~ El sol naciente.

Capítulo 10: Mi propia voluntad

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Mamá murió apenas cuando era una niña, y no sabría cómo explicarlo pero pude sentir algo cálido en mi pecho, que se extendía por todo mi cuerpo. Mi vista se hacía nublada y mi corazón dejo de palpitar por lo que parecía un largo periodo. Luego mis oídos resonaban y mi mente vibraba, tuve que cerrar mis ojos para poder entender lo que pasaba y cuando todo parecía haberse detenido abrí mis ojos y estaba en la nada. Solo había oscuridad rodeándome y yo era la única fuente de luz. Al principio tenía miedo, porque no solo había tenido poco tiempo de saber que madre había muerto sino también el miedo a que estaba sola. En ese lugar. Recuerdo una, no. Muchas manos cálidas rodearme y cuando gire, ahí estaba mamá sonriéndome con naturalidad y el amor que siempre tenía cuando me miraba. Pero también había muchas otras mujeres, de piel oscura, pieles blancas, cabelleras blancas, oscuras y de muchos colores. Podía reconocer a algunas, Andrómeda por ejemplo fue ejemplo de bondad y amor. Fue la primera en producir una gran cantidad de plantas que permitieron el desarrollo de muchas medicinas para curar y alimentar. Era tan hermosa como su retrato relataba, su cabellera roja y salvaje ondeaba en la oscuridad y resaltaba con sus rizos, su rostro lleno de pecas solo reflejaba los ojos color miel y llenos de amabilidad que ningún cuadro podía retratar. También reconocí a Talahia, la reina de los animales. Siempre vivió entre animales, siendo la ninfa que los arrullaba y cuidaba, se decía que parecía más animal que persona pero fue gracias a eso que nunca permitió que ninguno de los 2 sufriera y fue la creadora de una planta que permitía que los animales murieran sin ningún dolor y bajo un sueño placido para poder ser alimento para los humanos. Su cabellera negra y larga enmarcaba una piel morena y firme y sus ojos verdes te veían como un conejo cuando deseaba conquistar tu corazón o ver tu alma. Y por último observo a Yuki, la reina del caos y la muerte. Y en mi mente nunca hubiera procesado ver a alguien como ella, su rostro era relajado y aunque su cabello era blanco como la nieve, sus ojos azules te mostraban calma. Ella se encontraba en calma y por un momento pensé y dude en que esa voluntad era aquella rama de maldad que siempre hablaban en la historia del Sol Naciente. Antes que los reinos se separaran en 7. No sentía miedo de estas mujeres, ni de ninguna pero si miedo por desconocer que hacia ahí.

"Mamá… ¿Qué ocurre?"

"Mi pequeña, Gaia te ha escogido para ser su voluntad" observo a las mujeres a su alrededor que miraban con entendimiento y conexión a todas y a ella y madre volvió a mirarme "Todas y cada una de nosotras ahora estamos contigo"

"Pero, mamá… Yo, tengo miedo…" No sabía que sentir, como empezar o como avanzar. Todo era diferente y nuevo, aun cuando veía a mamá con ese poder, nunca espere tenerlo "¿Qué pasará con Papá?"

"Mi dulce Mimi, no hay nada que temer ni nada que necesitar. Siempre me tendrás aquí en tu corazón y tu alma" Se agacho y acaricio mi rostro, nuevamente quería volver a llorar "No debes temer porque Gaia es grande, muchos dependerán de ti y para eso. Debes ser fuerte"

"Hija de Satoe…" Me gire para ver a Andrómeda quien dio un paso al frente "Se lo que es el miedo de no saber qué hacer, por eso. Todas estaremos aquí, todas somos tú y tu eres nosotras y por ello te ayudaremos y guiaremos en lo que necesites en tu aprendizaje y búsqueda"

"Muchos quizás no entenderán tu naturaleza, así que debes aprender a ser paciente" Hablo Talahia, quien estaba más cerca de mí y tomo el cabello de mi cabeza para acariciarlo "El mundo aún tiene mucho que aprender sobre Gaia y sobre como la verdadera naturaleza de las cosas debe ser..."

