Hola! Saben, esta historia fue la primera que escribí y se podía notar en la mala ortografía y pésima redacción XD así que decidí reescribir esta historia si pensaba continuar con ella. Por eso empezare de nuevo con este fic. Pero no teman, actualizare rápido :D

Espero que les guste y gracias por leer.

Hace 17 años la nación del fuego fue conquistada por un dictador despiadado con el nombre de Orochimaru, el cual era un demonio, el más poderoso a decir verdad.

Condujo sus ejércitos atreves de las cinco naciones causando la muerte de miles de inocentes, la desintegración de familias y convirtiendo a civiles en esclavos.

Sin embargo, a través de toda esa miseria, un bebe de pelo rosado y ojos jade nació, al cual nombraron Sakura. Esta pequeña criatura se convertiría en la luz de todos, su madre sabía que ella sería la que acabara con el reino de Orochimaru y traería la paz de vuelta al mundo.

…Solo tenían que esperar.

Cuatro años después del nacimiento de la pelirosa, la pequeña se encontraba a lado de una cama donde su madre enferma descansaba.

-Escúchame bien mi niña…tienes que trabajar duro…debes defender a los que amas…debes derrotar a Orochimaru- La madre dijo entre jadeos, la mujer sabía que estaba llegando al final de su vida.

-P-porque me dices eso?!- Sakura pregunto sorprendida. –Deberías preocuparte en tu salud!-

-Lo siento mi pequeña, pero ya no puedo más…- La mujer susurro. –Siempre supe que serias especial, desde el primer momento en que te vi, debes volverte fuerte y liberar al mundo-

-…Yo no puedo hacer eso madre, soy solo una niña…no tengo el poder para hacer lo que me pides- Sakura dijo mientras las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos.

-Eres más que una niña Sakura, no eres como el resto. Sé que tu derrotaras a Orochumaru…sabes por qué?- Su madre susurro y con su último aliento le confesó a su hija un gran secreto. Uno que dejo a su hija en total shock haciendo que más lágrimas saliera de los ojos de la pequeña.

La madre sonrió tristemente antes de cerrar sus ojos para nunca volverlos a abrir.

Sakura aun en estado de shock salió de la habitación donde su madre se hallaba, solo para encontrarse con su padre y su hermano mayor, ambos compartían una expresión cansada y triste. Cuando vieron el estado de la pequeña al salir de la habitación supusieron lo peor.

-C-Cómo está?- Su padre pregunto con voz quebrada.

-…se fue- Fueron las únicas palabras que salieron de la boca de la pequeña, mientras sus ojos veían al frente, enfocándose en la nada.

Con esas palabras, su padre y hermano rompieron en llanto, el mayor corrió a la habitación de la mujer para confirmar lo que su hija había dicho mientras su hermano se tiró al suelo de rodillas mientras lloraba a todo pulmón.

-….madre, prometo derrotar a Orochimaru…te hago una promesa de vida. No te defraudaré- Sakura pensó mientras apretaba sus pequeños puños mientras sus propios lloriqueos se mezclaban con los de su hermano.

Sakura respiraba profunda y pesadamente mientras veía a su padre quien estaba frente a ella, ella tenía moretones y cortadas por todo el cuerpo. Sus rodillas le temblaban del esfuerzo que había hecho.

-Vamos! Continua! Tienes que volverte más fuerte!- Su padre le gritaba mientras se ponía en posición de defensa esperando a que su hija lo atacara.

-Padre! Es suficiente! Sakura ya se ha esforzado todo lo que puedo, déjala en paz- Su hermano grito desde una orilla, veía a su hermana menor con preocupación. –Sakura ya es muy fuerte para su edad-

-Aun no, si quieres tener aunque sea una oportunidad de sobrevivir en el mundo, debes ser más fuerte!- Su padre la animó.

Sakura asintió con determinación antes de correr hacia su padre a toda velocidad con kunai en mano.

Un año después el ejercito de Orochimaru atacó el pueblo donde Sakura y su familia vivían, los civiles quisieron resistir, querían defender a su pueblo, entre ellos estaba el papá de la pequeña, pero no fueron suficientes, las tropas enemigas no tardaron en matarlos y si hubo sobrevivientes, el ejercito los tomo como esclavos.

Sakura y su hermano lograron escapar pero todo empeoró, estuvieron huyendo durante tres meses, tratando de sobrevivir la guerra que se volvía más violenta. Sin su padre ahí para defenderlos no tenían protección alguna…nadie se compadecía de ellos.

En un intento de escapar a un lugar más seguro fueron emboscados por unos soldados enemigos, los cuales tomaron a su hermano dejando a Sakura sola en la mitad de la noche.

