Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la trama proviene del caótico laberinto de fantasías de mi cabeza...

23. Algo Extraño

Alice POV

—Edward se acaba de enterar de nuestros planes... —dijo Rose echando una rápida mirada a Edward y Bella.

—¡¿Qué?! —Ahogué un grito.

—Lo hizo cuando Bella terminó con él —finalizó Rosalie.

¡Dios! Bella necesitaba que la encerraran con Edward durante una semana...

—¡No se trata sólo de ti, también se trata de mí! —Edward estaba rojo de la ira y su posición estaba claramente a la defensiva por Jacob, pero también podía observar cómo quería jalar a Bella para que dejara de estar escondida en la espalda de Jacob mientras que ésta lo miraba desafiante.

—¡Es mi decisión! —Gritó Bella— ¡Te lo dije! Te dije que iba a escapar, fui honesta contigo y te dije las cosas...

—Y yo te dije que no te ibas a ir, te juré por mi vida que no te dejaría ir —Edward parecía devastado, incluso podía ver que sus ojos se estaban haciendo agua.

—Edward, ya tomé mi decisión y eso es todo —sentenció Bella.

—¿Recuerdas lo que hablamos sobre darle una oportunidad a alguien que quiere estar con Edward? —Jacob finalmente habló y por unos segundos pude ver que Bella puso una cara de horror antes de cambiar su expresión por indiferencia.

—Eso ya no importa —su voz era despreocupada—, ahora todo ha cambiado. Ese tipo de cosas no existen, no son reales, no existe el amor de novelas.

—Bella, estás siendo demasiado extremista con este asunto —me acerqué a ella para reconfortarla—. Sabes que Charlie no va a permitir que te vayas con ella y que es capaz hasta de utilizar todos sus recursos por ti.

—No quiero ir con mi mamá —se quejó—, ella no me quiere, sólo me ve como una garantía para que mi papá le de dinero y le cumpla todos sus caprichos.

—Pero tienes a Charlie y él te valora tanto que peleará por ti —puse la seguridad y el resentimiento que tenía en mi voz—. En cambio los míos... No creo que les importe mucho que yo esté aquí. Tienes la suerte de que tienes a Charlie y de que él va a luchar por ti, los míos no lo harían ni porque mi vida dependiera de ello.

Bella dejó de lado la agresividad con la que estaba reaccionando, en parte entendía que estuviera a la defensiva, y me miró a los ojos antes de abrazarme fuertemente. Por su hombro pude ver a Emmett quien mordía la rosquilla y masticaba, a Edward que estaba mirando la escena con impotencia y a Jacob que miraba enternecido la escena, tuve que mirar de lado para ver los ojos de Jasper y me daban el valor y la fuerza que necesitaba para no derrumbar aquella muralla que había puesto años atrás.

—Lamento todo esto —murmuró en mi oído—, no fue justo para ti, pero nos tuviste a mí y a Charlie en el proceso, nunca , nunca estuviste sola —me apretó para infundirme el valor y cariño que necesitaba—. Ya hablaremos después del por qué tu cabello está hecho una maraña, tu ropa está algo arrugada lo cual es raro en ti y que hueles a sudor...

Me aparté avergonzada al tiempo que me acomodaba el cabello y me alisaba un poco la ropa con las manos. Escuché las risas de Bella y Jasper antes de Edward continuara con la riña. Se acercó con fiereza a Bella y la llevó del brazo hasta una esquina alejada, Jacob por su parte se acercó a ellos para advertirle claramente a Edward que cuidara lo que fuera a hacer.

—Lo que me vayas a decir ya no es tan privado ya que todos saben —gritó Bella soltándose del agarre de Edward—. Es mi decisión y tienes que aceptar que tú y yo no estamos juntos.

—No soy un juguete —Edward habló dolido, sus ojos empezaban a verse rojos—. No puedes ser mi novia un día sí y al otro mandarme al diablo. Sé que te duele la separación de tus padres, pero no puedes tomar decisiones a la ligera y basándote en el coraje del momento.

No supe si fueron las palabras de Edward o la forma en la que se miraba mientras decía esas palabras, pero Bella se quedó un momento en silencio antes de abrazarlo con fuerza y murmurarle audiblemente.

—Lo siento tanto —apretó su abrazo.

