Como había dicho aquí esta el capitulo final, esta un poco largo, pero de verdad espero que les guste, gracias por a verme seguido durante el tiempo que duro esta historia, que es la primera de muchas, continuare escribiendo ya que tengo otro fic, "un amor para recordar" que sera ahora mi proyecto para terminar, tengo algunas historias en proceso, así que por favor solo hay que esperar un poco y muchas gracias por su apoyo; sin mas los dejo con el final...


Capítulo 43.

- al ver que su nieto se había alterado de nuevo levanto a mano para callarlo, aun no terminaba. – sé que no les he dado el tiempo necesario para estar con sus prometidas y esposa. – dijo refiriéndose a Summer y a Kristen. – por ello he decidido darles un mes de vacaciones, elijan el lugar y vayan a disfrutar de sus parejas. – termino con una sonrisa el señor Andri.

Continuara…

- ¿es enserio? – cuestiono Haruka incrédulo y al ver como su abuelo asentía no pudo evitar que una sonrisa se formara en sus labios.

Los hermanos no podían estar más contentos, tendrían un mes para ellos solos y para disfrutar de sus parejas, eso era increíble, ya solo faltaba elegir el destino pero Haruka y Michiru estaba claro a donde irían, Haruka había recibido una llamada de Serena informando la llegada de Rini desde el siglo treinta, por lo que irían a Japón para que Hotaru también se divirtiera.

- ahora nos toca a nosotros. – dijo Kristen llamando la atención de sus hermanos y su abuelo. – Summer y yo tenemos algo importante que compartir con ustedes… nos acabamos de enterar y consideramos que era oportuno el decírselos, con esto no creo haya necesidad de que nosotros salgamos de vacaciones… digo es que… - si Kristen cuando se ponía nerviosa tendía a divagar, pero su esposa no estaba dispuesta a esperar más.

- estoy embarazada. – soltó Summer sin más, no iba a esperar hasta que su hermosa esposa terminara de divagar.

La mesa quedo en completo silencio, unos pensando en si habían escuchado bien y otros muy sorprendidos por la noticia, todos salieron de su asombro al escuchar como Hotaru gritaba de manera alegre "una primita"

- ¿es verdad? – cuestiono el señor Andri aun no creyendo que su familia aumentaría, ya que un pequeño o pequeña Andri venía en camino, pero al ver como sus nietas asentían no pudo ponerse más que feliz y soltar una carcajada de felicidad.

Los hermanos se levantaron a felicitar a las futuras mamas, todo se estaba acomodando, en la mesa todo era risas y felicidad, la familia Andri estaba disfrutando de uno de los mejores momentos, la familia iba aumentar, todos estaban muy felices, Haruka y Michiru aprovecharon para comentar sus planes, a los cuales se unieron Eva y Kat, después de todo Haruka había supervisado la reconstrucción de la mansión e Japón y la habían hecho insonora hasta para los vampiros por lo que no había mejor lugar para vacacionar, además de preguntar a las futuras mamas como se habían enterado y como se sentían en cuanto la noticia; la cena transcurrió exteriorizando sus planes y agobiando a las futuras mamas con preguntas y más preguntas, pronto tuvieron que regresar a casa, Hotaru ya estaba muy cansada y algunos tendrían que partir mañana mismo, así que sin más el abuelo y sus nietos partieron rumbo a la mansión Andri.

Al llegar fueron recibidos por Sebastián; Michiru llevo a Hotaru a su cuarto y poco tiempo después volvió a la sala donde su viento y sus hermanos ultimaban detalles para el viaje de mañana; desafortunadamente como dicen "no todo es color de rosa" y justo en ese momento al llama a la puerta de la mansión, Sebastián va abrir sin ninguna prisa y solo recibe un sobre, el cual le entrega a su maestro.

- ¿Qué es abuelo? – cuestiona Haruka al ver la cara de seriedad de su abuelo.

- el señor Andri no contesta, solo abre el sobre y lo que lee no hace sino molestarlo, arrugando el papel en su mano. – esto es tener agallas o ser muy estúpido. – sentencio más que molesto.

- ¿paso algo abuelo? ¿Qué dice esa carta? – cuestiono Eva al ver la cara de molestia de su abuelo y escuchar sus palabras.

- es una petición de compromiso. – dijo el señor Andri con molestia, que agallas tenía esa familia para hacer semejante petición al saber que todos sus nietos ya estaban comprometidos.

- ¿Cómo? ¿Una petición de compromiso? Todos en la familia Andri ya tenemos un compromiso, ¿Para quién es? – cuestiono Haruka, la familia que estaba haciendo esta petición de verdad que tenía agallas.

- es para ti, de parte de la familia Asford. – soltó el señor Andri, sabía que su nieto no toleraría tal acción, ni mucho menos el, Michiru era parte de su familia y no iba a permitir tal humillación para su persona.

- ¡ ¿Qué?! – grito Haruka mas que molesto. – ESTO ES UNA HIMILLACION, ¿Cómo SE ATREVE ESA FAMILIA A HACER SEMEJANTE IDIOTEZ? – grito aún más molesto y caminando hacia la puerta con toda la intención de dejarle claro a esa familia cuál era su lugar.

- Haruka, no. – dijo Michiru que fue capaz de leer las intención de su viento y fue a tomarlo de la mano y no permitir que se fuera.

- Haruka, Michiru tiene razón, no es el momento, yo arreglare esto, ustedes partirán mañana, no te preocupes, esto no se quedara así. – sentencio el señor Andri, nadie humillaba a un miembro de su familia y se quedaba tan tranquilo.

- no. – respondió Haruka de manera rotunda. – esto lo solucionaremos hoy, no me iré a Japón sin antes solucionar esto. – nadie humillaría a Michiru, de eso se encargaría él.

- tan cabezota como siempre, he dicho que yo me hare cargo. – volvió a refirmar su decisión el señor Andri, ante la negativa de su nieto.

- yo estoy de acuerdo con Haruka, tenemos que zanjar esto hoy. – apoyo Eva a su hermano, si a ella le hicieran eso no querría hablar, les arrancaría la cabeza para pagar la afrenta.

- suspiro, cuando sus dos nietas rubias se ponían en ese plan, ni él podía con ellas. – bien, iremos ahora, Kristen acompáñanos, no me fio de tus hermanos cuando están de acuerdo de esa manera. – volteo a ver a Summer, Kat y Michiru. – ustedes esperan aquí. – a lo que las chicas solo asintieron.

Decidieron ir en auto, Sebastián manejaba, el trayecto a la mansión de la familia Asford fue en total silencio, era más que obvio que los ocupantes del vehículo iban más que furiosos por esa carta; nada más al llegar, fueron recibidos por el mayordomo de la familia y dirigidos a la sala, nadie tomo asiento, todos los Andri permanecían de pie.

- vaya. – dijo una voz de espaldas a ellos. – no esperaba una respuesta tan rápida, ni mucho menos que viniera prácticamente toda la familia. – era el señor Asford, William Asford el actual líder de esa casa.

- esta no es una visita de cortesía William, ¿me quieres decir que significa esta petición? – cuestiono Abraham de manera ruda; William Asford era un pelinegro de ojos miel, sin ningún talento en especial, más que el ego inflado por su la nobleza de su apellido.

- ¿Qué no es obvio? Es una petición de compromiso. – contesto con simpleza ganándose un gruñido por parte de los rubios Andri.

- eso es más que evidente, pero sabes perfectamente a que me refiero ¿con que propósito la has enviado sabiendo que mis nietos ya están comprometidos? Y por favor, escoge muy bien tus palabras, porque mis nietos no tienen mucha paciencia. – hablo de manera seria, ya estaba un poco cansado por el comportamiento arrogante de la familia Asford.

- Abraham-sama, ambos sabemos que esa unión entre Haruka-san y esa chica desconocida. – comenzaba a hablar, pero un gruñido le hizo escoger mejor sus próximas palabras. – es decir, esa chica no es de ninguna casa noble, todos sabemos la tradición, Haruka-san está pasando por sobre las layes de la sociedad nocturna con su comportamiento, casarse con una neófita que no tiene ni idea de donde salió. – susto es un eufemismo para describir lo que sintió, Haruka había saltado hacia él y si no fuera por Eva le había arrancado la cabeza ahí mismo.

- Haruka, contrólate por favor. – pedía Eva sujetando con fuerza el cuerpo de su hermano, si se descuidaba un poco el rubio terminaría matando al jefe de esa familia.

- estamos dispuestos a olvidar la afrenta a nuestra familia, si te disculpas de manera formal. – hablaba el señor Andri, sabía que su nieto no estaría de acuerdo pero tampoco quería comenzar otra disputa.

- ¿perdón? Abraham-sama, nuestra familia tiene siglos viviendo en la sociedad, somos una de las familias más prestigiosas y si usted es un poco inteligente… - pero ya no pudo continuar, Haruka se había soltado y le había propinado un buen golpe logrando estrellarlo contra la pared más cercana.

- su error señor Asford, fue creer que tendría a mi hermano solo por su apellido y su prestigio, tal vez la familia Asford funcione así, pero en la familia Andri, son nuestros sentimientos los que importan, el abuelo nos ha inculcado valores. – hablo Eva una vez que detuvo de nuevo a Haruka, el rubio estaba descontrolado y sus colmillos y sus ojos lo delataban.

- vaya alboroto el que han hecho amigo mío. – dijo una voz que salía de una de las puertas laterales.

- disculpa el escandalo Dimitri, pero mi nieto solo estaba ejerciendo su derecho a réplica, esta tarde llego a mi casa una petición de compromiso, imagina mi sorpresa al recibirla cuando todos mis nietos están comprometidos y fue aún mayor al ver que era de tu familia. – explicaba Abraham, la persona a que acaba de salir era nada más y nada menos que el padre de William, Dimitri Asford el anterior jefe de la familia.

- ¿quieres cobrarte la afrente a tu prometida muchacho? – cuestiono el señor de manera seria a Haruka. – si es así, créeme que no me opondré, estás en tu derecho. – su hijo solo hacia tonterías y esta había sido la mayor de ellas.

- no lo hare. – dijo Haruka tranquilizándose. – no le quitare a su hijo y no dejare a sus nietos sin padre, ya ha habido demasiadas muertes.

- los has educado bien Abraham, tus chicos tienen solo unos siglos de vida y ya hablan como si tuvieran milenios. – ojala su hijo fuera un poco más consiente, sabía que lo había consentido pero ahora sabía que había cometido un error. – disculpa la estupidez de mi hijo. – dijo Dimitri he inclinándose ante Haruka quien ya estaba aún lado de su abuelo.

- Haruka se acercó al señor e hizo que se levantara. – no es necesario señor, por favor, sé que es su hijo, pero claramente se ve que no se le ha educado de la mejor manera, una persona no puede comprar a otra por su poder o su prestigio. – declaro Haruka, eso era precisamente lo único que no le gustaba de la sociedad nocturna, la forma de decidir las cosa era muy anticuada.

- excelente lección joven Andri, si no deseas llevarte la vida de mi hijo, como pago por la afrenta a tu prometida, te prometo que mañana mismo recibirás las disculpas correspondientes. – Abraham tenía buenos nietos y sucesores, lástima que ahora su familia solo se fijara en las apariencias.

- es una pena, pero mañana saldré de viaje, estaré de vuelta en un mes, así que señor Asford esas disculpas serán después de que vuelva de mi viaje. – hablo Haruka, si no mataría a nadie, cuando menos humillaría un poco a esa familia de arrogantes.