Fue entonces, cuando la pequeña se encontró completamente desamparada, sola con su llanto y gritos silenciosos que de prometió a sí misma:

-De hoy en adelante, cada día que vivas…sentirás mi odio sobre ti, nunca debiste haberte metido conmigo, hare que te arrepientas Orochimaru….Grábate mis palabras! Voy a vengarme!-

Era de madrugada, el frio de la noche aún permanecía y el ambiente era húmedo debido al rocío que había sobre la vegetación. Dentro de una habitación de hotel se encontraba una chica de 17 años, su piel era pálida, su cabello de color rosa largo estaba atado en una coleta alta desordenada dejando caer unos mechones sobre su rosto, sus ojos eran de un color jade impresionante los cuales sobresaltaban más gracias a sus largas pestañas, la chica tenía un rostro hermoso que completaba muy bien a su bello cuerpo. Su belleza era tal que podía hacer que cualquiera callera de rodillas frente a ella.

La chica traía una playera sin mangas de color blanca, acompañada de un pantalón militar color café ajustado. Traía una bufanda que envolvía su cuello y cubría casi todo su hombro y tenía botas militares color negro que combinaban con sus guantes de cuero del mismo color. Traía una bolsa de armas atada a la cintura mientras una katana colgaba de su cintura, dicha arma tenía una hoja muy filosa de color negro. También tenía un par de machetes cruzados sobre su espalda y un Tessen escondido en uno sus bolsillos del pantalón.

La chica suspiro mientras acomodaba su mochila en su espalda, estaba por salir de la habitación pero su reflejo en el espejo hizo que se detuviera, al verse lo primero que notó fue su rostro serio, que no expresaba nada, un gesto indiferente, después de todo esa era la personalidad de la chica. Era fría y distante hacia la mayoría de la gente, pero eso no significaba que no ayudara a quien lo necesitara. A pesar de su seria personalidad, tenía un corazón muy amable.

Sakura tenía una reputación. Una que se había forjado con los años, era temida por muchos pero respetada por todos. La chica era vista como peligrosa por ser el principal enemigo de Orochimaru, era una amenaza para su dictadura y por eso tenía las manos llenas de enemigos que querían su cabeza, por ese motivo todos querían evitarla si era posible, la chica era solitaria…solo tenía a una persona a su lado.

Con un gran suspiro la chica salió de su cuarto y camino hacia el cuarto de a un lado y tocó la puerta.

-Ryoma, es hora de irnos- Sakura dijo al tocar, obtuvo un gruñido como respuesta.

No tardo en abrir la puerta dejando ver a un chico alto, de pelo negro largo que combinaba perfecto con sus ojos grises. –Realmente tenemos que irnos tan temprano? Son las 4 de la mañana!- Murmuro. El chico era mayor que Sakura por dos años.

Este ya estaba vestido en su atuendo de siempre el cual consistía en una playera negra simple y un pantalón gris claro, con botas iguales a las de Sakura, finalizando con una gran capa negra le llegaba más debajo de la rodilla. También tenía su mochila de armas atada a su cintura y una espada grande y larga sobre su espalda.

-Sí, podremos llegar al siguiente pueblo antes de mediodía si nos vamos ahora- La chica le respondió al muchacho. Él era el único amigo de la chica por casi cuatro años, se volvieron amigos después de que Sakura lo rescatara de las manos de los hombres de Orochimaru.

El chico dio un bostezo mientras se acomodaba su mochila en su espalda y salía del cuarto, cerrándolo detrás de él. –Vale, vale…vámonos- Dijo.

Al salir del hotel, empezaron a caminar hacia el siguiente pueblo. En el camino ambos estaban en silencio, cada uno metido en sus pensamientos.

-Ya han sido 12 años…- Sakura pensó mientras veía el camino enfrente de ella. -…voy a ir por ti hermano, solo espera un poco más-

-Ne…Sak-chan, cuando lleguemos al pueblo que vamos a hacer?- Ryoma le preguntó volteando a ver a la pelirosa.

-Debemos buscar suministros y tal vez podamos obtener dinero extra- Sakura le dijo mientras pateaba una piedra que estaba en el camino.

-No deberíamos quedarnos más de un par de días, nos están siguiendo el rastro- El chico le respondió refiriéndose a los enemigos que los han estado siguiendo por ya varias semanas.

-Lo sé, solo hay que mantener un perfil bajo- Sakura dijo y después de eso ambos volvieron a caer en silencio, aunque no tardaron en llegar al siguiente pueblo.

Al llegar ambos se separaron para ir más rápido en sus compras. Ryoma estaba caminando por la calle buscando lo que Sakura le había encargado, se repetía a si mismo lo que tenía que comprar para no olvidarlo.

