Quiero llorar… sniff… sniff… ¿Después de 3 años ha llegado el final? Pues sí L espero seguir viéndolos por aquí, no me abandonen T_T y no me odien por tardar tanto, escribir es muy difícil, quisiera que inventaran una maquinita que escribiera lo que pensamos e imaginamos, todo sería más fácil XD

Esta historia es totalmente de mi autoría y los personajes le pertenecen a la gran Naoko Takeuchi.


Capitulo 15

Eternamente mía

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— Serena ven, tomemos otra foto – una rubia muy extrovertida hostigaba a todos obligándolos a tomarse fotos a cada momento; en muchas de ellas se veía casi saltando sobre los demás ya que los tomaba por sorpresa, tenía una cámara instantánea nueva y no paraba ni un minuto, parecía una niña con sobredosis de azúcar.

— Mina ya cálmate –

— Déjala Rei está contenta, ahorro mucho para comprarse esa nueva cámara –

— Lita te está quedando hermoso el pastel –

—Gracias Serena, las cosas salen mejor cuando las haces para tus seres queridos – inquirió la chica guiñándole un ojo.

— Por supuesto, el pastel está quedando tan bien porque es para nuestra querida Rini – como de costumbre Rei no podía dejar pasar la oportunidad de molestar a la rubia de dos coletas, era el pan de cada día.

Cuando estaba a punto de explotar y saltarle encima a su querida amiga escucho sonar el timbre de la casa, alcanzo a fulminarla con la mirada para luego darse media vuelta pudiendo escuchar las pequeñas risas de sus amigas, no podía creer que la habían remplazado con su hija eran tan crueles. Abrió la puerta y sus padres se asomaron junto con su hermano – Hola – dijo sin mucho ánimo ya que desde que sus amigas habían llegado no dejaron de molestarla como siempre lo hacían.

— ¿Qué clase de recibimiento es ese? – pregunto su madre abrazándola y felicitándola seguida del abrazo de su padre y un pequeño golpe en el hombro por parte de su hermano, como una especie de felicitación.

— ¿Dónde está mi nieta? – Kenji busco con la mirada a la pequeña sin obtener ningún resultado.

— Al parecer ustedes también le trajeron obsequios a ella y se olvidaron de mi – la chica los fulmino con la mirada, estos sonrieron nerviosos sin darle mucha importancia y pasaron a reunirse con los demás invitados. Serena podía sentir como la ignoraban por completo; su padre ya la había remplazado con su querida nieta… son unos ingratos todos, si no fuese por mí no tendrían a su preciada Rini… pensó y bufo terminando de cerrar la puerta para ir tras ellos.

Al acercarse a ellos la madre de Serena pregunto una vez más por su nieta y su esposo, ella contesto que seguían dormidos. Por otro lado Mina seguía acosándolos a todos con las fotos, ahora unía a la familia que recién llegaba para capturarlos junto a su hija que le dedico una sonrisa forzada, después de esto se le ocurrió la gran idea de capturar a padre e hija dormidos, Serena no le dio importancia, movió sus hombros para decirle que podía hacer lo que quisiera puesto que como siempre tenía la cabeza en otro lado.

— Espera… ¿Qué? – cuando reacciono la rubia de moño rojo ya estaba subiendo las escaleras muy alegre – Espera Mina… — salió inmediatamente detrás de ella, había recordado que su esposo dormía en ropa interior, no era nada del otro mundo pero con Mina nada era seguro, ya podía imaginarla haciendo todo un escándalo y a demás solo ella tenía el derecho de ver a su esposo de esa manera.

Al llegar al piso de arriba ya era muy tarde, todos escucharon el chillido de la chica y voltearon hacia el mismo lugar expectantes aunque nada preocupados sabiendo que la responsable de aquello era la impetuosa Mina. Por otra parte ya que Serena intuía el porqué del escándalo, acelero el paso hasta que escucho algo que la aterrorizo…

— ¡Serena! – Exclamo Darien por todo lo alto, se había despertado sobresaltado por el escándalo de Mina y lo primero que se le ocurrió fue llamar a su adorada esposa.