- dalo por hecho muchacho. – hablo Dimitri, sabía que se merecía esa humillación, después de todo la familia Andri solo estaba respondiendo.

- bien, entonces nos retiramos, disculpen las molestias. – dijo Abraham y junto a sus nietos abandono la mansión de esa familia.

El trayecto de regreso fue un poco más animado, los Andri ya estaban relajados después de lo que había pasado en la mansión Asford, después de todo como Haruka había dicho no deseaba más muertes, el solo deseaba una disculpa, pero ese hombre se había sentido superior a ellos; entre risas y comentarios sobre lo que había sucedido llegaron de nuevo a la mansión Andri, donde Michiru, Kat y Summer esperaban por ellos, Sebastián los recibió y los condujo a la sala, ahí relataron lo que había acontecido a sus prometidas con lujo de detalles, a lo que ellas agradecieron, Michiru reprendió a Haruka por el golpe, aunque sabía que bien merecido se lo tenía ese señor; hablaron un poco acerca del viaje, donde se decidió que solo Eva, Haruka Kat y Michiru viajarían, Summer y Kristen se quedarían, no solo porque ese viaje no les ayudaba a ellas, sino porque Summer solo tenía dos semanas de embarazo y necesitaba cuidados.

Poco tiempo después Summer y Kristen se fueron a descansar, las dos parejas restantes junto con abuelo aun permanecieron ultimando detalles acerca del viaje, Haruka había remodelado la mansión de Japón y estaba lista para ocuparse, decidieron la hora del viaje y claro que Hotaru iría con ellos, el abuelo no se negó en lo absoluto, solo les pidió que siguiera con sus lecciones, Haruka y Michiru estuvieron de acuerdo, después de todo su pequeña tenía a los mejores tutores; acordaron que partirían después del almuerzo para compartir esto con su familia; sin más que agregar al asunto del viaje el abuelo se retiró a dormir, seguido por Haruka y Michiru, así como Evangeline y Katherine hicieron lo propio.

La noche paso tranquila y sin ningún percance, dando paso a una hermosa mañana; poco a poco los habitantes de la mansión Andri se fueron levantando, ya que algunos tenían que preparar maleta y estar listos para partir a Japón, donde unas chicas bastante imperativas se sorprenderían de verlos.

Michiru se había encargado de preparar su maleta y la de Haruka, claro de Hotaru también, jamás le había tomado tan poco tiempo el empacar para un viaje, cuando Haruka salió de su baño todo estaba preparado, el rubio solo le dedico una sonrisa y con un movimiento de cabeza le indico que era su turno de usar el baño, sabía que la hora del almuerzo estaba cerca y no deseaba hacer esperar al abuelo.

Michiru no demoro nada en la ducha y menos de diez minutos ya estaban en la sala junto con Eva, Kat y el abuelo, al parecer a las futuras mamas se les habían pegado las sabanas.

- vaya, hasta que al fin, ¿él bebe no las ha dejado dormir? – espeto Haruka en un tono burlón a sus hermanas.

- búrlate, pero cuando este Michiru es las mismas condiciones vemos quien ríe al último. – soltó Summer, porque su hermano había dado justo en el clavo, las náuseas no la habían dejado en toda la noche y claro por ende a Kristen tampoco.

- bien, hasta ahí, pasemos al comedor, no quiero una pelea. – dijo Abraham con Hotaru en sus brazos, tal vez esa niña no tendría su sangre, pero la quería como si la tuviera.

Los hermanos solo asintieron y siguieron a su abuelo al comedor, donde todo estaba dispuesto con antelación por Sebastián, después de todo hoy cinco de sus jóvenes amos partirían de la mansión por todo un mes; el almuerzo fue tranquilo, Michiru y Katherine no paraban de acosar a Summer con preguntas respecto al embarazo, mientras que Haruka y Eva pedían consejos a Kristen para también dejar embarazadas a sus parejas, a los ojos del señor Andri esto era lo mejor que le había pasado, sus nietos no habían estado más felices y debía admitir que se lo debía a cierto rubio cabezota; poco después de acosar a las futuras mamas comenzaron a hablar acerca de la boda doble que también estaba muy próxima, solo dos meses más y las dos parejas estarían felizmente unidas, lo habían decidido así debido al tratamiento, no podían poner una fecha mayor ya que si guana resultaba embarazada sería un escándalo y la prensa estaba muy pendiente de ellos, Sebastián también les estaba apoyando con esto, de hecho ya tenían todo preparado, Haruka y Eva solo daban su opinión cuando se los pedían ya que algunas veces al hacerlo no era la respuesta que sus prometidas esperaban, así que prácticamente todo estaba quedando en sus manos, aunque para un vampiro eso no era una gran desafío.

Terminado el almuerzo la familia Andri partió al completo al aeropuerto, ahí sin con mucho ánimo despidieron a las dos parejas y claro a pequeña Hotaru que le prometió al abuelo traerle un recuerdo, no había lagrimas n caras tristes, porque no era una despedida, sino un hasta luego y señor Andri no podía estar más feliz; sus nietos abordaron y con una sonrisa en su rostro los despidió.

Doce horas de viaje después, las parejas junto con una muy dormida Hotaru llegaban al aeropuerto de la ciudad número diez, Haruka no había avisado a las chicas de su llegada, querían que fuera una sorpresa, además de que por la hora las chicas tendrían que estar en la escuela eso les daba unas horas para descansar, no que les hiciera falta, pero la sed ya estaba comenzando a ser un poco insoportable; al salir del aeropuerto un auto negro ya loes estaba esperando para llevarlos a la nueva mansión Andri, el chofer subió las maletas al coche y en menos de cuarenta minutos ya estaban en casa. Sebastián había preparado todo para el arribo de sus jóvenes amos, sabía que él no podía estar ahí para atenderlos, pero eso no impidió que dejara todo en orden para su llegada, la magia del dinero.

Al entrar en la mansión lo primero que notaron es que todo estaba en perfecto orden, Haruka subió con Hotaru en brazos y la dejo en la que sería su habitación, tenía que conseguir sangre para que su prometida, su hermana y su cuñada se alimentaran, después de todo con la premura del viaje no tuvo tiempo de preparar el almacén que se ubicaba en el sótano de la mansión, antes de que siguiera pensado su celular sonó, al sacarlo de su bolsillo se preocupó al ver el número de la mansión.

- Sebastián, ¿sucede algo? – sabía quién era sin ni siquiera preguntar, el único que marcaba a su celular desde la mansión era el mayordomo.

- no, no se preocupe Haruka-sama, ¿ya están en la mansión? – cuestiono el mayordomo, tal vez no los tenía cerca pero él deseaba atenderlos.

- sí, acabamos de llegar, estaba pensando que hacer para que las chicas se alimenten, es de día y salir de caza no es una opción. – decía Haruka, no quería tener que recurrir a robar en los bancos de sangre.

- eso no será necesario Haruka-sama, he dejado todo preparado para u alimento durante el mes que estarán en Japón, me adelante e hice unas llamadas, por eso le he marcado para informarle. – informo Sebastián, al saber exactamente lo que le cuestionaría el joven Andri.

- gracias Sebastián, no sé qué haríamos sin ti. – declaro Haruka, no cuestionaría como lo había hecho, sabía que Sebastián no se lo diría, ese mayordomo tenía sus trucos bajo la manga.

- no ha sido nada, es mi deber como mayordomo de la familia Andri; Haruka-sama disfruten de sus vacaciones. – dijo Sebastián y sin más corto la llamada, su deber estaba hecho.

Haruka sin esperar más se fue escaleras abajo para informarles a las chicas que el problema con el alimento había quedado solucionado, les explico lo que había dicho Sebastián y sin esperar más las llevo al almacén donde todo estaba dispuesto como lo había dicho el mayordomo, los contenedores estaban repletos de este líquido que para ellos era vital; sin más Eva, Katherine y Michiru se alimentaron mientras Haruka esperaba por Eva en su habitación, aún tenían que pasar algunos años para que el rubio pudiera alimentarse por su cuenta, esto a Michiru y Kat ya no les molestaba y sabían que era por bien de Haruka. El rubio no tuvo que esperar mucho para alimentarse Eva estuvo con él en un corto tiempo y sin más se alimentó, lo necesitaba, hacia días que no bebía sangre y lo estaba añorando.

Una vez hubo terminado con su alimento él y Eva se fueron rumbo a la sala, donde ya los esperaban su prometidas, fueron recibidos por esos brazos que tanto amaban, se sentaron un poco y conversaron otro tanto, dos horas más tarde la pequeña Hotaru había despertado y con algo de hambre, a lo que Michiru y Katherine le prepararon algo para que merendara, mientras la pequeña pelinegra terminaba su comida, Haruka llamaba al celular de Serena, a esa horas las chicas ya deberían de estar libres de la escuela, no espero mucho y Serena respondió, le hizo algo de platica y cuando creyó que era prudente le pregunto dónde estaban, a lo que Serena le respondió que en el templo Hikawa, como no lo pensó antes, conversaron un poco y después Haruka colgó el teléfono, les dijo a su novia y hermana donde estaban las chicas y les apetecía ir, después de todo y ese era uno de los motivos por los cuales habían escogido Japón, ver a las sailors era algo que querían hacer, todas respondieron que si a la invitación de Haruka, por lo que sin detenerse para arreglarse, partieron rumbo al templo Hikawa.

Haruka conocía muy las calles de esa ciudad, infinidad de veces habían salido él y Michiru a pasear en su antiguo convertible amarillo, ahora la vida le había llevado por un camino distinto al que había pensado, pero no se quejaba, tenía una familia, una prometida, una hija y con un poco de suerte tendría dos más en camino muy pronto.

En poco tiempo estuvieron en frente al templo Hikawa, aquel lugar que había el encuentro de muchas de sus reuniones cuando eran sailors, se estaciono en un buen lugar y bajo del auto, Eva ya había esto ahí, pero era la primera vez de Katherine, Hotaru estaba más que emocionada, extrañaba un poco a las chicas a pesar de que todos en la mansión la trataban muy bien; Haruka tomo la mano de hija y a Michiru y comenzaron a caminar seguidas por Eva y Kat, sus sonrisas lo decían todo, no paraban de sonreír todo el tiempo; al ir subiendo las escaleras Haruka las demás a excepción de Hotaru podían escuchar claramente la conversación de las chicas, sin duda seguían igual ya que Rei estaba peleando con Serena como era su costumbre.

Al llegar hasta la entrada del templo, Hotaru se soltó de la mano de su papa y corrió hacia las chicas, quienes al escuchar que alguien corría voltearon hacia esa dirección y grande fue su sorpresa al ver que era la pequeña Hotaru; no demoraron mucho y corrieron a su encuentro para abrazarla, en especial Rini, que era quien más la estaba echando de menos.

- vaya, veo que siguen igual de escandalosas. – dijo Haruka desde la entrada del templo con una sonrisa en el rostro.

- Haruka! – grito Serena y fue corriendo a su encuentro junto con las otras chicas.

