Disclaimer: Los personajes son de la maravillosa Stephenie Mayer. Solo me divierto con ellos junto a mi imaginación. La trama es mía.

Summary: Nueve años han pasado desde la última vez que Isabella sintió la felicidad en primera persona. Desde ese momento, siendo presa de las decisiones de los demás, su vida gira en una absoluta oscuridad. ¿Podrá la reaparición de alguien importante, brindarle la fuerza que necesita para que, por primera vez, luche por su felicidad?

.

¿Qué es la felicidad?

.

Prólogo

Oscuridad, soledad y desesperación; no puedo sentir nada más.

Corro, corro y corro, es lo único que puedo hacer, pero mis piernas no son capaces de ir más rápido. Aumento la velocidad de mis pasos en busca de algo o alguien, pero no soy capaz de entender qué es lo que persigo. Hasta que… sin más, mis piernas se estancan en el suelo y ya no puedo ejercer poder en mi propio cuerpo.

Puedo distinguir una respiración muy cerca de mí. Todos mis sentidos se ponen alertas, sobre todo el del oído, ya que mi vista no es muy óptima en la oscuridad.

Todo a mí alrededor está oscuro, es como un cuarto negro, aunque siento una fría brisa atravesar mi cuerpo. Es como si estuviese en un bosque tenebroso, totalmente deshabitado y lo único que se mezcla con esa brisa es mi propio aliento junto a esa otra enigmática respiración a tan solo pasos de mí.

Luego, no solo se escucha una respiración errática, sino… unos pasos, aunque algo lejanos.

Cada vez esos pasos están más cerca, más cerca y más cerca. El corazón se me sube a la garganta y mi respiración se acelera.

Trato de mover mi cuerpo, pero es inútil. No puedo realizar ningún movimiento, siento como una fuerte presión en mis pies desnudos impulsándome hacia abajo, estancándome en mi lugar. Dejándome totalmente paralizada e indefensa.

Mi pecho sube y baja cada vez más erráticamente. Mi respiración comienza a transformarse en jadeos pausados y un sudor frío recorre mi cuerpo, agregándose a los intensos escalofríos.

De repente… los pasos los siento justo detrás de mí. Se aproximan al mismo tiempo que la respiración se hace más cercana y hasta puedo sentir que su aire se mezcla con el mío. Yo sigo en mi misma posición, sigo sin poder moverme.

Tum, tum, tum, tum… mi pobre corazón está golpeteando fuertemente en mi pecho, y no puedo hacer nada para tranquilizarlo.

Una mano, algo fuerte y grande, se apoya en mi hombro. Quiero gritar, jadear, correr, hacer cualquier cosa por escapar de este sombrío y oscuro sitio, pero no puedo. Solo me quedo allí, sin poder oponer resistencia.

No soy dueña de mi cuerpo, no puedo manejarlo a mi voluntad.

Esa mano pesada, pero a la vez cálida, hace un camino de mi hombro izquierdo, hacia el derecho. Deteniéndose en mis omóplatos más tiempo del necesario.

—No tienes alas, ya no eres un ángel. —Dice esa voz rasposa, causándome aún más escalofríos—. ¿Mereces la felicidad? —sigue su juego con sus dedos, haciendo interminables los estremecimientos por todo mi cuerpo.

Me siento más desconcertada y nerviosa que antes. ¿Un ángel? Yo nunca podría ser un ángel. Los ángeles eran personas nobles, rápidamente asociadas con la paz del cielo. El cielo no era para mí, al igual que la felicidad.

Espero algo de tiempo, o eso creo yo, esperando a que la extraña voz hablara de nuevo, pero eso ya no sucede.

La sensación de su respiración desaparece, al igual que el sonido de los pasos, y el estremecimiento de su toque en mi cuerpo.

Me encuentro sola, otra vez.

Tengo que parpadear varias veces al verme cegada por una fuerte y brillante luz. Aunque es más como un halo verde, muy intenso y hermoso. En poco tiempo puedo ver mi cuerpo iluminado de forma suave con ese extraño matriz verde.

Unos pasos lejanos ocupan toda mi atención. Ahora con la luz, puedo ver el lugar. No estaba confundida y me encuentro en un bosque, totalmente oscuro, bajo la propia oscuridad de un cielo negro sin estrellas y sin luna.

Aparto mi miraba del cielo y jadeo sorprendida. Desde la perspectiva en donde apareció la luz, hay un pequeño cuerpito, totalmente sucio y desaliñado.

Intento correr a él, pero mi cuerpo sigue sin responder.

El pequeño cuerpo levanta su cabeza, y me dedica una sonrisa brillante. Mostrándome sus perfectos dientitos. Su sonrisa es inocente y dulce. Muero de ganas de estrecharlo entre mis brazos.

—No puedes hacer nada por mí —murmura su dulce y atrayente voz—. Pero si lo puedes hacer por ti. Nunca es tarde para ser feliz. —Agrega y extiende sus bracitos pidiendo mi cercanía.

Yo solo puedo mirarlo, sin poder acercarme a él. Mi cuerpo solo responde a mover mis brazos, los cuales rápidamente los extiendo como el pequeño niño que está solo a unos metros de mí.