-Pan, leche y queso…pan, leche y queso…pan..- Se repetía una y otra vez, pero por estar metido en sus pensamientos no se dio cuenta por donde caminaba.

-Uff!- El chico tambaleo hacia atrás al chocar con alguien que venía corriendo. La persona con la que chocó tenía pelo rubio, ojos azules y tres líneas en su mejilla.

-Disculpa…- Ryoma se disculpó mientras veía al chico.

-Ah, no te disculpes, tampoco veía por donde iba- El chico le respondió energético.

-Bueno…ya me voy- Ryoma murmuro antes de seguir caminando solo para detenerse cuando el rubio lo llamo.

-Espera! No te había visto, eres nuevo aquí?- Pregunto el chico rubio.

-Ah no, solo vengo de paso- Ryoma contesto volteándolo a ver.

-Ah! Olvide que tengo que ver a Kiba! Bueno, adiós!- Naruto exclamó antes de correr hacia el otro lado.

Ryoma hizo un gesto de confusión antes de suspirar. –Bueno…era pan, leche y….- El chico murmuro antes de golpearse ligeramente la frente. –Maldición! Lo olvide!-

Y con un gruñido vio al cielo, notó que grandes nubes negras empezaban a cubrir el cielo, con otro suspiro decidió apurarse a comprar lo que tenía que comprar mientras recordaba que más comprar.

No paso mucho tiempo antes de que se empezaran a escuchar truenos y el cielo se oscureciera por completo. La pesada lluvia empezó a caer sobre el pueblo, todas las personas que estaban en la calle se habían refugiado en las tiendas mientras otros simplemente decidieron correr hacia sus casas.

Sakura quien estaba bajo el techo de un negocio, tenía los ojos cerrados dejando que el sonido de la fuerte lluvia la envolviera.

La chica por suerte traía una sombrilla consigo así que una vez que dejo que el ambiente la relajara se dirigió hacia el hotel donde se quedaba con su amigo, en el camino metió una mano en su bolsillo del pantalón, y sintió un par de monedas, las cuales había ganado por ayudar a un hombre en su tienda.

La chica siguió caminando hasta que algo llamó su atención, eran dos chicos, los cuales estaban sentados en una banca en el parque, empapados de pies a cabeza. Uno de ellos tenía pelo rubio mientras el otro el castaño y tenía un perro blanco acurrucado a su lado. Parecía que los chicos no tenían a donde ir.

Sakura suspiro al verlos, recordó las veces en que su hermano y ella tuvieron que dormir en la calle bajo condiciones horribles ya que nadie quería acogerlos en su casa. Sin realmente pensarlo la chica se acercó a ellos, los cuales no la habían notado por la pesada lluvia que caía sobre ellos. Solo la notaron cuando sintieron que el agua que caía sobre ellos se detenía, alzaron la mirada para ver a la pelirosa que estaba frente a ellos. Sakura había cubierto a ambos chicos con su sombrilla mientras se dejaba a si misma expuesta a la lluvia.

La chica notó que el rubio tenía ojos azules con líneas en las mejillas y el otro tenía ojos negros con triángulos tatuados en sus mejillas.

Los dos chicos la voltearon a ver con ojos muy abiertos, como si no entendieran la acción de la chica. –No deberían quedarse bajo esta lluvia- La pelirosa les dijo sobre el sonido de la lluvia. –Quédense con mi sombrilla-

-A-ah…muchas gracias pero…que hay de ti? Te vas a mojar también- El rubio dijo viendo a la pelirosa sorprendido.

-Tiene razón…no te preocupes por nosotros, estamos bien- El chico castaño murmuro apartando su mirada de Sakura. –Estamos acostumbrados…- Murmuro.

-Acostumbrados…? Así que tenía razón, no tienen a donde ir- Sakura pensó con cierta tristeza. -Entonces vamos- Dijo.

-A dónde?

-Al hotel donde me estoy quedando, podrán cambiarse de ropa y les prepararé un poco de chocolate caliente- Ella les explico.

-Q-qué?! Estas segura?- El chico con el perro pregunto.

Sakura asintió. –No pienso tomar un 'no' como respuesta-

-Pero no le agradamos a la gente…- El rubio le dijo.

-Acabo de decir que no aceptare un no- Sakura suspiro sacándole una sonrisa a los dos, los cuales se pararon rápidamente.

-Vale! Entonces vamos, verdad Kiba?- El rubio le pregunto a su amigo feliz.

El chico, o mejor dicho, Kiba asintió feliz antes de voltear a ver a su perro. –Puede venir Akamaru?-

Sakura asintió nuevamente. –Por cierto yo soy Naruto!- El rubio exclamo.

-Yo soy Kiba- El otro se presento.

-Un gusto…soy Sakura-