"Pueda que en algún momento sientas realmente miedo y sientas que te ahogas en la oscuridad" Yuki hablaba lento y suave, como una sonata de cuna antes de dormir y nuevamente pensé que esta no era la Yuki que todos hablaban siempre "… Pero para poder aprender apreciar la luz, es necesario pasar por la oscuridad y aceptarla… La oscuridad en muchas ocaciones puede ser ausencia de luz pero, es más que toda la ausencia de aceptación… No tengas miedo de quien eres"

"Debes volver Mimi, tu padre te llama. Siempre estaremos aquí, recuérdalo" Cada palabra, cada gesto cada frase llegaba a mi como una pequeña llama que me hacía ver la luz y acercarme a ella. Mire por última vez a las mujeres que nunca abandonarían mi alma, que siempre estarían conmigo y cerré los ojos.

El inicio fue tortuoso, nuevas responsabilidades llegaron a mí y cuando pensaba que todo sería un peso en los hombros empecé a ver las diferencias en el mundo. Mi corazón latía con más fuerza cuando veía una flor renacer o mis venas se sentían alborotadas cuando curaba la pata de un animal. Todo lo que tocaba, dejaba una emoción exuberante en mí. Podía ver la vida de las plantas fluir frente a mis ojos, podía ver el viento correr y hablarme con suavidad. Y les podía decir, cuando el viento te rozaba y te hacia sonreír siendo Gaia era porque te contaba el chiste más gracioso que pudo escuchar en el camino. Caminar sobre tierra era emocional al inicio. Podía sentir cada latido, cada paso. Cada nueva vida o muerte que llegaba o dejaba la tierra.

Todo era sobre acogedor, cuando por primera vez tuve que llevar un alma hacia la voluntad de Gaia, me sentía flotando, ligera y sin sentidos. Y Ahí, no sentía miedo, no había dolor, no había peso, ni hambre ni frio. Todo era calidez. Cada luz que me rodeaba era un alma que me pedía y susurrara que cuidara a sus seres amados, que les enseñará el camino de la vida. La verdadera razón por la cual hay que vivir y que ellos siempre, siempre estarían cuidándolos esperándolos en la nueva vida. Otorgar una vida era agotador, tomaba mucha energía de mí y a veces podía pasar días durmiendo, eso no me gustaba pero, la alegría de ver sonriendo a la nueva vida era algo que me hacía sentir plena. Pero, aun así era completamente diferente a cuando tomaba el alma y la llevaba a la muerte. Tomar un alma luego de la muerte era casi como una droga porque me transportaba a un mundo que no entendía, pero era un mundo maravilloso y placentero. Pero las voces de las mujeres en mi mente siempre me pedían que regresará y volviera a la realidad. Y sin saberlo, solo hacia lo que me pedían.

Empecé a sentir nuevas emociones, y aun cuando a veces no sabía qué hacer. Podía sentir la mano de mi madre, el susurro de otra voluntad guiarme en silencio y casi como dejándome llevar me enseñaba lo nuevo que mi sistema ya había archivado pero mi conocimiento no tenía noción. De pequeña, al saber que madre siempre estaba conmigo la tristeza se iba yendo. Pero aun así había un vacío en mi corazón, que se fue depositando a medida que cada alma era retirada de la mortalidad. Y entre más años pasaban y más ciclo de la vida veía pasar, sabía que algo realmente faltaba en mí.

"No debes temer pequeña, ese vacío que sientes no es que falta algo. Es que algo en ti se está abriendo paso para aquel que será tu igual… Como tu ancla" Hablo con suavidad Marie, la reina que trajo agua al mundo. Mientras su espíritu caminaba entre gotas de agua, yo solo tenía los ojos entrecerrados y miraba a la lluvia pasar.

"¿Ancla?"

