Capítulo 1: But the kid is not my son

Neal estaba sentado acabando su copa de Chardonnay recostado en el sofá mientras veía des de los ventanales de su lujoso apartamento la lluvia caer. Odiaba las tormentas. Las odiaba des de que tenía memoria. El miedo a los rayos y relámpagos no es algo tan poco usual, un poco más si ya eres un hombre adulto, pero ¿que era usual en su vida?

Decidió poner un poco de música para alejar el ruido de la lluvia, George Michael cantando Roxanne, Neal sonrió, muy apropiado pensó.

Él entendía como sentía Roxanne, como se sentía esa chica bonita, joven, alegre, de gustos caros y con tendencia a preferir el camino rápido y fácil al camino seguro y honroso. Ese era él, ese era Neal Caffrey, y Peter Burke era George Michael que le decía no vuelvas a la vida de delincuencia, no vuelvas a ese camino yo te ofrezco una salida, conmigo no tendrás que volver a las calles.

El teléfono sonó, era del trabajo, podía ver el número en la pantalla. Decidió ignorarlo. Era su día libre, estaba lloviendo y miró el reloj, las nueve de la noche, no, aquellas no eran horas. Al cabo de unos minutos, el teléfono volvió a sonar, en la pantalla del teléfono ponía Peter Burke, sonrió y desconectó el teléfono. Neal se levantó y recogió las dos copas de vino y las puso en el lavavajillas y se fue hasta el baño para tomarse una ducha calentita. Aquella noche no había manera de entrar en calor.

Neal se estaba tomando una larga ducha dejando que el agua caliente se deslizara por todo su cuerpo e impregnara cada poro de su piel. Aquello era como revitalizante, estar debajo el agua caliente de la ducha, era un placer casi orgásmico. Se sentía libre de todas sus cargas. Neal perdió la noción del tiempo, pero sus dedos ya estaban arrugados y todo el cuarto de baño parecía Dover en una de esas noches históricas de niebla. Neal cerró el grifo del agua y tomó una toalla blanca mullidita, que estaba caliente y seca y se secó a conciencia, después se la lió a la cintura. Quitó el vaho del espejo con el botón antivaho y se puso a afeitarse y ponerse la crema hidratante y la colonia. La madre naturaleza había sido generosa con él, pero no era cuestión de desperdiciar ese regalo descuidándose. Así que no le importaba gastarse más de tres cifras en cremas o buenos productos masculinos del cuidado personal (cosmética masculina). Dio una larga y profunda respiración y se miró fijamente al espejo.

- ¿Pero en qué demonios estabas pensando Neal? (se dijo así mismo mientras se contemplaba en el espejo y apagó rápidamente las luces y salió del baño. Cuando salió del baño sonrió picaronamente) Peter te di esa llave por si había una emergencia no para que te colaras en mi apartamento cuando te viniera en gana (dijo alegremente Neal en voz bien alta para que Peter pudiera oírlo mientras se dirigía al salón).

- Creí que te había pasado algo, que te habían secuestrado o matado, o que te habías fugado o que…

- Sabíais que estaba en mi apartamento (le interrumpió mostrándole la tobillera)

- Te estábamos llamando y no contestabas al teléfono (mirando con una mueca de desaprobación el teléfono desconectado).

- Es mi día libre Peter, y es tarde (mirándose el reloj aunque sabía perfectamente la hora que era). No deberías dejar a Elizabeth dormir sola de noche ¿quizás se busque un hombre más atento? ¿Quizás un dentista? ¿O un abogado? Conozco unos cuantos que podrían... (Neal parloteaba alegremente mirando de reojo como Peter se iba calentando por segundos).

- Neal, Martha se ha fugado de la cárcel, puede que estés en peligro, al fin y al cabo sin tu ayuda jamás habríamos logrado atraparla a ella y a sus socios, y creo recordar que te amenazó con matarte con sus propias manos si alguna vez salía de prisión (dijo muy serio Peter).

- Martha, jajaja siempre ha tenido un temperamento muy irascible. Mujeres Jajaja tú te quejas de Elizabeth pero te aseguro que Martha no se queda atrás.

- Primero yo no le veo la gracia, Neal. Segundo yo nunca me he quejado de Elizabeth

- ¿Ah no? Entonces debió ser ella la que se me quejó de ti (poniendo gesto de como que intentaba recordar)

- ¡Ya está bien de payasadas! Prepara una bolsa te vendrás con nosotros mientras no atrapemos a Martha (Peter ordenó mientras escribía un mensaje de texto)

- Te agradezco la preocupación pero estaré bien. Martha no va a hacerme nada, Peter. La conozco muy bien (dijo con su encantadora sonrisa).

