Ángel primero fue a un polígono industrial que había justo a 20 minutos del Hotel, pero allí solo encontró lo que parecía una especie de cuartel general. Estaba lleno de armas, jaulas, cadenas y fotografías de los miembros del equipo, y un montón de información de ellos. Ángel le hizo gracia porque tanto de Spike como de él, tenían solo un boceto de su cara. Bastante bueno, aunque estaba seguro que él no tenía tanta frente.

Después fue a una especie de bungaló de los años 50 en lo que estaba seguro jamás había sido una urbanización respetable. Al entrar allí, encontró a Holtz, medio desangrada, estirado en el suelo.

- ¿Qué ha pasado? (dijo Ángel tumbando a Holtz en el sofá).

- Unos vampiros, atacamos hace dos noches su nido…pensamos que los habíamos aniquilado a todos.

- Voy a llamar a una ambulancia.

- No, no te vayas (lo sujetó fuerte) Perdí mucha sangre, me muero. Ángel, fui injusto contigo, Steve me contó, eres un buen hombre, cuida de él, él te respeta. Dile que estoy muy orgullosos de él, que fue un honor poder hacerle de padre (y se desmayó Ángel llamó a una ambulancia para que viniesen, pero Holtz, estaba muy débil, Ángel reconocía cuando un cuerpo era drenado hasta el punto de no retorno, y Holtz, había sido drenado hasta ese punto).

Ángel se quedó a su lado hasta que dio su último aliento de vida. Connor había robado la furgoneta de Gunn y había logrado llegar hasta el bungaló de Justine, se acercó con cautela y vio como Ángel salía de allí y se montaba en su coche. Connor esperó a que se alejase lo suficiente y entró en la casa. Entonces, lo vio, era Holtz, estaba muerto en el sofá. Connor se acercó a él y lo abrazó y lloró y lloró, como nunca había llorado. Fue mientras lo abrazaba que se dio cuenta de las dos marcas en el cuello. Ángel lo había matado. Y era todo, su culpa, si él lo hubiera matado la primera vez que tuvo ocasión, nada de eso habría pasado. Nada. Connor repasaba mentalmente todas las ocasiones que había tenido para matar a ese monstruo y que no lo había hecho. Ese monstruo había jugado con él, era retorcido y manipulador, le había hecho creer no solo que tenía alma sino que le quería. Y ahora por esa debilidad y ese error su padre estaba muerto. Ese monstruo, el monstruo que él debía matar, lo había matado. Connor juró ante el cuerpo sin vida e Holtz, que acabaría para siempre con Ángelus.

Justine entró en ese momento, y le explicó lo que había pasado. Como ángelus, los había aplastado a todos. Ella había logrado escapar, gracias a Holtz, Holtz se había sacrificado. Eso hizo sentirse aún más miserable a Connor. Justine iba explicándole con todo tipo de detalles sórdidos la monstruosidad de la naturaleza de Ángelus, y lo sádico y cruel que había sido con Holtz. Justine también le convenció que ese no era el momento para vengar la muerte de su padre. Debía de tener la sangre fría y esperar a que todo se enfriara, porque solo así con la guardia bien baja, podrían acabar con la bestia.

Connor se levantó, y le dijo que esperaría, pero en cuanto surgiera la más pequeña oportunidad de alejar a Ángel de todo su sequito, no dudaría y vengaría la muerte de padre. Había fuego en su mirada, Justine sonrió, el plan de Holtz había funcionado, Ángel caería y más pronto de lo que nadie se imaginaba.

Connor regresó a casa extrañamente antes que Ángel, no había nadie en el Hotel excepto Cordelia y Liam.

- ¿Dónde están todos? (preguntó a Cordelia).

- Tu padre los llamó, una emergencia (dijo acabándose de pintar las uñas). A la mierda nuestra cita. Así no lograremos tener esa cita jamás (dijo poniendo pucheritos). Por cierto, Gunn te va a matar por haberle cogido la furgoneta, más vale que no le hayas hecho ni un rasguño.

- Sé conducir, él mismo me enseñó.