"Si pequeña, desde Yuki. Gaia nos permitió tener un ancla al mundo mortal. Será aquella alma que se una a ti en físico y espiritual y compartirá la carga de Gaia contigo"

"¿Cómo papa, lo hacía con mi mamá?"

"Así es, por los momentos tu padre es quien es tu ancla… Mi amor, murió antes de que yo lo hiciera y fue devastador pero, tenía un hijo quien mantuvo mi cuerpo a la tierra"

"¿Qué pasa si no tenemos un ancla?"

"El plano espiritual nos consumirá por completo y dejaremos de ser la persona que somos en el mundo mortal… Dejarías de ser Mimi y serías todas nosotras al mismo tiempo"

"¿Eso fue lo que le paso a Yuki?" Marie paro de bailar en la lluvia y me miro con tristeza, antes de mirar al suelo.

"Tu sientes que Yuki es lo que la humanidad cuenta ¿Pequeña?"

"No, no dejo de pensar que eso es solo lo que los humanos quisieron ver… Siento que, ella fue obligada, ella fue algo más"

"Así fue…"

"¿Qué?"

"¿Por qué las antiguas voluntades pudieron llevar la voluntad ellas solas y fue a partir de Yuki que tuvimos que tener un ancla? Lo has pensado ¿No es así?"

"Sí, muchas veces pero. No consigo la respuesta"

"Es porque Gaia pidió a Yuki que eso fuera para la humanidad"

"Pero, eso es terrible"

"No del todo pequeña, dime ¿Qué pasa ahora que sabemos el mal que traen las guerras y el caos?"

"Apreciamos más la vida y la paz"

"Así es, Gaia tuvo que obligar a Yuki a tomar esa decisión. Los humanos habían dado por sentado la vida, y creían que Gaia siempre estaría ahí para ellos ¿De que serviría dar por sentada a la vida, y no vivirla?"

"Entonces… Causo guerra y caos para que apreciaramos lo que teníamos… El valor de vida"

"Muy bien pequeña. Así mismo"

"Pero, esto trajo consecuencias para las voluntades de Gaia" Me gire en mi asiento al escuchar una nueva voz, y sentada a mi lado estaba Yuki quien miraba a Marie con calma. Yuki me miro y sentí sus ojos azules relatarme las emociones que las palabras no podían "—Nos volvimos inestables a las emociones. Cuando el miedo, la oscuridad, la inseguridad son tu pan de cada día. Te cuesta más querer vivir en la realidad, porque en el plano espiritual no hay dolor. No hay miedo, no hay nada"

"He sentido eso, pero ustedes siempre me traen de vuelta"

"Así es, pero… Esa brecha cada vez se hará más grande y para nosotras que somos tú, no podremos hacerte oír… Así que permitimos al ancla ser nuestra conexión para las emociones que verdaderamente valen la pena" Susurro con calma Marie, Yuki le sonrió.

"Ellos se vuelven nuestra luz en la oscuridad, y así no tenemos miedo. Nunca más"

La primera vez que lo vi no sabía que sentir, pero cuando padre me dijo que el hijo de ese hombre, tenía un niño de ojos azules y cabello dorado que se convertiría en mi esposo en un futuro. Algo dentro de mí me pidió aceptación. La segunda vez que lo vi, el hombre que respondía por el nombre de Hiroaki tenía un aura diferente, era un azul casi blanco y pude notar esa misma aura en personas como las de mi papa, Hikari o Sora. Entendí que ellos eran personas buenas y llenas de buenas intenciones. Así que mi curiosidad por el niño que sería mi esposo creció. Y fue en secreto, en el lecho de muerte de su madre; que lo vi. Nunca vi a alguien tan tocado por la muerte de una persona que sanguíneamente, no era alguien para él pero emocionalmente lo era todo. Y rápidamente lo supe, que él era la persona correcta para mí. Admitía en secreto, en el que solo mi amigo de plumas sabía que me gustaba verlo a escondidas y con cada visita lo empezaba a conocer más y más, hasta que mi corazón quedo lleno de él y mi alma se sentía dichosa por un alma como la de él. Verlo crecer y convertirse de un niño sensible a un hombre lleno de fortalezas y orgullo. Más nunca pensé que el destino nos llevaría a unirnos tan rápido o en condiciones tan inestables. Aunque realmente mi vida siempre ha sido de emociones inestables y acciones sorpresivas.

