Hola aquí estoy con la secuela de A Summer Escape la cual es llamada A Winter´s Reprieve y es mucho más larga que la historia anterior. Estoy contenta que les haya gustado la anterior y espero que disfruten esta también.

Título en inglés: A Winter´s Reprieve

Título en español: Un Respiro de Invierno

Esto ocurre durante el 5° año de nuestro querido Harry (te queremos Ry)

Resumen: el verano ha terminado. Harry vuelve al colegio y Rabastan está con Voldemort. Secretos son descubiertos, máscaras caen y Harry ve las consecuencias de su romance de verano.

Parejas: Harry Potter/Rabastan Lestrange

Autor: enchanted nightingale

Derechos: los personajes de los libros de Harry Potter no me pertenecen y tampoco lo hace la historia.


La magia del Translador le revolvió el estómago a Harry. Remus lo agarró cuando a sus alrededores fue visible el vestíbulo oscuro y deprimente del N°12 de Grimmauld Place en Londres.

-Odio los Transladores -murmuró el adolescente mientras exhalaba secamente. El hombre lobo movió su cabeza y trató de calmar al adolescente.

-Iré a decirle a Sirius -les sonrió Tonks y prácticamente corrió en dirección a la que Harry aprendería era la cocina-. Kreacher se encargará de tus cosas.

-Déjame tomar a Ciel -le ofreció Remus a Harry. Lo que fue una cosa buena que adolescente acordara porque un hombre vino corriendo hacia ellos, con los brazos abiertos en un extenso abrazo.

-¡HARRY!

El adolescente fue abrazado por los brazos aun huesudos de Sirius mientras el convicto en fuga le daba vueltas encantado diciendo su nombre.

Su voz alta comenzó una conmoción y más personas fueron llegando. Harry perdió la cuenta de cuantos pelirrojos vinieron a saludarlo. También se pararon en la sala Hermione, Severus Snape y un par de personas que no reconoció.

-Siri, bájalo -lo interrumpió Remus cuando parecía que el pobre chico se estaba volviendo un poco verde-.

Las piernas de Harry temblaban cuando finalmente tocaron el piso. No tuvo tiempo para recuperarse ya que Hermione y Ginny se abalanzaron llorosas sobre él, Ron se le acercó por detrás y le ofreció una palmada en el hombro y una sonrisa. Luego Molly tomo su turno. Para el final estaba mareado y necesitaba un lugar para sentarse.

-Tranquilos, tranquilos, creo que Harry ha tenido suficiente, denle algo de espacio para respirar -interrumpió Dumbledore el abrazo de Molly. Sus ojos brillaron por la mirada de gratitud que Harry le dio.

-Tengo la cena lista -comentó Molly, empujando a Harry hacia la cocina-.

-No, gracias, Sra. Weasley -le dijo Harry-. Ya comí.

-Tonterías -olfateó empujándolo o tratándolo de hacer-.

Los ojos verdes del adolescente se endurecieron. No había estado ni cinco minutos en Inglaterra y estaba encontrando difícil de respirar. Harry se paró y empujó sus brazos de él. -Te lo dije, ya comí. Fue una cena de tres platos. Estoy lleno -se volvió hacia Sirius-. Estoy cansado. ¿Dónde dormiré? -le preguntó a su padrino-.

-Te mostraré -dijo Sirius. Si estaba sorprendido lo escondió muy bien.

Harry le agradeció a Dumbledore, Moody y Tonks, murmuró un "buenas noches" a la sala y prácticamente salió corriendo de la sala tras Sirius. Remus se apresuró a seguirlos con Ciel y Kreacher apareció y se encargó del equipaje que el adolescente había traído.

Molly fue dejada parpadeando.

-Bueno, es tarde -comentó Dumbledore-. Mejor vuelvo al colegio. ¿Severus? ¿Alastor? ¿Vienen?

Ambos magos asintieron y la familia Weasley, Hermione y unos pocos miembros de la Orden fueron dejados perplejos en el vestíbulo.

Entre ellos Kingsley Shacklebolt miró por donde se había ido el de pelo negro brillante, sintiendo un cosquilleo en la conciencia. Algo sobre Harry Potter le era familiar.


Sirius caminó el estrecho pasillo que llevaba a los dormitorios. Anteriormente había pensado poner a Harry en la misma habitación que Ron para que los amigos estuvieran juntos pero ahora no sabía. Harry lucía diferente. Había crecido, no tanto físicamente sino mentalmente. También lucía bien vestido, ya no usaba lentes y había ganado algo de peso. Lucía saludable, se dio cuenta Sirius. Y antes de que Molly lo hubiera tratado de forzar a comer había lucido feliz.

-Lugar escalofriante -comentó el adolescente-.

-Crecí aquí -le dijo Sirius a su ahijado-.

Los ojos verdes parpadearon. -Umm, ¿luce… agradable?

Sirius rió. -Es húmedo, está lleno de Merlín sabe que criaturas, arañas y objetos Oscuros -movió su cabeza-. Odio este lugar.

-Bueno, agrégale un poco de color, deshazte de las cabezas de elfos domésticos, unas pocas ventanas aquí y allá, y habrás hecho una nueva casa -sugirió el adolescente-.

Sirius revolvió su cabello y se detuvo frente a una puerta; una placa de oro brillaba ante él con el nombre "Regulus". -Solía ser la habitación de mi hermano -le informó a Harry-.

El adolescente capturó el tiempo pasado e hizo una mueca. -¿Esto está realmente bien?

Sirius movió su varita y abrió la puerta. -Seguro, entra.

Harry lo siguió, no esperando mucho debido a la condición de la casa. Fue placenteramente sorprendido de ver la buena condición de la habitación. Estaba pintada en distintos tonos de verde, la madera era de cerezo, tenía una ventana encantada y su propio baño. -Yo… Muchas gracias -Harry se volvió hacia su padrino. Abrazó al hombre y Sirius le sonrió a Remus.

-Traje a Ciel -interrumpió el hombre lobo. Harry terminó el abrazo y tomó al cachorro.

Sirius parpadeó. -¿Eso es un lobo?

-Es mío. Lo nombre Ciel -Harry acarició su pelaje negro-.

El Animago perro ladeó su cabeza hacia un lado. -Luce… lindo.

-Todos los bebés lo son -comentó Remus. Tomó el brazo de Sirius. -Vamos; ahora deja a Harry descansar.

Harry vió cuan reluctante fue su padrino pero él quería estar solo. Los vió irse con una sonrisa. Cuando estuvo solo cayó de espaldas sobre la cama, con Ciel rebotando en su pecho.