Se detuvo por un momento alcanzando a escuchar las risas provenientes del piso inferior, parecía como si todos hubiesen ido solo para molestarla y al llegar a la habitación, Darien frotaba uno de sus ojos aun adormilado mientras Mina lo miraba con un notorio sonrojo.

— ¡Mina! – Se quejo y ella volteo a verla con una cara llena de picardía, entonces revelo la foto, la agito para luego mirarla y sonreír con los ojos llenos de un brillo encantador.

— Esta será para mí – concluyo aquel acto guiñándole un ojo a su amiga y pasando por su lado como si nada hubiese pasado.

— Espera… ni lo sueñes, no te quedaras con esa foto – La tomo del brazo para detenerla pero esta se zafo, salió corriendo de la habitación y en el instante en el que decidió ir tras su entrometida amiga su esposo la detuvo preguntándole que sucedía; agito sus manos dándole a entender que no era nada importante… Me matara si sabe que permití que Mina hiciera eso…

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— Mina ya deja de mostrar esa foto por favor, que verguenza –

— Ay que aburrida eres Amy, para algo se hicieron los ojos ¿Cierto chicas? – Rei y Lita comenzaron a balbucear, no sabían que decir pero tampoco podían dejar de ver la foto, el morbo podía más que ellas.

— Entonces por esto fue el escándalo – Dijo Andrew quitándole la foto de las manos a Mina, curioso por el cuchicheo que tenían todas – ¿Qué opinas Lita? –

— ¿Qué cosa? – Pregunto ella totalmente apenada sabiendo que miraba a otro hombre en presencia de su novio.

— ¿Darien es más atractivo? – La miro con picardía, solo quería molestarla ya conocía de antemano como eran esas chicas cuando estaban juntas, eran de temer ya hasta a él le habían hecho algunas cuantas jugarretas. Lita sonrojada e incómoda, titubeaba entre palabras hasta que Rei intervino para salvarla.

— Ya sabes cuál será su respuesta Andrew, siempre dice que tú eres más atractivo – Las palabras de Rei sonaban muy aburridas, siempre era lo mismo con Lita y Serena defendían a Darien y Andrew como si fueran los últimos hombres en la tierra y en cambio ella siempre criticaba a Nicolás. Mientras Rei calmaba las cosas Mina asentía con mucha seriedad, dándole la razón a su amiga y Lita las miraba con mala cara hasta que Amy se incorporo de nuevo a la conversación…

— Oigan… ¿No creen que Serena está tardando mucho en bajar? –

— Conociendo el temperamento de mi amigo Darien, debe estar amargando a la pobre de Serena – Comento Andrew divertido y todas asintieron muy serias menos Mina que seguía con mucho entusiasmo.

— Vamos… no se angustien chicos, Darien le perdona todo a Serena, seguro se están dando amor o algo así –

— ¡Mina! – La retaron todas, ya se había tardado en decir sus típicos comentarios fuera de lugar, pero ella se dio por aludida, ya que noto la presencia del sujeto en discordia.

Se tenso al ver su cara llena de seriedad y noto que se dirigía justo hacia ella, trago grueso, tal vez si había metido la pata; había acabado con su amiga Serena y ahora iba en contra de ella. Todos se quedaron en silencio aunque al fondo se escuchaban las conversaciones de los demás invitados a la pequeña reunión, solo ellos había visto cuando Darien bajaba por las escaleras y cuando al fin se acerco se dedicaron a mirar la escena que parecía algo graciosa.

— Mina – Dijo de manera apacible con un leve sonrojo en su rostro.

— Darien – Fue lo único que se le ocurrió decir ya que esperaba otra reacción de él, le dio algo de miedo esa cercanía calmada.

Se miraron, los demás los miraban a los dos, Darien sonrió y extendió su mano hacia ella la cual retrocedió en el momento por instinto. El siguió sonriendo e hizo un movimiento con su mano para pedirle algo.