Todas se acercaron a saludar a Haruka y a Michiru, grande fue su sorpresa al percatarse que no venían solas, sino que Eva y Katherine iban con ellas, las saludaron como era debido y en poco tiempo ya estaban sentadas en el lugar de siempre poniéndose al día de lo que había pasado en estos tres meses que estuvieron separados, Haruka y Eva hablaron de lo que hacían en el consejo, Michiru hablo acerca de sus conciertos y las giras que había hecho, Katherine comento lo que era trabajar con el abuelo en la empresa, las chicas comentaron como les estaba yendo en la escuela, así como también que Serena y Mina seguían haciendo de las suyas y por poco y reprobaban una materia, poco a poco se fueron poniendo al día; en un abrir y cerrar de ojos se les había pasado la tarde, las chicas tenían que regresar a sus casas ya que al día siguiente había escuela, los Andri entendieron y se despidieron de las chicas, quedaron de verse el fin de semana para ir a la playa, ya que ellos igual tenían cosas que atender, había algunos negocios que tenían que cerrar antes de entrar en sus vacaciones, Hotaru había insistido mucho y había conseguido quedarse a dormir en casa de Serena con Rini, así que sin más los Andri partieron a la mansión.

Ya en la mansión, Michiru y Katherine preparan algo de cenar y los cuatro juntos cenaron de manera tranquila, platicando su experiencia con las chicas esa misma tarde, les hacía gracia el hecho de que ahora fueran sus amigas cuando antes las consideraban sus enemigas. Pasada la media noche cada pareja se retiró a su respectiva habitación, donde dieron rienda suelta a sus instintos reprimidos debido a que en la mansión Andri en Londres todo mundo podía escucharlos, pero ahí era diferente, Haruka lo había diseñado de esa manera, así sin remordimiento alguno se entregaron a la pasión y al deseo hasta muy entrada la madrugada, de hecho les sol los había encontrado amándose. A las ocho de la mañana un sonriente Haruka salía de la cama con mucha precaución para no despertar a su sirena que aun dormía, él y Evangeline tenían una junta con un futuro socio para la compañía que planeaban construir en Japón, más que una junta era un desayuno y habían quedado a las diez, dejaría que Michiru durmiera y dejaría una nota.

En menos de diez minutos estuvo listo para partir, le escribió la nota a Michiru y salió del cuarto rumbo a la cocina, se prepararía un café en lo que espera por Eva, al estar ahí se topó con que su hermana ya tenía listo el café y esperaba por el.

- noche movida ¿no? – cuestiono Eva con un tono pícaro en la voz, su hermano traía una cara de bobo que no podía con ella, además de un gran hematoma, señal clara que no hacía mucho habían terminado.

- ¿eh? Mira quién habla, ¿o porque la mascada en el cuello? – contesto Haruka de la misma manera.

- ya, pero esto lo disimula, el tuyo está expuesto. – se burló Eva de su hermano, lo más probable era que ni siquiera se había percatado, vio como Haruka se sirvió café y se sentó junto a ella. – sí, yo lo arreglo. – dijo y saco su maquillaje de su bolso, sabía que cuando mucho demoraría una media hora en quitarse pero prefería ser precavida.

En un abrir y cerrar de ojos Eva oculto el hematoma de Haruka y partieron rumbo a su desayuno de negocios, el cual para Haruka fue aburrido, esas personas lo único que hacían era a la garlos, como si de esa manera fueran a conseguir lo que querían; en dos horas ya estaban libres del compromiso, se volverían a reunir una vez los jóvenes Andri evaluaran la propuesta presentada. Una vez terminaron de despedir partieron rumbo a la mansión donde seguramente sus prometidas los estarían esperando con ansias.

Al llegar como habían predicho Michiru y Katherine ya los esperaban, al parecer habían hablado con Hotaru y planearon una salida al parque de diversiones para que la pequeña y Rini se divirtieran y claro ellos también, Haruka y Eva estuvieron de acuerdo, solo se demoraron dos minutos en cambiarse de ropa por algo mas cómodo y se fueron por las niñas; al llegar al parque de diversiones muchas miradas recaían en ellos, su belleza natural como vampiros llamaba mucho la atención, pero ellos simplemente lo ignoraban estaban ahí para divertirse; pasaron todo el día en parque, comieron lo que las niñas se les antojo, subieron a casi todas las atracciones, pasadas las siete se fueron rumbo al templo donde las chicas esperaban por ellos, al día siguiente seria domingo y era el día para ir a la playa, por lo que nada más llegar lo Andri se pusieron a planear lo que harían, acordaron que el templo seria el lugar de reunión y que de ahí partirían a la playa, Haruka conseguiría el transporte ya que en su coche no cabrían todos, se habló de la comida y la bebida; cuando todos los detalles estuvieron cubiertos los Andri se retiraron, claro dejando a la pequeña Hotaru que al parecer no quería separarse Rini.

La noche paso tranquila, bueno para las sailors, porque en la mansión Andri nadie había dormido, sin duda estaban recuperando el tiempo perdido y estaban poniendo mucho empeño para no dejarse de sus hermanas menores que se le habían adelantado; se dieron una ducha y se alimentaron antes de partir, si había muchos humanos era mejor prevenir a que sus instintos los traicionaran; en quince minutos estuvieron en el templo donde las chicas junto con Darien ya esperaban por ellos, todos subieron a la camioneta y así partieron, en menos de una hora ya estaban en la playa, Evangeline, Haruka y Darien se encargarían de las cosas y de poner el carbón para la barbacoa, ya que fue lo que se había decidió por la noche; mientras las rubias y el pelinegro se encargaban del trabajo pesado las chicas se divertían de lo lindo en el agua y claro que ninguna pasaba desapercibida para los hombres que estaban ahí; una vez todo estuvo preparado Lita y compañía volvieron para preparan las cosas para la barbacoa, exceptuando claro a Serena y a Mina ya que ellas seguían sin dar una en a concina.

Los rubios Andri no perdieron tiempo y extendieron unas toallas en la arena debajo de una sombrilla y se recostaron para vigilar a Hotaru, que sabían estaba en buenas manos pero no estaba de más; propuestas e invitaciones no se hicieron esperar para los rubios que sin duda llamaban mucho la atención, claro que todo esto se terminó cuando sus celos prometidas se arrojaron sobre ellos y les plantaron tremendo beso que los otros no les quedó más remedio que retirarse al entender que esos rubios tan deslumbrantes ya tenían dueñas y eran muy celosas, ya que no conforme con el beso enviaron miradas de advertencias.

- eres una celosa, Michiru Kaioh. – dijo Haruka con un tono burlón.

- sí, pero solo contigo. – respondió Michiru de manera sensual y volvió a besar a su viento.

- mmm, es bueno saberlo. – contesto Haruka al separarse del beso y siguiéndole el juego a su sirena.

- hey, hey, dejen eso para después y vengan a comer. – hablo Mina a los Andri, que cada vez que estaban juntos se encerraban en su propio mundo.

- ya vamos. – respondió Haruka con una sonrisa, espero a que Michiru se incorporara para posteriormente hacerlo el, llamo a Serena quien al escuchar la palabra comida no demoro mucho en estar cerca del asador.

La tarde paso muy divertida, salvo que las dos parejas de vampiros robaban suspiros y miradas y esto comenzaba a enfadar a ciertas rubias, que ya estaban cansadas de tanta atención, para su buena fortuna, Rini y Hotaru estaban más que casadas y ya querían volver a casa, así que sin mucho ánimo de parte de las sailors comenzaron a recoger todo para partir, claro que con los Andri eso no era problema, en diez minutos ya tenían todo recogido y dentro de la camioneta, partieron rumbo al templo Hikawa, ahí los Andri se despidieron y se fueron rumbo a la mansión, claro esta vez fue el turno de Rini de ir a visitar Hotaru, a Serena no pareció importarle y le dio permiso cosa que a las pequeñas les dio mucha alegría.

El mes paso en un abrir y cerrar de ojos, Haruka y compañía habían hecho rutina durante ese mes de ir al templo Hikawa a ver a las sailors y conversar con ellas, claro que también se debía que Hotaru no quería estar mucho tiempo sin estar cerca de Rini y viceversa, las sailors estaban muy felices de saber que la familia Andri o mejor dicho que Haruka y Michiru aun las consideraban sus amigas, Katherine y Michiru les entregaron las invitaciones de la boda, al final habían decidido que sería en la sociedad nocturna por eso de los medios, las chicas habían quedado más que sorprendidas cuando una despreocupada Michiru les dijo así sin más que ya todo estaba listo, solo faltaba repartir las invitaciones; a pesar de que ese mes prácticamente lo habían pasado la mayor parte del tiempo en la cama, ni Michiru ni mucho menos Katherine estaban embarazadas, esto estaba comenzando a frustrar no solo a la aguamarina sino también a la castaña; hoy era el día de partir y volver a la sociedad nocturna, todo estaba de manera normal, Michiru estaba preparando el desayuno junto a Katherine, ya que habían quedado con las sailors de desayunar juntos para que las chicas las acompañaran al aeropuerto para despedirlos.

Michiru y Katherine estaban cortando vegetales mientras Hotaru estaba en el comedor leyendo un libro, si la niña había sacado el gusto por la literatura al igual que Haruka, mientras las rubias estaban en la sala viendo televisión de lo más tranquilas hasta que un pequeño grito las alarmo.

- auch! – grito Michiru, estaba cortando una cebolla y sin querer se había hecho un pequeño corte en el dedo.

- ¿Qué paso? – pregunto Haruka, él y Eva al escuchar el grito corrieron a la cocina a ver qué había pasado.

- nada amor tranquilo, solo me he hecho un pequeño… corte. – termino Michiru procesando las palabras que acababa de decir, ella no podía herirse, no había manera entonces ¿Cómo?

- ¿tú, te has herido? – cuestiono Haruka aun sin poder creer lo que sus ojos veían, su hermosa sirena estaba sangrando, solo porque un cuchillo toco su piel.

- tal vez estas débil Michiru, deberías alimentarte. – repuso Katherine, era la única explicación lógica que encontraba y sin ningún cuidado fue a depositar en una hoya con agua hirviendo los vegetales que habían estado cortando, solo que al arrojarlos de esa manera el agua salpico y termino en su piel. – auch! – se quejó al sentir el agua chocar con piel, tanto fue el dolor que soltó el cuchillo y el recipiente.

- Kat. – dijo Eva y se acercó a su castaña para corroborar con sus propios ojos que el agua la había lastimado seriamente. – por dios, ven. – dijo la condujo al fregadero donde abrió la llave de agua fría y coloco la mano de Katherine.

- ¿Haruka? ¿Qué está pasándonos? – cuestiono Michiru con temor en la voz, no quería pensar que se estaban convirtiendo en humanas, no ahora cuando estaba tan cerca de alcanzar la felicidad.

- tranquila, descubriremos que está sucediendo ¿está bien? – trataba de reconfortar Haruka y su vista viajo a Eva quien tenía la misma cara de pánico pero la disimulaba como él. – ven. – tomo a Michiru de la cintura y de su pantalón saco un pañuelo, sentó a Michiru en la sala y con el pañuelo hizo un pequeño torniquete en su dedo. – esto se va a solucionar ¿de acuerdo? Le hablare a Kristen, partimos hoy, al estar en la sociedad encontraremos una respuesta a esto.

- Haruka tiene razón, lo solucionaremos. – recalco Eva al llegar junto a Katherine que llevaba algo de hielo y lo colocaba sobre su quemadura.

Antes de que Haruka marcara el número de su hermana el timbre sonó, debían de ser las sailors, pero ahora no era momento de atender visitas, pero por otro lado las chicas podían quedarse con Michiru y Kat en lo que él y Eva hablaban con Kristen.

- yo abriré. – dijo la pequeña Hotaru, quien no se había levantado del comedor hasta que escucho el timbre, si, ella sabía lo que estaba pasando pero sus papas tenían que descubrirlo ellos por su cuenta. – adelante. – dijo de manera educada recibiendo a las sailors.