-Bueno, creo que estamos en casa -le susurró al cachorro de lobo-.

Su respuesta fue suave resoplido.


Sirius y Remus fueron arrinconados por Molly en el momento en que entraron a la cocina. La bruja había tenido algo contra el último hombre Black desde que lo había conocido. Remus hizo una mueca al recordad algunas de sus peleas a gritos y esperó poder evitar el siguiente. No fue posible.

-¡SIRIUS BLACK! -gritó la bruja en el momento en que lo vió-.

El Animago perro gruñó. -¿Ahora qué?

-¿Cómo pudiste? El chico está demasiado flaco y lo enviaste a la cama sin cenar -lo acusó la bruja-.

-Ya te dijimos que comió -trató de razonar Remus-.

Molly se burló. -Quien sabe con qué lo alimentaron esas personas…

-Es suficiente, no empieces, es demasiado tarde -le dijo Sirius-.

Ella se ruborizó. -¡No me digas que hacer! ¡Crie a siete niños! ¡Siete! Seis de ellos chicos. Se sobre niños. Tu no.

Sirius la miró. -Sí, tus dos hijos mayores dejaron el país y los otros tratan de huir de ti tan pronto como te ven.

Remus y Arthur hicieron una mueca al trasfondo de todo eso.

-¿Cómo te atreves a insinuar que no soy una buena madre?

-Eres una bruja arrogante que no piensa sobre nada de lo que Harry te dijo. Te dijo que comió y lo ignoraste. ¿Cómo eso te hace una buena madre? Mi ahijado nunca ha lucido mejor desde que lo conozco, incluso ha ganado peso. Y estaba sonriendo esta que lo viste y trataste de imponerle tu voluntad sobre la suya -Sirius miró a la bruja boquiabierta ante él. Sabía que la había sorprendido pero todavía no había terminado. -Harry es mi ahijado pero se ha criado solo muy bien hasta ahora, por sí mismo. Puede pensar por sí mismo. Ahora si lo aceptas o no, no me importa, pero trata de presionarlo otra vez y me pondré de su lado. Recuerda Molly, esta es mi casa y hasta ahora solamente escucho a Dumbledore -se dio vuelta y salió de la cocina-.

Remus dijo sus buenas noches a toda prisa y salió de la cocina.

Molly se volvió hacia su marido. -¿Puedes creerlo Arthur?

-Bueno, amor, fuiste muy fuerte con el chico -su cara se volvió roja por la indignación y él se apresuró a tranquilizarla-. Nadie dice que no amas a los niños no importa si son tuyos o no, pero eres un carácter un… poco fuerte. De cualquier manera, me voy a la cama apuesto a que estas cansada también. Vamos Molly.

-Te pusiste de su lado, del lado de Black -lo acusó la bruja-.

-No cariño, estoy del lado de Harry.


La mañana siguiente


Harry esa mañana despertó inmediatamente y pronto corrió al baño a vomitar. Muy pocas veces había despertado en tal estado y este le dejaba débil y desorientado por un momento, antes de volver a la normalidad lentamente y tomar un ducha. No hizo una pausa para considerar por qué había despertado de esa manera creyendo que eran los nervios. Se había estado sintiendo ansioso desde que había vuelta a Gran Bretaña y la confrontación la noche anterior con la Sra. Weasley la había dejado un mal sabor en la boca.

Después de ese asqueroso despertar, el adolescente eligió las ropas para bajar a desayunar con cariño al recordar por la familia que había dejado en Francia. Sonrió de felicidad a la memoria de cuando toda la familia lo había declarado que era como un hijo o un hermano para ellos.

-Hey, Ciel, ¿Cuántas son las chances que después de que todos me griten sea capaz de oír? -le preguntó a su lobo-. Merlín, desearía haberme quedado en esa habitación de hotel con él. Realmente lo extraño y ha pasado solo un día -el adolescente le susurró a su mascota-.

Mientras tanto en la cocina era un ruidaje producto de todos los sonidos que hacían los residentes del N° 12 de Grimmauld Place al desayunar.

Molly Weasley estaba de un humor de perros y Sirius estaba sentado lo más lejos de ella. Los gemelos estaban haciendo sonidos para cubrir la tensión que llenaba la habitación. Remus estaba hablando con Tonks en un tono bajo. Debes en cuando hablaban con Sirius y Kingsley.

-Hay algo divertido en ver un Auror comiendo con un fugitivo -le dijo Fred a George-.

-Probablemente hay un montón de bromas sobre eso -agregó su hermana-.

A su lado Hermione estaba entusiasmada ya que su amigo había estado en Paris. -Espero que haya ido al Louvre mágico -le dijo a Ron-.

-Se quedó con una Veela -gruñó el adolescente-. ¿Y te preocupas por un supuesto museo?

La bruja se burló. -¿Aun en la luna por Fleur Delacour?

-¿Tocino? -gritó Molly levantando la espátula-.

Ron pidió más al igual que todos los hombros Weasley.

Esa fue la vista que Harry recibió al entrar. Su aparición causó al ruido para por un momento antes de reanudarse aún más alto. Fue saludado por todos a la vez y solo por la ayuda de Sirius logró sentarse en la mesa a su lado.

-¿Tuviste la suficiente hambre para decidir unírtenos? -le embromó su padrino. El adolescente solo le sonrió al mago.

-¿Jugo? -le ofreció Remus-.

Harry miró alrededor de la mesa, llenando su plato con fruta y tostadas. -Eso es jugo de calabaza pero prefiero jugo de naranja. ¡Oh! ¡Café! -el adolescente se acercó felizmente al brebaje caliente-.

-¿Tocino cariño? -le preguntó Molly-. También puedo hacerte algunos huevos.

-Um, no gracias Sra. Weasley. Estoy en una dieta estricta. La manteca y la grasa no son buenas. El Sanador de Apolline también me mando una Poción Nutricional -le dijo Harry-. Le pediré a Madame Pomfrey que me examine una vez vuelva al colegio.

-¿Viste a un Sanador? -frunció el ceño Molly-.

-Sí -le dijo Harry-. Apolline no les gustaba mi tamaño y Armand fue inflexible una vez me vio. Estaban en lo correcto. Tenía deficiencia de calcio y estaba bajo en hierro y vitaminas. Los Dursley hicieron un buen trabajo matándome de hambre -comentó el adolescente. Notó como todos hicieron una mueca. -¿Ya "los" encontraron?

-Dumbledore tuvo unas pocas palabras con ellos -habló Tonks. Luego le guiñó un ojo. -Él obtuvo su merecido también.

