Anteriormente: Agustín, en un intento estafar a miembros de la corporación Umbrella con información de combate falsa acerca de las BOW utilizadas en Raccoon City, termina siendo capturado junto con Mikhail y Carlos por uno de los altos mandos y enviados a Rockfort Island en lo que para nuestro protagonista parece ser un golpe de suerte…

Capítulo 35

Aquí vamos de nuevo

-Esto no tiene buena pinta- pensaba Carlos al escuchar los ruidos de explosiones y disparos no solo cercanos a donde él se encontraba, sino aparentemente acercándose, al pasar solo una hora desde que se separó de Mikhail y Agustín siguiendo las órdenes que le había dado HUNK toda la isla entró rápidamente en un completo caos. Primero los ataques aéreos que realmente lo hicieron sentirse en una escena surreal, a él, que había sobrevivido a operaciones de guerrilla, luchas contra zombis, monstruos grotescos, hospitales explosivos, una jodida bomba nuclear e incluso a convivir con Jill Valentine.

Luego el cómo tropas empezaron a movilizarse de manera completamente desorganizada para hacer frente a fuerzas desconocidas que descendieron poco después del bombardeo, el primer temor que se le cruzo por su cabeza al encontrarse con esta gente fue que lo confundieran con uno de los asaltantes y dispararan, pero la verdad parecían todos tan perdidos como él; la mitad estaban desarmados habiendo dejado su equipo probablemente en las barracas y más de uno parecía estar claramente ebrio por la forma en que se tambaleaban incrédulos de un lado al otro.

Carlos sabía que volver atrás no era una opción, la zona de entrenamiento donde se había separado de su equipo fue la primera en ser atacada y allí era donde se escuchaba con mayor fuerza el conflicto del que claramente no quería formar parte. A su vez no sabía hacia donde los había llevado HUNK al resto y no creía que fuera prudente el buscarlos ciegamente, todo esto sin tomar en cuenta la duda que lo carcomía por dentro -¿Quién era la nueva prisionera de Umbrella?. Quizás no la conocía hace mucho, quizás la relación que llevaban era más bien la de colegas profesionales y realmente no sabría decir si siquiera ella lo consideraría a él un amigo, pero él sabía que si ella se encontraba encerrada en esta condenada isla entonces no podía quedarse de brazos cruzados; aunque significara dejar momentáneamente a su suerte a Mikhail y Agustín.

-Bien Carlos, hora de concentrarse en la misión. Es hora de rescatar a la señorita, acabar con los malos y de ser posible salir de esta isla antes de que algún lunático la explote- se dijo mientras escaneaba rápidamente sus alrededores, los murales de concreto lo rodeaban en lo que parecía ser un área bastante cerrada, por debajo de los gritos y disparos se podía oír al fuego que cubría a un vehículo que acababa de chocarse contra el concreto, cuyo conductor ahora yacía con el cuello en una posición que ninguna persona viva podría tener. Mientras él se resguardaba del caos escondiéndose detrás de un montón de escombros podía ver como la zona poco a poco seguía empeorando; por un lado había un grupo liderado por un hombre de tez oscura, camisa blanca, bigote y un rostro marcadamente frustrado que parecía determinado en bloquear las distintas áreas de la isla, proclamando la necesidad de contener los avances de los asaltantes y "lo que sea que haya salido de los laboratorios", declaración que le dio un escalofrió a Carlos. Pero los esfuerzos de este grupo se veían frustrados por las oleadas y oleadas de hombres que buscaban huir del establecimiento con clara desesperación, empezando peleas que inevitablemente escalaban velozmente hasta desencadenar en más violencia.

-¿Acaso lo único que les importa es salvar su propio pellejo a esta gente?- pensó frustrado- Me temo que si quiero llegar a algo no voy a poder quedarme aquí mucho más tiempo…

Carlos reviso su equipo, como no habían tenido la posibilidad de llevar con ellos armas que fueran muy llamativas cuando iniciaron su viaje hacia la isla solo llevaba consigo su preciada Eagle 6.0, lo que le parecía poco más que un juguete en la situación en la que estaba pero tendría que bastarle- Lo que daría por mi rifle de asalto.

Con las manos en alto, fue directo hacia el líder del grupo que aun parecía mantener cierta cordura a la vez que gritaba- Soy parte del grupo que arribo junto al agente HUNK hace tan solo unas horas, mis últimas ordenes fueron las de entregarle un mensaje a la nueva prisionera que transportaron aquí el día de hoy…

Con cara de fastidio el hombre que apenas lo vio se aseguró que su arma y la de siete personas más apuntaran a distintas partes de su cuerpo bajo un poco su guardia.

