KONICHIWA:
Ok, ok, bueno es la primera es que me asomo a los foros de Saint Seiya, y siempre me ha fascinado, es la primera serie que vi, bueno ahora que hay novedades, pues se me ocurrió esta historia… A ver qué opinan, ¿merece seguir? Todos me llaman *MeLoDy* así me identifico y a ver qué opinan de esta nueva aventura de mis bronceados favoritos.
"En una historia es triste ver su final…
Pero es más triste descubrir que una historia
…no tuvo final…"
*MeLoDy*
A LEER:
Todo paso demasiado rápido, no hubo tiempo ni siquiera de asimilarla, el final llego y no fue feliz.
Eran las 6 de la tarde, el sol se oculta y el ocaso iluminada toda la ciudad de Tokio. En una mansión cuatro caballeros una jovencita y una amazona estaban reunidos, nada fue lo mismo y nada lo será. Fueron compañeros, hermanos, familia y ahora que falta uno todo lo que habían vivido se perdió.
June sin decirle nada a nadie sube, quería estar cerca de algo suyo, algo que la hiciera recordarlo, los 5 restantes solo la ven subir ya habían pasado 5 días más para sanar está herida, una vida no es suficiente para curarla.
Camina lentamente, le da miedo pero al mismo tiempo quiere, es complicado, pero sigue firme en su decisión. Llega a la segunda puerta, del segundo piso, la abre despacio y encuentra la habitación tal y como él la había dejado, no hay mucho aunque es muy espaciosa, una marquesa, un closet y una cama. Solo es estaba ahí.
La amazona entra despacio cuidando sus pasos, no quería hacer que su esencia se perdiera y aunque no lo quiera las lágrimas traicioneras caen por su rostro, le duele ya que le prometió que no lloraría más… Sabe que lo está traicionando, pero necesitaba despacio, memorizando entre sus dedos la superficie de la cama, esa cama en la cual se despidió de Shun.
En este tiempo nadie había movido nada, ni el mismo Ikki lo había hecho, pero ella necesitaba desahogarse. No quería hacerlo, el mismo Shun se lo había pedido antes de su muerte, pero el dolor, la agonía y el sufrimiento eran demasiados.
Cerca de la cama sus rodillas empiezan a temblar, finalmente sus piernas ya no las sostienen y cae.
Se apoya en ella, sus brazos y cabeza caen sobre ella, sentía tanta impotencia de no poder hacer nada, así que dejo que su corazón demostrara lo que sentía.
Ella llora hasta que las lágrimas no fueron suficientes para calmar su dolor, tenía que sacarlo, tenía que llorar.
Sus manos apresan las sabanas, las jala, y las pega a su rostro, tratando de sentir el aroma del caballero de Andrómeda cerca he imaginar que lo estaba volviendo a sentir.
Que daría solo por verlo una vez más, que daría solo por escuchar su voz, lo amaba y todo por tonta no lo supo aprovechar. Necesitaba una segunda oportunidad, más sabia a la perfección que no la tendría.
-Shun…- Susurró ahogado, pero necesitaba expresarlo más.
-Shun- Vuelve a decir, esta vez no solo jalando la sabana sino también con ellas las almohadas, las fundas todo sobre la cama.
-¡Shun!- Dice más fuerte, ahora jalando las almohadas para cubrirse el rostro-¡Shun!
-¡SHUN!-Grita, pero rápidamente lo ahoga en las almohadas. Respira entre cortado.
-¡SHUUUUUN!-Ese grito fue desgarrador ahora sí, que le valía un quijote quien la oyera, necesitaba desahogarse, demostrara su dolor. Lo mucho que lo amaba, tenía que llamarlo, ¿Tal vez si gritaba más fuerte? No, no importaba cuanto lo hiciera, el jamás le escucharía.
…
Abajo, los chicos oyen sus gritos de desesperación, y con cada grito es una daga para ellos también, no supieron apoyar a su amigo, su hermano, su familia.
Shiryu, que estaba sentado con una pierna cruzada, y los brazos de la misma forma, al oír los gritos, su conciencia le reprocha, pudo ayudarlo y no lo hizo, tomo el camino fácil, él una infinidad de veces lo hizo, Shun jamás lo hubiera dudado, era el más centrado aparte del Dragón, un amigo indispensable se fue y el pudiendo, no lo ayudo.
Aprieta sus puños, arruga su ceño, siente un nudo en la garganta y una lágrima traicionera sale a pasear por su rostro.
Hyoga, este estaba apoyado sobre la mesa y al escuchar la desesperación de June, sus lágrimas también fluyeron, se supone que era llamado el mejor amigo del caballero de Andrómeda, ya que el Cisne siempre estuvo en deuda con él desde que por poco pierde la vida en la casa de Libra, pero descubrió que Shun es de esos amigos que ya no hay, y ahora que era su turno, no lo ayudo.