Harry sonrió. -Lo sé, Fleur me dijo que su madre dejó sus oídos zumbando.

-Fue toda una vista -soltó una risita Remus-. Te lo diré después -le dijo a Sirius-.

-Eso fue rudo de su parte -comentó Molly-.

-¿Realmente? -Harry se volvió hacia ella. Estudió a la bruja. Desde que se había encontrado con la siete veces madre en su camino al Expreso de Hogwarts Molly Weasley le había parecido gentil, cariñosa, maternal y atenta. No podía entender por qué había ignorado sus palabras la noche anterior y ahora era tan hostil hacia Apolline. Ambas eran madres y mujeres, ¿era tan malo que se hubiera sentido querido y cuidado durante el verano? Pero entonces ella también había estado mimando a sus hijos demasiado. Había estado constantemente desaprobando las elecciones de Bill el año pasado, desde su trabajo a su apariencia. También criticaba a los gemelos por cada paso que daban aunque fueran brillantes y creativos.

Pero ella parecía conjeturar cualquier cosa que saliera de su boca. Y a pesar de que había estado cansado la noche anterior la había oído gritándole a Sirius y las miradas que le estaba enviando esta mañana hablaban por si solas. Le dolía que lo prefiriera infeliz al igual que lo hacía que hablara tan mal de Sirius cuando el hombre hacía lo mejor que podía bajo las circunstancias.

-¿Realmente crees eso? ¿No estas al menos un poco enojada por como mis parientes me abandonaron? ¿De qué me usaran como su propio esclavo por años? -le preguntó a la bruja, sus ojos verdes la miraban tristemente-.

Molly se estremeció. -Yo… ¡No! ¡Harry no quise decir eso!

-Comeré en mi habitación -comentó Harry, recogiendo se plato y su café-.

El silencio era pesado en la cocina.

-No puedes mantener tu boca cerrada -le dijo Sirius a Molly-. Ya no tengo hambre -él también dejó la sala-.

-Bueno, eso fue incomodo -comentó Tonks-.


-¿Harry? -Sirius golpeó en el dormitorio que solía ser de su hermano-.

-Entra.

Encontró a su ahijado comiendo en la cama y juagando con su nueva lobo de mascota. -Te oí la noche anterior. Cuando estabas discutiendo con ella -el adolescente fijó sus ojos a los de él-. Gracias.

Sirius se sentó en el borde de la cama. -No necesitas agradecerme cervatillo.

Harry lo miró. -¿Te agradezco desde el fondo de mi generoso corazón y esto es lo que obtengo? -fingió fruncir el ceño-.

Sirius le revolvió el cabello. -El sarcasmo no va contigo.

Harry sonrió tímidamente. -¿Necesito práctica, no?

Sirius rió y pasaron la próxima hora embromándose.


Ron y Hermione vinieron cuando Sirius se fue y Harry estaba empezando a desempacar su baúl.

-¿Compañero? -el pelirrojo estaba dudoso pero lo supero cuando el adolescente de ojos verdes le dio una sonrisa-.

-Ron, Hermione, entren. Perdón por el desorden, estaba desempacando -les dijo Harry-. Si pueden encontrar un lugar para sentarse entonces háganlo.

La dupla intercambió una mirada y finalmente Ron se sentó en el piso mientras que Hermione lo hacía en una silla vacía.

-¿Por qué no nos escribiste? -le preguntó el hombre Weasley más joven-. Podríamos haber ido por ti -sonó herido-.

-O a mí -agregó Hermione-.

Harry les ofreció una sonrisa. -Lo sé. Nunca dudaría de que me quieren. Es solo que… en ese momento realmente no cruzó por mi mente. Estaba nervioso y cansado. Y ellos no habían aparecido. Pensé que algo les había sucedido y que por eso estaban retrasados.

Hermione estudió su forma. -Pensaste que te habían olvidado o que no les importabas -susurró-.

Harry se encogió de hombros. -Sabía que nunca les importé. ¿Es solo que nunca pensé que fueran tan crueles? No, lo hice, solo esperé no estar en lo correcto.

Sus amigos no tenían nada que agregar a eso. Parecían entender que no quería lastima y la situación realmente los superaba, ambos habían sido amados por sus padres y tenido un infancia feliz.

-Entonces, ¿qué pasó realmente? Las cartas fueron muy vagas -le dijo Ron-.

-Y tardías -acusó Hermione-.

Harry hizo una mueca. -Lo sé, ya no lo haré.

-¿No lo harás? -preguntó la bruja-.

-Bueno, al menos creo que avisaré antes de hacerlo -replicó el adolescente-.

-Está bien, ¿ahora eso es una chaqueta de cuero? -dijo rápidamente Hermione-.

-Sin tocar -advirtió Harry-. ¿Ves esas bolsas a tu lado Ron? La azul es para ti y la naranja para Hermione -les dijo. Los ojos de Ron se iluminaron y Hermione dejó salir un grito de entusiasmo. Harry la había pedido a Fleur ayuda para comprarle un perfume a Hermione y una chaqueta parecida a la de él para Ron. El adolescente pelirrojo solo miró su regalo.

-Fleur me llevó a un shopping en el mundo Muggle para comprar los regalos. No son tan caros -agregó para tranquilizar a Ron-. Son más como regalos simbólicos. Para que no te preocupes.

Ambos sonrieron y le agradecieron.

-Ahora realmente, ¿cómo está el Louvre? -le preguntó Hermione a Harry-.

-¿Aun de pie? -ofreció Harry-.

Ron se rió estruendosamente mientras que Hermione empezó a retar a Harry por no hablar en serio.

-Vamos, Mione, soy un adolescente. Paso meses en Hogwarts y quieres que vaya a ver un museo voluntariamente -Harry estaba incrédulo-. Bueno, a no ser que cuentes al museo del Equipo Nacional Francés de Quidditch…

-Chicos -suspiró Hermione mientras los dos adolescentes varones intercambiaban una sonrisa-.

-Hermione -respondió Harry-.

-¿Qué se supone que significa eso? -demandó la bruja-.

Harry le dio una sonrisa descarada. -Tienes una categoría propia.


Había una reunión de la Orden esa noche y a Harry se la había permitido participar, al menos de parte de ella. Todavía no tenía diecisiete y no era un miembro pero Dumbledore quería que tuviera una idea de lo que había pasado en el lugar cuando había estado perdido. Incluso Molly no podía argumentar contra ese pensamiento pero eso no la hizo parar de enviarle miradas a un Sirius Black muy presumido.

