(A/N): Hola :) Parecen haber pasado años desde la última vez que actualicé por aquí, mi obsesión por las otras historias me ha obligado a dejar esta de lado xD. En fin, capítulo corto, ahora no puedo pasar mucho tiempo en línea. Mi computadora se dañó, debo esperar unas semanas para arreglarla y mientras tanto estoy en la computadora de mi hermana (Que es otra obsesionada con el internet. Así que no tengo tanto privilegio u.u), suerte que tenía varios capítulos guardados en una USB (Arrodíllense ante Liz :3) y este ya tenía una gran parte escrita así que aquí está. Nos vemos abajo :)


DICIEMBRE,

Capítulo 3: Recuerdos.


15 de Diciembre, 2012.

James bajó del auto a regañadientes, lo último que quería era ser recibido por la fastidiosa Shelby. Al parecer, la quinceañera era la única en casa pues nadie más había salido a recibirlos además de ella. La nieve ya caía a montones así que la chica esperaba en el porche fingiendo una sonrisa, al parecer no se sentía mejor que James. La madre del castaño decidió sacar las maletas del auto en un rato y se dirigieron a saludar a Shelby, la primera en hablar fue Brooke.

—¡Shelby, querida! —Exclamó emocionada.

La quinceañera sonrió. —¡Es un placer verla de nuevo, tía Brooke! —James observó a la chica un segundo, ¿Un placer? ¿Era esa la Shelby que se la pasaba haciendo desastres por todas partes con Ethan? ¿Finalmente había madurado?

Ambas se abrazaron unos segundos. —¡Pero mírate! Estás enorme. —Decía Brooke— ¿Y qué te hiciste en el cabello? —Preguntó señalando la melena castaña de la chica que terminaba en unos rizos de color rubio.

—Es sólo un peinado temporal. —Decía con una sonrisa y luego detenía su mirada en James— ¡Hola, James!

—¡Hey, Shelby! —No había encontrado una mejor forma de saludarla sin parecer que quería salir corriendo de allí.

La madre del castaño se adentró rápidamente a la casa diciéndole algo a la chica que nadie comprendió.

—Sácame de aquí. —Rogó Shelby mientras abrazaba al castaño. James no comprendió.

—¿Qué?

—¡Voy a morir del aburrimiento si paso un minuto más aquí!

James soltó una pequeña risa nerviosa, si esto era real, su prima pensaba igual que él. —¿De qué estás hablando?

—Estoy hablando de que si escucho un minuto más de parloteo de parte de la abuela o si paso un momento más con mis padres voy a explotar, tú siempre estás con tus amigos ¡Llévame contigo!

Eso era bastante raro. —Shelby, ¿Hay algo que haya pasado en ti este último año de lo que deba enterarme?

—No... Creo que no, solo he ido a clases de piano y me he alejado del idiota de Ethan. —Finalmente había pasado. Finalmente Shelby se había convertido en una Diamond digna de respeto.

—Antes de nada prométeme que no abandonarás esas clases y que no te acercarás a Ethan.

—Lo prometo.

—Bien, escucha, primero tengo que salir solo a hacer algo y luego me acompañarás. Nos libraremos de esta tortura familiar juntos.

—Es un hecho. —Asintió la castaña.

—¡Shelby! —Le llamaba Brooke desde adentro.— Te preguntaba dónde están todos. —Dijo apareciendo con una taza de chocolate caliente.

—Están haciendo unas compras, no tengo ni idea de por qué salieron a esta hora.

—Ah bueno, los esperaré.

—Mamá, tengo que salir a ver a mis amigos, volveré en un rato.

—¡Pero si está nevando!

—Los abrigos existen. —Puntualizó el castaño dándole un codazo a Shelby en forma de broma. La chica solo atinó a soltar una carcajada mientras su madre negaba con la cabeza y daba otro sorbo de su taza.


11 de Diciembre, 2011.

