CAPITULO 13 Destino decidido

Ahora si al capitulo final, al fin lo he logrado! XD

Bueno, agradezco a las personas que al menos se han pasado a leer algo tan antiguo- si, sigo diciendo que fue mi culpa por dejar algo asi de abandonado como para esperar reviews o algo por el estilo XD

Mas que nada lo hice por el compromiso que sentia con los personajes de la historia,entre otras cosas que ya habia mencionado... dejar algo asi a medias, no es mi estilo, aunque a veces una costumbre inevitable por mi falta de inspiracion o tiempo T.T

Y con esto he liberado esa carga de consciencia y a trabajar en una nueva historia! XD

Nos leemos pronto!


-¿Ren?

El chico saltó de su lugar para diversión de Terra, que estaba sentado a su lado y esperaba con paciencia su típica reacción.

-Ren-Aqua volvió a llamarlo pero mucho más irritada que cualquier vez que se le hubiera visto, -¿qué está pasando contigo últimamente? Llevas una semana entera sin querer comer. Te la pasas dormido hasta en clases. Casi no hablas ni convives con nosotros y difícilmente logro que me escuches cuando te hablo.

-Aqua tiene razón,-ésta vez Terra entró a sus sermones que ya toda la semana la chica llevaba dándole al menor, -estás muy diferente, incluso nuestro padre lo ha notado y no deja de pedirme que pase más tiempo de calidad contigo… cómo si yo fuera el padre…

La joven golpeó ligeramente al hermano mayor, para que la conversación no perdiera su seriedad.

-Tienes que decirnos lo que te pasa, AHORA. ¿No te das cuenta de que incluso mamá, desde el cielo, se pondrá triste?

Ren asintió por fin, dejó de jugar con el cereal de su plato y miró hacia ambos hermanos con tristeza.

-Creo que ya mejor me voy a la escuela.

-¡¿Ves?! ¡Ni siquiera te esfuerzas en inventar algo para contestar nuestras preguntas! Encima de todo, en la escuela te portas como un desconocido con nosotros y nunca te apartas de nuestro vecino, Roxas. ¡¿Por qué?! La otra vez escuché que sus amigos dijeron que él te estaba comparando con su hermano fallecido, ¿así son las cosas?

-…quiero ayudarlo, Aqua…

La joven estuvo a punto de gritar, pero algo en la expresión de Terra hizo que se calmara, tomó un gran respiro y dulcifico su tono de voz.

-Entiendo que quieras ayudarlo, Ren. Pero solo lo estás dañando mas si le haces creer una mentira, su hermano está muerto y tú no puedes tomar su lugar.

-Pero de verdad ¡de verdad quiero ayudarlo!

-¡Pues entonces detente! ¡Deja de actuar raro y vuelve a ser el de antes! ¡Deja de engañar a las personas! ¡Eso no va a ayudarlo, ENTIENDE!

Ren desvió la mirada en rebeldía y esa fue la gota que derramó el vaso para Aqua, quien sumamente enojada arrojó su delantal de cocina, tomó su mochila y salió echando fuego.

Terra revolvió el cabello de su hermano menor, pidiendo que fuera más comprensivo y escuchara las recomendaciones de su hermana, y luego fue en búsqueda de la chica.

-…lo siento, Aqua, Terra… pero de verdad… en verdad quiero ayudarlo… Ventus…-estrechó la llave que tan cauteloso guardaba en su bolsillo del pantalón siempre.

-¡Buenos días, señor arrebata hermanos!

Roxas frunció el ceño con ese extraño saludo de Hayner, estaba recién entrando a los patios de la escuela para ir a su salón de clases.

El otro rubio se aferró a su hombro y lo empujó entre sus bromas, pero Roxas eran un experto prediciendo sus movimientos, Hayner fue a empujar a una chica por accidente, y terminó con las manos sobre su retaguardia. El tuvo un sangrado nasal que solo se hizo más grande cuando la chica le golpeo la cara con su maletín escolar.

-¡Bien merecido, Hayner!

Olette, Sora y Riku llegaron casi al mismo tiempo en que todo había pasado.

-Roxas, que milagro que estás solo.

-Algo parecido insinúo Hayner-dijo Roxas, muy intrigado con que Riku, el chico con cero intereses en molestarlo, se lo comentaba.