Así que Harry estaba sentado entre Moody y el Auror Shacklebolt, conversando con ellos sobre los Patronus hasta que la reunión comenzara.

Dumbledore también estaba presente, y hablaba un tono bajo con Minerva McGonagall; ambos le enviaban miradas de vez en cuando.

-¿Por qué estamos esperando? -les preguntó Harry a los dos Aurores-.

-Snape -gruñó el Auror mayor-.

Kingsley miró a Moody por un momento antes de enfocarse en Harry. -Tiene información para darnos así que lo esperamos. Es mejor no repetir las cosas.

Harry asintió.

-Entonces -le dijo Kingsley-. ¿Nos hemos conocido antes?

-Puedo decir que no -replicó el adolescente-. ¿Por qué?

-Tengo una sensación sobre ti, algo familiar… -el Auror se interrumpió-. Pude haberte visto en París -concluyó finalmente-.

-Podría ser posible -comentó Harry-. ¿Pero dónde?

-¿El mercado? ¿La calle? ¿Un club? -reflexionó Kingsley-. Es solo que me pareces familiar. Y no estoy hablando de las fotos de Harry Potter de antes de este verano.

-Bueno, estuve paseando un montón -le dijo Harry al hombre de piel oscura-. ¿Qué clubs visitaste en París?

-Fui a los del mundo Muggle -le dijo Kingsley-. Por lo que los nombres lo tengo muy entreverados.

El adolescente sonrió. -Bien, fui a Le Baron, La Queen y Les Bains, por nombrar algunos.

Algo estimuló la memoria del Auror. -¿En compañía de una hermosas rubia?

-Fleur Delacour -sonrió Harry cuando mencionó el nombre de la bruja a la cual consideraba una preciosas hermana de corazón-.

Los ojos de Kingsley se ensancharon. sin dudas era el nombre de la bruja con la cual había pasado la noche. Otra cosa que lo golpeó fue la ironía de que mientras ellos habían corrido al rededor buscándolo Kingsley había sabido su localización todo el tiempo. Movió su cabeza. No tenía ningún uso pensar en eso. aunque no tendría ningun problema en volver a encontrarse con esa picara rubia. Antes de que pudiera preguntarle cualquier otra cosa Snape entro dando comienzo a la reunión de la Orden.

Harry fue introducido a los miembros presentes. Había oído el nombre de la mayoría de ellos, otros le eran completamente extraños. Dumbledore habló de como había surgido la Orden del Fénix y como se realizaba el reclutamiento usualmente.

-De cualquier manera todavía no tienes 17 por lo que no eres un miembro. Pero te mereces saber que a estado sucediendo desde el final del Torneo de los Tres Magos -le dijo Dumbledore. Harry solo pudo asentir mientras le decían que estaban buscando alianzas con los hombres lobos y los gigantes, que habían atacado hogares Miggles y mágicos, y que el Ministerio estaba en una constante negación. El anciano dudó al principio pero al final le dijo al joven sobre la campaña de difamación contra él del "Diario el Profeta". Al final Harry había aceptado con calma la situación. parecía que el único descanso que podría tener fue su limitado tiempo en Francia. No había estado por un día y ya estaba listo para irse nuevamente.

-Así que debo esperar miradas hostiles en vez de brazos abiertos -el adolescente bromeó sobre la futura situación-. Puedo sobrevivir.

-También debes saber que un Dementor fue visto cerca de tu antigua residencia -comentó Dumbledore-. Un Muggle fue besado y el Ministerio de Magia está en una difícil situación por eso. Fudge no sera el Ministro por mucho tiempo. es un echo que las elecciones se realizaran antes de Yule. Tu y todos tendremos que soportar esta situación hasta entonces.

Harry asintió otra vez. No tenía nada que ofrecer ya que no sabía nada de entresijos políticos y cosas similares.

-Básicamente el publico en general es inconsciente de la vuelta de Voldemort -resumió el adolescente-. Y yo soy loco y peligroso, otra vez. Oh, bueno. ¿Eso es todo?

Varios adultos estaban desconcertados por sus reacciones mientras que los otros estaban perplejos.

-Esa es una maravillosa manera de resumir las cosas -le dijo Dumbledore-. ¿Adivino que no era lo que esperabas?

-No -admitió Harry-. Armand me dijo que ciertos periódicos británicos estaban escribiendo cosas horribles pero nunca preste mucha atención. Y la prensa francesa estaba ocupada criticando a la británica, fue un lío.

-¿ Exactamente que hiciste en Francia todo este tiempo? -Elphias Doge le preguntó a Harry-.

El adolescente se encogió de hombros. -Lo crean o no en un principio fui llevado a un Sanador para hacerme un chequeo general y luego para contrarrestar algo del daño producido por mi larga desnutrición -varías personas hicieron una mueca a la conección con sus descarriados parientes-. Luego hice mi tarea -aquí Snape resopló e ignoró las miradas que le enviaron-. Fui de compras con tres brujas demasiado entusiastas -reflexionó Harry acompañado por un escalofrío que hizo a muchos hombres reír-. Y por supuesto hice turismo.

-Por supuesto -gruñó Moody-.

Tonks soltó una risita. -¿Cuántos lugares de interés viste Harry?

Harry se ruborizó. -¡Un montón!

-¡Oh, apuesto que si! -bromeó la metamorfomaga-.

El adolescente rodó los ojos. -Basta con los comentarios sugestivos.

-¡Todavía no he empezado! -hizo un mohín Tonks-.

-¿Harry? -interrumpió Molly-. ¿No anduviste envuelto en mala compañía , no?

El adolescente movió su cabeza. -Si lo hubiera hecho Apolline no me habría dejado salir -le dijo-.

-Nymphadora estaba hablando de tu amante Potter -dijo entonces Moody-.

-¡Es demasiado joven para tener un amante! -exclamó Molly-. Harry querido, ¿es algún enamoramiento que crees tener?

Harry la fulminó con la mirada. ¿Ella realmente pensaba que era tan indefenso o un gran idiota como para no conocer sus propios sentimiento?

En lugar de Harry fue Tonks quien le respondió a la bruja, muy indignada por sus palabras. -Harry realmente tiene un amante, un amante real, no uno de esos que te dan corazones rosas y peluches de conejitos. Y apuesto que él es un galán.

-¡Su amante es otro chico! -exclamó Molly-.

-Sí, bueno, esas cosas pasan -intervino Dumbledore tratando de parar la pelea antes de que explotara en sus caras-.