— ¿Qui-qui-eres esto? – Le mostro la foto ya nerviosa por su sonrisa tan cálida y calmada que infundía miedo, él asintió y entonces con mucho pesar la coloco en su mano, a Serena la podía manipular pero con Darien sería imposible.

Luego de eso la tensión desapareció cuando Ikuko se acerco a ellos saludando alegremente a Darien, preguntándole por su nieta y su hija que tenía un buen rato perdida, pero no hizo falta que este contestara ya que ella bajaba las escaleras con la pequeña en brazos, por fin estarían todos reunidos para celebrar.

Serena al igual que Mina se acerco a Darien nerviosa, al parecer él ya le había dicho algunas cuantas cosas estando a solas. Él le sonrió, tomo a la pequeña en sus brazos y luego pego la foto que recién había recuperado en su frente, ella instintivamente cerro sus ojos y soltó una leve queja al sentir como el afincaba el dedo índice en su frente. Cuando dejo de sentir la presión en su frente abrió sus ojos y vio como se alejaba de ella, tomo la foto, se dio cuenta de lo que era mientras todos reían por la actitud de Darien que aun seguía tratando a Serena como una niña, ella hizo un par de pucheros y luego fue tras él indignada por su trato, tratarla así en frente de sus amigos que lo único que habían hecho desde que llegaron era molestarla y ahora él les daba una razón más para seguir haciéndolo.

El resto de la tarde paso con tranquilidad, hasta llegar la hora de cortar el pastel, Serena y la pequeña Serena soplaron las velas al mismo tiempo, las dos le dieron a probar de su trozo de pastel a Darien pero este decidió probar primero el de la pequeña, Serena que ya estaba cansada del mal trato de sus amigos y su familia no quiso aguantar también a Darien dedicándole todo su tiempo a Rini ¿A caso ella ya no existía para ninguno? Así que decidió sentarse sola en un sofá para por lo menos tener el placer de disfrutar ese delicioso pastel.

Todos compartieron miradas cómplices, Darien dejo a Rini con las chicas y se sentó a lado de Serena para hacerle compañía ya que se había dado cuenta de que su ánimo había disminuido.

— ¿Recuerdas que Rini es tu hija? –

— Eso debería preguntarle yo a ustedes, parece que se les olvido quien la trajo al mundo – Dijo con molestia tomando un bocado de pastel, Darien sonreía por verla hacer uno de sus berrinches, al parecer el juego que tenían todos de hacerla molestar se les había salido de las manos, pero todo tiene su recompensa.

— Compórtate como la adulta que eres –

— Y me lo dices tú, que no eres capaz ni de bañarla. No me insultes Darien –

— ¿Qué? – Pregunto temeroso a lo que ella no respondió – No pretendía insultarte, solo quiero que disfrutemos juntos –

Mientras ellos hablaban disimuladamente, para que nadie se diera cuenta del mal genio que traía Serena, las chicas comentaban mirándolos a lo lejos. No hacía falta que Serena disimulara todos sabían muy bien que estaba molesta, habían planeado hacerla molestar toda la noche, pero reconocían que si se habían excedido un poco.

— Tranquilas Darien la contentara, si no pues, será su problema – Comento una divertida Mina que aun seguía dolida por la foto que le habían quitado – Sera castigo divino –

— Ya Mina supera lo de la foto –

— Tú no entiendes Rei, era la foto perfecta ¿Qué acaso no vieron lo mismo que yo? – Miro a sus amigas y ninguna le respondió – ¿Lita no dirás nada? –

— Bueno… Mina… yo… — Reía nerviosa rascando su nuca.

— Claro ahora como esta Andrew te haces la digna –

— ¿A mí por qué me metes en ese saco? Y yo que pensaba regalarte algunas fotos que tengo con Darien – A Mina se le iluminaron los ojos de solo pensar tener esas fotos con los dos guapos juntos.

— ¿Por qué le dijiste eso? Ahora no podrás sacártela de encima – Dijo Lita con mucho pesar.