- ¿A acaso te he preguntado? ¡Vístete y agarra algunas de tus cosas!, te vienes conmigo. Tienes 10 minutos.

- Peter te he dicho que

- Escúchame bien, chico, no pienso dejar que se repita lo de la última vez (Neal se puso tenso sabía que se refería a Kate), te he dado una orden, si en 10 minutos no estás listo te llevaré yo mismo en toalla y de la oreja (Neal dio un bufido de exasperación, pero se fue a cambiar) Y sécate el pelo, está chorreando ¿quieres pillar una neumonía? (grito Peter des del salón mientras se sentaba en el sofá, apagaba el equipo de música y ponía el televisor para ver el final del partido de los Giants).

- Peter, como en tu casa (gritó des del dormitorio Neal después de oír la tele. Peter respondió subiendo un poco más el volumen)

- ¡Maldita sea Danny! ¿Tú estás loco? (dijo Martha desquiciada muy bajito. Martha cuando se enfadaba lo llamaba Danny como el nombre que le dieron en protección de testigos)

- Por ti (dijo con una sonrisita Neal intentando tocarle la naricita, pero Martha le apartó rápidamente estaba furiosa)

- Si Peter se entera que estoy aquí me llevará de nuevo a la cárcel y allí no duraré ni un minuto.

- Eso no pasará, está viendo el football, ahora mismo podría tocar la banda municipal los grandes éxitos de AC/DC en mi dormitorio que ni se enteraría (Neal susurraba mientras metía unas cuantas cosas en una maleta de cabina).

- ¿Y si hubiera entrado?

- ¿Por qué habría de haber entrado en mi dormitorio? Yo estoy en mi apartamento y me estaba dando una ducha en el baño.

- ¿No sé, Neal? ¡Por la misma razón que tiene una llave de tu apartamento! (Martha estaba furiosa con Neal).

- No te pongas así, ¿Des de cuando has necesitado tú una llave para entrar aquí? O en cualquier otra parte (dijo divertido).Ahora, me iré con él, mientras esté en su casa, nadie vendrá por aquí, así que aquí estás segura (dándole un beso en la frente, esta vez ella no se apartó). Martha si le hubiera estado esperando, y hubiera accedido a ir con él a la primera. Peter se hubiera olido algo. Déjame a Peter a mí, tú encárgate de tus amiguitos.

- No son mis amigos, son nuestros jefes.

- Habla por ti. Yo ya no trabajo para nadie (dijo entre dientes con rabia). Además me da igual, tienes 15 días, después te quiero fuera de mi vida, y querida… esta vez para siempre.

- ¿No hablas en serio? (dijo muy digna Martha).

- Nunca he hablado más en serio, querida (con su sonrisa de triunfador) 15 días, después regresaré a mi apartamento y no quiero volver a saber de ti en la vida. Ya sabes dónde guardo el dinero y todo lo que puedas necesitar ¿verdad? (dijo muy seco, Martha asintió).Una cosita más… deja a Mozzie al margen (Neal cerró la maleta, se quitó la toalla quedando completamente desnudo y se dio la vuelta y se metió en el vestidor, 5 minutos más tarde salía vestido impecablemente como siempre. Se acercó a Martha y le dio un beso en la frente y un largo abrazo. La miró un breve lapso de tiempo y entonces sonrió como un canalla) Que te vaya bien (y salió del dormitorio y saliendo del dormitorio salía de la vida de Martha). ¿Dime Peter crees que Elizabeth me haría una de esas tortillas tan ricas que ella sabe hacer?, no comí nada des del desayuno.

- Grrrr (gruñó Peter) ¿lo tienes todo? (dijo de muy malos modos)

- (Neal se quedó pensativo unos segundos y finalmente le sonrió, se tocó el reloj, se puso bien la corbata, le enseñó la tobillera electrónica y agarró el sombrero) Todo.

- Pues vayámonos, es muy tarde y le prometía a Elizabeth que mañana la llevaría al decogarden.

- Jajaja ahora entiendo tu mal humor jajaja

- No te rías tanto, chico, tú también vendrás, no pienso perderte de vista ni un segundo (dijo como un perro policía)

- ¡Qué! (dijo con cara de horror)

- Jajaja ¿Quién ríe ahora, chico? (dijo agarrándolo con camaradería por el cogote).