Antes que nada un gran agradecimiento a Mond Dunkel que me estuvo ayudando y apoyando a lo largo de todo el fic.
Los leo abajo.
Un joven alto y castaño caminaba por el atrio de una gran institución. Se podía ver un vasto y verde campus y más a lo lejos un castillo, donde se podían a preciar a muchos jóvenes con libros y cuadernos. El joven a diferencia de los demás a su alrededor, equilibraba un montón de libros mientras intentaba hablar por teléfono.
-No….papá, no regresa a casa por ahora…no, no, es por mi trabajo…..ya te dije mil veces que no tengo novia…. ¡Tampoco quiero que me consigas una!...Bien pare te veré en el almuerzo-
Aquel joven que vestía un traje azul con corbata roja y unos tenis converse rojos, ahora subía las escaleras de aquel edificio del saber. Se trataba de una prestigiosa universidad en aquella ciudad que ahora se encontraba en la actualidad. El joven era un prodigio en casi todas las áreas de la que había tomado, cualquiera que lo viera en estos instantes, ya sea familia, amigos o desconocidos. Pronosticaría para él un gran futuro.
Cuando el joven por fin pudo terminar la charla con su padre, su celular sonó de nuevo. Volvió a llevárselo al oído y disponerse a hablar, algo molesto.
-¿Diga?...-
-¡TIIIIIIIIIIIIIIIIIMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!- se oyó un potente y molesto grito desde en el otro lado del auricular.
-¡Den! Por todos los cielos ya te dije que no grites así cuando me hablas por teléfono…-
-¡JAJAJA! Veo que don cerebrito sigue tan amargado como siempre, como sea solo quiero que me confirme si vendrás la próxima semana, sabes que se acerca la fecha más importante de todas…-
-Como olvidarlo si me lo recuerdas una semana antes todos los años..-
-Pero Timeeeeee- se oía el puchero del danés –Es el cumpleaños de mi bella nenita debes entender la importancia de eso-
El castaño no pudo evitar reír al recordar el día en que su amigo llego golpeado a su casa, estaban a pocos días de la graduación cuando le anuncio la noticia de que había embarazado a Noru y se iba a casar con ella. Eso de inmediato explico los golpes en todo su cuerpo y uno que otro rasguño. De hecho tenía una uña enterrada en la espalda.
-Bien Den…te veré en una semana lo prometo…-
-¡Perfecto amigo!... ¿Sabes podrías traer algo para la celebración?-
Sin embargo el rubio no recibió respuesta –Time viejo ¿estás ahí? ¿Hola? Noru… ¿Por qué tienes puesta esa ropa?... ¡Aaaaahh!-
Time se había quedado perdido viendo hacia adelante con el celular en la mano, a unos metros de él iba caminando una larga cabellera rubia. La nostalgia inundo su pensamiento, trayendo a el múltiples recuerdos ¿Acaso era ella? ¿Era remotamente posible? Sin darse cuenta colgó los insistentes gritos de su amigo para salir corriendo en busca de la joven que acababa de ver.
Puso su portafolio bajo su brazo para tener mayor velocidad, por primera vez dio gracias a su manía de usar tenis con su traje. Su mano alcanzo el hombro de la joven, el castaño tenía una gran sonrisa en su rostro, pero desapareció cuando la rubia volteo. No era quien creía.
-¡AH! Lo siento señorita….pensé que era alguien más…- Se disculpo. Para luego dejar que la joven siguiera su camino.
Con los ánimos desmoronados de nuevo, Time emprendió su regreso hacia el instituto donde trabajaba. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces se había equivocado, causando uno que otro incomodo momento. Pero por alguna razón jamás la había podido dejarla ir de sus pensamientos. A su Derpy.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
En la entrada de la gran universidad estaba parada una chica rubia muy guapa que traía puesto un uniforme de mensajería y una mochila con alas cocidas.
