NA: Bienvenidos! Por fin, después de tanto tiempo, vuelvo a publicar algo. Me ha costado mucho, y escribir fics de Harry Potter no es mi fuerte, así que espero que me perdonéis si es un poco caótico y sin mucho sentido. ¡Muchas gracias por leer! SparksRose

DISCLAIMER: Todo lo que reconozcáis, tanto personajes como paisajes, referencias, etc. son propiedad de la asombrosa J.K. Rowling, sólo la trama de la historia es mía.

Era una mañana fría del mes de enero, el profesor Dumbledore estaba meditando en su despacho sobre una información que le había llegado recientemente mientras saboreaba un caramelo de limón.

En una excursión al mundo muggle no hace mucho, había descubierto una nueva asignatura que se les impartía a los jóvenes muggles desde los quince o dieciséis años. Aparentemente era algo muy común actualmente y según los estudios había resultado efectiva para el futuro del alumnado. Dumbledore pensaba que por el bien de los chicos y chicas de sexto y séptimo año, era su responsabilidad impartir también en Hogwarts la materia. El problema radicaba en el profesorado, porque, si había algo que el profesor hiciera bien, era juzgar a las personas, y desde luego no veía a ninguno de sus profesores dando una clase de educación sexual voluntariamente. Bueno, dijo para sí mismo suspirando, vamos a analizar esto de modo racional, lo primero es convocar un claustro.

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La profesora Minerva McGonagall era una mujer ya entrada en años, aunque no por eso menos firme y enérgica. A sus sesenta años había visto y oído de todo, pero desde luego, lo que su director Albus Dumbledore estaba proponiendo, era de lejos lo más disparatado de todo ello.

-¡Pero Albus! ¿Cómo se te ha ocurrido semejante idea? ¿Una clase de educación sexual aquí en Hogwarts?- dijo entre sorprendida y furiosa

-Calma querida, te lo explicaré. Verás, es una asignatura que se imparte en todos los centros muggles a alumnos de entre 15 y 18 años, así que consideré justo y conveniente darle la oportunidad a nuestros alumnos, después de todo, no queremos que tengan una preparación menor por ser magos, ¿verdad?- dijo Dumbledore con una sonrisa pacificadora.

-Sabe, señor Director, que normalmente estoy de acuerdo con usted en todo lo que tenga que ver con ampliar los horizontes del conocimiento- empezó a decir Filius Flitwick- pero en mi opinión dicha clase solo serviría para avergonzar a algunos y animar los comentarios poco afortunados de otros.

-¡Al contrario!- dijo Dumbledore- Será una oportunidad maravillosa para que los profesores estrechen lazos con sus alumnos más veteranos, además ya está decidido, he conseguido la aprobación de la junta. Ahora, mis queridos amigos, vamos a decidir quiénes serán los dos afortunados que impartirán esta materia. ¿Han oído ustedes hablar alguna vez del juego muggle llamado piedra, papel y tijeras?

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Bueno, ¿qué os parece? Este es el prólogo de la historia, originalmente esto estaba pensado para ser un one-shoot, pero tenía tanto jugo que sacarle a este tema que me he sido imposible pasar la oportunidad de un mini-fic!

Espero algún review, las opiniones siempre son bien recibidas. Un saludo!