Capitulo 15: Tensión.

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-Asi que aqui sera la primera parte fisica del examen chunnin... vaya - hablo Ino, observando parte del alto alambrado metalico que rodeaba ese enorme lugar. Aquella malla de metal se extendia hasta lugares que no alcanzaba a divisar. Era como el propio bosque de la muerte de Sunagakure, solo que de bosque no tenia nada. Hasta donde alcanzaba a ver el lugar estaba compuesto por un paramo de pura arena, en aquella zona los vientos eran demasiado calientes, venian a itervalos irregulares y su intensidad variaba, podia ser desde una pequeña brisa hasta una enorme ventisca que movilizaba grandes cantidades de arena y nublaba la vista. La vegetacion era casi nula y se encontraba demasiado dispersa, desde donde estaba una planta espinoza llamo su atencion. Contemplo aquel cactus alto un par de segundos antes de que viniera una ventisca que le obligo a acomodarse la capucha y entrecerrar los ojos - ¿y que tiene de especial este lugar? En mi opinion, luce como todo el camino hacia aca... salvo que aqui la vegetacion comienza a mostrar con mas frecuencia plantas espinozas. No esperaran que alguien quede descalificado por pincharse con una espina de cactus? - pregunto.

-Para nada, muñeca - tomo la palabra Kankuro, acercandose mas a la alambrada y deteniendose ante un cartel de advertencia de alto voltaje - Debido a su posicion geografica, en este lugar se asientan los vientos del desierto, lo cual supone la primera molestia para nuestros queridos gennins a prueba. Aqui hay demasiados depositos de arenas movedizas que se disfrazan facilmente debido al constante cambio en las dunas, tipico de la region oeste de Sunagakure. Por eso en un principio se decidio restringir esta zona y marcarla como un lugar peligroso, ya que antiguamente era una via alterna que usaban para regresar a la aldea y cualquiera podria pasar desprevenido y terminar ahogado entre arena. Y eso sin contar todos los nidos de alimañas venenosas que hay por aqui y las trampas que estan colocando nuestros ninjas en este momento - aclaro, con una pequeña sonrisa en sus labios - Aparte este lugar ocupa el doble de espacio que el bosque de la muerte - informo, regresando su mirada a la rubia - Y era precisamente eso, una zona restringida, hasta que al loco de mi padre se le ocurrio que era un excelente lugar para realizar una fase de los examenes chunnin.

La Yamanaka fruncio el ceño. El ecosistema mas adverso, al menos para ella, era el desierto. Bendita su suerte al no tener que enfrentarse nunca a un lugar asi para rendir pruebas del examen chunnin, el cual habia aprovado exitosamente ya hace tiempo.

-Los genins tendran que hacer lo mismo que nosotros hace años. Juntar un par de pergaminos que NO deben abrir. Se presentaran en el centro del lugar para unos combates y todo eso... - esta vez la voz que se escucho fue la de Temari. La portadora del abanico saco de su mochila un par de botellas de agua y le paso una a Ino - Parece que ya comienzas a deshidratarte, bebe un poco.

-Gracias - la menor acepto la botella que le brindo su congenere y le dio un largo trago. Se seco los labios con el dorso de su mano - ¿Y en que parte entro en accion yo? - cuestiono, volviendo a pasear su mirada por la alambrada metalica.

-Se te encargara monitorear algunos pergaminos, ya sabes, en caso de que alguno de los que monitoreas sea abierto, apareceras y los noquearas, trayendolos de vuelta aqui - Kankuro alzo un brazo al ver que un grupo de ninjas se acercaba a ellos. Se acerco a la puerta mas cercana del alambrado metalico y la abrio, permitiendole la salida al grupo que regresaba de colocar las trampas.

-Todo listo para mañana, Kankuro-donno - hablo el que parecia ser la cabecilla del grupo.

-Bien, regresemos...


Aquel dia finalmente se llevaria a cabo la primer prueba fisica de los examenes chunnin, por lo que todos se levantaron temprano y se dirigieron al lugar citado. No obstante, como de costumbre, a la rubia se le hizo algo tarde. Estaba haciendose su coleta alta cuando escucho unos golpes en su puerta.

-Ya voy! - grito, sin moverse ni un apice de su lugar al tiempo en que sus manos continuaban trabajando habilidosamente en sus larguisimas hebras.

-Mendokuse... Vamos tarde, Ino. Apurate - hablo un aun somnoliento Shikamaru. Pudo escuchar como este dio un largo y profundo bostezo al otro lado de la puerta. Era cierto que la misma Ino habia tenido que zarandearlo con fuerza para conseguir que despertase, pero despues de eso a ella se le habia ido bastante tiempo arreglandose.

-Ya lo se - respondio, rodando sus ojos al escuchar al manipulador de sombras. Termino por ajustar el amarre de sus cabellos, coloco algo de brillo sobre sus labios y, despues de guardar el lipstick en la bolsa que sostenia en su falda salio.

Afuera, le esperaban Shikamaru y Chouji. Les sonrio como siempre hacia y juntos se dirigieron al exterior de la mansion.

- Que problematica eres... - hablo Shikamaru, casi arrastrando sus pies - y luego te quejas cuando Neji se molesta contigo - comento con su tipica voz aburrida.

-Es el, el empieza siempre - se defendio, arrugando la nariz con cierta molestia - tanto te apuesto a que tendra algo que decirme cuando llegemos.

Apenas terminaron de bajar las enormes escaleras, se encontraron con Neji y Shino en la sala. El primero, que se encontraba con los ojos cerrados, recargado en una pared libre con sus brazos cruzados dio un paso al frente, revelando sus gemas nacaradas y descruzando sus brazos.

-Ya era hora, si que eres lenta, Yamanaka - inquirio, acercandose a la rubia y mirandola retadoramente.

-Lo ves? Lo ves!? - exclamo Ino, volteando a ver a Shikamaru y señalando acusadoramente al Hyuga, cual niña que acusa a un niño que le molesta. El aludido alzo una ceja ante aquello.

Shikamaru se limito a meter las manos en sus bolsillos y encogerse de hombros.

-Tranquilizate, Ino-chan - salio al rescate Chouji, pues cualquiera podria jurar que Ino se lanzaria a ahorcar al Hyuga en cualquier momento. Definitivamente, la Yamanaka no habia amanecido con nada de paciencia ese dia.

-Ya, ya -hizo un ademan con su mano diestra, respirando profundamente y contando hasta 10 mentalmente.

-No hay mas tiempo para perder mientras repites tu mantra, Yamanaka. Vamonos - ordeno el mayor, dandose media vuelta y caminando hacia la salida. Los demas le siguieron.

-Eres increible - musito entre dientes la rubia, llendo detras de su ''lider'' temporal.

-Ni siquiera me has preguntado como me ha ido en el hospital, Shika - reprocho Ino, saltando desde lo alto de una duna en medio del camino.

-Tsk... ¿Como te ha ido en el hospital, problematica? - cuestiono, ante el reproche de la rubia. Iba un paso atras de ella, por lo que podia observar la capa con la que se cubria la muchacha ondearse y ajustarse a sus curvas con el viento.