-Veamos…parece que aquí es…- Se dijo así misma, para luego revisar nuevamente la etiqueta del paquete que traía en sus manos –Menos mal traje mis patines o sería muy largo recorrer todo este lugar a pie-
Así la jovial chica de ojos dorados empezó su recorrido en patines por el lugar, su destino era el departamento de historia. Patinaba el lugar con lo que ella llamaría "agilidad" y aunque no impactaba con nadie, si causaba uno que otro desastre a su paso. Alumnos que salían corriendo de su camino, papeles volando por maestros que pasaban y una que otra decoración rota.
Después de unas cuantas indicaciones la rubia llego a una puerta que tenía un reloj de arena grabado en la madera.
-Creo que es aquí... Y es un alivio. Esto pesa mucho ¿Acaso ordenaron rocas?-
Toco un par de veces pero nadie atendió, lo intento de nuevo, pero el resultado fue el mimo. Pero su política era de siempre entregar el paquete personalmente así que decidió esperar. Se recargo en la puerta, grande fue su sorpresa cuando cayó hacia atrás dentro de la oficina. La puerta había estado abierta todo el tiempo. Se llevo la mano a su espalda, que era donde apoyo todo el peso de la caída, para luego mirar a su alrededor. Se escuchaban algunos pasos dentro, miro el paquete y sintió un gran alivio al ver que no le había pasado nada.
Tomo su paquete y decidió encontrar a alguien a quien entregarle el paquete. Siguió un pasillo donde habían algunas oficinas, para llegar a una biblioteca. Era una biblioteca de dos pisos. Antes de entrar se saco los patines, ya que sabía que en las bibliotecas no se debía hacer ruido. Arriba en una esquina, cubierto por torres de libros sobre una mesa, se podía ver a alguien que colocaba los libros en sus respectivos sitios. Sin pensarlo dos veces, la rubia decidió llamar la atención del chico.
-Ejem… ¿Hola? Soy la mensajera. Vengo a dejar una entrega- Dijo Derpy, su voz hizo un ligero eco en el lugar.
Las orejas del chico, cuyo rostro no se podía ver, se levantaron como las de un perro. Esa voz le parecía familiar. Solo que en ese momento tenia la mente tan ocupada y tan desilusionada por su decepción de hoy. Que no logro reconocerla.
-Claro… Eres muy amable, puedes dejarlo en el suelo. Yo enseguida bajare por él- Le respondió el chico.
Derpy sintió un pequeño escalofrió recorrer su cuerpo. Esa voz le era muy familiar, la había escuchado antes. Pero hoy había tenido muchas entregas y estaba muy cansada para ponerse a hacer memoria en ese instante. Sacudió su cabeza para volver a la realidad y disponerse a hacer su trabajo, después de todo en cualquier momento la podían despedir. Ha habido muchas quejas sobre lo descuidada que es, pero nadie era más rápido que ella entregando.
-Necesito que firmes esto- Le dijo Derpy mostrándole una tablilla con una hoja que debía ser firmada.
-No estoy autorizado a firmar. Busca a mi jefe. Debe estar en su despacho- Le respondió para seguir ordenando sus libros.
-Pero… Puede firmar quien sea. Solo es un confirmativo de que el paquete llego a su destino- Le dijo la rubia, algo molesta de la respuesta que había recibido.
-Si puede firmar cualquiera. Hazlo tú por favor. Estoy algo ocupado ahora-
-¿¡QUE!? Claro que no, eso no me corresponde- Dijo en tono alto la rubia, lo que enfado al chico que ordenaba los libros. Después de todo era una biblioteca y el estaba a su cuidado.
-No hables muy alto. Muy bien… Si quieres que firme, sube aquí arriba y te firmare- Le ofreció resignado y molesto.
-¡Bien!- Respondió Derpy de mala gana, para luego dirigirse a la escalera corrediza que tenía en frente con la tablilla en la boca. No era la primera vez que un sujeto perezoso no le firmaba la hoja de confirmación. Se dirigió al chico a paso enfadado, haciendo ruido con sus pies, apropósito.
-Firma- Le ordeno Derpy extendiéndole la tablilla con la hoja. Obligando al chico a salir de las torres de libros con las que escudaba su identidad.