- hola Hotaru. – saludo muy feliz Serena. - ¿y tus papas? – cuestiono al ver que era solo la pequeña quien les habría.

- están en la sala junto con mis tías, pasen. – respondió de la mejor manera, si, Sebastián no solo le enseñaba a Hotaru a cocinar, sino también a cómo comportarse.

- gracias. – las chicas pasaron y fueron hasta la sala, donde lograron ver a Haruka junto con Eva que estaban de pie, Michiru y Katherine sentadas. – buenos di… - comenzaba el saludo Serena, pero al ver las caras de los cuatro desistió. - ¿ha sucedido algo? – cuestiono, esperaba que no, acababan de salir de una guerra.

- así es. – respondió Haruka de manera inmediata. – podrían por favor tú y las chicas quedarse con Michiru y Katherine, solo será un momento, Eva y yo necesitamos llamar a Kristen. – pidió de manera seria, no se fiaba de dejarlas solas ahora.

- claro, vayan. – respondió Serena, sabiendo que de preguntarle a Haruka no le diría nada, así que dejo que los rubios se fueran para cuestionar a Michiru sobre lo que estaba sucediendo. – Michiru ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué Haruka esta así? ¿Por qué tienen esas caras?

Michiru y Katherine no quisieron ocultarle a las chicas lo sucedido así que les contaron lo que había pasado, las sailors estaban más que sorprendidas no podían creer lo que sus amigas les contaban, claro las preguntas no se hicieron esperar pero todas se quedaron sin respuestas ya que ni las mismas protagonistas sabían lo que estaba sucediendo.

- Mientras en la habitación de Haruka y Michiru la situación no estaba mejor. - ¿Qué diablos está sucediendo? – cuestiono Haruka a su hermana.

- aunque me lo preguntes no tengo la menor idea. – respondía Eva ella estaba igual o más aterrada que su hermano. - lo mejor será hacer lo que dijimos que haríamos, llama a Kristen y pregúntale ¿Qué demonios pasa con nuestras prometidas? – dijo la rubia la poca paciencia que tenia se le estaba agotando no le gustaba no tener el control de la situación.

- Haruka hizo lo que se le pidió y en tres tonos respondieron. - ¿ya están en camino? – contesto de manera feliz Kristen.

- ha sucedido algo. – dijo Haruka no respondiendo la pregunta de su hermana, al no escuchar cuestionamiento del otro lado continuo. – Michiru y Katherine se han herido, ¿quieres por favor decirme cómo es esto posible?

- cálmate y explícame como debe de ser ¿Qué fue lo que sucedió? – cuestiono Kristen, si lo que Haruka decía era verdad ya sabía exactamente lo que estaba sucediendo.

- Haruka se tomó su tiempo y con lujo de detalles le relato a su hermana lo que había sucedido con su prometida y su cuñada. - ahora, dime que esto tiene una solución, dime que no es lo que estoy pensando y no se están volviendo humanas, dímelo Kristen por favor. – pedía Haruka con desesperación.

- cálmate. – trataba de tranquilizar a su hermano, pero sabía que no lo lograría.

- COMO DEMONIOS QUIERES QUE ME CALME. – grito Haruka frustrado con la situación.

- cálmate ahora Haruka Andri o te juro que no te diré nada y te dejare así hasta que vuelvas a la mansión. – reto su hermana, sabía que era la única manera de lograr calmarlo, al no recibir respuesta continuo. – no les pasa nada malo. – sintió que su hermano iba a replicar pero se arrepintió. – te lo diré, porque sé que de no hacerlo morirás de a causa de la preocupación; Haruka, Michiru y Katherine no tienen nada que no se cure en nueve meses. – respondió de forma divertida.

- ¿Qué demonios significa eso de nue… - ¿nueve meses? ¿Sería posible?

- así es hermanito, felicidades vas hacer papá y tío por partida doble. – confirmo con felicidad en la voz, pero al no recibir respuesta de su hermano se alarmo un poco. - ¿Haruka? ¿Haruka sigues ahí? ¿Cómo me hayas dejado hablando sola te juro que…

- felicidades. – respondió Eva del otro lado, Haruka había soltado el celular por lo que le había dicho ella lo había cogido antes de que cayera al piso. – has conseguido dejar a un vampiro en shock, ni siquiera sabía que eso fuera posible, ¿y bien que le has dicho? ¿Qué tienen Michiru y Katherine? – cuestiono poniéndose más seria.

- como le dicho a Haruka, mis cuñadas no tienen nada que no se cure dentro de nueve meses. – respondió de igual manera como lo hizo con Haruka.

- ¿quieres decir que…? ¿Voy a hacer mama? – cuestiono Eva incrédula pero feliz.

- así es hermanita. – respondió con la misma felicidad Kristen, se alegraba mucho por sus hermanos.

- no le digas nada al abuelo, cuando volvamos se lo diremos, dios Kristen seré mama. – decía con mucha felicidad Eva. – gracias hermana, te veré cuando volvamos en unas horas. – se despedía la rubia.

- claro, ahora antes de que cortes, hazme un favor y tómale una foto a Haruka, me la muestras cuando vuelvas. – dijo de manera divertida la castaña, quería ver la cara de su hermano.

- jajajaja, claro lo hare, chau. – se despido la rubia y colgó la llamada, tomo la foto prometida y se acercó a su hermano. – creo que deberíamos bajar e informarles a nuestras chicas porque me parece que están muy angustiadas.

- VOY HACER PAPA. – grito Haruka con mucha alegría y tomo a Eva de la cintura y la elevo. – vamos hacer papas, vamos con las chicas. – dijo Haruka y saco a Eva casi volando de la habitación, en menos de cinco segundos ya estaban en la sala. – Michiru. – dijo Haruka y tomo a su sirena y sin decir más la beso.

- Michiru se separó del beso con una clara interrogante. – Haruka, ¿Qué paso? ¿Qué les dijo Kristen que teníamos? – cuestiono Michiru.

- Michiru, estas… bueno tú y Katherine están… están embarazadas. – dijo Haruka no pudiendo contener su felicidad y cargando a Michiru de la cintura.

- embarazada… Haruka vamos a tener un bebe. – dijo Michiru igual de emocionada y dejando salir lagrimas rojas de sus hermosos ojos azules.

- Eva, ¿eso es… - trato de cuestionar Katherine pero al ver como prometida asentía se arrojó a sus brazos con lágrimas en los ojos. – vamos hacer mamas, vamos hacer mamas. – repetía muy emocionada por la noticia.

Las sailors sabían que era un momento muy íntimo que tal vez debían irse, pero antes de que dieran un paso Michiru ya estaba con ellas y las abrazaba, las chicas también lloraban, sabían del sueño de Michiru por ser mama y se sentía igual de emocionadas de que por fin ese sueño se hiciera realidad, Hotaru también se había acercado y le había dicho a su mama que ella sería una hermana mayor responsable; el desayuno al final fue preparado por Lita y Rei, ya que no querían dejar que las futuras mamas movieran un dedo, las chicas no quisieron preguntar que tenía que ver que se pudieran lastimar con ser mamas ya que seguramente no les responderían ya que era cosa de vampiros; el desayuno paso de manera tranquila, entiéndase tranquilo con las sailors cuestionando a Michiru a Katherine acerca de cómo se sentía y que esperaban que fuera él bebe, Haruka no podía quitar la sonrisa de su rostro y Eva estaba de la misma manera, de cierto modo deseaban ser padres, Eva había crecido en una familia llena de amor, hasta que asesinaron a sus padres, Haruka por otro lado cuando sus padres supieron de sus gustos la echaron de casa por eso no sabía lo significaba el tener a una familia, hasta que conoció a Michiru, Setsuna y Hotaru y tiempo después a los Andri.

- Michiru, Katherine-san ¿Qué se siente? Estar embarazada digo. – cuestiono Serena con ingenuidad característica de ella.

- bueno Serena, no sé qué decirte, no me he sentido diferente e imagino que él bebe debe ser muy pequeño aun, solo puedo decirte que me siento la mujer más feliz del mundo, dentro de mi está creciendo un pedacito de Haruka y mío, un bebe de las dos, fruto de nuestro amor, esto para mi es el punto más alto de la felicidad. – termino Michiru, para ese momento Haruka tenía cogida la mano de Michiru le propinaba besos.

- eso es hermoso Michiru, ojala que cuando yo encuentre a la persona con la que pasera el resto de mi vida me vaya también como a ti. – dijo Rei de forma soñadora.

- Haruka no pudo evitarlo y miro la hora, ya tenían que ir camino al aeropuerto. – lamento ser aguafiestas pero nos tenemos que ir. – Dijo Haruka y se levantó de la silla y en menos de un minuto ya estaba de vuelta pero con sus maletas.

Salieron todos juntos de la mansión Andri, las chicas los acompañarían hasta el aeropuerto, con Haruka al volante no demoraron nada llegar y con tiempo de sobra, pasaron a la pista directo en coche, ahí se despidieron de las sailors, además solo sería por poco tiempo la boda estaba a solo un mes de realizarse y ahí se volverían a ver, Rini y Hotaru se despidieron con lágrimas en los ojos pero se prometieron que se verían en la boda; así los Andri abordaron el jet y menos de diez minutos ya estaban despegando hacia Londres.

Haruka quería hablar con su hija, pero sabía que lo mejor era hacerlo una vez hubieran llegado a la mansión, hacia menos de veinte minutos que habían llegado a Londres, Haruka estaba preocupado por su hija ya que la pequeña no se había acercado a Michiru para felicitarla por su embarazo, no quería que su hija pensara que ya no la iban a querer; al aterrizar el jet una camioneta ya esperaba por ellos, su abuelo y sus hermanas al parecer les habían preparado una cena de bienvenida.

No demoraron demasiado en estar en la mansión, al bajar de la camioneta Haruka detuvo a Hotaru y les pidió a los demás que entraran, que ellos entrarían después, era momento para hablar con su hija y aclararle que jamás la dejarían de querer.

- hime-chan me gustaría que me dijeras ¿Qué te pasa? Haz estado muy seria y creo que se debe a que tu mama-Michiru está embarazada. – directo al punto, Haruka sabía que su hija era endemoniadamente inteligente y no tenía que andarse con rodeos.

- no es eso Haruka-papa, lo que pasa es que mis hermanitas me visitaron por la noche y me dijeron que ellas estaban en camino, pero que no debería decirles nada a ustedes, no es que no esté feliz, es que yo ya lo sabía. – contesto de manera simple Hotaru, aunque las pequeñas le dijeron que no debía de mencionar más.

- ¿Cómo? ¿Qué quieres decir con que te visitaron? ¿Hotaru ellas tienen poderes de sailors? ¿Qué más te dijeron? – cuestionaba Haruka, sabía que al estar latentes los poderes de sailors en ellas había una posibilidad, pero ¿sería posible?

- lo siento papa, pero ellas me dijeron que no podía decir nada más, pero estoy muy feliz porque voy hacer la hermana mayor, las voy a cuidar a querer mucho papa. – decía Hotaru con mucha alegría.

- ya. – bien si sus pequeñas habían dicho eso por algo tenía que ser. – sí, serás la mejor hermana mayor y la mejor prima del mundo hime-chan. – dijo Haruka cargando a su hija. – ahora vamos adentro, que mama, el abuelo y tus tías nos esperan.

