Si bien, sigo con mi tesis así que tiempo no he tenido, pero como esta es mi primera revisión, decidí descargar mi frustración escribiendo el capítulo y olvidándome de todo…. Ya saben, Kuroshitsuji NO es mío, y para serafina sí, sí, tengo wattpad, pero la verdad no he subido nada por ahí y no sé ni cómo funciona :P pero si deseas mandarme un mp por ese medio mi nombre de usuario es…Hilde19 y también para todos aquellos que deseen hacer lo mismo, Gracias a todos por seguir la historia y por su paciencia infinita :)

Capítulo 24: Edward Alexander Ravenhunter II

Aun en pijama, Ciel y Sebastian se aventuraron fuera de la habitación de Ciel para averiguar más sobre el hermano de Alice, el mayordomo se aseguró que no hubiera nadie alrededor y junto con el conde subieron la escalera que conectaba al lado este de la mansión.

-Bien, ¿por dónde deberíamos empezar?- Pregunto Ciel algo distraído mirando la cantidad de puertas que se desplegaban por el pasillo.

-Deberíamos comenzar por abrir la primera puerta bochan- Sonrió Sebastian abriendo la puerta que tenían al lado.

Al entrar reconocieron un aula de clases, con dos pupitres, un enorme escritorio y una pequeña biblioteca, además de una pizarra, no hubo necesidad de velas, la luna estaba en su total esplendor y alumbraba la habitación por las enormes ventanas, era un ambiente triste, había mapas geográficos en las paredes y un globo terráqueo enorme, más mapas enrollados sobre rutas navieras, posibles rutas comerciales, libros de cuentas, libros de texto, dos tinteros con sus respectivas plumas, y hojas sueltas para los apuntes, al abrir los libros y cuadernos guardados encontraron distintos temas en distintos idiomas y con dos diferentes caligrafías, una muy seria y formal, y la otra con piruetas, adornos y giros en las letras mayúsculas y en las letras cuyo trazo lo permitía.

-Alice tenía una letra muy femenina, muy… adornada- Dijo Ciel medio asombrado, recordaba que las cartas de Alice tenían una caligrafía hermosa, sin tanto adorno, se había asombrado, puesto que la mayoría de las damas gustaba de adornar su letra mientras que Alice a duras penas ponía uno que otro rizo en las mayúsculas.

-Para una niña estos son temas que ni usted entiende bochan- dijo Sebastian con otro cuaderno en ruso, que contenía un detallado dibujo de una ruta naval claramente ofensiva.

-Sí, ya se, Alice es una genio en esto… no me fastidies Sebastian- Exclamo irritado el conde.

Siguieron buscando nada en especifico, solo miraban los cuadernos y se asombraban de vez en cuando por el que pensaban era el cuaderno del hermano de Alice, y se detuvieron cuando encontraron un papelito escondido en uno de los libros.

-Mira esto Sebastian- Exclamo el conde mientras le tendía al demonio el papel.

"No te preocupes, yo estoy contigo, y nosotros somos suficientes, no te harán daño"

Al.

-¿Al.? bueno, a juzgar por la letra es de Alice, esta muy adornada y a duras penas le entiendo- Dijo Ciel con su siempre razonamiento lógico.

-mmm …Parece ser que la duquesa era muy protectora con su hermano, a pesar de que él era el mayor de los dos-

Con eso en mente siguieron su búsqueda, nada fuera de lo normal, la biblioteca de Alexander era igual de surtida que la de Alice, salvo que no contenía el apartado de novelas románticas, incluso ambos tenían sus propios libros de protocolos y etiqueta de cada país con el que tenían relación, Ciel estaba asombrado, la letra de Alice aparecía en todos lados, la de su hermano ocasionalmente para hacer algunas notas.

Encontraron también el estudio del duque, algo no andaba bien, la letra de Alice también aparecía en documentos oficiales, "Supongo que no es de sorprender, si el hermano trataba de que Alice supiera como llevar las cosas en caso de que el falleciera pues sería lógico que la hiciera redactar documentos oficiales a modo de prueba" Pensó el conde de manera lógica.

