Mi primer gran error

"Querido Diario:

Ayer vi al chico más guapo de todo el mundo.

Su nombre es Chase Young, va dos grados delante de mí, pero se ve que es genial.

Me infiltré en su clase de química y me di cuenta de que es muy inteligente y divertido, pero serio, aunque para mí no importa.

Es hora de cenar así que mejor me voy."

Cerré el diario, lo puse en mi mochila, la coloqué sobre mis hombros mientras me levantaba de la banca del parque, suspiré recordando la imagen de aquel chico de nombre Chase pasando frente a mí.

Me encaminé al subterráneo, tomé el primero que pasó y me bajé 7 estaciones después, observé mi reloj, todavía tenía tiempo, tomé el autobús para 3 minutos después llegar a la comunidad privada donde vivía, no pasaba transporte público por ahí por obvias razones.

No me he presentado, mi nombre es Kimiko Tohomiko, soy hija del empresario y fundador de empresas Tohomiko, creadora de juegos de video y juguetes electrónicos. Tengo 15 años y este año paso a 1 año de preparatoria. A pesar de lo que muchos creerían, no voy a escuelas privadas y no por que no tengamos dinero para pagarlas o porque mi padre sea tacaño si no que desde su punto de vista, podría afectar a mi desempeño personal y académico. Soy de piel blanca, cabello negro, ojos azules, baja de estatura y delgada. Muchos dicen que mi personalidad es parecida al fuego y la verdad es que tienen razón, cuando estoy tranquila no hago daño, pero si me altero puedo herir a una persona tanto física como psicológicamente gravemente.

Pasé por el frente de 6 mansiones más hasta que llegue a la mía. Entré y saludé a mis padres con una gran sonrisa, luego subí a mi cuarto y cuando iba a cerrar la puerta alguien lo impidió.

-¿Que quieres Keiko?- le pregunté fría y cortantemente

-Kimiko, no te pongas así, solo vengo a saludar- dijo con una gran sonrisa curvando sus labios

-No quiero hablar contigo nunca más, no después de lo que me hiciste la ultima vez ¿o es que ya lo olvidaste?- dije volteando a verla con una mirada que irradiaba odio

-si querida, ya lo olvidé y tú deberías hacer lo mismo- dijo con una voz insoportable para mí.

-¡¿COMO OLVIDAR EL QUE ME HUMILLASTE FRENTE A TODOS LEYENDO MI DIARIO EN VOZ ALTA Y QUE DESDE ENTONCES HE PERDIDO PRESTIGIO EN LA ESCUELA A DEMAS DE QUE ME HICISTE PERDER AMIGOS BASTANTE VALIOSOS PARA MI?!- le grité con lagrimas en los ojos mientras la empujaba hacia atrás y cerraba la puerta antes de que pudiera entrar. Eché llave a la puerta y me tiré sobre la cama.

Algo se deslizó por debajo de mi puerta, no me atreví a mirarlo, decidí desahogarme en mi almohada y cuando terminé me levanté y observe el papel.

"Necesito hablar contigo, es necesario que arreglemos esto de la manera correcta, sube a mi cuarto después de la cena por favor.

ATTE: Keiko"

Iba a romper el papel pero creí que lo decía con total sinceridad así que solo lo puse sobre mi mesita de noche y me recosté de nuevo hasta que escuché que alguien llamaba a mi puerta.

-La cena ya esta Kimiko- llamó mi madre desde el otro lado de la puerta

-Voy mamá- dije con una tranquilidad que hasta a mi me sorprendió

Me miré al espejo para asegurarme de que ya me encontrara mejor, no se me vieran los ojos rojo o hinchados o alguna otra cosa que me hiciera ver mal, pero me encontré un reflejo de mi perfecto, sonreí y salí de mi cuarto, fue una cena igual a las otras, hablamos, reímos y nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, o al menos eso creyeron, ya que cuando escuché que ya no había nadie fuera de las habitaciones yo salí de la mía y me dirigí a la de mi prima, (si, Keiko es mi prima y cuando viene de visita, que es casi siempre, se queda a dormir) toqué tres veces y ella me abrió.

-Gracias por aceptar venir- dijo con cara de remordimiento– es el primer día de verano y no quiero que lo iniciemos mal.

-Que quede claro que solo vine porque quiero que termine esta mala relación que tengo contigo y no quiero que vuelvas a molestar- dije cortantemente

-¡Nena, tienes la actitud del fuego!- dijo haciéndose para atrás un poco- tranquila, solo quiero hablar.

-Está bien- dije más tranquila.

Hablamos por 2 horas sobre los amigos

-Entonces, tú tienes más amigos que amigas

-Si

-¿Quiénes son?

-Omi

-¿El de cabeza redonda?

-Ejem… si

-Ok, no le vuelvo a decir así, ¿Quién más?

-Mmm… Clay

-El de familia de vaqueros

-Si

-¿Quien más?

-Jermaine,

-El basquetbolista

-Sí, y Raimundo

-¿Pedrosa? ¿Es tu amigo?

-Sí, ya sé que es muy popular y que es raro que seamos amigos, pero es un buen chico

-Y ¿quiénes son tus amigos?

La escuela,

-¿Cómo te ha ido en la escuela?

-Bien

-¿No has reprobado ninguna materia?

-No

Las clases,

-Y, ¿qué clase te gusta?

-Informática

-Era de esperarse

La familia,

-¿Has visto a los primos últimamente?

-No, están de vacaciones en Italia, ¿no sabias?

-No, pensé que estaba en el país todavía

Los intereses

-Te gusta mucho la tecnología y eso se nota, después de todo vienes de familia orientada hacia la misma

-Sí, así es

-Pero…

Y…

-Aquí entre nos ¿Quién te gusta?- dijo con una sonrisa pícara.

-¿Eh?... Te diré solo porque eres mi prima- dije, confiándole mi más grande secreto, pero sin darle mucha importancia- Me gusta Chase Young.

-¿El chico de 2do grado de preparatoria?- preguntó, muy interesada.

-Si- dije mientras me sonrojaba y me volteaba para ocultarlo.

Como verán, a veces no presto mucha atención a lo que digo. Después de eso regresé a mi cuarto, más no tenia sueño, vi mi reloj que se encontraba sobre mi mesa de noche, eran las 10:15 de la noche. Tomé el teléfono, marqué un número muy conocido para mí y después de 3 tonos una voz sonó del otro lado del auricular

-¿Bueno?- contesto un hombre joven