Unos golpes a la puerta nos alertaron e hizo que Bella soltara a Edward, más bien, empujó a Edward. Hice señas a los chicos para que se escondieran debajo de las camas antes de acercarme a la puerta y abrir. Los chicos se apresuraron a meterse, me causó gracia ver a Emmett meterse con mucho esfuerzo por su tamaño y la rosquilla que sostenía.

Era la directora Esme.

—Señorita Brandon, buscaba a los muchachos, pensé que estaban aquí —hizo una rápida inspección a la habitación con la mirada.

—Lo lamento, ellos... —fui interrumpida por la directora Esme.

—Emmett puedo escucharte masticar y debo de decir que yo no te enseñé a comer así. Sal de donde quiera que estés.

Emmett salió con dificultad y ya sin su rosquilla, pero con la boca llena.

Y pensar que Emmett es el profesor de gimnasia en este internado...

—¿Me puedes decir la manera en la que estás masticando? —Esme se veía molesta. Emmett miró al suelo avergonzado como un niño pequeño—. Edward y Jasper los quiero en su habitación en este momento.

¡Vaya! Esme era buena.

Edward y Jasper salieron, Esme parecía que en cualquier momento los iba a jalar de la oreja.

—Ustedes y yo vamos a tener una seria conversación sobre no estar en el cuarto de las chicas, aunque ellas estén de acuerdo y sean sus novias. No es correcto —finalizó al tiempo que se paraba en la puerta y apuntaba con su dedo que salieran. Los chicos salieron en fila india seguidos de Esme quien, antes de salir, nos hizo un guiño y cerró la puerta detrás de ella.

—Vaya que eso fue... —empezó Bella.

—Extraño —terminamos Rosalie y yo.

Hablando de extraño...

Las tres nos quedamos en silencio unos segundos antes de que por fin alguien pudiera hablar.

—Bella, creo que te pasaste y por mucho —Rosalie rompió el silencio.

—Lo sé y creo que tendré que pedir perdón por mucho tiempo —Bella se abrazó a sí misma.

—Edward parecía tan vulnerable —suspiré.

Bella paseó por la habitación, sus brazos apretaban su cintura.

Jacob salió de debajo de la cama, sacudió sus pantalones y se acomodó la camisa.

El silencio volvió, todos nos volvimos a sumir en nuestros pensamientos, podía verlo en Bella que su mente estaba trabajando, no sabía en qué, pero sabía que tenía mucho que reflexionar.

—Sea lo que vayas a hacer, sabes que te apoyo —murmuró Jake antes de salir de la habitación.

Junté mis manos como si fuera a orar. Estaba ansiosa, mis instinto me quería decir algo. Quise por unos momentos cerrar los ojos y frotar mis sienes, no lo hice, tenía que concentrarme en más que relajarme.

Sin duda, una visión iba a llegar a mí, pero no quise hacer caso...

—Más vale que vaya por mi maleta que dejé escondida detrás del "Club Secreto de los Emisarios de He-Man" —murmuró Bella haciendo comillas en el aire. Solté una pequeña risilla.

—Te acompaño —dije después de reír.

—No, iré yo sola —Bella se detuvo un momento para mirarme divertida—. Tú en cambio, deberías de ir a darte un baño que tanta falta te hace...

—¡Basta! —Grité avergonzada.

Bella salió de la habitación riendo. Rosalie me miraba entre divertida y avergonzada.

Una muy extraña situación. Suspiré, aunque algo me decía que se me estaba escapando y mi mente me quería decir algo, sentía que debía de dejar que mi visión se abriera paso, pero no quise.

Unos nudillos tocaron la puerta antes de que terminara de diseñar el vestido de novia que iba a usar en mi boda con Jasper en un par de años. Había estado pasando el resto de la tarde haciendo mejoras al diseño de Bella quien escaparía de la boda, sus pies iban a pisar el vestido por delante lo que haría que cayera hasta un charco de lodo. No podía permitir que un diseño mío terminara en un cochino charco.

Abrí la puerta una vez que tapé mis diseños de cualquier ojo curioso. Era Edward quien traía una sonrisa en los labios, seguramente esa sonrisa era para Bella ya que en cuanto vio que era yo su sonrisa cambió por una diplomática.

—Pasa —dejé la puerta abierta para que pasara.

Tomé la carpeta con mis diseños y los acomodé en un cajón próximo y me mantuve serena para que no notara que estaba escondiendo algo.

—Buscaba a Bella —dijo Edward aún en la puerta quien miraba por las esquinas de la habitación comprobando que Bella no estaba.