Cuando acepte ser su esposa, mi alma se sintió llenar ese vacío, esa oscuridad que empezaba a calar se iba alejando de mí y supe que él era mi luz en la oscuridad. Aun con miedo y con timidez me permití abrirme a este hombre que se unía a mí, para siempre. Fue un verdadero hombre lleno de emociones cuando nos unimos por primera vez y mi alma quería llorar, llorar de alegría tanto. Que no dude en continuar durante el resto de la noche, aun si mi cuerpo no podía más. Mi alma quería más de ese plano físico. Estaba encantada de él. Aun si esa rigidez traía defectos que me costarían derribar, iba a ser paciente. Tal como Talahia me dijo una vez porque no todos entenderán la naturaleza de los sentimientos y más que nada, él era un hombre que no había nacido con las costumbres de la tierra norte. Donde estar en contacto con tus emociones y lo que te rodea, era algo sencillo.

Después de todo, el niño sensible que yo conocía estaba oculto y él no tenía conocimiento de todo lo que sabía de él, así que con sonrisa en labios me encargaría de no solo volver a conocerlo, sino permitirle conocerme, como siempre desee al estar oculta.

Conocer y curar a su hermano, Rescatar y cuidar a su padre. Solo me permitió abrir grietas en el alma de Yamato para poder permitirme ver, que más había dentro. Pero siempre vería en su vestigio; el cólera de un orgullo quebrantado y la ansiedad de tener su tierra de vuelta. Mi pueblo me oiría, y seguiría con solo mirarlos una vez, así que no tardaron en moverse y complacer lo que en su naturaleza sabía que debían hacer. Hacerlos sentir como en casa, ayudarlos a recuperar su orgullo. Sin dudarlo empezaron a construir viviendas para los nuevos residentes, a incluirlos en todo, enseñarles ese nuevo mundo que se volvería su hogar y por un momento, pudo sentir el alma de Yamato, calmarse y mi alma se sintió en paz. Y por un momento, todo fue paraíso.

Hasta que el deseo por la tierra, volvió ¿Qué no veía que yo estaba haciendo todo por él? Aun así me regañaba al pensar tan egoístamente y me permití confiar en él, después de todo. Él es quien sería mi luz, y sé que el estará para mí cuando lo necesite. Pero luego llego ese hombre, Yukio Oikawa. Podía ver su aura marchita, que buscaba apoderarse del alma de los demás y ahogarlas y observaba a esa mujer a su lado, un aura lila muy clara que empezaba a buscar opacarse.

"Gaia siempre te dejará pistas de que hacer, solo debes estar atenta a las emociones que te rodean y siempre te darán una respuesta" Elizabeth, era una mujer rubia de ojos negros. Esta voluntad fue la que motivo a que la medicina avanzara y se abrieran los campos a nuevas fronteras.

"Un alma negra puede ser limpiada, solo si lo desea ¿No es así?"

"Si, cada alma tiene el poder de redimirse para alcanzar el paraíso y pasar a la siguiente vida"

"¿Y qué pasa si no desea redimirse?"