Al entrar Haruka se dirigió directo a la comedor donde ya todos estaban sentados y platicando de lo más divertidos, solo los esperan a él y a su hija para servir la cena, cuando Sebastián los vio tomar su asiento no demoro mucho en servir la cena; todos conversaban amenamente, de cómo habían pasado ese mes en Japón, como estaban la cosas en la sociedad, como estaban las sailors, como estaba la empresa, como iba el embarazo de Summer, que tan movidas estuvieron esas vacaciones, en fin temas para conversar no faltaban, los Andri estaban muy felices de estar juntos de nuevo.

- abuelo hay algo que Eva y yo tenemos que decirte. – comenzó Haruka nada más terminar de cenar.

- ¿así? ¿Y se puede saber qué es eso tan importe? Por tu cara creo que no es nada bueno. – solo esperaba que esa noticia no fueran problemas, porque apenas y se estaba reponiendo de los últimos.

- Michiru y Katherine están… - dejo la oración a medias.

- Michiru y Katherine están embarazadas. – completo Eva con mucha alegría en su voz.

- jajajaja. – soltó la carcajada Abraham y se levantó de la mesa para abrazar a sus nueras. – embarazadas, Haruka, Evangeline, que noticia tan maravillosa me acaban de dar, seré bisabuelo por partida triple, que tino de mis nietas, Precia se pondrá muy celosa cuando se entere. – dijo esto ya abrazando a su rubias nietas.

Después de esto la familia completa paso a la sala, las embarazadas y sus parejas tenían unas cuantas preguntas para su cuñada y hermana.

- ¿Por qué se han vuelto humanas? – cuestiono Haruka a Kristen una vez que estuvieron en la sala.

- no se han vuelto humanas, de haberlo hecho ya hubieras atacado a Michiru, olfatea bien hermano. – respondió Kristen, ella al igual que sus hermanas también se había asustado cuando le había pasado algo similar a Summer.

- ¿entonces? ¿Qué es lo que sucede? – cuestiono también Eva a su hermana.

- todos sabemos que nuestros cuerpos son indestructibles, además de que ya están muertos, no podemos crear vida, el tratamiento lo que hace en revivir nuestros cuerpos, a lo menos el sistema reproductor, así que cuando quedan embarazadas, el cuerpo se adapta para él bebe, solo será hasta que dejen de amamantarlo, después su cuerpo volverá a ser normal. – explicaba Kristen de manera calmada.

- ¿él bebe, el será vampiro? – cuestiono Haruka, tenía muchas dudas.

- sí, lo será, como nosotros, solo que durante los primeros cinco años de vida, será frágil como un humano, a partir del sexto año, su necesidad por sangre despertara, pero todavía es muy pronto para hablar de eso. – concluyo Kristen dando por terminado ese tema.

- de acuerdo. – respondió Haruka, era verdad, que caso tenia preocuparse ahora por el futuro.

Después de eso, todos se fueron a sus respectivas habitaciones a descansar, Hotaru hacia bastante tiempo que se había dormido en las piernas de su mama-Michiru; la noche para las futuras mamas no estaba pasando nada bien, ya que los pequeños mareos estaban comenzando hacer su aparición, Haruka y Eva la tendrían difícil de ahora en adelante, sus pequeñas no las dejarían dormir mucho, además que los antojos estarían a la vuelta de la esquina y todo el día, sin duda alguna disfrutarían de esa etapa en su relación al máximo, las náuseas, los cambios de humos, los antojos extraños, las dos rubias estaban seguras que hasta eso amarían de sus prometidas ya que además de no ser para siempre, eso significaba que sus bebes venían en camino.

Un mes después…

Haruka estaba en el salón probándose el smoking que usaría el día de mañana en su boda, si el día tan esperado había llegado, bueno estaba a unas cuantas horas, el abuelo, sus hermanas y el mismo habían suspendido sus labores desde el día de hoy, las sailors habían llegado hacia tan solo un día y estaban más que emocionadas, Setsuna había dejado la puerta del tiempo para estar con las chicas y porque sería la dama de honor de Michiru, las otras sailors serían sus damas, además de que Eva no tenía muchas amigas, Kristen seria su "padrino" si así lo había nombrado la rubia, Summer sería el "padrino" de Haruka y Hayate sería la dama de honor de Katherine, si las dos se habían vuelto buenas amigas; todo estaba listo, el lugar, los invitados, el banquete, la familia Andri no había escatimado en gastos para la boda de sus herederos, las mejores familias de la sociedad nocturna, así como también la aristocracia de Londres estarían presentes, claro sin faltar unos cuantos empresarios de Japón.

Haruka se dio otro vistazo en el espejo y le dijo la diseñadora que así estaba perfecto, a lo que ella no podía estar más de acuerdo, Haruka se quitó el traje y salió del salón que estaba utilizando como probador, las sailors, su prometida y sus hermanas, junto a su cuñada no tardaron en entrar, ellas serían las siguientes para la última prueba de vestuario, Darien y Chrono habían pasado primero y ellos estaban la sala, se unió a ellos y espero a que las chicas salieran, quienes demoraron más de tres horas en salir, pero salieron muy satisfechas.

El resto de la tarde la pasaron juntos, paseando y divirtiéndose, Summer y Kristen les habían preparado una despedida a sus hermanas, así como las sailors con la ayuda de Hayate les tenían una a Michiru y a Katherine, así que las ocho de la noche ya se estaban despidiendo para irse a sus respectivas despedidas, el abuelo había ordenado a Haruka y Eva dormir fuera de la mansión, si el "novio" no debía ver a la novia antes de la boda.

Los cuatro hermanos Andri salieron a alimentarse y una vez terminaron con eso se fueron al mejor bar de Londres para pasarla bien, claro todo con moderación y se fueron temprano debido a Summer ya que su embarazo no le permitía consumir alcohol, mientras que los Andri llevaban la fiesta tranquila, Hayate había llevado strippers a la mansión Andri y las chicas estaban más que divertidas bailaban y reían como nunca, Michiru extrañaba a Haruka, les agradecía las chicas el gesto pero ella deseaba estar con su viento, aunque debía admitir que era divertido ver a las sailors en esa nueva faceta, no sabía que Hayate fuera tan traviesa y divertida a la vez, hasta Fate y Nanoha estaban ahí, así como las guardianas de Hayate hasta Alicia había ido pero como toda buena fiesta esta llego a su fin pasada las dos ya que las sailors era humanas y ellas si tenían que dormir.

La mañana llego rápidamente y con ella las prisas, claro solo para las sailors, ya que los vampiros se arreglaban en menos de diez minutos, así que mientras Michiru, Katherine, Summer, Kristen y el abuelo desayunaban de manera correcta y tranquila, las sailors estaban corriendo de un lado a otro para arreglarse y estar listar a tiempo; al otro lado de la ciudad Haruka y Eva también desayunaban tranquilamente ¿nervios? No eso era algo a lo que los vampiros eran inmunes.

Cuando la hora de la boda llego la parroquia que habían escogido estaba a rebosar de amigos y demás invitados, Haruka y Eva ya esperaban frente al altar sus respectivas prometidas, Setsuna y Hayate aparecieron por el pasillo, seguidas de las sailors y la marcha nupcial comenzó a sonar, Michiru y Katherine iban escoltadas ambas por el abuelo Andri, el las entregaría a sus nietos, así lo habían decidido; una vez que estuvieron frente al altar el abuelo entrego a cada novia a su respectiva pareja y tomo su lugar, para de esta manera el ministro comenzara con la ceremonia.

La ceremonia con el ministro fue de lo más aburrida, casi una junta para ambas hermanas Andri, el único momento emocionante fue cuándo les dijo que firmaran, Haruka y Evangeline sintieron temblar su mano, después de todo estaban dando un gran paso, pero consiguieron manejar los nervios ya que con solo ver a sus respectivas parejas sabían que todo estaría bien si era con ellas.

- Las felicito, están legalmente unidas en matrimonio – dijo el señor después de que los testigos firmaran, la gente comenzó a aplaudir. – ahora pueden besar a las novias. – Haruka y Evangeline sonrieron y se acercaron a sus respectivas esposas, las abrazaron y les dieron un pequeño beso en la boca.

- Lo hicimos – Dijo Haruka con una sonrisa y abrazó a su esposa.

Michiru estaba riendo eufórica, apenas creía que acabara de casarse con la mujer de su vida y dentro de varios meses daría a luz a un hijo suyo, sintió que las chicas a abrazaban y felicitaban, al igual que las demás personas, aunque lo que ella quería era ir con su esposa quien estaba siendo felicitada por sus amigos y algunos miembros de la guardia, pero para su desgracia debía seguir un protocolo, ya después tendría toda la noche para estar con ella.

Después de la ceremonia, todos los invitados se dirigieron al hotel Mandarín Oriental Hyde Park donde en su salón de eventos se llevaría a cabo la recepción; en hotel todo estaba perfectamente en orden, Sebastián se había encargado de organizar todo, desde la distribución de las mesas hasta el servicio, no quería ningún error en el día más importante para sus jóvenes amos; una vez que las novias estuvieron en la mesa de honor, el abuelo comenzó la velada con su discurso.

- buenas noches, quiero darles las gracias por haber asistido hoy en este día tan especial para mi familia, ya que hoy mi dos nietos están uniendo sus vidas a dos mujeres maravillosas… - fue en esta parte donde las dos parejas dejaron de escuchar solo se miraban a los ojos, nada más importaba, solo el reflejo en los ojos de su amor. – sin más que decir que disfruten de la velada. – se habían perdido el discurso del abuelo por estar en su mundo.

Una vez todos terminaron de cenar, música comenzó a sonar, las recién casadas tenían que realizar el primer baile, así que Haruka fue arrastrada al igual que Eva hacia la pista donde la canción "everything i do" inundo el lugar, Michiru no tardo en posar las manos en el cuello de Haruka y este a su vez tomo a la aguamarina de la cintura, lo mismo ocurría con Katherine y Eva.

Look into my eyes, you will see
What you mean to me
Search your heart, search your soul
And when you find me there
You'll search no more

La música sonaba lenta, Haruka estaba disfrutan el tener a Michiru de esa manera, ya que ya aguamarina había reposado su cabeza en el hombro de Haruka.

Don't tell me it's not worth trying for
You can't tell me it's not worth dying for
You know it's true
Everything i do, i do it for you

Michiru separo su cabeza del hombro de Haruka y lo miro a los ojos, era capaz de ver el alma de Haruka con solo hacer eso, sabia lo mucho que había peleado por estar ahí, por estar así.

Look into your heart
You will find, there's nothing there to hide
Take me as i am, take my life
I would give it up, i would sacrifice
Don't tell me it's not worth fighting for
I can't help it, there's nothing i want more
You know it's true
Everything i do, i do it for you

Sin más la aguamarina deposito un beso en los labios de su esposa, su vida cavaba de comenzar y no podía estar más feliz por ello, el camino no había sido fácil, pero si tenía que volver a pasar por eso para estar con Haruka, lo haría sin dudarlo.

There's no love, like your love
And no other could give more love
There's nowhere unless you're there
All the time, all the way
Look into your heart, baby

- te amo. – dijo Haruka viendo a los ojos a su amada sirena, justo ahora no podía pedir más, tenía a Michiru, a Hotaru, a su familia y pronto a dos pequeñitas más.

El resto de la velada paso de manera tranquila, unos bailaban otros bebían, otros simplemente conversaban, las recién casadas estaban disfrutando con su familia y amigos, no podían pedir más ese era un día que recordarían siempre, el día en cual habían unido sus vidas a la persona que más amaban en el mundo.

