Sirius empezó a leer el libro, pero ni siquiera había llegado a la mitad de la primera página cuando se durmió.

Unas horas más tarde, despertó. Cuando alguien se sentó a su lado.

-¿Qué haces aquí, Sally? -preguntó Sirius.

-No podía dormir -respondió Sally, sin mirar a Sirius.

Ninguno de los dos hablo. Ambos se dedicaban a mirar el fuego de la chimenea sumidos en sus recuerdos.

Flashback

-Por fin a llegado la mejor clase de la historia -comentó James a mi lado.

-Creía que esa era la de Minnie -dije.

-La segunda mejor, Oríon -replicó el azabache-. Vamos Peter, Remus, ¡alegraos!

-A mí no se me da bien volar -dijo Peter.

-Y a mí me da lo mismo -dijo Remus-. Ya sé volar... Más o menos.

-¿Cómo que más o menos? -inquirí.

-Me suele elevar dos metros y dale gracias -respondió mi amigo.

James y yo le miramos con horror.

-Tu al menos puedes elevarte, yo ni siquiera puedo hacerlo -dijo Peter. Ahora le miramos a él con horror.

-No os preocupéis -dijo James-. Que yo, el gran James Charlus Potter, el mago más guapo e inteligente de Hogwarts, os enseñara a volar.

-Te equivocas, Charlus -le dije-. El mago más guapo e inteligente de Hogwarts soy yo.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí.

-Por interesante que sea su charla, me gustaría empezar la clase -dijo la voz de la profesora de vuelo, la señora Hooch.

-¡Coño! -exclame-. Un halcón que habla.

-Muy gracioso, señor Black. Más le vale que se calle, sino le quitare puntos a su casa.

Me calle. La clase empezó y rápidamente James se convirtió en el centro de atenció.

-¡Ten cuidado, Snape! -grite, al pasar por el lado del grasiento. Este, y su amiga Evans me fulminaron con la mirada.

-¡Eh, Sirius! -me gritó James-. ¡Haz esto!

Acto seguido pego una voltereta en el aire, seguido de una derrapada.

-¡Chupado! -le grite.

Hize la voltereta, pero en el momento de hacer la derrapada; una chica de mi casa, Jones creo que se llamaba, se cruzo por el medio.

-¡Vigila! -le grite.

Demasiado tarde. Ambos chocamos y caímos rodando por el suelo. Acabe encima de ella. La mire, y me di cuenta de que era bastante guapa.

-Hola, preciosa -le susurre, acariciándole la cintura.

-Hola precioso -dijo ella-. Black, ¿no?

-Correcto, y tu Jones, ¿verdad?

-Sí. Es curioso. Tu nombre combina con tu ojo.

La mire confuso. Yo tenía los ojos grises, no negros. Pero entonces, Jones hecho el brazo hacía atrás y me sacudió un puñetazo en el ojo.

-Ahora, ¡quítate! -me gritó. Y yo le hice caso. Cuando se puso de pie, se inclinó y me dio un beso en la mejilla.

Fin del flashback

Sirius sonrió. Como añoraba esos tiempos. A su lado, Sally le miraba de reojo. Ella aún se acordaba de cómo se dio cuenta de que estaba enamorada de Sirius Black.

Flashback

Me negaba a creerlo. Pero era la verdad.

Recordaba como la profesora McGonagall había ido esa tarde a la sala común y me había pedido que saliera.

Recuerdo como me miró con tristeza, con los ojos brillantes, antes de que me diera la trágica noticia. Los mortífagos habían matado a mi primo y a su esposa, que se habían casado durante el verano.

Ahora me hallaba en una clase vacía, llorando amargamente, sin darme cuenta de que alguien había entrado.

-¿Qué haces aquí, Jones? -dijo la voz de Black. Levante la vista y lo mire. Su expresión de burla cambio a una preocupada al ver mis lágrimas.

-¿Qué te paso? -preguntó, preocupado.

-Nada que te importe -le dije con voz nasal, deseando que se marchara de ahí.

Pero no lo hizo. Se sentó a mi lado, y para mi sorpresa, me cogió en brazos y me acuno en su pecho. Y yo lloré sobre su pecho. Cuando ya no me quedaron más lágrimas que derramar, me puse de pie.

-Ni una palabra de esto, Black -le dije. Luego le susurre: -Gracias -antes de darle un beso cerca de los labios.

Salí de la clase y sonreí al acordarme del beso que le había dado a Black.

Entonces me di cuenta. Estaba enamorada de Sirius Oríon Black.

Fin del flashback

-Me pregunto que querría -dijo Sirius de golpe.