-Lo que todos queremos decir, es que te las has pasado llegando siempre junto a tu vecino: Ren.

-Vive frente a mi casa, vamos a la misma escuela, es lógico que nos encontremos de camino hacia acá.

-Sí, pero ustedes, bueno se ven tan "unidos"

-¿Unidos cómo?-de nuevo se confundía con lo que insinuaba ahora Olette.

La chica se rascó la cabeza, parecía haber aceptado ser más directa con su amigo, -Aqua nos ha dicho que su hermano está actuando cada vez más distante con ella, y que siempre está buscando estar a tu lado… por eso…

-¡Por eso te hemos apodado el "arrebata hermanos"!-exclamó Hayner desde la distancia.

-Un pésimo título, por cierto-añadió el peli plata.

-Yo no…-Roxas se detuvo a mitad de su propia afirmación, porque había hecho memoria de todo lo que había pasado en la semana, y sí, casi todo el tiempo había estado conversando y saliendo con Ren. Y lo que es más, también comenzó a pensar en él como un hermano. Le alivió tanto todas esas veces que fue escogido por el sobre Aqua y Terra…

"¿Entonces sí soy un arrebata hermanos?"

-no fue intencionalmente.

El grupito quedó sorprendido por lo fácil que lo había aceptado.

-Entonces ¿tienes claro que debes detenerte? Podríamos llamar a Aqua y pedirle disculpas-

-No.

-¿Qué?-Olette se mostró muy enfadada, aunque eso a Roxas le importó poco.

-No quiero pedir disculpas por algo así. Ni siquiera lo veo como algo malo. Si Ren se ha alejado de ellos será por otra cosa, no creo que sea por mí.

-Roxas, eso no está bien.

Tampoco le importó mucho ver a Sora tan decepcionado por lo que dijo.

-¡¿Por qué están intentando hacerme el villano aquí?! ¿Me van a decir que está prohibido charlar o pasar tiempo con Ren?

-No es eso, hombre,- ahora Hayner intentó argumentar en defensa, -pero es un poco cruel que intentes hacer pasar por tu hermano a un chico que tiene su propia familia. Eso es egoísta.

Roxas carcajeó.

-Escucha Roxas, hasta podría ser uno de los métodos sucios de ese tal Vanitas para hacerte olvidar a tu hermano.

-¡Yo no estoy olvidando a Ventus, que te quede muy claro!-Sora se quedó pasmado al ver tan agitado a su amigo, y sujetándolo por el cuello.

-Bien, me disculpo por eso. Sé que no has olvidado a tu hermano, y que Ren nada tiene que ver con Vanitas.

Roxas liberó al castaño y lo vieron alejarse muy colérico hacia el salón de clase.

-Creo que metimos la pata, aunque teníamos la razón.

Todos asintieron a las suposiciones de Hayner.

-Yo...

-Hay una respuesta muy interesante que estas pensando, pero que por algo que voy a ignorar, no puedes decir,-esos inquietantes ojos dorados se clavaron sobre los temerosos del rubio. Vanitas y Ren estaban en el solitario pasillo de la escuela, junto al gimnasio. Fue un encuentro no planeado pero crucial y necesario para ambos. Sobre todo para este ultimo, quien se aferraba fuertemente a la llave que ocultaba a sus espaldas, mientras dejaba que ese tal Vanitas hiciera lo que quisiera con el, como el haberlo estampado contra la pared, posar sus manos heladas sobre su cuello y observarlo con la misma malicia de un asesino que disfrutaba el miedo en su cara.

-Puedo detectar cada vez más fuerte ese aroma, Ren. El aroma que me obsesiona para observar y seguir a una persona, el aroma de alguien que está a punto de facilitar mi trabajo...

El joven trago saliva con mucha dificultad, pues el agarre de Vanitas era más fuerte.

¿Haciéndote el difícil conmigo? Tienes mucho valor.

Al fin, el ser lo dejo libre, como si su atención fuese capturada por otra persona cercana, más concretamente, un rubio que se trasladaba a un aula contigua a ese pasillo... ese quien siempre ansió llevarse desde el principio...

-Vanitas.

La repentina voz del joven que estaba dejando atrás lo hizo virarse ligeramente, mientras este dejaba ver lentamente lo que había estado escondiendo entre sus manos. Los ojos dorados se abrieron más y su sonrisa se ensancho.

