Porque hace un buen tiempo que no escribo del fandom como debe ser.

Esta historia nació de un hecho que se podría considerar real, aunque claro está que mantendrá un poco de su fantasía cannon.

¡Disfruten leyendo como yo disfruto escribirlo!

Inspirado en "The climb" especialmente en el video [Inu Kag Sess] que aunque no tenga nada que ver me ayudó a despejar mi mente, gracias onee Fira por tus manígficos vídeos :3

Ranma no me pertenece, y no recibo ningún pago por escribir (jé) Todo es de Rumiko Takashi, excepto la trama.


"Tontos"

PRÓLOGO


¿Quieren escuchar una historia jóvenes? Quizá la encuentren tan cliché, tan absurda y sin sentido. Tan tontamente empalagosa, tan idiotamente dramatizada y tan estúpidamente bella como la encontré yo. Este pequeño cuenta cuentos no promete grandes rimas, es más, estoy casi seguro que ninguna verán ¿para qué? Si mientras la historia se sepa redactar ¿qué importa? Si gustasen de rimas conozco a un buen trovador que les podría dar unas. Ustedes disfruten la imperfecta combinación de amores que se puede enlazar y así mi trabajo se verá cumplido.

Antes de comenzar debo decir que quizá no todo sea un cuento de hadas, muchos clavos sueltos podrán sentir y sin embargo entenderán que ni ustedes ni yo los podemos clavar, por la sencilla razón de que en una historia siempre debe existir ése toque especial de suspenso, amor y dolor. ¡Vamos señores! Hay que relacionar un poco la vida real; la historia no termina jamás de escribirse, es más, aún después de muertos se agranda más y eso es porque no tiene final, ¿entonces para que tentar uno que lo puede estropear?

¡Vaya que del tema me he salido! Aunque debo admitir que ni yo sé bien como empezar porque son uno de esos momentos en los que no sabes que la historia inició hasta que llegas al tan afamado clímax, cosa que debo decir no veremos pronto por aquí.

Era una mañana de invierno, Diciembre estaba ya a la mitad. Era uno de ésos días en los cuales sientes que puedes hacer todo y no arrepentirte por ello, un momento en el cual sabes que por más que intenten la sonrisa de tu rostro no podrán borrar.

Una bella chica de cabellera azul caminaba alegremente con bolsas en sus manos, tarareaba hermosamente una canción de navidad, en sus ojos se podría claramente apreciar un brillo sin igual. Muchos dirían que estaba enamorada, muchos otros que el espíritu navideño a su puerta recién tocaba pero pocos se imaginaban que detrás de aquella sonrisa había un dolor tan grande que, quizá, sólo mintiendo podía (aunque fuese un poco) apaciguar.

Su nombre era Tendo, Tendo Akane. La famosa hija de Tendo Soun; su familia (conformada también por dos hermanas) era dueña de un dojo, en donde toda clase de personas se presentaban para desafiar al maestro.

Yacía un tiempo en el cual a sus integrantes se le habían unido dos personas un poco inusuales. Saotome Ranma y Saotome Genma que, para no hacer tediosa la intensión, gracias a una maldición se podían transformar en una chica y un panda que no podía hablar. (Y es que, ¿qué animal en la vida real lo hace además, claro está, del Perico?)

El joven Ranma era el único descendiente de los Saotome así que para Genma eso no era algo realmente grato, razón por la cual Soun y él habían acordado un compromiso entre el joven y una de sus hijas, quizá por tonterías, quizá por azares del destino pero Akane terminó siendo la víctima.

Pero no amigos míos, la historia todavía no da inicio. Cataloguemos esto como una pequeña introducción, una explicación que...realmente necesitarán. Y es que no todo en la vida se hace como lo pintan, no todo sucede como uno esperaría; porque para ser feliz es que se necesita saber lo que es el dolor, y ellos debieron enfrentarlo. Porque para los Tendo y los Saotome la víspera de navidad debería ser la fiesta más esperada y, sin embargo, en los corazones de la familia la pena aguardaba.

—¡Feliz navidad señorita Akane! —le decían al pasar.

—Feliz navidad —contestaba ella con una sonrisa celestial.

Es que quizá unos meses atrás todo era normal, normal hasta que éso sucedió. Hasta que aquello las vidas les marcó.

—Feliz navidad joven Tendo —le deseó un chico de ojos azules al verla felizmente tararear.

—Feliz navidad joven Ranma —contestó ella—. Espero que se la pase de lo mejor con su familia —y sonrió, con tanta sinceridad que el Saotome no podía aguantar.

—Espero... —prosiguió él al verla con intenciones de seguir su camino— que pronto se cure de ése mal.

—Oh, no se preocupe —contestó ella—. Muchas veces dicen que las cosas suceden por algo, ¿no? Quizá perder la memoria era parte de mi destino.

Ranma sonrió con melancolía, ella asintió en son de despedida y se fue.

—Si tan solo pudiera el tiempo regresar, Akane. Tú estarías conmigo y no con él, quizá realmente te debí de escuchar... —se colocó una bufanda un tanto mal hecha que tenía sus iniciales. A ella, ésa bufanda le recordaba a ella y es lo único que podía tener porque la había perdido, el joven la había alejado.

Y así comienza nuestra historia lectores y oyentes míos. Una historia de un amor, una historia de tontos que el destino quiso probar... una historia de un amor que es tan especial que hay que escuchar...

Porque me di cuenta de que eras lo más importante para mí cuando por estúpido te perdí...

Continuará.