CAPÍTULO 23: ¡GIRA LA RULETA HACIA LA MEDALLA ÉLITRO!

La hora del parque era la mejor que había. Unos íbamos a los columpios, otros jugaban al fútbol… Sin embargo, no se nos permitía tener pokémon en aquel orfanato y yo siempre iba furtivamente y con mil ojos a dar las sobras de mi comida a un Sewaddle amigo mío que siempre me esperaba tras la valla. Justo ese día, conocí a aquel niño tímido que se negaba a hablar con la gente. Siempre iba con ropas oscuras como su pelo y sus ojos eran azules cristalinos…

¡Hola! ―me puse delante suyo― ¿Por qué estás aquí solito?

El niño me miró sentado en el suelo y tanteó con su mirada entre decirme algo o callarse.

Yo soy Camus ―le estreché la mano―. ¿Y tú?

El niño seguía sin contestarme y yo ya creía que era mudo.

¿Quieres que seamos amigos? ―le pregunté tendiéndole aún la mano―. Es que me da pena verte solito en un lugar tan grande.

Para mi sorpresa, el niño me dio rápidamente la mano y me miró a los ojos. Estaba claro que había sufrido más de la cuenta y fue en ese mismo instante donde decidí que yo protegería a aquel niño pequeño e indefenso…

(Gimnasio Porcelana)

― ¡Que no se diga que no soy bueno contigo, Aza! ―le gritó Camus.

― Seguramente, ha escogido un combate rotatorio para amortiguar el miedo de Aza a los pokémon bicho ―dijo Catleya.

Lotto solo asintió mientras veía cómo ambos entrenadores se colocaban en sus muñecas una especie de aparato que permitía la rotación de los pokémon durante el combate para que el rival no viera los giros efectuados y la dirección de dichos giros y sacaron sus 3 pokéballs.

― ¡Scolipede, Dwebble, Leavanny! ¡Salid!

Los tres pokémon tipo bicho salieron de sus pokéballs: Dwebble delante y los otros dos detrás.

― Buen equipo… ―dijo Lotto―. Dwebble tiene mucha defensa, Scolipede es de mucho ataque y Leavanny tiene una velocidad comparable a la de Bisharp… Un equipo muy equilibrado.

― ¿Qué pokémon sacará Aza? ―preguntó Anís.

― Eso está muy claro ―la contestó Catleya.

Aza sacó tres pokéballs y las lanzó, materializándose Scrafty delante y Liepard y Bisharp detrás.

― Scarfty es bueno en ataque, Liepard en velocidad y precisión y Bisharp en velocidad, ataque y defensa…

― Vamos, que como derrote a Bisharp, lo tendrá muy difícil…

A pesar de la indiferencia de Lotto y Catleya, Anís miraba preocupada a Aza. Se supone que cada Alto Mando tiene 4 pokémon en su equipo, pero Aza siempre saca a los 3 habituales… ¿Cuál era su cuarto pokémon y por qué lo ocultaba tanto?

― ¡Que comience el combate! ―gritó el arlequín alzando un brazo.

― Aza, sé que eres un genio de la ruleta… Pero observemos a ver si tu habilidad a la ruleta es superior a tu pánico a los pokémon bicho ―sonrió Camus mientras pulsaba la máquina―. ¡Rodillo Púas, Scolipede!

Con un giro mecánico, Scolipede quedó delante de sus dos compañeros, pasando Dwebble a la línea de la retaguardia.

― Aguante, Scrafty.

Scrafty cruzó sus brazos en el pecho y aguantó la embestida de Scolipede. Sin embargo, una sombra morada apareció bajo sus ojos… Una sombra que el Alto Mando ya había visto antes…

― ¡Le ha envenenado! ―saltó Anís de su sitio.

― Maldita sea… Punto Tóxico… ―se mordió el dedo gordo Lotto con síntomas de fastidio.

― Aza sabía a la perfección que si Scolipede rozaba lo más mínimo a sus pokémon, estos serían envenenados… ¿Por qué se ha dejado tocar? ―se preguntó Catleya algo confusa mientras se rascaba la barbilla.

― Puede que el pánico que les tiene a los pokémon bicho le esté haciendo fallar… ―se aventuró a decir Anís sin apartar la vista de la pelea.

En efecto, el que más a gusto estaba en la batalla era Camus, que sonreía como un niño, mientras que Aza intentaba tomar el control de sus temblores, pero la forma por la que se mordía el labio con impaciencia desbarataba toda máscara y frialdad que quería aparentar.