"Con una sonrisa deje que se acercara a mí. Los profundos sentimientos condescendientes habían crecido a tal grado en mi interior, que nada mas importaba Me había vuelto insensible a la vida. La voz llego a mí y decidí no ignorarla. Había encontrado en ella mi razón de ser, el verdadero significado por el que llegue a este mundo, y no lo iba a abandonar. Solo soy... un alma caritativa atrapada en un deber ajeno..."

Un terrible espasmo en el pecho de Roxas lo hizo levantarse de su lugar. La clase entera se quedo en silencio con su reacción, pero no duro demasiado cuando el pálido rubio se excuso para ir a la baño. Aun así, los amigos de este se tornaron inquietos y preocupados, más que nada por esa extraño escalofrío de que algo estaba a punto de ocurrir... algo malo...

Y Roxas sería el primero en saberlo.

Con la mano sobre el pecho, el dolor se iba intensificando y ya era muy difícil para el rubio concentrarse en otra cosa que no fuera buscar la forma para aliviarlo.

-Te encontré, alma errante y egoísta.

¡Vanitas apareció frente a él entre una bruma oscura! A diferencia de como siempre le vio, ahora usaba una túnica oscura, más acorde a como se describía la muerte en las historias. Era difícil saber si tenía una guadaña también, pues sus manos estaban bien ocultas entre esos lúgubres ropajes.

Roxas se tenso por completo, mudo ante las palabras pues el dolor todavía punzaba y lo distraía.

Esta vez Vanitas no usaba un tono de voz burlón, más bien se mostraba completamente serio. No hizo comentarios ni cuando Roxas retrocedió un paso fulminándole con esos ojos azules, ni cuando la campana sonó y el grupito de amigos comenzaron a reunirse atrás. Pudo haber mucho mas testigos ante tan llamativa y terrorífica presencia, pero tal como pensaban que estaría preparado ese ser, los demás pasaban de largo sin siquiera notarlo.

-¡Aléjate de nuestro amigo, no creas que vamos a permitir que te lo lleves!-exclamo Sora, sorprendiendo a Roxas, quien pensaba que la pelea de antes los había vuelto inseguros para ayudarlo...

¡Pero qué tonto! ya muchas pruebas tuvo de que no iban a abandonarlo...

-No hace falta ahora,-contesto al fin ese atroz ser cuya voz hueca se desvanecía con prontitud, incapacitando para que razonaran del todo a sus palabras, -es el destino de otro par, el que ahora verdaderamente me interesa, el que podría terminar con mi tarea y tu tonto juego, Roxas.

Todavía en silencio, el rubio sintió como la respuesta se le escapaba con el dolor que estaba sufriendo su corazón, pero ahora estaba seguro de que era la manifestación de una aflicción que mucho tenía que ver con Ventus...

Nada pudo hacer ahora, pues el destino se le había escapado de sus manos y porque no decirlo también, también de las de Vanitas.

La muerte se desvaneció dejando una sensación de tranquilidad bastante incómoda, pues antes de su partida dejo en claro que esa sería la última vez que ellos se verían, por supuesto, hasta que le llegase la hora al rubio, pero para su desgracia, no sería pronto...

La hora de las clases termino y muchos contemplaron con bastante desagrado una repentina lluvia torrencial.

Roxas no había hablado con sus amigos ni antes ni después de ese último encuentro, pero se toparon en la salida del aula, todos adoptando la misma actitud seria del rubio. Eso fue hasta que Olette y Aqua se acercaron a ellos haciendo un escándalo,

-¡Ayuda! No puedo encontrar a Ren en ninguna parte... Terra fue a buscarlo a casa, pero tampoco esta...

-¡Nadie lo ha visto en todo el día!-proclamo la castaña, igual de preocupada que la peli azul.

Y mientras todos rectificaban lo obvio de no haberlo visto, Roxas invoco un recuerdo bastante inquietante sobre la última vez que ambos se vieron, cuando el se despidió de una manera bastante extraña a lo habitual:

-Ha sido un placer Roxas.

Esos ojos tristes y la sonrisa forzosa y temblorosa que se formo en sus labios mientras caminaba hacia su casa, lo hizo pensar que tal vez no se sentía bien, pero ahora le hacía pensar cosas extrañas...