Después de terminar con la nieve, ambos de dirigieron a un parque no muy lejano de la casa del castaño. Se habían sentado a columpiarse mientras intercambiaban información del otro, el que iba escuchaba, el que venía hablaba, así conocieron sus colores favoritos, gustos musicales, mayormente temas triviales, pero después de unos diez minutos las conversaciones se volvían cada vez más profundas conforme un tema se dirigía al otro. Ambos hablaban cómodamente cuando escucharon unas voces provenientes de dos chicos que venían caminando, uno de ellos parloteaba sobre algo mientras el otro tenía cara de aburrido y simplemente asentía a lo que el otro decía, pero realmente no prestaba atención, sólo observaba a todas partes y buscaba otra cosa con la que entretenerse en lugar de escuchar al que venía a su lado hablando de algo.

James dejó de columpiarlos para observar lo divertido de la escena y Kendall se le unió.

—¿Quienes son ellos? —Consultó el castaño.

—Ya verás. —Masculló el rubio.— Tres... Dos... Uno.

—¡Mira, es Kendall! —Gritó el que venía distraído y rápidamente se alejó del lado del que hablaba para acercarse al rubio. —¡Hola! —Saludó a James que le respondió con una sonrisa.— ¡Ayúdame! ¡No sé qué hacer para que se calle! —Dijo el chico observando a Kendall desesperado.

—Llévatelo lejos y bésalo. —Respondió Kendall, al parecer estaba acostumbrado a este tipo de situación. —James, él es Carlos. —Dijo señalando al latino desesperado.— Y ese que viene ahí es su novio Logan, el nerd de los libros de la otra vez.

James les dedicó una sonrisa a ambos. —Un placer conocerlos. Él ya me ha hablado de ustedes. —Dijo James en tono divertido.— Al parecer es de lo único que sabe hablar. —Dijo levantando una ceja y ambos ríeron. Kendall simplemente negó con la cabeza y empezó a reír con los chicos.


12 de Diciembre, 2012.

Caminar por Minnesotta bajo la nieve recordando las cosas geniales que habían pasado el año anterior resultaba nostálgico para James. Quería ver a Kendall, pero no estaba seguro si estaba en casa. Debió haber llamado o algo antes de salir a caminar, ahora no tenía idea de donde ir. Caminaba por un parque iluminado por farolas que le daban un color más brillante a la nieve que se empezaba a acumular en el suelo. Al pasar cerca de un árbol pudo ver como una sombra, no, dos sombras se movían. Al aclarar un poco su vista ambas sombras le resultaron conocidas. ¡Eran Carlos y Logan! Logan estaba acorralando al latino en contra del árbol mientras se besaban con deseo. James vaciló un poco pensando si debía acercarse a hacerles saber que había vuelto o esperar que terminaran. Aunque si esperaba las cosas podrían volverse más complicadas. Decidió mejor acercarse.

—Chicos... —Dijo lentamente pero con voz fuerte, pero los chicos estaban muy ocupados en la boca del otro, James llamó más fuerte.— ¡Chicos!

Y ambos se sobresaltaron rompiendo el beso rápidamente y observando a la dirección en la que provenía la voz. Carlos y logan se observaron unos segundos, en parte aliviados. —Es sólo James. —Susurró el latino jadeando.— Espera un segundo, ¡Es James! —Gritó entusiasmado y se acercó a abrazar al castaño.

—¡Se acuerdan de mi! —Sonrió James respondiendo al abrazo del latino.

—Por supuesto que nos acordamos de ti. Kendall no deja de mencionarte. —Mencionó Logan y James sonrió.

—¡Te extrañamos tanto! —Decía carlos.— Además necesito unos cuántos consejos más para tú sabes qué. —Le dijo el latino ahora bajando la voz.

James soltó una carcajada. —¡Por supuesto que sí!

Logan rodó los ojos. —Oye, ¿No pudiste esperar un rato más... Tú sabes?

James soltó otra sonora carcajada. —No quería ver más, lo siento.

—¡Tienes que ir con Kendall! —Gritó Carlos entusiasmado.

—¡Llévenme con él! —Exclamó el castaño divertido.— ¿Está en casa?

Los chicos asintieron. —¡Vamos!


(A/N): Seeh, actualizaré pronto :)