Bastantes horas habían pasado desde que contrajeron nupcias, Evangeline sentía la necesidad de quitarse las zapatillas, ya no los soportaba un minuto más pero su consuelo era que estaban por irse; Haruka estaba de igual manera su abuelo lo había obligado a usar corbata cuando a él no le gustaba, así que ya quería deshacerse de ella, así que las recién casadas se despidieron de su familia y amigos para emprender su viaje a una suite en un hotel a unos kilómetros del aeropuerto ya que a la mañana siguiente partirían a su luna de miel. – ¿Podemos irnos ya? – Le preguntó Michiru a Haruka que aún platicaba con su abuelo y la rubia asintió; Haruka y Evangeline recibieron los papeles que oficiaban su matrimonio y esperaron a que sus esposas terminaran de despedirse para poder partir.

- vamos. – dijeron Katherine y Michiru una vez terminaron de despedirse.

El viaje al hotel no demoro mucho gracias a las habilidades de Haruka al volante, por lo que en menos tiempo del esperado cada pareja estaba instala en su respectiva habitación.

- Haruka tomo a Michiru por la espalda y sintió como esta se tensaba al contacto. - ¿Qué pasa Michiru estas bien? – dijo Haruka un poco desconcertado.

- sí, es lo que… si estoy bien. – mentira, se sentía un poco nerviosa, ahora estaba casada y no sabía cómo actuar.

- mentira. – dijo Haruka con una sonrisa. – estas nerviosa. – afirmo el rubio y vio cómo su esposa asintió. – tontita, ven. – y tomo a Michiru de la mano y la condujo a la cama donde le indico que se sentara. – voy a demostrarte, con besos y caricias que conozco tu cuerpo y que él me reconoce a mí. – dijo Haruka con la voz ronca y cargada de deseo, desde que estaban en la fiesta moría por quitar ese vestido del cuerpo de Michiru y por fin lo iba a hacer.

Haruka abrazó a Michiru y sus manos se abalanzaron sobre el cierre del vestido, que rápidamente retiro del cuerpo de su ahora esposa, Haruka se separó para ver a Michiru en un sostén negro, una ropa interior del mismo color y un ligero, Haruka observó bien a Michiru y la levanto de la cama, el hecho que aun tuviera zapatillas y el cabello suelto le daban un toque especial. – Estás... Wow – dijo Haruka y se acercó a la aguamarina, besó su cuello un par de veces, lo mordió antes de bajar hacia los pechos y dejar a su paso varios besos, se concentró en los pechos de la otra, los mordió sobre la fina tela que los cubría, sintió la piel de su sirena erizarse, incluso su propia piel lo hizo, quería demostrarle a Michiru cuanto la amaba; fue bajando y beso el vientre de la aguamarina, mordió el elástico de la ropa interior y subió nuevamente para besar a Michiru y deleitarse con sus dulces labios.

La aguamarina había soltado varios suspiros, con un poco de autocontrol, le besó el cuello a su viento, era momento de que ella también tomara parte, mordió levemente su hombro por sobre la camisa y comenzó a quitar uno a uno los botones, fue besando la piel que se le ofrecía, la camisa calló al piso, Haruka no llevaba sostén, después de su transformación sus pechos eran aún más pequeños que casi nunca lo necesitaba, después de dar unos leves besos a los pechos de su amada, desbrocho el cinturón del pantalón, para posteriormente pasar al botón, lo quito y bajo el cierre, el pantalón cayó al piso y Haruka saco los pies y lo arrojo lejos, ahora solo tenía un bóxer negro, Michiru jugó un rato con la prenda antes de quitarla, paso sus manos por los costados del cuerpo bien formado de su viento hasta que llego a sus pechos donde comenzó a masajearlos, la rubia comenzó a jadear, Michiru la tenía desnuda y a su disposición, quería probarla, quería hacerle el amor una y otra vez, se detuvo en su proceso de besos y la condujo hacia la cama, la acostó sobre el edredón y comenzó a amarla, le demostraría a Haruka con besos y carias lo feliz que estaba por ser ahora su esposa, la futura madre de sus hijos; así que ahí en ese cuarto de hotel dieron rienda suelta s sus instintos y se amaron como si no existiera el mañana, como si al día siguiente temieran despertar y darse cuenta que solo era un sueño, ya que tanta felicidad no podía ser cierta.

A la mañana siguiente muy temprano ya estaban en el aeropuerto listos para partir a su luna de miel, que solo sería por una semana ya que tanto Michiru como Kat tenían que está en revisión por lo de su embarazo, así que solo estarían en Atenas una semana y regresarían para seguir con sus actividades norma, cosa a las chicas no les molestaba, es más ni siquiera se hubieran molestado si no tenían una luna de miel, lo tenían todo, no podían pedir nada más, se sentía completas, esos momentos con su familia era todo lo que necesitaban para ser inmensamente felices, aunque debían admitir que les encaba que las rubias se esmeraran para complacerlas en todo y siempre seria así.

Seis meses después…

Haruka estaba desayunando de manera tranquila, observó la hora y se percató de su ligero retraso, se apresuró a terminar el desayuno ya que no quería llegar tarde al concejo, hacían seis meses desde que habían contraído nupcias y hacía apenas dos semana y media desde que Michiru había agarrado gusto por el sueño, ahora dormía profundamente y por más tiempo, al rubio no le molestaba, únicamente extrañaba la compañía de Michiru por las mañanas, así que ahora su nueva rutina consistía en desayunar en compañía de Eva y servir la porción a Michiru y llevársela hasta la cama para que cuando despertara desayunara como era debido.

Todo había pasado muy rápido ya solo faltaba menos de un mes para el nacimiento de sus hijas, bueno el seguía diciendo que serían niñas pero la verdad era que no sabían el sexo del bebe, Michiru no había querido saberlo, ella prefería que fuera sorpresa; otra cosa que había cambiado era que Summer y Kristen ya eran mamas, si hacía una semana que la peli naranja había dado a luz a un varoncito, castaño y de ojos azul obscuro justo como los de su madre, habían decidido llamarlo Aiden, como su hermano, en honor a él, cuando lo anunciaron a la familia, nadie pudo evitar el derramar lágrimas al recordar al pelinegro, el abuelo estaba más que feliz, no solo por el nacimiento, sino también por la elección de nombre.

Haruka y Eva seguían con sus labores en el concejo, tenían que aprender lo más que pudieran ya que aunque no sabían cuando les tocaría el tomar el poder, el abuelo deseaba que estuvieran muy bien preparados para ello; otra cosa que había cambiado era que tanto Michiru como Katherine tenían los antojos más extraños y a las horas menos apropiadas y no solo eran antojos de comida, no, su apetito sexual había aumentado y se cortaban por nada, además de que los cambios de humor estaban a la vuelta de la esquina, Haruka recordaba una vez hace dos meses que Michiru tuvo uno de esos antojos raros…

Flash back…

Haruka había sentido el momento exacto en el que Michiru había abandonado la cama, pero solo pensó que había ido al baño, así que no le dio importancia, n supo cuánto paso pero…

- Haruka. – llamaba Michiru, tenía media hora dando vueltas por la habitación. – Haruka. – volvía a llamar ya que el rubio no despertaba. - ¡Haruka! – grito ya desesperada.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Estás bien? – dijo Haruka muy asustado, últimamente su cansancio mental lo vencía.

- tengo un antojo. – confeso Michiru de una manera que hizo que Haruka sonriera.

- Haruka sonrió por lo tierna que podía ser Michiru. – ven, siéntate. – la invito. - ¿de qué tienes antojo mi amor? – cuestiono de manera comprensiva; Michiru no tardo en listar una serie de cosas que Haruka tuvo que tomar nota para que no se le olvidara nada. – bien, no te preocupes lo traeré todo, espérame ¿sí? – Michiru asintió y Haruka le dio un beso en la frente y salió de la habitación.

Manejo por unos kilómetros hasta que encontró una tienda de veinticuatro horas, estaciono el coche y entro al lugar, tomo un carrito y comenzó a depositar en el todo lo que Michiru le había pedido, aceitunas, helado de queso con zarzamoras, salsa de soya, galletas oreo y un sinfín más de dulces y cosas saladas, cuando lo tuvo todo, se fue a la caja para pagar por ello.

- buenas noches. – Saludo el empleado de la casa - ¿encontró todo lo que buscaba?

- buenas noches, si, gracias. – respondió Haruka de manera seria.

- ¿va a una fiesta? – cuestiono el empleado de manera divertida al ver la cantidad de golosinas que llevaba Haruka.

- no me fastidies muchacho, tengo una esposa embarazada que no me dejara dormir tranquilo si no le llevo sus antojos, así que apresúrate a cobrar eso, porque te juro que si ella se molesta y me manda al sofá, vendré y pateare tan fuerte que tu padre lo sentirá. – sentencio Haruka, ya una vez había llegado tarde con un antojo y le había tocado dormir en el sofá que había en su habitación.

- sí señor. – dijo el chico y se apresuró a cobrar.

Llego a la mansión tan rápido como la velocidad de su coche se lo permitió, pero estaba seguro que se había pasado como cinco semáforos, bajo del coche, tomo las bolsas en segundo ya estaba en su habitación, todo para encontrar que su sirena ya estaba dormida.

- me han levantado por nada princesas. – dijo Haruka hablándole al abultado abdomen de Michiru. – ya falta poco para que amanezca, será mejor que no me duerma o no llegare a tiempo. – así que se fue a sentar en su sofá, pero sin querer se quedó dormido; fue despertado tiempo después por su sirena que lo llamaba a grito. - ¿Qué? ¿Qué paso? – al ver a Michiru se alarmo a un mas ya que su sirena estaba llorando. – perdón Michiru me quede dormido, pero he traído todo lo que me has pedido. – dijo Haruka alarmado, al ver las manos de Michiru vio las bolsas que trajo. - ¿hizo falta algo? No te preocupes iré por él, solo dime que es, pero no llores mi amor, te lo suplico. – pido Haruka, así como también que Michiru negaba.

- no hace falta nada Haruka. – dijo Michiru aun con sus lágrimas. – es solo que yo quería esperarte, pero me quede dormida. – decía Michiru llorando. – lo siento, encima que te mando a esta hora y todavía me quedo dormida.

- ¿es eso? – dijo Haruka divertido. – no te preocupes mi amor, no estoy molesto, es normal por tu estado, tranquila, ven. – tomo a Michiru de la mano y la llevo de vuelta a la cama. – descansa, ¿está bien? Te amo. – solo de esa manera Michiru volvió a dormir.

Fin flash back.

Ahora Haruka y Eva se encontraban en la sala contigua de la sala de juntas del concejo revisando documentos y documentos, de verdad que su abuelo quería que aprendieran todo, el silencio en la habitación reinaba, solo fue roto por el sonido del celular de Haruka, el rubio no se extrañó, Michiru era la única que lo llamaba, seguro era algún otro antojo, tomo el aparato y contesto la llamada.

- ¿Qué pasa? – sabiendo que de seguro Michiru estaría impaciente.

- tú y Eva tiene que venir a casa ahora mismo. – dijo una voz que no era la de su sirena.

- ¿Kristen? ¿Qué no se supone que tenías que estar en el trabajo? – dijo Haruka preocupándose.

- se me hizo tarde y que bueno que paso porque… Haruka Michiru y Katherine están en labor de parto, tú y Eva tienen que venir ahora mismo. – dijo Kristen de manera seria y rápida.

- ¿Qué?! No, pero… todavía faltan unas semanas, Kristen esto… - estaba nervioso y asustado al mismo tiempo.

- Haruka, son primerizas las fechas varían, recuerda a Summer, tú y Eva vengan ya o se perderán el nacimiento de sus hijos. – dijo Kristen y corto la llamada.