-Normal, nada interesante - se encogio de hombros - pense que seria mas emocionante... - admitio, haciendo un puchero.

-¿Que esperabas? El de ayer fue tu segundo dia... - rodo los ojos.

-¿Eso que? No tiene justificacion - volteo a verlo, con un semblante de finjida molestia.

-Las probabilidades de que... olvidalo - el Nara se rindio antes de siquiera decir algo. Se detuvo ante la malla electrificada, ya habian llegado.

Cerca de ahi se encontraba un pequeño grupo de tres ninjas que reconocieron como jounnins de Suna, sentados en circulo afuera de sus carpas armadas.

-Lamento la tardanza - hablo Neji primero, dirigiendose a ellos.

-No hay problema, hombre. Los gennins entraron hace apenas un par de minutos. Nosotros tambien acabamos de llegar - hablo el de aspecto mas despreocupado, haciendo un ademan con la mano - Ahora solo tenemos que esperar a ver si uno de ellos es tan tonto como para abrir uno de los pergaminos. So, vengan, relajense por mientras.

Neji asintio, seguidamente comenzo a armar su carpa, al igual que los demas. Inclusive el acalorado Chouji comenzo a armar la suya propia. No sabian cuanto tiempo estarian ahi, por lo que era idoneo llevarlas.

Ino, por su parte, simplemente extendio una tela sobre la arena y se sento, a esperar. Despues de todo Shikamaru y Chouji siempre terminaban armando su propia carpa cuando tenian que dormir a la interperie, y en ese momento no le apetecia hacer aquello.

La Yamanaka no pudo evitar soltar un suave gruñido al sentir una fuerte ventisca remover su capucha. Rapidamente la acomodo, lo ultimo que queria era tener kilos de arena en el cabello. Tomo su coleta aun dentro de su capa y la sacudio, dejando caer arena de sus cabellos. Suspiro cansinamente al notar aquello. Iba a ser un largo dia.

Pasaron un par de horas ahi. La florista, harta del sol se encontraba entrando y saliendo de su carpa a intervalos irregulares. No sabia cuanto tiempo habia pasado, pero por la posicion del sol intuia que dentro de pocas horas comenzaria a oscurecer. Ninguno de los pergaminos al cuidado de ellos habia sido abierto. Salio de la tienda por centesima vez en el dia y se dirigio a los muchachos, Shikamaru al verla rodo los ojos y extendio una lona a su lado para que ella se sentara.

-Decidete. Te quedaras adentro o afuera - gruño Neji, observando como la muchacha se sentaba. Comenzaba a hartarle verla saliendo y entrando a cada rato.

-Si quiero entrar y salir es mi problema - contrataco ella, casi haciendo rechinar sus dientes. Suspiro profundamente y se sereno, no queria gastar sus energias discutiendo con el Hyuga ese dia - ¿Que hora es, Shika? - cuestiono, volteandose a ver al Nara. Este se encontraba sentado de posicion de loto y bostezaba cada tanto.

-Las 7 - dijo simplemente, entre un bostezo. Su mirada aburrida estaba perdida en algun punto lejano en la arena.

- Mmm... pronto oscurecera y dudo que esos niños continuen su camino, se detendran a descansar - musito lo obvio, levantandose del suelo - ¿Que tal si comienzo a preparar la cena? - ofrecio, con una sonrisa. Y sin esperar respuesta alguna, camino hasta donde se encontraba la mochila que contenia las cosas necesarias para cocinar a la interperie - Hagan una fogata! - ordeno, abriendo una mochila y sacando un par de sartenes.

Los shinobis se miraron entre si.

-Crei que las chicas lindas no sabian cocinar ni un arroz instantaneo - musito uno de los jounin de la arena, el de apariencia mas joven, era alto, de ojos con iris moradas y cabello oscuro y largo, cargaba siempre en su espalda una shuriken enorme. Los otros dos jounins le dieron la razon.

Neji se encogio de hombros, se levanto de su lugar y fue a hacer la fogata sin decir nada.

Ino se acerco a el con la comida y los utencilios. Se sento cerca de el y comenzo a sacar unas latas.

-Una de las cosas que me desagrada del desierto, es tener que comer alimentos enlatados o secos... la mayoria de las cosas se hechan a perder muy rapido aqui, y en caso de emergencias no hay mucha variedad de animales que se puedan cazar para comer, ademas de que son un poco mas dificiles de encontrar - comenzo a decir, revisando un paquete de carne seca. La acomodo con las demas cosas, posteriormente tomo una lata de sopa, un afilado kunai y clavo la punta sobre el aluminio.

-Puedes comer serpientes o alacranes, tal vez una tarantula - comento el prodigio, terminando de hacer la fogata. Subio la mirada a ella y la encontro batallando con aquella lata. No pudo evitar curvar sus labios al ver la expresion de asco en el rostro de la rubia.

-Que asco! - exclamo, contrayendo el rostro y deteniendo sus intentos de abrir la lata - No pienso comer nunca ponzoña de esos animales. Prefiero pasar hambre... - arrugo la nariz, cuando repentinamente una idea la turbo - ¿No me digas que tu has comido eso? - casi le grito aquella pregunta, mirandole con sorpresa.

-No - respondio simplemente el, luego de soltar una pequeña risa. Aunque ciertamente, el no se asqueaba facil, podria comer eso sin chistar si algun dia fuese necesario para su supervivencia.

La florista se le quedo viendo algo atontada ante la risa masculina que habia emitido el Hyuga. Rara vez el usuario del byakugan reia y realmente el tenia una bonita sonrisa, aunque ella nunca lo admitiria aunque la estuviesen ahorcando. Sus palidas mejillas adquirieron un poco de color.

-Dejame ayudarte con eso - inquirio el joven al ver que la muchacha permanecia observandolo en silencio, atribuyo el color en sus mejillas al ardiente sol que apenas comenzaba a ocultarse, por lo que le resto importacia. Se acerco a la Yamanaka y le quito de las manos el kunai y la lata. Abrio la lata sin problemas y se la regreso.

-Gracias - musito en voz baja, recibiendo la lata. Al tomarla, sus dedos rozaron los del muchacho, por lo que subio la mirada hasta el rostro de el, quedandose prendada en un segundo de las gemas nacaradas.

El Hyuga tambien se le quedo viendo, atraido por la mirada azulina de la mentalista, realzada por aquellas pestañas oscuras que adornaban su mirada.

Separo sus rosados labios, y estaba a punto de hablarle, cuando un sonoro estruendo los alerto. Todos voltearon automaticamente hacia el lugar de donde provenia dicho sonido y a la lejania pudieron ver una considerable cantidad de humo.

-He, parece que estos niños ya comenzaron a ponerse serios - rio el jounin mayor, un hombre de piel morena y ojos ambarinos, con el cabello corto, claro y encrespado.

La medico se encogio de hombros y, restandole importancia al asunto vacio el contenido de la lata en una sarten.