Pero Molly no se detuvo con eso, demandando que discutieran la ultima revelación sobre la vida de Harry, algo de lo que el adolescente no estaba contento y lo demostró entrecerrando sus ojos verdes.

-Encuentro difícil de pensar que mi vida amorosa es de importancia para alguno de ustedes o de importancia en la lucha contra Voldemort -casi siseó Harry a la bruja que lentamente se estaba convirtiendo en su persona menos favorita en la sala e incluía a Snape-.

Dicho Maestro de Pociones y espía resopló de acuerdo. -Realmente Molly, el chico tuvo una aventura de verano, no es el final del mundo.

-¡Con un chico! -volvió a exclamar Molly-.

-Hombre -corrigieron inconscientemente Harry, Tonks, Remus y Dumbledore mientras Moody gruñía de acuerdo-.

-¿Hombre? -se ahogó Sirius-.

Harry se sonrojó. -Um, ¿tenía algo así como el doble de mi edad?

Sirius quedó boquiabierto mientras Snape tosía.

-¡Esto es absurdo! -comentó Emeline Vance-. ¡El Niño-Que-Vivió no puede ser gay!

-Bueno, que mal para ti, yo soy solo Harry y tu no eres mi madre -replicó el adolescente con una mirada-.

La bruja se ruborizó pero un codazo a su lado de parte de Tonks la calló.

-Bueno, de vuelta a la reunión entonces... -interrumpió Dumbledore-.

-No puedo creer esto -murmuró Molly, interrumpiendo al director-.

Sirius gruñó. Unos pocos asientos a su lado Snape luchó por no rodar los ojos. Esta era por lejos la reunión más dramática a la que había asistido en la Orden y era suficientemente rara porque el mocoso Potter había permanecido mayormente tranquilo y respetuoso.

-¿Molly? -preguntó Dumbledore-. ¿Tienes algun problema?

-Sí, lo tengo. ¿Qué pasa con Ginny? ¿La pobre chica esta enamorada de ti Harry? ¿Cómo puedes hacerle esto? -se quejó la bruja. A su lado Arthur hizo una mueca. no apreciaba hablar de temas familiares en público y esto era lo que estaba sucediendo. Sabía que su joven hija estaba enamorada de Harry pero incluso él se daba cuenta de que no podía pedirle al adolescente que respondiera a sus sentimientos cual este no sentía lo mismo. desearía poder detener a su esposa de hablar de este tema para siempre y especialmente durante una reunión de la Orden.

Por su parte Harry solo miró boquiabierto a Molly Weasley. Probablemente no había dicho lo que pensó que dijo.

-¿Tal vez este tema debería ser discutido más tarde? -dijo McGonagall que había estado tranquila hasta el momento. Ella no aprobaba lo que estaba sucediendo. Tenía un montón que decirle a Harry sobre su verano pero lo haría en otro momento, preferiblemente cuando estuvieran a solas. lo que estaba sucediendo ahora solo servía para agitar al adolescente y sabía bien que Harry tenía un temperamento explosivo. Hasta el momento lo había mantenido a raya pero Molly estaba siendo ridícula. ¡Si Harry le tuviera que prestar atención a todos los que estaban enamorados de él entonces saldría con la mayoría de Hogwarts!

-No, debe ser ahora. Él desaparecerá después -le dijo Molly-.

-Molly -le dijo Sirius en voz grave-. Ya te he advertido. Sigue así y nunca volverás a poner un pie dentro de esta casa otra vez.

La bruja lo miró. -¿Crees qué conoces mejor a Harry? Lo he tenido en mi propio hogar; mis hijos son sus amigos. Lo he conocido por más tiempo...

-¿Esto es nuevamente porque estoy en fuga? -demandó el mago-. Albus te lo explicó con palabras simples. No maté a mi mejor amigo o a nadie. No me importa lo que pienses, pero en mi casa me respetarás.

-Tal vez debería irme, después le puedo pedir a Sirius o a Remus para que me digan lo que pasó -sugirió Harry-.

-¿Ven? No responde -Molly apuntó al adolescente-.

-La manera más inteligente en le que he visto actuar a Potter -comentó Snape-. Y creo que hablo por todos cuando digo que realmente puedo vivir sin oír sobre la vida amorosa de Potter.

-Creo que entre a un Universo Alternativo -murmuró Harry. Tonks y Remus le sonrieron por el comentario. Aun así el adolescente se encogió de hombros y se levantó.

Dumbledore observó al adolescente irse y suspiró. Las cosas lentamente se estaban saliendo de control y Harry lenta pero seguramente estaba empezando a resentirse con Molly y el viejo mago temía lo que esto podía significar en un futuro.


Los gemelos Weasley teclearon a Harry en el momento dio un paso fuera de la cocina. Antes de que Harry tuviera tiempo para reaccionar fue levantado por los codos y acarreado hacia la sala de estar donde estaban Hermione, Ron y Ginny tendidos en los sillones. Se quedo sin aliento cuando fue liberado y solo pudo parpadear a los ojos inquisitivos con que se encontró.

-¿Qué? -les preguntó-.

-Compañero, estuviste en una reunión de la Orden -le dijo Ron-. Queremos detalles.

-O puedes usar gestos... -sonrió Fred-.

-No nos importa -sonrió George-.

Harry rodó los ojos. -Eso no se pareció en nada a una reunión -replicó-.

-Sí, volviste a salir rápidamente -comentó Hermione-.

Harry se puso de rodillas ante la estufa apagada. -Eso tuvo que ver con lo que pasó este verano. Conocí a alguien -no se perdió las miradas maliciosas que le enviaron los gemelos, la chispa de curiosidad en los ojos de Hermione, la mirada interesada y un poco celosa de Ron y la mirada herida de Ginny. Y sinceramente no se la devolvió. Nunca le había dicho nada a la joven bruja, nunca le había dado alguna esperanza de algo romantico y estaba furioso por la manera en que había reaccionado la Sra. Weasley hace algunos minutos. Sabía de su abito de culparse por todo, los Dursley le habían enseñado a sentirse culpable, pero esto no era su culpa no importaba lo que dijera la madre de Ginny.

-¿Tal vez una de las amigas...

-...hermosas...

-...de cabello rubio...

-...largas piernas...

-...con grandes pechos...

-...de la señorita Delacour? -los gemelos finalizaron la oración entre ellos con precisión y mucho más fácil que cualquiera que hubiera practicado para hacerlo-.

