba este cabello, creí que me verías como un fenómeno. ― Dijo tapándose la cara con ambas manos, las lagrimas estaban inundado su rostro por la vergüenza.

Sasuke retiró sus manos y le pasó un pequeño pañuelo azul, ella lo tomó y se secó las lagrimas, luego miro y este tenia bordado un pequeño abanico en colores rojo y blanco, ella recordó que cuando archivaba las carpetas y biblioratos de su jefa en uno de los documentos se veía claramente ese logo junto con la firma de la empresa aliada, abrió los ojos como platos y se lo enseño a Sasuke.

― ¿Sucede algo? ― Preguntó el.

― Este es el logo de la empresa aliada del lugar en donde trabajo ¿Eres empleado de ahí? ― Contestó.

― ¿Hn? Pensé que ya lo sabías, por lo que veo no te fijaste detalladamente en el documento que te envié por equivocación ― Dijo el en tono extrañado.

― Lo miré, si… Pero sólo de reojo, ¿Eres algún tipo de gerente? Digo, los empleados comunes no ganan lo suficiente para estos lujos ― Señalo mientras echaba nuevamente un ojo a la suite.

― No lo soy. Bien, hagamos algo, preséntate ― Propuso.

― ¿Presentarme? ― Preguntó extrañada.

― Si, no eres Hana, entonces, dime quién eres ― Contestó.

― Haruno Sakura ― Dijo en un susurro.

― Es un placer Haruno Sakura, yo soy Uchiha Sasuke y soy el dueño de Uchiha's Company― Finalizó con una sonrisa ladina.

― …Wow ― Susurró su conciencia.

― No puedo creerlo ―

― Creía que ya lo sabías, pero caí en cuenta de que no, aún así, las mujeres que se me acercaban iban tras mi por fines lucrativos o sexuales, tú no ― Puntualizó.

― No tenía ni la más remota idea, pero yo… No te quiero por eso, me había enamorado, de verdad, mordía todo lo que encontraba cerca mío cuando me contabas de tus conquistas, de las mujeres que conocías en las reuniones, lo que te decían, ya no aceptaba citas con nadie, sólo deseaba saber si estabas bien o si habías salido con alguna mujer ― Confesó avergonzada.

― Sentías casi lo mismo que yo ― Contestó con una sonrisa torcida.

― Después de que me enviaste la foto, quedé sin aliento, me miré y pensé que no te iba a gustar, que yo… ― Fue interrumpida por un beso de parte de Sasuke, uno furioso como si en el le reprochara todo lo que había estado diciendo de ella misma.

― Eres una chica mentirosa, un koala y una gacela de pelo rosa ―

Sakura rió, era la primera vez en la noche que ella reía después de tanta tensión.

― Te amo, Sakura. Y no a tu amiga, me enamoré de ti, de lo que eras tras esa pantalla y de lo que eres ahora delante mio ―

― ¿Qué..? ¿Cómo? ― Preguntó sorprendida.

― Tu amiga se me acercó cuando me vió llegar y pregunté por ti, fue quién corroboró tu mentira y me explico algunas cosas, su nombre es Ino Yamanaka ¿no? ―

¡Ino Cerda!

― S-Si… Perdónala, yo… Ahm… ―

― Además, no soy muy aficionado a las chicas de cabello rubio ― Finalizo.

Sakura volvió a reír por lo tonto que había sonado, lo tomo del rostro y lo besó tenuemente, se sintió desbordada cuando el le correspondió con más energía, fue una lucha pasional pero exquisita.

― Esto es para ti, pequeña mentirosa ― Dijo separándose de ella y entregándole una caja no muy grande de color rosa envuelta con un listón rojo.

― ¿Para mi? ― Contestó tomando la caja.

― Si ―

― ¿Qué es? ― Susurró emocionada.

― Ábrelo ―

Sakura abrió el paquete con los ojos iluminados cual si fuera una niña pequeña abriendo un obsequio de cumpleaños y era una pequeña caja musical de un tono transparente blanquecino, adornado con piedrecillas blancas y al abrirla deleitaba con una versión de Lacrimosa del trío Kalafina, su canción preferida.