Pero apenas se volvio a hacer el silencio, sintieron un temblor bajo sus pies.

-He? Esto es normal? - inquirio la unica femina, volteando a ver a los shinobis de la arena. Por las horas que habian pasado, ella intuia que los gennins se encontraban lo suficientemente lejos como para no escuchar su alboroto y mucho menos, sentirlo.

-Supongo que tenemos a un habilidoso gennin con tecnicas tipo tierra - comento nuevamente el jounnin de mayor edad, volviendose a sus compañeros - ¿Aun quieren mantener la apuesta? - rio sonoramente, apoyando las palmas de sus manos en la arena.

Se encogio de hombros sin mas, restandole importancia al asunto, cuando de pronto el temblor se repitio, pero ahora ya no se trataba de un temblor suave, si no de uno un poco mas violento cuya duracion fue mas larga.

Shikamaru se levanto de su lugar con una expresion seria plasmada en su rostro, dirigio su mirada a Neji, quien ya tenia su byakugan activado. El prodigio asintio y comenzo a analizar lo que veia.

Ino miro como el genio fruncia el entrecejo, y ahi fue cuando supo que todo no andaba bien. Dejo a un lado el sarten y se levanto, posicionandose junto al Hyuga.

-¿Que puedes ver? -cuestiono el Nara, acercandose a ellos, Chouji hizo lo mismo.

-Una pelea... tres contra uno - informo, dando un paso al frente - pero no es normal. El que esta peleando solo presenta una alteracion extraña en el flujo de su chakra. Y otros dos vienen hacia aca, parecen estar heridos. Calculo que llegaran en un par de minutos.

-Supongo que se rinden y desean que los saquemos de ahi - indago el shinobi de la arena de aspecto despreocupado, rascandose la cabeza.

- Dejalos que llegen hasta aca, despues de todo necesitan mano dura para aprender bien... Y por lo menos son prudentes, saben que no llegaran mas alla por lo que decidieron volver - rio el mayor, sentandose de nuevo en su lugar.

La Yamanaka arrugo la nariz, mas aquello era cierto. Tenian que madurar y aprender a no depender de nadie mas. De algo les serviria el duro camino de regreso. Ya los curaria y los mandaria de regreso a la villa con su maestro jounnin.

Regreso a su lugar y continuo preparando unos fideos de lata, agregandoles mas cosas para mejorar el sabor desabrido del ramen de lata.

Y como predijo el genio, al subir la mirada y dirigirla hacia el terreno tras la alambrada, visualizo entre el crepusculo una pequeña silueta, que camina torpemente hacia la alambrada electrica. Dejo a un lado su labor y se levanto.

-Ya vienen - dijo simplemente, y el mayor del grupo camino hacia la puerta mas cercana de la alambrada y, tomando las precauciones necesarias, se deshizo del candado y la abrio.

Era un jovencito, con sus ropas desgastadas y llenas de arena y sangre. Por su protector adivino que pertenecia a Iwagakure. Traia entre sus brazos a una chica inconsciente, que venia en el mismo estado que el.

-Ayudenme! Ayudenos! - grito el aterrado jovencito de cabello castaño, apresurando su paso lo mas que sus piernas le permitian - Curen a Rena! Rena necesita que la curen! - exclamo con voz temblorosa.

El shinobi de la arena lo recibio, cargando el a la jovencita inconciente y apresurandose a la salida. La metio dentro de una carpa, mientras Ino los seguia. Una vez dentro de la carpa, la Yamanaka se deshizo de su capa y lavo sus manos en una pequeña tina de agua.

-Dejamelo a mi - aseguro ella, incandose frente a la gennin. Evaluo rapidamente sus heridas. Resguños en su cuerpo, pero la perdida de sangre se concentraba en una pierna de la chica, que parecia haber sido aplastada sin consideracion. Comenzo a realizar la palma sanadora sobre la pantorrilla de la jovencita. No era tan grave como creyo en primera instancia al verlos, seguramente se habia quedado inconciente debido al shock del dolor.

El jovencito no tardo en entrar corriendo al lugar, aun alarmado - Esta bien? Ella se pondra bien!? - exclamo, acercandose a Ino y mirando con curiosidad el brillo verdaceo que emitian sus manos sobre la pierna de su compañera y amiga.

-Ella esta bien, solo se quedo inconciente por el dolor. Necesita descansar - informo la medico, una vez considero el daño lo suficientemente reparado.

El muchachito dio un largo suspiro de alivio y se dejo caer de senton.

-Dejame curarte a ti tambien... - la medico se volvio hacia el, con una sonrisa tranquilizadora.

El muchacho no tenia nada grave, salvo una herida en el pecho hecha con un kunai y agujas clavadas en sus brazos. Comenzo a retirarlas lenta y parsimoniosamente.

Pero de lo que no se habia percatado, era del shinobi de la arena que continuaba dentro de la carpa, el mas joven de cabellos largos y oscuros. El joven le miraba con sus iris morados, hipnotizado con la chica.

-Un...un angel - murmuro, sin dejar de observar a la muchacha, con sus mejillas coloreadas.

-No... no hay tiempo - murmuro el jovencito que estaba siendo atendido, con los ojos bien abiertos y una marcada preocupacion en su rostro - tienen que ir, tienen que ir por Kenta. El no esta bien!

-Kenta? Es tu compañero de equipo? - pregunto Ino, intentando calmar al muchacho. Lo tomo de los hombros e intento mirarlo a los ojos.

El joven asintio pero sin serenarse aun - El esta mal, algo le pasa. Esta peleando contra tres, perdio la razon. Nos ataco y su piel... el cambio - hablo rapidamente el muchacho, levantandose abruptamente y disponiendose a salirse de la carpa.

Ino le dirigio una mirada significativa al shinobi de la arena, el cual asintio y se adelanto, tomando al muchacho del hombro y presionando un punto de sus articulaciones, el cual hizo que este cayera, inconciente.

Juntos salieron de la tienda y se dirigieron a los demas. Ino les repitio las palabras del jovencito.

-¿De que creen que se trate? - pregunto el de ojos violaceos, mirando a sus compañeros.

- Mas vale prevenir que lamentar. Debemos revisar que es lo que sucede - hablo el jounnin de Suna mayor - Hyuga, Nara y Yamanaka. Acompañenme. Ustedes dos quedense aqui - ordeno. Y era lo mas sensato, pues no sabian con que se encontrarian y debian actuar rapido, por lo que selecciono a los que poseian las habilidades idoneas.

Y sin esperar mas, partieron al lugar donde se desarrollaba la pelea, siendo guiados por el Hyuga, quien observaba con su byakugan el curso de la batalla, listo para informar sobre cualquier irregularidad.

No les tomo tanto tiempo como creyeron llegar a su destino, pues el ninja de Suna, Oushi, conocia el terreno a la perfeccion y aunado a eso el byakugan de Neji fue muy util para evitar trampas y otros contratiempos. Al acercarse, el humo que contemplaron anteriormente se veia mas cercano y comenzaba a oscurecerse el cielo. Y una vez que llegaron, no hicieron falta linternas ni nada, pues se encontraron con un gran incendio que iluminaba la arena. Y entre las llamas, tres gennins peleaban valientemente contra uno muy peculiar.