Ahora Harry estaba en un dilema. Podía mentir y esperar hasta que sus amigos lo oyeran de Molly Weasley o algun otro miembro de la Orden. Nunca había tenido la oportunidad de saber que pensaban sus amigos sobre la homosexualidad ya que antes nunca le había importado. Realmente no había una manera fácil de decirles y no iba a dejarlos acusarle de cobarde y mentiroso. El terror se propago en su estomago mientras trataba de sonar calmado.

-Conocí a alguien que muchos no aprueban, realmente no es de la importancia de ninguno de ellos. Es mayormente perjuicio y pensar pasado de moda -les dijo Harry-.

-¿Ella es mayor que tu? -adivinó Hermione-.

-Eso también -respondió Harry con una sonrisa. Se puso más tenso. -Lo otro es que ella no es un "ella" después de todo. Soy gay.

Silencio absoluto. Por un minuto Harry pensó que lo había pensado pero que nunca lo había dicho en voz alta. Pero la palidez en la cara de Ginny, la mirada horrificada y los ojos agrandados de Ron, y la cara de shock de Hermione le dijo que en efecto había hablado. Cambió la mirada hacia los gemelos pero ellos lo miraban inexpresivamente y ni por su vida podría entender si esto era una cosa buena o mala.

-Tu... Harry, ¿estas seguro? -finalmente chirrió Hermione-.

-No puedes ser un maricón Harry -dijo Ron después de ella-. Quiero decir querías invitar a Cho al baile de Yule del año pasado.

-Ron -dijo Hermione-. No está bromeando -luego se volvió hacia Harry-. Solo estas confundido. Alguien fue agradable contigo y te gusto. Apuesto que quería tomar ventaja de ti.

-S...sí -Ginny finalmente encontró su voz-. Hermione está en lo correcto. Solo te estaba engañando, probablemente quería la fama. Eres el Niño-Que-Vivió.

Harry se encogió con sus palabras.

-Solo estas confundido Harry ¿Solo estas experimentando, no? -trató nuevamente Hermione-.

-Dormimos en un dormitorio -dijo entonces Ron. Su cara estaba horrizada. -¡Compartimos duchas!

Harry trató de no mirarlos asombrado pero falló. Lentamente se estaba volviendo enojado pero mordió su labio y tragó. Estaban en shock. Necesitaban tiempo. Él se los concedería, se los debía. Pero primero se iría. O sino la creciente montaña de enojo en él explotaría.

-Me voy a la cama -les dijo Harry-. Hablaremos en la mañana.

O eso espero.


La mayoría de los miembros de la Orden huyeron de la sala tan pronto como la reunión terminó. Al final a pesar de que Harry se había ido la tensión corría demasiado alta como para que la reunión siguiera sin problemas. Un enfrentamiento entre Sirius Black y Molly Weasley era una posibilidad.

-Tu... -le siseó Sirius-. ¿Quédate lejos de Harry me escuchaste? ¡No puedo creer las cosas que le dijiste! No me importa tu hija y cualquier noción que tenga sobre estar enamorada de Harry. Mi ahijado no será coaccionado a estar en una vida sin amor o sea llenado de culpa que no le pertenece. Nunca trates de decirle a quien amar. No es tu lugar, nunca lo será. Y si sucede una cosa más te echaré Weasley.

-Molly, no -le dijo Arthur, sonando severo. Mientras que amaba a su esposa no estaba de acuerdo con la mitad de las cosas que le había dicho al adolescente. No le importaba si el adolescente prefería su propio sexo mientras fuera discreto. Y sabía que su joven hija tenía sentimientos por el mago de ojos verdes, pero otra vez no podía culpar a Harry por no devolver los sentimientos, era algo irracional hacerlo. Podía entender la confusión de su esposa. Ella no había esperado que las cosas cambiaran y tenía una imagen del futuro construida en su mente. Ahora ese futuro era imposible pero Harry tampoco tenía que sentirse culpable por eso.

Molly se volvió hacia su marido. -Pero nuestra pobre Ginny...

-Ginny encontrará a alguien que la ame. Nuestro Harry no puede. Nunca la miró de esa manera, la trataba como a Hermione o Ron, como a una hermana. No fuerces el asunto Molly. Ya te he dicho de que lado estoy -le dijo Arthur con dignidad-.

Por otro lado, Snape miraba el drama que se desplegaba con no una pequeña cantidad de diversión por la familia pelirroja. Era tan satisfactorio ver a alguien enfrentándose a la siete veces madre, incluso si este alguien tenía que ser Black. Aunque lo sucedido en la reunión era interesante.

Por ejemplo nunca hubiera imaginado que el ultimo de los Potter fuera homosexual y el chico nunca había dado ninguna indicación de eso. Pero de nuevo no tenía una manda de chicas enamoradas siguiéndolo, con la excepción de Ginny Weasley. Luego estaba el echo de sus parientes Muggles. Había estado con Albus cuando el viejo mago fue por ellos. Aun tenía problemas para reconciliar la imagen de abuelo que usualmente tenía Dumbledore con la del enfurecido y poderoso mago que había tenido cuando encontró a Petunia Dursley y su patética familia. Esa tardecita había abierto los ojos y cualquier creencia que había tenido de Potter, Harry Potter, siendo un moco inmaduro se había ido al demonio. El chico tenía serios problemas y ahora el Maestro de Pociones podía entender la desconfianza e indiferencia por la autoridad; ya que la mayor parte de la vida del chico los adultos habían ignorado su situación. También estaba enojado porque el chico de Lily había crecido con esas personas. Severus era de la opinión de que los Delacour la habían hecho algún bien. Y era obvio para cualquiera que mirara que el misterioso amante del chico lo había hecho más confiado y la había dado otro aire. Harry Potter había vuelto como un nuevo hombre y esto era para mejor. El mago malhumorado solo pudo preguntarse como se las arreglaría el adolescente. Era obvio que tenía un montón de oposición por parte de los Weasley.

Estudió a Dumbledore y notó que la usual luminosidad en sus ojos se había apagado. Y Severus sospecho que esto tenía que ver con Potter. A Albus no le gustaba el perjuicio y ahora se estaba sintiendo culpable por como había hecho crecer a Harry. Si Molly Weasley continuaba convirtiéndose en una molestia Sirius Black tendría que hacer cola para defender al adolescente.

-Tan divertido como esto puede ser -dijo entonces Snape-. Pomona esta esperando su pomada para quemaduras. Si se me permite debo que regresar a Hogwarts.

-Por supuesto mi chico -le dijo Dumbledore-. Pero asegúrate de descansar también.

-Por supuesto -Snape se contuvo de rodar sus ojos y dejó la cocina-.