— Serena no parece muy convencida con lo que le dice Darien – Amy quien seguía seriamente los movimientos de Serena mientras las demás hablaban de cosas banales, miraba como Serena le huía a Darien.

Así era, Darien estaba tratando de animar a Serena pero esta seguía sintiéndose muy indignada. De las chicas se lo esperaba pero de Darien después de que le había hecho el amor horas antes prometiendo que sería el mejor cumpleaños de su vida, cosa que se merecía después de que el trabajara toda la semana y no le había dedicado nada de tiempo.

Serena siguió comiendo su pastel mientras ignoraba a su adorado esposo, ya estaba cansada, solo quería que acabara el día y Darien en un descuido tomo el merengue y le embarro un poco en la cara haciéndola enojar mas, lo cual no duro mucho ya que él se abalanzo sobre ella para besarla sorpresivamente, eso siempre era su último recurso para hacerla feliz ya que ella sabía que a él le incomodaban esas demostraciones de afecto en público; no era que no lo hacía nunca, pero si se avergonzaba al saber que estaba siendo observado y más en la presencia de los padres de su esposa. En ese momento todos decidieron ya mirar a otro lado y dejar a los tortolitos con sus riñas cursis, a veces hasta caían mal con toda la miel que derramaban.

— ¿Para qué tomar el pastel con el cubierto, cuando lo puedo tomar de tus labios? – Serena que se encontraba sonrojada, lo miro estática, había caído en sus redes. Que molesto es querer discutir con alguien que no te deja, la hacía tragarse todas esas cosas y la hacía olvidar con tan solo un beso ¿cómo podría estar enojada cuando él se comportaba de esa manera tan cariñosa? era imposible.

— Ya. Ya. Ya caí, no tienes que seguir, eres un manipulador. Iré por otro trozo de pas… — No la dejo terminar de hablar ni de levantarse del sofá ya que la había tomado del brazo para acercarla a él y besarla juguetonamente – ¿Qué haces? Ya basta, me haces cosquillas –

— Déjate querer – Le dijo divertido – No hice eso para contentarte, lo hice porque me provoco. Sé que te encanta cuando hago estas cosas y me gusta hacerte feliz–

— Está bien, te creo pero ya – Aun seguía riendo y tratando de alejarlo, hasta que él solo la abrazo, la apretó sin dejarla moverse y le susurro al oído…

Ya quiero que estemos solos –

Ella iba a responder a su insinuación pero fueron interrumpidos por un muy conocido carraspeo que hizo que Darien la soltara con un tanto de brusquedad, aun después de años de estar casados y de haber tenido una hija se sentía intimidado por la presencia del padre de Serena.

— Me alegra mucho verlos tan contentos – Dijo abriéndose espacio entre ambos enamorados, Serena gozaba con la expresión que tenía el rostro de Darien – Aun no puedo creer que mi pequeña Serena se convirtiera en toda una mujer y se alejara de mi por otro hombre, Serena no aguanto más y soltó una gran carcajada.

— Papá ¿Cuánto bebiste? – Le pregunto entre risas.

— Solo una copa – Le sonrió y le mostro la copa que llevaba en su mano. Una gota de sudor caía por la frente de Darien, ya se imaginaba lo que estaba por venir – No creas que se me olvida… — Volteo para mirar a Darien –… que te aprovechaste de mi hija y… — Cuando iba a seguir con su sermón habitual Ikuko se le acerco para callarlo y alejarlo del pobre de Darien que seguro ya estaba cansado de lo mismo, Serena no paraba de reír, algo bueno por fin pasaba en el día.

— Kenji. Ya Darien se sabe tu repertorio de memoria ¿Hasta cuándo seguirás con eso? Ya hasta te dio una nieta ¿Qué más quieres de él? –

— ¿Qué cosas dices mujer? Él sabe que es parte de nuestra familia o acaso he dicho algo malo – le dijo directamente a Darien y este negó nervioso con su manos.

— Por supuesto que no señor – Serena seguía gozando con la escena, al principio siempre defendía a su esposo pero ya era algo tan habitual que dejaba que él lo manejara solo.