― Querrá terminar antes, pero las cosas no le salen bien ―dijo Lotto.

― Veo que tu Scrafty está sufriendo, ¡así que terminaré con él para que no sufra más! ―saltó Camus al ver cómo Scrafty se arrodillaba― ¡Scolipede, Carga Tóxica!

Una sonrisa maliciosa se dibujó en la cara de Aza y pulsó rápidamente la máquina.

Antes de que Scolipede diera de lleno en Scrafty, éste último se cambió con Bisharp, quién recibió el golpe.

― ¡Oh, no! ―se tapó la boca preocupada Anís.

― No te preocupes ―la dijo sonriendo Lotto.

Ante su sorpresa, Bisharp se cubrió con sus cuchillas y no recibió ningún daño. Scolipede seguía cerca de Bisharp y Aza no perdió la oportunidad.

― Golpe Aéreo.

Con suma velocidad, la cuchilla de Bisharp cortó el aire y dio de lleno en Scolipede, dejándole malherido.

― (Muy inteligente… Sí, señor) ―sonrió Camus.

― ¡No lo entiendo! ¿Por qué Camus no ha girado para salvar a Scolipede y cómo puede ser tan fuerte Bisharp? ―preguntó Anís.

― Ahí ha sido cuestión de tipos, no de fuerza ―explicó Catleya bostezando―. Bisharp es de tipo Acero-Siniestro, por lo que los ataques de tipo veneno no le hacen efecto. Además, gracias a su recubrimiento, no puede sufrir envenenamiento por culpa de Punto Tóxico.

― Y en cuanto a lo de Camus, en un combate rotatorio, el entrenador puede en su turno girar y atacar o solamente atacar. Camus ya había girado y atacado en su turno, pero Aza solo había girado, no atacado, así que ahí está la respuesta ―la explicó también Lotto-. En un combate rotatorio hay que predecir si el oponente va a girar o no y por qué pokémon cambiará al de delante.

― ¡Muy astuto, Aza! ―dijo Camus viendo la jugada que había hecho su contrincante―. Te dejaste dar para envenenar a Scrafty y propiciar que yo utilizara Carga Tóxica, un movimiento de tipo veneno que es muy efectivo cuando el pokémon está envenenado, y lo cambiaste por Bisharp sabiendo que no le surtiría efecto y que podría dar un golpe preciso… Sin embargo, necesitarás algo más que un Golpe Aéreo para derrotarme.

Ante esta frase, Scolipede se levantó como si nada.

― ¡¿Qué significa eso?! ―saltó asombrada Anís.

― Debió de comerse su Baya Aranja… ―dedujo Catleya―. Si os fijáis, todos tienen una Baya Aranja.

Tanto en Dwebble como en Leavanny se podía ver una Baya Aranja debajo de su caparazón o de sus hojas.

― Hay que saber utilizar la naturaleza para ganar ―sonrió Camus mientras apretaba la máquina.

Para la sorpresa de todos, Leavanny se puso el primero y Aza no quiso cambiar a Bisharp.

― Golpe Aéreo.

Bisharp se movió con gran velocidad hacia Leavanny mientras sus cuchillas se afilaban.

― ¿Por qué esta vez ha atacado antes Bisharp?

― Porque Bisharp tiene más velocidad que Leavanny ―dijo bostezando y molesta Catleya ante todas las preguntas de Anís.

Leavanny se dejó que le diera el ataque y Camus vio el momento perfecto.

― ¡Para un pokémon que es tan veloz, lo mejor es tenerle cerca para darle! ¡Si Dialga y Palkia no van al Monte Corona, que sea el Monte Corona el que vaya hacia Diallga y Palkia! ¡Paralizador!

Un polvillo amarillento salió de las hojas de Leavanny, posándose en Bisharp y haciendo que una sombra amarilla apareciera bajo sus ojos.

― ¡No puede ser! ―saltaron de sus asientos Lotto y Anís.

― Bisharp ha sido…

― ¡Paralizado!

Bisharp intentaba moverse, pero sus movimientos eran muy reducidos y miraba a su entrenador para ver qué hacer con cara de cansancio mientras Leavanny se reponía del ataque con su Baya Aranja.

― Un mago nunca revela sus trucos, Aza ―le aconsejó Camus mientras movía su dedo de un lado a otro.

