(A/N): Aquí está la desaparecida ._. Sí, aquellos que esperan un capítulo nuevo de mi otra historia deberán esperar, esto me llegó a la cabeza y no pude escribir otra cosa que no tuviese un parecido a lo que pretendo presentar en esta historia. La buena nueva es que pretendo hacer de esto algo corto, serán unos cuatro, cinco capítulos o más :3

No hay mucho que decir, sólo que como es de esperar de mí, se trata de un AU y volveré al lugar donde comencé, Kames (:

DISCLAIMER: Ni Big Time Rush ni ninguno de los personajes nombrados me pertenecen.


DON'T BRING ME DOWN

Capítulo I: I'm In Here.

"Sé mi amigo, abrázame."


El dolor de cabeza se hacía más fuerte.

Sabía lo que iba a pasar, sabía que me estaba volviendo loco y sabía que este iba a ser uno de esos momentos "Está pasando" susurré cerrando los ojos con fuerza. Pude sentir como todo se distorcionaba a mi alrededor, todo daba vueltas, podía percibirlo. Abrí los ojos y todo continuaba normal, pero en el momento más imprevisto llegaría.

Me sentí molesto, me llenaba de rabia saber que pasaría otra vez y que sufriría otra de las malditas jugarretas que sólo mi subconsciente sabía hacerme. Cada vez me sentía más furioso, no era justo que me sucediera a mí, justo al chico que sólo deseaba vivir una vida normal y no tener que temer a sí mismo.

Temer. Ahora que lo recordaba empezaba a sentir miedo, miedo de lo que pasaría, miedo de mi futuro ¿Es que voy a vivir así por toda la vida? ¿Voy a continuar con estas estúpidas escenas por el resto de mis días? El miedo se hacía cada vez más fuerte, parecía que se alimentaba de mi respiración... ¡Por supuesto, mi respiración! Si dejaba de respirar todo terminaría.

De manera estúpida aguanté la respiración, sintiendo como mis pulmones se encogían ante tal esfuerzo. Cerré los ojos con fuerza, sentí como mi corazón empezaba a pesar en mi pecho y como disminuía su movimiento. Abrí los ojos y allí estaba.

Observándome.

Abrí la boca y respiré rápidamente, ahora de manera agitada, como si hubiese estado corriendo y ahora esté muy cansado, cansado de todo.

Negué con la cabeza, ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué? entonces el miedo se hizo nuevamente más fuerte alimentándose más y más de mi vitalidad.

"No me lástimes, te lo ruego" supliqué, sabía que estaba a punto de llegar y hacerme daño, estaba a punto de llegar y destruirme, quería hacerme daño... No, quería matarme, desaparecerme, quería verme a varios metros bajo tierra.

"No me lastimarás, no te dejaré" grité más fuerte, empecé a dar vueltas, observé como el lugar se hacía cada vez más pequeño, golpeé las paredes en un intento vano de abrir una especie de agujero y desaparecer de su vista, estaba observándome desde un rincón.

Con su sonrisa intachable.

Con su mirada penetrante.

Planeando su crimen, esperando que muestre mis miedos a flor de piel.

Estaba desesperado, quería salir de ahí lo más rápido posible... Pero era imposible pues no había salida, todo estaba tan perfectamente bloqueado que debía resignarme a ser consumido por aquel miedo invasor que me hacía sentir vulnerable.

Correr era estúpido, llorar era estúpido, respirar era estúpido. Todo era estúpido si debía de resignarme a aquel peso que sin piedad caía sobre mí y yo resignarme a seguir adelante con él, aunque, para ser sincero, seguir adelante era una idea utópica e imposible que para mí era una simple llama que ardía a la intempérie esperando ser apagada por el viento.

Entonces, lentamente se acercó a mi con su aterradora e indeleble sonrisa que me hacía estremencer de sólo observar su rostro. Lancé un grito esperando algo de ayuda, aunque sabía que nunca vendría aquella alma bondadosa que podría sacarme de estos aprietos.

Se detuvo frente a mí, grité nuevamente.

Sin esperar algún rescate grité por ayuda, grité por dolor, grité por miedo, grité por todo para luego arrojarme en un rincón y suplicar por misericordia. Cerré los ojos fuertemente esperando mi castigo, esperando que llegara y me quebrara como un pedazo de cristal.

Y sin darme cuenta de lo estúpido que había sido todo, abrí los ojos, percatándome de que no había nadie más que yo en aquella habitación y que mi estúpido subconsciente me había hecho otra de las suyas.


(A/N): Ese fue el corto y poco detallado inicio, creo que utilicé unas cuantas expresiones rebuscadas pero creo que estuvo bien, aunque eso lo deciden ustedes, me gustaría conocer su opinión *-*

Un besito,

Liz.