Capitulo 13:!Día de locos!

-no puedo creerlo- refunfuñaba Blaise mientras caminaba enojado hacia la salida- !has cualquier estupidez!, baila, canta, has mímica...-imitaba la voz de la castaña mientras movía sus brazos exageradamente-... mandona sabelotodo...-siguió, mientras salia y cerraba la puerta con llave, para después girarse-... chantajista. Mira que amenazarme con...-paro en seco enarcando una ceja.

Frente a si, se encontraban dos hombres con rostros amenazantes y temibles. Ambos portaban un extraño uniforme azul marino, que incluía un sombrero del mismo tono y unos palo negros que colgaban de sus cinturones. El moreno miro por encima de los gorilas, y comprobó que el vehículo blanco y azul que había divisado por la ventana no pertenecía a ningún integrante de la familia Granger. Su sexto sentido le decía que algo no iba bien; eso, y que el guardia mas fortachon lo miraba como si fuera un elfo domestico.

-hola...- saludo susurrando, mientras pasaba su mirada de un hombre al otro. En su mente sintió una vocesita que le pedía a gritos que moviera sus piernas y entrara en la casa.

-señor, ¿esta todo en orden?- pregunto uno de los hombres, dejando entrever que aparentaba algo que no era, ya que su voz sonaba monótona y pasiva. Blaise movió su cabeza vacilante, para después asentir dudoso. Granger le había dejado en claro que nadie podía enterarse de lo ocurrido dentro de la casa, y el, con tal de no volver a casa donde Pansy lo estaría esperando con un cuchillo en su mano, obedecería a su pedido.

-¿usted es el dueño de la casa?- pregunto el mas alto de los hombres, con voz grave y la ceja enarcada. Blaise retrocedió un par de pasos mientras negaba con la cabeza. Ese hombre le daba miedo; mas que Draco en su versión cursi y sentimental.- ¿se encuentra el dueño de casa en el recinto?- pregunto irritado, mientras el moreno asentía titubeante.

-¿podría llamarlo?, necesitamos hablar con la persona a cargo- pidió el otro hombre, que al parecer contaba con un poco mas de paciencia que su corpulento amigo.

-de... acuerdo. Iré a buscarla- respondió rápidamente, mientras tomaba con su mano el pestillo de la puerta. Haría cualquier cosa, con tal de alejarse de esos mastodontes azules. Con manos temblorosas, inserto la llave en la puerta, para después, tras mirar asustado a los dos hombres, entrar y cerrarla.

Camino lentamente por el pasillo hasta llegar a la entrada de la sala principal, donde pudo divisar a Granger y Draco, los cuales discutían sobre que hacer con el tío de la castaña, que a esas alturas parecía un recién difunto.

-¿tenemos que cargarlo hasta su cuarto?-pregunto Draco mortificado. No quería cargar a Guillermo de nuevo. ¿Y si se fracturaba algún brazo?

-no lo cargaremos. Seria imposible llegar a su cuarto antes de que mi familia entrara por la puerta- respondió Hermione pensativa, mientras Draco suspiraba. Genial, sus brazos seguirían con vida por un tiempo mas- creo que ya se como...- dijo con una sonrisa, mientras Draco la miraba confundido.

Hermione se dirigió al perchero, sin darse cuenta de que el moreno se encontraba recostado en el marco de la puerta a unos pasos de si, boqueando como pez fuera del agua. Tomo un sombrero marrón deforme, para luego tomar unos lentes negros de sol que reposaban en una mesita.

-¿que haces?- pregunto Draco, mientras tocaba a Guillermo con un dedo. Tal vez el hombre se había muerto por el gran golpe que recibió.

-solo mira.-Dijo Hermione acercándose a ellos, para después colocarle los lentes y el sombrero a su tío. Sonrió-¿que te parece?- pregunto mirando a Draco, el cual miraba a Guillermo.

-me parece que Guillermo debería usar sombrero y lentes mas seguido. De esa forma no nos arruinaría la vista con su horrendo rostro-respondió Draco, al tiempo que Hermione le propinaba un golpe en la cabeza.

-no seas tonto. Me refiero a que si parece dormido-dijo Hermione molesta. Draco nunca cambiaría.

-pues... si, parece dormido.-respondió encogiéndose de hombros. Pero era verdad; su vista saldría perjudicada si sus preciosos ojos continuaban viendo el espantoso rostro del tío de su novia.