Ino miro con asombro a aquel jovencito, que parecia poseido. ¿Seria acaso eso un cruel dejavu? No pudo evitar recordar a Sasuke Uchiha cuando contemplo al muchacho que debia ser Kenta. Su piel grisacea, sus ojos totalmente negros con pupilas rojas y las manos armadas con unas enormes y afiladas garras. Y que decir de su enorme mandibula, con una boca grande abierta y jadeante que presumia una dentadura afilada anormal.

Un escalofrio recorrio toda su espina dorsal. Aquel chico indudablemente habia sido manipulado por alguien mas.

-Alejense, niños. Dejenos esto a nosotros - hablo Oushi, acercandose al poseido. El trio retrocedio, mientras el jounnin comenzaba a pelear habilidosamente, repartiendo golpes a diestra y siniestra, mas el poseido parecia no retroceder, por lo que los demas intervinieron. Y a pesar de que el adversario tenia movimientos lentos, pareciera como si ningun ataque le afectase.

-Shikamaru! - grito Ino, acercandose por detras al adversario y propinandole una fuerte patada en la espalda, con todas su fuerzas impacto su pie contra aquel chico, chocando contra aquella piel tan dura, que incluso le dio la sensacion de haber pateado una roca enorme. Como era de esperse, su golpe no surtio efecto alguno - Algun plan!?

-En eso estoy! - exclamo el Nara y, gracias a la luz que producia aquel incendio entre el que se encontraban y la sombra que producia pudo realizar su Kage Nui no Jutsu. Hizo los sellos pertinentes y observaron como la sombra se extendio hacia el joven y lo atraveso, inmovilizandolo.

El muchacho de piel grisacea comenzo a intentar removerse violentamente, pero era inutil, las costuras atravesaban sus brazos, hombros y piernas. Una vez que lo tuvo bien sujeto, el Nara exclamo -Ino! Usa tu jutsu para ver que hay dentro de el. Intenta regresarlo a la normalidad! - ordeno entre gritos.

La muchacha simplemente asintio y rapidamente realizo el Shintenshin no jutsu, para entrar en el cuerpo de su victima.

Fue Neji quien se adelanto y sostuvo el cuerpo de la mentalista entre sus brazos antes de que tocase el suelo. La alzo entre sus brazos sin problema alguno y observo al jovencito de piel gris. Shikamaru retiro rapidamente el jutsu del muchacho, para no dañar a Ino. Y, como lo supuso, la Yamanaka logro entrar a tiempo.

-Bien hecho, muchachos - elogio Oushi, acercandose al Nara al tiempo en limpiaba el sudor de su frente - Pero estas seguro de que esto funcionara? - cuestiono el jounnin, mirando a su congenere.

-Eso es lo que espero - musito entre dientes, sin retirar la mirada del de piel gris -Estoy seguro de que si, Ino es buena - se limpio el sudor de la frente tambien, expectante.

-Esta funcionando, su flujo de chakra se esta normalizando - informo el Hyuga, atrayendo el cuerpo inconciente de Ino hacia su pecho.

Shikamaru miro de reojo, con cierta molestia, al prodigio.

*** ***

Camino entre la oscuridad, confusa.

-Este lugar ha sido modificado - observo, dando pasos entre la penumbra. Repentinamente, un jadeo llamo su atencion.

Volteo hacia el lugar de donde provenia dicho sonido, extrañada. Aquel jadeo se repitio, varias veces. Opto por seguir aquel sonido, ya que igual no podia ver nada.

Al cabo de unos minutos su vision se acostumbro a la oscuridad. Y a lo lejos pudo divisar una jaula. Se acerco cautelosamente a la jaula, arrastrando sus pies entre un liquido espeso moraduzco que le hizo dar un respingo y le provoco una mueca de asco al sentirlo en sus pies.

-Puaj! Que asco! - gruño, sacudiendo sus pies, en un vano intento por remover aquella baba pegajosa y tibia de sus sandalias ninja. Le fue inutil, por lo que, haciendo uso de todo au autocontrol para no salir corriendo de ahi asqueada, continuo acercandose a la jaula.

Aquella jaula, para su sorpresa, se encontraba vacia. Se acerco con extrañeza y pudo ver que la puerta se encontraba abierta. No tuvo tiempo para meditar ni un poco acerca del asunto, por que sintio una caliente respiracion en su nuca, acompañada de un suave gruñido animal. Enderezo su espalda, abriendo sus ojos con sorpresa y, lo mas lento que pudo, volteo hacia atras.

Entre la penumbra distinguio a una maraña de pelos negros, con afiladas garras sucias y ojos iguales a los del muchacho. De considerable tamaño, podria asegurar que esa cosa media el doble de estatura que ella si se paraba en dos patas. La bestia le gruño nuevamente al verla voltear. Ella automaticamente retrocedio todo lo que pudo, hasta que tropezo con mas baba morada.

-¿Que demonios es eso? - se pregunto, mirando sorprendida aquel animal e intentando sacudir el liquido espeso de sus sandalias nuevamente. Y, para empeorar la situacion, observo como aquella bestia comenzo a correr en direccion a ella.

La bestia no era muy rapida y sus movimientos eran algo toscos y torpes, por lo que le fue facil huir del animal que se arrojaba hacia ella en cada ocasion, intentando atraparla. Y luego de estar jugando al gato y al raton unos momentos, pudo ver un patron en los movimientos de aquel animal y rapidamente los asocio a los mismos movimientos del chico. Aquello le dio una idea muy util.

Comenzo a atraer a la bestia que desprendia aquel liquido moraduzco hacia la jaula, provocandolo al acercarse a el y luego alejarse rapidamente. Una vez que estuvo cerca de la jaula, se paro frente a la puerta y sonrio hacia aquel animal.

-Anda, aqui me tienes! - exclamo, agitando los brazos y mirandole burlonamente. Y apenas el torpe animal se lazo sobre ella, la florista se lanzo hacia un lado, esquivandolo. La bestia fue a parar en el interior de la jaula, el cual Ino se encargo de cerrar con una patada.

Nunca en su vida habia visto algo asi, por lo que opto por sellar la puerta para mayor seguridad. Ya se encargaria de sacarlo del interior del muchacho con mas tiempo, paciencia y una mejor estrategia, pues no tenia ni la menor idea de que efectos desencadenaria sacarlo de su prision y expulsarlo del joven.

La piel del joven fue perdiendo el color grisaceo, hasta llegar a una tez palida normal. Los ojos perdieron el color negro y las pupilas el color rojo, transformandose asi en un par de ojos de un color cafe normal. Las garras desaparecieron, al igual que la afilada dentadura, dejando en su lugar las facciones y caracteristicas de un joven normal.

-Lo logro - musito Oushi con una sonrisa en su rostro.