- Tienes 14 años, si te hubiera parado la policía, tendrías serios problemas. Y por hoy ya tuviste suficientes.

- ¿se lo dirás a papá?

- Si no se lo dice Gunn, yo tampoco (Connor le dio un beso en la mejilla)

- Gracias Cordi, eres la mejor.

- ¿mejor que Fred? (preguntó con malicia sabiendo que Liam sentía debilidad por la cerebrito).

- Eso depende…¿Hay ensalada para cenar? (dijo forzándose a sonreír).

- Jajaja No despiertes a tu hermano, me ha costado un mundo dormirlo (Cordi hablaba aún de Liam como si fuera un bebé).

- De acuerdo, seré sigiloso cómo un ninja.

- Solo con que no tires todo lo que encuentres a tu paso como un elefante me conformo.

- Eyyyy que el desordenado es el enano.

- Lo sé, solo te advertía que tuvieras cuidado jajaja.

- Ok, me cambio y bajo a cenar contigo.

- Connor son las once de la noche, ya cené, pero gustosamente te haré compañía.

- Gracias (le volvió a sonreír y subió al apartamento. Nada más cruzar la puerta se desmoronó y tuvo que correr al aseo de la entrada para vaciar todo el contenido de su estómago).

A la mañana siguiente despertó en su cama, supuso que Ángel lo habría acostado, solo un vampiro podría haberlo levantado, haberle puesto el pijama y metido en la cama sin ni despertarle. Connor estaba enfermo, tenía fiebre, dolor de estómago, la mirada se le nublaba. No era enfermedad, él jamás había estado enfermo, era el dolor por la pérdida de Holtz, pero bien podía pasar por una gripe, y eso fue lo que hizo, necesitaba un poco de soledad. ´

Al anochecer Ángel fue a darle un poco de sopa de pollo y a hablar con Connor. Debía de contarle lo de Holtz, pero no sabía cómo. Ángel sabía que a pesar de todo, su hijo seguía viendo a Holtz como a un padre.

- Hijo tenemos que hablar.

- Papá, si es por la furgoneta de Gunn, ya vino y me dio la bronca.

- ¿Qué pasó con la furgoneta de Gunn?

- Nada (dijo muy rápido. Ángel decidió dejarlo estar, debía centrarse en decirle lo de la muerte e Holtz).

- Hijo, ayer después de nuestra charla.

- Paliza querrás decir.

- Connor, por favor, intento decirte algo, no me interrumpas, y menos para soltarme menosprecios.

- Lo siento papá (y aquel papá le quemaba en el cuello).

- De acuerdo, ayer fui a ver a Justine, pero me encontré con Holtz, unos vampiros que habían estado persiguiendo un par de noches antes, los atacaron. Holtz, fue brutalmente herido, cuando lo encontré ya no le quedaba casi aliento, lo habían drenado a conciencia. Pero me dijo que estaba muy orgulloso de ti y que fue un honor poder hacerte de padre (Connor sabía que su padre jamás diría eso, porque no era cierto, había crecido sintiéndose decir a diario al vergüenza que llevaba a su casa tener al hijo de esos dos monstruos y que lo mínimo para mostrar su gratitud era su plena obediencia y sumisión. Holtz no era un padre amoroso, nada más lejos, pero había sido su padre y había cuidado de él. Y ahora aquel monstruo que estaba delante de él diciéndole todas esas patrañas, lo había asesinado cruelmente) ¿Hijo? ¿hijo? ¿Estás bien, Connor? (viendo que el chico estaba muy lejos de allí).

- Estoy aun un poco débil, puedes apagar la luz cunado salgas? (Ángel pensó que aquella era una forma muy educada de echarlo, pero lo estaba echando).

- Claro, mañana ya te encontrarás con más fuerzas. Hijo (dijo antes de apagar la luz), si quieres hablar de lo que sea, mi puerta siempre está abierta para vosotros.

- Gracias, papá, solo necesito descansar un poco.