-Iré a decirle buenas noches a Harry -dijo Sirius y dejó la habitación también-.

-¿Albus? -Molly se volvió hacia el director-. ¿No estas enojado con ellos, no?

-Molly, mi querida, los niños crecen, ¿quién soy yo para detener ese crecimiento? -replicó el hombre-. Ustedes dos descansen también.


La mañana siguiente


Sirius oyó el murmulló en la cocina antes de entrar. Remus estaba afuera y parecía estar escuchando lo que sucedía adentro. El hombre lobo lo sintió y se giró, subiendo un dedo hacia sus labios. Sirius frunció el ceño pero asintió. Hizo un gesto hacia la sala de estar y Remus lo siguió. Una vez dentro bloquearon la puerta.

-¿Qué pasa? -le preguntó Sirius a su amigo-.

-Aparentemente Harry le dijo a sus amigos que es gay -le dijo Remus-.

Sirius hizo una mueca. -Deduzco que no salio bien.

-Un eufemismo. Ginny lo tomó muy mal y ahora Molly está soltando tonterías para animarla; honestamente esa mujer solo hace las cosas peor, dándole falsas esperanzas a la pobre chica.

-¿Ron y Hermione?

Remus movió su cabeza en exasperación. -Esos dos... Bueno, Ron se ha quedado atascado en el echo de que Harry es gay, se parece mucho a como James lo tomo cuando tu lo dijiste -le dijo el mago a Sirius-. Solo a sido un día y si mi memoria esta bien, James fue un idiota durante una semana

Sirius sonrió cariñosamente y sonrió.

-Ahora Hermione, esta está tranquila -luego Remus dijo-. No tengo idea de que piensa del asunto. Pero te puedo decir que los gemelos no están molestos. Resulta que su amigo, creo que Lee Jordan, esta saliendo con un Ravenclaw. Ron lanzó un ataque por eso también.

-Bien entonces, mejor encontramas a Harry antes de que entre a la cocina -anunció Sirius. Salieron apurados de la habitación y se encontraron con el adolescente una vez niño estaba dejando su habitación. Estaba luciendo algo pálido y pensativo; hasta que capto la vista de ellos y cualquier molestia pareció abandonarlo. Los dos adultos le dijeron su plan de desayuno.

Harry les dio una mirada a sus caras y asintió. -¿Kreacher sabe cómo cocinar? -les preguntó-.

-Realmente no -le sonrió Sirius cuando escuchó al estómago del adolescente protestar-.

Harry se ruborizó. -Bueno, supongo que no importa mientras sea comida.

-Hay una panadería a la vuelta de la esquina -dijo entonces Remus-. ¿Croissants y jugo?

-¿Café? -pidió ilusionadamente Harry-.

-Café también -le sonrió Remus-.

-Esperaremos aquí -le dijo Sirius y ondeó la mano-.

-Bueno, entonces, yo invito -les dijo Harry-.

-Lo tengo -le aseguró Remus-. Al menos puedo hacer esto después de una tardecita tan dramática.

Harry le sacó la lengua a su ex profesor de DCAO y se fue.

Cuando Remus volvió ellos ya se habían acomodado en la vieja habitación de Regulus para comer. Harry tomó la cama mientras los dos adultos se sentaron cerca del escritorio.

-¡Esto es bueno! -comentó Harry lamiéndose un dedo-. ¿Así que la cocina es un no-no por hoy? ¿Aún no se han tranquilizado?

-Bueno, como dije con Sirius, a James le tomo una semana una vez este perro soltó las semillas -replicó Remus-.

-¿Eres gay? -le preguntó Harry a su padrino-.

Sirius asintió. -No es algo tan extraño.

-Yo soy bisexual -ofreció Remus, no sin que un rubor tocara sus mejillas-.

Harry parpadeó y luego sonrió. -Bien. Así que tu decías que papá fue un...

-Imbécil -dijo Remus por Sirius-. Lily gritó eso en la torre de Gryffindor.

Harry soltó una risita. -Bien, ¿entonces qué me sugieren?

-Responde las preguntas sinceramente. Con el tiempo el shock pasará -dijo Sirius con un encogimiento de sus hombros-.

-Y en cuanto a lo de Ginny...

-Lo sé Remus, no es mi culpa -Harry masticó un bocado-. Adivino que salvarla del Basilisco y Riddle le dio toda una nueva dimensión para adorar al héroe.

-Apesta ser tu -dijo Sirius pensativamente, pero con un destello en sus ojos-.

-Te odio -gruñó Harry-.

-Mientes -sonrió Sirius-.

-Entonces Harry -interrumpió Remus-. Ese amante tuyo, ¿cómo es?

Harry inmediatamente se animó. -Bueno, él era... es simplemente increíble.

-Habla -pidió Sirius-.


29 de agosto


Harry había estado manteniéndose fuera del camino de todos por un par de días. Aun le hablaba y saludaba a Arthur Weasley, los gemelos y Tonks, cuando ella aparecía, pero evitaba a Hermione y Ron, y por sobre todos a Ginny y Molly Weasley. Tomaba el almuerzo y la cena en la cocina cuando aparecían más miembros de la Orden que los usuales y no le pedían preguntas incomodas.

Un día sin embargo Ron y Hermione se encontraron con él.

-¿Podemos hablar? -le preguntó la joven bruja-.

-¿Biblioteca? -ofreció Harry. Ellos acordaron.

Una vez llegaron a la habitación Harry tomó asiento y esperó. Hermione se sentó cerca mientras que Ron mantuvo su distancia. De alguna manera el cuadro completo no hizo a Harry sentir mejor y no le dio mucha esperanza.

-¿Entonces que pasa? -les preguntó Harry-.

Hermione aclaró su garganta. -Um, yo...nosotros queremos hablar contigo -declaró. Ron dio un corto asentimiento.

-Bien -le dijo Harry-. Habla.

-Esto no es exactamente fácil -dijo la bruja. Tomo una profunda respiración. -¿Realmente eres gay? La Sra. Weasley y otros pocos miembros de la Orden nos dijeron que conociste a alguien...

-Eso se los dije también -la interrumpió Harry-. No te atasques, solo dime.

-¿Esta es una fase? -preguntó Ron-. ¡Quiero decir tiene que ser! ¡Te gustaba Cho! ¡Compartimos dormitorio!

Harry suspiró. -¡Oh, por la salud de Merlín! Soy gay. ¿está bien? Pero nunca jamas te he mirado, o a nadie más si hablamos de eso, ¡solo me gusta él! Y para ser honesto los pelirrojos no me producen nada excepto recordarme a mi madre. No voy a saltar sobre ti mientras duermes o cuando estés en la ducha o en cualquier otro lugar ya que estamos hablando.