-Bien, bien… Te firmare esta cosa para que te puedas ir pronto- Le dijo Time enfadado, tomando un bolígrafo del bolsillo de su traje. Firmo y le entrego la tablilla a la mensajera -¡Listo! Aquí tienes, ahora no hagas ruido al salir por favor- Le dijo el castaño.
-¡Bien! ¡Ya me voy!- Le grito molesta, para luego bajar por la escalera corrediza y salir de la biblioteca. Pero se detuvo en seco al recordar algo. Había dejado sus patines en la biblioteca -¡Rayos!- Exclamo frustrada.
Se dio media vuelta y regreso de mala gana a la biblioteca. Entro a paso ligero para ahorrar la molestia de tener que volver a dirigirle la palabra al chico. Que se había vuelto a escudar detrás de la torre de libros que iba disminuyendo poco a poco. Tomo sus patines pero antes dio un último vistazo al segundo piso, el chico tomo los últimos dos libros de la ultima torre y los coloco en el librero que tenía a su espalda. Respiro satisfecho de un buen trabajo y miro al primer piso para encontrarse con la cartera que se había quedado inmóvil con los patines y la tablilla en sus manos.
El corazón de Time se detuvo, su cuerpo entero se había congelado en el acto. Su expresión había cambiado de inmediato, la luz del sol entraba por el domo de cristal de techo. La chica frente sus ojos parecía un ángel enviado del cielo, era hermosa. Y aun mejor, la conocía, la había encontrado al fin. Su labio inferior tembló al mencionar su solo nombre.
-D…Derpy-
La rubia se quedo como estatua viendo hacia arriba, directo a los ojos del castaño. Time de inmediato trato de bajar de las escaleras, pero entre los nervios y no querer dejar de verla enredo sus pies entre los escalone de la escalera y se precipito hacia abajo.
-¡Time!-
Los patines cayeron al suelo mientras Derpy corría para ayudar al castaño, mala idea fue tratar de atraparlo considerando que era más alto y pesado que ella. El resultado era predecible, Time cayo de lleno sobre la pobre chica y unos cuantos libros sobre los dos.
-¡Aaaaay! Mi espalda….- lloriqueó la rubia, Time se levanto enseguida -¡Derpy!... Lo siento tanto…- no dudo en tomarla de la mano para ayudarla a levantarse, cuando sus manos se tocaron era como si el mundo se hubiera detenido, se vieron a los ojos en silencio por largo rato.
-Derpy yo…..- el castaño trato de tomar el rostro de la ahora ruborizada chica
-Ten…tengo que irme…lo siento- Derpy desvió la mirada dolida, sentía que en cualquier momento la iba a traicionar su corazón y más ahora con sentimientos encontrados. Al tratar de levantarse sintió un pulsante dolor en su rodilla, ahí se dio cuenta que se había hecho una pequeña herida.
-Antes de que te vayas permíteme limpiarte esa herida…Por favor…Derpy- suplico Time.
Un golpe de suerte para el castaño, pues llevaba a Derpy a su despacho pues ahí tenía un pequeño botiquín de primeros auxilios. Sentía que haberla encontrado era una señal, debía hablar con ella y aprovechar de contarle todo lo que paso. Sabía que estaba mal pero tenía alta sus esperanzas.
Al llegar Time la invito a tomar asiento en la silla de su escritorio, Derpy lo hizo en silencio. Al poco rato el castaño se arrodillo frente a la dulce chica.
-¿Me…Me permites levantar un poco el short?…Necesito desinfectar la herida…- en esa posición era imposible para Time no sonrojarse, las piernas de Derpy eran largas y claras.
-Cla…Claro…- Derpy se había puesto nerviosa, jamás imagino que el castaño aun le hiciera latir así su corazón. Era imposible negarlo, aun le quería y eso le dolía.