— ¿Lo ves…? — Ikuko ya lo estaba tomando del brazo para alejarlo – Sabes que con cualquier hombre que se acercara a mi Serena yo sería igual… — Se escucho por ultimo mientras se alejaban y Serena se partía de la risa sobre el sofá.

— ¿Te diviertes? – Pregunto con una mirada tétrica mientras ella se calmaba y limpiaba las lágrimas provocadas por su ataque de risa, pero ella no era la única, todos los que presenciaron la escena estaban igual de divertidos que Serena. Pasaron las horas, ya varios estaban entonados, en algún punto de la noche Serena noto que Darien desapareció pon un tiempo, pero cuando todos ya se despedían para irse él ya estaba ahí junto con ella con un bolso y todas las cosas que necesitaría su pequeña que se iría con sus abuelos, a ella le pareció que era demasiado para un solo día pero sabiendo lo sobre protector que era su esposo omitió cualquier comentario al respecto.

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Al fin solos — Susurro ya cerca de ella abrazándola por detrás y ella sonrió pícaramente, pero no era por lo que él esperaba si no porque por fin cobraría venganza.

— Sí y… ¿Recuerdas lo que dije? – Volteo para mirarlo a la cara – Te toca limpiar – término mordiéndose la punta de la lengua de manera juguetona, le dio un beso fugaz y se dispuso a alejarse de él pero él la detuvo.

— Espera – La tomo de la mano y ella volteo a mirarlo – Ya tengo lista la otra parte de tu regalo ¿No lo quieres? – Ella muy emocionada insistió en que quería saber que era.

— Lo sabía, sabía que tú no podrías ser tan cruel como los demás – Se abrazo a su cuello y le dedico una enorme y hermosa sonrisa a la que él contesto con una igual. La separo de si, tapo sus ojos con sus manos y la dirigió hasta la sorpresa mientras ella preguntaba que era.

— No comas ansias, ya lo veras – Se detuvo un momento en frente de una puerta corrediza que daba hacia el jardín trasero y le pidió a ella que la abriera ya que sus manos estaban ocupadas, dieron unos pasos más hasta que por fin se detuvo quitando las manos de sus rostro – Sorpresa –

Él susurro a su oído aquella palabra y de verdad fue una hermosa y grata sorpresa, miraba maravillada todo aquello, había llenado el Jacuzzi con pétalos de rosas, a un borde tenía varios tipos de frutas acompañadas de chocolates para untar, dos copas y una botella de champan dentro de una hielera. Aquella imagen era como salida de una revista, nunca pensó que Darien fuse capaz de hacer algo como eso y en efecto, todo aquello no fue idea de él si no de su siempre alocada y querida amiga Mina, por eso durante la reunión se perdieron por un rato, se turnaban de vez en cuando para que ella no sospechara nada y así fue como lograron su cometido.

— ¿Sin palabras princesa? – Pregunto y ella asintió con la cabeza.

— No puedo creer que se te ocurriera algo como esto – Volteo a mirar con los ojos llenos de brillo por tanta emoción, todo era tan perfectamente romántico.

— Bueno… — Comenzó a decir mientras rascaba su nuca – Te mentiría si digo que todo lo hice yo, la idea fue de Mina. Prácticamente me obligo, yo te compre otra cosa, pero ella insistió y ya sabes… — Sin dejarlo terminar se abalanzo sobre él dándole un jugoso y apasionado beso para luego proseguir ella con el dialogo.

— Que bueno que te dejaste llevar, estoy encantada. Esta noche hare que te olvides hasta de tu nombre Darien Chiba – Dijo eso ultimo y se carcajeo por su comentario tan ocurrente; él riendo igual y excitado por aquello la tomo para seguir besándola pero ella lo detuvo – Espera… antes de… — Le brindo una mirada lasciva que él entendió a la perfección –… tienes que limpiar allá adentro –

— ¿Es en serio? –

— Por supuesto que lo es; tenemos un trato, ni creas que yo limpiare – Se rio por ver la expresión en su rostro, de verdad era un manipulador, pero esta vez no caería – Ya, no me mires así y apresúrate, yo te esperare aquí – Culmino separándose de él y comenzando a quitarse la ropa para introducirse en aquel relajante jacuzzi, mientras él veía el panorama completamente extasiado.