- Eva… - comenzaba Haruka, pero su hermana lo corto.

- lo he escuchado todo, vamos ya. – dijo Eva y salió a toda prisa, en lo que su hermano terminaba la llamada ella escribió una nota y se la dejo al abuelo sobre el escritorio, no les importo la hora y se fueron corriendo a máxima velocidad, en tiempo record estuvieron en la mansión.

Haruka y Eva se apresuraron a la habitación que habían preparado con anticipación desde Summer, si, lo Andri habían acondicionado una sala de parto, en la mansión, así que ahí fue a donde se dirigieron las rubias, al llegar fueron recibidas con miradas de reproche que ellas no entendían, Kristen se acercó a ellas y les dijo que ambas tenían contracciones pero no había dilatado lo suficiente así que tendrían que esperar un poco, cada rubia se acercó a su respectiva pareja.

- Haruka ¿Podrían darme una droga? – Pedía Michiru, lo que fuera pero que calmara un poco ese dolor – ¿Dónde está ese Kristen? Valiente doctora. – Michiru estaba actuando de una manera irracional debido al dolor.

Haruka se modio el labio para no decir algo que comenzara una pelea – Ya te dije que no pueden darte drogas y aún no se puede hacer mucho mientras no dilates lo suficiente. – explicaba de manera tranquila, Kristen les había explicado eso hacia no más de cinco minutos.

Michiru chasqueó la lengua molesta ya no soportaba el dolor – ¿Y eso a qué hora será eso? Porque duele, déjame decirte que duele y mucho...

- Lo sé, Michiru, Lo sé – había leído un libro y visto un video sobre el tema para estar un poco más preparado.

- No, no lo sabes porque no estás en mi lugar – dijo Michiru mientras se cruzaba de brazos molesta y arrugaba la frente en señal de enojo, parecía dispuesta a iniciar una pelea, nada parecía complacerla.

- mi amor, todo saldrá bien, sé que tienes miedo, pero por favor, solo un poco más y podremos tener a nuestro bebe con nosotros, sé que es doloroso y que justo ahora soy la persona que menos quieres ver, pero por favor, solo soporta un poco más. – decía Haruka de manera tranquila, al ver como Michiru se relajaba un poco dijo. – te amor. – depositando un beso en los labios de su esposa.

Tres horas después…

- Vamos... Un empujoncito más y podrás ver a tu bebe Michiru – decía Kristen, había llamado a Precia para que le ayudara y justo a hora la pelinegra estaba con Katherine.

- Eso dijiste hace 5 empujoncitos – Michiru estaba sudando y la vena de la frente era bastante visible – ¡Dios! - Gritó la aguamarina - No quiero parto natural Haruka, por favor – dijo casi suplicando, dolía y mucho, Summer nunca se lo menciono cuando le había preguntado cómo se sentía traer un hijo al mundo, ya se las cobraría cuando pasara todo esto.

Haruka se sintió mal, no le gustaba ver sufrir a Michiru – Michiru, no hay vuelta atrás... Haz un último esfuerzo y todo saldrá bien... Te lo prometo. – decía Haruka de forma segura para darle apoyo a su esposa.

Michiru miró a su esposa con molestia, como a ella no le estaba doliendo – ¡Tú! Tú eres la culpable de esto... Por tu culpa – Michiru perdió la palabra por el dolor y fue mejor así, no quería decir algo que lastimara a Haruka.

Kristen vio a Michiru tenía que poner orden – vamos... Michiru, necesito tu apoyo... vamos... ya casi… solo un poco más. – alentaba la castaña.

Michiru apretó la mano de su viento y le dedicó una leve sonrisa, tomó una gran aspiración y continúo.

Kristen no puedo evitar sonreír – Aquí vamos... Una vez más. – alentaba.

Michiru repitió nuevamente el movimiento que le había sido explicado con anterioridad por su cuñada pero estaba cansada y deseaba echarse a dormir en los brazos de Haruka justo en ese momento, así que sacando fuerzas de flaqueza hizo un último esfuerzo y este fue recompensado.

- Aquí está – dijo Kristen mientras se apresuraba a hacer movimientos entre las piernas de su cuñada y tomaba a su sobrina. – Es una niña – dijo Kristen mientras utilizaba un par de pinzas para cortar el ombligo, le dio a la niña a una enfermera que la limpiaría y volvió con Michiru que ya comenzaba con las nuevas contracciones, si, Haruka había tenido razón eran dos. – vamos cuñadita, un último esfuerzo. – alentó Kristen, Michiru grito con todas sus fuerzas y en poco tiempo volvió a escuchar un llanto, su segunda hija había nacido.

En poco tiempo entre Kristen y la enfermera terminaron de limpiar a las niñas y las llevaron al lado de sus padres.

- bien, aquí están sus hijas. – dijo Kristen con mucha alegría. – los dejo solos un momento. – y se fue de la habitación, dejando a las bebes en los brazos de Michiru.

- son preciosas. – dijo Haruka observando a sus pequeñas. – lo has hecho maravillo mi amor. – le dijo a Michiru y la beso levemente en los labios.

- hola mis amores. – hablo Michiru a las pequeñas, al verlas bien, una de ellas tenía el cabello aguamarina y la otra rubia, solo faltaba ver el color de sus ojos. – si son preciosas Haruka y son de ambas, tuyas y mías.

- así es mi amor. – y beso la frente de su esposa, ahora su felicidad estaba completa, tenía todo lo que cualquiera soñaba con tener y era feliz, inmensamente feliz.

El parto de Katherine también fue de manera normal, sin complicaciones, la castaña había dado a luz una niña rubia y de ojos grises, sin duda robaría suspiros cuando creciera. Katherine había ido minutos más tarde para decirles a las mamas que ya podían ir a sus habitaciones, las niñas permanecerían en observación y en incubadoras por lo menos veinticuatro horas para ser valoradas, las mamas no estuvieron muy de acuerdo pero sabían que era por el bien de sus hijas y aceptaron de mala gana. Dos horas más tarde había llegado el abuelo más que emocionado a ver a las nuevos integrantes de la familia, su alegría fue mayor al saber que Haruka había tenido dos hermosas niñas, pasó a verlas y se enamoró completamente de sus tres bisnietas justo como había sucedido con su bisnieto, su familia había crecido y eso era algo que jamás pensó que pasaría, pero ahí estaba, dentro de algunos años, la mansión se llenaría de risas y pequeñas vocecitas y seria ahí, donde su felicidad estaría completa.

Tres meses más tarde…

Haruka y Michiru dormían plácidamente, hacía tres meses que la aguamarina había dado a luz y estaba más que feliz, su niñas eran perfectas, la pequeña Sora con su cabello rubio y ojos azules enamoraba a todos a su alrededor, además de ser muy alegre, siempre le mostraba una sonrisa a ella o a Haruka cuando deseaba algo y ese algo no era otra que atención, su pequeña era una mimada, mientras que Hikari, de cabello aguamarina y ojos verdes del mismo tono que Haruka, era un poco más tímida y solo deseaba estar con Haruka, aunque era muy pronto para estar diciendo las personalidades de las niñas solo tenían tres meses, de pronto un llanto lleno la habitación, las mellizas habían despertado y deseaban la atención de su madre.

- Michiru se levantó y se acercó a la cuna que compartían sus mellizas, si las niñas se negaron a dormir en cunas distintas, no paraban de llorar. – ya mis angelitos. – dijo Michiru y tomo a ambas niñas en sus brazos.

- pensé que era mi turno. – dijo Haruka acercándose a Michiru.

- tienen hambre amor. – respondió Michiru yendo a la cama para sentarse. – no te preocupes vuelve a dormir.

- no, tu aliméntalas y yo les sacara el aire para que tu vuelvas a dormir. – Michiru aún seguía siendo frágil y el cansancio le estaba pasando factura.

Con ayuda de Haruka, acomodo a las dos pequeñas y las empezó a alimentar; una vez estuvieron satisfechas se las paso a Haruka, quien con mucho cuidado les saco el aire y las volvió a dormir, en eso el rubio era un experto, las niñas siempre se dormían en sus brazos, mientras que Michiru demoraba hasta una hora en lograrlo, Haruka lo hacía de manera natural y muy fácil; Eva estaba igual que él, Katherine siempre estaba cansada y a veces de mal humor y eso que ellas solo tenían una, su hermana se estaba esforzando para llegar a tiempo y ayudar un poco más a Katherine pero al parecer a la castaña eso no le era suficiente.

A la mañana siguiente, Michiru y las mellizas junto a Katherine y la pequeña Annabeth así habían decidido ella y Evangeline que se llamaría la niña, estaban en el jardín tomando un poco el sol, las pequeñas Sora y Hikari el viento y el mar las tranquilizaban y a la pequeña Annabeth la naturaleza, de ahí el hecho de que salieran al jardín; Haruka había hablado con Michiru y le había pedido que hablara con Katherine, tal vez podían sacar algo y solucionar lo que sea que tuvieran que hacer.

- ¿Qué ocurre? – cuestiono Michiru así sin más, Katherine se había convertido en una de sus mejores amigas y viceversa.

- creo que jamás me plantee el tener una vida tranquila y hogareña, no sé, no siento que sea esto lo que yo deseo, esto es lo tuyo, pero yo… - no quería pensarlo, pero deseaba salir corriendo de ahí y perderse.

- hey, tranquila, relájate, creo que estás dándole muchas vueltas al asunto, Kat, tienes una esposa que te ama, una hija preciosa que te necesita, tienes una familia, mírame a los ojos y dime que esto no es lo que quieres, tienes que aprovechar este tiempo, sabes que una vez que las niñas se puedan valer por sí mismas tendremos que volver a luchar, no es que me apetezca pero es lo que ahí, somos parte de la familia Andri, no huyas, no te vayas y dejes todo por lo que has luchado así como así, piensa que si te vas, lo perderás todo y tal vez jamás vuelvas a ver a tu hija ¿eso es lo que quieres? – hablaba Michiru, Katherine era como Haruka, libre, pero Haruka jamás huiría, sus pequeñas y ella lo eran todo.

- yo nunca tuve una familia Michiru, nunca tuve hermanos, ni mucho menos un padre amoroso y lo sabes, no sé cómo actuar, amo a mi hija, amo a Evangeline, pero no se… - tenía miedo de cometer un error, sabía pasado un año desde que vivía en la mansión Andri y aun no se acostumbraba a que todo fuera amor y risas.

- eso es más que suficiente, piensa que lo demás es como un bono extra, Katherine, Evangeline se está esforzando al máximo para llegar apoyarte en todo, está asustada, no quiere perderte, piensa muy bien las cosas, sé que no es fácil, pero sé que si se puede y si te preguntas porque es por Haruka, él es libre, siempre lo ha sido, jamás tuvo una familia, cuando éramos humanos cada que tocábamos el tema de matrimonio e hijos se molestaba y no volvía hasta el día siguiente, pero ahora está aquí, me apoya en todo lo que puede y no me deja sola y lo hace porque me ama, porque sé que ha cambiado, por mí, la pregunta es ¿lo harías tu por Evangeline? – no quería presionarla, pero era lo mejor, de no hacerlo así, de seguro la castaña saldría huyendo.

- Katherine iba a contestar pero otra pequeña requería de su atención. – mami, he terminado mi lección, puedes revisarla por favor. – pregunto la pequeña Hotaru, quien estaba más que encantada con sus hermanitas y ellas con la pelinegra.