Sobre todo si pensaba también en lo que dijo Vanitas.

"¿Podría ser que Ren...?" recordó aquella vez que fueron a los apartamentos, el chico comenzó a comportarse mas cercano a Roxas y distante con su familia.

"Ren... ¿encontró la llave?"

Y si la había encontrado, entonces tal vez Vanitas intentaría tomar su vida... quiso creer que eso era lo que estaba pasando, sin querer entrar en más detalles o teorías, Roxas se dio la vuelta hacia sus amigos y les exclamo: -¡Vanitas intentara que Ren use la llave!

-¿Donde? ¿Por que?- aunque la propia Aqua no entendía lo que estaba pasando, estaba segura, por la reacción de Roxas, que no era nada bueno.

-¡El mismo lugar donde nos obligo a Ven y a mi usarla!- y con esa conclusión tan obvia, el rubio se adentro a las tormentosas calles hasta el lugar decisivo.

Pero... no pensaba encontrarse con lo que había sido el final de algo desastroso... algo que le fue imposible detener...

Vanitas le había ganado.

¿Por qué fue tan confiado? ¿En qué momento fue tan torpe como para no captar la señales a su alrededor?

La puerta del apartamento estaba abierta. En su camino, pudo ver las fotografías de su hermano rotas y un desastre de cosas, como si se hubiese desarrollado una especie de pelea.

-La mujer y su novio están inconscientes,-dijo Lea, para alivio de todos los presentes, quienes pensaron que esos cuerpos a mitad de la sala eran cadáveres.

Así es, el grupito había decidido seguir al rubio, en la desesperación e incertidumbre por la conclusión a la que había llegado sin decirles nada, sin embargo, sus dudas latentes hicieron que Sora preguntara apenas se detuvieron de inspeccionar.

-Roxas, ¿por qué crees que Ren está aquí?

-Creo que él...,-dio una mirada fugaz hacia la angustiada peli azul, pensando en que sus palabras no tuvieran un impacto tan negativo en ella, -creo que Ren encontró la llave que estaba buscando, y que Vanitas se dio cuenta de alguna forma.

-¿Piensas que Vanitas podría...?- el mismo Sora se detuvo, igual de inquieto por las miradas que Aqua les dedicaba, -entonces... tal vez este aquí...

"Espero que no sea demasiado tarde... o todas mis esperanzas para traer de vuelta a mi hermano, junto con la seguridad de Ren, van a irse al..."

De pronto escucharon el chillido de Olette, quien se había quedado en el umbral de una de las habitaciones cubriendo sus ojos.

Roxas fue el primero en llegar y al ver la misma escena, se tambaleo sobre su lugar sintiendo de nuevo esa opresión en el pecho que le hizo un nudo en la garganta.

Detrás de él, Aqua grito y se abalanzo sobre uno de los cuerpos que yacían en el suelo.

Para desgracia de todos los presentes, uno de ellos estaba lleno de heridas cortantes cuya sangre seca había manchado gran parte del piso. El otro, aunque no tenía heridas tenía la piel pálida, casi como la de un cadáver. Era difícil saber si ambos estaban muertos. Lo que si era seguro, es que eran unos chicos mas o menos de su edad, con cabello rubio. Ambos sostenían la mano del otro, y cuando Aqua corrió a levantar uno de ellos, se dejo ver una llave que se había estado ocultando en ese agarre.

-¡Ren! ¡Por favor, despierta! ¡REN!- Aqua abrazo cada vez más desesperada al cuerpo que tenía las heridas por todos los brazos, mientras a sus espaldas, Sora, Riku y Kairi comprobaban que las marcas en sus brazos no eran cortadas, sino rasguños y marcas como de dedos, unos tan delgados y parecidos a los que tenía Roxas.

En un segundo, Olette llego al lado de Aqua para intentar calmarla y Riku comprobó lo peor... el chico ya no tenía pulso.

Por supuesto que no lo dijo en voz alta, basto con intercambiar una mirada de pesar hacia sus amigos para dar la noticia. Seguro que Aqua se había dado cuenta antes que todos, pero por alguna razón muy comprensible, se negaba a aceptarlo.