-perfecto. Ahora, arreglemos este...¿que haces aquí?- pregunto sorprendida y molesta la castaña, mientras observaba a Blaise, el cual la miraba ceñudo.

-¿y tu que crees?, me recupero del shock que acabo de sufrir por culpa de esas dos replicas exactas de Crabbe y Goyle.-respondió alterado al tiempo que llevaba una de sus manos al pecho. Su corazón latía mas rápido de lo recomendable. Tanto Draco como Hermione, lo miraron extrañados y confundidos.

-¿que pasa?- pregunto Hermione, al sentir unos golpes secos en la puerta. Se acerco con curiosidad a la ventana, para después mover lentamente el extremo de la cortina. Cuando asomo su rostro a la pequeña abertura, pudo sentir como algo la envolvía y empujaba lejos de la ventana. Confundida, vio como Zabbini la tenia sujeta, con el rostro en dirección a la ventana, como si la misma fuera una amenaza para todos.- ¿que haces Zabbini?- pregunto molesta, intentando romper el agarre del moreno. Este la miro serio.

-¿que, que hago?, !salvo tu vida!,!eso hago!- respondió asustado, mientras la castaña lo miraba como si fuera un animal parlante.

-¿de que hablas Blaise?- pregunto Draco, mientras sus ojos miraban fijamente los brazos de su amigo al rededor de la cintura de su novia. Confiaba plenamente en Blaise y en Hermione, pero de todas formas no le gustaba presenciar ese tipo de escena.

-!hay dos matones ahí afuera!- respondió asustado el moreno, mientras, para alivio de Draco, soltaba a Hermione, ya que esta le había pellizcado el brazo.- quieren hablar con el dueño de casa...- explico, mientras Hermione enarcaba una ceja. ¿Quienes eran esos tipos que Blaise nombraba?

-iré a ver quie...

-!no!- interrumpió terminante Blaise, mientras los otros dos adolescentes lo miraban extrañados.- esos hombres que parecen pitufos por su vestimenta y dementores por su expresión agria te mataran. No es que me importe tu existencia, pero sinceramente no tengo ganas de soportar a Draco llorando por los rincones como un perrito herido- siguió, haciendo que Draco lo viera mal. ¿Como se atrevía a decirle, sutilmente, que era un marica?

-hablo el que estuvo encerrado por dos semanas en su casa, por que su novia se fue a París.! Ja!, aun recuerdo tu sollozos imparables- dijo Draco, mientras se cruzaba de brazos. El moreno iba a responder, pero el pequeño gritito emitido por Hermione lo interrumpió.

-Blaise... dime que esos dos hombres no...- unos golpes acallaron sus palabras. Sin siquiera responder a las interrogantes de su novio, salio disparada hacia la puerta.

Ante las suplicas del moreno y las preguntas de Draco, abrió la puerta principal. Su alma cayo al piso.

Oficiales.

Oficiales de policía.

-¿que se les ofrece caballeros?- pregunto la castaña, intentando camuflar su nerviosismo. Por algún motivo que desconocía, esos hombres uniformados siempre la ponían nerviosa. El mas grande y amenazante dio un paso adelante, haciendo que la chica tragara en grueso.

-¿usted es la dueña de casa?- pregunto el oficial, mientras intentaba espiar dentro de la casa. Rápidamente su vista se vio obstruida por los dos adolescentes de metro ochenta, que intentaban ocultar el desorden que había dentro.

-si señor- respondió firme, mientras observaba nerviosamente el arma de fuego que portaba el oficial.

-hemos recibido un llamado desde esta dirección.- explico el menos fortachon y mas amable policía. Hermione lo miro confusa- La operadora nos ha pedido que viniéramos de inmediato a esta casa. Parece que la persona que llamo al 911 estaba muy alterada.- siguió, mientras que el ojo derecho de Hermione comenzaba a sufrir un tic nervioso. Mataría a Zabbini. - así que,¿ fueron ustedes los que llamaron al 911?- pregunto, haciendo que los ojos de Blaise brillaran esperanzados.

-¿como esta la señora 911?- pregunto el moreno, mientras ambos oficiales intercambiaban miradas asombradas. Hermione estuvo tentada de pegarle al chico, pero no es una buena idea hacerlo delante de dos oficiales de policía.