Y luego llegaron al final del pasillo, dos puertas se ofrecían delante de ellos encerrando en una de ellas el secreto del difunto duque, según Ciel, sin pensarlo dos veces abrió la puerta que tenía delante de él y casi se muere del susto el pobre, al ver el cuadro de cuerpo completo de una versión más grande y masculina de Alice. Edward Alexander Ravenhunter II les daba la bienvenida a sus dominios con una sonrisa.

-Por un segundo creí que estaba vivo- Respiro Ciel un poco recuperado del susto.

-Sí, Pareciera que no tarda en hablar y saludarnos- Dijo Sebastian algo perturbado, el parecido de Alice con su hermano era innegable, el duque y su hermana estaban cortados por la misma tijera, excepto el cabello, lo cual era la incomodidad de Sebastian, porque sabiendo lo que sabía de Alice, ver a ese joven con el cabello negro era como ver una versión humana del mismo Sebastian.

-Tiene cierto parecido contigo Sebastian- Dijo Ciel verdaderamente sorprendido, hasta él podía ver ciertos rasgos que solo los había visto en Sebastian –Es perturbador si me lo preguntas-

Sebastian no dijo nada, ambos estaban tan concentrados en el retrato que estaba frente a ellos que no se dieron cuenta de los ojos que los observaban con furia desde la puerta.

-Sabes, me imaginaba al duque algo más severo, pero viendo sus ojos cualquiera diría que es una persona gentil y amable- Seguía reflexionando Ciel –Creo que en cierto modo me hubiera gustado conocerlo, Alice tenía razón al quererlo proteger, era una de esas personas que parece que pudiera ser herido fácilmente-

-No creo que necesitara protección, a juzgar por la sala de prácticas que pasamos el duque era muy diestro con las armas- Dijo Sebastian mientras posaba su mirada en la espada que tenía el joven del cuadro en su cintura.

-No solo era diestro en las armas, también era letal con las palabras e implacable con sus enemigos, y creo que no le hubieras agradado mucho Phantomhive, cualquiera que se me acercara a diez pasos de distancia era merecedor de un tiro en la frente… cortesía del duque Alexander- Dijo Alice desde la puerta, muy seria y con ojos entrecerrados encerrando su furia.

Ciel pego un brinco de susto cuando escucho a Alice y Sebastian se sorprendió al no haber sentido la presencia de la duquesa.

-No recuerdo haberte autorizado investigar a mi hermano, Phantomhive- Continúo Alice de manera amenazante.

-No puedes culparme, desde que llegamos solo he escuchado el nombre de Alexander, era lógico que quisiera saber quién era- Replicó Ciel a modo de defensa, aunque por la cara que tenía Alice bien podría haberle dicho cualquier cosa y aun así lo hubiera matado con la mirada.

-La curiosidad mato al gato… y en este caso al perro- Sonrió Alice de manera algo siniestra.

Sebastian comenzaba a ponerse a la defensiva sintiendo el aura de demonio que emitía Alice y que chocaba con la suya en señal de advertencia.

-Lady Alice, no queríamos importunar el dominio de su hermano, solo queríamos conocer como era en realidad, esa es la verdad- Sebastian se había puesto entre Ciel y Alice para evitar que la duquesa siguiera fijando su mirada sanguinaria en Ciel quien comenzaba a ver la verdadera naturaleza ofensiva de Alice y comprendió que su prometida era capaz de matar a quien fuera si se metía con la memoria de su hermano.

-Apártate de mi camino Sebastian, sé que solo cumples con tu contrato así que no quiero lastimarte, y también sé que sigues las órdenes de ese cachorro que se esconde detrás de ti. Lo diré por última vez: quítate de en medio, no olvides que este es mi territorio, mi casa, mis reglas, y ustedes profanaron mi santuario- Alice comenzaba a perder la paciencia, jamás espero que su hermano se sometiera al escrutinio de Ciel, "¿Es que acaso no lo pueden dejar de criticar? ¿Ni siquiera después de muerto? Su memoria no será manchado una vez más, no mientras yo tenga algo que decir sobre eso" Pensaba Alice colérica.