Miró a Sasuke y le dio un casto beso en los labios, una sonrisa feliz se dibujaba en su rostro, eso lo complació.

― Mandé hacerla con un experimentado en el tema, con tu canción favorita ―

― Gracias, Sasuke-kun ― Dijo tomando la cajita y posándola en su oído cuando de pronto se percató de algo, Sasuke la miró extrañado.

― ¿Entonces todo el tiempo supiste que la chica del pub era yo? ―

― ¿A qué viene eso? ― Preguntó sorprendido. ― Como dije antes, el pub es de un amigo, llegué 3 horas antes al lugar me ubiqué en un punto estratégico y vigilé la entrada, estuve platicando todo el rato con el bartender y el fue quien me mantuvo al tanto de las personas que frecuentaban el lugar y quienes no, en pocas palabras, no había manera de qué no te detectara ― Sonrió con autosuficiencia.

Sakura hizo un puchero al escuchar eso.

― Estuve viéndote todo ese tiempo, era entretenido ver tus repentinos ataques de valentía cuando saltabas del taburete y de vuelta volvías deshecha en nerviosismo al mismo sitio, por momentos se me hizo dificultoso contener la risa ―

¡Shannaro! ― Gritó su conciencia.

― Pues, son algo frecuentes, yo lo llamo debate interno ― Comentó riendo con un enojo mal disimulado.

― Después era cuestión de tiempo. Quería ver hasta donde llegabas, te coloqué entre la espada y la pared pero de ninguna manera diste tu brazo a torcer, esa noche que te besé tuve que contener las ganas de sacudirte hasta que me dijeras la verdad así tuviera que morderte los labios y hacerte el amor de todas la formas posibles hasta que confesaras tu delito ― Declaró.

Sakura abrió los ojos de par en par, el rubor la invadió completamente y el notó eso torciendo una sonrisa, apartó la pequeña caja a un lado y la empujo hacia el espaldar del sillón, entró con más profundidad a su boca, ella entrelazó las manos por detrás de su nuca.

― ¿Tienes hambre? ― Preguntó el tomándola entre brazos.

― No de comida ― Contestó picarona.

Sasuke sonrió y se encamino con ella en brazos a la habitación, el la posó con suavidad en la cama, camino hacia la ventana que daba a la ciudad abrió las cortinas y Sakura se levantó de una salto y lo abrazó de atrás por la cintura, soltó un suspiro de admiración al ver la luces desde otro punto de la habitación, no pudo más que admirarse, luego paseo la vista por la habitación dentro de otra habitación, amplia, bellamente decorada, Sasuke apago los veladores por lo que lo único que alumbraba era la luz que procedían de la lumínica titilante que desprendía la ciudad, todo era propicio para 'algo más' Sakura tembló levemente al sentir las manos de Sasuke apresarla por la cintura y comenzar a dar pequeños besos alrededor del lóbulo de la oreja.

― ¿Te gusta? ― Susurró el.

― Me encanta, Sasuke-kun ― Respondió dándole un beso, que fue recibido con uno más feroz.

Las manos de Sasuke comenzaron a bajar la cremallera del vestido, de forma tan paulatina que el solo roce de sus dedos producían que su espalda se convirtiese en centro de conexiones nerviosas, los ojos de Sasuke demostraban el brillo de la lujuria y deseo que le ponían la piel de gallina, al sentir que la cremallera del vestido llegaba a su fín cerro los ojos.

Sus fuertes dedos iniciaron con acariciar con cada pulgada que dejaba al descubierto, enviando vibraciones a las partes prohibidas de su cuerpo, pero que ahora y desde ya seria suyas por siempre, Sakura abrió los ojos y miro fijamente al hombre que tenia delante suyo, sus ojos ónix casi ocultos entre ese fleco enmarcado que permanecían fijos en el delicado vestido que en instantes más ya no estaría cubriéndola, movió lentamente sus manos desabrochando la camisa que tenía encima, se deleitó la vista con los trabajados pectorales que el poseía, un torso con el que había soñado en más de una ocasión, el siguió besando su cuello, acariciando su espalda, Sasuke la tomó de los muslos y la aventó a la cama, lentamente marcó un pequeño sendero desde su cuello hasta el nido de sus pechos, notó que era especialmente sensible en esa zona entonces comenzó a torturarla con su lengua y sus dientes, dejando marcas, ese cuerpo ya le pertenecía a nadie más que a el.

