JUNJOU ROMANTICA no me pertenece

Este FIC participa en el reto de Febrero "A través de las estaciones" del foro "Del Yaoi & el Slash"

I – Propósitos

Cada que escuchamos Invierno, instintivamente pensamos en: Navidad…

Diciembre, 31
Un hermoso frío y blanco paisaje cubría a la ciudad entera.
Podía verse como niños con enormes y cálidos abrigos salían a jugar. Los árboles habían quedado completamente desnudos, siendo la nieve, su nuevo y extenso follaje.
Las luces navideñas iluminaban el cielo nublado, y los adornos hacían más agradable la vista. Por la calle, autos y personas dirigiéndose rápidamente a las tiendas a comprar lo último para las cenas, celebrando con esto, la llegada de un nuevo año…

Usagi había convencido a Misaki de adornar y preparar una cena, tal y como las familias lo hacían en las películas o series que pasaban en la televisión, aunque el castaño repetía una y otra vez, que "esto" no era una familia, pero bueno, ¿Cómo podría resistirse a una festividad tan bonita?
En el departamento había guirnaldas de copos de nieve, velas y adornos en la mesa, también flores de pascua alegraban cada rincón de la casa y claro, no podía faltar el inigualable "Pino de navidad", que había sido colocado y adornado con esferas y luces multicolores días atrás.

―¡Vamos Usagi! Pela con ganas esas zanahorias― Misaki seguía con un tono alegre mientras revisaba algo en el horno.

―No quiero, ya me cansé― Contestó Usagi en forma de puchero, dejando el pelador en la mesa, recargando su codo sobre ella y su mejilla en la mano. ―Cocinar es sólo para las mamás― Señaló con la otra mano a Misaki

―¡¿Qué?! ¡Yo no soy ninguna mamá!― El castaño se ruborizó mientras gritaba al mayor, quien dio un suspiro en forma de burla.

―Y me lo dice el niño que trae delantal de flores― Misaki se miró. Era verdad. "Arranco" el delantal, aún con el rostro más rojo que antes.

―¡Mejor vete a poner la mesa!― Le dio la espalda molesto. Usagi se levantó rápidamente y lo abrazó.

―Está bien, sólo por que quiero cenar y después, tener mi regalo― Le dijo en el oído y las últimas tres palabras con un tono seductor, lo que hizo que el menor se estremeciera.

―S-Sí, tú regalo, que está envuelto en papel azul― Respondió tratando de ignorar lo antes dicho por el "conejo"

―Que raro, por que no te veo de papel azul― Misaki se sonrojó más, pues las manos se Usagi comenzaban a invadir el interior de su playera.

―Y-Yo no soy el regalo― Trató de no suspirar, pues una de las ásperas, pero a la vez tan suaves manos del mayor quiso entrar dentro de su pantalón.

―Que lastima, hubiese sido feliz por todo el año― Mordió su oreja después de terminar de hablar, retiró ambas manos y se separó del castaño. Misaki sólo se quedó ahí, imaginándose envuelto en listón rojo y las mejillas del mismo color, desnudo, totalmente indefenso, listo para ser violado… Sacudió su cabeza alejando esos pensamientos y siguió terminando de preparar la cena.
Misaki ya había terminado, ahora solo faltaba esperar para la hora en que cenaban, así que fue a ayudar al escritor pervertido, pues seguramente la mesa estaría hecha un desastre…
Un castaño con ojos realmente abiertos admiró el arreglo de la mesa. Había un bonito mantel con decorados en rojo y dorado, velas en finos candelabros, los platos colocados correctamente, vasos y copas, servilletas, cubiertos…

―Valla… Te esforzaste

―Lo sé, aunque todo terminará tirado― En cuanto Usagi notó que una de las cejas de Misaki se levantó, lo tomó por la muñeca y lo puso frente a él, acorralándolo en la mesa, y así poder responder la incógnita. ―Sí, pues te amaré sobre la mesa― El castaño se sonrojó. Gritando un "Maldito pervertido". ―¿Qué tiene de malo? Es uno de mis propósitos ―El escritor sacó de su bolsillo una hoja de papel, la extendió pues estaba doblada, mostrándosela a Misaki, y conforme leía su sonrojo iba creciendo más y más: "Amaré a Misaki sobre todas las cosas; sobre la cama, sobre el sillón, sobre la mesa, sobre el suelo…"

―¡S-Sabes qué! Ya no me importa leer más ―Quitó el papel de su cara. ―Además, olvidé hacer mis propósitos― Se apartó de Usagi y fue en busca de papel y lápiz, sentándose en la mesa de la sala, comenzando a escribir. El mayor sólo lo miraba atentamente. ―¡Lo olvidé, tenía que revolver la sopa!― Misaki se levantó rápidamente y corrió a la cocina. El escritor se acercó a la mesa, leyendo de lejos lo que su "novio" había escrito. Había aproximadamente 7 propósitos escritos, varios relacionados con subir de calificaciones o siempre decir a las personas que apreciaba lo que sentía por ellas, pero el númer fueron los que le llamaron más la atención.
"4. Entender más a Usagi y su manera brusca de hacerme cosas malas"
"5. Quizá, aprender a enamorarme de Usagi"
En cuanto escuchó pasos, se quitó rápidamente de ahí, haciendo que no pasó nada…
Después de cenar, la pareja romántica "intercambió" regalos, y después de esto, comer las doce uvas exactamente a las 12:00 hrs.

―¿Sabes que pedí?― Preguntó Usagi después de que terminó de comer. Misaki negó pues aún tenía las uvas en la boca. ―Que tú seas mi regalo― Sonrió y tomó uno de los moños que había sobre la mesa, pegándoselo en la cabeza. El menor se sonrojó y cuando terminó de pasarse las uvas, Usagi tomó la última que había guardado y la colocó en los labios de su compañero. Después se acercó y la mordió, quedándose cada uno con la mitad, después lo abrazó y lo llevó hasta el sofá, quitándole desesperadamente la ropa, llenando todo su pequeño cuerpo de besos, y pequeñas mordidas, ocasionando suspiros y así fundiendo sus cuerpos en cada movimiento que hacían…