En un momento como ese un rayo de comprensión ilumino los pensamientos de Ciel "Seré idiota, Alice defiende a su hermano de cualquier crítica posible, es probable que nos hubiera malinterpretado pensando que comparábamos a su hermano con alguien más" Dedujo el conde, y en ese momento supo que decir en su defensa.

-No pretendía ofender a tu hermano Alice, y no hice ninguna comparación con nadie, bueno… quizá dijera que tenía ciertos rasgos con Sebastian, pero eso fue todo- Exclamo Ciel cuando sintió que Alice preparaba su ataque.

Como si un rayo la alcanzara, Alice abrió los ojos y miro alternativamente a Sebastian y luego al cuadro de su hermano.

-No puedo creer que digas eso- Exclamo Alice, más calmada y fijando su mirada en el cuadro que tenía delante.

Suspirando de alivio, los curiosos (chismosos quedaría mejor) invitados se colocaron detrás de la duquesa que después de memorizar las facciones de su hermano fijo su mirada en Sebastian.

-Siempre me dije que Sebastian me agradaba más que los demás, y creo que ahora se porque, tienes razón Ciel, mi hermano tiene cierto parecido con Sebastian, él porqué es un misterio- razono Alice mientras caminaba por la habitación.

-No hemos entrado a su dormitorio si eso te sirve de algo, nos quedamos aquí en la antesala- Continuo Ciel a modo de disculpa.

-¿debería estar agradecida?- Respondió irónica la pequeña duquesa –Pero supongo que tienes razón, desde que llegamos no he hecho otra cosa que recordar a mi querido hermano, supongo que para un sabueso como tú, eso supuso una buena pista y la curiosidad te venció- suspiro Alice –aunque hubiera agradecido que me avisaras antes de incursionarte por sus dominios-

-¿Me hubieras contado o invitado aquí si te lo hubiera pedido?- Pregunto sarcástico Ciel

-Eres mi prometido, es mi deber mostrarte parte de mi linaje ¿no crees?- La respuesta mordaz de Alice dejo en una pieza a Ciel.

-l-lo lamento Alice, supongo que también tú tienes cosas que quisieras mantener ocultas- El conde admitió su derrota a regañadientes, después de todo Alice tenía razón estaba en su territorio.

-En fin, ¿Qué te falta averiguar de mi hermano?-Suspiro vencida Alice, sabía que de nada le serviría ocultar nada al sabueso de la reina.

-No buscaba nada especifico, pero descubrí algo sobre ti más que de tu hermano, ¿Cuándo dejaste de ponerle rizos y piruetas a tu letra?- Pregunto sonriente Ciel.

Alice lo miro como si mereciera ser encerrado en un manicomio, y esa mirada advirtió a Ciel que había dicho algo impropio, a lo que de inmediato se puso serio y Sebastian soltó un sonido raro mientras ocultaba la risa detrás de su mano.

-La letra adornada y con rizos era de mi hermano… yo nunca decore mi letra- Respondió Alice que dudaba si sonreír ante la cara de susto que tenía Ciel o fingir su enojo, al final la risa gano y al igual que Sebastian oculto el sonido detrás de su mano.

"la suerte esta de mi lado esta noche, menos mal que dije rizos y piruetas en lugar de letra afeminada o hubiera terminado muerto" Suspiro mentalmente Ciel.

-Entonces la nota que vimos en el libro pertenecía a tu hermano, ¿de quién quería protegerte? Porque parecía un tanto molesto- Recordó de pronto el conde.

Alice paro su risa en seco –De mis padres-

Sebastian también paro de reír.