- claro que si cariño. – respondió Michiru, dirigió una mirada a Kat para darle a entender que pensara las cosas a lo que la castaña asintió.

Justo a las ocho de la noche llegaban los hermanos Andri junto con abuelo, era la hora de la cena y siempre lo hacían en familia, Michiru, Katherine, Summer y Hotaru estaban en la sala con los bebes viendo la televisión cuando escucharon como la puerta se abría, Hotaru corrió y se abrazó a las piernas de su papa, Haruka la abrazo y le dio un beso en la mejilla para después ir con Michiru besar sus labios y posteriormente ver a sus dos angelitos a quienes también beso, Kristen se acercó a Summer y a su hijo y también los saludo como era debido, Eva se acercó a su esposa con un poco de temor, no quería otra discusión, pero nada de eso llego, Katherine se acercó a ella, la abrazo y la beso, Evangeline no pudo evitar sonreír su esposa estaba de vuelta.

- sé que no me he compartido de la mejor manera, pero quiero intentarlo, tal vez esta vida no era la que yo alguna vez soñé tener, pero lo que si soñé fue tenerte conmigo y eso ya lo tengo, lo demás lo tomare como un bono extra. – dijo la castaña y la beso. – te amo.

- y yo a ti también. – respondió Evangeline, Haruka había tenido razón, Michiru sabia como calmar almas libres.

Después de este momento la familia paso al comedor a disfrutar de otra cena en compañía de todos, era maravilloso el poder disfrutar siempre de esos momento con las personas más importantes para ti, tu familia, tus seres queridos, si los tenías a ellos que importada lo demás, ellos habían pasado por muchas cosas, muchas situaciones para llegar a donde estaban en ese momento, era justo una recompensa, una familia aún más grande y esas pequeñas criaturitas que habían llegado para llenar más de color la vida de todos los integrantes de la familia Andri.

Tres años después…

Era el cumpleaños número tres de los más pequeños en la familia Andri, por acuerdo de los hermanos habían decidido celebrar los cumpleaños de sus hijos el mismo día, un día neutro para que no hubiera conflicto, así que ahí estaban todos en la mansión, viendo a niños correr, a otros reír y a unos pocos llorar.

Haruka tenía en sus brazos a sus dos angelitos, sus pequeñas se habían vuelto algo posesivas con él, solo a su familia les permitían que se acercaran a él, ya no solo era Michiru la celosa sino también sus hijas; la pequeña Annabeth era igual con su rubia madre y el pequeño Aiden con sus dos madres; las sailors ya estaban estudiando con ellos en la sociedad nocturna así que estaban compartiendo este momento con ellos, cada una estaba poniendo mucho empeño en su educación, Serena se había reconciliado con Darien hacia aproximadamente un año y ya estaba comprometida, Lita, Mina, Rei y Amy habían quedado prendadas de unos chicos que habían entrado a trabajar a la empresa Andri, claro ellos eran humanos, así que en ese momento las acompañaban, todos estaban cumpliendo sus sueños, ya solo faltaban dos años para que Serena subiera al trono como estaba predestinado; no habían aparecido más enemigos, todo en la tierra era tranquilo, Setsuna había ido un par de veces y solo compartía un poco de información ya que estaba prohibido hablar del futuro, así que solo les decía que "tenía un corazonada" Haruka miraba a las sailors, las veía felices, radiantes, capaces de hacer cualquier cosa, ya no eran esas niñas lloronas, no se habían convertido en mujeres en las cuales podían confiar, todas estaban próximas a graduarse, tenían un gran futuro por delante, no solo como la escolta de la futura reina de Tokio de cristal, sino también como personas cada una en su profesión.

Al mirar a otro lado veía a su familia, sus hermanas, sus sobrinos, su abuelo, todos sonreían, ya no eran esa familia que siempre estaban serios y solo hablaban entre ellos, no, ahora convivían con más gente, con más familias, Haruka era capaz de ver lo mucho que su familia había cambiado, todo para bien, el abuelo aun no deseaba retirarse ya que decía que quería que sus nietos convivieran todo ese tiempo con sus bisnietos de los cuales estaba enamorado, algunas veces parecía que el abuelo deseaba tener más manos para poder abrazar a todos sus nietos a la vez; entonces la vio, junto a Hotaru arreglando su vestido, aunque su hime-chan ya era una niña de ochos años bastante inteligente para su edad, Michiru siempre se empeñaba en tratar como un bebe; su hermosa esposa, su sirena, la mujer que le había hecho tener todo lo que tenía hasta ahora, esa mujer de la cual estaba perdidamente enamorado, con la cual compartía la cama todas noches, era un deleite a la vista el despertar siempre al lado de esa mujer, Michiru no solo era una mujer hermosa por fuera, sino también por dentro, amaba profundamente a su familia y era capaz de cualquier cosa por ella; como cuando se habían enterado que las mellizas tenían poderes de sailor.

Flash back. ..

Dos años antes…

Haruka se levantaba de su cama, cavaba de tener una sesión intensa de sexo con Michiru, desde que sus mellizas ya no clamaban por sus mama en la madrugada las habían mudado a la habitación contigua, para poder escuchar cual ruido y el llanto de las niñas, así que fue levanto y fue al baño, al volver, fue capaz de ver dos bultitos cerca de la puerta, los levanto y se los llevo a su cama, ¿Cómo había llegado sus hijas ahí? No tenía la menor idea, esta era la tercera vez, por la mañana hablaría con Michiru y con sus hermanas.

A la mañana siguiente Michiru se despertó al sentir unas manitas en su rostro, al abrir sus ojos vio a sus dos angelitos, "otra vez" pensó la aguamarina, sus miedos la estaban acechando; se levantó y se arregló para el nuevo día, al poco tiempo Haruka hizo lo mismo, bajaron a desayunar con las mellizas en los brazos y cuando sus hermanas los vieron con esa cara no debían adivinar lo que había sucedido.

- ¿otra vez? – cuestiono Evangeline, Haruka le había contado acerca de las niñas.

- sí, Summer aceptare tu idea de la cámara, necesitamos saber que ocurre. – su hermana le había propuesto poner una cámara y vigilar a las pequeñas pero él se había negado.

- Haruka. – reprendió Michiru, no quería vigilar a sus hijas de esa manera.

- te prometo que solo será esta noche, solo para saber que ocurre, mañana la quitaremos. – argumento Haruka, no podían seguir así, Michiru tenía miedo.

- está bien. – accedió la aguamarina.

Después de esta plática, todos desayunaron tranquilos y posteriormente se despidieron para ir a sus respectivos trabajos; horas más tarde ya todos estaban de vuelta, Summer había puesto la cámara como Haruka había pedido, estaban en la habitación de la rubia, viendo como Michiru colocaba a las pequeñas para dormir, para posteriormente salir y dirigirse a su habitación, una vez ahí todos comenzaron a ver las cámaras por cualquier signo de poderes de las niñas; cenaron en la habitación para no perder ni un solo detalle, pero ya eran las dos de la mañana y parecía que las chiquitas solo deseaban dormir, cuando ya estaban por dejar todo, Haruka vio cómo su pequeña Sora se sentaba en su cuna, para posteriormente levantarse con la ayuda de los barrotes de la cuna, fueron testigos de cómo una ráfaga de viento levanto el seguro de la baranda de la cuna y esta cedía, vieron como la pequeña, caía sentada sobre la cuna, para posteriormente gatear hasta la orilla, donde con mucho cuidado se volteó de espaldas y comenzó a bajar y poco tiempo después fue seguida por su hermana, todos estaban sin palabras, lo temores de Michiru eran verdad, tenían poderes.

- tienen poderes de sailor. – dijo Haruka de manera seria.

- Haruka, no quiero que pasen por lo mismo que nosotras, no lo permitas Haruka. – pedía Michiru con desesperación.

- hey, calma amor, es verdad tienen poderes de sailors, pero no son humanas, tal vez justo ahora lo parezcan, pero no lo son, son vampiros, son prácticamente indestructibles y el hecho de que tengas los poderes las hace aún más fuertes, sé que tienes miedo, pero cariño, ni tu ni mucho menos yo, podemos decidir el futuro de nuestras hijas, son ellas las que deben elegir su camino en la vida, pero quiero que sepas que siempre estaremos para ellas, elijan el camino que elijan. – decía Haruka a manera de promesa, tal vez sus angelitos tenían los poderes, pero de ellas dependía si quieran ser sailors o no, él no las obligaría a nada.

- tienes razón, no vamos a imponerles un futuro tienen que ser ellas las que elijan su camino, si se equivocan, aquí estaremos para ayudarlas y levantarlas si es necesario, les depara un gran futuro a las mellizas Andri. – declaro Michiru, tal vez sus hijas seguirían sus pasos o tal vez serian grandes empresarias, lo que sea que fuesen ella las apoyaría, no era momento de preocuparse por ello, disfrutaría cada comento con sus hijas viviendo siempre el presente.

Fin flash back…

Haruka llamo a Michiru para que se acercara quería hablar con su hermosa sirena, Michiru se acercó a Haruka quien tenía a sus dos hijas en brazos su pequeñas celosas estaban cuidado a papa, cuando veían a una mujer cerca siempre se abrazaban a él, no sabía cómo sus hijas habían comenzado a hacer eso ni siquiera sabía si sus hijas siquiera sabían lo que eran los celos, se acercó a Haruka y beso sus labios, para posteriormente ver a su alrededor, su familia, sus amigos, todos estaban ahí, ¿se podría será más? Lo tenía todo y no podía pedir más; Haruka se disculpó con ella y llevo a las niñas con su abuelo para raptar a su esposa por un momento, la alejo de todo el alboroto de la fiesta y los invitados, que algunos aunque estuvieran casados no tenían el menor reparo en mirar más de la cuenta a su esposa, no era hasta que no le dedicaba una mirada asesina que dejaban de hacerlo.

- ¿pasa algo? ¿Tienes que irte de misión? – cuestiono Michiru, Haruka no había dejado de ser de los escuadrones de protección y aun acudía a misiones aunque a ella no le gustaba mucho.

- no, no es eso, tranquila mi sirena, es solo que quería tener un momento a solas con mi bella esposa, quiero hacerte un regalo. – dijo Haruka y saco del bolsillo de su pantalón una cajita de terciopelo y se la mostro a Michiru. – felicidades. – dijo el rubio dejando a Michiru con cara de interrogante. – hace tres años, que eres madres, hace tres años que trajiste a nuestro angelitos al mundo, hace tres años que me hiciste el hombre más feliz. – termino y abrió la cajita mostrando un hermoso relicario, lo tomo y se lo coloco a Michiru. – ábrelo.

- la aguamarina obedeció y dentro pudo ver una foto de donde estaban ella, Haruka, las mellizas y Hotaru. – es hermoso mi amor. – dijo la aguamarina con alegría.

- no, gracias a ti mi amor, por existir, por respirar, por darme esta hermosa familia, tres hermosas hijas y un amanecer maravilloso cada mañana, Michiru, por ti tengo una razón para levantarme cada día, por ti tengo todo lo que alguna vez soñé y mucho más, no sabes cuánto te amo. – termino Haruka quería transmitirle a Michiru sus sentimientos.

- y esto es solo el comienzo mi amor, nuestra vida juntos no ha hecho más que comenzar, siempre estaremos juntos Haruka Andri, mi viento, te amo. – termino Michiru abrazando a Haruka por el cuello.

- por toda la eternidad mi hermosa sirena, porque ninguna medida de tiempo es suficiente. – termino Haruka besando los labios de su esposa.

Fin…