-No tengo tiempo para confirmar tu historia ni el personal disponible para lidiar con este desastre, ¿Quieres ver a la prisionera? Fantástico, ella está entre los pocos que tuvieron la amabilidad de quedarse en sus celdas, pero si pretendes ir con ella primero ayúdanos a lidiar con los que no fueron tan considerados…

-¿Qué es lo que está pasando? ¿El ataque fue para liberar prisioneros de Umbrella?

-Si tan solo fuera eso no estaría sintiendo tanta vergüenza en este momento, lo que dicen hasta ahora los informes de radio es que los asaltantes se enfocaron en las áreas más militarizadas del complejo junto con los laboratorios y la mansión Ashford ¿Sabes qué significa eso no? Todo el caos aquí es culpa de idiotas entrando en pánico. Muchos huyeron hacia esta zona pensando que sería más segura, los guardias de las celdas solo tuvieron que distraerse por un segundo y listo, los prisioneros oportunistas aprovecharon la oportunidad y se deshicieron de ellos, ahora nos encontramos con un montón de hombres resentidos, armados con el equipo de sus guardias muertos y dispuestos ya sea a huir, liberar al resto o armar aún más caos.

-¿Queres que… neutralicemos la amenaza?- pregunto algo dubitativo Carlos, no sabía si quería involucrarse en el asesinato de prisioneros políticos de Umbrella, pero a su vez no tenía la menor duda de que le dispararían apenas lo vieran.

-Ya sea devolverlos a la celda, matarlos o simplemente lograr aislarlos en una zona que podamos controlar me es suficiente, no sé si me creo lo que dicen los reportes pero, de ser cierto, debemos evitar que siga habiendo tanta circulación de gente… es por eso que mande a la mayoría de mis hombres a bloquear caminos usando los excéntricos mecanismos de los Ashford, si logramos controlar ahora a los prisioneros podremos atrincherarnos y esperar a que termine este infierno.

-¿Entonces si te ayudo me permitirás ver a la prisionera?

-Preguntas muchas cosas, pero si logramos estabilizar la situación lo suficiente como para que pueda acompañarte si, yo mismo capture a esa chica y lo último que querría en esta situación es liberar a ese jodido demonio.

Reconociendo que esta era probablemente la única chance realista que tendría de encontrarla Carlos aceptó trabajar para el hombre que no tardaría en conocer como Rodrigo, ambos junto con los demás hombres que los acompañaban dieron su mejor esfuerzo para sellar las áreas que faltaban haciendo uso de los mecanismos de seguridad, evitando así que aún más prisioneros escaparan, pero los que ya estaban afuera no parecían dispuestos a ceder tan fácilmente la libertad que habían obtenido. Los más encolerizados por el maltrato que sufrieron en manos de los guardias de Umbrella fueron los primeros en caer, cargando sin mucha reflexión ante las formaciones creadas por Rodrigo con poco más que armas blancas o fierros pesados tomados de los escombros; si bien apuntaba su arma Carlos encontró imposible jalar el gatillo ante esta gente. El resto que se encontraba con las armas de los guardias de los que se habían revelado vio como sus compañeros caían, al notar que ya no se enfrentaban a personas confundidas sino a una tropa organizada algunos tiraron sus armas y huyeron atemorizados mientras otros se retiraron a lo que parecía ser una casa o construcción de ladrillo y se atrincheraron allí

-¡No tenemos suficiente gente como para sacarlos! Déjenlos que se pudran ahí- ordenó firmemente Rodrigo, la tropa se retiró a donde habían tenido el tiroteo inicial y, para el horror de ellos se encontraron entre los cadáveres de los convictos a un grupo desconocido de lo que Carlos asumió que eran mercenarios revisando los cuerpos, Rodrigo exigió que se identifiquen pero no fue una buena idea. El torrente de disparos fue tan abrupto que a la mayoría los tomó por sorpresa, Carlos solo llego a reaccionar lo suficientemente rápido como para saltar detrás del auto en llamas que anteriormente había visto obteniendo una mínima cobertura, la mayoría del equipo no tuvo la misma suerte y fue alcanzado por los disparos no sin antes acabar con un par de los asaltantes. Rodrigo recibió un tiro en el estómago segundos antes de lograr tomar la misma cobertura que usó Carlos.