Con un gruñido de fastidio, Aza apretó la maquina a la vez que Camus, pasando delante Dwebble y Liepard.

― Maldición… Tendría que haberlo supuesto ―se mordió el labio Aza.

― ¡Antiaéreo!

― ¡Sorpresa!

El Liepard fue más rápido y asestó el golpe, asustando a Dwebble y haciéndole retroceder.

― (Así ganaré tiempo… Y ahora…) ―pulsó su máquina Aza sin saber que también lo hizo Camus, pasando delante Scrafty y Scolipede.

― ¡Carga Tóxica!

Con todo su cuerpo, Scolipede le pegó tal testarazo a Scrafty que cayó noqueado al estar envenenado.

― ¡Scrafty está fuera de combate! ―gritó el arlequín.

Todo el Alto Mando estaba sin habla. ¡¿Tan rápido había acabado Camus con un pokémon?!

― Ha llevado a Aza hacia donde él quería… ―dijo asombrado Lotto.

― Pensé que Aza sería quien guiaría el giro de la ruleta, pero está claro que es Camus quién marca el compás de la ruleta ―por primera vez se veía a Catleya nerviosa.

Más pálido de lo normal, Aza guardó a Scrafty en su pokéball mientras Camus seguía sonriendo.

― Veo que el pánico a los pokémon bicho puede más que tu obsesión a los juegos de azar… Todos los movimientos que he hecho eran bastante previsibles, pero tú has sido más previsible, Aza.

Aza sabía que Camus tenía razón. Su miedo le estaba controlando, así que decidió respirar hondo y cerrar los ojos unos segundos.

― (Tengo que dejar la mente en blanco… La mente en blanco…)

Mientras pensaba esto, Catleya no le quitaba la mirada de encima… Una mirada llena de atención y seriedad… Tras terminar de respirar, pulsó la máquina para que Liepard se colocase delante.

― (Tengo que reconducir la ruleta… Como sea…)

― ¡Rodillo Púas, Scolipede!

El ataque fue directo al felino, pero de un gran salto consiguió esquivarlo.

― Golpe Aéreo.

El ataque dio de lleno en el pokémon bicho, pero no fue lo suficientemente fuerte como para debilitarlo. La situación se complicó más cuando una sombra morada apareció en los ojos de Liepard.

― ¡Oh, no! ―se tapó la boca Anís.

― Uno envenenado y el otro paralizado… Esto no puede ir a peor ―se cruzó de brazos Lotto.

Sin embargo, sí pudo ir a peor. Camus giró rápidamente la ruleta, revelando a Dwebble.

― Antiaéreo ―dijo con una sonrisa.

Pero el ataque impactó en una de las cuchillas de Bisharp.

― ¡Qué velocidad para mover la ruleta! ¡Sí, señor! ¡Se nota que eres croupier! ―le alabó Camus.

Aza gruñó mientras una gota de sudor caía por su cara. Observó a su Bisharp paralizado y a Liepard tumbado en el suelo envenenado…

― (¿En serio puedo ganar?)

Los tres pokémon de Camus lucían bastante bien a pesar del combate. Tenía que pensar otra estrategia… Alguna estrategia arriesgada…

― (Ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas.)

Giró la ruleta, dejando delante a Liepard.

― ¡¿Pero qué hace?! ―Anís no podía estarse quieta.

Catleya observó con atención a Aza. El Maestro de tipo Siniestro parecía estar maquinando algo por el movimiento de sus ojos…

― Bueno… Un plan suicida… ―murmuró Camus―. ¡Antiaéreo!

― ¡Esquívalo!

Liepard lo esquivó como pudo. Ambos pokémon estaban en el aire, pero una sombra se colocó tras Dwebble… ¡Era Bisharp!

― ¡¿Cómo?!

― ¡Golpe Aéreo!

Bisharp impactó el ataque en el Dwebble de Camus, el cual cayó debilitado al suelo.

― ¡Dwebble no puede continuar! ¡Está fuera de combate! ―gritó el arlequín.

Toda la sala se quedó muda.

― ¿Alguien me puede explicar esto? ―Anís no daba crédito a lo que había visto: ¡Aza había atacado con dos pokémon a la vez!

― No ha atacado con dos pokémon a la vez ―respondió Catleya tras leer su mente―. Camus atacó sin mover la ruleta, mientras que Aza solo mandó esquivar, dándole oportunidad de mover la ruleta cuando esquivase el ataque.