— Pero Sere… —

— No digas más, deja de perder el tiempo – Dijo interrumpiéndolo, a lo que él contesto con una sonrisa de resignación y así como ella lo ordeno, se apresuro para terminar lo más rápido posible. Mientras limpiaba pensaba en que ya no haría reuniones en su casa, prefería reservar un salón de fiesta o algo parecido donde pudiera dejarles el desastre a otros, por estar limpiando perdía tiempo valioso que podía estar pasando con su esposa.

Una hora después Darien apareció ya con su bata de baño listo para la acción nocturna con su esposa, llevaba dos objetos en sus manos, se acomodo a un costado del jacuzzi e interrumpió su relajado baño quitándole los audífonos de sus oídos y ella reclino su cabeza para alcanzar a mirarlo.

— Eres tú –

— ¿A caso esperabas a alguien más? – Pregunto posando una caja de regalo no muy grande en su frente, sabía que ella odiaba que hiciera eso, era la segunda vez que lo hacía en el día.

— ¿Debería alegrarme por el regalo o molestarme por lo que haces? –

— Si te molestas se como contentarte – Le sonrió y ella hizo lo mismo – Ábrelo. Es el regalo que te compramos Rini y yo –

Serena dejo a un lado la copa que tenía en sus manos para tomar la caja con mucha ilusión, la abrió y al ver el interior quedo encantada, era un hermoso medallón en forma de corazón – Que hermoso medallón, me encanta –

— No es un medallón— Sonreía a un mas por lo mucho que le había gustado, y Mina que decía que era poca cosa, no conocía a Serena tanto como él. Sabía que le encantaría aunque por un momento si lo dudo por tantas cosas que la disque diosa del amor metió en su cabeza.

Serena miro el medallón confundida ¿No es un medallón? Pensó mientras lo examinaba y entonces este se abrió dándole a entender lo que en realidad era – Un guardapelo – En el interior de este se encontraban dos fotos una de su pequeña y su esposo y otra de ellos junto a todos sus amigos.

— Para que nos lleves siempre contigo –

Su esposo termino de hablar y enseguida estiro sus abrazos para aferrarse a su cuello— Te amo Darien – Soltó su agarre tomo sus mejillas y le dio un jugoso y apasionado beso – Ahora entra que te lo voy agradecer –

— Serena – Soltó él al escucharla hablar de esa manera sensual y provocativa, la miro, ella lo miro y los dos rieron – Falta algo mas – Esta vez le entrego un sobre – Este es de parte de todos los demás, incluyendo a tus padres, Haruka, Michiru, Setsuna y Hotaru –

— ¿En serio? Pensé que se habían olvidado de mi – Dijo comenzando a abrir el paquete – Es una lástima que Haruka y las demás no pudieron venir, como ahora solo se dedican a viajar – Hizo una mueca de pesar al decir lo último, saco por fin el contenido del sobre y miro asombrada – Esto es… tiene la fecha de mañana Darien, pero solo hay dos boletos – Las chichas se habían confabulado para que el regalo que le tenían preparado fuese una gran sorpresa para Serena. Darien y Serena no había podido disfrutar mucho tiempo a solas más allá de su luna de miel ya que desde un principio su relación era algo tormentosa con tantos enemigos que aparecía y luego de casarse Rini llego tan rápido a demás estaba el trabajo de Darien entre otras cosas.

— Ya entiendo todo, por eso mi mamá insistió tanto para llevarse a Rini –

— Y las chicas te molestaron toda la noche para que no preguntaras por tus obsequios – Darien reía recordando que al final lograron que ella se molestara.