Time se tomo su tiempo, no quería dejarla ir. Luego de un rato termino su tarea y puso sus cosas de vuelta en el botiquín. Aun incado tomo la suave mano de la rubia
-Derpy, antes que te vayas y vuelvas a tu vida necesito decirte algo. Fui un niño idiota durante muchos años…Incluso ese día del evento escolar. Te lastime, todo porque quería tu atención….siempre hice todo mal y cuando quise enmendarlo salió peor. Por eso ahora te digo la verdad, si después quieres irte de mi lado para siempre lo entenderé. Derpy yo he estado y sigo enamorado de ti….-
La chica se llevo las manos a la boca impresionada por lo que acababa de escuchar. Tanto tiempo soñó con oír esas palabras del castaño que ahora parecía ser mentira. El chico continúo hablando viendo la buena señal de que ella seguía ahí.
-Por favor Derpy….No lo merezco pero te pido una oportunidad, solo una- el castaño se levanto y la tomo suave de los hombros, su mente gritaba por hacer algo que siempre había deseado hacer. Estaba por correr el mayor riesgo de su vida –Discúlpame por esto- con un rápido movimiento abrazo los labios de la rubia con los de él. Para ambos era su primer beso y el placer que esta unión les brindaba a sus cuerpos era algo sin precedentes.
La chica abrió grande sus curiosos ojos al sentir ese cálido beso. Su mente gritaba por que le haría daño, que era mentira y que era un chico malo, sin embargo su corazón grito más fuerte por el amor que no se apago ni un día desde su separación. Para sorpresa de Time fue correspondido, Derpy paso sus finos brazos por el cuello del castaño llevando sus manos hasta su nuca para desordenar desenfrenadamente sus cabellos, apretando y haciendo ligeros tirones. Derpy se había levantado de esa silla para ponerse de puntas y poder besarse más cómodamente al chico. No se percataron que conforme pasaban los segundos se acercaban más íntimamente el uno con el otro, la rubia se encontró que detrás de ella estaba el escritorio donde no le importo sentarse sin despegarse de esos dulces labios con los que había fantaseado tanto de más joven. Derpy abrazo la cintura de Time con sus largas piernas, para mover al castaño con un tirón hacia adelante, y así hacer que el abdomen de Time rozara sus pechos. El cuerpo de la rubia comenzó a ocupar más espacio de aquel escritorio de madera, un lapicero se cayó, junto con unas carpetas. Pero eso a ellos muy poco les importaba.
El beso se detuvo, necesitaban aire, se miraron los ojos y no hizo falta decir más, ambos lo sabían. Time se lanzo al cuello de Derpy con toda sumisión de la rubia, la cual se iba a recostando poco a poco en el escritorio mientras una de sus manos desabrochaba la camisa del uniforme de la mensajera. La rubia se deshizo de la corbata de Time para empezar a desabrocharle también su camisa. El castaño tenía el privilegio de olfatear el perfume de la chica que tanto amaba, además de su aroma corporal, lo que lo volvía aun mas despreocupado de su entorno. Time llevo su mano al muslo de Derpy, subiéndola aun mas en el escritorio.
-¡Ejem!…- Se escucho a alguien en el despacho.
Ambos se quedaron congelados en la misma posición unos instantes, hasta que Time alzo la cabeza y Derpy la hizo hacia atrás. Se encontraron con un hombre de mediana edad, cabello castaño con algunas canas y unos profundos ojos azules muy familiares.
-Jeje…hola papá…- atino decir Time al tiempo que se bajaba del escritorio y ayudaba a Derpy a incorporarse –Cr…creí que te vería mas tarde…-
-Pensé que estarías en la biblioteca así que te iba a esperar en tu oficina para irnos a almorzar- el hombre contesto con simpleza mientras se acercaba a la joven de cabellos dorados que terminaba de arreglarse su uniforme de mensajera –¿No me vas a presentar hijo?-
-¡Lo siento!...Pa..papá ella es Derpy Hooves….- tartamudeo Time claramente nervioso, jamás en su vida había hecho algo así.