-¡Carajo!- musitó casi sin aliento el hombre que hace tan solo unas horas era un guardia jefe de la prisión de Umbrella, Carlos se aferró con fuerzas a su Eagle apuntando hacia donde sin duda pronto aparecerían mercenarios en su búsqueda.

-Este no puede ser el final, no puede ser…

Fue entonces cuando todo pensamiento de Carlos cesó, todo el ruido de los tiros, los gritos desesperados, las llamas chamuscando, las explosiones lejanas y los pasos de gente corriendo desaparecieron de su percepción y fueron reemplazados por un pequeño, sutil pero conocido sonido, un gemido.

Un gemido que no tardó en ser acompañado por dos, tres, cuatro y hasta diez gemidos; gemidos de ansia, de dolor y de hambre, aunque no quería Carlos se obligó a asomar su cabeza y ver qué era lo que estaba pasando detrás del vehículo que le servía de refugio. Los cadáveres de los prisioneros se estaban moviendo, se habían arrastrado hacia el grupo de mercenarios e hincaban violentamente sus dientes en las piernas de estos. Completamente desesperados los hombres disparaban hacia el piso, algunos hacían lo posible para soltarse, otros corrían, un par cayó torpemente al piso y fue directo a las garras de las criaturas. La sangre de Carlos se congeló, estaba pasando de nuevo, poco a poco sus sentidos volvieron a la normalidad a la vez que la pesadilla se volvía realidad.

-Hay que movernos, debemos alejarnos de…- empezó a decirle a Rodrigo pero al voltearse a verlo se dio cuenta que este ya no se encontraba donde antes, desesperado Carlos miró hacia todas direcciones y logró justo a tiempo verlo atravesar una puerta y avanzar muy costosamente.

El ex mercenario de Umbrella no tuvo que pensarlo dos veces, se alzó de su cobertura y corrió hacia donde se dirigía Rodrigo sin animarse a mirar hacia atrás, a ver los cuerpos ensangrentados y ansiosos que nunca hubiera deseado volverse a encontrar

-Aquí vamos de nuevo- se dijo Agustín a la vez que seguía los pasos de Hunk con Mikhail a su lado, le costó inicialmente el reconocer bien las instalaciones militares en las que se encontraban antes de separarse de Carlos pero ahora estaba comenzando a orientarse y su mapa mental lentamente ubicaba la información relevante. Después de todo, sería difícil no reconocer la mansión Ashford.

Se trataba de un monumento a la opulencia, el edificio era grande y vistoso rodeado de una vegetación cuidadosamente tratada, con una camino de piedra que aun en estas circunstancias lograba de alguna manera mostrarse como impecable; igual al acercarse los tres a las escaleras que llevaban a la imponente entrada se comenzaron a notar indicios de la realidad en la que se encontraban, marcas de barro que evidenciaban pasos apresurados, macetas tiradas por algún descuidado miembro del personal y a una distancia no muy lejana… el ruido de unas patas corriendo.

.¡Cuidado!- le exclamó Mikhail al joven, dándole un empujón y salvandolo de un enorme ejemplar de doberman que le saltó ladrando frenéticamente hacia él, antes de que Agustín siquiera llegara a levantarse de la embestida de su compañero este animal junto con otros dos yacian sangrando en el suelo cada uno con una herida de bala.

Hunk los contempló entonces a través de su máscara de gas por lo que fue quizás uno o dos segundos, negó con la cabeza y se adelantó velozmente hacia la entrada.

-Para estar vigilandonos, bien que parece querer alejarse de nosotros lo antes posible- bromeo Mikhail con una mirada que claramente no acompañaba su tono.

-Habrá que tolerarlo por ahora- musito el chico bajando su voz.

-Solo te voy a preguntar una cosa Agustín, ¿Hay algún plan en moción aquí o este ataque y nuestra oportuna llegada son puras coincidencias?

-El plan se arma sobre la marcha me temo, no creo que podamos seguir haciendo esperar a nuestro agradable guia- evadió responder Agustín entrando apresuradamente a la mansión, la sala de estar que los recibió estaba de luto, un silencio de muerte acompañado de una tenue iluminación que permitía ver una sala amplia con un piso de mosaicos blancos y negros, una alfombra que llevaba de la entrada hacia la escalera del segundo piso, unas puertas en los dos extremos derechos y una recepción abandonada con una computadora y monitor aún encendidos.

Hunk revisaba el ordenador sin siquiera alzar la vista para reconocer que ambos acababan de entrar, pero para sorpresa de todos les dirigió unas palabras.