Entre tanto, Roxas se había acercado muy tímidamente hacia el otro chico que yacía en el suelo, uno que usaba un uniforme parecido... el que le vio por última vez...

-¿Ven?- su pregunta apenas fue lo suficiente como para ser considerada un murmullo, y con mucho cuidado dio la vuelta al cuerpo.

¡Era el! ¡Eran Ventus en persona! Pero Roxas se resistió a abrazarlo con todas sus fuerzas. Tenía miedo que, dada su apariencia tan pálida, no fuese a sentir más que el frio de la muerte en el.

No era eso lo que quería...

Se negaba a aceptar algo así...

Y justo cuando sintió que rompería en llanto, una mano fría se aferro a su muñeca, mientras esa voz trémula que tanto deseo escuchar fuera de sus sueños, le llamaba lentamente.

Roxas vio como aquel chico empezaba a dar señales de vida y el color en su cara estaba regresando. Era casi tan sorprendente como ver a un muerto resucitando, como aquellos ojos empezaron a adquirir su brillo, los gestos en su cara de alguien mas consciente a la realidad y esa voz que comenzaba a llenar por completo los huecos de soledad angustiante del hermano.

-Ven...

Esta vez no le llegaron lágrimas, sino una enorme sonrisa. Abrazo a Ventus tan fuerte como se lo permitió, pues el otro chico se quejo un poco.

-Ventus, has regresado ¿qué paso?-pregunto Xion, un tanto desconcertada por ese fantástico hecho.

La expresión en Ven se apago un poco y volteo hacia la peli azul que hace un minuto apenas había dejado de llorar y solo abrazaba a su hermano, -Fue Ren... el...

Flashback

Ren se había adentrado al apartamento, ayudado por Vanitas. Pues hizo la promesa de terminar con todo si le ayudaba a localizar el lugar donde debería usar la llave.

El lugar siempre fue una puerta oculta de la habitación de Ventus.

Decidido a usar la llave, aquella alma que yacía en el abismo fue libre, pues el momento crucial de su destino estaba por pasar.

Ventus apareció apenas el joven había insertado la llave, a punto de girarla y activar el mecanismo.

-Por favor, déjame ver a mi hermano una última vez.

Fue lo que imploro a oídos del chico, pues estaba seguro de que una vez se usara ese objeto, su alma se perdería por siempre y Roxas seria libre.

Si... esa era la decisión que él deseaba... Eso fue lo que le pidió a Ren cuando le confió la llave... Más sin embargo, tenía miedo...

Le invadía una gran pena el no haberse despedido correctamente de él.

-Podrás hacerlo, cuando le veas, cuando vuelvas.

Ventus se quedo estupefacto ante la resolución del chico que aun sujetaba la llave con decisión.

-Voy a darte mi vida, Ventus. Porque quiero ayudarte a ti y a Roxas.

-¿Por qué?

Ren pasó un largo rato sin contestar, con la cabeza gacha, como si fuese algo imposible para decir.

-Porque... se lo terrible que se siente... el perder a alguien y ya no poder verlo nunca más. No podía soportar toda esa tristeza en alguien como Roxas, alguien que no lo merece. Ambos, estuvieron tan aferrados a la vida, ¿por que debería pasarle cosas malas a la gente que tiene tantas ganas para vivir? Lo mismo pasa con lo que desprecian la vida, a ellos se les concede una buena salud y larga vida, ¿por qué siempre ese así de injusto?

-No tomare tu vida, Ren.-le dijo aquella alma que intentaba apartarlo de la llave con su figura tenue atravesando su mano.

-debes hacer lo que te pedí y deshacerte de esta maldición que solo hace sufrir a Roxas. Es hora de dejar que la vida continúe, aun si no es conmigo, Roxas deberá aprender a aceptar eso.

-No, yo quiero...

-Piensa en tu familia, Ren. Ellos te quieren mucho. No quiero que sufras tú y ellos algo similar.

Dicho esto, el fantasma comenzó a desquebrajarse ante los ojos llenos de lágrimas de Ren, quien estuvo a punto de soltar la llave y salir corriendo de allí. Pero, no contaba con que aquella voz en su interior, una poderosa que emergía de su corazón, le dijo que no era así.

-Estoy feliz con la familia que me ha tocado, y creo que ellos lo van a entender. Esto es algo que quiero hacer Ventus.