— Ya veo, que crueles son. Pero… tu trabajo, no puedes… —

— No te preocupes por eso – La interrumpió antes de que terminara de hablar – ¿Por qué crees que he trabajado sin cesar todas estas semanas? –

— Todos se confabularon en mi contra – Reía recordando que de verdad la hicieron molestar y a la vez se sentía tonta por dejarse engañar – ¿Pero qué hay de Rini? No podemos… –

Antes de que terminara otra vez fue interrumpida por su esposo – Solo será una semana, no te preocupes. Tus padres y las chicas se encargaran –

— Pero Darien… —

— ¿Buscas una excusa para no ir o es mi imaginación? – Pregunto ya quitándose la bata de baño y adentrándose al jacuzzi – Estuve todo este tiempo trabajando como un demente cuando podía haber estado mucho más tiempo contigo y nuestra pequeña – La abrazo y la pego a él dejando su rostro frente al de ella – No puedes negarte ahora –

— Bueno no deberías hacer planes sin consultarme –

—Soy inocente, no colabore con nada. La idea fue de Michiru, reclámale a ella – Se acerco a su labios para darle un beso de esos que comienzan lentos y luego se intensifican.

— Se lo diré cuando la vea – Alcanzo a decir separándose por un momento para luego seguir con el ritmo del beso.

Besaba sus labios y fue bajando poco a poco hasta llegar a su cuello haciendo que se le erizara la piel, en ese momento en el que le dio libertad a sus labios ella quiso insistir con que Rini estaba muy pequeña para dejarla por tanto tiempo, pero él no la dejo seguir hablando, estaba demasiado excitado como para seguir hablando sobre eso y sin darse cuenta le respondió de una manera que hasta a él mismo le sorprendió.

— Solo cállate y agradéceme como me lo dijiste – Detuvo sus besos, la abrazo y comenzó a reír muy cerca de sus oreja. Ella lo alejo con sus manos y lo miro sonriendo incrédula por lo que acaba de escuchara, él mandándola a callar ¿Qué acaso no sabía con quien hablaba? – Lo siento me deje llevar – Dijo aun riendo.

— ¿Dos veces en un día? – Pregunto haciendo referencia a lo que había pasado temprano en el baño de sus habitación.

Movió sus hombres con poca importancia – Es lo que provocas en mi – termino diciendo mientras trataba de alcanzarla pero ella no se dejo.

— No, no, no, ni creas, tú no eres mi Darien, eres un doctor perturbado al cual le faltan muchas horas de sueño – Ella reía al mirar su cara, habían pasado toda la noche molestándola, con alguien se tenía que desquitar y a demás ¿Mandarla a callar? Eso era jugar con fuego.

— Se lo que haces pero lo lograras – Fue tras ella mientras ella huía con agilidad de un lado a otro dentro del jacuzzi haciendo que saliera el agua de este.

— Ah… no… déjame… eres un demonio, devuélveme a mi Darien – Decía riendo mientras huía.

— Ni tu curación lunar podrá conmigo Sailor Moon – Eso ultimo la hizo estallar de risas, tanto que no pudo seguir huyendo.

— ¿Qué? – Seguía riendo – ¿De dónde te salió eso? – Al igual que ella él reía y así pasaron todo un rato jugueteando, haciéndose bromas pesadas y sensuales para amenizar la noche. El cumpleaños de Serena no pudo culminar mejor, ni todos los obsequios del mundo podían remplazar una noche de amor y pasión junto a su amado con el cual quería pasar toda la eternidad.

Darien esa noche la lleno de placer y término complacido sabiendo que ella seria eternamente suya.

¿Fin?


¿Les gusto? ¿Valió la espera? Me ponen triste los finales aunque terminen felices, decirle adiós a algo es muy difícil D: quiero agradecerles por seguirme hasta el final aun cuando tardaba en actualizar; en especial a Yssareyes48 que hasta en mi nueva historia la vi jeje a Princessqueen, Guest, xMishySunshinex gracias a la notificación de tu review me acorde de lo abandonado que tenía el fic y a todos los que me leyeron durante estos años y siguieron la historia desde el principio. Gracias se les quiere y espero que nos sigamos leyendo.

P.D: Ya los extraño.