-Bueno si vamos a hablar de Alexander será mejor que nos pongamos cómodos, será una historia larga- Y dicho esto Alice los guio a la última puerta y cuando la abrió una sala enorme se desplego ante sus ojos –Bienvenidos al cuarto de juegos, o la sala fraternal, como le decía afectuosamente mi hermano-

Las paredes de la sala tenían cuadros de Alexander con Alice, desde un bebe en brazos de un niño hasta una pequeña en las piernas de un joven. El cuarto tenia asientos individuales, tapizados de terciopelo negro con un cuervo bordado en plata, había espadas de juguetes, un piano y un violín, libros infantiles y novelas de misterio y románticas, bocetos de Alice y Alexander, dibujos de paisajes, de cuervos, una mesa de billar, barajas de cartas, y una pequeña caja que Ciel sospechaba contenía la reserva de vino del hermano de Alice.

-bien, tomen asiento- Indico Alice cuatro cómodos sillones y espero a que se sentaran –Bien, deben de saber que mi hermano el duque era el legítimo heredero de estas tierras, el gobernaría en Alemania y yo sería enviada a Inglaterra, ese era nuestro destino y lo habíamos aceptado sin más, yo no fui deseada, mis padres alegaban siempre quien tenía la culpa de haber engendrado semejante abominación en la casa del cuervo… ¡un cuervo blanco! El horror y la desgracia, eso era lo que yo representaba para ellos, mi color de cabello no era normal en la familia, era una deshonra por tener el cabello color miel, de hecho mi hermano me dijo que ese era su color, el color de la miel dorada y deliciosa, los demás me decían que era del color de la arena del desierto, seca, y mortal, como sea, mi hermano siempre estuvo conmigo, de hecho no supe de mis padres hasta mis cuatro años cuando Alex me trajo un retrato de ellos, y como siempre los oí discutir por mi causa, pues deduje que no era bienvenida en la familia, y mis otros parientes no dejaron de recalcarlo, me pegaban, me humillaban, comparaban, todos querían ocultarme del mundo, y mi único refugio era mi hermano, yo adoraba a mi hermano, hubiera dado mi vida por él, y cuando asesinaron a mis padres, Alex subió a la cabeza de la familia, vengando mis anteriores desventuras y desdichas, aplico la fuerza de los Ravenhunter sobre el que se pusiera en su camino o me hubiera insultado con anterioridad, si, ya sé que dicen que la muerte de mis padres fue un accidente pero yo no lo creo… y accidente o no, no me interesan, no eran figuras dignas de mención en mi memoria, tres años después de que mi hermano heredara el ducado ocurrió su homicidio, llegaron cartas reclamando y exigiendo una revisión de cuentas en los libros de las propiedades en Alemania, para entonces Alex tenía 18 y yo 9, y juntos nos hacíamos cargo de las cuentas en ambos países: Alemania e Inglaterra no teníamos más opción y estábamos muy a gusto con nuestra situación hasta esas famosas cartas, no he descubierto aun quien era el que las enviaba o algún indicio… el punto es que cinco meses después de esas cartas mi hermano apareció muerto en su habitación, murió de un tiro que le dieron en el pecho, y con su sangre pintaron traición en el espejo de su habitación, el disparo que lo mato fue en el pecho, pero tenía seis balas más dentro de su cuerpo… yo no estaba en la mansión, mi hermano me apresuro para que me fuera a revisar las propiedades de Londres y cuando regrese, mi hermano había sido asesinado la noche anterior a mi regreso… y eso es todo, busco a los culpables de que mi hermano sufriera tal humillación y los inútiles que dejaron las propiedades de los Ravenhunter de Alemania en manos de mi odiosa tía Rachel Mushielm- El discurso de Alice era un poco confuso y dejaba ciertos huecos, pero viendo lo perturbada que estaba al contar la historia Ciel se concentró en lo importante del relato.

-Entonces tu hermano vio venir un ataque y te saco de Alemania para evitar que te hicieran daño- Razono Ciel, sintiendo que su causa y la de Alice distaban mucho de ser iguales, si, ambos querían venganza, pero mientras la de Ciel era una afrenta personal, la de Alice era una venganza por alguien querido.

-Eso supongo, a mis 9 años no veía las cosas claras, solo sabía que debía ir a revisar las cosas de Londres y regresar lo más rápido posible al seguro abrazo de mi hermano- Respondió Alice mientras miraba el último cuadro de ella con su hermano.

-Y ¿luego de la muerte de tu hermano?- Preguntó Ciel aun con curiosidad.