-Debido a la situación en la que nos encontramos seré directo, lo que se espera de ustedes es que protejan al señor Ashford y lo saquen de estas instalaciones comprometidas, no creo que lo hagan y francamente no voy a jugarme la vida conscribiendolos a un trabajo que no les interesa hacer. Me quedan dos opciones entonces, puedo matarlos a ambos y realizar mi encargo, dejando que pase lo que tenga que pasar con Ashford, o pedirles que en sus intentos de escapar se lo lleven también.

-¿Pedirnos eh?- preguntó irónicamente Mikhail alzando su arma

-Una formalidad- musito el agente con su fría voz.

-Supongo que interrogarte sobre tu encargo sería inútil…- murmuró Agustín hablando más para sí mismo que para nadie en particular-¿Sabrá del virus Veronica? ¿Por qué está aquí?

-No es de relevancia para ustedes- declaró Hunk alzando finalmente la cabeza, si el hecho de que Mikhail lo apuntara con su arma lo hacía sentir siquiera una pizca de nervios no lo dejaba ver- sinceramente preferiría no matarlos, tengo una mala reputación y que milagrosamente ustedes sobrevivan haría maravillas para mi "buen nombre".

-No te metas con nosotros y todo va a salir perfecto querido- le exclamó Mikhail apretando con firmeza su arma. Hunk asintió y le dio la espalda dirigiéndose hacia una de las puertas- Si rescatan a Ashford los ayudare luego a escapar, sino… ¿Que son dos cuerpos más en la pila?

El agente atravesó la puerta dejando un eco detrás, seguido del silencio sepulcral que reinaba previamente en la sala. Preguntas giraban en torno a la cabeza de Agustín que simplemente no podía contestarse ¿Para que había separado a Carlos del grupo? ¿Que hacia Hunk en la isla Rockfort? ¿Que debía hacer él ahora?... y como si ese pensamiento lo hubiera invocado, Mikhail rompió el silencio preguntando

-¿Cual es el plan?

-Creo… creo que lo mejor ahora es movernos- logró decir algo dubitativo- no solo me gustaria que Hunk nos pierda sino que también no confío en que esta mansión este tan abandonada como aparenta.

-Si el plan es solo movernos, entonces va siendo hora de que hagamos esto- exclamó el veterano acercándose bruscamente a Agustín, quitando su arma y obligándolo a tomarla- No es una situación ideal y preferiría que seamos conservadores con nuestras municiones, pero no podes permitirte seguir siendo un amateur en estos momentos.

-Espero que no me estés pidiendo que salte hacia el tiroteo más cercano con un grito de guerra o alguna idio…

-Vamos a avanzar y vos vas a lidiar con el peligro, nadar o hundirse Agustín, no es la primera vez que estás en esta situación pero si es la primera que alguien te va a enseñar que carajo hacer.

-La cosa es ¿A donde vamos?

Intentando parecer inmutable ante lo que le decía Mikhail Agustín asintio tomando su pistola 9mm lo mejor que le salía y se dirigió nuevamente hacia la entrada de la mansión.

-Confío en que sabes lo que haces chico.

-Por el bien de los dos, espero que tengas razón- dijo y sin más la abrio y salió nuevamente hacia el exterior.

-Objetivos, ya estamos en Rockfort, para bien o para mal ya comenzó a desatarse el caos. El virus Verónica no está en esta isla, pero si logro seguir los acontecimientos originales quizás logre no solo escapar sino también llegar a las instalaciones de la Antártida, una vez allí… encontrar forma de escapar, lidiar con Alexia de alguna manera y asegurarme que todo el lugar explote sin que Wesker ni nadie se lleve ninguna muestra.

-Seguime, creo que se donde podemos refugiarnos por ahora y esperar a que con suerte Carlos nos encuentre- declaró Agustín con cierta confianza recobrada- Alfred de alguna manera uso una vía de escape secreta por debajo de un tanque estacionado en la zona militar, si logramos sobrevivir hasta que las tropas… se transformen en monstruos estúpidos incapaces de detenernos con armas entonces podriamos inspeccionar el lugar y escapar por ahí, quizás ir directamente a la Antártida sin que nos sigan Alfred, Wesker, Hunk ni la pobre de Claire…

Nota de autor: Hola, hace años que no aparezco, la verdad no creí que fuera a volver a actualizar este fic pero así es la vida, perdonen si el capitulo es corto pero de a poco voy intentando volver a tomarle la mano a lo que es la escritura. Con suerte seguire actualizando la historia en el futuro, por ahora espero que disfruten mi pequeño retorno a esta historia que tanto disfruté escribir.