La rubia fue abriendo lentamente sus ojos, solo para encontrarse con una vision que no espero. Lo primero que vio, fue la barbilla del prodigio, quien al sentirla despertar volteo a verla. El ver aquel par de ojos perlados tan cerca le hizo contener el aliento. Desvio la mirada rapidamente, tratando de obviar las manos del usuario del byakugan sosteniendola y su agradable aroma masculino.

El, por su parte, la deposito cuidadosamente en el suelo, deslizando una de sus manos en las piernas de la muchacha en el trayecto. Posteriormente todos se acercaron al jovencito, que cayo al suelo pesadamente apenas se revirtio su extraña transformacion.

-Tenemos que llevarlo de vuelta a la aldea - Oushi cargo al joven en su espalda, dirigiendole una mirada a los demas. Asintieron a la vez, y emprendieron su camino de regreso a la aldea.


-Espera ahi un momento. Quiero ver si entendi. Dices que dentro de este joven hay una bestia? - pregunto un incredulo Kankuro, mirando sorprendido a la rubia frente a el. Casi se cae de su silla al escuchar el relato de la joven, por lo que opto por levantarse.

-La bestia ya estaba ahi, yo solo la regrese a su jaula. Al parecer eso fue lo que causo que el muchacho perdiera el control sobre su cuerpo - explico quedamente, mirando de reojo al jovencito inconsciente sobre aquella silla, siendo vigilado por un par de ninjas.

-Que problema - suspiro el mayor, cruzandose de brazos y alzando la mirada al techo de aquella sala. Cerro sus ojos y medito unos instantes, mas decidio no darle mas importancia de la debida frente a la florista - Que va, dejanoslo a nosotros. Sacaremos esa cosa de su cuerpo e investigaremos por nuestra cuenta - el moreno bajo la mirada del techo y le guiño un ojo.

-Pero, pero... Si quieren puedo ayudarles. Tengo las habilidades adecuadas para... - la mentalista fue interrumpida por el marionetista, quien descruzo sus brazos e hizo un ademan con la mano.

-Que va, no te preocupes cielo. Dejanos esto, enserio - insistio Kankuro, acercandose a la muchacha. Una vez que estuvo frente a ella, coloco las manos sobre sus hombros delicadamente - Ademas te necesitamos en el hospital, linda. Hazme caso - añadio, dedicandole una sonrisa y apartando un celoso mechon de su rubio flequillo que cubria parte de su fino rostro.

La rubia, no muy conforme con ello, desvio la mirada a Shikamaru, quien se encontraba a un lado de ella recargado en la pared, mirandolos. El manipulador de sombras simplemente asintio, gesto que termino por hacer que la muchacha cediera.

-Esta bien...- no muy conforme aun con aquello, se encogio de hombros y curvo las comisuras de sus labios.

-Nos retiramos a cumplir nuestros deberes ahora - anuncio el Hyuga, quien se habia mantenido al margen hasta ahora, limitandose a escuchar la conversacion.

-Bien. Gracias por todo muchachos - el marionetista sonrio afablemente y los acompaño hasta la puerta del lugar. Ino, Shikamaru y Neji salieron de aquel lugar. Posteriormente el moreno cerro la puerta y se recargo en esta.

Aquello estaba mal. El hecho de que ellos hubiesen presenciado eso le traeria problemas a Gaara con los viejos del consejo. ¿Pero que hacer? Era cierto que no representaba mucha amenaza aquel muchacho poseido, pues la Yamanaka informo que sus movimientos eran torpes y lentos, que no habia representado mucho esfuerzo controlarlo. Mas aquello acrecentaria las sospechas de que algo estaba pasando en la aldea y eso era algo que los ancianos no deseaban que saliera a la luz a como diera lugar. Tendria que mantenerlos lo mas alejados que pudiera de esos asuntos por el bien comun en lo que duraba su estancia en Sunagakure.

- Kankuro-donno, estamos listos para extraerlo del muchacho - informo un shinobi, acercandose al marionetista.

-Perfecto. Tomen todas las precauciones necesarias, por si acaso - ordeno, dirigiendo su mirada hacia el jovencito inconsciente. Los shinobis respondieron al unisono y se dedicaron a comenzar su labor. Y finalmente, luego de un par de minutos el moreno pudo observar como del cuerpo del gennin emergia un aura moraduzca, como si se tratase de chakra siendo expulsado de los poros del muchacho, el vapor de chakra se aglomero frente al cuerpo del jovencito en una masa oscura, que posteriormente fue sellada en un pergamino habilidosamente por un shinobi.

-Lo logramos, la extraccion y el sellado fueron un exito - sonrio uno de los ninjas del equipo de sellado, dirigiendose al marionetista.

-Excelente. Buen trabajo - elogio Kankuro, dando un ultimo vistazo al gennin inconciente - Ya saben que hacer, ire a notificarle esto a Gaara.


-Esto es ridiculo... - gruño Temari, empuñando sus manos - Ahora aparece algo asi? Y en uno de los gennins? - reflexiono, para seguidamente cruzar sus brazos - Vete a saber si otros gennins o inclusive de cualquier rango anda por ahi con eso dentro. Y ni hay forma de averiguarlo discretamente.

-Mi hermana tiene razon. Acaso no levantaria sospechas ir por ahi preguntando uno por uno a nuestros invitados, cortesmente, ''¿Tiene usted una bestia en el interior de su cuerpo? '' - escupio Kankuro, mirando con enojo a los viejos miembros del consejo.

-Tenemos que mantener todo esto en secreto. No podemos volverlo publico! - exclamo un miembro del cosejo, golpeando las palmas de sus manos contra la mesa al levantarse bruscamente, llegando incluso a sobresaltar a algunos de los presentes - Seria indignante para Sunagakure.

-Al diablo la dignidad! Si unimos nuestras fuerzas el enemigo nisiquiera nos llegara a los talones! - contrataco el marionetista, subiendo la voz y levantandose de su asiento.

-Kankuro - reprendio el anciano Surimaru, mirando desaprovatoriamente al joven, seguidamente paso aquella mirada a su colega miembro del consejo. Aquello basto para que ambos guardasen silencio y tomasen asiento nuevamente - Aunque Kankuro tiene razon, no podemos permitir eso. Nosotros somos mas que capaces de contener esto. Lo ultimo se trato de una nimia amenaza, un intento burdo de un debil enemigo, ni siquiera sabemos si se trate del mismo grupo que ataco la villa hace un mes, sus habilidades no tienen comparacion alguna. No obstante, por seguridad, yo propongo que se realizen investigaciones discretas, un selecto grupo de nuestros shinobis que vigilen a los extranjeros desde las sombras. Ya no tiene caso poner especial empeño en la vigilancia de las murallas, ya que el enemigo, en caso de que se tratase de uno mismo, solo ataco estas en una ocasion, eso sin contar a los areneros que aparecieron anteriormente, los cuales por investigacion fueron desligados del enemigo. Ahora sabemos que el ya esta dentro, asi que tenemos que concentrarnos en eso. La vigilancia de la muralla pasara a un segundo plano - hablo aquel sabio anciano.