—Fue a buscar sus maletas en la guarida de los "Emisarios de He-Man" o como sea que se llame su club.

—Acabo de estar ahí y Bella no estaba —murmuró Edward con gesto preocupado.

—Iremos a buscarla —traté de sonreír y ocultar mi cara de frustración. Edward debería darle un poco de espacio a Bella.

Hice amago de caminar para indicarle a Edward que saliera de la habitación, di un rápido vistazo a la habitación esperando que nada estuviera en desorden antes de caminar y seguir a un Edward muy preocupado. Bajamos por las escaleras y seguimos hasta la puerta que daba al jardín, seguramente me encontraría a Bella escondida entre los arbustos conteniendo la risa al ver la cara angustiada de Edward... Pero de repente mi sonrisa se desvaneció, sentía que algo no estaba bien, algo extraño estaba pasando, algo que tal vez iba a cambiar muchas cosas.

El viento empezó a barrerlo todo, el jardín estaba solitario, un nuevo escalofrío recorrio mi espalda y se depositó en mi estómago.

Busqué en todas direcciones con la mirada esperando ver a Bella haciéndome señas para que le siguiera la corriente y actuara preocupada, pero Bella por más que mirara en cualquier dirección nunca apareció.

Bella no estaba.

Bella había desaparecido.

Bella se había ido.

Lo supe en el momento en que tuve una fracción de imagen...

Bella con lágrimas en los ojos mirando a la distancia y su maleta en el asiento trasero.

Emmett entró en la habitación con gesto serio.

—¿Han sabido algo? —preguntó Rosalie angustiada.

Habíamos avisado a Carlisle y Esme sobre la desaparición de Bella, o la posible fuga. Sabía que Bella no se habría ido sin mí, una parte de mí me lo gritaba, pero...

—No han sabido nada —dijo Emmett con gesto sombrío antes de abrazar a Rose quien dejó caer una lágrima.

Nos habíamos reunido todos, incluyendo a Vanessa y a Jacob; Jacob parecía cansado y se veía muy preocupado mientras que Nessie trataba de darle caricias consoladoras. Los demás teníamos la preocupación tatuado en nuestros rostros.

Edward por otro lado se veía devastado, furioso. Había tenido un episodio de rabia, había volteado la cama de Bella con enojo y había botado varias de sus cosas. Todo parecía indicar que Bella no había cumplido con su palabra lo cual me saltaba mucho. Eso no era propio de ella, pero en la visión no tuve ningún indicio que me indicara que algo malo le había pasado, sin embargo algo me gritaba que estaba en lo incorrecto, que a fuerza debía de haberle pasado algo malo como para que se atreviera a irse sin mí.

—Hablaron con sus padres —sentenció Emmett aún con Rosalie en brazos—. Ninguno de ellos supieron dar datos de su paradero. Tal parece que Bella se escapó, no ha llamado y no ha hecho esfuerzo alguno por comunicarse con ustedes. Sus padres vienen en camino y...

—¡Esto no tiene sentido! —Explotó Jacob— ¡Ella nunca se iría así, sin avisar y sin decirme sus planes! ¡Me cuenta todo!

—¿Qué quieres decir? —Edward parecía celoso, cerró su mano en un puño, dispuesto a golpear a Jacob.

—Que ella sin importar la situación me dice las cosas.

—¡Ella también me cuenta todo! —Dije furiosa.

—Alice... —Jasper me llamó en tono suave.

—¡No! —Alcé las manos para cubrirme la cara y liberar la angustia que estaba por salir—. Ella se fue —sentencié—y no va a volver.

Lo perdí. Estaba molesta, las emociones que había mantenido a raya me ganaron. Estaba molesta.

—Ella se atrevió a irse sin mí, no me esperó.

Todos me miraban, interrogantes, mi rostro seguramente debía de estar de color rojo mientras mis ardientes mejillas empezaban a estar húmedas por las lágrimas.

Me quedé callada unos segundos antes de dejar salir de mis labios un gemido, nuevas lágrimas acudieron a mí.

Sin embargo, a pesar del enojo, a pesar del resentimiento, algo me decía que Bella no se había ido, algo me decía que había algo extraño en su partida, había algo extraño.

Bueno, bueno, lo sé, han de querer matarme por tanto tiempo de ausencia. Pasé por muchas cosas, cosas que espero poder contar algún día. Mientras tanto, hasta el próximo cap! :)