-¿de que hablas muchacho?- pregunto un oficial, mientras observaba al moreno con la ceja enarcada.

-¿ya la sacaron del aparato?- pregunto Blaise emocionado, mientras empujaba Hermione de enfrente. Draco se golpeo la cara. Realmente su amigo era un peligro en el mundo muggle. Ante la mirada horrorizada de Hermione, el matón irritable comenzó a acercar su mano a el garrote. Antes de que alguien dijera algo, Micaela apareció por la puerta, posicionándose junto a la castaña. Esta la miraba con ojos acuosos.

-¿que pasa cariño?- pregunto suavemente la castaña, mientras Draco bufaba. Esa niña era una verdadera molestia.

-Todo esta mal ahí adentro- respondió compungida, haciendo que los oficiales posaran su mirada en ella.- Mateo intenta atrapar a Lucien, que esta corriendo por la cocina con un cuchillo en la mano; Marc y Lucas pelean todo el tiempo; y el tío Guillermo no se mueve desde que Marc le pego con la sartèn en la cabeza- explico suspirando, mientras los oficiales de policía se miraban el uno al otro. O se encontraban frente a un manicomio tomado por los desquiciados pacientes, o esa niña contaba con un gran sentido de la imaginación. Mejor no averiguarlo.

-Amm... creo que esta todo en orden aquí, ¿no es así, compañero?- pregunto uno de los oficiales al otro, el cual asintió. Hermione los miro con la ceja enarcada. ¿Saber que una persona correteaba por la casa con un cuchillo en mano, era considerado como situación estable para ellos?, la seguridad estaba completamente perdida. Suspiro- bueno, nos vamos.- finalizo, dándose la vuelta, sin dejar que Hermione emitiera palabra. Malditos incompetentes.

-¿que haremos con la reencarnaciòn del diablo homicida, y el cadáver pelado de tu tío?- pregunto Draco, mientras veía como la patrulla desaparecía calle arriba. Cuando la castaña salio de su ensoñación, pudo comprender lo anteriormente dicho por Micaela.

-paremos esto de una vez- respondió hastiada, ignorando los apodos que Draco le había puesto a sus dos familiares. Draco y Blaise se miraban entre si. Realmente, todo lo ocurrido en las ultimas horas había sido una completa locura.

Después de escuchar las explicaciones de todos los presentes, Hermione llego a tres conclusiones; la primera, que jamas debería volver a dejar a Lucien con hambre, y menos en una cocina donde podía acceder rápidamente a un jamón del tamaño de una pelota que amerita ser cortado con un cuchillo filosamente peligroso. La segunda, que su tío no despertaría hasta la mañana siguiente. Tras quitarle el sombrero, pudo comprobar como un moretón se abría paso en su cabeza calva. Y tercero, que Lucas y Marc jamas en la vida dejarían de pelear. Pudo comprobar tal cosa, cuando, tras pasar media hora en la cocina, estos comenzaron una riña.

-!no se vale!, parezco la cenicienta en su faceta de mucama- protesto Marc, mientras señalaba la esponja en el piso junto a el- !hasta tengo presente a las espantosas hermanas malvadas que no ayudan a la pobre chica!-mirando a Lucas, el cual frunció el ceño, y a su hermano.

-dos cosas-empezó Lucas acercándose- primero;deja de decir estupideces. No eres la cenicienta;te falta la cara bonita y la amabilidad. Dos cosas que jamas en tu vida tendrás-dijo, mientras Marc lo miraba molesto. Draco asintió; por primera vez en esa casa, estaba de acuerdo con el patito feo.- segundo; eres un idiota. Pero eso ya lo sabias- finalizo con una sonrisa, al tiempo que Hermione cerraba los ojos. Habían sucedido muchas cosas en ese día y lo ultimo que quería era seguir agregando cosas a la lista.

-lo que si se es que a ti te queda perfecto el papel de hermanastra; eres feo, insoportablemente afeminado, y un mandon de pacotilla- dijo Marc con el ceño fruncido, mientras se levantaba para acercase a Lucas, el cual lo miraba molesto.

-interesarse por lo que pasa en el mundo y ser educado no tiene nada de afeminado Marc. Espero que tu diminuto cerebro haya entendido lo que dije- dijo Lucas rojo de la furia, mientras Marc esbozaba una sonrisa.

-calmate Lucas, no queremos que tu cabeza explote e inchastre mas la cocina...