-¿Quién? -preguntó Sally.

-James -respondió Sirius-. Fui a visitarlos el día, en que... bueno, ya sabes... el día en que murieron. James me dijo que fuera a verlo el día siguiente, pero sucedió eso. Me lo hubiera dicho entonces, pero tenía una cita...

-¿Una cita? -interrumpió Sally celosa. Algo que Sirius notó.

-Descuida, no me acosté con ella -Sally lo miró sorprendida-. La verdad, es que desde ese día, ya sabes, el día que lo hicimos no he estado con nadie más.

-¿Por qué? -preguntó Sally.

-Porqué no podía dejar de pensar en ti -confesó el animago-. Cada vez que estaba con alguna, tu cara se me pasaba por la cabeza; Remus y James me dijeron que estaba enamorado de ti, pero no les hice caso. Cuando conseguí escaparme de Azkaban, tu volviste a mi mente, quería encontrarte, pero tenía miedo. Me había ido ese día, el día en que hicimos el amor -Sally volvió a mirarlo-. Para mi fue perfecto, pero me asuste.

-No te voy a negar que esa noche fue la mejor de mi vida dijo Sally-. Recuerdo cada caricia, cada beso, cada palabra, cada momento a la perfección, pensaba que el chico del que llevaba enamorada desde los diecisiete me había correspondido a su amor. Pero cuando me levante y vi que te habías ido, me sentí utilizada, como una vulgar puta...

-Sally, no digas eso.

-Pero es la verdad. Me sentía así. En estos catorce años no ha habido nadie -Sally no supo porque razón dijo eso-. Me he dedicado a cuidar y críar a Will y a Emily.

Ambos se quedaron en silencio.

-Sarah -dijo Sirius-. Se que me comporte como un cerdo al irme ese día, lo menos que pude hacer era quedarme, pero no lo hice. Huí como un Slytherin en vez de afrontarlo como un Gryffindor. Pero no quería aceptar que estaba enamorado de ti.

-Sirius...

-Déjame acabar -pidió-. Me merezco todo tu odio y rencor. Pero al verte aquí, con Will y Emily, me dan ganas de vivir contigo, de vivir con Will, Emily y Harry (en cuanto lo saquemos de la casa de los Dursley), de despertarme todos los días a tu lado, de envejecer contigo. Antes eso me asustaba, pero ahora no.

Sirius respiró profundamente.

-Sarah Emily Jones, ¿quieres ser mi novia?

Sally se quedó petrificada. Sirius había conseguido derribar el muro que había construido a su alrededor; así que sólo atinó a acercarse a él y besarle. Ambos se recostaron en el sofá, Sally sobre Sirius, mientras se besaban. La mano del prófugo estaba en la espalda de Sally, sin moverla, y la otra en la cabeza. No quería que Sally se pensara que quería acostarse ya con ella, a pesar de que él lo estaba deseando. Para su sorpresa, Sally comenzó a desnudarlo.

-¿Qué haces? -le preguntó Sirius.

-Llevó catorce años sin tener sexo, Black. Así que más te vale que no se te haya olvidado como hacerle el amor a una mujer -respondió Sally.

-Eso es como ir en escoba -repicó Sirius, besando el cuello de la mujer. Entonces una nota cayó sobre ellos.

Queridos Sally y Sirius:

Os hemos preparado una habitación para vosotros solos.

Disfrutarla

A.S.P S.H.M R.J.W & compañía

PD: Usar encantamientos silenciadores. Lo sabemos por experiencia propia.

Sirius y Sally se fueron a la nueva habitación, que estaba decorada con los colores de los leones


(Dos horas más tarde)

Sirius se quedó mirando el techo mientras acariciaba la espalda desnuda de Sally. Nunca se había sentido tan contento por leer unos libros, ya que gracias a ellos, podía conocer mejor a su ahijado, y se había reunido con la mujer de su vida. Si no hubiera huido ese día, ¿podría haber evitado Azkaban? Seguramente.

Sally se pegó a él, y el animago sonrío. Iba a tratar de limpiar su nombre, no sabía como, pero lo haría. Y viviría feliz junto a Sally, sus hijos y su ahijado.

Sirius Black se había propuesto a tener una buena vida. Y gracias a esos libros podría conseguirla.


Hola gente,

vigésimo capítulo. Dos seguidos, la verdad es que estaba inspirado.

No se que os ha parecido la unión de Sirius y Sally.

Seguramente a lo largo de está semana publicare la continuación del fic, cuyo título sería Conociendo el futuro 2. La cámara de los secretos (que es la traducción correcta). Así que estad atentos.

Se despide,

Grytherin18