-Surimaru-sama tiene razon. Apoyo su nocion! - exclamo uno de los miembros del consejo, liderando a los demas que aceptaron instantaneamente luego de oir las palabras del superior.

No obstante tanto Temari, como Kankuro y Baki lucian un poco inconformes con la situacion, pero asi funcionaba el consejo. La mayoria ganaba y no habia nada mas que hacer.

- Kazekage-sama... ¿Que piensa usted? - hablo nuevamente Surimaru, dirigiendo su mirada al joven pelirrojo que se habia mantenido al margen durante toda la reunion, sentado en el lugar de siempre, escuchando, son su tipico semblante estoico.

-Esta bien - musito simplemente el joven Kage, tomando su sombrero y levantandose. Ya nada se podia hacer, la mayoria dictaba en ese tipo de situaciones. Y ciertamente no deseaba mas problemas con el consejo de los que ya habia, tenia que mantener todo en orden, era su deber. El joven pelirrojo, sin decir nada mas y ante la atenta mirada de los presentes camino hasta la puerta y se retiro - Con su permiso, me retiro.

-Nos retiramos tambien, con permiso- hablo Temari, por ella y su hermano. Ambos, rubia y moreno, se levantaron de sus asientos y se fueron por la misma puerta por la que habia salido su hermano menor.

Una vez afuera, la rubia apresuro el paso, practicamente arrastrando a Kankuro. Una vez que alcanzaron al menor, le hablo.

-Gaara - exclamo, para llamar su atencion. El aludido se detuvo y volteo a ver a su hermana mayor con ojos interrogantes - ¿Estas seguro de esto? - cuestiono sin rodeos.

-¿Que mas hay que hacer, Temari? - inquirio el Kage, desviando su mirada - Ellos saben lo que los de Konoha vieron. No quieren divulgarlo aun mas. Tenemos que mantener todo en orden, no queremos otra disputa en el consejo como la que se dio hace un mes- el manipulador de arena reanudo su camino, rumbo a su oficina.

-El tiene razon, hermanita - suspiro Kankuro, mirando a la kunoichi - Deja que sigan con su pequeño capricho. Si ocurre algun otro contratiempo ya sabremos que hacer - puntualizo con una sonrisa, palmeando el hombro de su hermana.

-Esta bien, esta bien - cedio la ojiverde, encogiendose de hombros, no muy convencida.

-Por cierto ¿no deberias estar arreglando las cosas del festival? - comento como quien no quiere la cosa, cruzandose de brazos y adquiriendo una pose pensativa.

La kunoichi salto en su lugar, abriendo los ojos desmesuradamente - Demonios. Si! - exclamo, cayendo en cuenta de que aun tenia mas trabajo por arreglar del que le gustaria. Y sin decir nada mas, se fue dando largas zancadas hasta su propia oficina.

Kankuro se quedo en el mismo lugar, riendose - Que bien que ella es la encargada de todas las celebraciones - penso en voz alta, ciertamente no se imaginaba haciendo el trabajo de Temari. Repentinamente, una silueta de cabellos platinados atraveso por su mente - Bueno... creo que va siendo hora de darle otro empujonsito a mi querido hermanito- rio, comenzando a caminar calmadamente hacia la salida del lugar.


Estiro sus brazos lo mas que pudo y curvo su espalda ligeramente. Cerro sus ojos y pronto sintio con alivio como se iba un poco de la tension que sentia en sus articulaciones.

-Buen trabajo, Ino-san - elogio un joven medico, mirandola divertido - Ya puedes ir a casa - anuncio al tiempo en que observaba fijamente a la muchacha bajar su brazos y abrir los ojos.

-Gracias Tadao-senpai. Nos vemos mañana - sonrio una vez que termino de estirar su brazos. Se dirigio a su casillero y saco sus ropajes tipicos de ninja, en un abrir y cerrar de ojos ya se habia cambiado y, con capa en mano se dirigio a la salida.

Apenas y puso un pie fuera del hospital se cubrio con su capa y camino lentamente por las calurosas calles de Suna, mirando los alrededores distraidamente y por no ir mirando el camino, repentinamente tropezo contra algo duro, perdiendo el equilibrio en el acto. Mas no cayo, pues alguien la sostuvo de la cintura a tiempo. Estaba a punto de disculparse y agradecer a su benefactor, pero cuando subio la mirada se encontro con un par de ojos perlados. Perfecto, lo que le faltaba.

-¿Eh, que? ¿Que haces aqui, Hyuga? - inquirio la rubia con un tono de voz mas alto de lo que le hubiese gustado a el.

-De nada - musito sarcasticamente, rodando los ojos con cierto hastio - se nota que aprecias el que haya impedido que quedaras tirada en la arena. No fue nada, de verdad.

-Gracias, ya? Y antes de que digas algo mas, si, lo siento, no veia por donde iba - explico rapidamente, alzando la barbilla y volteandose a otro lado para impedir el contacto visual con el.

El joven suspiro cansinamente y relajo los hombros, tambien desviando su mirada y soltandola de su agarre.

-¿Que haces aqui? - quiso saber repentinamente la rubia, al caer en cuenta de que el un no habia terminado la guardia en la muralla.

-No puedo, o que? - ataco el prodigio, cruzandose de brazos y volviendo la mirada hacia ella.

-No me referia a eso, idiota - gruño ella, sosteniendose el puente de la nariz con los dedos de su mano diestra. Ahi iban de nuevo... - Me referiaa esta hora, y eso - quiso aclarar - la guardia, ya sabes... - complemento, volviendo a mirarle.

-Que te importa - escupio el genio, haciendola molestar aun mas - y para tu informacion, ya termine, aunque eres tu la que debe de rendirme cuentas a mi. Yo soy el lider en esta mision ¿recuerdas, Yamanaka? - continuo, pronunciando las ultimas dos palabras lentamente, como si estuviese hablando con alguien menos listo que el. Aquello causo que la femina encuadrara los hombros y rechinara los dientes. Eso hizo que el genio curveara sus labios sutilmente, en una sonrisa.

-Ya, haz lo que quieras! - exclamo la florista, para luego largarse de ahi dando grandes zancadas. Repentinamente, sintio su boca demasiado seca. Se detuvo abruptamente y algo hizo clik en su cabeza. Con una sonrisa maligna, dio la vuelta sobre sus talones y regreso sobre sus pasos, ante la atenta mirada del usuario del byakugan, que tuvo un mal presentimiento con aquello y se maldijo internamente por no haberse movido ni un apice de ese lugar.

- Neji-san - canturreo la florista, plantandose nuevamente frente al genio - Hace mucho calor aqui, demasiado - se abanico con su mano diestra lentamente, fingiendo fatiga - Creo que este clima me hace mucho daño - dramatizo, haciendo un puchero y tomando al prodigio de la camisa, acercandolo a ella.

-Si, eso se nota... - murmuro el, rodando los ojos e ignorado la incomodidad que invadia su cuerpo al tener a la femina tan cerca, manteniendo su semblante estoico.