El niño vuelve a darme una penetrante mirada y niega con su cabeza sin quitar su hermosa sonrisa. Revolea un beso en el aire y… como por arte de magia desaparece, él junto a la luz verde, volviendo a dejar todo mí alrededor en una absoluta oscuridad. Además de una sensación de vacío e intranquilidad y unas enormes ganas de salir corriendo tras él y poder protegerlo de todo, aunque principalmente… de mí.

Sobre todas las cosas.

.

Me erguí sobresaltada, quitándome el sudor frío de mi frente, y haciendo lo posible para armonizar mi respiración.

Tomé rápidamente mi albornoz y salí de la cama como si quemara. Haciendo el mínimo ruido posible.

Antes siquiera que me dé cuenta, estaba en mi lugar favorito de todo el departamento: mí adorado balcón. Una vez que estuve allí, recién pude permitirme suspirar fuertemente, tratando que las secuelas del sueño no me afectaran más de lo que ya estaba.

Nueve largos años pasaron desde la primera vez que esto sucedía, y ya se había transformado en una rutina.

Siempre era el mismo sueño. El mismo maldito sueño, o posiblemente, pesadilla.

Algunas noches, el sueño era un poco más corto, quizás sin tanto detalle. Pero otras, como hoy por ejemplo, ese sueño era absolutamente completo. Me sentía transportada a ese sitio, totalmente desconocido para mí.

¿Cuándo acabarían estas horribles noches?

Miré a mí alrededor y solo veía la oscuridad. No había otra cosa en que pensar. El cielo nocturno estaba como el de mi sueño: completamente negro, sin luna ni estrellas.

El mismo planteo de siempre, se vino a mi cabeza… otra vez.

Muchas veces las personas se preguntan: ¿Qué es la felicidad?

Los diccionarios son claros:

"Lafelicidades unestado del ánimoque supone unasatisfacción. Quien está feliz se siente a gusto, contento y complacido".

Pero… ¿Hasta qué punto ese significado podía ser cierto?

¿Era tan difícil conseguir ese algo o alguien que nos hiciera felices?

Definitivamente encontrarlo no era lo difícil, sino el saber mantenerlo.

¿En qué momento dejé que mi vida se convirtiera en lo que es ahora? ¿Cuándo me dejé vencer y manejar a imagen y semejanza de ellos? ¿Tanto me odiaba a mi misma?

Nueve largos años habían transcurrido desde que toda mi vida cambió. Demasiado tiempo soportando todo el infierno que me rodeaba. Desde ese momento, mi vida está basada en oscuridad, una oscuridad absoluta sin ningún lugar para un deje de esperanza. Tenía que reconocerlo, yo había tenido la culpa de que eso sucediese.

La Bella que había sido, ya no existía más y aun no sé si algún día volverá a resurgir. Esa Bella se fue para dar lugar a una Isabella totalmente irreconocible, hasta para mí. La que alguna vez fui, quedó atrás, enterrada con el pasado. La marioneta Isabella ocupaba su lugar, complaciendo o tratando de hacerlo, a las grandes personas que me rodeaban.

¿Por qué había sido tan cobarde? ¿Por qué no fui en busca de lo que me hacía verdaderamente feliz? ¿Por qué no luché por mi felicidad? ¿Por qué me dejé vencer y vivir con la aceptación de que había perdido? Simplemente… ¿Por qué?

Había millones de preguntas que jamás tendrían respuesta. Ya lo hecho, hecho estaba y no había posibilidad de volver el tiempo atrás y restaurar mis errores.

La palabra felicidad era como un insulto para mí, ni siquiera era capaz de decirla en voz alta. No le veía sentido, aquella palabra no entraba en mi diccionario. ¿Qué gracia tenía? Estaba en el límite de lo irónico y bizarro.

Ésta era yo ahora, una persona muerta en vida. No había ninguna otra explicación.

¿Podría cambiar eso alguna vez? ¿Volver a ser la que era antes?

Lastimosamente ya era demasiado tarde, ¿o aún había esperanzas para mí?

—¡¿No puedes dormir una puta noche entera?! —rugió una voz detrás de mí.

Me di la vuelta para enfrentarlo.

—No. Es. Tu. Maldito. Problema. —Contesté arrastrando las palabras.

—Sea mi problema o no, vamos a la cama muñeca, ¡ahora! —exigió—. ¡Y qué sea la última vez que me respondas así! ¡Malagradecida!

Furiosa me encaminé hacia la habitación.

Así era mi vida, y no podía hacer nada para cambiarla. ¿O sí?

.

.

.


Luego de dos meses y pico, ¡la desaparecida, volvió! jajajaja ¿Como están? :)

Doy por iniciado el comienzo una esta nueva aventura, espero que les guste.

Armé un grupo en Facebook, pueden encontrar en mi perfil el link, al igual que mi página, allí dejaré los adelantos y algunas fotografías de los capítulos y los objetos que irán apareciendo. Millones de gracias a todas las chicas que ya se unieron :3

Sin más que decir, me voy despidiendo hasta el primer capítulo que lo subiré en unos días.

¡No se olviden de decirme que les pareció el prefacio!

Un abrazo enorrme a cada uno, nos leemos prontitoo! (Como extrañé decir eso xD)

Alie~