"Su alma vagará por este mundo, hasta que se dé cuenta de lo que está haciendo mal"

"Ese hombre… Me hace temblar, temo por mi Yamato y lo que este hombre pueda ofrecerle"

"Gaia te está diciendo lo que debes hacer, pequeña"

Intente detenerlo, por mucho que le rogué solo llevo a una discusión. Una de la que aún tengo un sabor de amargura ¿Cómo el destino pudo llevarme a ese camino? ¿Qué deseaba Gaia realmente conmigo? Ahora que lo pensaba, todas las voluntades habían logrado algo grande, algo que marco la historia para la humanidad y que sería paso clave para la siguiente voluntad ¿Y yo? Que tenía para ofrecer ¿Una nueva guerra? Justo cuando el Sol naciente empezaba a querer brillar ¿Una tierra dividida? Dividida por el poder, del deseo de lo material del gobernar. Acaso ¿Mi destino sería como el de Yuki? Una voluntad donde le enseñará a la humanidad el mal camino que estaban escogiendo, no. Debía haber algo más. Y aun así, estaba ahí frente a un ejército buscando luchar para ver a la persona que más amo sonreír nuevamente. Ni siquiera la voluntad de Gaia, ni siquiera la mismísima Gaia me pudo avisar del gran peligro que esa aura oscura guardaba bajo su mente. Lo último que recuerdo es a Yuki, diciéndome que hacer y que aquel hombre pagaría por todo el sufrimiento que en ese momento me estaba causando. Esta Yuki era fría, como la nieve. Como su nombre, y yo. Yo solo quería oírla y hacer lo que ella me decía. Sentí la sangre estrellarse en mi rostro y ahí fue cuando caí en cuenta lo que había hecho. Muerte.

Y más muerte había frente a mi nuevamente ¿Cómo llegue ahí? No me importa nada, ya no me importa la sonrisa de Yama, me importa es traer de vuelta al hombre que esta frente a mí pero, hasta yo sabía que eso. Era imposible ¿Acaso mi destino realmente sería como el de Yuki? Si es así, no merezco ser la voluntad porque sencillamente, no tengo la fuerza de Yuki para hacer lo que ella hizo. No quiero sufrir más, no quiero ver más dolor, quiero. Apagarme, irme de aquí. Estoy sola, si cierro mis ojos, si me dejo llevar. Sentiré esa calidez que sentía hace muchos años cuando el plano espiritual me llamaba.

"Mimi"

Si, recuerdo tu voz, nuevamente esa voz que me trajo a la realidad ¿De quién era esa voz? Solo deseo que este dolor se apague, que esta soledad se acabe y que no tenga miedo. No quiero ser destrucción, no quiero. Lo lamento Yuki, pero aun cuando eres parte mía. No deseo lastimar, aun si esa es la voluntad de Gaia. Tu mano, recuerdo tu mano. Y cuando me giro creí ver los mismos ojos de Yuki reflejados en ti, pero estos me hablaban de muchas otras cosas que había visto pero no sabía responder.

Solo sé que, ahí me quebré y tú me levantaste y me arreglaste en piezas de la manera más delicada posible. Haciéndome sentir humana ¿Estas son las emociones de las cuales el ancla debe hacerte sentir? Nunca me habías visto de esa manera y aun en mi malestar, solo deseaba que me siguieras viendo de esa misma manera. Tu calidez, tu abrazo, tus besos, tu risa. Es lo que me mantiene despierta, Yama.

Quiero mantenerme despierta, porque siento que mi cuerpo, que mi alma desea alejarse de aquí, de todo esto y olvidar lo que es sentir. Observe lentamente la vida de la tierra media levantarse poco a poco, y pude ver una humanidad que no necesitaba de Gaia para querer recobrar la felicidad, la paz que ellos tanto anhelaban y me hacía nuevamente preguntarme ¿Qué hacía yo aquí? Podía observar a mi esposo, que sin descuidarme tampoco descuidaba sus tareas y labores. Y ahora, todos se preparaban para la llegada de Lord Ichijouji. El verdadero amor de Miyako.

Andrómeda sonreía complacida al ver lo que su planta había hecho con la joven, y aunque admitía que su cabello era extremadamente único su aura lila solo brillaba más si este cabello era el que estaba a la luz ¿Cómo llegue hasta donde estoy ahora mismo? ¿Qué hacía yo aquí? Subí mi mirada y pude observar grandes murallas, obviamente relataban una historia. La historia de la tierra media. Era una tierra prospera y llena de logros, se veía que su gente sabía lo que era laborar y trazar su meta hasta llegar al final.