-Creo que podria desmayarme en cualquier momento. Y como tu lo dijiste antes, lider mio, tienes que impedirlo, eres el responsable de todo lo que me ocurra - continuo dramatizando, haciendo casi un esfuerzo sobre humano por ignorar el comentario que el habia echo. Lo tomo aun con mas fuerza y tiro de el, bajandolo hasta que estuviese a su altura.

El miro el rostro de la muchacha, con lagrimas de cocodrilo inundando sus azulinos ojos y sus mejillas coloradas por el calor. Sabia que fingia, pero con un demonio, como lo hacia tan bien? Ciertamente le asustaba un poco ese rasgo de ella, la facilidad con la que podia fingir en las misiones o incluso en la vida cotidiana para conseguir despistar al enemigo o a quien quisiera. Ella era una actriz de primera clase.

-¿Que es lo que quieres, Yamanaka? - pregunto hastiado, tomandola de las muñecas y alejando sutilmente las manos de la muchacha de su camisa, logrando que lo soltara. Se reincorporo, y la miro desde su altura, sintiendose un poco aliviado de ya no tener el rostro de la florista tan cerca del propio.

-En tu idioma de ''lider'' necesito agua o me voy a deshidratar aqui - respondio dejado de lado su actuacion, soltandose tambien de el y poniendo las manos en su cintura - o mejor que eso, quiero un helado Hyuga. Consiguemelo - pidio como si fuera lo mas simple del mundo.

-¿Que? - pregunto nuevamente el genio, mirandola como si estuviese loca. Estaba a punto de agregar un comentario para molestarle, pero las palabras se quedaron en sus labios, pues ella fue mas rapida que el.

-¿No escuchaste? ¿Eres sordo, acaso? Quiero un helado y me vas a llevar a conseguir uno - agrego firmemente, tomandolo del brazo y comenzando a arrastrarlo practicamente por la calle - El otro dia vi una tienda de helados por aqui, vamos - lo arrastro aun com mas fuerza, apretando el ancho brazo masculino entre los suyos.

La victima en cuestion miraba asombrado a la Yamanaka, sin saber que decir. Una vez salio de su sorpresa, se dejo llevar por ella. Suspiro cansinamente ¿que mas daba?. Ademas mentiria si se intentara convencer de que simplemente caminaba casualmente por el hospital de Suna y que absolutamente no lo hizo con la intencion de cruzarse con ella y molestarla un poco.

Caminaron juntos un par de calles en silencio, antes de cruzarse con la tienda de la que habia hablado la florista.

-Sabia que estaba por aqui! - sonrio, caminando hacia la tienda aun agarrando el brazo derecho del Hyuga. Una vez que estuvieron frente a la tienda el prodigio abrio la puerta para la florista y entro detras de ella.

Era una heladeria normal, con un par de mesas y una barra con los tipos de helado en un congelador y la tipica vitrina para poder ver los sabores disponibles. La Yamanaka solto el brazo de Neji y salto frente al mostrador de helados, mirando la gran variedad de sabores.

-Buenas tardes. ¿Que van a llevar? - pregunto el sonriente encargado, mirando a la bella muchacha. Al contemplarla al instante supo que no era residente de Suna. Sus mejillas se encendieron al observar el lindo rostro de la florista. Pero, repentinamente, sintio una pesada mirada sobre el. Aquello le obligo a subir la mirada lentamente hacia el Hyuga, quien lo miraba con cara de pocos amigos. El encargado encuadro sus hombros y enderezo su espalda, poniendose nervioso.

-Buenas tardes. Quiero el cono mas grande que tenga - pidio sonriente la mentalista, subiendo la mirada al joven y extrañandose al observarlo tieso como una table y notablemente nervioso.

- D-De... De que sabor? - pregunto torpemente, sacando un cono enorme y tomando torpemente la cuchara especial para la nieve.

-Mmmm... Quiero, quiero, quiero... - paseo su mirada por los botes de sabores, intentando decidir - Napolitano - pidio al cabo de unos segundos, subiendo la mirada al muchacho y sonriendo. Este lleno torpemente el cono, aun sintiendose intimidado por la mirada del Hyuga. Agrego una cereza en la cima y le entrego el enorme helado a la muchacha - Gracias.

-¿A-A-algo mas? - pregunto, dirigiendo la mirada al prodigio.

-Uno igual, de mango y limon - musito el prodigio, luego de dar un rapido vistazo a las opciones. El muchacho preparo rapidamente el cono y se lo entrego al genio. El prodigio pago los helados y juntos salieron del local.

-Que muchacho tan raro - inquirio la rubia, deteniendo las ansiosas lamidas sobre su helado - Actuaba como si estuviera nervioso, o que se yo - observo, para despues continuar comiendo gustosa su nieve.

El prodigio solo se encogio de hombros, restandole importancia al asunto y comenzo a comerse su helado tambien. Juntos caminaron por las calles lentamente, y, sin percatarse la florista habia tomado nuevamente el brazo libre del muchacho mientras que con el otro sostenia su helado. El por su parte se limitaba a observarla de reojo.

-Neji... - le llamo ella, deteniendose repentinamente.

-M? - este volteo a verla, aun entretenido en comerse el frio postre.

-Ya me empalague con el dulce. Cambiame el helado - pidio, como si fuese la cosa mas simple del mundo. El prodigio la miro como si le hubiese hablado en otro idioma que el no conocia. La mentalista bufo - Que me cambies el helado - repitio, con un tono de voz poco amigable - Anda, este es muy rico pero demasiado dulce. Ahora quiero algo menos dulce, como el tuyo... - lo ultimo lo musito con un tono de voz mas bajo y suave, un poco sugestivo. Aquello basto para que el genio se descolocara completamente, y entre la confusion dada, la femina le quito lentamente el cono de la mano al shinobi y deposito el suyo propio en su lugar. Volvio a tomarlo del brazo y comenzo a comerse la nieve de limon y mango.

-Yamanaka, que..? -gruño el ojiperla, una vez que salio de su mutismo. Mas cayo nuevamente al ver como ella lo miraba de reojo, sin dejar de comerse el que antes era su helado. Se encogio de hombros y se resigno, desviando la mirada hacia el helado a medio comer que antes pertenecia a la rubia. Que mas daba. No dijo nada mas y continuo comiendo, despues de todo el helado era igual de rico.

Ella, por su parte, sonrio trinfadoramente al tiempo en que deboraba la nieve robada.


Un par de golpes en la puerta lo distrajeron. El pelirrojo aparto la mirada de la espectacular vista del atardecer que tenia a traves de la ventana de su oficina y volteo su silla.

Aclaro su garganta y hablo - Adelante.

-Soy yo, hermanito - sonrió Kankuro, abriendo la puerta de golpe e ingresando en la oficina. Se acomodo en su silla favorita frente al escritorio de su hermano y subio los pies a la mesa, ante una mirada desaprobatoria del menor.

-¿Que quieres, Kankuro? - pregunto el de ojos aguamarina cansinamente, recargando la espalda en su silla.