-¡Mucho gusto señor!- Derpy le regalo una dulce sonrisa muy característico de ella
-JAJA! Que simpática chica….pero llámame Doctor-
-¿Doctor quien?...-
-¡JAJAJA! Soy el Doctor Whooves pero dime solo Doctor…sabes jovencita me recuerdas un poco a mi difunta esposa, veo que mi hijo tiene mis gustos-
-Papá….- Time se tallaba los ojos pidiendo que se lo tragara la tierra
-En vista de que mi hijo por fin me presento a su linda novia…..- los dos jóvenes se pusieron como semáforo al escuchar cómo se había referido el excéntrico señor, mientras este los abrazaba por los hombros -¿Qué les parece si los tres vamos almorzar? ¡Allons' y!-
A Time y a Derpy no les quedo otra más que reír, su reencuentro había sido todo menos normal y eso era lo más especial para los dos.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
Un par de días después del reencuentro, Derpy y Time habían estado frecuentándose. Charlaban, se ponían al día y sobre todo recuperaban el tiempo perdido.
-Gracias por venir conmigo a la casa de Noru y Den…- el castaño platicaba con la rubia que iba de copiloto en su auto –Noru fue una muy buena amiga….aun me siento culpable por irme sin despedirme de nadie…-
Time se estaciono enfrente de la casa de su ruidoso amigo, pero antes de bajarse tomo la mano de la chica.
-Derpy….ya no te atormentes con el pasado, mejor dale tu hermosa sonrisa al presente-
La rubia se quedo colorada de las mejillas por esas hermosas palabras que le decía Time, no pudo evitar pensar como su vida había cambiado tantos en los últimos días. Si tal vez la habían despedido de su decimo empleo pero ahora tenía uno mejor siendo la asistente del maestro de historia, para ayudarle con su próximo doctorado.
Tocaron el timbre de la casa adornada con globos y serpentinas, de inmediato les abrió un joven rubio que traía un gorrito de fiesta
-¡Timeeeee! Viejo llegas a tiempo…. ¡DERPY!- grito Den aun más fuerte de eso ser posible –¡Noru! Ven rápido no vas a creer esto- el rubio volvió a ver a los recién llegados –Esto sí es una asombrosa sorpresa- decía con su gran sonrisa
-¡Den maldita sea! En lugar de que me ayudes con el pastel estás jugando con….- la chica mal humorada se quedo con la boca abierta viendo a su antigua amiga -¡Derpy!- contra su propio instinto fue a darle un abrazo de bienvenida.
-¡JA! Valla ni a mí me abraza así cuando llego de trabajar – decía Den en media broma
-¿Pero cómo es que?... ¿Cómo desapareces y apareces de esa forma?- Noru regaño a Derpy -Y sobre todo ¿Cómo vienes junto con Time?-
-Es una larga y extraña historia…- rio nerviosa Derpy
-¡Historia que me contaras ahora mismo!- Sin esperar respuesta las dos rubias entraron a la casa y fueron directo a la cocina para charlar mientras preparaban los bocadillos.
-Time amigo, tienes una suerte como pocos y mira que yo sé de eso- reía el rubio mientras caminaban hacia el jardín de la casa que estaba llena de niños que disfrutaban la fiesta. De repente Time sintió que alguien lo jalaba por la chaqueta, desvió su vista abajo y se encontró con una niña pequeña rubia de ojos azules. Den cargo a la pequeña en sus brazos.
-¡Tío Time! Viniste- celebraba la menor
-No me lo perdería por nada Anky- el castaño le da un regalo a la niña, que está encantada pide que la bajen para ir a mostrárselo a sus amigos –Veo que tiene tanta energía como tu Den- comento divertido el castaño.