Cuando Ángel cerró la puerta, Connor miró hacia la cama de Liam, dormía como un tronco, se vistió en silencio y salió por la ventanilla del cuarto de baño que daba a una especie patio interior del hotel que daba a la cocina. Y desde la cocina salió a la calle. Necesitaba aire fresco, aire que no oliera a vampiro. Aquello lo estaba enfermando. Connor estuvo paseando un buen rato, aclarando las ideas, y sin darse cuenta caminó hasta el puerto, allí aún estaban los de la feria con su espectáculo. Liam había comentado que quería ir a ver a los trapecistas y al hombre bala. Estuvo paseando y entró en el espectáculo de magia. Uno de los números se llamaba el "cofre de Houdini" y consistía en que le mago se introducía encadenado dentro de un cofre de acero blindado y ese cofre se tiraba a un recinto lleno de agua y debía escapar en menos de 4 minutos o moriría ahogado . Connor miró el cartel con detenimiento un largo rato con una sonrisa espeluznante. Si, efectivamente, había algo peor que la muerte y eso, precisamente era lo que se merecía Ángelus. Connor llamó a Justine y le contó lo que se le había ocurrido. Con un plan en mente Connor regresó al hotel. Sabía cómo ahora solo había de esperar al CUANDO.

Y el CUANDO llegó solo tres semanas más tarde.

Connor se había pasado las últimas tres semanas observando y estudiando todos los movimientos de cada uno del equipo. Estaba trazando mentalmente un perfil de cada uno. Era un rastreador magnifico y eso era porque su capacidad de observación iba más allá de la humana. Connor podía usar sus habilidades vampíricas para saber más de la gente que uno sabría a simple vista. Por ejemplo el estado de humor, si mentían, si ocultaban algo, si estaban enfermos…Y sin duda en el Hotel había algo que se estaba cociendo a fuego lento. Y ese algo era entre Ángelus y Cordelia. Miraditas, frases inacabadas, ciertos gestos, encuentros "no casuales" en el pasillo.

Connor observaba como un ave de presa, más bien como una ve carroñera, esperando el momento en que la presa ya estuviera más débil para atacar. Y por casualidades de la vida esa tarde escuchó una conversación muy reveladora. Entre Lorne y su padre sobre sus sentimientos y la necesidad de hacérselos saber a Cordelia. Puesto que sino lo hace, lo más probables es que también acabe yéndose. Ángel decide hacer caso a Lorne y confesarle su amor a Cordi, esa misma noche, puesto que habían quedado ya para hablar sobre Groosalugg y los recientes ataques de Wolfram&Hart. Aunque en verdad ha quedado con el vampiro para confesarle sus sentimientos.

Ángel da fiesta a toda la pandilla y Fred y Gunn se llevan a Liam a la feria para animarlo un poco puesto que esa misma mañana Ángel había tenido que reñirle otra vez por contestón y no quererse bañar ni ordenar la habitación. Y así Ángel podría tener esa reunión con Cordi, tranquilamente. Connor por su parte, les había dicho a Fred y a Gunn que había quedado con unos amigos, para ir al cine y si podían recogerlo de vuelta de la feria. Pero Connor no llegó ni a entrar en la sala de cine, en vez de eso fue hasta la playa donde sabía que Ángel estaba preparando una velada romántica.

- ¿Connor qué haces aquí?

- Feliz día del padre, monstruo ( y se tiró sobre él).

- ¡Connor! (dijo sorprendido en la arena)

- No fui un buen hijo, padre lo supo siempre, pero seré un buen samaritano, no te mataré, dejaré que sufras por la eternidad (y Connor empezó a golpear y patear a Ángel, que no sabía de dónde venía tanta ira y odio. Ángel no atacaba solo se defendía no quería hacer daño a su hijo. Pero de repente Connor se paró y sonrió.) Norma número UNO, nunca dejes que tú enemigo sepa cuan poderoso eres (y se lanzó hacía él como un toro y lo noqueó dejándolo inconsciente. Connor sacó su teléfono y mandó un mensaje, en menos de 3 minutos Justine estaba allí ayudándolo a encadenarlo y meterlo dentro del cofre).

- Tengo una barca esperándonos ahí mismo.

- No perdamos tiempo, la sesión termina a las once (dijo muy serio mirándose el reloj).

FIN