De impotencia el Cisne, somata la mesa con su mano derecha con su puño cerrado.
-¿Por qué a él?- Pregunta el Cisne con notoria rabia en su voz-¿Qué hizo? Y nosotros puros idiotas, no pudimos ayudar a nuestro amigo. Luchamos siempre por el nombre del amor y la amistad, más en este momento de prueba no pudimos… NO -Se corrige cerrando fuertemente los ojos, dejando que las lágrimas fluyeran con más rapidez por su rostro - No quisimos ayudarlo.
Seiya que se encontraba recostado en la pared, al ver la cara de sus amigos y al oír los gritos de June, también la conciencia es parte del episodio del caballero Pegaso. Shun fue un amigo incondicional, que de pequeño varias veces sufrió sus castigos y ahorita en las batallas varias veces se sacrificó por él sin pedirle o reprocharle nada a cambio… Su mejor amigo sufrió y nada hizo por ayudarlo
Ikki, el hermano mayor de Andrómeda no pudo con ese episodio de dolor, así que no lo pensó dos veces y salió de esa mansión que lo atorzonaba, que le traía malos recuerdos y que tenía la esencia de su dulce hermano
Él se encontraba viendo por la ventana, así que no tuvo que despedirse ni nada, solo avanzo y se fue azotando la puerta dejando a los caballeros y a la princesa, en una tremenda soledad. Hyoga, el amigo más cercano del caballero de Andrómeda seguían en la misma posición lamentándose lo que ya no se puede arreglar.
-Creo que deberíamos dejarlo en el pasado- Dice Shiryu llamando la atención de los presentes.
-¿Qué?- Pregunta incrédulo Seiya- Quieres que olvidemos que alguna vez existió Shun, ¿Acaso tú no eras su amigo?-
-No es eso Seiya, entiéndeme…-Pero ya no pudo terminar.
-¿Entender qué Shiryu? ¿Qué Shun no significo nada para ti? Que solo era un chico más y no nuestro hermano- Seiya estaba dolido por las palabras del dragón.
-¡No es eso!- Grita al mismo tiempo que se levantaba del sillón y se dirige rápidamente a la ventana por donde estaba hace un momento viendo el fénix, también las lágrimas forman parte de su capítulo.-Shun es un amigo que jamás se podrá olvidar, pero creo que estaríamos manchando su memoria si lo recordamos entre lamento, él era alguien que siempre mostraba su sonrisa, para vernos mejorar- Los voltea a ver dándose cuenta que el Cisne también lo miraba- Él con tal de vernos bien, fue capaz de todo y nosotros con llanto lo único que haríamos es ensuciar su recuerdo.
Los tres sabían que tenía razón.
-Tienes razón Shiryu- Por primera vez habla la princesa Athena- Pero en estos momento lo más adecuado sería desahogarnos, la muerte es algo que no se puede sobre llevar fácilmente- Dice también con llanto en los ojos- Todo esto nos duele y creo que si Shun estuviera aquí, sé que entendería que tiene que darnos un poco de tiempo.
Tanto el Dragón, como los otros dos comprenden la frase de Saori y poco a poco las figuras levantan la vista en dirección al cuarto donde se encontraba June. Ya no se oían lo gritos, pero aun los sollozos.
Qué suerte ella puede hacer lo que los caballeros desean, llorar y expresar sus sentimientos abiertamente, así como ellos muchas veces lo desearon, pero no pudieron.
…
En la octava prisión Guidecca:
…
-Oda.
-Si mi señora Perséfone- Contesta la fiel sirviente de la emperatriz del inframundo.
-¿Dónde se encuentra?
-¿Quién? Mi señora
-¿Quién más? ¡Shun! -Remarca el nombre del caballero.
-En los Elíseos mi señora.
-Bien, llama a Radamanthys, Minos, y Aiacos.
-¿Quiere a los tres jueces del infierno al mismo tiempo?
- Sí ¿Algún problema?- Responde la emperatriz sentada en el trono de Hades.
-Bueno es que ellos…- Responde con temor.
-¡Si Pandora podía y no siendo nada de Hades yo con más razón tengo derecho a llamarles cuando se me dé la gana! - Responde ofendida
-Sí, si mi señora-Obedece la criada, ya que con solo ver la belleza de Perséfone es también ver el terrible miedo que inspira. Estaba a punto de ir a buscarlos cuando -Disculpe, no se molesta si le pregunto ¿Qué planea hacer?-
Perséfone responde:
-Acabar con todo.
Continuara…
Bueno que les parece, si, sé que comienza raro, pero si les gusta más adelante todo se entenderá. Se puede decir que este es el prólogo, bueno ¿Qué opinan? Y siempre se me soba el cable ponerlo, pero "Ningún personaje me pertenece, todo es obra de Masami Kurumada"
Ok, plis un rr. Son gratis.
*MeLoDy*