"Aquí estas" Me gire ante el suave llamado de mi esposo, conocía su voz. Ya la conocía, sea como sea.

"Lo siento, me entretuve mirando estos murales… Tu gente tiene mucha historia que contar" Llego hasta mi lado y observo el mismo panorama que yo. Sentí su mano sobre mi hombro, quien me atraía hasta llegar a su lado.

"Cuando restauremos todo, este mural continuará pero la historia será diferente" Solo había formas especiales en las que él solía mirarme y esta era una de ellas, mi respiración se enloquecía y tan solo con mirarme quería sentirlo más cerca, más real. Más tangible ¿Esto es lo que tiene de poder el ancla? "—Ahora somos la tierra del Sol Naciente, y con la llegada de Ichijouji, esperemos esa tierra se alargue"

"¿Crees que aceptara?"

"Ahora que conozco los verdaderos motivos por los que no pudieron ayudarnos, les concedo una nueva oportunidad… Además, Lady Miyako parece llevarse muy bien con todos, y por lo que Lady Hikari me cuenta, es ella quien parece llevar las riendas en el reino del este" Su risa ¡Gaia, amo su risa! Era tan abierta ahora que lo pensaba. Si es cierto, hace un par de semanas había perdido a mi padre. Lo que más amaba, pero aún me quedaba él. Y ahora que tenía su tierra media de vuelta, se le veía con un peso menos de encima. Aunque siempre observaba una pequeña oscuridad en sus ojos y su aura blanca a veces parecía bajar la intensidad ¿Yamato, a que le tienes miedo ahora?

"¿Qué pasará con la tierra oeste?" Miro al mural y su semblante relajado no pereció, parecía pensativo pero no molesto ni ofuscado.

"La tiranía de Oikawa tomo más de lo que podía ofrecer a cambio, y la gente del oeste aun si están sin un líder, tal parece que ven a Lady Miyako como su líder. Aun bajo el manto de tiranía, esa mujer pareció brillar por si sola allá. Se hizo de muchos aliados, tan pronto como toda esta unión con Lord Ichijouji se lleve a cabo, haremos que los líderes del oeste, vengan… Quizás tengamos un mejor futuro para ofrecerles" Mis ojos se abrieron ante su comentario y algo en mi brinco.

"—Tu, deseas—"

"Milady, desde lo que paso" Tomo mis manos y me miro de frente, yo no podía dejar de mirarlo "—He estado pensando demasiado, aun cuando soy un bruto y mi orgullo no me dejará verlo con facilidad. Las guerras seguirán siendo guerras hasta que alguien decida lo contrario… Y luego de verte yo-"

"Yama…"

"No deseo verte triste nunca más, cuando te dije que deseaba ser tu todo. Iba y voy en serio, sé que deseas cumplir la voluntad de tu padre, y tu propia voluntad"

"Mi-¿Propia voluntad?"

"Hai, una que quisiste enseñarme y no quise ver, y es la armonía de vivir en paz. Tu gente me enseño eso, aun aquí. Aun en esta tierra extraña y enajenada para ellos, siguen abiertos a hacer de todo esto, algo memorable. Algo que valga la pena, disfrutar"

"El deseo de vivir en paz"

¿Qué hacía aquí? Es cierto que había perdido el rumbo pero, escuchar sus palabras. Ver a la gente danzar, bailar y unirse a una risa y una alegría común me hacía no solo pensar en donde estaba o que hacia aquí, sino reconocer el camino que estaba buscando. Observe como Miyako aún no paraba de llorar desde que Ichijouji llego hasta su vista y no se despegaba de él para nada. Aquel hombre, junto con su hermano ahora reía abiertamente ante lo que ocurría y miraban el gran banquete y la gente pasar y reír. Lo lamento Yuki, sé que mi miedo por ser como tú me hizo no darme cuenta de muchas cosas porque sé que no podría ser tan fuerte como tú para aguantar tanta desdicha pero al ver estas sonrisas, estas familias; tan unidas me hizo recordar por qué lo hiciste y apuesto que este es el mismo motivo por el todas las voluntades siguen luchando.