Y con aquella ultima oración, Ren dio vuelta a la llave.

Cientos de figuras espectrales emergieron con una increíble velocidad, rodeándolos y chillando, buscando con desesperación al responsable de su llamado. Los brazos del chico fueron apresador por aquella muerte acechante de ojos dorados, quien susurro algo como "Es hora" pero antes de desaparecer entre todas esas terribles almas errantes con apariencias cadavéricas, Ren se agacho para susurrarle algo al fantasma cuya figura poco a poco se tornaba mas solida.

Hubo un grito, aquel profiriendo el fin de todo...

Fin del flashback

-Ren dijo...,-Aqua levanto la mirada, al tiempo que Ventus se forzaba a recordar las exactas palabras, -Estoy bastante contento de acompañar a mama por fin, cuiden de papa y espero que siempre nos recuerden con una sonrisa.

Los ojos de la joven se llenaron de lágrimas de nuevo, acariciando la frente de su hermano.

Y así, los años pasaron...

Las heridas de los trágicos eventos comenzaban a cicatrizar en los involucrados en la perdida de aquel joven caritativo, que dio su vida por la felicidad de otros, por supuesto que tuvo mucho que ver el apoyo familiar así como el de los amigos.

Y la felicidad de aquellos otros, se intensificaba día a día.

Los padres de Roxas y Ventus, así como el de la mayoría de los conocidos, se convencieron de que la muerte de Ventus fue una treta creada por Nancy y su novio, ahora acusados de secuestro, ellos estaban en investigación.

Poco quiso involucrarse la familia con el asunto, pues el regreso de Ventus genero una enrome alegría en todos los miembros, lo suficiente para olvidar todas las penas del pasado y dar paso hacia un futuro más brillante.

-¡Roxas!-grito una voz alegre desde el pasillo. Esa voz más que conocida a sus oídos, con la que tanto soñó compartir una vida al fin...

El rubio sonriente de apariencia idéntica a Roxas se poso en la entrada de su habitación. Tenía la expresión mas iluminaba y radiante en vida que alguna vez soñó verle.

-Rápido o se te va a hacer tarde.

El otro rubio resoplo intentando ocultar una risa, -Hablas como si estuvieras involucrado también.

-Yo no, pero mi hermano si.-dicho esto lo animo a ponerse de pie.

-es tu graduación después de todo.

Roxas se sintió incomodo escuchando esa noticia que ya tuvo bien presente desde que despertó, aparte de esa horrible toga que lo habían obligado a ponerse para ese gran día.

Ventus por supuesto, había perdido un año de estudios y por eso no se estaba graduando con todos, pero no parecía molestarle en absoluto, al contrario, estaba más contento que todos en la familia.

Apenas iban saliendo de la casa cuando escucho al resto de sus amigos reclamarle por su tardanza.

-Ustedes, ¿qué hacen aquí?

-Ven nos lo pidió-dijo Namine, usando una vestimenta igual, solo que en ella se veía mas linda, a opinión de varios presentes.

-Si, dijo que si no veníamos iban a inventar excusas para no ir.

-Bueno, gracias por eso.-aunque lo dijo con un mal humor, todos lo tomaron como broma y comenzaron a reír.

-¿Que dicen si tomamos una fotografía para conmemorar este bello momento?

La madre de los rubios emergió del auto que estaba detrás del grupito, sosteniendo una cámara todos comenzaron a acomodarse para posar, al mismo tiempo, Ven sujeto a su hermano por el brazo para animarlo a unirse.

-¡Sonrían!-exclamaba Sora al ver a Roxas reacio a unirse en todo ese jaleo.

-Roxas... muchas gracias. Gracias por todo hermano. No me alcanzara esta vida ni la siguiente, como para pagarte todo lo que has hecho por mí.

La confesión de Ventus, mientras todos bromeaban y la mujer hacia las últimas indicaciones para una buena fotografía, lo tomo totalmente desprevenido.

Y antes de que dijera algo en defensa, Ven se aferro a su hombro haciendo una pose similar a la de aquella fotografía infantil que tanto contemplaba Roxas en el pasado.

"Gracias a ti hermano, por volver a mi vida" aquellos pensamientos flotaron entre la espontanea sonrisa de Roxas al momento en que se inmortalizaba el momento...

Fin