― Claro… Y al estar paralizado y tras haber atacado ya Dwebble, Bisharp tenía justamente ahí su turno para atacar… ―se rascó la barbilla Lotto.

Camus empezó a aplaudir tras guardar a Dwebble en la pokéball.

― ¡Fascinante, Aza! Has jugado con la posibilidad del 50% de que Bisharp se quedase paralizado sin poder atacar ―y puso delante a Scolipede.

― ¿Por qué Scolipede? Sus ataques no hacen efecto a Bisharp…

― Porque así anula el movimiento de la ruleta de Aza. Si saca a Liepard, Scolipede puede usar Carga Tóxica y debilitarlo en un segundo ―explicó Lotto.

― De esta manera, cansará a Bisharp antes de sacar a Leavanny.

― ¡Rodillo Púas!

El Scolipede se abalanzó sobre Bisharp, el cual no pudo protegerse por culpa de la parálisis, que hizo efecto en el peor momento. Salió disparado hacia un lateral ante la mirada atónita de su entrenador.

― (¡Esto va muy mal!)

Puso delante a Liepard para sorpresa de sus compañeros.

― ¡¿Va a sacrificar a Liepard?! ―preguntó Lotto completamente sorprendido.

― ¡Doble equipo!

Varios Liepard aparecieron en el lugar.

― Vamos, Aza… Dejemos este juego. ¡Carga Tóxica!

El ataque dio de lleno en todas las copias, incluyendo en Liepard. El gato salió volando, cayendo a los pies de su entrenador sin apenas moverse.

Anís se tapó los ojos porque no quería ver tal escena. Dos contra uno… Bisharp paralizado y Scolipede y Leavanny como si nada…

― ¿Cuánto tiempo vas a jugar a este juego? ―preguntó Aza a Liepard.

Esta pregunta descolocó a todos, incluido a Camus. Liepard observó a su entrenador con una gran sonrisa maliciosa y se evaporó…

― ¡AAAHHHH! ¡SE HA MUERTO! ¡Y SE HA IDO AL CIELO! ―empezó a dar vueltas Anís por el lugar.

Catleya se pegó una palmada en la cara y Lotto la agarró para sentarla y calmarla.

― Mira… Liepard está allí.

La copia que apuntaba Lotto se movió de repente e impactó un Golpe Aéreo perfecto en la espalda del pokémon bicho, debilitándolo al instante.

― ¡Scolipede está fuera de combate!

Anís y Camus se quedaron con la boca abierta.

― ¿Cómo…?

Camus intentó terminar la pregunta, pero halló la respuesta antes: debajo de la pata de Liepard reposaba la cáscara de una baya Aranja.

― Digamos que tu querido Dwebble no iba a hacer buen uso de ella y la he tomado prestada ―sonrió Aza.

― Ya veo… Cuando le noqueaste, usaste una de las garras de Bisharp para coger esa baya… Y se la pasaste rodando a Liepard, el cual estaba escondido entre las copias, para que se recuperará un poco y así aguantar el ataque… ―dedujo con gran maestría Camus.

― ¡INCREIBLE! ¡Le ha dado la vuelta al combate! ¡2-1! ―alzó el puño Anís.

Pero el rostro de Aza se oscureció. Delante de él se hallaba el pokémon más fuerte de Camus… No era el mejor momento para celebrar sus múltiples golpes de suerte, como suele decir él…

― ¿Sabes, Aza? Me hubiera gustado haber combatido contra ti en un uno contra uno… Y aún no es muy tarde. Si hubiese sacado a Leavanny antes, este combate habría terminado hace cinco minutos. No soy ningún cobarde y tú lo sabes ―le dijo guiñándole un ojo―. Dime… ¿Sabes qué circunstancia debe darse para que un pokémon de tipo planta se quede quieto durante un tiempo?

Aza palideció al escuchar aquello, al igual que Lotto y Catleya.

― Exacto ―sonrió Camus y, abriendo los brazos, dijo―: Todos juntos: ¡Rayo Solar!

Un potente rayo salió de las hojas de Leavanny, impactando en Liepard. El felino salió disparado contra la pared pasando al lado de su entrenador, el cual se había quedado petrificado.

― ¡Liepard está fuera de combate!

Los tres restantes se quedaron de piedra también.

― ¡¿Llevaba todo este tiempo cargando un Rayo Solar?! ―gritó Lotto.