-calmate tu Marc, no sea cosa que tu ultima neurona muera a causa de una sobredosis de pensamiento inútilmente innecesario...

Tras unos minutos, donde palabras estúpidas y sin sentido fueron lanzadas desde un niño al otro, Hermione intervino, haciendo que todos, excepto Blaise y Draco, se fueran a sus habitaciones. Cuando quedaron solos en la cocina, los tres magos se miraron entre si, para después comenzar a limpiar y ordenar todo a base de magia.

Al terminar, los adolescentes se encaminaron en silencio hacia la escalera, todos sumidos en sus pensamientos. Había sido un día muy agotador, pero al fin y al cabo resulto medianamente bien. Los padres de Hermione aun no llegaban, y cuando lo hicieran no se enterarían de lo que había ocurrido allí. Los oficiales no presentarían quejas o multas ya que no cumplieron con el deber que se les encomienda desde su primer día; "asegurar que todo este en orden".!Ah!, y como olvidarlo; su relación con Draco estaba a salvo. Al menos hasta que otra estupidez se presentara.

-¿estas despierta?- pregunto Draco a su lado, mientras la aferraba mas contra si. Tan concentrada estaba en sus pensamientos,que no se dio cuenta que ya estaba acostada junto al rubio.

-lo estoy- respondió, mientras se giraba para ver los ojos grises de su novio. Este le sonrió divertido.

-¿que crees que pasara mañana?- pregunto el chico, mientras la castaña lo miraba confundida.

-¿a que te refieres?- pregunto sin entender a que se refería. Draco la miro por unos instantes.

-digo, hoy hemos pasado por muchas cosas. Un incidente en la cocina; un casi homicidio; la visita de esos hombres uniformados; y como olvidar al demonio rebana jamones- explico, mientras Hermione reía. Dicho de esa forma, no sonaba tan mal.

-no tengo idea... pero lo que si se, es que tan solo faltan tres días para que esto termine.- respondió sonriendo, mientras a Draco le brillaban los ojos.- no se tu, pero yo ya quiero volver a casa. Esto de estar metida en constantes problemas ya me esta agotando.

-estoy de acuerdo contigo- dijo el rubio, mientras la miraba a los ojos. Nada lo ponía mas feliz que saber que en un par de días todo eso terminaría. Aunque no había logrado su cometido; caerle bien a sus suegros.

Antes de caer en brazos de morfeo, Hermione hablo.

-casi lo olvidaba; mañana tendremos que ir al centro-respondió, mientras Draco posaba su mirada en ella- pasado mañana es el cumpleaños de Lucien y Marc. Y tras pasado es el de Lucas. Tenemos que comprarles un regalo.- finalizo, haciendo que Draco la mirara alarmado.

Algo malo pasaría.

La sola idea de salir con Blaise ya era inverosímil. Pero saber que irían a otro lugar que no era Londres mágico donde todo el mundo conocía al afectado moreno , y que saldrían junto a dos demonios castaños y un patito feo afeminado con complejo de sabiondo, incrementaba su preocupación.

-Tranquilo, no pasara nada- dijo Hermione, adivinando lo que estaba pensando su novio. Le dio un corto beso en los labios, para después sonreirle.- solo saldremos por un par de horas. Estoy segura de que todo estará bien.

El rubio suspiro, para después acurrucarse contra Hermione. A esas alturas, lo mas recomendable era dejar de lado esos pensamientos oscuros, para dar paso a esos que lo hacían feliz. Como por ejemplo, que en tan solo tres días, todo su tormento acabaría ya que se irían de esa casa habitada por demonios insoportables. Con una sonrisa tranquila, se dejo caer en brazos de morfeo, olvidándose absolutamente de todo; lo que posiblemente ocurriría mañana, los locos acontecimientos vividos ese día, y al soltero sin remedio que reposaba incomoda e inconscientemente en el sillón de la sala.

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!Hola!

He vuelto a la vida. Se que muchos no se acordaran de esta loca historia, ya que hace mucho tiempo que dejo de ser actualizada. Sinceramente la inspiración no ha acudido a mi, y por eso decidí dejarlo. Ahora la he retomado, y como siempre, espero que les guste. No me gusto mucho este capitulo, pero de todas formas espero que les guste.

Nos leemos pronto.

Dejen reviews.

Besos.

Los quiere.

Fefi.