-¿No puedo venir casualmente a visitarte? - respondio con otra pregunta el moreno, fingiendo estar ofendido o algo por el estilo. Coloco sus brazos tras su cabeza, reclinando la silla y poniendose mas a gusto.

-Kankuro... - reprendio el menor, tomando unos pergaminos para alejarlos de las patotas de su hermano mayor.

-Ya, era broma. Solo te molestaba un poco - rio al tiempo en que bajaba sus pies del escritorio del Kage y se acomodaba en su silla - Solo paseaba casualmente por aqui y...

-Aja.. - le alento a continuar el pelirrojo, organizando un par de pergaminos que el moreno habia desacomodado.

-El festival es el Viernes. ¿Invitaras a tu florista favorita? - cuestiono el marionetista inclinandose hacia adelante, con una sonrisa socarrona adornando su rostro.

-Solo para eso venias? A molestar? - Gaara rodo los ojos y dejo de mover los pergaminos de su escritorio.

-A preguntar- corrigio el moreno en el acto.

-Molestar, preguntar, lo que sea - el manipulador de arena se levanto de su comoda silla para cerrar el ventanal tras el.

-Bueno, ahora que lo pienso, es obvio que ella ira. Despues de todo para eso vino, supongo... Ya sabes, representante en los eventos sociales... - aquello lo dijo mas para si mismo que para su hermano, al tiempo en que se acariciaba la barbilla pensativamente - Pero!... Tendria cierto toque y encanto si le pidieras que fuera tu acompañante en el festival... -agrego, como si se tratase de una magnifica idea.

Si Gaara hubiese estado bebiendo algo en esos momentos, definitivamente se hubiese ahoagado con la proposicion. Volteo a ver al moreno con los ojos bien abiertos, lo miraba como si le hubiera crecido otra cabeza derrepente.

-¿Que tonterias dices? - murmuro el menor, definitivamente su hermano cada dia amanecia mas zafado.

-Solo te digo lo que considero buena idea... - fingio inocencia, encogiendose de hombros.

-¿Y por que habria de hacer algo asi? - cuestiono el pelirrojo, recuperando su semblante autenticamente estoico marca Sabaku no.

-¿Por que quieres pasar la noche con ella, tal vez? - lo dijo como si fuese lo mas obvio del mundo, fingiendo hastio - Anda hermanito, que no te de verguenza. Tu nunca en tu vida te habias detenido a mirar a una chica mas de 2 segundos. Y derrepente te comes con los ojos a la rubiecita candente. Es normal, lo se, es una belleza y nosotros somo simples shinobis... lideres de Suna, lo que sea, a fin de cuentas hombres jovenes.

El pelirrojo rodo los ojos de nueva cuenta - ¿Terminaste? - se alejo del escritorio y tomo su sombrero del perchero a un lado de la puerta, ya era hora de volver a casa, o mas bien, ya no tenia mas trabajo para hacer.

-Solo intento ayudarte! - se levanto rapidamente y fue tras el ex jinnchuriki.

-Alucinas mas de lo normal... - murmuro el menor al tiempo en que abria la puerta de la oficina y salia de ahi.

-Como sea - prosiguio, ignorando el ultimo comentario del menor y siguendolo por el lugar, hasta la salida - yo solo te doy ideas, buenas ideas. Magnificas, mas bien. - insistia, caminando a su lado por las calles, rumbo a la mansion

-Si, si... - asentia quedamente, concentrado mas bien en llegar a casa y darse un buen baño. Y cenar, si, tenia bastante hambre aquel dia.

-Creo que no ves la cuestion como yo hermanito. Aqui entre nos, yo desisto para dejarte camino libre por que eres mi hermanito menor y te aprecio tanto - dramatizo, entrecerrando los ojos - pero hay otros que supongo no te dejaran via libre, definitivamente.

Y justo cuando dijo aquello, el recuerdo de Neji visitando a la rubia mientras esta dormia brinco a la mente de Gaara. Asi como el Nara abrazandola repentinamente durante la cena. Apreto la mandibula sin darse cuenta, y justo en ese instante, al doblar en la ultima esquina, pudieron visualizar claramente a una pareja viniendo del lado opuesto.

-Hablando de un rey de roma... - susurro Kankuro, observando frente a ellos a la Yamanaka arrastrando del brazo al Hyuga, la rubia venia comiendose lo poco que quedaba de un helado, al igual que el Hyuga.

La femina al verlos sonrio ampliamente y solto el brazo del prodigio, alzandolo.

-Gaara, Kankuro! - saludo sonriente, apresurando el paso, hasta estar cerca de ellos, frente a la entrada a la mansion del Kazekage - ¿Que tal? ¿Como les fue? - pregunto cortesmente - No les ofrezco helado por que ya lo chupo Neji - aclaro, haciendo un ademan con su cabeza, señalando al prodigio que estaba tras ella. Este en el acto se termino el helado y desvio la mirada de los hermanos de la arena.

-Jajajaja - rio el marionetista ante lo dicho por la femina - Todo bien, cielo. ¿Y que tal tu dia?

-Igual, igual - respondio al terminar por fin su postre helado.

Gaara en cambio se encontraba observando de reojo los carnosos labios de la ojiazul, ligeramente enrrojecidos por lo frio del postre que se habia comido. No presto atencion a nada mas, camino automaticamente tras la rubia que entraba a la mansion mientras Kankuro le abria la puerta. Y en el trayecto, su mirada topo contra la mirada del prodigio. Se miraron un par de segundos, antes de desviarla ambos al mismo tiempo. Aquello hizo que el Kazekage se sintiera confuso, pues nuevamente le embargaba esa sensacion de molestia que habia sentido ya varias veces en aquellos dias.

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Ya ven que no tarde tanto? Inclusive este chap lo tuve listo la semana pasada, pero no lo subi por que me atonte un poco jajajaja

Y ciertamente, las vacaciones y ahora un puente de asuetos (libres los dias jueves- fin de semana - lunes ) ayudan en la inspiracion un monton xD una escritora con dias libres es una escritora rapida o3o9!

Lo que no me motiva es la golden week jajhajahah, siempre me pone mal tenerme que aguantar cuando los mangas e inclusive animes se toman descanso esta semana xD pero que le haremos? Asuetos son asuetos!

Muchisimas gracias a Yerik, Lovre11, Llanca, NaraLollipop por sus reviews! Mil gracias :) Me motivan a seguir escribiendo -inserte gif de corazon aqui- jhajahja

Por cierto, les reitero que el review numero 75 en este fic recibira un one-shot a peticion de la pareja que desee (siempre y cuando sea de este anime).

Muchisimas gracias por leerme! Y mil gracias mas a las hermosuras que me dejan reviews! Ustedes me motivan a seguir escribiendo.

Y recuerden: tomates, lechugas, elotes, papas, manzanas, peras, sandias, uvas, kiwis, cerealitos, botellas, sillas, golpes, latigazos, sugerencias, quejas, dudas, pensamientos, platanos, pringles, besos, abrazos, sandwiches, tacos, TODO es bien recibido en los reviews!

Nos leemos pronto!

Un abrazo y un beso!

Muack!

Los quieroo!