Admito que al principio tenía miedo, y realmente no sabía qué hacer. Y solo me dejaba llevar por lo que otras voces me decían que podría ser lo correcto, enseñándome a saber que decisiones tomar y que ahora, habían disipado mi mente a un nuevo horizonte. Observe a mi esposo, regresar con una bebida en mano para él y para mí. Aun no sabía que podría pasar mañana pero, esta persona que se acerca a mí, me había dado la más grande valiosa lección de todas. Ver mi propia voluntad y entender que mi deseo de vivir en paz, era tan grande como aquella primera vez en donde vi a ese niño sensible que sabía que podría chocar mi mundo y hacer esclarecer mi alma.

Sin darme cuenta de lo sumida que estaba en mi miedo, no me había dado cuenta de algo grande que paso bajo mis propias narices y que se, que para él y para mi será el más grande motivo para seguir en la búsqueda de ese deseo de vivir en paz.

"Te traje algo, pensé tendrías sed" Extendió la copa y con la mano derecha detuve su acción. Casi podía reírme a mis adentros al ver esa expresión, fue la misma como aquella vez que luchamos juntos "-¿Pasa algo?"

"Yama… Tengo algo que decirte" En su rostro había miedo, porque mi seriedad era pasible pero era solo porque deseaba ver su completa reacción, baje la mano que detenía la copa. Todo era más claro ahora que mi mente encontraba su lugar. Podía sentir mi propia palpitar, a mis venas dejando fluir sangre y mis sentidos agudizarse. Pero había algo más. Baje la mano hasta mi vientre y observe a mi esposo, que miraba de mi rostro a mi mano buscando una conexión.

Yo podía saber, lo que pasaba ahora. Las náuseas, el corto apetito, el vómito. Todo apuntaba a una cosa, y cerrando mis ojos lo podía verificar. Si, podía sentir mi propio palpitar pero muy al fondo, podía escuchar un segundo ritmo.

Querer volverse vida.

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Reviews:

Mimato Bombon Kou: Hi! Si me parecio que verlo desde un punto de vista de Mimi, sería muy interesante. Prometo subir otro más adelante sobre Mimi. A Yama le costo abrirse con Mimi, y realmente que tuvo que ser algo fuerte para que se diera cuenta que quería. Y chan chan! ¿Te parece que lo esta o no lo esta? Hahahaha

MafeBack: Yamato crecio en una sociedad algo machista, válgame si viéndola luchar o a las demás mujeres fue un estrujon a sus creencias. Aun así poco a poco, ambos iran relegando un poco más a otro. Y si, Mimi es noble al pensar en perdonarlo pero, sus motivos son que ella ve la vida diferente a todos los demás, aun si sus emociones son humanas le permite entender con mayor facilidad lo que pasa a su alrededor. Eso es lo que diferencia a una persona cuando esta mas pegada al mundo espiritual. Un abrazo.

Guest1: Lo deje fluir, tras haber terminado un capitulo de Overture. Y les he dado a todos un punto de vista desde Mimi (lo deseaban ya) Y creo que ahora entedemos un poco mejor a esta mujer. Saludos.

Guest2: ¿Qué te ha dicho el final de este capitulo? Lo esta o no lo esta?

D= OMG! xD Hahahaha No tengo palabras para este capitulo, se que se los debo a muchos. Tanto tiempo sin actualizar sol naciente que admito tuve que leer un poco. Espero no me haya saltado nada y esto, haya causado gritos en todos.

Bien espero, seguir leyéndolos. Les traje algo mimatoso pero con introspección. Enjoy!