Ron adquirió un color rojo pero se mantuvo callado.

-Solo que es raro -espetó Hermione-.

-¿Raro? -se hizo eco Harry-.

-Sí, no se como actuar contigo Harry y Ron tampoco lo hace.

Los ojos de Harry se achicaron. -¿Actuar? No tienen que hacer nada excepto estar aquí -ellos evitaron sus ojos-.

-No es fácil para nosotros -se defendió Ron-. No me siento como a tu alrededor.

-Solo necesitamos tiempo -le dijo Hermione-.

Harry estudió a sus dos amigos mientras ellos se retorcían bajo su mirada. Mirándolos ahora, le parecían niños. Recordó las palabras de Sirius de ser paciente y darles tiempo. Sin embargo parecía que ellos también necesitaban espacio. Por alguna razón eso dolió. Nada estaba yendo de la manera que quería y la produjo frustración al adolescente que no podía hacer nada para cambiar las cosas.

-Por supuesto -dijo Harry; su voz era fría. Se levantó y caminó hacia la puerta. -Tómense todo el tiempo que -estrelló la puerta tras él-.


1° de setiembre: N°12 de Grimmauld Place


Harry miró a su baúl, su humor era oscuro. Ciel estaba en su brazo siendo acariciado por un ausente adolescente.

-¿Un knut por tus pensamientos? -preguntó Remus-.

Harry parapadeó. -¿No valen ni siquiera un galleon? -fingió ofenderse el adolescente. Esto ganó una pequeña sonrisa del mago de más edad.

Remus se delizó en la cama hacia su lado. -Pareces preocupado. Y se por Sirius que hablaste con Ron y Hermione.

Harry resopló. -Que charla fue esa... -como respuesta a la mirada inquisitiva de Remus dijo-. Me pidieron más tiempo. Pero la verdad es que ni siquiera me miran a los ojos. Y eso duele.

El hombre lobo puso una mano en el hombro del adolescente y lo apretó. -Había esperado que este no sería el caso pero supongo que estaba equivocado -miró directamente a los ojos verdes de Harry-. Creciste Harry. Esto está destinado a suceder en algún momento.

-¿Qué perder a mis amigos? -el adolescente estaba amargado-.

-Que gente que conoces eventualmente quede atrás -le dijo Remus-.

-No me gusta.

-Nunca dije que tenía que hacerlo. Solo trata de sacar el mayor provecho de esto.

Harry asintió con la cabeza. -Supongo que trataré de ser positivo pero no puedo prometer nada.

-Ahora vamos, debemos ir a la estación. ¿Empacaste?

-Sí y envié a Hedwing por adelantado.

-Bien, carga a Ciel yo tomaré tu baúl.


Plataforma 9 3/4


La plataforma estaba llena de estudiantes con sus padres y el ruido hizo a Ciel acurrucarse en sus brazos. Estaba siendo acompañado por varios miembros de la Orden del Fénix por su seguridad. Sirius se había colado, después de mucha persuasión, como Padfoot y estaba haciendo más lío que la mitad de la gente en la plataforma.

-Padfoot -advirtió Remus-. ¡Para de atraer atención indeseada!

El perro les dio el equivalente a un puchero. Harry movió la cabeza por la actitud de su padrino.

-¿Harry? -habló Remus-. Te ayudaré a cargar el baúl. ¿Quieres despedirte?

El adolescente movió la cabeza. -No lo necesito.

El hombre lobo suspiró y asintió con la cabeza.

Cuando Harry estuvo a salvo en el tren sonrió por la vista de Remus reprendiendo a Padfoot con Tonks cerca de ellos. Esta fue un visión que tocó su corazón. Luego captó la vista del Weasley y sus mejores amigos e hizo una mueca. No sabía que pensar cuando los vio a todos reunidos conversando felizmente. Esto era como su primer año otra vez y le hizo sentirse solo.

Harry volvió su cara de la ventana y corrió las cortinas. No iba a estropear su humor aun más. Iba a volver a Hogwarts y eso era una buena cosa.

La mayor parte del viaje en el tren fue tranquila. Al final nadie lo molestó. Una chica rubia le preguntó si podía sentarse en el asiento vacío él asintió y eso fue todo. Ella no se lo comió con la mirada ni trato de tener una conversación, solo sacó su periódico y empezó a leer.

-¿Algo del carro queridos? -estaba gritando la bruja del carrito de bocadillos-.

Harry abrió la puerta del compartmiento y la llamó.

-¿Quieres algo? -le preguntó a la chica de cabello rubio-.

Ella enfocó sus ojos en él. -No estoy segura de tener hambre.

Harry sonrió. -Puedo entender eso -se volvió hacía la bruja y le pidió pasteles y media docena de ranas de chocolate, luego pagó y cerró la puerta-. Toma, podemos compartir.

La chica parpadeó. -Soy Luna Lovegood, pero puedes llamarme Lunática, como la mayoría de la gente.

-Harry Potter. Este año estoy loco como una cabra.

-Él no es loco -le dijo Luna-. Solo excéntrico.

Harry rió. -Recordaré eso. ¿Pastel de calabaza?

Ella puso su periódico a un lado y aceptó la comida.

-¿Qué estas leyendo? preguntó Harry-.

-El Quisquilloso, mi papi lo escribe -replicó Luna-.

Harry no había oido de ese periódico antes. -¿Puedo mirarlo?

-Por supuesto es bueno. Nunca los había intentado antes.

-¿Nunca?

-Usualmente mis cosas se pierden antes de llegar a Hogwarts y las tengo de vuelta en el verano.

Los ojos de Harry se achicaron cuando se dio cuenta que la chica estaba siendo robada. -¿De qué casa eres?

-Ravenclaw.

-No luces...

-¿Inteligente? -preguntó Luna-.

-Yo iba a decir como un ratón de biblioteca -sonrió Harry-. Si eres inteligente o no aun no puedo decirlo.

-Me caes bien Harry Potter.

-Llámame Harry.

-Lo haré. Entonces llámame Luna.

-Lo haré.

Y Harry arrecostó su espalda contra el asinto por el resto del viaje, leyendo la rara revista y hablando con la aun más rara chica.


Aquí estoy de vuelta esta el dicho mejor tarde que nunca espero que les guste el primer capitulo de esta maravillosa historia. El próximo capitulo será el de la vuelta a Inglaterra de Rabastan. Dejen reviews.