― Ah… ― Gimió Sakura sin poder evitarlo, el se colocó encima, hurgando entre sus piernas, su dedo corazón castigaban su clítoris, excitándola, mientras que su boca iba de un pezón a otro, mordisqueándola, succionándola con suma delicadeza. Primero, un dedo, luego otro, y otro, estirándola, preparándola, ella gemía sin poder contenerse, clavando las uñas en el colchón, elevando las caderas ante las constantes oleadas de placer.

― Sasuke-kun ― Jadeó ella, el azabache dejo sus pezones para encargarse de su boca, lentamente, libero a la ojiverde de la única prenda que le impedía hacerla completamente suya, con suma diligencia abrió sus pliegues y coloco la punta de su eje en la entrada, pero no ingresó, la frotó por momentos, dejando que las primeras gotas de placer resbalaran haciendo el paso más placentero. Sakura no sabía cuanto más iba a poder resistir así que inicio a aumentar el ritmo de sus caderas, frotándose con insistencia, Sasuke se dio cuenta, soltó una pequeña risa.

― Shh. Tranquila ― Susurró el en su oído mientras entraba milímetros y luego salía de ella.

Sakura daba fuertes gemidos, estos aumentaban a la par que el no se introducía. El rió nuevamente y entró de golpe en ella, ella dio un grito ajustándose al grosor, sus mejillas ardían, sentía que no soportaría y respiraba con dificultad, el embestía fuertemente contra ella, sus cuerpos se acoplaban en un vaivén, Sakura gimió, algo así como un grito pasional, el empujo dos, tres veces más antes de caer rendido encima suyo soltando una especie de rugido.

Unos minutos después sus respiraciones comenzaron a ralentizarse, Sakura sonrió adormilada y el la acurrucó a su pecho dejándose llevar por el sueño que lo reclamaba.

Ambos se sintieron completos, como si encontraran la mitad perdida de un alma partida que vagaba en busca de su par extraviado.

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― ¡Hola Papá! ―

Sasuke observaba a través de la webcam a su pequeño hijo Itachi saludándolo y a Sakura a su lado sosteniéndolo.

Habían pasado cinco años desde que Sakura y el contrajeron nupcias, y como fruto de su amor había nacido el pequeño Itachi que contaba con 4 años de edad, y actualmente su esposa contaba con 8 meses de embarazo, esperaban a la pequeña Hana Uchiha, se había ido a Los Ángeles para cerrar un negocio, estaba impaciente por regresar al lado de su familia.

― ¡Oye! ¿Cómo estás? ― Saludó el.

― ¡Bien papá! ¿Cuándo volverás? ― Preguntó el niño.

― Pronto. ¿Te estás portando bien? ¿Cuidas de tu madre? ― Respondió el.

― ¡Si papá! ¡Soy el hombre de la casa! ― Contestó risueño el pequeño.

― Muy bien. Tendrás tu premio ―

― Oye, no me gusta que lo malcríes tanto ― Sentenció Sakura con un guiño.

― Es mejor que no hables, que tú no te quedas atrás ― Comentó divertido.

― Tampoco te quedas atrás, el papá pide mucho también ― Contestó picarona.

― Y la madre siempre se lo da ― Respondió enviando un zumbido.

Sakura rió.

― ¿Tendré mi premio cuando regrese? ― Preguntó sugerente.

― Claro, pero por Hotmail no te lo puedo dar ― Finalizo lanzando un beso a la webcam.

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¡HOOOLA! ¡Mis bellos lectores! ¡No me maten por el lemon! ¡No, no, no! ¡Leí muchas obras para inspirarme!

Espero que les haya gustado, y gracias por seguirme hasta el final de este gran reto que fue recrear una historia nueva con una una idea base, no suelen gustarme los fics demasiado largos, asi que opté por capítulos cortos, se les quiere.

Los espero en mis siguientes proyectos.

¿Tomatazos o Reviews para Saku?

¡SasuSaku & ItaSaku Eien Ni Naru!

Saku Out ~