― La pregunta aquí es: ¿por qué lo ha utilizado contra Liepard y no contra Bisharp? ―comentó Catleya sin apartar la vista de Aza.

Algo iba mal… Ella lo sabía, lo sentía… Algo se estaba rompiendo dentro de la mente del Maestro de tipo Siniestro…

― ¡Por fin! ―se estiró Camus― ¡Bisharp vs Leavanny! Veamos quién es el más fuerte. ¡Doble Rayo!

― ¡Esquívalo! ―dijo sin pensar Aza.

Bisharp se quedó en el sitio paralizado y el ataque dio de lleno.

― ¡Disparo de Mora!

Con largas cuerdas, Bisharp fue atado al suelo. No podía moverse a causa de la parálisis. Leavanny atacaba sin descanso con gran velocidad.

Lotto estaba sin habla, Catleya observaba fijamente a Aza, quien se había quedado en blanco, y Anís chillaba:

― ¡Haz algo, Aza!

Pero nada. No podía moverse. Se había quedado petrificado en su sitio…

― Me puedo tirar así toda la vida ―comentó Camus, moviendo la mano en círculos―. ¡Terminemos esta obra de arte con Zumbido!

Las antenas de Leavanny se levantaron y emitieron un gran zumbido por toda la sala que obligó a todos a taparse los oídos.

― ¡Por Arceus, mis oídos! ―gritaba Anís.

Catleya cerró los ojos en un afán de soportar mejor el ruido, y algo ocurrió…

Apareció ella sola en el salón de una mansión en llamas. En el suelo podía ver dos cuerpos sin vida. En ese momento, oyó la voz de un niño llamando a sus padres. Al girarse, observó a un pequeño Aza en la puerta llorando. La imagen se congeló ante el sonido de un zumbido metálico…

Catleya abrió los ojos rápidamente y observó a Aza. Este intentaba por todos los medios no escuchar aquel sonido que tanto le recordaba a aquel día… A aquel trágico día de cuando lo perdió todo. Un crujido se oyó en la mente de Catleya, como si un cristal se partiese, y Aza pegó un grito.

― ¡CAMUS, BASTA!

Camus, quien parecía el único que se deleitaba con aquel sonido, observó confuso a la Maestra de tipo Psíquico y se percató de los gritos de Aza.

― ¡Leavanny, ya es suficiente!

El pokémon bajó sus antenas y el zumbido cesó. Bisharp movió la cabeza confuso tras esperar el golpe final, el cual no hubo.

Lotto y Anís abrieron los ojos y se destaponaron los oídos con un gran suspiro. Al alzar la vista, pudieron apreciar como Catleya y Camus corrían en dirección a Aza, el cual se desplomaba en el suelo…

POSICIÓN ACTUAL: CIUDAD PORCELANA

DESTINO: CIUDAD MAYÓLICA

MEDALLAS: 2

-MEDALLA TRÍO: ANÍS

-MEDALLA BASE: LOTTO


BUENO, PUES AQUÍ LES DEJO EL CAPÍTULO 23 (BASTANTE TARDE POR CULPA DE LOS ESTUDIOS), ASÍ QUE ME DISCULPO :) ES UNO DE LOS CAPÍTULOS QUE, A MI PARECER, MÁS ME HA COSTADO ESCRIBIR YA QUE EL COMBATE ES UN COMBATE ROTATORIO, POR LO QUE DEBÍA AJUSTARME A UNAS NORMAS BASTANTE ESTRICTAS E INTENTAR, POR TODOS LOS MEDIOS, QUE QUIEN LO LEYESE NO SE PERDIESE...

AÚN A ESTA HISTORIA LE QUEDA MUCHÍSIMO PARA TERMINAR, ASÍ QUE NO DEJÉIS DE SEGUIRLA :) A PESAR DE DEMORARME BASTANTE EN LAS ACTUALIZACIONES (LO SIENTO), NO DEJO DE PENSAR EN ELLA Y EN LOS CAPÍTULOS A REDACTAR. ES MI PRIMERA HISTORIA EN FANFICTION Y NADA ME GUSTARÍA MÁS QUE ACABARLA DE ESCRIBIR :D

MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS LOS LECTORES QUE LA SIGUEN A PESAR DE LA IRREGULARIDAD DE ACTUALIZACIONES (LO SIENTO DE NUEVO) Y FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO A TODOS!

TODO COMENTARIO ES Y SERÁ BIEN RECIBIDO :)