¡Hola! Como estan?

Al fin un nuevo one-shot.

Este esta dedicado a Alice1420 ... espero que sea como lo que querias!

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Mocoso

Se suponía que las citas eran para dos; hacer lo que querían y hablar de cualquier cosa. Se suponía que la maldita gerente había estado pidiendo una jodida cita desde hace semanas y cuando al fin la tenía, su atención no se tenía en él. La sonrisa que tenia en el rostro no era para él. La voz suave no iba dirigida a él. ¡Nada de ese jodido momento era para él!

Su ceño fruncido estaba mostrando de ese momento no era para nada de su agrado, ¡y ese es pastelitos ni cuenta se estaba dando!

- Kaito-kun ya es hora de irnos.

Hiruma Yoichi se alegró, eso quería decir que al fin necesitaba la atención de su novia en él nuevamente. Se acabo de que estaría consintiendo un maldito niño malcriado que lo único que haría era quitar su tiempo.

Su maldita novia tiene que pagar por poner su atención en alguien más. Esa cita no iba según lo planeada y era todo culpa de ese renacuajo.

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Yoichi iba en silencio al centro comercial con Mamori a su lado, ella iba a una gran sonrisa en su rostro feliz de al fin tener la cita que le había pedido desde hace semanas a su novio. Ella necesitó hacer algo distinto con Hiruma, tuvo que sus momentos juntos siempre incluyó el fútbol americano y estaba decidida a que en ese día el juego fuera del último en su memoria, solo quería un tiempo de calidad con su novio.

Así que su tarde juntos iban perfectas, habían dejado de lado al equipo y solo se estaban concentrando en ellos, hablar de cualquier tema ... o por lo menos ella hablaba y Yoichi mascaba su chicle escuchándola, sus armas se encontraban guardadas y no estaba haciendo una escena

Un momento perfecto.

Solo que ese "momento perfecto" se rompió en cuanto ambos escucharon un grito diciendo el nombre de Mamori.

–¡Mamo-nee! –Y el que gritaba no era el jodido enano… ¡era un jodido renacuajo! Gerente que llegó corriendo y se disparó a los brazos de su jodida.

–Kaito-kun… ¿Cómo estás?

–Bien Mamo-nee. –El mocoso miro a su novia con cara de cordero degollado, por mientras que la seguía abrazando y después fijó su mirada en él. A lo que Mamori también se dio cuenta.

–Kaito-kun el es Hiruma Yoichi, mi novio.

–Tcks.

El niño le murmuro un hola y volvió su atención al ángel que tenia a su vista. No pasaron muchos segundos antes de escuchar como llamaban al niño y aparecía la madre que también sonrió a la joven saludándola.

–Fujimoto-san –Mamori le hizo una reverencia a la recién llegada.

–Hola Mamori-san, ¿Cómo estás?

La señora Fujimoto se dio cuenta de que la joven no tenía éxito sola y procedió a tomar al niño para seguir haciendo sus quehaceres, solo que el menor no estaba dispuesto a soltar a su ángel y quería quedarse con ella. Al ver tanta insistencia Mamori aceptó.

Y así fue como su tiempo en pareja llego a su fin.

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Hiruma Yoichi al principio solo le molesto tener que escuchar a ese mocoso como pedía atención a gritos, después fue como subió al regazo de su novia y no se bajó, después fue cuando él (su novio) quiso tomar su mano y ese maldito mocoso se interpuso en su camino y no lo dejo. Hasta llego un momento en que lo apunto con sus amadas armas (se le preguntó que quería un helado y se lo tiro encima) y ahí se puso a llorar ... lo que ocasiono que su novia lo retenía a él y consolara a ese enano vino del infierno

Esa maldita mamá gallina estaba cambiando pasar una tarde con él para ser la maldita niñera de un jodido niño que para peor tenia un enamoramiento de su novia.

La vida no era justa.

Y estaba decidido: Él odiaba a los niños.

Ni cuando al fin se fue el mocoso las cosas cambiaron. Mamori seguía hablando de lo buen niño que era ese mocoso.