-¡JAJA! Es obvio que sacara lo asombroso de mi- no podía faltar el ego desbordado de danés –Por cierto amigo ¿no has pensado en tener propios?- Den hablaba con malicia
-¡¿Qué estás diciendo?!- Time se había puesto rojo y nervioso por el comentario –Apenas estoy empezando por fin una relación con Derpy ¡No voy a pensar en eso ahora!-
-¡JAJA! Solo te molesto amigo- se partía en carcajadas el rubio
-Si….Para no perder la costumbre – suspiro con fastidio el castaño
(…)
Mientras en la cocina Derpy ayudaba a Noru con los bocadillos para los niños
-Con que así te lo encontraste…el mundo es un pañuelo…- comento Noru al terminar de escuchar el relato de Derpy de cómo se topo con Time –Y supongo que ya están saliendo, valla que les tomo años…-
-No…no digas eso Noru….fueron momentos difíciles, pero sabes el reencontrarlo se sintió como si estuviéramos destinados a estar juntos- Derpy se llevaba las manos a las mejillas un poco ruborizada –Sabes solo lamento muchas cosas que me perdí con Carrot y contigo… Me hubiera encantado estar cuando lo de tu bebe…-
-Pues no te perdiste de mucho, solo como medio mato a Den….- Noru embozo una pequeña sonrisa –Aun así amo a mi hija y ahora tengo una hermosa familia. Espero que tú también la tengas-
-¡Noru! ¿Yo con familia?... ¿No es muy pronto?-
-¡JAJAJA! Jamás dije que ahora mismo, siempre tan inocente Derpy-
La alegre chica de ojos curioso paso una tarde maravillosa con viejos amigos y el chico que ocupaba enteramente su corazón. Al final de todo, la vida no era tan mala, tal vez había tenido varios tropezones pero ahora iba cuesta arriba.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
Todo lo que pasaron Time y Derpy pareció más una prueba hecha por el destino para plantear si verdaderamente debían estar juntos, bueno el amor no se cuestiona y sin importar las dificultades, quienes naces para estar juntos terminaran juntos.
Al menos eso pensaba el castaño mientras estacionaba un gran camión de mudanzas frente a una modesta casita. Ya llevaban un par de años con la peculiar rubia y después de hablarlo mucho decidieron vivir juntos. A Time le había extrañado que después de insistirle tanto de la noche a la mañana aceptara, le pareció raro pero eso no redujo su felicidad. Se apresuro a bajar unas cajas pesadas de atrás del camión y entrar a su nueva casa.
-Derpy, ya traje lo que faltaba-
Cuando entro vio a su amada chica acomodando la extensa colección de libros de historia universal de Time. Ella era como un ángel de ojos y cabello dorado. Time por mucho tiempo pensaba que no era merecedor de tal felicidad pero ¿Por qué se la iba a negar?
-¡Time! Qué bueno que regresaste pronto….am…sabes mientras te fuiste pude pensar y necesito decirte algo…-
La linda rubia tomaba asiento en el sillón que estaba en el lugar, el castaño bajo la caja y fue junto a ella un poco curioso. Al sentarse la tomo de las manos para verla de frente. Al actitud de Derpy era un tanto diferente, ¿Sera la mudanza? Era una posibilidad. Pero ni todos los libros del mundo prepararían a Time para este momento.
-¿Qué pasa Derpy? Puedes decirme lo que sea…-
Derpy saco de su bolsillo una carta abierta que le entrego a Time, este un poco mas confundido que antes se puso a leer lo que decía. Cuando termino de hacerlo sus ojos estaban sumamente abiertos mientras en su boca se formaba una extraña sonrisa. Su mano llego a temblar un poco y luego dirigió su mirada a Derpy, quien lo miraba con sus brazos muy apegados a su vientre.
-¿De…Derpy….es…es…esto….verdad?-
-Me gustaría que se llamara Dinky….- fue lo único que dijo la rubia al momento que se sonrojaba.
Time reacciono y atino abrazar a Derpy para darle un largo beso. Esa chica era una caja de sorpresas y ahora le había dado la más grande de todas. Ese podría ser el final perfecto para esa peculiar pareja, pero quien dijo que tenía que serlo. Es solo el comienzo de lo que siempre debió ser y será.
Bueno chicos y chicas llegamos al final de este lindo fic. Gracias a los lectores que me estuvieron siguiendo y por todos los reviews.
No sé si me verán pronto con nuevos fics, pero lo que si les digo es que no dejare mi pasión de escritora.
Una vez mas gracias.