-Mi tía reclamo la custodia de los Ravenhunter porque yo era menor de edad, y aun las tiene en su mando, y como no me iba a quedar en su territorio pues… que me la casa hasta los cimientos y me fui a Inglaterra, el territorio que me pertenecía por derecho, ya para entonces tenía un contrato con Lissana así que no fue mucho problema, y como el titulo estaba vinculado con la nobleza de allá pues hice mi presentación ante la reina y descubrí que mi hermano me había asegurado un lugar en la corte, viendo mi destreza la reina me encomendó misiones y pronto fui candidata a un lugar en la nobleza oscura… bueno, creo que después de 3 años de servicio era un premio justo- Aclaro Alice mientras acariciaba el borde de un caballete.

-Recuerdo que dijiste que querías castigar a los responsables de la muerte de tu familia- Dijo Ciel confundido.

-Sí, pues, acababa de conocerte, no te iba a poner en bandeja de plata mis secretos, en realidad solo quería vengar a mi hermano, mis padres no son importantes, pero para limpiar el nombre de Alex también debo encontrar a los responsables de sus muertes, por lo que me guste o no también debo vengarlos- Suspiro resignada Alice que miro a Ciel con una sonrisa.

Ciel se acercó a la figura de Alice y la envolvió en un abrazo –La sangre que buscas me asegurare de que la obtengas- Le prometió Ciel a Alice.

Alice sonrió –Y las almas que tú necesitas, me asegurare de que las encuentres-

Sebastian los miraba con una sonrisa de demonio "Su alma se vuelve cada vez más apetitosa, y es todo un deleite ver como madura, es como esperar a que un vino tenga el buqué perfecto, esto será deliciosamente divertido"

-No creas que he estado lamentándome todos los días Ciel- La voz de la duquesa saco a Sebastian de sus pensamientos –Lissana ha ido a investigar donde se encuentra la urraca, y me dio cierta información interesante, el mismo día que nosotros llegamos a Alemania, cierto mayordomo arácnido también llego al país, pero como nos detectó en las calles, decidió esperar el momento para escabullirse y reportarse a mi tía-

-Claude Faustus, de la casa Trancy- Respondió Ciel irritado, y no fue el único, a Sebastian le brillaron los ojos de forma amenazadora ante la mención del otro demonio.

Antes de que los dos varones dijeran algo el reloj de la sala dio dos campanadas indicando que ya habían pasado 2 horas después de la media noche.

-Bueno, mañana te contare el plan contra mi tía, soy una persona que se despierta temprano y puntual, si quiero estar consiente a las 7 am debo irme a dormir, ya que hice las presentaciones siéntete libre de visitar los dominios de mi hermano, pero deja todo en orden o te arrepentirás- Advirtió Alice antes de deslizarse por la puerta.

-Espera Alice…- La duquesa lo miro somnolienta desde la puerta – ¿me dirás la verdad de donde estuviste esta tarde?

-En la tumba del cuervo, mañana con calma hablaremos de eso, me voy a la cama… y deberías hacer lo mismo, buenas noches a ambos- Y sin más Alice se deslizo por el pasillo.

Sebastian miraba a Ciel divertido –Esta vez reacciono bien bochan-

-no sé de qué me hablas- Respondió Ciel y le dirigió una mirada acusadora a su mayordomo que continuaba riendo.

-No hizo ninguna escena ni mención a que la duquesa solo vestía su ropa de dormir… ¿o es que el abrazo tenía otro significado?- rio por lo bajo Sebastian.

Ciel se puso rojo y en su vergüenza le grito a su sonriente demonio – ¡ERES INSUFRIBLE! ME VOY A LA CAMA…. ¡IDIOTA!-


Y bueno, esto es todo lo que mi estresada, y nerviosa cabecita puede pensar, por ahora… si tienen alguna sugerencia o desean ver alguna pareja en específico pueden dejarlo en los reviews o mandarme un mp… pierdan cuidado, que no tenga tiempo de escribir no significa que no lea o revise sus comentarios o mensajes ;)